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  • 18 hours ago
Valle Salvaje Victoria planea vengarse de todos AVANCE vallesalvaje EnglishMovie cdrama drama engsub chinesedramaengsub movieshortfull
Transcript
00:00¿Qué hace esta mujer aquí?
00:01Quiero que os viréis a los ojos y selléis la paz con vuestra palabra.
00:06¿Estáis dispuestas?
00:08José Luis, yo estoy dispuesta.
00:10El episodio Valle Salvaje, capítulos 270 y 8, 279, marca un punto decisivo en la saga.
00:20José Luis, decidido a imponer justicia, despoja a Victoria de su poder
00:25y la obliga a humillarse públicamente ante Mercedes y Adriana.
00:30Sellando así la caída definitiva de la duquesa, Rafael y Adriana consolidan su posición como herederos del valle,
00:38mientras Mercedes representa la voz de la reconciliación y la razón.
00:43Sin embargo, lo que parece el final de una era es solo el comienzo de una nueva batalla.
00:50Humillada, aislada y consumida por su orgullo, Victoria renace desde el odio.
00:56Su alianza con Tomás anuncia una etapa más oscura, donde la intriga y la venganza amenazan con destruir todo lo que José Luis ha intentado restaurar.
01:07Entre el poder y la redención, Valle Salvaje sigue su curso, dejando claro que la justicia puede restablecer el orden,
01:15pero nunca apaga del todo el fuego de la ambición ni las sombras del resentimiento.
01:22La noche cayó sobre Valle Salvaje, envuelta en un silencio lúgubre.
01:27En la casa grande, los sirvientes se movían con cautela, temerosos de cruzarse con la duquesa.
01:33Todos sabían que la humillación pública que José Luis le había impuesto era un golpe del que difícilmente se recuperaría,
01:42pero Victoria no lloraba.
01:45Sentada frente al espejo de su habitación, con la luz de las velas reflejándose en su rostro, solo tenía una expresión.
01:52La calma fría de quien trama algo, tomó su abanico roto del tocador, aquel que había destruido en su enfrentamiento con el duque semanas atrás.
02:03Lo abrió lentamente, como si en ese gesto reviviera su antiguo poder.
02:10«Creíste que podías quitarme todo», José Luis susurró, «pero te equivocas».
02:15Nadie humilla a Victoria de Guzmán sin pagar el precio.
02:19Un golpe suave en la puerta interrumpió sus pensamientos.
02:24«¿Era Isabel, la gobernanta?»
02:28«Excelencia, todos ya se han retirado. ¿Desea que le traigan la cena?»
02:34«No tengo hambre», respondió Victoria sin mirarla.
02:39«¿Entonces, ¿puedo retirarme?» preguntó Isabel, temerosa.
02:45Victoria se volvió lentamente.
02:47«No. ¿Qué edad? Quiero que me informes de todo lo que se diga en esta casa.
02:54¿No confío en nadie?»
02:56«Sí, señora», respondió la mujer, bajando la cabeza.
03:01Y otra cosa, añadió la duquesa.
03:04«Si oyes algo sobre Mercedes o Adriana, me lo dirás antes que a nadie».
03:09Isabel asintió y salió sin decir palabra.
03:13Cuando se quedó sola, Victoria se levantó y caminó hasta la ventana.
03:19Afuera, el viento del valle soplaba con fuerza, agitando las cortinas.
03:25Observó las luces encendidas en las habitaciones de José Luis y Rafael,
03:30y una sonrisa amarga cruzó su rostro.
03:34Mi esposo me humilló.
03:36Delante de todos murmuró.
03:38«Mi hijo no tuvo el valor de defenderme».
03:41Y Mercedes, esa hipócrita, se atrevió a tocar mi mano,
03:46creyendo que me compadecía.
03:48Se llevó una mano al pecho, sintiendo el temblor de su propia furia.
03:54Nota André descansó hasta verlos de rodillas.
03:58En ese momento, se escucharon pasos en el corredor.
04:02Tomás apareció en la puerta, con su habitual insolencia.
04:06«Me mandaron llamar. Señora».
04:09Victoria lo observó detenidamente.
04:12En sus ojos había el brillo de alguien que comprendía su utilidad.
04:17«Sí, Tomás.
04:19He oído que tienes talento para hacer cosas discretas.
04:23Depende del precio», respondió él, sonriendo con malicia.
04:28«El precio no será problema», dijo ella, acercándose.
04:33«Necesito que observes, escuches, y cuando llegue el momento, actúes».
04:39Tomás arqueó una ceja.
04:42«¿Contra quién?».
04:44«Contra todos los que creen haberme derrotado», respondió con voz venenosa.
04:49«¿Pero empezarás con Mercedes?».
04:52«Quiero saber cada paso que da, cada palabra que dice».
04:56«El hombre asintió. Considere lo hecho. Excelencia».
05:02Cuando él se marchó, Victoria se quedó de pie en la oscuridad.
05:05«Cerró el abanico con un chasquido que resonó como un juramento».
05:11«Me arrancaron la corona», susurró.
05:17«Una tormenta comenzaba a formarse sobre el valle.
