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Valle Salvaje capítulo 278 Huida desesperada y cara a cara EnglishMovie cdrama drama engsub chinesedramaengsub movieshortfull
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00:00Avance Valle Salvaje, huida desesperada y cara a cara, capítulo 278, viernes 17 de octubre.
00:22Avance del capítulo 278 de Valle Salvaje, que se emite el viernes 17 de octubre, con vídeo
00:28incluido. José Luis amenaza con expulsar a Victoria si pone en riesgo a su nieto, mientras
00:37Leonardo propone a Bárbara escapar lejos del valle. El silencio que siguió al desmayo
00:46de Adriana fue un ente vivo, una criatura con garras heladas que se aferró a la garganta
00:51de cada persona en el salón. El estruendo sordo de su cuerpo contra la alfombra persa
01:00resonó más que cualquier grito, un punto final abrupto a una discusión que había escalado
01:05con la virulencia de una tormenta de verano. Victoria se quedó petrificada, con la boca
01:13entreabierta y las palabras de furia muriendo en sus labios. Sus ojos, antes encendidos por
01:23la ira, ahora reflejaban una pálida imagen de pánico.
01:31José Luis fue el primero en reaccionar. El duque, cuyo rostro había sido una máscara
01:36de contenida frustración, se rompió en mil pedazos, revelando al padre aterrorizado que
01:41yacía debajo.
01:46Adriana, su voz fue un rugido de angustia mientras se arrodillaba junto a su hija, sus manos torpes
01:52buscando un pulso, un signo de vida.
01:59Rafael, que había observado la disputa con una creciente alarma, se lanzó a su lado, su
02:04conocimiento médico tomando el control.
02:11Apartaos todos, necesita aire, ordenó, su voz firme cortando la parálisis general.
02:21Mercedes, con el rostro bañado en lágrimas silenciosas, se arrodilló al otro lado, tomando
02:27la mano lánguida de Adriana, susurrando su nombre como una letanía.
02:34La mirada de José Luis se levantó del rostro pálido de su hija y se clavó en Victoria.
02:44Fue una mirada que trascendió el odio. Era un juicio, una condena forjada en el fuego
02:49del miedo más primordial de un padre.
02:51Victoria retrocedió un paso, como si la intensidad de esa mirada la hubiera golpeado físicamente.
03:05El aire crepitaba con la acusación no pronunciada. Ella, con su veneno y su ambición, había
03:12provocado esto. Ella era la culpable. Los sirvientes, atraídos por el alboroto, se agolpaban en la
03:22puerta, sus rostros una mezcla de miedo y curiosidad morbosa.
03:29El desmayo de la heredera no era un simple evento. Era un terremoto que sacudía los cimientos
03:35mismos de Valle Salvaje. Cuando finalmente el médico del pueblo llegó y Adriana fue llevada
03:44con sumo cuidado a sus aposentos, con órdenes estrictas de reposo absoluto y vigilancia constante,
03:51José Luis acorraló a Victoria en la biblioteca. Cerró las pesadas puertas de roble con un golpe
03:59seco que hizo vibrar los libros en sus estanterías. Esto ha sido obra tuya. Siseó, su voz baja y
04:09temblorosa de una furia que apenas podía contener. Tu obsesión, tu veneno constante contra esa gente.
04:19Casi matas a mi hija. Victoria, habiendo recuperado una fracción de su compostura,
04:25intentó erigir sus defensas habituales. Yo, ha sido ella quien ha venido con esas ideas absurdas
04:34de cederles las tierras. Está poniendo en riesgo nuestro patrimonio por un capricho sentimental.
04:43Basta, el grito de José Luis fue tan potente que las copas de cristal sobre la mesita de licor
04:48tintinearon. No quiero volver a escuchar una sola palabra sobre las tierras, sobre Martín,
04:58sobre la casa pequeña. Tu guerra personal ha terminado, Victoria. ¿Me oyes? Ha terminado.
