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Valle Salvaje Leonardo y Tomás la noche de los secretos prohibidos EnglishMovie cdrama drama engsub chinesedramaengsub movieshortfull
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00:00Leonardo y Tomás. La noche de los secretos prohibidos. En el corazón del palacio de los
00:16duques de Luján, una sola noche desata un torbellino de pasiones, traiciones y redenciones imposibles.
00:22Tomás, dispuesto a todo por limpiar el nombre de su padre, se adentra en la capilla prohibida
00:30para robar una reliquia que oculta la verdad. Pero su destino se cruza con el de Leonardo,
00:38un hombre quebrado por el orgullo y el peso de su linaje.
00:44Mientras tanto, Irene lucha contra el mandato de un matrimonio forzado, Bárbara se consume en su
00:51desesperación, y Luisa paga con lágrimas el precio de una promesa que no entiende.
00:57En los salones, el poder cambia de manos, en los pasillos, la rebelión se gesta en silencio,
01:04y en la oscuridad, un solo grito rompe el equilibrio del palacio.
01:11Nada volverá a ser igual en Valle Salvaje, donde cada secreto tiene un precio y cada alma aguarda
01:16una herida. El aire en el palacio de los duques de Luján se había vuelto denso,
01:23casi irrespirable, cargado con el peso de las palabras no dichas y los secretos que supuraban
01:29por las grietas doradas de sus muros. Cada pasillo era un testigo silencioso de las
01:36conspiraciones que se tejían en la penumbra, cada salón un escenario para las batallas de
01:41voluntades que se libraban con sonrisas heladas y miradas afiladas como dagas.
01:47La noche caía sobre Valle Salvaje, pero en el interior del palacio, nadie encontraría descanso.
01:56La oscuridad era simplemente un velo para ocultar los movimientos desesperados de almas
02:01atrapadas en una jaula de oro y deber.
02:03Tomás sentía el latido de su propio corazón como un tambor de guerra en sus oídos.
02:14El sudor frío perlaba su frente mientras repasaba, una y otra vez, cada detalle del
02:20plan en el lienzo oscuro de su mente. No era un simple robo, era un acto de redención,
02:28la única llave que podría abrir la puerta a un futuro que se le había negado.
02:33El objeto de su deseo, la antigua talla de madera del arcángel Miguel, una reliquia
02:41olvidada en un rincón polvoriento del ala oeste, era más que un trozo de arte.
02:49Era la prueba que necesitaba, la pieza que exoneraría a su padre de una acusación injusta
02:54que lo había consumido en vida y que seguía manchando su memoria.
02:57La talla contenía un compartimento secreto, y dentro, una carta que lo cambiaría todo.
03:09Pero para llegar a ella, necesitaba un peón, una distracción, un sacrificio. Y ese sacrificio
03:16tenía nombre, Luisa. La encontró en la lavandería, sus manos enrojecidas por el trabajo, pero
03:24su mirada perdida en un punto lejano, una ventana que solo mostraba la negrura creciente
03:29del exterior. Su rostro era un mapa de miedo y resignación. Tomás se acercó, su sombra
03:38cubriéndola antes de que sus palabras lo hicieran.
03:42Es esta noche, Luisa. No hay más tiempo. Ella se estremeció, volviéndose hacia él.
03:51Sus ojos, normalmente llenos de una luz dulce y resiliente, ahora eran dos pozos de pánico.
04:01Tomás, por favor. Alejo sospecha. Me mira como si ya no me conociera. Si me descubre contigo
04:07otra vez, lo perderé para siempre.
04:12No puedo hacer esto. La voz de Tomás se endureció, un filo de acero forjado en la desesperación.
04:21Se apoderó suavemente de sus brazos, su toque una mezcla de súplica y amenaza. No tiene selección.
04:31¿Crees que yo quiero ponerte en esta situación? ¿Crees que disfruto viendo el miedo en tus ojos?
04:35Todo lo que hago es por mi familia, por limpiar un nombre que fue arrastrado por el fango por la
04:40misma gente que ahora pasea por estos salones con la cabeza alta. Necesito que distraigas a doña
04:48Isabel. Habla con ella sobre los nuevos bordados, sobre el tiempo, sobre cualquier cosa.
04:54Solo necesito 20 minutos. 20 minutos, Luisa, y todo habrá terminado. Seremos libres.