05:20Los rayos iluminaban las colinas y el rugido del trueno llenaba el cielo».
05:26Desde su ventana, la duquesa observó la duquesa.
05:30«Con una sonrisa apenas perceptible, era como si la naturaleza misma celebrara su juramento.
05:36Que se preparen, si José Luis ha hecho justicia, ahora me toca a mí hacer la mía».
05:44Y mientras las primeras gotas golpeaban los cristales, Victoria se sentó en silencio, planeando.
05:51En el fondo del valle, el viento trajo el rumor de los grillos y de un nuevo ciclo de tragedias,
05:58porque aunque el duque creía haber restablecido el orden,
06:02el verdadero peligro estaba más vivo que nunca en el corazón de la mujer a la que había humillado.
06:09La casa grande amaneció envuelta en un silencio denso.
06:14Un silencio que no era de paz, sino de miedo.
06:17Desde el día del colapso de Adriana, ¿nada había vuelto a ser igual?
06:24Los sirvientes hablaban en susurros, temiendo provocar la furia de Victoria,
06:29que ahora vagaba por los pasillos como un espectro herido.
06:33La duquesa ya no tenía el porte de antes.
06:36Su cabello, antes impecable, caía desordenado,
06:40y sus ojos reflejaban el agotamiento de quien sabe que todo lo ha perdido.
06:45En el corredor principal, Isabel la observó pasar con el ceño fruncido.
06:52La duquesa se detuvo frente a ella, clavándole una mirada fría.
06:57—¿Qué murmuran todos, Isabel?
07:00Preguntó con voz ronca.
07:02—¿Creen que soy la culpable de lo que le pasó a Adriana?
07:06La mujer dudó en responder, pero Victoria no esperó.
07:10—¡Habla! —ordenó con un golpe de bastón.
07:14—¿Sé que lo dicen a mis espaldas?
07:17—Excelencia —susurró Isabel.
07:19—Nadie la culpa, al menos no abiertamente.
07:23—¿No abiertamente? —repitió la duquesa con una sonrisa amarga.
07:28—Entonces lo hacen en silencio, como ratas.
07:32—Siguió caminando, mientras en su mente se repetía una y otra vez la mirada de José Luis al enfrentarla.
07:41—Aquella mezcla de desprecio y decepción que la había dejado helada.
07:45—Si algo le ocurre a Adriana o al niño, no tendrás donde esconderte —había dicho él.
07:53Desde entonces, esas palabras eran un eco constante en su cabeza, como una condena.
07:59Esa noche no había dormido.
08:02Había permanecido junto a la ventana, mirando el jardín,
08:06recordando los días en que su nombre infundía respeto y su palabra era ley.
08:11Pero ahora, los mismos criados que antes se inclinaban ante ella, la evitaban.
08:18Los mismos ojos que antes la admiraban, ahora la juzgaban.
08:23En la cocina, Matilde comentaba en voz baja con Francisco.
08:27—La duquesa está perdiendo la razón.
08:30—No la razón, corrigió Francisco, el poder.
08:34—¿Y cuando una mujer así lo pierde, puede ser peligrosa?
08:38—Mientras tanto, Victoria caminaba hacia el salón principal.
08:44Allí, en el retrato familiar que presidía la pared, José Luis aparecía sereno y autoritario.
08:51Flanqueado por Rafael y Alejo, ella se detuvo frente al cuadro, alzando una mano temblorosa.
08:58—Todo lo hice por ti.
09:00José Luis susurró con amargura.
09:02—¿Por mantener tu nombre limpio?
09:05—¿Por proteger lo que nos pertenece?
09:08—¿Pero las lágrimas comenzaron a caer sin control?
09:12—En su corazón, una parte de ella sabía que había cruzado un límite.
09:18—¿Había perdido el amor de su esposo, el respeto de sus hijos y, lo peor de todo, su propio sentido de justicia?
09:26—Desde el pasillo, Isabel la observó en silencio. Por un instante, sintió compasión.
09:34—Pero cuando escuchó a Victoria murmurar entre sollozos,
09:38—No me derrotarán, no lo permitiré.
09:41Comprendió que aquella mujer, incluso humillada, seguía siendo peligrosa.
09:47En el exterior, el viento del valle soplaba con fuerza, agitando las cortinas.
09:51La duquesa levantó la cabeza, enjugándose las lágrimas.
09:57Su tristeza se transformó en una determinación gélida.
10:01—No estoy acabada —dijo con voz baja.
10:05—Si José Luis cree que puede borrarme, descubrirá lo que una victoria de Guzmán es capaz de hacer cuando no le queda nada que perder.
10:14José Luis no había vuelto a mirar a su esposa desde el incidente con Adriana.
10:19Su mundo entero se había reducido a su nuera y al nieto que ella llevaba en el vientre.
10:27En el despacho, revisaba junto a Rafael los documentos finales del traspaso de tierras.
10:33La misma decisión que sellaría el destino del ducado y su propio alejamiento de Victoria.
10:39Estas son las escrituras.
10:41Padre dijo Rafael, colocando una carpeta sobre la mesa.
