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Valle Salvaje capítulo 280 Dos despedidas y una boda EnglishMovie cdrama drama engsub chinesedramaengsub movieshortfull
Transcript
00:00Avance Valle Salvaje. Dos despedidas y una boda. Capítulo 280. Martes 21 de octubre.
00:21Avance del capítulo 280 de Valle Salvaje, que se emite el martes 21 de octubre en TVE.
00:30La desaparición de Bárbara y el giro en la situación de Martín sacuden el equilibrio de las casas.
00:39Además, Rafael lanza una sorprendente petición al duque. Incluye avance en vídeo.
00:46El sol del martes 21 de octubre se alzaba sobre Valle Salvaje con una lentitud perezosa, casi como si presintiera la densa red de tensiones que se cernía sobre sus habitantes.
01:00No era un amanecer cualquiera, era uno de esos días en que el aire mismo parece contener la respiración, a la espera de que los hilos del destino, tensados hasta el límite, finalmente se rompieran o se anudaran para siempre.
01:13En la casa grande, el silencio matutino no era de paz, sino de tregua, un campo de batalla en calma antes de la siguiente carga.
01:23Victoria se miró al espejo, pero la mujer que le devolvía la mirada no era la dueña y señora de su universo, sino una marioneta cuyos hilos eran movidos con creciente torpeza por su propio marido, José Luis.
01:38La noche anterior, sus palabras habían resonado en la alcoba con la frialdad del acero, mañana, victoria.
01:49Mañana sellarás la paz con Mercedes, no es una petición, es una orden, la familia, nuestros negocios, nuestra reputación.
02:03Todo pende de un hilo, necesitamos estabilidad y tú vas a proporcionarla.
02:08Ella había intentado discutir, argumentar con el veneno que también sabía destilar.
02:13Habló de la humillación, de la insolencia de Mercedes, de cómo la viuda de su hermano se había instalado en sus vidas como una mala hierba, extendiendo sus raíces y ahogando todo lo que ella había construido.
02:31Pero José Luis había sido inflexible.
02:33Sus ojos, normalmente vacíos de cualquier emoción que no fuera el cálculo, habían brillado con una determinación que la asustó.
02:43Vio en ellos el abismo de la ruina, el miedo real a perderlo todo, y comprendió que, por primera vez en mucho tiempo, no tenía elección.
02:56Se arregló el vestido con un gesto brusco, cada pliegue una arruga de frustración en su alma.
03:04Sellar la paz, la sola idea le provocaba arcadas.
03:07Para ella, la paz con Mercedes era una rendición, una claudicación inaceptable.
03:13Mercedes, con su aire de santa afligida, con esa dignidad silenciosa que Victoria interpretaba como la más pura de las soberbias.
03:22¿Cómo podía hacer las paces con la mujer que, en su opinión, representaba todo lo que despreciaba?
03:35Con pasos que resonaban como martillazos en el pulido suelo de madera, se dirigió hacia el salón donde sabía que la encontraría.
03:42Cada paso era una batalla interna. Sonríe, se ordenó a sí misma. Sé cortés, engáñalos a todos.
03:52Pero el odio era una bestia difícil de enjaular, y sentía sus garras arañando su garganta, ansioso por salir en forma de un grito o un insulto.
04:06Mercedes estaba junto a la ventana, contemplando los jardines con una expresión melancólica.
04:11La luz de la mañana se filtraba a través del cristal, creando un aura a su alrededor que a Victoria le pareció irritantemente celestial.
04:24Al oír sus pasos, Mercedes se giró, su rostro una máscara de tranquila expectación.
04:30No parecía sorprendida, como si hubiera estado esperándola.
04:38Victoria, dijo Mercedes, su voz suave pero firme.
04:45Mercedes, respondió Victoria, forzando una sonrisa que se sentía como una mueca en su rostro.
04:54Buenos días, ¿puedo robarte un momento?
04:57Por supuesto. El aire se cortó con un cuchillo.
05:00Victoria tragó saliva, buscando las palabras que José Luis le había prácticamente dictado.