05:08Él se acercó a ella, invadiendo su espacio personal hasta que ella tuvo que inclinar la
05:13cabeza hacia atrás para mirarlo. Su aliento olía a coñac y a desesperación. Hay algo que debes
05:22entender, y quiero que lo graves en lo más profundo de tu ser. Dentro de mi hija crece mi nieto. El
05:32futuro de esta casa, el portador de mi apellido. Es lo único que me importa en este mundo. Si por tu
05:42culpa, por tus maquinaciones, por una sola palabra afilada, mi nieto sufre el más mínimo daño.
05:52Si la salud de Adriana vuelve a flaquear por tu causa. Hizo una pausa, y en sus ojos Victoria vio
05:58un abismo de determinación fría y absoluta. Te juro por la memoria de mi padre que no dudaré.
06:06Te expulsaré de Valle Salvaje. Te echaré de mi vida y de esta casa como si nunca hubieras existido.
06:15No me importará el escándalo, ni tu nombre, ni tu familia. Serás una extraña para mí.
06:24La amenaza no fue teatral. Fue una sentencia. Victoria sintió un escalofrío recorrer su espina
06:31dorsal, un miedo que no había sentido en décadas. Por un instante, vio su mundo, el poder que tanto
06:41le había costado construir, desmoronarse ante sus ojos. Pero el miedo, en una naturaleza como la suya,
06:51rápidamente se transmutó en un resentimiento helado. ¿Cómo se atrevía, después de todo lo que ella
07:01había hecho por él, por esa casa? La humillación ardió en su pecho, ahogando cualquier atisbo de
07:07remordimiento. Asintió lentamente, una máscara de sumisión cubriendo la tormenta que se desataba
07:16en su interior. Entendido, José Luis, no volveré a molestar a Adriana. Pero mientras pronunciaba
07:27esas palabras, su mente ya estaba trabajando, retorciendo la amenaza, buscando una nueva
07:33vía para su venganza. Si no podía atacar a la madre, se aseguraría de que el origen de toda la
07:42disputa, el bastardo que había traído la discordia al valle, pagara un precio tan alto que desearía no
07:48haber nacido. A la mañana siguiente, el sol se alzó sobre valle salvaje como si nada hubiera ocurrido.
08:02Los pájaros cantaban, el rocío brillaba sobre la hierba, pero la atmósfera en la finca era pesada,
08:08cargada de una tensión casi palpable. Victoria actuaba con una normalidad escalofriante. Supervisó
08:19el desayuno, dio órdenes a los criados con su eficiencia habitual y preguntó por la salud de
08:24Adriana con una estudiada preocupación que engañó a pocos. Sin embargo, sus ojos tenían un brillo
08:33metálico, una dureza que delataba la furia que hervía bajo la superficie. Y esa furia tenía un
08:43objetivo claro. Martín lo encontró en los establos, cepillando a uno de los caballos de José Luis.
08:53El muchacho trabajaba en silencio, sus hombros caídos por el peso de la culpa. Se sentía responsable
09:00del desmayo de Adriana, el catalizador involuntario de la enésima crisis familiar.
09:09Deja eso. La voz de Victoria fue como el chasquido de un látigo. Martín se sobresaltó,
09:16girándose para encontrarla de pie en la entrada, su silueta recortada contra la brillante luz de la
09:21mañana.
09:21Hay trabajo más adecuado para alguien de tu condición. Las cercas del lindero oeste se han
09:30venido abajo con las últimas lluvias.
09:36Quiero que las repares, todas, y quiero que lo hagas solo. Francisco, el capataz, que estaba cerca,
09:43se acercó con el ceño fruncido. Señora, con todo respeto, esa es una tarea para tres hombres. Le
09:54llevará semanas a uno solo. Además, el terreno está embarrado y es peligroso. Victoria le dirigió
10:04una mirada que habría congelado el infierno. He pedido tu opinión, Francisco. El muchacho es fuerte,
10:14un poco de trabajo duro le sentará bien. Le quitará de la cabeza ideas que no le corresponden. Martín
10:23apretó la mandíbula, pero no dijo nada. Sabía que protestar era inútil, solo empeoraría las cosas.