10:45—Adriana insistió en que el título quede a su nombre, pero usted seguirá figurando como garante.
10:53José Luis asintió sin levantar la vista.
10:57—Así será.
10:58—No quiero más disputas familiares.
11:01Lo que es de Rafael y Adriana debe estar seguro.
11:05—¿Y qué pasará con las tierras de mi madre? —preguntó Rafael con cautela.
11:10El duque se recostó en el sillón, con un suspiro cargado de cansancio.
11:16—Las tierras de Victoria también pasarán a mi administración.
11:21Ella ya no está en condiciones de gobernar nada.
11:25Rafael bajó la mirada.
11:28Aunque comprendía las razones de su padre, sabía que esa decisión encendería aún más la furia de la duquesa.
11:36—Madre no lo aceptará.
11:38—No tiene elección —respondió José Luis con frialdad.
11:43—Ha confundido el poder con el amor durante demasiado tiempo y ahora pagará por ello.
11:50Rafael cerró la carpeta y se levantó.
11:53—Padre, no quiero que esta familia termine destruida.
11:59José Luis levantó la vista por primera vez.
12:02La familia ya se destruyó el día que Victoria dejó de ser mi compañera para convertirse en mi enemiga.
12:09En ese momento, la puerta se abrió y Mercedes apareció con Adriana del brazo.
12:17La joven se veía pálida, pero decidida.
12:20—He venido a agradecerle, excelencia —dijo con voz suave.
12:25—Sé que esta decisión no fue fácil y quiero que sepa que cuidaré de estas tierras como si fueran suyas.
12:32José Luis sonrió por primera vez en días.
12:36—No tienes que agradecerme, hija.
12:38—Eres parte de esta familia y lo que hago es por ti y por el futuro que llevas dentro.
12:45Adriana le tomó la mano con gratitud.
12:48Rafael los observó en silencio, conmovido por la ternura que unía a su esposa y a su padre.
12:55Por un instante, la casa pareció recuperar su armonía, pero esa paz duró poco.
13:03En el pasillo, Victoria escuchaba cada palabra desde detrás de la puerta entreabierta.
13:09Su rostro, oculto en la sombra, se contrajo en una mueca de incredulidad y furia.
13:15—Así que ya me han borrado —susurró para sí.
13:19—Reparten mis tierras, deciden mi destino y ni siquiera tienen el valor de decírmelo en la cara.
13:26Cuando Adriana y Mercedes salieron, la duquesa se escondió tras una columna, respirando con dificultad.
13:35Su pecho subía y bajaba con rabia contenida.
13:39—¿Creen que pueden quitarme todo lo que me pertenece? —murmuró entre dientes.
13:44—José Luis, Rafael, incluso tú, Mercedes.
13:49Su voz se quebró y una lágrima solitaria corrió por su mejilla.
13:54No era tristeza, sino humillación.
13:58Esa tarde, cuando el sol comenzó a ocultarse detrás de los montes, la duquesa bajó a los jardines.
14:05El aire olía a tierra húmeda y a venganza.
14:08—No me quitarán lo que es mío —dijo el viento.
14:11Si José Luis cree que ha ganado, está muy equivocado.
14:16Y en ese momento, con el último rayo de luz sobre su rostro, Victoria juró que recuperaría su lugar.
14:24Aunque para hacerlo tuviera que destruir a todos los que amaba,
14:29El amanecer trajo consigo un murmullo de inquietud entre los sirvientes.
14:35La duquesa Victoria, después de días de encierro, había salido de su habitación con una expresión que heló la sangre de todos.
14:43No habló con nadie, no saludó a Isabel ni a Matilde, pero sus pasos resonaban por los corredores con la precisión de quien planea algo.
14:54En la cocina, Francisco murmuró,
14:57—Cuando camina así, ¿es porque alguien va a sufrir?
14:59No se equivocaba.
15:01A media mañana, la duquesa irrumpió en el comedor del servicio.
15:07Todos se levantaron de golpe, sorprendidos.
15:10—¿Así es como trabajan? —dijo con tono de desprecio.
15:14—Ni en los establos hay tanta flojera.
15:19Nadie respondió.
15:20Matilde bajó la mirada, mientras Martín, en silencio, se apretaba las manos para no hablar.
15:28—¿Tú señaló Victoria con el bastón, el insolente de la bodega?
15:33—Te crees muy valiente desafiándome, ¿verdad?
15:36Martín levantó la cabeza.
15:39—Sereno.
15:40—Solo cumplo con mi trabajo, excelencia.
15:44—¿Tu trabajo? —repitió ella con una sonrisa amarga.
15:48—¿Tu trabajo es obedecer?
15:51—Y a partir de hoy, quiero verte en los establos desde el amanecer hasta el anochecer.
15:56—Si una sola tarea queda sin hacer, dormirás en el suelo.
16:01—Mátilde dio un paso al frente, temblando.
16:05—Por favor, señora, él está agotado.
16:09—Lleva días sin descanso.
16:12Victoria giró lentamente hacia ella.
16:15—¿Me estás cuestionando?
16:16—No.
16:18—Señora, balbuceó Matilde.
16:20—Solo pido compasión.
