Skip to playerSkip to main content
  • 17 hours ago
VALLE SALVAJE CAPÍTULO 281 Adriana PUEDE PERDER al BEBÉ al ver a Bárbara al borde de la MUERTE EnglishMovie cdrama drama engsub chinesedramaengsub movieshortfull
Transcript
00:00:00Prepárense porque lo que están a punto de presenciar en este capítulo 281 de Valle Salvaje
00:00:05les va a romper el corazón en mil pedazos. La angustia más desgarradora del valle está por
00:00:10comenzar. Y créanme cuando les digo que absolutamente nadie está preparado para la
00:00:16pesadilla que está a punto de desatarse esta noche. Agárrense fuerte porque esto va a ser
00:00:20un torbellino de desesperación y dolor. Todo comienza en la cocina de la casa grande,
00:00:25donde el aire está cargado de tensión. Isabel, la gobernanta que ha visto tantas cosas en esta
00:00:31casa, está reunida con Amadeo y Eva. Su rostro refleja una preocupación profunda. Esas arrugas
00:00:37en su frente, que sólo aparecen cuando algo verdaderamente grave está por suceder. Está
00:00:42moviendo las manos nerviosamente, como si quisiera decir algo pero las palabras se negaran a salir de
00:00:47su boca. Tengo algo que contarles, dice Isabel finalmente, su voz temblando ligeramente. ¿Y
00:00:53necesito que mantengan esto en absoluto silencio hasta que yo decida qué hacer? Amadeo deja el
00:00:58cuchillo que estaba usando para picar verduras. Conoce ese tono en la voz de Isabel. Es el tono
00:01:03que usa cuando algo malo, muy malo, está por pasar. ¿Qué ocurre, doña Isabel? Pregunta Eva acercándose,
00:01:10limpiándose las manos en el delantal. Isabel respira profundo, como si estuviera reuniendo
00:01:15todo su coraje para pronunciar las palabras que está a punto de decir. Doña Victoria me ha informado
00:01:20que habrá cambios en el personal. Grandes cambios. ¿Qué tipo de cambio? Pregunta Amadeo, aunque por
00:01:25la expresión de Isabel ya puede intuir que no son buenas noticias. Despidos, suelta Isabel, y la
00:01:31palabra cae como una piedra en agua quieta. Va a despedir a varios miembros del servicio, una nueva
00:01:36cocinera, un ayudante y un primer lacayo. Dios mío, ¿escucharon eso? Victoria está planeando una purga en
00:01:44el servicio. Después de todo lo que ha pasado, después de todas las traiciones y secretos, ahora va a
00:01:49descargar su frustración con los empleados inocentes. Eva palidece. ¿Y sabemos quiénes
00:01:55serán? Isabel niega con la cabeza. Aún no ha dado nombres específicos, pero todos sabemos cómo
00:02:01funciona esto. Los que están en su lista negra, los que han mostrado lealtad a Mercedes o a la
00:02:05casa pequeña, esos son los que corren peligro. La tensión en la cocina es tan densa que se podría
00:02:11cortar con un cuchillo. Todos los empleados saben que trabajar en esta casa significa caminar sobre
00:02:16cáscaras de huevo, especialmente ahora que Victoria está furiosa, herida, buscando cualquier forma de
00:02:22recuperar algo de su poder perdido. ¿Y qué vamos a hacer? Pregunta Amadeo, su voz cargada de preocupación,
00:02:29no solo por él mismo, sino por todos sus compañeros que dependen de este trabajo para sobrevivir.
00:02:34Isabel suspira profundamente. Por ahora, nada. Mantengan la cabeza baja, hagan su trabajo
00:02:40impecablemente y rueguen a Dios que Victoria entre en razón antes de tomar decisiones de las que se
00:02:46arrepienta. Pero mientras Isabel intenta calmar los nervios de sus compañeros en la cocina, en otro
00:02:51rincón de la casa grande, Irene está viviendo su propia pesadilla personal. Está en el salón
00:02:56principal, mirando por la ventana hacia los jardines que se extienden más allá. Su rostro está pálido,
00:03:02sus manos temblando ligeramente mientras se aferran al marco de la ventana. Bárbara ha desaparecido.
00:03:07Las palabras resuenan en su mente una y otra vez, como un eco que no puede silenciar. Bárbara,
00:03:14su amiga, la joven salcedo que finalmente había encontrado algo de paz después de tanto sufrimiento,
00:03:20simplemente se ha esfumado como humo en el viento. Irene sabe que tiene que decirlo. Sabe que tiene
00:03:25que compartir esta terrible noticia con alguien. Pero las palabras se atoran en su garganta. Porque
00:03:31decirlo en voz alta lo haría real. Lo haría innegablemente, terriblemente real. Da la vuelta
00:03:38y camina con paso decidido, pero tembloroso, hacia donde sabe que encontrará a su familia. Sus pies se
00:03:44sienten pesados, como si estuviera caminando a través de melaza. Cada paso la acerca más al momento en que
00:03:49tendrá que pronunciar esas palabras que cambiarán todo. Mientras tanto, en la casa pequeña, Adriana está
00:03:55desayunando con Pedrito y Luisa. Hay una tranquilidad engañosa en el ambiente. Pedrito está contándole a
00:04:01Adriana sobre un sueño que tuvo, algo sobre caballos voladores y castillos en las nubes. Su voz infantil
00:04:08llena el comedor con una inocencia que contrasta dramáticamente con toda la oscuridad que ha rodeado
00:04:14a esta familia. Luisa está sirviendo más té, sonriendo ante las fantasías de Pedrito, cuando de repente
00:04:19la puerta se abre de golpe. Es Irene, y su sola presencia hace que toda la paz del momento se evapore
00:04:25instantáneamente. Adriana, dice Irene, y su voz suena extraña, quebrada, como si cada palabra le
00:04:32costara un esfuerzo sobrehumano pronunciarla. Adriana se levanta de inmediato, su instinto
00:04:37maternal de hermana mayor activándose al instante. Puede ver en los ojos de Irene que algo terrible ha
00:04:42sucedido. Irene, ¿qué pasa? ¿Te ves? Es Bárbara, interrumpe Irene, y esas dos palabras son suficientes
00:04:49para hacer que el corazón de Adriana se detenga por un segundo. ¿Qué pasa con Bárbara? Pregunta Adriana,
00:04:55su voz subiendo de tono, el pánico comenzando a filtrarse. Irene, ¿qué pasa con mi hermana? Irene
00:05:01toma aire, sus ojos ya brillando con lágrimas no derramadas. Ha desaparecido Adriana. Bárbara ha
00:05:07desaparecido. Es como si se la hubiese tragado la tierra. No puede ser. Bárbara ha desaparecido. La
00:05:13joven Salcedo que tanto ha sufrido, que finalmente parecía estar encontrando su camino, simplemente se ha
00:05:19esfumado. El mundo de Adriana se detiene. Literalmente se detiene. Puede escuchar su propio
00:05:25corazón latiendo en sus oídos. Puede sentir como la sangre se drena de su rostro. Sus piernas se
00:05:31sienten débiles, como si fueran a ceder en cualquier momento. ¿Cómo que ha desaparecido? Pregunta con voz
00:05:37temblorosa. ¿Cuándo? ¿Dónde la vieron por última vez? Anoche, responde Irene rápidamente. Salió de su
00:05:44habitación y nadie la ha vuelto a ver desde entonces. Su cama está hecha, como si nadie hubiese dormido
00:05:49en ella. Sus cosas siguen ahí, pero ella, ella simplemente se fue. Pedrito, que ha estado escuchando
00:05:56todo esto con ojos cada vez más grandes, de repente suelta un grito. ¡No! ¡Bárbara no! ¡Ella no se iría
00:06:02sin despedirse de mí! Adriana siente como algo dentro de ella se quiebra al ver el rostro de su hermano
00:06:08pequeño. Las lágrimas comienzan a rodar por las mejillas de Pedrito y ella quiere consolarlo. Quiere
00:06:13decirle que todo va a estar bien, pero ¿cómo puede prometer eso cuando ella misma está destrozada?
00:06:19Tengo que... Adriana no termina la frase. Simplemente corre hacia la puerta, con Irene tratando de seguirle
00:06:25el paso. ¡Adriana, espera! Grita Luisa, pero es demasiado tarde. Adriana ya está corriendo por el
00:06:31camino que conecta la casa pequeña con la casa grande, su falda levantándose con el viento, sus pies
00:06:36apenas tocando el suelo. Su mente está acelerada, procesando mil posibilidades a la vez. ¿Dónde podría estar
00:06:43bárbara? ¿Le pasó algo? ¿Alguien le hizo daño? ¿Se fue voluntariamente o fue forzada? Las preguntas
00:06:49se atropellan unas a otras, cada una más aterradora que la anterior. En la casa grande, Rafael está
00:06:55revisando unos documentos en el despacho de su padre cuando escucha el alboroto. Está concentrado en las
00:07:01cuentas de la finca, tratando de encontrar una manera de optimizar los recursos después de todos los
00:07:06problemas financieros que han tenido. Pero entonces escucha voces elevadas, pasos apresurados,
00:07:11el sonido inconfundible de pánico extendiéndose por la casa como fuego en pasto seco. Se levanta
00:07:17de inmediato, dejando caer los papeles sobre el escritorio. Su instinto le dice que algo malo está
00:07:22pasando, algo muy malo. Y cuando sale del despacho y ve a su padre en el pasillo, con el rostro grave y
00:07:29las manos apretadas en puños, lo sabe con certeza. ¿Qué está pasando? Pregunta Rafael acercándose a José Luis.
00:07:35Su padre lo mira. Y Rafael puede ver algo en esos ojos que no ha visto en mucho tiempo. Miedo. José
00:07:41Luis, el duque de Valle Salvaje, el hombre que siempre parece tener todo bajo control, tiene miedo.
00:07:48Es la joven Bárbara Salcedo, dice José Luis con voz tensa. Ha desaparecido. Irene acaba de dar la
00:07:53noticia. Rafael siente cómo su corazón se acelera. Bárbara, la hermana de Adriana, la joven que ha estado
00:08:00luchando tanto por encontrar su lugar en este mundo complicado, desaparecida. ¿Cuándo fue la
00:08:05última vez que alguien la vio? Pregunta Rafael, su mente ya trabajando en modo de resolución de
00:08:10problemas. Anoche, aparentemente, responde José Luis, pero nadie sabe exactamente a qué hora o hacia
00:08:16dónde fue. En ese momento, Adriana irrumpe en la casa grande como un huracán. Su cabello está
00:08:21despeinado por la carrera, su respiración agitada, sus ojos rojos e hinchados de las lágrimas que no puede
00:08:28contener. Rafael, grita cuando lo ve. Mi hermana, Bárbara ha desaparecido. Rafael no lo piensa dos
00:08:35veces. Cruza el vestíbulo en tres zancadas y toma a Adriana en sus brazos, sosteniéndola mientras ella
00:08:41se derrumba contra su pecho, sollozando. Lo sé, mi amor, lo sé, susurra Rafael acariciando su cabello.