10:34Asintió en silencio. Dejó el cepillo y se dirigió al cobertizo de herramientas.
10:43Victoria lo observó marchar, una sonrisa casi imperceptible curvando sus labios. Esto era solo el principio.
10:53Lo iba a quebrar, física y espiritualmente. Lo sometería a un régimen de trabajos agotadores y
11:00humillantes hasta que la única opción que le quedara fuera suplicar por marcharse de valle salvaje para
11:05siempre. Los días que siguieron se convirtieron en una tortura metódica para Martín. Victoria era
11:15implacable. Antes de que el sol saliera, ya lo estaba enviando a las tareas más arduas. No solo
11:25las cercas, sino también la limpieza de los canales de riego obstruidos, cavar zanjas para
11:30el drenaje en los campos anegados, transportar pesadas piedras para reforzar un muro del granero.
11:40Comía solo, un plato frío que le dejaban en la cocina mucho después de que los demás hubieran
11:45terminado. Caía en su catre cada noche con los músculos gritando de dolor y el alma entumecida.
11:59Peppa y Francisco observaban la situación con una impotencia creciente. Veían al muchacho
12:04consumirse, su rostro cada vez más demacrado, sus ojos perdiendo el brillo de la juventud.
12:10Peppa, que lo había querido como a un hijo desde que llegó, sentía cada uno de sus sufrimientos
12:19como propio. Una noche, mientras cenaban en la cocina de la casa pequeña, la tensión
12:28finalmente estalló. Martín apenas había probado su sopa, sus manos temblaban de agotamiento
12:38mientras sostenía la cuchara. No podemos seguir así. Dijo Peppa, su voz firme rompiendo el silencio.
12:49Esto es inhumano. Lo está matando lentamente. Francisco asintió, su rostro sombrío. La señora
12:59está fuera de control. Desde lo de Doña Adriana, es como si un demonio la hubiera poseído. Martín
13:09levantó la vista, sus ojos hundidos reflejando una profunda desesperanza.
13:17Quizás, quizás tiene razón. Quizás lo mejor es que me vaya. Mi presencia aquí solo trae problemas.
13:23No digas tonterías, replicó Peppa con fiereza. Tú no has hecho nada malo. Este es tu hogar tanto como
13:33el de cualquiera. Si tú te vas, nosotros nos vamos contigo. Declaró Francisco, su voz resonando con
13:43una lealtad inquebrantable. Dejó su cuchara en la mesa con un golpe seco. No pienso quedarme aquí para
13:52ver cómo esa mujer te destruye y servirle como si nada. Peppa y yo te hemos criado. Somos tu familia,
14:02y la familia permanece unida. Martín los miró, con los ojos anegados en lágrimas.
14:07El gesto de Francisco, tan simple y tan profundo, fue un bálsamo para su espíritu herido.
14:22No estaba solo. Esa certeza le dio una fuerza que no sabía que aún poseía. Pero la conversación
14:27había sido escuchada. Isabel, Eva y Amadeo, que compartían la casa y la vida con ellos,
14:38intercambiaron miradas de alarma.
14:44Más tarde, cuando Martín ya se había retirado, se acercaron a la pareja mayor.
14:48¿Habláis en serio? Preguntó Isabel, su rostro lleno de preocupación.
14:57¿De verdad os marcharíais de Valle Salvaje? Después de toda una vida aquí. Nuestra vida
15:03está donde esté nuestra gente. Respondió Peppa, inflexible.
15:07Pero pensadlo bien. Intervino Amadeo, el más pragmático de todos. ¿A dónde iríais? ¿De
15:18qué viviríais? Aquí tenéis un techo, un trabajo. Allá fuera, el mundo es un lugar duro, y más para
15:29gente de nuestra edad. ¿Y qué hay de nosotros? Añadió Eva, su voz temblorosa.