16:22—¿Compasión? —repitió la duquesa, riendo sin humor.
16:26—En esta casa no se vive de compasión.
16:30—Se vive de obediencia.
16:32Martín la miró con furia contenida.
16:36—Usted no necesita respeto, señora.
16:39Lo que busca es miedo.
16:41Un silencio helado cayó sobre la sala.
16:45Victoria se acercó a él, alzando el bastón.
16:49—Cuidado con lo que dices, muchacho.
16:52Martín no se movió.
16:53—No temo a las amenazas.
16:56—Ya me quitó todo, menos mi dignidad.
17:00—La duquesa bajó el bastón lentamente, con los ojos encendidos.
17:05—Entonces te la arrancaré también.
17:08—Se dio media vuelta y salió, dejando tras de sí un aire irrespirable.
17:14Cuando su figura desapareció por el corredor, Matilde rompió a llorar.
17:20—¿No debiste hablarle así? —susurró.
17:24—Te destruirá.
17:26Martín apretó el puño.
17:28—No me importa.
17:30Alguien tenía que decírselo.
17:34Mientras tanto, en el patio, Isabel observaba la escena desde lejos.
17:39Se acercó a Matilde y le habló en voz baja.
17:42—Tened cuidado.
17:44—La duquesa no perdona.
17:46—¿Está herida y las heridas la vuelven peligrosa?
17:50Esa tarde, los castigos comenzaron.
17:54Victoria hizo llamar a los guardias para que inspeccionaran los establos
17:59y aseguraran que Martín cumpliera las tareas.
18:02Ordenó que Matilde fuera enviada a trabajar en la lavandería
18:06y que Francisco quedara vigilado.
18:08Cada orden suya era una venganza disfrazada de disciplina.
18:14En el despacho, José Luis fue informado de las nuevas medidas.
18:19Su seño se frunció.
18:21—¿Otra vez abusando de su poder?
18:23Murmuró y se levantó de inmediato.
18:27—Mercedes, que se encontraba allí, lo detuvo.
18:31—No vayas ahora.
18:32—Si la enfrentas en este estado, empeorarás las cosas.
18:37—¿Y qué quieres que haga?
18:39—replicó él.
18:40—No puedo quedarme mirando mientras convierte la casa en un infierno.
18:45—Mercedes suspiró.
18:47—A veces, para vencer a alguien así, hay que dejar que se destruya sola.
18:52José Luis la miró con gravedad.
18:56—No, ya la he dejado hacer demasiado.
19:00—Se marchó sin escuchar más, decidido a enfrentarla, pero cuando llegó al corredor, Victoria ya había desaparecido.
19:09Solo quedaba el eco de sus pasos y una sombra que anunciaba que la calma en Valle Salvaje estaba a punto de romperse de nuevo.
19:18En la casa pequeña, el ambiente era muy distinto.
19:23Allí, donde el poder de los Guzmán no llegaba con la misma fuerza, se respiraba una calma precaria, interrumpida solo por el murmullo del viento.
19:33Pedrito estaba sentado en el porche, tallando un trozo de madera con su navajita.
19:39Sus pensamientos giraban en torno a su hermana Bárbara, que desde hacía días no sonreía.
19:45Él había visto llorar en silencio, mirando hacia el horizonte, y sabía que el culpable de su tristeza tenía nombre, el Marqués de Guzmán.
19:56Cuando el carruaje de Don Hernando apareció en el camino, Pedrito apretó la mandíbula.
20:02No esperó a que lo llamaran.
20:04Entró directamente al patio y se plantó frente a la puerta del despacho.
20:09El mayordomo intentó detenerlo.
20:11—Niño, no puedes entrar así.
20:15—¿Puedo y voy a hacerlo? —respondió, empujando la puerta sin vacilar.
20:22El Marqués levantó la vista, sorprendido.
20:26—¿Otra vez tú? —preguntó con bochetza.
20:30—¿Qué haces irrumpiendo en mi casa?
20:32—Vengo a hablar con usted —dijo Pedrito, con los ojos llenos de determinación.
20:38—Hernando se reclinó en su sillón.
20:41—¿Divertido? —¡Qué curioso!
20:44—Parece que en tu familia todos olvidan su lugar.
20:48—Mi hermana no olvidó nada —replicó el muchacho.
20:52—¿Usted fue quien la humilló? ¿Quién jugó con ella?
20:57—El Marqués entrecerró los ojos.
20:59—Te recomiendo que elijas mejor tus palabras.
21:05No tolero insolencias, ni siquiera de un niño.
21:08—No soy un niño —dijo Pedrito, dando un paso adelante.
21:13—Soy el hermano de Bárbara y no voy a quedarme callado mientras usted sigue haciéndole daño.
21:19El silencio que siguió fue tenso.
21:22—Hernando lo miró fijamente, intentando intimidarlo.
21:27Pero el chico no bajó la vista.
21:30Había en sus ojos una mezcla de inocencia y furia que desarmaba.
21:35—¿Sabes lo que estás diciendo? —preguntó el Marqués finalmente.
21:39—Sí —respondió Pedrito con firmeza.