00:08:48Vamos a encontrarla, te lo prometo, vamos a encontrarla. Pero mientras pronuncia esas palabras
00:08:53de consuelo, Rafael siente un nudo de preocupación formándose en su estómago. El valle puede ser un
00:08:59lugar peligroso, especialmente de noche. Hay barrancos, ríos, bosques densos donde alguien
00:09:05podría perderse fácilmente. Y si Bárbara salió en un estado emocional alterado, si no estaba pensando
00:09:10claramente, no. Rafael sacude su cabeza, negándose a seguir ese hilo de pensamiento. Tiene que mantenerse
00:09:17fuerte por Adriana. Tiene que ser su roca en este momento de crisis. José Luis, por su parte,
00:09:22ya está dando órdenes. Que alguien busque a Alejo y a Leonardo. Necesitamos organizar una
00:09:28búsqueda inmediatamente. Cada minuto cuenta. Alejo está en la casa pequeña con Luisa cuando
00:09:33recibe la noticia. Ha pasado la mañana con ella, disfrutando de esos momentos de paz que tanto
00:09:39valoran ahora que su relación es finalmente pública. Están en la cocina. Y Luisa le está
00:09:45enseñando a hacer un tipo especial de pan que su madre solía preparar. Tienes que amasar así,
00:09:50está diciendo Luisa, sus manos cubiertas de harina. Una sonrisa en su rostro, mientras guía las manos
00:09:56de Alejo sobre la masa. Con firmeza, pero con cariño. El pan puede sentir si lo haces con amor.
00:10:02Alejo se ríe. ¿El pan puede sentir? Luisa, mi amor, creo que estás inventando eso. No, es verdad,
00:10:09insiste Luisa. Pero su sonrisa se desvanece cuando Mercedes entra apresuradamente a la cocina.
00:10:14Alejo, dice Mercedes. Y su tono hace que ambos jóvenes se pongan tensos inmediatamente.
00:10:18Bárbara Salcedo ha desaparecido. Su padre está organizando una búsqueda y necesita que todos
00:10:24ayudemos. La noticia cae sobre Alejo como un balde de agua fría. Bárbara, la hermana de Adriana,
00:10:30la joven que Leonardo ama, desaparecida. ¿Cuándo? Pregunta Alejo, ya quitándose el delantal cubierto
00:10:36de harina. Anoche, al parecer. Nadie sabe nada más. Alejo mira a Luisa, quien asiente comprensivamente.
00:10:42Ve, dice ella. Tienes que ir. Adriana te necesita. Todos la necesitamos. Alejo la besa rápidamente
00:10:49en la frente antes de salir corriendo hacia la casa grande. Mientras corre, su mente está
00:10:54trabajando a toda velocidad. ¿Dónde podría haber ido Bárbara? ¿Por qué se habría marchado sin decir
00:11:00nada? Y entonces le viene un pensamiento que lo hace detenerse en seco. Leonardo. ¿Dónde está Leonardo en
00:11:06todo esto? Leonardo está en los establos cuando escucha el nombre de Bárbara siendo gritado. Ha
00:11:12pasado la mañana cepillando a los caballos, una de las pocas actividades que lo ayuda a calmar su
00:11:17mente. Desde que su relación con Bárbara ha sido tan complicada, desde que los obstáculos parecen
00:11:22multiplicarse cada día, ha encontrado consuelo en el trabajo físico, en el cuidado de los animales que
00:11:27no juzgan, que no tienen expectativas. Pero cuando escucha su nombre, cuando escucha,
00:11:32Bárbara ha desaparecido. Es como si el mundo se detuviera. El cepillo cae de su mano, golpeando
00:11:38el suelo de madera con un ruido sordo que ni siquiera registra. Sus piernas se mueven antes de
00:11:43que su cerebro pueda procesar completamente lo que está pasando. Corre hacia la casa grande,
00:11:49su corazón latiendo tan fuerte que puede sentirlo en su garganta. ¿Qué pasó? Grita cuando ve a Rafael y
00:11:55a José Luis en el vestíbulo. ¿Dónde está Bárbara? ¿Qué le pasó? Rafael se vuelve hacia él y Leonardo
00:12:01puede ver la gravedad en su rostro. Se ha ido, Leonardo. Nadie la ha visto desde anoche. Estamos
00:12:06organizando una búsqueda. Leonardo siente cómo el pánico se apodera de él. Bárbara, su Bárbara,
00:12:12la mujer que ama más que a nada en este mundo. Desaparecida, posiblemente en peligro. Y él no
00:12:18estaba ahí para protegerla. Tengo que encontrarla, dice Leonardo, y su voz suena extraña, desesperada.
00:12:24Tengo que salir ahora mismo a buscarla. No, dice José Luis con firmeza. No vamos a actuar sin un plan.
00:12:29Necesitamos organizarnos, dividir el valle en secciones, cubrir más terreno de manera eficiente.
00:12:35Pero Leonardo no está escuchando. Ya está dirigiéndose hacia la puerta, determinado a salir
00:12:40y buscar a Bárbara sin importar lo que diga el duque. Alejo, que acaba de llegar, lo agarra del
00:12:45brazo. Leonardo, espera. Mi padre tiene razón. Si salimos sin un plan, podríamos pasar por alto
00:12:51áreas importantes. Necesitamos hacer esto correctamente. Leonardo se detiene, respirando
00:12:57pesadamente. Cada fibra de su ser le grita que salga corriendo, que busque a Bárbara por todas
00:13:02partes hasta encontrarla. Pero la parte racional de su mente sabe que Alejo tiene razón. Está bien,
00:13:08dice finalmente, aunque su voz tiembla. Pero hagámoslo rápido. Cada segundo que pasa,
00:13:13no termina la frase. No necesita hacerlo. Todos saben lo que está pensando. Cada segundo que pasa,
00:13:19es un segundo más que Bárbara está desaparecida. Posiblemente en peligro. Posiblemente sufriendo.
00:13:25José Luis comienza a dar instrucciones. Alejo, tú y Leonardo revisen el área norte, hacia el bosque.
00:13:31Rafael, tú toma el área este, hacia el río. Yo revisaré el área sur con algunos de los trabajadores
00:13:37de la finca. ¿Y el área oeste? Pregunta Alejo. Esa la cubrirá Bernardo con Mercedes. Ya envié a alguien
00:13:44a informarles. Es un plan sólido, organizado, eficiente. Pero para todos los involucrados, se siente
00:13:50dolorosamente lento. Cada minuto que pasan planeando, es un minuto menos que están buscando.
00:13:55Mientras los hombres se preparan para la búsqueda, Adriana está en el salón con Irene. No puede
00:14:00simplemente quedarse sentada esperando. Necesita hacer algo. Cualquier cosa. Sus manos no pueden
00:14:06estar quietas, moviéndose constantemente, retorciendo el pañuelo que Irene le dio para
00:14:11secar sus lágrimas. Cuéntame exactamente qué pasó, dice Adriana, tratando de mantener su voz estable.
00:14:16Desde el principio. ¿Cuándo fue la última vez que viste a Bárbara? Irene se sienta junto a ella,
00:14:22tomando sus manos. Fue ayer por la tarde. Estábamos hablando sobre… Sobre cosas. Sobre
00:14:27Leonardo. Sobre el futuro. Ella parecía triste, Adriana. Pero no desesperada. No parecía como
00:14:32si estuviera planeando irse. ¿Mencionó algo? ¿Algo sobre querer estar sola? ¿O sobre ir a algún
00:14:37lugar? Irene sacude su cabeza. No. Hablamos sobre quedarse, sobre enfrentar los problemas juntas. Por eso
00:14:43esto es tan extraño. ¿Por qué se iría así sin decir nada? Adriana siente un escalofrío recorriendo
00:14:49su espalda. Hay algo en todo esto que no cuadra. Bárbara no es el tipo de persona que simplemente
00:14:54desaparece sin razón. Siempre ha sido considerada. Siempre piensa en los demás. A menos que…
00:15:00Comienza Adriana. Pero se detiene, sin querer dar voz a los pensamientos oscuros que están
00:15:05formándose en su mente. ¿A menos que qué? Presiona Irene. ¿A menos que no se haya ido
00:15:09voluntariamente? Susurra Adriana. Y esas palabras hacen que ambas mujeres se queden heladas. La
00:15:16posibilidad cuelga en el aire entre ellas, pesada y aterradora. ¿Y si Bárbara no se fue por su propia
00:15:21voluntad? ¿Y si alguien la tomó? ¿Y si está en peligro real, inmediato? No, dice Irene con firmeza,
00:15:28aunque su voz tiembla. No podemos pensar así. Tenemos que mantener la esperanza. Bárbara está bien.
00:15:34Tiene que estar bien. Pero mientras pronuncia esas palabras de consuelo, Irene no puede sacudir sus
00:15:39propios miedos. Ha visto demasiadas cosas malas en este valle. Ha sido testigo de demasiada crueldad.
00:15:45Y la idea de que Bárbara pueda estar sufriendo, de que pueda estar en peligro. En otro rincón de la
00:15:50casa grande, Alejo está teniendo una conversación muy diferente con Mercedes. Están en la biblioteca,
00:15:56donde Mercedes ha ido a buscar mapas detallados del valle que puedan ayudar en la búsqueda. Alejo está
00:16:01de pie junto a la ventana, mirando hacia afuera, su mente claramente en otro lugar.
00:16:06¿En qué estás pensando? Pregunta Mercedes, notando su expresión pensativa.
00:16:11En Tomás, responde Alejo sin apartar la mirada de la ventana. En su desaparición.
00:16:15Mercedes frunce el ceño. ¿Qué tiene que ver Tomás con esto?
00:16:18Tal vez nada, admite Alejo. Pero piénsalo, tía. Tomás desapareció hace solo unos días.
00:16:23Huyó después de intentar robar la talla. ¿Y ahora Bárbara desaparece?