05:11He estado pensando, comenzó, y la mentira le supo a ceniza en la boca.
05:16Estas últimas semanas han sido
05:17Difíciles, para todos, la tensión entre nosotras no beneficia a nadie en esta casa.
05:25Perjudica a los niños, enrarece el ambiente y, francamente, es agotador.
05:34Mercedes la observaba en silencio, sus ojos oscuros insondables.
05:37No ofrecía ayuda, ni asentía, simplemente esperaba, obligando a Victoria a continuar con su humillante monólogo.
05:48Creo que, por el bien de la familia, deberíamos intentar, dejar atrás nuestras diferencias.
06:00Sellar una tregua, una paz, si quieres llamarlo así.
06:04La palabra paz salió de sus labios como un veneno.
06:06Mercedes inclinó ligeramente la cabeza, un gesto que podría haber sido de consideración o de escepticismo.
06:19Una paz, Victoria.
06:21¿Es eso lo que realmente quieres?
06:22¿O es lo que José Luis te ha exigido que ofrezcas?
06:25El golpe fue directo, certero.
06:30Victoria sintió una oleada de furia.
06:33¿Cómo se atrevía?
06:34¿Cómo osaba desnudar su humillación de esa manera?
06:37Por un instante, la bestia casi rompió sus cadenas.
06:43Quiso gritarle que era una advenediza, una viuda intrigante que vivía de la caridad de su familia.
06:48Pero la imagen de los ojos de José Luis, fríos y decididos, la contuvo.
06:57Respiró hondo, forzando una vez más esa sonrisa quebradiza.
07:04Lo que quiera mi marido y lo que quiera yo, en este caso, coincide con lo que es mejor para esta familia.
07:13¿Aceptas o no?
07:14No tengo todo el día.
07:15Mercedes mantuvo su mirada durante unos segundos más, como si sopesara el peso de cada palabra no dicha.
07:25Finalmente, exhaló un suspiro casi imperceptible.
07:29Por el bien de la familia, dijo lentamente, como si probara el sabor de la frase.
07:34Acepto la tregua.
07:38No más hostilidades abiertas, Victoria.
07:41Por los niños, extendió la mano.
07:43Para Victoria, aquel gesto fue la culminación de su derrota.
07:50Tocarla, sentir el contacto de su piel, era una intimidad que le repugnaba.
07:55Pero no había vuelta atrás.
07:57Con la rigidez de una estatua, extendió su propia mano y la estrechó.
08:05El contacto fue breve, helado.
08:09Un pacto firmado sobre un campo de hielo fino que ambas sabían que no tardaría en resquebrajarse.
08:14En cuanto soltó su mano, Victoria se dio la vuelta sin decir una palabra más y se marchó, sintiendo la mirada de Mercedes clavada en su espalda.
08:26Una mirada que, estaba segura, no era de triunfo, sino de una profunda y agotada tristeza.
08:32La paz estaba sellada, pero la guerra, en el corazón de Victoria, no había hecho más que empezar.
08:41Mientras la diplomacia forzada se representaba en los lujosos salones de la casa grande, en la modesta pero acogedora casa pequeña, se libraba una batalla de naturaleza muy distinta.
08:55La del corazón contra la razón, la del amor contra el miedo.
08:58Leonardo había encontrado a Bárbara en su habitación.
09:05La luz entraba a raudales, pero el rostro de ella estaba sumido en una sombra que ninguna luz podía disipar.
09:14Él se arrodilló frente a ella, tomando sus manos entre las suyas.
09:18Estaban frías como el hielo.
09:23Bárbara, escúchame.
09:25Su voz era un susurro urgente, cargado de desesperación.
09:28Y esperanza.
09:32Lo tengo todo preparado.
09:33Hay un coche esperándonos al anochecer en el viejo cruce del camino.
09:40Nos llevará a la estación.
09:42Tomaremos el primer tren hacia el norte, hacia la costa.
09:47Nadie sabrá dónde buscar.
09:49Empezaremos de nuevo, lejos de aquí, lejos de tu padre, de sus planes, de este compromiso absurdo con un hombre al que no amas.