21:43—Sé que ella lo amó y sé que usted la traicionó.
21:46—Y también sé que ahora no puede ni mirarse al espejo sin sentir vergüenza.
21:53—Hernando se levantó, golpeando el escritorio con la mano.
21:58—Basta, no tienes idea de lo que hablas.
22:01—Sí la tengo —insistió el niño.
22:04—¿Usted cree que por tener dinero y título puede jugar con la vida de los demás, pero se equivoca?
22:11—Mi hermana no es un capricho.
22:13—El Marqués respiró hundo, tratando de calmarse.
22:18—¿Y qué pretendes, Pedrito?
22:20—¿Dar lecciones de moral?
22:22—No, dijo el muchacho, con una serenidad que contrastaba con su edad.
22:28—Sólo quiero que sepa que ya no le tenemos miedo.
22:32—Ni Ella, ni you.
22:34—Por un instante, Hernando pareció quedarse sin palabras.
22:38—Aquel niño, con sus ojos limpios, le recordaba lo que él había perdido hacía años.
22:46—La inocencia y la dignidad.
22:49Pedrito dio media vuelta y caminó hacia la puerta.
22:53Antes de salir, se detuvo.
22:56—Si realmente tiene algo de corazón, déjela en paz.
23:00—No busque más su perdón.
23:01—¿Por qué no lo merece?
23:04—El Marqués lo observó alejarse, mudo.
23:08—Cuando el portazo resonó en la estancia, se dejó caer en el sillón.
23:13—La rabia se mezclaba con algo que no quería reconocer.
23:17—¿Culpa?
23:18—Fuera.
23:19Pedrito respiró hondo.
23:21—El aire del valle le pareció más ligero.
23:24—Tal vez no había cambiado nada, pero por primera vez sintió que su voz tenía peso.
23:32—Bárbara, al verlo volver, curriú hacía él.
23:36—¿Dónde estabas?
23:38Él la miró con una sonrisa cansada.
23:42Hablando con el Marqués.
23:43—¿Qué hiciste, Pedrito?
23:46—preguntó alarmada.
23:47—Lo miré a los ojos —dijo él.
23:50—Y por primera vez, no fue él quien me dio miedo.
23:55Bárbara lo abrazó, y las lágrimas que caían de sus ojos no eran solo de tristeza, sino también de orgullo.
24:03Mientras tanto, en la casa grande, Alejo recorría el patio con el ceño fruncido.
24:10Desde hacía días, sentía que algo no encajaba.
24:13Luisa, su amada, evitaba mirarlo a los ojos, y cada vez que intentaba hablar con ella, encontraba excusas.
24:22Mercedes había notado el cambio también, y aunque prefería no intervenir, el silencio de la joven era demasiado evidente para pasar desapercibido.
24:32Esa tarde, Alejo decidió seguir sus instintos.
24:37Caminó hacia los antiguos establos, donde había visto a Luisa desaparecer más de una vez con pretextos extraños.
24:46Se escondió entre los muros de piedra, esperando.
24:49No tardó mucho en verla aparecer, nerviosa, mirando a su alrededor, y detrás de ella surgió la figura de Tomás.
25:00El corazón de Alejo se detuvo.
25:03Observó cómo Tomás se acercaba demasiado, cómo le susurraba algo al oído, y cómo Luisa, aunque tensa, no lo apartaba.
25:12Desde su escondite, el joven sintió una punzada en el pecho.
25:16No podía escuchar sus palabras, pero los gestos hablaban por sí mismos.
25:22La cercanía, el miedo, la culpa.
25:26Cuando Tomás intentó tomarle la mano, Alejo dio un paso al frente, incapaz de soportarlo más.
25:33—¿Qué significa esto? —gritó, haciendo eco en el establo.
25:38Luisa dio un salto, sobresaltada.
25:42—Alejo, no es lo que parece.
25:44—Entonces explícame, ¿qué es? —interrumpió él, con la voz rota por la rabia.
25:52Tomás sonrió con descaro.
25:54—¿Parece que llegas en mal momento, muchacho?
25:58—¡Cállate, canalla! —rugió Alejo, y se abalanzó sobre él.
26:04Los dos hombres forcejearon entre el polvo y los fardos de paja.
26:08Tomás intentó defenderse, pero la furia de Alejo era incontenible.
26:15Lo empujó contra una viga, sujetándolo por el cuello.
26:18—Si vuelves a acercarte a ella, te juro que no saldrás vivo de este valle.
26:25—¿De verdad crees que puedes protegerla de lo que es? —escupió Tomás, riendo con desprecio.
26:32—¿No sabes nada de la mujer que tienes al lado?
26:35—Alejo lo soltó con violencia, y el ladrón cayó al suelo, tosiendo.
26:41—¡Largo de aquí! —ordenó.
26:45Tomás se incorporó lentamente, limpiándose la sangre del labio.
26:50—No durará mucho tu ilusión.
26:52—muchacho, dijo, antes de salir.
26:56El silencio que quedó fue sofocante.
26:59Alejo se volvió hacia Luisa, con los ojos llenos de furia y tristeza.
27:05—¿Qué quería decir? —preguntó con voz temblorosa.