00:16:27No creo en las coincidencias. Mercedes procesa esta información. Es verdad que el momento es
00:16:32sospechoso, pero también parece demasiado rebuscado. Alejo, Tomás no tiene ninguna razón para llevarse
00:16:39a Bárbara. Ni siquiera la conoce. ¿Estás segura de eso? Pregunta Alejo, finalmente volteando para
00:16:45mirar a su tía. ¿Estás completamente segura de que Tomás no tenía conexiones con la casa pequeña
00:16:50más allá de Luisa? Mercedes abre la boca para responder, pero se detiene. La verdad es que no está
00:16:56completamente segura. Tomás era un hombre con muchos secretos, muchas capas. ¿Quién sabe
00:17:01qué más estaba planeando? Creo que deberías mencionarle esta teoría a tu padre, dice Mercedes
00:17:06finalmente. No podemos descartar ninguna posibilidad. Alejo asiente y sale de la biblioteca, dirigiéndose
00:17:13a buscar a José Luis. Mientras camina por los pasillos de la casa grande, su mente está
00:17:17trabajando a toda velocidad. Si Tomás realmente está involucrado en esto, si realmente tiene
00:17:23a Bárbara, ¿qué estaría planeando? ¿Rescate? ¿Venganza contra la familia por haberlo expulsado?
00:17:29Alejo encuentra a su padre en el vestíbulo, dando instrucciones finales a los equipos de
00:17:33búsqueda. Padre, dice Alejo acercándose. Necesito hablar contigo. Es importante. José Luis lo mira,
00:17:41notando la urgencia en su voz. ¿Qué pasa? Tengo una teoría sobre la desaparición de Bárbara,
00:17:46dice Alejo bajando la voz para no ser escuchado por otros. Creo que Tomás podría estar involucrado.
00:17:51José Luis frunce el seño. Tomás, ¿el ladrón que intentó robar la talla? Sí, piénsalo. Él huyó hace
00:17:58solo días, conoce el valle y tiene razones para querer vengarse de nosotros. José Luis considera
00:18:04esto por un momento. Es una teoría plausible, aunque también podría ser solo una coincidencia.
00:18:10Pero en situaciones como esta, no pueden darse el lujo de ignorar ninguna posibilidad. Lo
00:18:15investigaré, dice José Luis finalmente. Pero por ahora, todos tienen que salir a buscar. Si Tomás,
00:18:21está involucrado, necesitaremos todas las manos posibles para rastrear su paradero. Alejo
00:18:26asiente y se dirige hacia donde Leonardo está esperando con los caballos. Los dos jóvenes montan
00:18:32y comienzan a dirigirse hacia el área norte del valle, hacia el bosque denso donde los árboles
00:18:37crecen tan juntos que apenas penetra la luz del sol. Mientras cabalgan, Leonardo mantiene los ojos fijos
00:18:43en el camino adelante, pero su mente está con Bárbara. Está recordando la última vez que la vio,
00:18:48la última conversación que tuvieron. ¿Había alguna señal? ¿Algo que debería haber notado? ¿Alguna
00:18:54indicación de que estaba planeando irse? No es tu culpa, dice Alejo de repente, como si pudiera leer
00:18:59los pensamientos de Leonardo. Leonardo lo mira sorprendido. ¿Cómo? Puedo ver en tu cara que
00:19:05te estás culpando, dice Alejo. Pero lo que sea que le haya pasado a Bárbara, no es tu culpa. No pudiste
00:19:11haberlo sabido, no pudiste haberlo prevenido. Pero debería haber estado ahí, dice Leonardo con voz
00:19:16quebrada. Debería haber estado con ella, protegiéndola. No puedes estar en todos lados todo el tiempo,
00:19:22responde Alejo con sabiduría. Lo único que puedes hacer ahora es ayudar a encontrarla. Eso es lo que
00:19:27ella necesita de ti. Leonardo asiente, apretando la mandíbula con determinación. Alejo tiene razón. No
00:19:33sirve de nada quedarse atrapado en la culpa. Lo que importa ahora es encontrar a Bárbara,
00:19:38traerla de vuelta sana y salva. Mientras tanto, en la casa pequeña, Luisa está consolando a
00:19:44Pedrito. El niño está devastado. No puede dejar de llorar. Sollozos entrecortados que rompen el
00:19:49corazón de cualquiera que los escuche. Está acurrucado en el sofá, con Luisa a su lado,
00:19:54acariciando su cabello. ¿Por qué se fue Bárbara? Solloza a Pedrito. ¿Hice algo malo? ¿Está enojada
00:20:00conmigo? No, cariño. No, dice Luisa con voz suave pero firme. Bárbara te ama muchísimo. Esto no
00:20:07tiene nada que ver contigo. Entonces, ¿por qué se fue sin despedirse? Es una pregunta para la cual
00:20:12Luisa no tiene respuesta. Ella también está confundida, preocupada. Bárbara no es el tipo
00:20:17de persona que haría algo tan impulsivo sin una razón muy fuerte. No lo sé, admite Luisa honestamente,
00:20:24pero lo que sí sé es que toda la gente que ama a Bárbara está ahí afuera buscándola y van a
00:20:29encontrarla. Va a saber. Pedrito se aferra a esas palabras como si fueran un salvavida. Necesita creer que
00:20:35es verdad. Necesita creer que su hermana va a volver. Matilde entra con una taza de té caliente
00:20:41para Pedrito. Toma, cariño. Esto te ayudará a calmarte un poco. Pedrito toma la taza con manos
00:20:46temblorosas y bebe un sorbo. El líquido caliente ayuda un poco, pero no puede llenar vacío de
00:20:52preocupación que siente en su pecho. Luisa, dice Pedrito de repente, sus ojos grandes y asustados. ¿Y si
00:20:59Bárbara está herida? ¿Y si se cayó en algún lugar y no puede levantarse? Luisa siente cómo su propio
00:21:04corazón se encoge con ese pensamiento. Es una posibilidad aterradora, pero real. El valle tiene
00:21:09muchos lugares peligrosos. Barrancos empinados, ríos rápidos, áreas de bosque donde sería fácil
00:21:14perderse. Por eso están buscando, dice Luisa, tratando de sonar optimista. Rafael, Leonardo,
00:21:21Alejo, todos están buscando cada rincón del valle. Si Bárbara está herida, la van a encontrar y la van a
00:21:27ayudar. Pero mientras pronuncia esas palabras de consuelo, Luisa no puede evitar sus propias
00:21:32preocupaciones. Ha visto cosas en su vida, cosas oscuras, cosas que preferiría olvidar. Y sabe
00:21:39que el mundo puede ser cruel, especialmente con las mujeres jóvenes. En el área norte del valle,
00:21:44Leonardo y Alejo han comenzado su búsqueda. El bosque es denso aquí, con árboles antiguos,
00:21:49cuyas ramas se entrelazan formando un dosel que bloquea gran parte de la luz del sol. El suelo está
00:21:55cubierto de hojas caídas que crujen bajo los cascos de sus caballos. ¡Bárbara! Grita Leonardo,
00:22:01su voz resonando entre los árboles. ¡Bárbara! Si puedes escucharme, responde. Silencio. Solo el
00:22:07sonido del viento moviendo las hojas. El canto lejano de algunos pájaros. Nada más. Alejo también
00:22:12está llamando, su voz mezclándose con la de Leonardo, en una sinfonía de desesperación. ¡Bárbara! Somos
00:22:19Alejo y Leonardo. Estamos aquí para ayudarte. Siguen avanzando, sus ojos escaneando cada árbol,
00:22:25cada arbusto, cada sombra que podría esconder a una persona. Leonardo siente cómo la frustración
00:22:31crece con cada minuto que pasa, sin encontrar ninguna señal de Bárbara. Deberíamos dividirnos,
00:22:37sugiere Leonardo. Cubriríamos más terreno. No, dice Alejo firmemente. Es fácil perderse en estos
00:22:43bosques. Si nos separamos, podríamos terminar perdidos también. Y eso no le ayuda a nadie.
00:22:48Leonardo sabe que Alejo tiene razón, pero cada parte de él quiere moverse más rápido,
00:22:54buscar más lugares, hacer más. La sensación de impotencia es abrumadora. De repente, Alejo
00:22:59detiene su caballo. Espera, ¿escuchaste eso? Leonardo también se detiene, agusando el oído. Por un
00:23:05momento, no escucha nada inusual. Pero entonces, ahí está. Un sonido débil, apenas perceptible. ¿Es
00:23:12una voz? ¿Un grito? ¡Ahí! Dice Leonardo señalando hacia el este. ¡Viene de esa dirección!
00:23:18Los dos hombres espolean sus caballos, moviéndose tan rápido como el terreno irregular lo permite.
00:23:24El sonido se hace más claro a medida que se acercan, pero no es lo que esperaban. No es la
00:23:29voz de Bárbara llamando por ayuda. Es el sonido de agua corriendo. Un arroyo. ¡Maldición! Maldice
00:23:35Leonardo cuando se dan cuenta. Era solo el arroyo. Alejo pone una mano en su hombro. Oye, no pierdas la
00:23:41esperanza. Todavía hay mucho territorio por cubrir. Pero la decepción es palpable. Por un momento,
00:23:47ambos habían creído que estaban a punto de encontrarla. Continúan su búsqueda, llamando
00:23:52el nombre de Bárbara una y otra vez, revisando detrás de cada árbol grande, mirando en cada
00:23:58pequeña cueva o hueco que podría servir de refugio. Mientras tanto, en la casa grande,
00:24:04don Hernando está teniendo una conversación con José Luis. El marqués ha sido informado de la
00:24:10desaparición de Bárbara y su reacción es decepcionante, por decirlo menos. No entiendo
00:24:15todo este alboroto, está diciendo don Hernando con un gesto desdeñoso de la mano. La muchacha
00:24:20probablemente solo fue al pueblo. Tal vez quería un poco de tiempo sola. ¿Por qué montar toda esta
00:24:26búsqueda dramática? José Luis lo mira con incredulidad. Don Hernando, una joven ha desaparecido
00:24:31sin decir nada a nadie. Su familia está destrozada. ¿Cómo puede usted ser tan insensible? No soy
00:24:38insensible, se defiende don Hernando. Solo soy práctico. ¿Bárbara Salcedo está dando un paseo?
00:24:44Tal vez está en alguna posada, tomando algo tranquilamente. Regresará cuando le dé la gana.
00:24:49José Luis siente cómo la ira hierve dentro de él. Este hombre, este supuesto noble que se cree superior
00:24:54a todos, no puede mostrar ni una pizca de empatía por una joven desaparecida. Con todo respeto, don Hernando,
00:25:01dice José Luis con voz tensa, claramente haciendo un esfuerzo por mantenerse calmado. Su falta de
00:25:07preocupación por el bienestar de esta joven, dice mucho más sobre su carácter que sobre la situación.