05:05La palabra libres colgó en el aire, una promesa tan tentadora como venenosa. Luisa miró las manos
05:12de Tomás, luego las suyas. Estaban atrapados, ambos, en una red que no habían tejido. Asintió,
05:23una capitulación silenciosa. El precio de la libertad de Tomás podría ser su propia felicidad,
05:31pero el camino de la negación ya estaba cerrado.
05:33Mientras tanto, en los opulentos salones del piso superior, se libraba una guerra mucho
05:41más silenciosa pero igual de devastadora.
05:46Bárbara, con el rostro pálido y los ojos hinchados por lágrimas que ya no se molestaba
05:50en ocultar, se enfrentó a Irene.
05:53La tensión entre ellas era una cuerda a punto de romperse. Tienes que hacerlo. Suplicó
06:01Bárbara, su voz un susurro roto.
06:07Tienes que casarte con Leonardo. Irene la miró, la incredulidad luchando contra la compasión.
06:16Ver a Bárbara, siempre tan fuerte y controlada, reducida a esta figura temblorosa era desconcertante.
06:23Bárbara, ¿te estás escuchando? ¿Después de todo lo que ha pasado? ¿Después de que
06:29él me haya dejado claro que me desprecia? ¿Quieres que me ate a un hombre que cree que
06:33soy una traidora?
06:37Es la única manera de detener este sufrimiento. Exclamó Bárbara, agarrando las manos de Irene
06:42con una fuerza febril.
06:44Don Hernando no se detendrá. Nos está aplastando, a él y a mí. Su obsesión por esta unión
06:52es una enfermedad que nos está consumiendo a todos.
06:58Leonardo, él no te odia, Irene. Se odia a sí mismo por amarte. Está atrapado entre
07:03su deber hacia su padre y lo que su corazón le grita.
07:06Si te casas con él, si entras en su vida de forma definitiva, podrás romper las cadenas
07:14que su padre le ha impuesto.
07:19Podrás salvarlo, y al salvarlo a él, nos salvarás a todos. Por favor, Irene, te lo ruego no como
07:25una rival, sino como una mujer que ya no puede soportar más dolor.
07:29La sinceridad en la voz de Bárbara era una lanza que atravesó las defensas de Irene.
07:39No era una trampa. Era una rendición. Una petición de ayuda desesperada. La idea era
07:44monstruosa, un sacrificio en el altar de una paz incierta. Pero la imagen del tormento en los ojos
07:53de Leonardo, esa furia que era solo una máscara para un dolor profundo, la asaltó.
07:59¿Y si Bárbara tenía razón? ¿Y si la única forma de llegar a él era cruzar la línea que él mismo
08:06había trazado en la arena? Con el corazón palpitando con una nueva y terrible resolución,
08:14Irene buscó a Leonardo. Lo encontró en la biblioteca, de espaldas a la puerta,
08:21contemplando la oscuridad a través del gran ventanal. La rigidez de su postura hablaba de una
08:29tensión insoportable. Leonardo, dijo ella, su voz más firme de lo que se sentía.
08:38Él se giró lentamente. Su rostro era una máscara de fría indiferencia,
08:42pero sus ojos delataban la tormenta interior.
08:44¿Qué quieres, Irene? ¿Has venido a disfrutar del espectáculo de mi humillación? Bárbara ha hablado
08:53conmigo. Me ha pedido, me ha suplicado que me case contigo. Una risa amarga y sin alegría escapó de
09:02los labios de Leonardo. Ah, Bárbara, siempre tan dispuesta al sacrificio. ¡Qué conmovedor! ¿Y tú
09:11qué has decidido? ¿Aceptarás el papel de mártir para satisfacer los planes de mi padre?
09:19El desdén en su voz era como un golpe físico. Irene sintió como la ira comenzaba a arder,
09:24quemando la vacilación. ¿De verdad crees que se trata de eso? ¿Crees que soy tan superficial,
09:33tan manipuladora? Mírame, Leonardo, mírame de verdad, por una vez. No soy tu enemiga.
09:42Nunca lo he sido. Te amo, y me está matando ver cómo te destruyes. ¿Cómo dejas que el veneno
09:47de tu padre te consuma? El amor no es suficiente. Replicó él, su voz elevándose, el control finalmente
09:57rompiéndose. El amor no borra la traición. El amor no repara la confianza rota. ¿Qué esperas que
10:06haga? ¿Que olvide todo y corra tus brazos mientras mi padre maneja los hilos, moviéndonos a ambos como
10:11a sus marionetas personales? Entonces corta los hilos, gritó Irene, dando un paso hacia él,
10:20sus ojos brillando con lágrimas de frustración. Sé el hombre que sé que eres, no la sombra de tu
10:28padre. Lucha por nosotros, o si no puedes luchar por nosotros, al menos lucha por ti mismo.