27:09Ella no pudo responder.
27:11El miedo le paralizaba las palabras.
27:14—¿Por qué lo ves a escondidas? —insistió él.
27:18—¿Qué te una es de miserable?
27:20—No da.
27:22—Voy butseú, Luisa.
27:24—Te juro que no hay nada.
27:26—¿Me estás mintiendo? —gritó Alejo, apartándose de ella.
27:32—No, Alejo, escúchame, suplicó.
27:35—Acercándose.
27:36—No entiende.
27:38—Él, él me amenazá.
27:41Alejo se detuvo en seco.
27:43—Amenaza, ¿con qué?
27:46Las lágrimas comenzaron a rodar por el rostro de Luisa,
27:50con contar cosas del pasado,
27:53cosas que preferiría olvidar.
27:56El rostro de Alejo se endureció.
27:59—¿Qué cosas?
28:01Ella negó con la cabeza.
28:03—No puedo decirlo.
28:05—¿Entonces no puedo creer en ti?
28:08—respondió él, con la voz quebrada.
28:11Luisa cayó de rodillas, sollozando.
28:15Alejo la miró por un instante,
28:17dividido entre el amor y la decepción.
28:20Luego, sin decir palabra,
28:22se marchó del establo.
28:24Cuando la puerta se cerró,
28:26Luisa se desplomó en el suelo,
28:28abrazándose a sí misma.
28:31Afuera, el viento soplaba con fuerza,
28:33como si el valle entero presintiera
28:35que aquel malentendido
28:36marcaría el inicio de una tormenta más grande
28:39que la de cualquier corazón herido.
28:42El sol ya se escondía tras los cerros
28:45cuando José Luis llamó a Victoria a su despacho.
28:49Había pasado todo el día,
28:51debatiéndose entre el deber y la rabia.
28:54Los recuerdos de los gritos,
28:56las lágrimas de Adriana
28:58y el desmayo que casi le arrebata la vida
29:01no lo dejaban en paz.
29:03Había amado a su esposa,
29:05sí, pero ya no quedaba amor,
29:08solo decepción.
29:09Victoria entró lentamente,
29:11con el rostro sereno,
29:13pero los ojos vacíos.
29:14—¿Me mandaste llamar José Luis?
29:16El duque levantó la mirada de los papeles
29:20y asintió con frialdad.
29:23—Sí.
29:24—Sientad, tenemos que hablar.
29:27—¿De qué?
29:28—preguntó ella,
29:30conteniendo el temblor de su voz.
29:32—De tus acciones,
29:34respondió él, con voz cortante.
29:37—¿De cómo has convertido esta casa
29:40en un campo de odio y rencor?
29:43—Victoria Shunryu, David Amante.
29:45—Ah, ya, feo.
29:48—¿Has venido a juzgarme otra vez?
29:50—No.
29:52—Victoria, dijo José Luis,
29:53poniéndose de pie.
29:55—Esta vez no te juzgo.
29:58—¿Esta vez te condeno?
29:59—Las palabras cayeron
30:01como una sentencia.
30:03Ella palideció.
30:05—¿Condenarme
30:06por defender lo que es mío?
30:09—Mío, repitió él acercándose.
30:12—Nada de lo que tienes es tuyo.
30:14—Ni esta casa,
30:16ni las tierras,
30:17ni siquiera mi nombre.
30:19—Todo lo que te rodea
30:21fue un regalo
30:22que no supiste cuidar.
30:24—Victoria apretó el abanico
30:26entre las manos,
30:28intentando mantener la compostura.
30:31—¿Y qué harás?
30:32—¿Quitarme el apellido también?
30:34—Te quitaré lo único que te queda,
30:37el poder.
30:38—Su voz era firme,
30:40casi solemne.
30:41—¿A partir de hoy
30:43no tomarás ninguna decisión
30:45sin mi consentimiento?
30:47—¿Tus órdenes
30:48no tendrán validez
30:49ante los sirvientes
30:50ni ante la administración?
30:53—Los ojos de Victoria
30:54se abrieron con incredulidad.
30:57—No puedes hacer eso.
30:59—Ya lo he hecho,
31:00replicó él.
31:02—Rafael
31:03se encargará
31:04de las finanzas
31:05y Mercedes
31:06supervisará la hacienda.
31:08—Tú te limitarás
31:09a cumplir
31:10con tu papel
31:11de duquesa
31:11en silencio.
31:13—Victoria
31:13dio un paso atrás
31:14como si hubiera
31:16recibido un golpe.
31:17—Así que me destierras
31:19dentro de mi propia casa.
31:21—Joshe y Luis
31:22respiró hondo.
31:24—Tú te desterraste
31:25sola el día
31:25en que convertiste
31:26el amor en castigo.
31:28—Ella intentó replicar,
31:30pero su voz
31:31se quebró.
31:32—Todo lo hice
31:33por ti,
31:34por protegerte
31:34de esa mujer,
31:36de esa Adriana
31:37que te manipula.
31:39—¡Cállate!
31:40—gritó él
31:41con una furia contenida
31:42que estremeció
31:43el despacho.