00:25:13Ahora, si no tiene nada constructivo que aportar, le sugiero que se retire. Don Hernando abre la boca
00:25:18para responder, probablemente con algún comentario igualmente insensible, pero algo en la expresión de
00:25:23José Luis lo hace reconsiderar. Se levanta de su asiento con un bufido de indignación. Muy bien, pero cuando
00:25:30esa muchacha regrese perfectamente bien después de su pequeña aventura, espero una disculpa por todo este
00:25:36drama innecesario. José Luis no se molesta en responder, simplemente se voltea, dándole la
00:25:41espalda a don Hernando en un gesto de desprecio que no pasa desapercibido. Una vez que el marqués se ha
00:25:46ido, José Luis se permite un momento de debilidad. Se hunde en su silla, pasándose las manos por el
00:25:52rostro. Está cansado, preocupado y la actitud de don Hernando solo ha empeorado las cosas. Victoria entra
00:25:59silenciosamente al estudio. A pesar de todas sus diferencias, a pesar de toda la tensión entre ellos,
00:26:04puede ver que su esposo está sufriendo. José Luis dice suavemente. Él levanta la vista y por un
00:26:10momento, solo por un momento, Victoria ve al hombre del que se enamoró hace tantos años. Un hombre capaz
00:26:16de preocuparse profundamente por otros. Un hombre con compasión. Es una buena familia, dice José Luis
00:26:22con voz cansada. Los Salcedo han sufrido tanto y ahora esto no es justo. Victoria se sienta frente
00:26:28a él. La vida rara vez es justa. Lo sé. Pero aún así, espero que la encuentren. Espero que esté bien.
00:26:35Es un momento raro de vulnerabilidad compartida entre ellos. Victoria alcanza su mano a través del
00:26:40escritorio. Y para su sorpresa, José Luis la toma. La encontrarán, dice Victoria. Y por una vez,
00:26:45suena genuinamente sincera. Tenemos a los mejores hombres buscando. Rafael, Leonardo, Alejo. Si alguien puede
00:26:52encontrarla, son ellos. Hablando de Leonardo, él y Alejo han llegado a un claro en el bosque. Es un lugar
00:26:58hermoso, con flores silvestres creciendo entre la hierba alta. En circunstancias normales, sería un lugar
00:27:04perfecto para un picnic, para pasar una tarde tranquila. Pero ahora, solo sirve como recordatorio de que
00:27:10Bárbara podría estar en cualquier parte de este vasto valle. Leonardo desmonta de su caballo, necesitando
00:27:16caminar, necesitando hacer algo con la energía nerviosa que está consumiéndolo. Tengo que encontrarla,
00:27:22Alejo. Dice, su voz rota. Tengo que, si algo le pasó, si está herida o asustada, nunca me lo
00:27:29perdonaré. Leonardo, dice Alejo también desmontando y acercándose a su amigo. Escúchame. Lo que sea que
00:27:35haya pasado, no es tu culpa. ¿Me oyes? No es tu culpa. ¿Cómo puedes decir eso? Leonardo se vuelve
00:27:42hacia él, sus ojos brillantes con lágrimas no derramadas. Yo la amo, Alejo. La amo más que a nada en
00:27:48este mundo. Debería haber estado con ella. Debería haberla protegido. No puedes proteger a alguien de
00:27:54todo, responde Alejo. Por más que lo intentes, por más que lo desees, las personas toman sus propias
00:28:00decisiones. Hacen sus propias elecciones. Entonces, ¿estás diciendo que ella se fue voluntariamente?
00:28:05No lo sé, admite Alejo. Nadie lo sabe. Por eso estamos buscando. Por eso, no vamos a parar hasta
00:28:11encontrarla. Leonardo asiente, limpiándose los ojos con el dorso de la mano. Alejo tiene razón. No sirve
00:28:18culpa y él, ¿qué hubiera pasado si? Lo que necesita ahora es acción. ¡Vamos! Dice Leonardo
00:28:24volviendo a montar su caballo. Todavía hay mucho terreno por cubrir. Los dos continúan su búsqueda,
00:28:30adentrándose más profundamente en el bosque. El sol está comenzando a descender en el cielo,
00:28:34proyectando sombras largas entre los árboles. La luz dorada de la tarde tardía le da al bosque una
00:28:39cualidad casi mágica, pero también hace que sea más difícil ver. ¡Bárbara! Continúa gritando
00:28:45Leonardo. Su voz ahora ronca de tanto llamar. Por favor, si estás ahí, dame una señal. Lo que sea.
00:28:52Mientras tanto, en otra parte del valle, Rafael está buscando en el área este. Ha llevado consigo
00:28:58a algunos de los trabajadores de la finca. Hombres que conocen este terreno como la palma
00:29:03de su mano. Están revisando meticulosamente cada centímetro del área, sin dejar piedra,
00:29:08sin voltear. Don Rafael llama a uno de los trabajadores. Encontramos algo aquí. Rafael se acerca
00:29:13rápidamente. Su corazón latiendo con fuerza. ¿Será una pista? ¿Algo que los lleve a Bárbara? Pero
00:29:19cuando llega, ve que es solo un pañuelo. Un pañuelo que podría ser de cualquier persona,
00:29:24que podría haber estado ahí durante días o incluso semanas. No es de ella, dice Rafael después de
00:29:30examinarlo. El color está mal. Bárbara no usa este tipo de tela. El trabajador asiente y continúa
00:29:35buscando. Rafael se permite un momento de frustración. Cada pista falsa es un golpe al corazón. Una
00:29:41esperanza que se eleva solo para ser aplastada. Continúa dirigiendo a su equipo, moviéndose
00:29:46sistemáticamente a través del área. Revisan cerca del río. Cuidadosos de no pasar por alto ningún
00:29:51lugar donde alguien podría haber caído o resbalado. Tengan cuidado cerca del agua, advierte Rafael. La
00:29:58corriente es fuerte en esta época del año. Si alguien cayó, no termina la frase. No necesita hacerlo. Todos
00:30:05entienden las implicaciones. Mientras buscan, Rafael no puede evitar pensar en Adriana. Sabe lo destrozada
00:30:11que debe estar. Lo aterrada que debe sentirse. Bárbara no es solo su hermana. Es su mejor amiga,
00:30:17su confidente, una parte esencial de su vida. Por favor, reza Rafael en silencio. Por favor,
00:30:22que esté bien. No dejes que Adriana pierda a otra persona que ama. Ha visto a Adriana sufrir demasiado
00:30:27ya. La pérdida de su padre, el matrimonio forzado con Julio, la muerte de Julio, el bebé que casi
00:30:33pierden. Si algo le pasa a Bárbara, si pierden a Bárbara, Rafael no está seguro de que Adriana pueda
00:30:40recuperarse de ese golpe. En la casa grande, Irene está con Adriana, tratando de mantenerla calmada.
00:30:47Pero es una batalla perdida. Adriana no puede quedarse quieta. Se levanta, se sienta, camina de
00:30:53un lado a otro del salón, sus manos retorciendo constantemente el pañuelo que sostiene. Debería
00:30:58estar ahí afuera buscando, dice Adriana por enésima vez. Debería estar haciendo algo. Adriana, por favor,
00:31:04dice Irene con paciencia, aunque ella misma está al borde del colapso. Estás embarazada. No puedes
00:31:10arriesgarte a... No me importa, explota Adriana. Es mi hermana. Tengo que encontrarla. Y la encontrarás,
00:31:18dice Irene firmemente, tomando las manos de Adriana y obligándola a mirarla. Pero no ahí afuera,
00:31:23arriesgando tu vida y la de tu bebé. La encontrarás estando aquí, estando fuerte, estando lista para
00:31:29cuando la traigan de vuelta. Adriana quiere discutir. Quiere insistir en que puede ayudar.
00:31:35Pero en lo profundo de su corazón, sabe que Irene tiene razón. No puede arriesgar al bebé. No después
00:31:40de todo lo que han pasado para llegar a este punto. ¿Pero qué si no la encuentran? Pregunta Adriana con
00:31:46voz quebrada. ¿Qué si... No, interrumpe Irene. No vamos a pensar así. Bárbara está bien. Tiene que estar
00:31:52bien. Pero mientras pronuncia esas palabras, Irene siente sus propias dudas acechando en el fondo de su mente.
00:31:58Ha pasado tanto tiempo desde que alguien vio a Bárbara. Cada hora que pasa sin noticias,
00:32:03hace que las posibilidades de un desenlace feliz parezcan más remotas. De repente,
00:32:08la puerta se abre y Pedrito entra corriendo. Su rostro está rojo de tanto llorar, sus ojos hinchados.
00:32:15Adriana, solloza, lanzándose a los brazos de su hermana mayor. ¿Ya la encontraron? ¿Encontraron a Bárbara?
00:32:21Adriana lo abraza fuertemente, sus propias lágrimas comenzando a fluir de nuevo. Todavía no,
00:32:26cariño. Pero están buscando. Todos están buscando. Tengo miedo. Admite Pedrito, su voz
00:32:32amortiguada contra el hombro de Adriana. Tengo tanto miedo. Lo sé, mi amor. Yo también. Los tres
00:32:38se abrazan, compartiendo su dolor, su miedo, su esperanza desesperada de que todo va a salir bien.
00:32:45Luisa entra silenciosamente, trayendo té y algo de comida. Sabe que probablemente nadie va a comer,
00:32:51pero tiene que hacer algo. Tiene que sentir que está ayudando de alguna manera. Gracias, Luisa,
00:32:57dice Adriana con voz cansada. Luisa asiente y se sienta con ellos. Otra presencia silenciosa,
00:33:03pero reconfortante. Porque en momentos como este, cuando el mundo parece estar desmoronándose,
00:33:08a veces lo único que puedes hacer es estar ahí. Estar presente para las personas que amas.
00:33:14El sol está comenzando a ponerse cuando José Luis tiene un encontronazo con Victoria. Están en el
00:33:19pasillo principal de la casa grande. Y la tensión entre ellos es tan densa que se podría cortar con
00:33:25un cuchillo. Tus malos modos para los siervos, está diciendo José Luis. Su voz cargada de acusación.