09:58Describió un futuro idílico.
10:02Una pequeña casa junto al mar, el sonido de las olas, una vida sencilla donde el único linaje que importara fuera el de su amor.
10:10Hablaba con la fe de un creyente, pintando un paraíso solo para ellos dos.
10:18Bárbara lo escuchaba, y cada palabra de Leonardo era una punzada en su pecho.
10:22Las lágrimas se acumulaban en sus ojos, pero se negaba a dejarlas caer.
10:30Amaba a ese hombre con cada fibra de su ser.
10:35Su plan era la materialización de todos sus sueños secretos.
10:38Pero entre el sueño y la realidad se interponía un muro infranqueable de deber y, sobre todo, de miedo.
10:44No miedo por ella, sino por él, por sus hermanos.
10:52Conocía a su padre, el duque.
10:54Su poder no tenía límites y su ira era legendaria.
11:00Una huida no sería una liberación.
11:02Sería el inicio de una cacería.
11:04Cuando Leonardo terminó de hablar, ella levantó la vista, y la desolación en sus ojos fue una respuesta más elocuente que cualquier palabra.
11:16No puedo, Leonardo.
11:18Susurró, y su voz se rompió.
11:21No puedo hacer eso.
11:23¿Qué quieres decir con que no puedes?
11:25La incredulidad tiñó la voz de Leonardo.
11:27Claro que puedes, solo tienes que ser valiente.
11:33Por nosotros, no es una cuestión de valentía.
11:36Replicó ella, retirando sus manos.
11:42Es una cuestión de supervivencia.
11:44¿Crees que mi padre nos dejaría ir?
11:46Nos encontraría, Leonardo.
11:51Te destruiría a ti, a tu familia, y a mis hermanos, Irene, Rafael.
11:56Ellos pagarían el precio de mi egoísmo.
12:01Mi padre les haría la vida imposible para castigarme.
12:04No puedo condenarlos por mi felicidad.
12:09¿Entonces qué?
12:10Exclamó él, poniéndose de pie, la frustración bulliendo en su interior.
12:18¿Vas a casarte con ese hombre?
12:20¿Vas a caminar hacia el altar como un cordero al matadero y a sonreír mientras tu vida se acaba?
12:26Hay sacrificios que deben hacerse.
12:30Dijo ella, con una resignación que lo destrozó.
12:36Mi sacrificio es este.
12:38Protegeré a mi familia de la única manera que sé.
12:40Obedeciendo.
12:41La conversación se prolongó, un doloroso tira y afloja entre la pasión desesperada de Leonardo y la férrea y trágica resolución de Bárbara.
12:52Él le suplicó, le rogó, intentó hacerla entrar en razón, pero chocó contra un muro de resignación inexpugnable.
13:02Finalmente, derrotado, la miró con los ojos llenos de una agonía que reflejaba la suya.
13:10Así que este es el final.
13:15Dijo él, sin inflexión en la voz.
13:18Te rindes.
13:19No me rindo.
13:20Corrigió ella, poniéndose también de pie, su rostro una máscara de dolor controlado.
13:28Te libero.
13:29Sé libre, Leonardo.
13:31Vive la vida que yo no puedo tener.
13:33Él quiso responder, pero las palabras no salieron.
13:36Un abismo se había abierto entre ellos.
13:41Sin decir nada más, se dio la vuelta y salió de la habitación, dejando a Bárbara sola con el eco de un futuro imposible.
13:51Una vez que Leonardo se fue, Bárbara actuó con una celeridad silenciosa y metódica.
13:59Sabía que no le quedaba mucho tiempo.
14:01Buscó a sus hermanos, uno por uno, bajo pretextos triviales, para grabar sus rostros en su memoria.
14:11A Rafael lo encontró en los establos.
14:13Hablaron del tiempo, de uno de los caballos, pero al despedirse, ella lo abrazó con una fuerza inusual.
14:23Cuídate mucho, Rafa, le susurró al oído.
14:26Y lucha por lo que amas.