10:34Él la miró, una batalla campal librándose en su interior. El anhelo, la duda, el orgullo herido,
10:45el amor que se negaba a morir. Pero el muro que había construido a su alrededor era demasiado alto,
10:53demasiado grueso. Se apartó, dándole la espalda de nuevo. Vete, Irene. Por favor, vete.
11:05El rechazo fue tan absoluto, tan final, que Irene sintió como si el suelo desapareciera bajo sus
11:10pies. Se dio la vuelta, con el corazón hecho pedazos, y huyó de la biblioteca, dejando a
11:19Leonardo solo con los fantasmas de lo que podrían haber sido. Mientras tanto, la maquinaria de poder
11:27del palacio seguía girando, Adriana y Rafael saboreaban su victoria.
11:33El nuevo acuerdo con José Luis les otorgaba un control sin precedentes sobre las finanzas y la
11:39gestión de las propiedades, marginando efectivamente a Victoria.
11:42Rafael, sintiéndose magnánimo en su triunfo, se acercó a su tío. Tío José Luis, ahora que las
11:53cosas están más calmadas, quizás sea el momento de tender un puente.
11:56Alejo es un buen hombre. Un malentendido no debería separaros para siempre. José Luis,
12:06que estaba revisando unos documentos, ni siquiera levantó la vista.
12:09Su voz era gélida. Ese buen hombre cuestionó mi honor y mi juicio. Hay puentes que, una vez
12:19quemados, no deben reconstruirse. El tema está zanjado. Su tono no admitía réplica. Rafael
12:28comprendió que había heridas demasiado profundas para sanar con simples palabras. Esta nueva dinámica
12:36de poder había convertido a Victoria en una leona enjaulada. Frustrada, humillada y despojada de su
12:42influencia, canalizó toda su rabia hacia el eslabón más débil que pudo encontrar. Martín, el joven
12:49ayudante de cocina. Lo sometió a un castigo desproporcionado por una nimiedad, obligándolo
12:57a fregar los suelos de piedra del patio exterior en la noche fría, una tarea interminable y humillante.
13:06Pero la tiranía de Victoria había llegado a un punto de quiebre. En las cocinas, el personal
13:11murmuraba, sus rostros sombríos por la injusticia. La solidaridad, esa fuerza silenciosa de los
13:21oprimidos, había fermentado hasta convertirse en rebelión. Martín, con las manos agrietadas
13:29y el cuerpo dolorido, finalmente se hirió. Ya no tenía nada que perder.
13:37No más. Dijo en voz baja, pero con una claridad que resonó en toda la cocina. No voy a seguir
13:43soportando esto. Dejó caer el cepillo con un ruido sordo y se dirigió hacia la puerta,
13:50con la intención de enfrentarse a la duquesa. Los demás lo observaron, una mezcla de miedo
13:59y admiración en sus ojos. Sabían que ese acto de valentía tendría consecuencias, pero
14:04no podían imaginar cuán graves serían, ni cómo la onda expansiva de esa confrontación
14:09alcanzaría a Adriana, a quien Victoria ya consideraba la instigadora de toda su desgracia.
14:14En otra parte del palacio, la lealtad y el amor eran puestos a prueba de la forma más
14:23cruel. Alejo, con el corazón encogido por la duda, había seguido a Luisa a distancia.
14:31La había visto hablar con Tomás, había visto la angustia en su rostro y la presión en los
14:36gestos de él. Ahora, la vio escabullirse hacia el ala oeste. Su mente, envenenada por
14:44la sospecha, solo podía llegar a una conclusión. La encontró de nuevo con Tomás, esta vez
14:53cerca de la galería de los retratos, susurrando febrilmente.
15:00Luisa, la voz de Alejo fue un latigazo. Ambos se giraron, congelados. La expresión en el
15:07rostro de Alejo era de una profunda y amarga traición.
15:09Así que esto es todo. Dijo él, su voz temblando de dolor. No eran encuentros casuales.