00:33:31Esta obsesión tuya con el control, con el poder. ¿No ves el daño que estás causando? Victoria se pone
00:33:37rígida. Mis malos modos. ¿De eso quieres hablar ahora, cuando hay una muchacha desaparecida? Hablo de eso
00:33:44porque es parte del problema, responde José Luis. Esta casa, esta familia, está fracturada. Y gran parte
00:33:50de esa fractura viene de ti, de tu necesidad de controlarlo todo y a todos. No son malos modos,
00:33:56se defiende Victoria, pero su voz carece de convicción. Entonces, ¿qué son? José Luis se acerca a ella,
00:34:03sus ojos penetrantes. ¿Qué te ha pasado, Victoria? ¿Cuándo te convertiste en esta persona? Victoria abre la boca
00:34:09para responder, pero las palabras no salen, porque la verdad es que no sabe cuándo cambió. Fue gradual,
00:34:16tan lento que no lo notó hasta que fue demasiado tarde. Cada pequeña decisión, cada pequeña traición,
00:34:22cada pequeña mentira, la fue transformando en alguien que ya no reconoce cuando se mira en el
00:34:26espejo. La conversación es interrumpida por un grito desde afuera. Ambos se vuelven, sus diferencias
00:34:32momentáneamente olvidadas, y corren hacia la ventana. Uno de los trabajadores está corriendo hacia la casa,
00:34:38gritando algo ininteligible. José Luis abre la ventana. ¿Qué pasa? ¿Qué está diciendo? Pero el
00:34:43hombre está demasiado lejos, su voz perdida en el viento. José Luis y Victoria corren hacia la puerta
00:34:49principal, saliendo al patio justo cuando el trabajador llega, cadeando por el esfuerzo. Don
00:34:54José Luis, dice el hombre tratando de recuperar el aliento. Necesitamos, necesitamos más hombres en el
00:35:00área oeste. Don Bernardo encontró algo. El corazón de José Luis se acelera. ¿Qué encontró? ¿Es bárbara?
00:35:07No lo sé, señor. Solo dijo que encontró algo importante y que necesita más ayuda. José Luis
00:35:12no pierde tiempo. Reúne a todos los hombres disponibles. Ahora, vamos para allá. Mientras
00:35:17el trabajador corre a cumplir las órdenes, José Luis se vuelve hacia Victoria. Por un momento,
00:35:22sus ojos se encuentran, y hay algo en ese intercambio. Una comprensión tácid, una tregua
00:35:27momentánea. Ve, dice Victoria. Encuéntrala. José Luis asiente y se apresura hacia los establos para
00:35:33tomar su caballo. Victoria se queda parada en el patio, mirando cómo todos corren en diferentes
00:35:38direcciones. Y por primera vez en mucho tiempo, se siente completamente impotente. No hay nada que
00:35:44pueda hacer. Ninguna orden que pueda dar que haga una diferencia en este momento. Lentamente,
00:35:49regresa a la casa. Y mientras camina, pasa junto a una cómoda en el pasillo. Hay algo en esa cómoda.
00:35:55Algo escondido en uno de sus cajones. Algo que Victoria ha guardado en secreto durante mucho
00:35:59tiempo. La cámara hace un zoom hacia la cómoda, sugiriendo que hay un misterio aquí. Algo
00:36:05importante que aún no ha sido revelado. En el área oeste del valle, Bernardo ha hecho un
00:36:10descubrimiento. No es Bárbara. No directamente. Pero es algo que hace que su sangre se enfríe.
00:36:16Es un pedazo de tela. Un pedazo de tela que reconoce porque lo ha visto antes. En el vestido
00:36:20que Bárbara llevaba la última vez que la vio. Mercedes llama a su esposa, quien está buscando unos metros
00:36:26más allá. Ven a ver esto. Mercedes se acerca corriendo. Y cuando ve la tela, su mano vuela a
00:36:31su boca. Es de Bárbara. Estoy segura. Ese vestido. Ese color. Lo sé. Dice Bernardo con voz tensa. Lo que
00:36:39significa que estuvo por aquí. En algún lugar cerca. Los dos miran a su alrededor con renovada
00:36:44urgencia. Si Bárbara estuvo aquí, podría seguir estando cerca. Podría estar herida, escondida, esperando
00:36:51ayuda. ¡Bárbara! Grita Mercedes con toda la fuerza de sus pulmones. ¡Bárbara! Si puedes oírnos.
00:36:57Responde. El silencio que sigue es ensordecedor. Solo el viento moviendo las hojas. El canto distante
00:37:04de algunos pájaros preparándose para la noche. Pero entonces, mientras están a punto de seguir
00:37:09buscando, Bernardo escucha algo. Un sonido débil. Apenas perceptible. ¿Escuchaste eso? Pregunta Bernardo,
00:37:16agarrando el brazo de Mercedes. Ambos se quedan completamente quietos, agusando el oído. Y ahí
00:37:22está de nuevo. Un sonido. ¿Un gemido? ¿Un llanto? Viene de esa dirección, dice Mercedes señalando hacia
00:37:29el este. Se mueven rápidamente en esa dirección, apartando ramas y arbusto. El terreno aquí es
00:37:34irregular, con muchas rocas y pequeñas cuevas formadas por formaciones naturales. ¡Bárbara! Continúa
00:37:40gritando Mercedes. Si estás ahí, haz algún ruido. ¡Lo que sea! Y entonces, lo ven. O más bien,
00:37:47la ven. Bárbara está tirada en el suelo, medio escondida detrás de unas rocas. Su vestido está
00:37:52rasgado y sucio. Su cabello despeinado y lleno de hojas. Está inmóvil. No responde a sus gritos. ¡Dios
00:37:58mío! Grita Mercedes corriendo hacia ella. ¡Bárbara! ¡Bárbara, despierta! Bernardo está justo detrás de ella,
00:38:05su corazón latiendo con fuerza. Se arrodillan junto a la joven y Mercedes inmediatamente comienza
00:38:10a revisar si hay signos vitales. Está respirando, dice Mercedes con alivio, pero está muy débil.
00:38:17Bernardo, necesitamos ayuda. Ahora. Bernardo no lo piensa dos veces. Se levanta y corre hacia donde
00:38:23dejaron los caballos, gritando por ayuda con toda la fuerza de sus pulmones. ¡Aquí! ¡La
00:38:28encontramos! ¡Necesitamos ayuda! Su voz resuena por el valle y pronto escucha respuestas. Voces que se
00:38:34acercan. El sonido de caballos galopando. Mercedes se queda con Bárbara, tratando desesperadamente de
00:38:40despertarla. ¡Vamos, cariño! ¡Despierta! ¡Por favor, despierta! Tu familia te está esperando.
00:38:46Adriana te necesita. Pedrito te necesita. Pero Bárbara no responde. Su rostro está pálido,
00:38:53demasiado pálido, y hay moretones visibles en sus brazos. ¿Qué le pasó? ¿Se cayó? ¿Alguien le hizo
00:38:58daño? Mercedes siente cómo las lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas. ¿Han encontrado a Bárbara?
00:39:03Sí. Pero, ¿en qué condición? ¿Estará bien? ¿Sobrevivirá? Los primeros en llegar son Francisco
00:39:10y Martín, que habían estado buscando en un área cercana. Cuando ven a Bárbara tirada en el suelo,
00:39:15sus rostros palidecen. ¡Martín! Dice Francisco con voz urgente. Ve a buscar al galeno. ¡Rápido! Y
00:39:22trae una camilla. Martín asiente y sale corriendo. Francisco se arrodilla junto a Mercedes, mirando a
00:39:27Bárbara con preocupación. ¿Qué pasó? Pregunta. No lo sabemos, responde Mercedes. La encontramos así.
00:39:33No responde. Francisco toca suavemente el hombro de Bárbara, tratando de despertarla. Señorita
00:39:39Bárbara, soy yo, Francisco. Estás a salvo ahora. Vamos a llevarte a casa. Pero Bárbara permanece
00:39:45inmóvil. Su respiración es superficial, casi imperceptible. Es como si estuviera atrapada en
00:39:51algún lugar entre estar despierta y dormida. Entre la vida y… Y mientras Mercedes y Francisco intentan
00:39:57desesperadamente despertar a Bárbara, en la casa grande, algo más está sucediendo.
00:40:03Pepa ha estado observando todo desde una distancia, sus manos temblando, su rostro pálido como la cera.
00:40:09Hay algo que la está carcomiendo por dentro, algo que sabe pero que no se ha atrevido a decir. Y ahora,
00:40:16viendo a Bárbara tirada ahí, inconsciente, posiblemente muriendo, el peso de ese secreto se
00:40:21vuelve insoportable. Yo la vi, susurra Pepa, tan bajito que casi nadie la escucha. Pero Matilde,
00:40:28que está cerca, sí la escucha. Se vuelve hacia la joven, con los ojos muy abiertos. ¿Qué dijiste?
00:40:34Pepa se lleva las manos a la boca, como si quisiera empujar las palabras de vuelta adentro.
00:40:38Pero ya es demasiado tarde. Ya lo dijo, y ahora no puede retractarse. Yo la vi, repite Pepa,
00:40:44esta vez más fuerte, su voz quebrándose. Vi a Bárbara anoche. La vi salir de la casa pequeña. ¡Dios
00:40:50mío! Pepa vio a Bárbara. Fue testigo de su partida y no dijo nada hasta ahora. Esto lo cambia
00:40:56todo. Mercedes se levanta de inmediato, acercándose a Pepa con pasos rápido. ¿Qué? ¿La viste? ¿Cuándo
00:41:02exactamente? ¿A qué hora? Pepa está temblando ahora, las lágrimas comenzando a rodar por sus
00:41:07mejillas. Era tarde, muy tarde. Todos ya se habían ido a dormir. Yo, yo no podía dormir. Así que salí a
00:41:13tomar un poco de aire y la vi caminando hacia el bosque. ¿Y no dijiste nada? La voz de Mercedes está
00:41:18cargada de incredulidad. Casi de acusación. ¿Por qué no dijiste nada? Porque no sabía. Solloza Pepa.
00:41:25Pensé que solo estaba dando un paseo. Pensé que volvería. No sabía que iba a... Que iba a... No puede
00:41:32terminar la frase. Se derrumba, llorando desconsoladamente. Matilde se acerca y la abraza,
00:41:38sosteniéndola mientras su cuerpo se sacude con los sollozos. Tranquila, dice Matilde con voz suave.
00:41:43No es tu culpa. No podías saber. Pero Pepa sacude la cabeza violentamente. Sí es mi culpa. Debería
00:41:50haber dicho algo. Debería haber ido tras ella. Debería haber... Pepa, interrumpe Mercedes,
00:41:55arrodillándose frente a la joven y tomando sus manos. Mírame. Necesito que me cuentes exactamente
00:42:01qué viste. Cada detalle. Es importante. Pepa toma un respiro tembloroso, tratando de calmarse lo
00:42:07suficiente para hablar coherentemente. La vi salir por la puerta trasera de la casa pequeña. Llevaba...