14:28No cometas el error de renunciar.
14:31Rafael la miró, extrañado por la intensidad de su tono, pero ella le sonrió.
14:38Una sonrisa triste que no le llegó a los ojos, y se fue antes de que pudiera hacer preguntas.
14:46A Irene la encontró en el jardín.
14:48Su hermana pequeña, atrapada en las mismas redes que ella.
14:51La conversación con Irene fue diferente.
14:57Fue la más difícil, la más importante.
14:59La llevó a un banco apartado, oculto por los rosales.
15:02Irene, tengo que pedirte algo.
15:07Comenzó Bárbara, su voz baja y seria.
15:11Pronto, muy pronto, vas a tener que ser más fuerte de lo que nunca has sido.
15:18Irene la miró, confundida.
15:20¿Qué ocurre, Bárbara?
15:22Me estás asustando.
15:23No temas.
15:24Escúchame con atención.
15:28Padre cree que puede controlarnos, que somos peones en su tablero.
15:32Y tal vez lo seamos.
15:33Pero hasta un peón puede cambiar el curso del juego.
15:39Tú, tu boda, no la aceptes sin más.
15:44¿Qué quieres decir?
15:45Padre me obligará.
15:47Te obligará a casarte, sí.
15:49Pero no puede obligarte a ser sumisa.
15:53Tienes poder, Irene, aunque no lo veas.
15:56El poder de la negociación.
15:58Antes de dar el sí, pon una condición.
16:00Algo que te beneficie, que te dé un resquicio de libertad, de control.
16:08No dejes que te lo arrebaten todo.
16:12Haz que pague un precio por tu obediencia.
16:15Bárbara le habló con una lucidez febril, instándola a no rendirse, a encontrar una grieta en la armadura de su padre.
16:24Le estaba entregando su propia batalla, la que ella había decidido no luchar,
16:28para que su hermana tuviera al menos un arma con la que defenderse.
16:35Irene, aunque desconcertada por el cariz de la conversación, sintió que las palabras de su hermana se clavaban en su mente.
16:45Vio en los ojos de Bárbara una despedida, una finalidad que le geló la sangre.
16:50¿A dónde vas?
16:51Preguntó Irene, con un nudo en la garganta.
16:54A un lugar donde ya no pueda hacer daño a nadie, respondió Bárbara, y la besó en la frente.
17:06Sé fuerte, hermanita, por las dos, y con eso, se marchó, dejando a Irene con el corazón encogido y una idea peligrosa floreciendo en su mente.
17:16Mientras tanto, Adriana observaba a Rafael desde la distancia.
17:23Lo veía moverse por la finca con una sombra de preocupación permanente en el rostro.
17:30Sabía que el acuerdo con el duque, la renuncia a su hijo a cambio de un futuro seguro, lo estaba consumiendo por dentro.
17:37El sacrificio era demasiado grande, una herida que supuraba en silencio. Se acercó a él con cautela.
17:49Rafael, ¿estás bien? Él levantó la vista y forzó una sonrisa. Estoy bien, Adriana.
17:56No te preocupes. No sé mentir, y tú tampoco, dijo ella suavemente. Pienso en ti.
18:07En tu hijo, Rafael, ningún futuro vale ese precio. Renunciar a él te destruirá.
18:13¿Y qué otra opción tengo? Replicó él con amargura.
18:16El duque tiene el poder de arruinarme, de alejarme de él para siempre de una forma u otra.
18:27Este acuerdo, al menos me permite estar cerca, verlo crecer, aunque sea desde la sombra.
18:36Hay otras opciones, insistió ella. Siempre las hay, huir, luchar.
18:42Bárbara le dijo lo mismo a Leonardo. Interrumpió él.
18:46Y míralos. A veces, la única opción es aceptar la derrota para poder seguir jugando.
18:56Pero Adriana vio algo en sus ojos que desmentía sus palabras.
19:00Vio una chispa de rebeldía. Una idea que estaba tomando forma.
19:06Rafael estaba derrotado, sí, pero aún no estaba vencido.