15:37Somos una familia. Si os vais, ¿qué será de esta casa? La discusión se prolongó hasta
15:44bien entrada la noche. Un doloroso debate entre la lealtad al muchacho y el miedo al
15:49futuro, entre la dignidad y la supervivencia. La cruel estrategia de Victoria no solo estaba
15:58rompiendo a Martín. Estaba fracturando el corazón mismo de la casa pequeña, sembrando la discordia
16:04entre aquellos que se habían mantenido unidos durante décadas.
16:12Mientras tanto, en la casa principal, otras semillas de conflicto estaban germinando.
16:21Mercedes, con el corazón todavía encogido por el susto de Adriana, decidió que era su
16:26deber informar a Alejo sobre la propuesta de su hermana. Lo encontró en el despacho que ahora
16:34ocupaba, revisando los libros de cuentas de la finca. Desde que había asumido sus nuevas
16:43responsabilidades, Alejo se había vuelto más serio, más distante, como si el peso del apellido que
16:50tanto había anhelado llevar ahora fuera una carga demasiado pesada. Tu hermana ha tenido un gesto
16:58de una generosidad inmensa, comenzó Mercedes, su voz suave pero firme. Ha propuesto que seamos
17:08nosotros, la gente de la casa pequeña, quienes trabajemos las tierras que vuestro padre nos ha
17:13cedido. Alejo levantó la vista de los papeles, sus ojos fríos y calculadores. ¿Y padre está de
17:23acuerdo con esta locura?
17:28Sorprendentemente, sí, admitió Mercedes. Dijo que era una buena manera de empezar a cerrar viejas
17:34heridas. Una risa amarga y corta escapó de los labios de Alejo. ¿Cerrar heridas? ¿Ahora,
17:44después de toda una vida de desprecio? No quiero nada que venga de él, madre.
17:51Ni sus tierras, ni su perdón, ni su apellido manchado. Hijo, no hables así. Hablo como siento.
18:00Se levantó, su frustración desbordándose.
18:04Todo este tiempo he luchado por ser un orellana, por tener lo que me correspondía.
18:15Y ahora que lo tengo, ¿qué es? Un título vacío, un despacho lleno de deudas y un padre
18:20que solo me mira con decepción. Él nunca me aceptará de verdad. Siempre seré el hijo
18:29de la otra, el bastardo. Mercedes lo miró con dolor.
18:37Veía en él el reflejo de su propio resentimiento, magnificado y distorsionado por años de amargura.
18:43Las tierras son una oportunidad, Alejo. Para todos nosotros. Para tener algo propio.
18:56¿Propio? ¿Bajo su sombra? No, gracias. Alejo se acercó a la ventana, mirando hacia las vastas extensiones de valle salvaje.
19:04Quizás ha llegado el momento de buscar mi propio camino. Lejos de aquí. Se giró hacia su madre. Una nueva y peligrosa idea brillando en sus ojos.
19:21He estado pensando. Ahora que tengo una posición, un cierto reconocimiento. Quizás debería contactar con Bernardo.
19:27Mercedes palideció. ¿El duque de Miramar? ¿Para qué? Es un hombre influyente. Poderoso.
19:40Quizás él pueda ofrecerme un futuro que este lugar nunca podrá. Un futuro donde no sea definido por los pecados de mi padre.
19:46Un futuro donde pueda ser yo mismo. Quizás ha llegado el momento de regresar. O de encontrar un nuevo lugar al que pertenecer.
20:02La ambición de Alejo, antes centrada en conquistar valle salvaje, ahora miraba más allá de sus fronteras, hacia horizontes desconocidos que aterraban a Mercedes.
20:11Se dio cuenta de que al alimentar su rencor, había creado un hambre en su hijo que quizás nunca podría ser saciada.
20:26Lejos de las intrigas de la casa principal, una pequeña pero significativa rebelión estaba teniendo lugar.
20:32Pedrito, el joven hijo de Bárbara, había sido enviado a la casa del marqués de Linaja, don Hernando, para entregar un recado.