00:42:13Llevaba una capa oscura. Y caminaba rápido, como si tuviera prisa. Como si estuviera huyendo de algo.
00:42:19¿Viste hacia dónde iba exactamente? Hacia el bosque, responde Pepa. Hacia el norte. Pero lo que más me
00:42:26impactó fue... Fue su cara. Mercedes siente un escalofrío recorrer su espalda. ¿Qué tenía su cara? Pepa la
00:42:32mira con ojos llenos de lágrimas frescas. Llevaba una cara que decía, me quiero morir. Las palabras
00:42:38caen como bombas, explotando en el silencio. Mercedes siente cómo su corazón se encoge
00:42:44dolorosamente. Bárbara salió con esa expresión, con ese nivel de desesperación. ¿Qué estaba pasando
00:42:49por su mente? ¿Qué la llevó a ese punto? Francisco, que ha estado escuchando todo, se acerca a Pepa. A pesar
00:42:56de sus complicaciones románticas, a pesar de todo el drama entre ellos, en este momento solo ve a una
00:43:02joven aterrada y culpándose por algo que no podía controlar. Pepa, dice con voz gentil. Escúchame,
00:43:09tú no causaste esto. ¿Me oyes? Lo que sea que llevó a Bárbara a salir esa noche, no fue tu
00:43:15responsabilidad. Pero podría haberla detenido, insiste Pepa. Podría haber gritado. Podría haber
00:43:21despertado a alguien. ¿Podría haber? Podrías haber hecho muchas cosas, interrumpe Martín, quien también
00:43:27se ha acercado. Todos podríamos haber hecho muchas cosas diferentes, pero vivir en él podría haber no
00:43:32ayuda a nadie. Es extraño ver a Francisco y Martín unidos en esto, trabajando juntos para consolar a
00:43:38Pepa. Los dos hombres que han estado compitiendo por su afecto, ahora unidos en su deseo de ayudarla
00:43:44a lidiar con esta culpa. Mercedes se levanta, procesando toda esta nueva información. Bárbara
00:43:51salió voluntariamente, caminando hacia el bosque con una expresión de desesperación absoluta. ¿Qué
00:43:56pudo haberla llevado a ese punto? ¿Qué estaba pasando en su vida que la hizo sentir que necesitaba
00:44:01huir en medio de la noche? Y entonces, Mercedes piensa en Leonardo, en la complicada relación entre
00:44:06él y Bárbara. En todas las presiones que la joven ha estado enfrentando. La oposición de Don Hernando,
00:44:12las expectativas sociales, el dolor de ver a Leonardo siendo forzado hacia Irene.
00:44:17«Necesito hablar con Leonardo», dice Mercedes de repente. Ahora mismo, pero antes de que pueda
00:44:22moverse, escuchan un sonido que hace que todos se congelen. Es un gemido débil, apenas audible,
00:44:28y viene de Bárbara. Todos se vuelven hacia ella inmediatamente. Sus párpados están temblando,
00:44:33como si estuviera tratando de abrirlos, pero no tuviera la fuerza. Sus labios se mueven ligeramente,
00:44:38formando palabras que nadie puede escuchar. «¡Bárbara!» Mercedes corre de vuelta a su lado. «Bárbara,
00:44:44cariño, si puedes oírme, intenta abrir los ojos». Pero es como si el momento de conciencia hubiera
00:44:50pasado. Bárbara vuelve a quedarse inmóvil, su respiración volviendo a ese ritmo superficial y
00:44:55preocupante. «Necesitamos moverla ahora», dice el galeno, quien ha estado observando todo con
00:45:01expresión grave. Cada minuto que pasa aquí afuera, reduce sus posibilidades. Tiene que estar en una cama,
00:45:07con calor, con atención médica apropiada. Leonardo, quien ha estado parado a un lado,
00:45:13sintiéndose completamente inútil, finalmente encuentra su voz. «Yo la llevaré». Leonardo,
00:45:19no creo que…» Comienza Mercedes, pero Leonardo ya está moviéndose. Con una ternura infinita,
00:45:25Leonardo se agacha y desliza sus brazos debajo del cuerpo de Bárbara. La levanta como si no pesara
00:45:30nada, sosteniéndola contra su pecho. Su cabeza cae contra su hombro y Leonardo puede sentir lo fría
00:45:36que está su piel, incluso a través de su ropa. «No te preocupes», susurra Leonardo contra su cabello.
00:45:42«Te tengo. No voy a dejarte caer. Nunca te voy a dejar caer». El grupo comienza el camino de regreso
00:45:48hacia la casa grande. Es un viaje lento, cuidadoso. Leonardo camina con pasos medidos, cada uno calculado
00:45:54para no sacudir a Bárbara. Sus brazos están comenzando a doler por el peso, pero no le importa.
00:45:59Caminaría mil kilómetros si fuera necesario. Alejo camina junto a él, listo para ayudar si Leonardo
00:46:05necesita un descanso, pero puede ver en los ojos de su amigo que no va a soltar a Bárbara,
00:46:10ni por un segundo, ni por nada en el mundo. ¿Recuerdan cuando ella llegó por primera vez
00:46:15al valle? Dice Alejo de repente, su voz suave en la quietud del bosque. Tan asustada, tan perdida,
00:46:21pero también tan fuerte, tan determinada a proteger a sus hermanos. Leonardo asiente,
00:46:26incapaz de hablar por el nudo en su garganta. «Esa fuerza sigue ahí», continúa Alejo.
00:46:31«Está luchando, Leonardo. Puedo sentirlo. Bárbara no es de las que se rinden fácilmente».
00:46:36«Lo sé», logra decir Leonardo finalmente. «Conozco su fuerza, pero ¿qué si esta vez
00:46:41no es suficiente? ¿Qué si? No», interrumpe Alejo firmemente. «No vamos a pensar así.
00:46:47Vamos a creer que va a estar bien. Tenemos que creerlo». Mientras caminan, Mercedes está pensando
00:46:53en Adriana, en cómo va a reaccionar cuando vea a su hermana de esta manera. La última vez que
00:46:57Adriana vio a Bárbara, estaba bien. Estaba viva. Estaba hablando. Y ahora, alguien debería ir
00:47:04adelante», dice Mercedes. «Preparar a Adriana. No puede verla así, sin advertencia». El shock
00:47:09podría, con el bebé. Rafael, quien ha estado caminando en silencio, asiente. «Yo iré. Hablaré
00:47:16con ella. La prepararé». Rafael se adelanta, moviéndose más rápido ahora que no tiene que
00:47:21ajustar su paso al grupo. Su mente está trabajando, tratando de encontrar las palabras correctas.
00:47:26¿Cómo le dices a una mujer embarazada, una mujer que ya ha sufrido tanto, que su hermana
00:47:31está al borde de la muerte? Cuando llega a la casa grande, encuentra a Adriana exactamente
00:47:36donde esperaba encontrarla. En el vestíbulo, caminando de un lado a otro, incapaz de quedarse
00:47:42quieta. Isabel está con ella, tratando de calmarla, pero es inútil. «¿Rafael?». Adriana
00:47:48se vuelve inmediatamente cuando lo ve entrar. «¿Qué pasó? ¿La encontraron?». Rafael se acerca
00:47:53a ella, tomando sus manos entre las suyas. Puede sentir cómo están temblando. «Sí,
00:47:57mi amor. La encontramos. ¿Dónde está? ¿Está bien? ¿Puedo verla?». «¿Adriana?». Rafael mantiene
00:48:03su voz tranquila, estable. «Necesito que me escuches con mucha atención». «¿La encontramos?».
00:48:08«Sí. Pero su condición es…». «Es grave. Ve cómo el color se drena del rostro de Adriana».
00:48:13«¿Grave? ¿Qué tan grave?». «Rafael, ¿qué tan grave?». «Está inconsciente. No sabemos exactamente qué pasó,
00:48:20pero está muy débil. El galeno está con ella y la están trayendo aquí ahora mismo».
00:48:25Adriana siente cómo sus piernas amenazan con ceder. Rafael la sostiene inmediatamente,
00:48:30ayudándola a sentarse en una silla cercana. «¿Va a… va a morir?», pregunta Adriana,
00:48:35y su voz es tan pequeña, tan asustada, que rompe el corazón de Rafael. «No lo sabemos»,
00:48:40responde Rafael honestamente. «Pero está luchando y vamos a hacer todo lo posible para ayudarla».
00:48:46Isabel se acerca, trayendo un vaso de agua. «Adriana, cariño, tienes que mantener la
00:48:51calma. Por el bebé. Por ti misma. ¿Cómo puedo mantener la calma?».
00:48:55Adriana mira a Isabel con ojos desesperados. «Es mi hermana. Es Bárbara». «Lo sé»,
00:49:00dice Isabel con voz suave. «Lo sé, cariño. Pero Bárbara te necesita fuerte ahora. Cuando
00:49:06despierte, va a necesitar verte entera, no destrozada». «¿Cuándo despierte?», repite Adriana,
00:49:11aferrándose a esas palabras como si fueran un salvavidas. «¿Cuándo?». «No, sí». «¿Cuándo?»,
00:49:17confirma Rafael, aunque en su corazón no está tan seguro. En ese momento, escuchan el sonido de
00:49:22muchas personas acercándose. Adriana se levanta de inmediato, corriendo hacia la puerta. Y ahí está,
00:49:29su peor pesadilla hecha realidad. Leonardo está entrando a la casa, cargando a Bárbara en sus brazos.