15:22Hay algo entre vosotros. Todas tus excusas, tus mentiras. Alejo, no es lo que piensas. Suplicó
15:29Luisa, dando un paso hacia él. Pero él retrocedió como si ella lo quemara.
15:34No, ya no pienso nada. Solo veo, y lo que veo me rompe el corazón. No me busques más,
15:43Luisa.
15:46Se acabó. Se dio la vuelta y se marchó, cada paso un martillazo en el ataúd de su relación.
15:55Luisa se quedó allí, devastada, las lágrimas corriendo por sus mejillas. Tomás la miró,
16:01su rostro una mezcla de culpa y férrea determinación.
16:08Lo siento, Luisa, te juro que lo arreglaré. Pero ahora, tengo que terminar esto. Por favor.
16:17Rota y sin nada más que perder, Luisa se recompuso como pudo y continuó con su parte del plan.
16:22Se dirigió a los aposentos de Doña Isabel, dejando a Tomás solo en el pasillo silencioso,
16:32frente a la puerta de la pequeña capilla donde se guardaba la talla.
16:38El momento había llegado. El corazón de Leonardo era un nudo de hielo y fuego. Las palabras de Irene,
16:44lucha por nosotros, resonaban en su cabeza, un eco doloroso de todo lo que había perdido por culpa
16:50de su propio orgullo. Incapaz de quedarse quieto, salió de la biblioteca y comenzó a caminar sin
16:59rumbo por los pasillos del palacio, un fantasma atormentado en su propia casa.
17:04Sus pasos lo llevaron instintivamente hacia el ala oeste, una zona tranquila y raramente visitada,
17:13un lugar donde esperaba encontrar el silencio que su alma anhelaba.
17:20Mientras tanto, Tomás forzaba la cerradura de la capilla. El clic metálico fue ensordecedor
17:25en el silencio sepulcral. Se deslizó dentro. La habitación estaba fría y olía a incienso
17:33viejo y a polvo. A la luz de la luna que se filtraba por un vitral, vio su objetivo,
17:40la talla del arcángel Miguel sobre un pequeño altar. Era más pequeña de lo que recordaba,
17:47pero su presencia era imponente. Con manos temblorosas, la tomó.
17:55Le dio la vuelta, buscando el mecanismo oculto que su padre le había descrito en susurros febriles
18:00en su lecho de muerte. Allí estaba, una pequeña imperfección en la madera. Presionó. Un compartimento
18:10se abrió, revelando una carta doblada y amarillenta por el tiempo. El alivio lo inundó, una ola tan
18:19poderosa que casi lo hizo caer de rodillas. Lo había conseguido.
18:23La prueba, la libertad. En ese preciso instante, la puerta de la capilla se abrió con un suave gemido.
18:36Tomás se congeló, la carta en su mano, el corazón detenido en su pecho. Se giró lentamente,
18:43esperando ver a un guardia, a un sirviente, a cualquiera que pudiera sellar su destino.
18:48Pero la figura que se recortaba en el umbral, bañada por el pálido resplandor del pasillo,
18:56no era la de un guardia.
19:01Era Leonardo. Sus miradas se encontraron a través de la penumbra. El shock fue mutuo y absoluto.
19:10Leonardo, con el rostro endurecido por su propia angustia, vio a Tomás con la reliquia en las manos
19:16y la carta que acababa de sacar de ella. Vio la culpa, el miedo y la desesperación en los ojos
19:24del otro hombre. El tiempo pareció detenerse. El primer instinto de Leonardo fue gritar, llamar
19:33a los guardias, exponer al ladrón. Era su deber, el señor de la casa. Pero entonces, vio algo más.
19:43Vio en Tomás, no a un simple criminal, sino a un hombre acorralado, un hombre que arriesgaba todo
19:50por algo que claramente significaba más que el oro. Vio un reflejo distorsionado de sí mismo. Un
19:58hombre luchando, de una manera equivocada y desesperada, contra un destino injusto.
20:03Las palabras de Irene volvieron a él. Sé el hombre que sé que eres. Tomás, esperando el grito que lo
20:13condenaría, vio cómo la expresión de Leonardo cambiaba. La furia inicial se disolvió en algo
20:22indescifrable. ¿Comprensión? ¿Duda? ¿Quizás incluso piedad?
20:26¿Qué es eso? Preguntó Leonardo, su voz un susurro ronco, no una acusación, sino una pregunta
20:36genuina. Señaló la carta. Tomás tragó saliva, su mente corriendo a una velocidad vertiginosa.