20:47Al llegar, se encontró con una escena que le geló la sangre. A través de una puerta entreabierta, escuchó la voz untuosa y cruel del marqués dirigiéndose a su madre, que estaba allí por algún asunto de costura.
21:02Siempre tan necesitada, Bárbara, tan dispuesta a hacer cualquier cosa por unas pocas monedas.
21:13Es una lástima que tu belleza se haya marchitado. Antes, al menos, servía para algo más que coser faldas.
21:19La voz de Bárbara era apenas un susurro. Señor marqués, por favor. Oh, no te ofendas, mujer.
21:31Es solo la verdad. Deberías estar agradecida de que alguien como yo todavía te dirija la palabra.
21:44Pedrito sintió una oleada de furia caliente subir por su pecho. La humillación en la voz de su madre, la arrogancia despectiva del marqués.
21:52Era más de lo que podía soportar. Sin pensarlo dos veces, empujó la puerta y entró en la habitación.
22:01Deje en paz a mi madre. Su voz infantil sonó sorprendentemente fuerte y clara en la estancia cargada.
22:16Don Hernando se giró, primero con fastidio y luego con incredulidad al ver al niño plantado frente a él, con los puños apretados y los ojos encendidos.
22:25Bárbara ahogó un grito de pánico. Pero qué insolencia es esta. Gruñó el marqués.
22:38Usted no tiene derecho a hablarle así. Continuó Pedrito, su valentía alimentada por la indignación.
22:48Mi madre es una buena mujer. Mucho mejor que usted. Yo, yo pensaba que los nobles eran hombres de honor.
22:55Que eran respetables. Pero usted, usted me ha decepcionado. Hubo un momento de silencio absoluto.
23:08Bárbara se llevó una mano a la boca, aterrorizada por las consecuencias.
23:13Don Hernando, un hombre acostumbrado a la servil obediencia de todos los que lo rodeaban, se quedó literalmente sin palabras.
23:20Nunca en su vida un niño, y menos el hijo de una sirvienta, se había atrevido a enfrentarlo de esa manera.
23:35Miró al muchacho, a su rostro serio y acusador, y por primera vez en mucho tiempo, sintió una punzada de algo que se parecía mucho a la vergüenza.
23:43La pura e inquebrantable decencia del niño había desarmado por completo su cínica crueldad.
23:57Se quedó allí, boquiabierto, mientras Pedrito tomaba la mano de su madre y la sacaba de la habitación con la cabeza bien alta.
24:04Mientras tanto, la red de engaños tejida por Tomás se volvía cada vez más tensa.
24:13La presión por el robo de la talla de la iglesia lo estaba consumiendo.
24:21Necesitaba un cómplice, alguien dentro de la casa principal que pudiera facilitarle el acceso y la información.
24:27Y su objetivo era Luisa, la joven y asustadiza doncella.
24:35La acorralaba en los pasillos, en la cocina, en el jardín, su voz un susurro venenoso en su oído.
24:45Solo tienes que dejar una ventana abierta, Luisa. Nadie se enterará. Y la recompensa.
24:50Piensa en lo que podrías hacer con tanto dinero. Ayudar a tu familia, marcharte de este lugar.
25:03Luisa estaba aterrorizada. No puedo, Tomás. Si nos descubren, nos colgarán.
25:09No nos descubrirán si haces lo que te digo. Insistía él, sus dedos apretando su brazo con más fuerza de la necesaria.
25:16Eres inteligente. Solo tienes que ser valiente por una noche.
25:23O prefieres seguir sirviendo mesas y limpiando los orinales de los señores el resto de tu vida.
25:32Sus encuentros no pasaron desapercibidos.
25:35Atanasio, el mayordomo, un hombre de pocas palabras pero de aguda observación,
25:40había notado el comportamiento extraño de Tomás.
25:42Lo veía merodeando cerca de la capilla de la finca, estudiando las cerraduras, observando las rutinas de los guardias.