00:49:34El vestido de su hermana está rasgado y sucio, su cabello despeinado, su piel tan pálida que parece
00:49:40un fantasma. Y está completamente inmóvil, como una muñeca de porcelana rota. «Bárbara». El grito
00:49:46de Adriana es desgarrador, lleno de todo el dolor y miedo que ha estado acumulando. Corre hacia ellos,
00:49:52pero Rafael la alcanza justo a tiempo. «Adriana, no», dice Rafael sosteniéndola. «Tienes que dejar que
00:49:58el galeno haga su trabajo. Pero es mi hermana». Adriana está luchando contra el agarre de Rafael,
00:50:03tratando desesperadamente de llegar a Bárbara. «¡Suéltame! Tengo que ir con ella,
00:50:08y vas a ir con ella», dice Rafael firmemente. «Pero primero tienen que estabilizarla. Por favor,
00:50:13mi amor, por favor». Leonardo pasa junto a ellos, sus ojos fijos en el frente, moviéndose como un
00:50:20autómata. No puede mirar a Adriana, no puede ver el dolor en sus ojos, porque si lo hace, si se permite
00:50:26sentir esa culpa completamente, se va a derrumbar. «¿Cuál habitación?», pregunta Leonardo, y su voz suena
00:50:32extraña incluso para él mismo. «La primera en el segundo piso», responde José Luis, quien ha aparecido
00:50:38en el vestíbulo. «Ya preparé todo. Hay fuego en la chimenea, mantas extra, todo lo que el galeno
00:50:44pueda necesitar». Leonardo sube las escaleras, todavía sosteniendo a Bárbara con esa ternura
00:50:50infinita. Cada paso se siente como una eternidad. Cuando finalmente llega a la habitación, encuentra que
00:50:56José Luis no estaba exagerando. «El fuego está rugiendo en la chimenea, hay mantas apiladas en
00:51:02la cama, y todo está preparado para cuidar de un enfermo grave». Con mucho cuidado, Leonardo coloca
00:51:08a Bárbara en la cama. Por un momento, sus brazos se sienten extraños, vacíos, sin su peso. Se queda
00:51:14parado ahí, mirándola, incapaz de alejarse. El galeno entra inmediatamente después, seguido de varias
00:51:20sirvientas cargando agua caliente, toallas, y varias hierbas medicinales. «Necesito que todos
00:51:26salgan», dice el galeno con autoridad. «Necesito espacio para trabajar». «No», dice Leonardo, su voz
00:51:32sorprendentemente firme. «No la voy a dejar». El galeno lo mira por un momento, viendo la determinación
00:51:38absoluta en sus ojos. «Muy bien, pero tienes que quedarte fuera del camino, y si te digo que salgas,
00:51:43sales». «¿Entendido?». Leonardo asiente, retrocediendo hacia la pared, pero sin quitar los ojos de Bárbara.
00:51:49El galeno comienza su trabajo, revisando cuidadosamente a Bárbara, murmurando observaciones
00:51:54para sí mismo. Hipotermia severa, deshidratación, contusión en la cabeza, probablemente de una
00:52:01caída, abrasiones en las manos y rodillas, consistentes con arrastrarse o gatear sobre
00:52:06terreno áspero. Cada palabra es como un puñal en el corazón de Leonardo. Bárbara sufrió tanto ahí
00:52:11afuera, estuvo asustada, herida, sola, y él no estuvo ahí para protegerla. «Va, ah, ah». Leonardo no
00:52:18puede terminar la pregunta. El galeno suspira. «Honestamente, no lo sé. Ha perdido mucho calor
00:52:24corporal. Su cuerpo está en shock. Las próximas horas dirán todo. Afuera de la habitación,
00:52:29Adriana está prácticamente siendo contenida por Rafael e Isabel. Está tratando de entrar. Necesita
00:52:35ver a su hermana. Necesita estar con ella. «Adriana, por favor», suplica Rafael. El galeno
00:52:40necesita espacio. «En cuanto puedas entrar, te lo prometo. Serás la primera en saberlo». «¿Y si muere?»,
00:52:46solloza Adriana. «¿Y si muere? Y yo no tuve la oportunidad de decirle cuánto la amo. ¿Y si las
00:52:51últimas palabras que intercambiamos fueron sobre algo trivial y estúpido? No va a morir», dice una
00:52:57voz firme detrás de ellos. Todos se vuelven para ver a Pedrito parado ahí. Su carita está seria,
00:53:02sus manos apretadas en puños a sus lados. «Bárbara no va a morir», repite el niño con una convicción
00:53:08que no coincide con su edad. «Porque ella me lo prometió. Me prometió que nunca me dejaría». Y Bárbara
00:53:14siempre cumple sus promesas. La fe simple y absoluta del niño es desarmante. Adriana se
00:53:20arrodilla, abriendo sus brazos, y Pedrito corre hacia ella. Los dos se abrazan, compartiendo su
00:53:25miedo, pero también su esperanza. «Tienes razón», dice Adriana, su voz todavía temblorosa pero más
00:53:31fuerte. «Bárbara siempre cumple sus promesas». Irene observa toda la escena desde una distancia. Su
00:53:37corazón está destrozado, no solo por Bárbara, sino por Leonardo también. Puede ver el dolor en cada
00:53:43línea de su rostro. Puede sentir la culpa que lo está consumiendo. Se acerca a la puerta de la
00:53:48habitación donde Bárbara está siendo atendida. A través de la pequeña abertura, puede ver a Leonardo
00:53:53parado contra la pared, mirando fijamente a Bárbara, con una expresión de desesperación absoluta. Y en
00:53:59ese momento, Irene toma una decisión. Una decisión que ha estado evitando, que ha estado negando, pero
00:54:05ya no puede seguir mintiéndose a sí misma. Ella ama a Leonardo, no como amigo, no como hermano de
00:54:11crianza. Ella está enamorada de él, profunda, completa, irrevocablemente enamorada. Pero también
00:54:17sabe, mirándolo ahora, que él nunca la verá de esa manera. Su corazón pertenece a Bárbara,
00:54:23completamente, absolutamente. Y nada de lo que Irene haga o diga va a cambiar eso. Es una realización
00:54:29dolorosa, desgarradora. Pero también hay una extraña libertad en aceptarlo, finalmente. En dejar
00:54:36ir algo que nunca fue suyo, para empezar. Te amo, susurra Irene tan bajito, que nadie puede
00:54:42escucharla. Pero te dejo ir, porque tu felicidad es más importante que mi corazón roto. Y con esas
00:54:48palabras, Irene siente como algo dentro de ella se libera. No es el final de su dolor. Ese dolor la va
00:54:55a acompañar durante mucho tiempo. Pero es el comienzo de su sanación. Se aleja de la puerta, dejando a
00:55:00Leonardo con su vigilia solitaria. Encuentra un rincón tranquilo en el pasillo. Y se sienta,
00:55:06abrazando sus rodillas contra su pecho. Y por primera vez desde que todo esto comenzó,
00:55:11Irene se permite llorar. No por Bárbara. No por la situación, sino por ella misma. Por el amor no
00:55:18correspondido. Por el futuro que nunca tendrá. Francisco, quien ha estado ayudando a organizar
00:55:23a todos, la ve llorando. Se acerca silenciosamente y se sienta a su lado. No dice nada. No pregunta
00:55:29que pasa. Solo está ahí. Una presencia silenciosa, pero reconfortante. Gracias,
00:55:34susurra Irene después de un momento. Francisco asiente. De nada. A veces, todos necesitamos a
00:55:40alguien que simplemente esté ahí. Los dos se quedan sentados juntos, dos almas heridas encontrando
00:55:46consuelo en la compañía del otro. Y tal vez, solo tal vez, esto es el comienzo de algo. No de romance.
00:55:52No todavía. Pero de una amistad genuina. De un entendimiento mutuo entre dos personas,
00:55:57que saben lo que es amar a alguien que no puede amarlos de vuelta. Dentro de la habitación,
00:56:02el galeno está haciendo todo lo posible. Ha envuelto a Bárbara en mantas calientes. Ha
00:56:07comenzado a administrarle pequeños sorbos de agua tibia, mezclada con hierbas medicinales.
00:56:12Está monitoreando su pulso, su respiración, cada pequeño cambio.
00:56:17Vamos, señorita, murmura el galeno mientras trabaja. Vamos, lucha. Sé que eres fuerte.
00:56:23Muéstrame esa fuerza ahora. Leonardo observa todo desde su rincón, sintiéndose completamente
00:56:29inútil. Hay tanto que quiere hacer. Tantas cosas que quiere decir. Pero todo lo que puede hacer es
00:56:35estar ahí. Ser testigo. Rezar a cualquier dios que esté escuchando. Y entonces, justo cuando la
00:56:41oscuridad de la noche parece más profunda, justo cuando la esperanza parece más lejana,
00:56:46sucede algo. Los dedos de Bárbara se mueven. Es un movimiento pequeño, casi imperceptible.
00:56:51Pero Leonardo lo ve. Sus dedos, exclama. Se movieron sus dedos. El galeno se acerca
00:56:56inmediatamente, tomando la mano de Bárbara. Señorita Salcedo, ¿puede oírme? Si puede,
00:57:02apriete mi mano. Durante un momento que parece una eternidad, nada pasa. Y entonces, tan débilmente
00:57:07que casi lo pierden, los dedos de Bárbara se cierran ligeramente alrededor de la mano del
00:57:12galeno. Está respondiendo. El galeno no puede ocultar su alivio. Está volviendo. Es una buena
00:57:19señal. Una muy buena señal. Leonardo siente cómo las lágrimas comienzan a rodar por su rostro. Está
00:57:25riendo y llorando al mismo tiempo, abrumado por el alivio. ¿Va a estar bien? ¿Significa que va a
00:57:31estar bien? ¿Significa que está luchando? Responde el galeno. Y que tiene una oportunidad. Una buena
00:57:36oportunidad. Leonardo quiere gritar. Quiere correr y decirle a todos. Quiere abrazar a Bárbara y nunca
00:57:42dejarla ir. Pero se contiene, manteniéndose en su rincón, dejando que el galeno continúe su trabajo.
00:57:48Porque ahora hay esperanza. Débil, frágil, pero real. Bárbara está luchando. Y si hay algo que
00:57:55Leonardo ha aprendido sobre Bárbara Salcedo, es que cuando lucha, cuando realmente lucha,
00:58:01no hay nada en este mundo que pueda detenerla. Mercedes sacude su cabeza, negándose a completar
00:58:06ese pensamiento. Más personas comienzan a llegar. Leonardo es el siguiente, y cuando ve a Bárbara,
00:58:13literalmente se cae de su caballo en su prisa por llegar a ella. ¡Bárbara! Grita cayendo de rodillas
00:58:18junto a ella. ¡No, no, no! ¡Bárbara, por favor! Toma su mano, que está fría al tacto, y la sostiene
00:58:25contra su pecho. Las lágrimas están rodando libremente por su rostro ahora, sin ningún intento
00:58:30de ocultarlas o controlarlas. ¡Por favor! Suplica Leonardo, su voz rota. ¡Por favor, despierte!