19:10La tarde avanzaba, y con ella, la tensión crecía.
19:16El momento de la verdad para Irene había llegado.
19:20El duque había convocado a la familia y algunos allegados en el salón principal con el pretexto de un anuncio importante,
19:26aunque todos sabían de qué se trataba.
19:31Leonardo estaba allí, pálido como un fantasma, sus ojos fijos en Irene,
19:36buscando un último vestigio de la mujer que amaba, una señal de que lucharía.
19:41El duque, con su porte autoritario, se puso en pie.
19:48Como todos sabéis, hemos llegado a un acuerdo de matrimonio entre mi hija, Irene,
19:53y un hombre de una familia honorable.
19:58Un acuerdo que traerá prosperidad y estabilidad a ambas casas.
20:02Hoy, quiero que mi hija acepte públicamente este compromiso.
20:05Todas las miradas se posaron en Irene.
20:10El silencio era tan profundo que se podía oír el latido desbocado de los corazones.
20:18Leonardo contuvo la respiración.
20:20Irene se levantó, su figura frágil pero erguida.
20:26Miró a su padre directamente a los ojos,
20:28y las palabras de Bárbara resonaron en su cabeza.
20:31Pon una condición.
20:36Padre, dijo con una voz sorprendentemente clara y firme.
20:41Aceptaré este compromiso.
20:45Pero con una condición, un murmullo recorrió la sala.
20:49El duque frunció el ceño, su rostro endureciéndose.
20:52Una condición, si, la dote que habéis acordado se duplicará.
20:59Y no será gestionada por mi futuro marido, ni por ti.
21:05Será puesta en un fondo a mi nombre, y solo yo tendré acceso a él.
21:09Es el precio de mi consentimiento.
21:14La audacia de la petición dejó a todos sin aliento.
21:17El duque la miró con furia, a punto de estallar.
21:23Pero estaba en público.
21:24Rechazarla sería admitir que su hija no valía ese precio, sería un escándalo.
21:32Vio la determinación inquebrantable en los ojos de Irene y comprendió que no cedería.
21:40Tras una pausa que pareció una eternidad,
21:43forzó una sonrisa tensa.
21:45Una petición audaz, propia de una hija mía,
21:48concedió con gran dilocuencia forzada.
21:52Que así sea.
21:54Irene asintió, satisfecha por su pequeña pero significativa victoria.
22:02Luego, se giró hacia los presentes, su mirada evitando deliberadamente a Leonardo.
22:10Aceptó públicamente el compromiso.
22:13Para Leonardo, fue como si el mundo se detuviera.
22:15El sí de Irene fue un disparo a quemarropa.
22:22Vio como la hija del duque, la mujer por la que habría muerto,
22:26se convertía en una extraña, una pieza más en el juego de su padre.
22:29Se quedó sin palabras, sin aire, ahogado por una traición que no podía comprender.
22:41Y mientras el drama se desarrollaba en el salón,
22:44nadie se dio cuenta de que, en la casa pequeña,
22:47la puerta de la habitación de Bárbara estaba abierta y el cuarto, vacío.
22:51Sobre la cama, un simple chal, Bárbara se había ido.
22:58Había abandonado la casa sin decir adiós, disolviéndose en las sombras del crepúsculo.
23:03Su partida no fue un acto de cobardía, sino el sacrificio final.
23:10Un punto, temía, sin retorno.
23:16La noche cayó sobre Valle Salvaje como un telón,
23:19trayendo consigo no el alivio del descanso,
23:22sino una nueva ronda de conflictos y revelaciones.
23:24El eco de la aceptación de Irene todavía flotaba en el aire denso de la casa grande
23:32cuando Victoria, envalentonada por haber cumplido con la exigencia de su marido,
23:37decidió que su tregua con Mercedes no incluía la pasividad.
23:43Una oportunidad se presentó, y ella, como un depredador, no la dejó escapar.
23:49Luisa, la joven doncella, se movía por los pasillos con el sigilo de un ladrón.
23:54Su corazón latía con fuerza contra sus costillas, un tambor de miedo y culpa.