25:58Y ahora, veía la forma en que acosaba a la pobre Luisa, la forma en que ella palidecía y se encogía cada vez que él se acercaba.
26:05Atanasio no era un hombre que actuara por impulsos.
26:13Era metódico, paciente. Comenzó a vigilar a Tomás más de cerca.
26:21Notó las pequeñas mentiras en sus conversaciones, las contradicciones en sus excusas para estar en lugares donde no debería.
26:28Una noche, siguió a Tomás a distancia hasta la taberna del pueblo y lo vio reunirse con dos forasteros de aspecto peligroso.
26:39No pudo escuchar la conversación, pero la forma en que intercambiaron un pequeño paquete y unas monedas fue suficiente.
26:49La sospecha en la mente de Atanasio se solidificó, convirtiéndose en una certeza fría y pesada.
27:04Sabía que Tomás tramaba algo grave, algo que podría traer la desgracia a la casa orellana.
27:09Y él, como fiel mayordomo, no podía permitirlo. Decidió esperar, observar un poco más, reunir pruebas irrefutables antes de llevar sus sospechas ante el duque.
27:26La presión en Valle Salvaje era un monstruo con múltiples cabezas, y una de ellas estaba devorando a Leonardo.
27:33El joven orellana se sentía atrapado, asfixiado. La enfermedad de Adriana, la tiranía de Victoria, la ambición desmedida de Alejo, la tristeza en los ojos de su padre.
27:52Todo se arremolinaba a su alrededor, un torbellino de obligaciones y dramas familiares del que no veía escapatoria.
28:03Su único refugio, su único faro de luz en medio de la oscuridad, era Bárbara, pero incluso ese refugio se estaba resquebrajando.
28:16Desde el incidente con Don Hernando, Bárbara se había vuelto aún más retraída, más convencida de su propia indignidad.
28:23No soy para ti, Leonardo. Le decía, sus ojos llenos de una tristeza infinita.
28:33Soy una mujer marcada por el escándalo, una sirvienta.
28:40Solo te traigo problemas. Merezco que hombres como el Marqués me humillen. No vuelvas a decir eso.
28:46Replicaba él, tomando su rostro entre sus manos.
28:53Tú eres la mujer más fuerte y honorable que conozco. Eres tú quien no me merece a mí, a mi familia maldita.
29:03Esa noche, la desesperación de Leonardo alcanzó su punto álgido.
29:07Después de otra tensa cena familiar, donde el silencio era tan espeso que se podía cortar con un cuchillo,
29:14buscó a Bárbara.
29:19La encontró en el jardín, bajo la luz plateada de la luna, doblando las sábanas que había recogido del tendedero.
29:25Se acercó a ella en silencio y, sin decir palabra, tomó las sábanas de sus manos y las dejó caer al suelo.
29:40La tomó por los hombros, sus ojos fijos en los de ella, ardiendo con una intensidad febril.
29:45No puedo más, Bárbara. No puedo respirar en esta casa. Siento que sus muros se cierran sobre mí.
29:59Cada día es una nueva batalla, una nueva herida.
30:02Leonardo, ¿qué dices? Digo que nos vayamos.
30:05Las palabras salieron de su boca en un torrente, una decisión forjada en el crisol de la desesperación.
30:20Huyamos, esta misma noche, lejos de Valle Salvaje, lejos de mi familia, de sus títulos y sus miserias.
30:27Bárbara lo miró, estupefacta. ¿Huir? ¿A dónde iríamos? ¿De qué viviríamos? ¿Tienes un deber aquí?
30:41Mi único deber es ser feliz. Y solo puedo serlo contigo. Suplicó, su voz rompiéndose.
30:47Tengo algo de dinero ahorrado. Podemos empezar de nuevo en otro lugar, en la ciudad, donde nadie nos conozca.
31:01Donde seamos solo Leonardo y Bárbara, no un orellana y una sirvienta. Un lugar donde tu hijo pueda crecer sin que nadie le señal.