20:48Podía mentir, podía intentar huir, o podía decir la verdad. Miró a los ojos de Leonardo y tomó una
20:54decisión. Es la prueba, dijo, su voz temblorosa pero firme. La prueba de que mi padre fue inocente.
21:06El marqués de Balbuena, su propio abuelo, lo acusó falsamente de traición para robarle sus tierras.
21:16Esta carta, escrita por el propio marqués, lo confiesa todo. La escondió aquí, en una talla
21:22religiosa, como una retorcida broma a Dios. Mi padre murió con su nombre deshonrado. Yo solo,
21:32solo quiero limpiarlo. Leonardo escuchó, su rostro impasible, pero algo en su interior se resquebrajó.
21:41La historia de una injusticia familiar, de un padre cuyo honor había sido manchado,
21:46resonó en lo más profundo de su ser. Su propia lucha con don Hernando, su propio sentido del honor
21:55pisoteado, todo convergió en ese momento, en esa capilla oscura.
22:03Vio el abismo que lo separaba de Tomás, pero también el puente de un dolor compartido.
22:08En ese momento, desde el patio principal, un grito desgarrador rompió la quietud de la noche.
22:20Martín se había enfrentado a Victoria frente al salón principal, justo cuando ella salía,
22:25satisfecha de su pequeño acto de crueldad.
22:27Basta ya, señora duquesa, había dicho él, su joven voz cargada de una dignidad que superaba su
22:37posición. No soy su esclavo, ninguno de nosotros lo es. Este castigo es injusto y no lo toleraré más.
22:49Victoria, sorprendida por la audacia, se recuperó rápidamente, su rostro contorsionado por la furia.
22:57¿Insolente? ¿Cómo te atreves a hablarme así, miserable? Aprenderás lo que es el respeto.
23:07Levantó la mano para abofetearlo, pero una voz la detuvo. Victoria, José Luis había aparecido,
23:14atraído por el ruido, con Adriana y Rafael pisándole los talones.
23:21Vio la escena, su esposa a punto de golpear a un sirviente, el joven desafiante pero aterrorizado,
23:28y el resto del personal observando desde las sombras.
23:34Este, este gusano se ha atrevido a desafiar mi autoridad, si se o Victoria. Y seguro que ha sido
23:40instigado por tu sobrina, que no hace más que llenarles la cabeza de ideas rebeldes.
23:48Fue el error fatal de Victoria. Al intentar culpar a Adriana,
23:51desvió el foco de la insubordinación de Martín a su propia crueldad.
23:58José Luis miró el estado de Martín, sus manos en carne viva, su ropa húmeda en la noche fría.
24:07Miró la expresión de odio en el rostro de su esposa, y por primera vez en mucho tiempo,
24:11la vio con claridad. Vio la amargura, la mezquindad, la tiranía que había permitido que creciera bajo su techo.
24:21Suficiente, Victoria, dijo, su voz tranquila pero con un filo de acero. El castigo ha terminado.
24:35Martín, vuelve a las cocinas. Y a partir de mañana, Adriana se encargará de la gestión de todo el personal de servicio.
24:42Tus decisiones, Victoria, han demostrado ser, perjudiciales para la moral de esta casa.
24:54El golpe fue devastador. Fue una humillación pública, una anulación completa de su poder.
25:03Victoria lanzó una mirada de puro veneno a Adriana antes de darse la vuelta y subir las escaleras, derrotada.
25:09El grito que habían oído Leonardo y Tomás había sido el suyo. Un alarido de rabia impotente desde la seguridad de sus aposentos.
25:21En el patio, un silencio atónito fue seguido por un murmullo de alivio. Martín había ganado.
25:30Y con él, todos los demás. De vuelta en la capilla, el grito había roto el hechizo.
25:39Leonardo miró hacia la puerta. Luego de nuevo a Tomás. Tomó una decisión que cambiaría el curso de su propia vida.
25:49Vete. Dijo en voz baja. Coge la carta y vete por la puerta trasera del jardín. Nadie te verá.
25:55Tomás lo miró, incrédulo. ¿Por qué? Porque mi familia ya le debe demasiado a la tuya. Respondió Leonardo, su voz cargada de un peso que Tomás no podía comprender del todo.
26:09Y porque un hombre debe poder luchar por el honor de su padre. Ahora, desaparece antes de que cambie de opinión.