24:02Se dirigía a la alcoba de Victoria, no para cumplir con sus deberes,
24:06sino para devolver algo, para intentar borrar una parte de su complicidad con Tomás.
24:14Estaba a punto de girar el pomo de la puerta, la mano temblorosa,
24:18cuando una voz a su espalda la geló.
24:20¿Se puede saber qué haces? Victoria estaba allí, inmóvil,
24:28sus ojos afilados como cuchillos en la penumbra del pasillo.
24:34Luisa se sobresaltó, ahogando un grito.
24:37Señora, yo, solo venía a comprobar que todo estuviera en orden para la noche.
24:42La excusa fue débil, y Victoria lo supo.
24:48La miró de arriba abajo, con una desconfianza palpable.
24:54La tensión era tan espesa que se podía masticar.
24:57Victoria dio un paso adelante, acorralando a Luisa contra la puerta.
25:01Mi alcoba está perfectamente, vuelve a tu trabajo, y que no te vuelva a ver merodeando por aquí.
25:12Luisa asintió, incapaz de hablar, y se escabulló tan rápido como pudo, sintiendo la mirada de Victoria quemándole la nuca.
25:23Victoria no sabía qué tramaba la chica, pero su instinto le decía que algo no estaba bien.
25:31Un nuevo frente de sospecha se abría en su mente.
25:34Lejos de allí, en un rincón oscuro de la finca, Tomás esperaba a Luisa.
25:42Cuando ella llegó, pálida y temblorosa, él sonrió con suficiencia, mostrando el fruto de su último golpe.
25:50Una pequeña pero exquisita talla de madera, robada de una de las vitrinas de la casa grande.
25:54Lo ves, mi vida, ha sido pan comido, dijo, su voz exultante.
26:04Tomás, esto es una locura, susurró Luisa, mirando la talla con horror.
26:09Casi me descubre la señora Victoria. No puedo seguir con esto. Devuélvela, devolverla, ¿estás loca? Esto es solo el principio.
26:20Tomás la agarró por los brazos, su sonrisa desapareciendo para dar paso a una expresión depredadora.
26:26Hay mucho más que podemos conseguir. Juntos, solo tienes que seguir mis instrucciones.
26:37No, dijo Luisa, encontrando un resquicio de firmeza. Te he ayudado esta vez, pero se acabó.
26:46Mi participación termina aquí. No quiero saber nada más de tus robos. La negativa de Luisa lo enfureció.
26:52No aceptaba un no por respuesta. La miró fijamente, sus ojos oscuros brillando con una mezcla de ira y deseo.
27:05¿Que no? Si seo, tú harás lo que yo te diga. Y antes de que ella pudiera reaccionar, la trajo hacia sí y la besó.
27:12No fue un beso de amor, sino de dominio. Un acto para silenciarla, para marcarla como suya, para recordarle quién tenía el poder.
27:26Luisa se quedó paralizada por la sorpresa y el asco, empujándolo cuando finalmente recuperó el aliento.
27:32Pero el mensaje había sido enviado. Tomás no la dejaría ir tan fácilmente. Mientras tanto, un cambio significativo se estaba produciendo en la vida de Martín.
27:44La decisión de su marcha de la casa grande era definitiva, un exilio autoimpuesto para escapar de una atmósfera que se había vuelto irrespirable.
27:58Sin embargo, su destino no estaba tan lejos como pensaba.
28:02Mercedes, tras la forzada tregua con Victoria, había buscado a Matilde, la matriarca de la casa pequeña, una mujer de sabiduría tranquila y corazón compasivo.
28:14Le contó la situación de Martín, su soledad, su desesperación.
28:20No podemos dejarlo marchar así, Matilde, dijo Mercedes.
28:26Es un buen hombre, y ha sufrido mucho. Dejarlo ir a la deriva sería una crueldad.
28:34Matilde asintió, sus ojos amables mostrando una profunda comprensión.
28:39El Valle no abandona los suyos, Mercedes.
28:44Y Martín es uno de los nuestros. Hay sitio de sobra en la casa pequeña.