00:58:36Te amo. Te amo tanto. Por favor, no me dejes. Alejo llega justo después de Leonardo,
00:58:44y su rostro refleja el mismo horror y preocupación. ¿Está? Está viva, dice Mercedes rápidamente,
00:58:50pero necesita atención médica urgente. Rafael llega con José Luis. Cuando el duque ve la escena,
00:58:56se detiene en seco. Esta joven mujer, prácticamente una niña, tirada en el suelo de esta manera. Es
00:59:02demasiado parecido a cuando encontraron a Julio, cuando ya era demasiado tarde. Que alguien
00:59:06vaya inmediatamente a informar a Adriana, ordena José Luis. Pero con cuidado. No queremos
00:59:11que entre en pánico y se lastime a sí misma o al bebé. Rafael asiente y monta su caballo,
00:59:17dirigiéndose hacia la casa grande. Su mente está acelerada. ¿Cómo le va a decir esto
00:59:21a Adriana? ¿Cómo le va a explicar que encontraron a Bárbara, pero que no está respondiendo?
00:59:26Martín regresa con el galeno y una camilla. El médico inmediatamente comienza a examinar a
00:59:31Bárbara, revisando sus signos vitales, buscando lesiones visibles. Hay que llevarla a la casa
00:59:36inmediatamente, dice el galeno después de su examen inicial. Tiene hipotermia y posible
00:59:42deshidratación. También hay señales de contusiones, como si hubiera caído o sido
00:59:46golpeada. Leonardo ayuda a levantar cuidadosamente a Bárbara y colocarla en la camilla. Es tan ligera,
00:59:52tan frágil. ¿Cuánto tiempo estuvo ahí afuera, sola, asustada, posiblemente herida? Con cuidado,
00:59:59advierte el galeno mientras comienzan a cargar la camilla. Muy, muy cuidadosamente. El grupo
01:00:04comienza el lento viaje de regreso a la casa grande. Leonardo camina junto a la camilla,
01:00:09sin soltar la mano de Bárbara, ni por un segundo. Está hablándole constantemente,
01:00:14diciéndole que está ahí, que está a salvo, que va a estar bien. Aguanta, mi amor, susurra.
01:00:19Solo aguanta un poco más. Ya casi llegamos. Pero Bárbara permanece inmóvil, su rostro pálido,
01:00:25como la muerte contra la tela de la camilla. Cuando finalmente llegan a la casa grande,
01:00:30Adriana está esperando en la entrada. Rafael la ha preparado. Le ha dicho que encontraron a Bárbara,
01:00:36pero que está inconsciente. Pero nada podría haberla preparado realmente para ver a su hermana
01:00:40de esta manera. ¡Bárbara! Grita a Adriana corriendo hacia la camilla. ¡Dios mío, Bárbara!
01:00:45Rafael la agarra antes de que pueda lanzarse sobre su hermana. Adriana, cuidado. Tienes que dejar que
01:00:52el galeno haga su trabajo. Adriana está llorando desconsoladamente, tratando de acercarse a su
01:00:57hermana. ¿Qué le pasó? ¿Por qué no despierta? No lo sabemos aún, dice el galeno con calma profesional.
01:01:04Pero voy a hacer todo lo posible por ayudarla. Necesito que todos se alejen y me den espacio
01:01:09para trabajar. Llevan a Bárbara a una de las habitaciones y el galeno cierra la puerta, dejando
01:01:15a todos afuera esperando, rezando, temiendo lo peor. Adriana se derrumba en los brazos de Rafael,
01:01:21sollozando contra su pecho. Tiene que estar bien. Tiene que estar bien. Lo estará, dice Rafael,
01:01:27aunque su propia voz tiembla con incertidumbre. Es fuerte. Bárbara, es fuerte. Leonardo está apoyado
01:01:33contra la pared, mirando fijamente la puerta cerrada. Irene se acerca a él, poniendo una
01:01:38mano en su hombro. La amas, ¿verdad? Dice Irene suavemente. Leonardo asiente, sin poder hablar.
01:01:44Las palabras están atascadas en su garganta, bloqueadas por la emoción abrumadora. Entonces
01:01:49tienes que creer que va a estar bien, dice Irene. Tienes que tener fe. Pedrito llega corriendo,
01:01:55con Luisa tratando de mantenerlo atrás. Cuando ve a todos los adultos con caras tan serias,
01:01:59tan tristes, su pequeño rostro se descompone. ¿Encontraron a Bárbara? Pregunta con voz
01:02:05temblorosa. Está... está bien. Adriana se agacha para estar a su nivel, limpiándose las lágrimas
01:02:11de la cara. La encontraron, cariño, pero está enferma. El galeno la está curando ahora mismo.
01:02:16¿Puedo verla? Todavía no, pero pronto, te lo prometo. Pedrito se abraza a Adriana y los dos se
01:02:22sostienen mutuamente, compartiendo su miedo, su amor, su esperanza desesperada. Los minutos pasan
01:02:29como horas. Todos están esperando afuera de la habitación, sin atreverse a alejarse,
01:02:33sin atreverse a dejar de esperar noticias. Finalmente, después de lo que parece una
01:02:37eternidad, la puerta se abre y el galeno sale. Su expresión es seria, y todos sienten cómo
01:02:43sus corazones se detienen. ¿Y bien? Pregunta José Luis. ¿Cómo está? El galeno suspira.
01:02:49Está viva, pero su condición es grave. Tiene hipotermia, deshidratación severa y varias
01:02:54contusiones. También hay señales de que pudo haber golpeado su cabeza. ¿Pero va a estar bien?
01:03:00Pregunta Adriana desesperadamente. Es demasiado pronto para saberlo, admite el galeno. Las próximas
01:03:06horas serán críticas. Si logra pasar la noche, sus posibilidades mejoran significativamente. Pero
01:03:12ahora mismo, está luchando. Las palabras caen como piedras, pesadas y finales. Bárbara está luchando
01:03:18por su vida. Después de todo lo que han pasado para encontrarla, después de toda la esperanza,
01:03:23ahora tienen que enfrentar la posibilidad de que tal vez no la logren salvar. Leonardo se desliza por
01:03:29la pared hasta quedar sentado en el suelo, su cabeza entre sus manos. Esto es mi culpa. Murmura.
01:03:35Todo esto es mi culpa. No. Dice Irene firmemente, arrodillándose junto a él. No es tu culpa. No sabes
01:03:42qué pasó. No sabes por qué salió. Pero debería haberlo sabido, insiste Leonardo. Debería haber
01:03:48estado ahí. En la habitación, Bárbara yace inmóvil en la cama. Su respiración es superficial. Su piel
01:03:54pálida. Hay mantas apiladas sobre ella, tratando de combatir la hipotermia. Pero aún así, su cuerpo
01:04:00tiembla ligeramente. ¿Qué le pasó ahí afuera? ¿Por qué salió en la noche? ¿Se perdió? ¿Alguien la
01:04:06lastimó? Las preguntas flotan en el aire, sin respuestas. Y mientras todos esperan, rezando por un
01:04:12milagro, la noche cae sobre Valle Salvaje, envolviendo todo en oscuridad. La batalla de
01:04:17Bárbara por su vida acaba de comenzar. Y todos los que la aman están ahí, esperando, rezando,
01:04:24negándose a perder la esperanza. Porque en Valle Salvaje, la familia no se rinde. No importa cuán
01:04:29oscura sea la noche. No importa cuán imposible parezca la situación. Siguen luchando. Siguen creyendo.
01:04:36Siguen amando. Y Bárbara, en algún lugar profundo de su inconsciencia, puede sentir ese amor. Puede sentir
01:04:42todas esas personas rogando por ella, luchando por ella, negándose a dejarla ir. La pregunta
01:04:47es, ¿será suficiente? ¿Podrá Bárbara encontrar su camino de regreso? ¿O esta será la tragedia
01:04:53final que rompa a esta familia para siempre? Y ahí lo tienen. Queridos espectadores, qué capítulo
01:04:59tan devastador, tan desgarrador de Valle Salvaje. Pueden creer todo lo que acabamos de presenciar.
01:05:06Bárbara ha sido encontrada, pero está luchando por su vida. Leonardo está destrozado, culpándose
01:05:12a sí mismo por no haber estado ahí para protegerla. Adriana está al borde del colapso,
01:05:16temiendo perder a otra persona que ama. Y toda la familia, toda la comunidad de Valle
01:05:21Salvaje, está unida en su preocupación por esta joven que ha tocado tantos corazones.
01:05:26Pero déjenme preguntarles, ¿qué creen que le pasó a Bárbara ahí afuera? ¿Creen que
01:05:30salió voluntariamente y se perdió? ¿O creen que alguien le hizo daño? Del 0 al 10, ¿qué
01:05:36tan preocupados están por su recuperación? ¿Y qué hay de Leonardo? Él está destrozado,
01:05:41culpándose por todo. ¿Creen que tiene razón en sentirse culpable? ¿O creen que, como dice Alejo,
01:05:47algunas cosas simplemente están fuera de nuestro control? Quiero leer sus opiniones en los
01:05:52comentarios. Díganme qué pensaron de este capítulo explosivo. ¿Qué fue lo que más les impactó? ¿Qué
01:05:58escena les rompió el corazón? ¿Qué revelación no vieron venir? ¿Y qué opinan de Victoria en este
01:06:04capítulo? Vimos un momento de vulnerabilidad cuando compartió ese instante con José Luis,
01:06:09preocupándose genuinamente por la familia Salcedo. ¿Creen que está realmente cambiando? ¿O es solo
01:06:14una actuación más de esta mujer que ha mentido tantas veces? Y no podemos olvidar ese zoom misterioso
01:06:20hacia la cómoda. ¿Vieron eso? ¿Qué estará escondiendo Victoria ahí? ¿Será algo relacionado con la
01:06:26desaparición de Bárbara? ¿O es otro secreto oscuro de esta mujer que parece tener un armario lleno de
01:06:31esqueletos? ¿Y qué hay de la teoría de Alejo sobre Tomás? ¿Creen que el ladrón fugitivo podría estar
01:06:37involucrado en esto? ¿O es solo una coincidencia que ambos desaparecieran con días de diferencia?
01:06:43Y si les gustó este resumen, no olviden darle like y suscribirse al canal. Así no se perderán
01:06:49ningún detalle de lo que viene en Valle Salvaje. Porque créanme, esto es solo el comienzo. Quedan
01:06:54muchas más sorpresas, muchos más giros, mucha más emoción por delante. Nos vemos en el próximo
01:07:01capítulo, donde descubriremos qué consecuencias enfrentará Úrsula en su juicio, cómo continuará
01:07:07la relación de Rafael y Adriana y qué nuevos secretos saldrán a la luz. Hasta la próxima,
01:07:13queridos espectadores de Valle Salvaje.
Be the first to comment
Add your comment

Recommended

47:41