31:44—No volverás
31:45a pronunciar
31:46su nombre.
31:47Esa mujer
31:48ha demostrado
31:49más nobleza
31:50en un solo gesto
31:51que tú
31:52en toda tu vida.
31:54—Victoria
31:54retrocedió,
31:56herida.
31:57—Tanta es tu ceguera,
31:59susurró.
32:00—¿No ves
32:01que todos
32:01te han traicionado?
32:03—José Luis
32:04la miró
32:05con un desprecio
32:05glacial.
32:07—No,
32:08solo tú.
32:10Durante unos segundos
32:11el silencio
32:12lo llenó todo.
32:14El fuego
32:14en la chimenea
32:15crepitaba
32:16suavemente,
32:18arrojando sombras
32:19en los rostros
32:20tensos de ambos.
32:22Finalmente,
32:23el duque habló,
32:24con voz baja
32:25pero firme.
32:26—Quiero que mañana
32:27te disculpes
32:28con Adriana
32:29y con Mercedes
32:30delante de todos.
32:32Si no lo haces,
32:33abandonarás
32:34esta casa.
32:35Victoria se quedó
32:36muda.
32:37—¿Qué dices?
32:39—Lo que has oído,
32:41dijo José Luis,
32:42dándole la espalda.
32:44—Ya no permitiré
32:45más deshonra
32:46bajo mi techo.
32:48Ella sintió
32:48un nudo
32:49en la garganta.
32:50—¿Y si mañagó?
32:52—Entonces,
32:53Victoria de Guzmán
32:54dejará
32:55de existir.
32:57Se volvió
32:57para mirarla
32:58a los ojos.
32:59Será
33:00solo una sombra,
33:01recordada
33:02como la mujer
33:03que destruyó
33:03su propio hogar.
33:05Victoria
33:06se llevó
33:07una mano
33:07al pecho.
33:09—¿No te reconozco?
33:11—Ni yo a ti,
33:12respondió él,
33:13volviendo a sus papeles.
33:15La duquesa
33:16salió del despacho
33:17tambaleándose.
33:19Cada paso
33:20le pesaba
33:20como si caminara
33:21sobre ruinas.
33:23Cuando llegó
33:23al pasillo,
33:25apoyó la espalda
33:25contra la pared
33:26y cerró los ojos,
33:28la humillación
33:29era insoportable.
33:32Pero detrás
33:32de las lágrimas,
33:34algo oscuro
33:34comenzó a nacer
33:35en su interior.
33:36Una voz
33:37que le susurraba
33:38que aún podía
33:38vengarse.
33:40El amanecer
33:41siguiente
33:41trajo consigo
33:42un aire denso,
33:43cargado de presagios.
33:45En el salón principal,
33:47Mercedes
33:48y Adriana
33:48esperaban
33:49la llegada
33:50del duque.
33:51Rafael
33:52se encontraba
33:53junto a ellas,
33:54inquieto,
33:55consciente,
33:56de que algo
33:57importante
33:57estaba por suceder.
33:59Adriana,
34:00aún débil,
34:02trataba de sonreír.
34:04No quiero
34:04más peleas,
34:05Rafael dijo
34:06con voz suave.
34:08Si de verdad
34:08amamos este valle,
34:10debemos buscar
34:11la paz,
34:12no la venganza.
34:14Rafael
34:14la tomó
34:15de la mano.
34:16Mi padre
34:17piensa lo mismo,
34:19pero no sé
34:19si todos
34:20están dispuestos
34:21a aceptarlo.
34:22José Luis
34:23entró
34:24en ese momento,
34:25con paso firme.
34:27Su semblante
34:28era sereno,
34:29pero su mirada
34:30tenía la severidad
34:31de quien está
34:32decidido
34:32a imponer orden.
34:34Buenos días,
34:35a todos
34:36saludó
34:37y luego
34:37se volvió
34:38hacia Mercedes.
34:40Te agradezco
34:41que hayas venido,
34:42hermana.
34:43Vine
34:44porque me lo pediste,
34:45respondió ella.
34:47Pero
34:47si esperas
34:48una reconciliación
34:49forzada,
34:50no será fácil.
34:51José Luis
34:53asintió.
34:55No busco
34:55fingir
34:56armonía,
34:57Mercedes.
34:58Busco
34:59justicia
34:59y por eso
35:01hoy pondremos
35:02las cosas
35:03en su lugar.
35:05La puerta
35:05del salón
35:06se abrió
35:06lentamente
35:07y Victoria
35:08apareció.
35:10Su porte
35:10seguía siendo
35:11majestuoso,
35:12pero sus ojos
35:13revelaban
35:14una noche
35:15sin sueño.
35:16Todos
35:17guardaron
35:17silencio
35:18al verla.
35:18Adriana
35:20bajó
35:20la mirada
35:21y Rafael
35:22apretó
35:23los puños,
35:24recordando
35:24el daño
35:25que su madre
35:25había causado.
35:27José Luis
35:28la señaló
35:28con un gesto
35:29a Cercat.
35:32Victoria
35:32caminó
35:33hasta el centro
35:34del salón.
35:35Estoy
35:36aquí,
35:37como pediste.