28:48Un techo y un plato de comida nunca se le niegan a un alma necesitada.
28:55Con la bendición de Matilde, Mercedes fue a buscar a Martín.
28:59Lo encontró en su habitación, metiendo sus pocas pertenencias en una maleta gastada.
29:04La resignación pesaba sobre sus hombros como una losa.
29:11Martín, dijo ella suavemente desde la puerta.
29:17Él se giró, sorprendido.
29:19Señora Mercedes, no te vas a marchar del valle, le anunció.
29:23Dejarás la casa grande, sí.
29:28Pero vendrás a la casa pequeña.
29:30Matilde y yo hemos decidido que te quedarás con nosotros.
29:36Martín la miró, incrédulo.
29:38La oferta era un salvavidas en medio de su naufragio personal.
29:41Una oleada de gratitud lo embargó, y por primera vez en mucho tiempo, una genuina, aunque tímida, sonrisa se dibujó en su rostro.
29:56No sé qué decir.
29:57Gracias, señora.
29:59De verdad.
30:00Sin embargo, la solución no fue del agrado de todos.
30:03Cuando Francisco, el hijo de Matilde, se enteró, su rostro se ensombreció.
30:12Buscó a Mercedes, su tono cargado de reproche.
30:17¿Cómo se te ocurre, Mercedes?
30:19¿Traer a ese hombre a nuestra casa?
30:21¿No piensas en las consecuencias, en lo que dirá la gente?
30:25Su presencia aquí solo traerá problemas.
30:27Su presencia aquí traerá consuelo a un hombre que lo necesita.
30:34Replicó Mercedes con una firmeza que sorprendió a Francisco.
30:40Y si a la gente le gusta hablar, que hable.
30:43Mi conciencia está tranquila.
30:45La decisión estaba tomada.
30:47Pero la semilla de un nuevo conflicto familiar había sido plantada en el seno de la casa pequeña.
30:51El drama, sin embargo, estaba lejos de terminar.
30:59Tras la humillación pública, Leonardo finalmente consiguió acorralar a Irene en la biblioteca.
31:07La rabia y el dolor luchaban en su interior, transformando su rostro.
31:12¿Cómo has podido?
31:13Le espetó, su voz un gruñido bajo y tembloroso.
31:16¿Cómo has podido traicionarme así, delante de todos?
31:22Creí que lucharías.
31:24Creí en ti.
31:27No es una traición, Leonardo.
31:29Es complicado.
31:31Respondió Irene, evitando su mirada.
31:36Se sentía culpable, pero las palabras de Bárbara le daban una extraña fuerza.
31:41¿Complicado?
31:42Rió él sin alegría.
31:43No hay nada de complicado en esto.
31:48Te has vendido.
31:49Has aceptado convertirte en la marioneta de tu padre.
31:54Y yo que pensaba que eras diferente.
31:57Tú no entiendes nada.
31:58Gritó ella, las lágrimas asomando a sus ojos.
32:04Hice lo que tenía que hacer.
32:06Su discusión, llena de acusaciones y defensas a medias, se vio interrumpida bruscamente.
32:12Una de las doncellas entró corriendo en la biblioteca, el rostro pálido por el pánico.
32:23Señorita Irene, señorito Leonardo, es la señorita Bárbara, no está en su cuarto.
32:28La hemos buscado por todas partes.
32:30Ha desaparecido.
32:35La noticia cayó como una bomba.
32:37La pelea se disolvió al instante, reemplazada por un miedo frío y compartido.
32:44¿Desaparecido?
32:45Leonardo recordó su conversación, la propuesta de huida que ella había rechazado.
32:50Un terror helado se apoderó de él.
32:55¿Y si le había pasado algo?
32:57Y si, en su desesperación, había cometido una locura.
33:01Salieron corriendo de la biblioteca, el nombre de Bárbara en sus labios, sumándose al creciente caos de la búsqueda.
33:07La noticia de la desaparición de Bárbara se extendió por la casa como la pólvora, sumiendo a todos en un estado de alarma.