26:21Sin esperar respuesta, Leonardo salió de la capilla y cerró la puerta, dejando a Tomás dentro.
26:27Se apoyó contra la pared fría del pasillo, el corazón latiéndole con fuerza. Por primera vez en meses, no había actuado como el hijo de don Hernando, sino como él mismo.
26:40Y en ese acto de inesperada gracia, sintió que una pequeña parte de su alma, que creía muerta, volvía a la vida.
26:53Tomás no perdió un segundo. Salió por donde Leonardo le había indicado y se perdió en la noche, con la carta que era su futuro a salvo en su bolsillo.
27:04Fue a buscar a Luisa. La encontró llorando en un rincón del jardín, sola y desolada.
27:10Cuando lo vio, se levantó de un salto. Tomás, ¿qué ha pasado? Él le mostró la carta.
27:21Lo tengo, Luisa, lo conseguí, soy libre, y tú también. Luego, le contó rápidamente la verdad de su encuentro con Alejo y por qué necesitaba su ayuda.
27:32No había traición, solo desesperación. Tienes que encontrarlo, dijo Tomás. Tienes que explicarle.
27:44El amor como el vuestro no merece morir por las mentiras de otros. Con una última mirada de gratitud, Tomás desapareció.
27:55Luisa, con el corazón lleno de una nueva y frágil esperanza, corrió a buscar a Alejo.
28:02Lo encontró ensillando su caballo, dispuesto a marcharse del palacio para siempre.
28:10Entre lágrimas y palabras atropelladas, le contó toda la verdad. La injusticia cometida contra el padre de Tomás, la carta, la desesperación.
28:20Alejo la escuchó, y a medida que ella hablaba, la dura máscara de la traición en su rostro se fue desmoronando, reemplazada por la comprensión y un profundo arrepentimiento.
28:34Luisa, perdóname. Susurró, atrayéndola hacia sí. Fui un necio, estaba tan ciego de celos que no quise ver la verdad.
28:46Se abrazaron bajo la luz de la luna, un perdón silencioso sellando las heridas que casi los habían separado para siempre.
28:55Leonardo, mientras tanto, volvió sobre sus pasos, pero en lugar de a sus aposentos, se dirigió a los de Irene.
29:09Entró sin llamar. Ella estaba junto a la ventana, la misma postura que él había adoptado antes en la biblioteca.
29:15Se giró al oírlo entrar, preparada para otra batalla. Pero el hombre que tenía delante ya no era el mismo.
29:27La frialdad había desaparecido de sus ojos, reemplazada por una vulnerabilidad que la dejó sin aliento.
29:36Tenía razón, Irene. Dijo, su voz apenas un susurro. He estado dejando que el odio de mi padre me definiera.
29:45He estado construyendo muros para no sentir nada, y casi te pierdo en el proceso.
29:55Dio un paso hacia ella. Y otro, no quiero ser la sombra de mi padre. Quiero ser el hombre que merezca tu amor.
30:04Y voy a luchar por nosotros. Si todavía me quieres. Las lágrimas brotaron de los ojos de Irene, pero esta vez eran de alivio.
30:15Corrió hacia él y se arrojó a sus brazos, y él la sostuvo con una fuerza que era a la vez protectora y desesperada.
30:24Siempre. Susurró ella contra su pecho.
30:27Siempre te he querido. Entonces nos casaremos.
30:31Dijo él, apartándola para mirarla a los ojos.
30:33Pero no será bajo los términos de mi padre. Será bajo los nuestros. Juntos, le haremos frente.
30:45Juntos, construiremos nuestro propio futuro.
30:48En ese momento, en esa habitación, con el caos del palacio finalmente asentándose en un nuevo orden,
30:54dos almas que se habían perdido en la oscuridad encontraron el camino de vuelta a la luz, de vuelta el uno al otro.
31:04La noche en Valle Salvaje había comenzado con la promesa de ruina y desesperación.
31:08Pero a medida que el primer y tímido resplandor del alba comenzaba a teñir el horizonte,
31:16traía consigo el eco de los secretos revelados, de las injusticias reparadas y de un amor que,
31:22tras haber sobrevivido a la más dura de las tormentas, demostró ser inquebrantable.
31:26El futuro seguía siendo incierto, pero por primera vez en mucho tiempo,
31:33para aquellos que habían luchado por él, estaba lleno de esperanza.
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