31:09Donde podamos ser una familia. La propuesta era una locura, un salto al vacío. Significaba abandonar todo lo que conocían, la seguridad y la miseria, por un futuro incierto.
31:29Pero en los ojos de Leonardo, Bárbara vio una promesa. La promesa de una vida sin juicios, sin humillaciones.
31:39Una vida donde el amor no fuera un pecado, sino el fundamento de su hogar. Las lágrimas brotaron de sus ojos mientras una guerra se libraba en su corazón. El miedo contra la esperanza, la razón contra el amor.
31:57Dime que sí, Bárbara. Susurró Leonardo, su frente apoyada en la de ella. Por favor.
32:04Sálvame, salvémonos juntos. La luna fue el único testigo de esa pregunta desesperada, suspendida en el cielo nocturno, esperando una respuesta que podría cambiar el destino de ambos para siempre.
32:19Mientras el drama personal de Leonardo y Bárbara alcanzaba su clímax en el jardín, José Luis, ajeno a la fuga que se estaba planeando, daba el siguiente paso en su propio y tortuoso camino hacia la redención.
32:35El desmayo de Adriana había sido una llamada de atención brutal. Se dio cuenta de que las viejas heridas, las que había permitido que se enconaran durante décadas, estaban envenenando el futuro.
32:50La brecha entre la casa principal y la casa pequeña, entre él y Mercedes, no era solo una cuestión de orgullo, era una enfermedad que amenazaba con destruir a su familia.
33:05Decidió que había llegado el momento de actuar. Si quería que su nieto naciera en un hogar en paz, debía forzar una reconciliación.
33:19Y para ello, las dos matriarcas enfrentadas, Victoria y Mercedes, debían firmar la paz.
33:30Convocó a Mercedes a su despacho. La mujer entró con cautela, sin saber qué esperar.
33:35José Luis le indicó que se sentara, un gesto de cortesía que no le había ofrecido en años.
33:48Mercedes, comenzó, su voz grave y cansada. No podemos seguir así. Este odio entre nuestras casas nos está consumiendo a todos.
33:57Ha hecho daño a nuestros hijos y casi le cuesta la vida a mi nieta. Mercedes lo escuchó en silencio, su rostro impasible, aunque su corazón latía con fuerza.
34:10Quiero que esto termine. Continuó José Luis. Quiero que tú y Victoria hagáis las paces.
34:19No os pido que seáis amigas. Dios sabe que eso es imposible. Pero os exijo que lleguéis a un acuerdo, a una tregua.
34:30Por el bien de Adriana, por el bien del niño que viene en camino. Por el futuro de Valle Salvaje.
34:39La petición era monumental. Pedirle a Mercedes que hiciera las paces con la mujer que le había robado al hombre que amaba, que la había humillado y relegado a una vida de servidumbre, que había atormentado a su hijo Alejo, era pedirle que negara el dolor de toda una vida.
34:58¿Y crees que ella estará dispuesta? Preguntó Mercedes, su voz teñida de un escepticismo amargo.
35:12La obligaré si es necesario. Respondió José Luis con determinación. Pero necesito que tú también pongas de tu parte.
35:19Necesito que dejes a un lado el pasado. Y así, el escenario quedó preparado para la confrontación final.
35:33José Luis, en un intento desesperado por sanar las heridas de su familia, estaba a punto de encerrar en una misma habitación a dos mujeres que eran como el agua y el aceite, como el fuego y la pólvora.
35:44La pregunta flotaba en el aire, pesada e incierta, como las nubes de tormenta que se acumulaban en el horizonte de Valle Salvaje.
35:56¿Sería posible un acuerdo entre dos enemigas acérrimas? ¿O el intento de forzar la paz solo desataría una guerra aún más devastadora?
36:04El destino de todos, desde el muchacho que sufría en los campos hasta la pareja que planeaba su huida bajo la luna, pendía del frágil hilo de esa respuesta.
36:14Gracias por ver el video.
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