33:21En medio de la confusión, con Mercedes intentando organizar la búsqueda y consolar a una Irene desconsolada, Victoria vio su momento.
33:29Había recuperado terreno con José Luis, la paz con Mercedes estaba sellada de cara a la galería, y la vulnerabilidad de su enemiga era una invitación demasiado tentadora.
33:45Se acercó a Mercedes con una falsa expresión de preocupación.
33:49¡Qué terrible, Mercedes!
33:50¡Qué terrible todo esto! Primero tus problemas para controlar a Martín, y ahora esto con tu sobrina.
34:03Tantas preocupaciones, y tú tan sola.
34:06Mercedes la miró, desconfiada.
34:09¿A qué te refieres, Victoria?
34:13Victoria sonrió, una sonrisa afilada y cruel.
34:16Me refiero a que es una lástima que Bernardo no esté aquí para apoyarte en momentos como este.
34:24Tu marido sigue lejos, ¿no es así?
34:26Y por lo que se oye, sin ninguna intención de volver.
34:32Debe ser duro afrontar tantas crisis sin un hombre a tu lado.
34:36El ataque fue brutal, preciso y público.
34:39Victoria no solo le recordó su abandono, sino que lo hizo frente a criados y familiares, convirtiendo la desgracia de Mercedes en un espectáculo de humillación.
34:54Mercedes se quedó sin palabras, herida en lo más profundo.
34:58La tregua, ese fino campo de hielo, se había hecho añicos con el golpe más cruel de todos.
35:04Y mientras el caos reinaba en la casa grande, mientras los corazones se rompían y las alianzas se desmoronaban, Rafael tomaba una decisión.
35:18Había visto a Bárbara despedirse, había sentido su desesperación.
35:22Había visto a Irene luchar a su manera.
35:24Había visto a Adriana preocuparse por él, por su alma.
35:31Y comprendió que no podía seguir el camino de la sumisión.
35:36No podía renunciar a su hijo, ni al amor, ni a sí mismo.
35:40Con una determinación que no había sentido en años, se armó de valor.
35:47Se alisó la chaqueta y caminó con paso firme a través del salón, ignorando el drama que se desarrollaba a su alrededor.
35:54Se acercó al duque, que estaba ladrando órdenes para organizar la búsqueda de su hija desaparecida.
36:06Señor duque, dijo Rafael, su voz clara y resonante, cortando el ruido.
36:12Le ruego que me conceda una audiencia.
36:14En privado, tengo una petición importante que hacerle.
36:21El duque se giró, sorprendido por la interrupción y la formalidad del tono.
36:28Miró a Rafael, a su rostro serio y decidido.
36:32Y por un momento, la preocupación por su hija fue reemplazada por la curiosidad.
36:36Ahora no es el momento, Rafael, insisto, señor.
36:43Es de vital importancia, y no puede esperar.
36:48Desde el otro lado de la estancia, Adriana observaba la escena, con el corazón en un puño.
36:56Sabía lo que Rafael iba a hacer.
36:58Iba a desafiar al león en su propia guarida.
37:00El duque lo estudió un segundo más y luego asintió bruscamente.
37:07A mi despacho, ambos hombres se dirigieron hacia la imponente puerta de Roble.
37:12Rafael no miró atrás, pero sintió la mirada de Adriana sobre él, una mezcla de miedo y orgullo.
37:21¿Estaba relacionado con ella?
37:23¿Iba a romper su pacto y luchar por su hijo?
37:25¿O era algo completamente distinto?
37:27La puerta del despacho se cerró tras ellos, dejando a todos fuera, conteniendo la respiración,
37:33a la espera del próximo giro en esa noche interminable en Valle Salvaje.
37:40El paso definitivo hacia el altar, o hacia el abismo, estaba a punto de darse.
37:45De la fuente ilustrazía.
37:49¿De la fuente?
37:51El paso definitivo hacia el altar.
37:52¿Our jamás va a aparecer.
37:54¿De la fuente?
37:55¿Qué?
38:00¿ how Raisemed?
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