35:38Perfecto,
35:39dijo él.
35:41Hoy
35:41mismo
35:41firmaremos
35:42los documentos
35:43que ratifican
35:44el traspaso
35:45de las tierras
35:46a Rafael
35:46y Adriana.
35:47Además,
35:49Mercedes
35:49y Alejo
35:50asumirán
35:51la administración
35:52de la Hacienda
35:52Norte.
35:54La duquesa
35:55palideció.
35:56¿Qué estás
35:56diciendo?
35:58Esa propiedad
35:59pertenece
36:00a mi familia
36:00desde generaciones
36:01y seguirá
36:03siendo
36:03de los Guzmán,
36:05respondió
36:05José Luis
36:06con calma,
36:08pero ya
36:08no estará
36:09bajo tu control.
36:11Victoria
36:12dio un paso
36:13al frente.
36:14¿Es esta
36:15tu forma
36:16de castigarme?
36:17No es castigo,
36:19dijo él,
36:20mirándola
36:20fijamente.
36:22Es
36:22equilibrio.
36:24¿Has
36:24abusado
36:25demasiado
36:25del poder
36:26que te di?
36:27Mercedes
36:28intervino
36:28con voz
36:29tranquila.
36:30Hermana,
36:31nadie
36:32quiere verte
36:32sufrir,
36:34pero es
36:34hora
36:34de dejar
36:35de luchar
36:36contra todos.
36:37Victoria
36:38la miró
36:38con un rencor
36:39que le heló
36:40la sangre.
36:41No me llames
36:42hermana,
36:43tú siempre
36:44quisiste
36:44lo que era
36:45mío.
36:45Mercedes
36:47suspiró.
36:48No quise
36:49nada
36:49tuyo,
36:50solo paz,
36:52pero parece
36:52que ni eso
36:53sabes dar.
36:55Adriana,
36:56con esfuerzo,
36:57se puso
36:57de pie.
36:59Por favor,
37:00excelencia,
37:01dijo,
37:01no quiero
37:02que esta
37:02guerra
37:03familiar
37:03continúe
37:04por mí.
37:05¿O
37:05esto
37:10debía
37:10resolverse
37:11desde hace
37:12mucho?
37:13Entonces
37:14miró
37:14a Victoria
37:15con una
37:15mezcla
37:16de tristeza
37:17y autoridad.
37:18Cumple
37:19lo que
37:20te pedí.
37:21Pide
37:21perdón.
37:23El silencio
37:24fue absoluto.
37:26Los ojos
37:26de todos
37:27se clavaron
37:27en la duquesa.
37:29Por un
37:29instante,
37:30ella pareció
37:31resistirse.
37:33Su orgullo
37:33luchaba
37:34contra la
37:34humillación,
37:36pero la
37:36mirada
37:36implacable
37:37de José
37:37Luis
37:38la obligó
37:38a inclinar
37:39la cabeza.
37:41Si mis
37:41palabras
37:41o mis
37:42actos
37:43causaron
37:43daño,
37:44comenzó.
37:46Con
37:46voz
37:46temblorosa
37:47lo
37:48lamento.
37:49Pido
37:50perdón
37:50a Adriana,
37:51a Rafael
37:52y
37:52a Mercedes.
37:55Adriana
37:55asintió
37:56con humildad.
37:58Yo
37:58la
37:59perdono.
38:00Rafael
38:01guardó
38:01silencio,
38:02incapaz
38:03de hacerlo.
38:04Mercedes,
38:05en cambio,
38:06se acercó
38:07y extendió
38:08la mano.
38:09Acepto
38:10tu disculpa,
38:11Victoria,
38:13pero
38:13solo el
38:13tiempo
38:14dirá
38:14si es
38:15sincera.
38:16Victoria
38:17tomó
38:17la mano
38:18de su
38:18cuñada,
38:19aunque la
38:20suya
38:20temblaba.
38:21Lo será,
38:22murmuró.
38:23Huxi
38:24y Luis
38:24respiró
38:25profundamente.
38:26Que
38:27este
38:27día
38:27marque
38:28un
38:28nuevo
38:28comienzo
38:29para
38:29todos.
38:30La
38:31reunión
38:31terminó
38:32en un silencio
38:33incómodo.
38:34Rafael
38:35abrazó
38:35a Adriana
38:36mientras
38:37Mercedes
38:37se retiraba.
38:39Solo
38:39Victoria
38:40permaneció
38:41en el centro
38:41del salón,
38:42con la mirada
38:43fija en el retrato
38:44del duque
38:45que colgaba
38:45en la pared.
38:46Por
38:47dentro
38:47sentía
38:48el ardor
38:49de la
38:49humillación,
38:50pero
38:51también
38:51el
38:52despertar
38:52de un
38:53fuego
38:53más
38:53antiguo,
38:54el
38:55de la
38:55venganza.
38:56Me
38:56hiciste
38:57pedir
38:57perdón,
38:58José
38:59Luis
38:59pensó.
39:01¿Algún
39:01día
39:01serás
39:02
39:02quien
39:03se
39:03arrodille?
39:03¿Algún
39:05se
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