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Valle Salvaje José Luis Sella el Destino de Victoria Tras Dejar a Adriana al Borde de la Muerte EnglishMovie cdrama drama engsub chinesedramaengsub movieshortfull
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00:00Valle salvaje. José Luis sella el destino de Victoria tras dejar a Adriana al borde de la
00:15muerte. La despiadada crueldad de Victoria desata la catástrofe en la Casa Grande. Sus
00:24venenosas palabras provocan una grave crisis en el embarazo de Adriana, dejándola luchando
00:29entre la vida y la muerte. Cegado por el dolor y la furia, José Luis toma una medida aterradora,
00:38encierra a su esposa bajo una escalofriante amenaza, jurando convertir su vida en un infierno
00:43si pierde a su hijo. Mientras la tragedia se cierne sobre ellos, en la casa pequeña, la
00:51valentía de un niño desafía la tiranía de su padre, y un amor secreto y prohibido sale
00:56a la luz, rompiendo un corazón en el proceso. En una noche donde el destino de todos pende
01:04de un hilo, podrá un milagro salvar a Adriana y a su bebé. ¿Cuál será el castigo final
01:09para Victoria ahora que ha cruzado una línea sin retorno?
01:15El silencio en la Casa Grande era una bestia viva, pesada y sofocante. Se arrastraba por
01:21los pasillos de piedra, se enroscaba en las patas de los muebles de caoba y se cernía
01:25sobre cada alma que habitaba entre sus muros.
01:31Era un silencio que gritaba, un vacío lleno del eco de una discusión terrible y del pánico
01:36que la siguió.
01:39En el corazón de ese silencio, en la alcoba principal, yacía Adriana, pálida como la cera,
01:46con los ojos cerrados y una mano protectora sobre su vientiente, el epicentro mismo del
01:51cataclismo que amenazaba con devorar a la familia.
01:56El doctor Mendoza, un hombre de sienes plateadas y gestos parsimoniosos, acababa de salir de
02:03la habitación.
02:06Su rostro era una máscara de profesionalismo, pero sus ojos no podían ocultar la profunda
02:12gravedad de la situación.
02:16Se encontró con José Luis en el pasillo, cuyo cuerpo entero era una línea tensa de
02:21ansiedad.
02:24El duque, normalmente un hombre de porte imponente y control absoluto, parecía haberse encogido.
02:33Sus hombros estaban caídos, y la piel alrededor de sus ojos estaba tirante por la falta de sueño
02:39y el exceso de miedo.
02:40Su voz, usualmente un trueno, ahora un susurro ronco.
02:57El doctor Mendoza se ajustó las gafas.
03:00Duque, seré franco, la situación es extremadamente delicada.
03:06El enfrentamiento, el estrés agudo, ha provocado una amenaza de aborto.
03:11El sangrado se ha contenido por ahora, pero el riesgo es inmenso.
03:15El más mínimo sobresalto, el más mínimo esfuerzo, y podríamos perderlo todo.
03:23Hizo una pausa, dejando que el peso de sus palabras se asentara.
03:27Reposo absoluto, no debe moverse de esa cama por ninguna razón.
03:34Y lo más importante, necesita paz.
03:39Calma total, su estado emocional está intrínsecamente ligado a la supervivencia del bebé.
03:47Cada palabra fue un martillazo en el alma de José Luis.
03:50El bebé, esa pequeña vida que se había convertido, en los últimos meses, en su faro de esperanza.
03:56Un futuro heredero, sí, pero más que eso, un pedazo de su linaje, una continuación de su sangre,
04:06un bálsamo para las viejas heridas que nunca terminaban de cicatrizar.
04:12Y ahora, pendía de un hilo tan frágil como la salud de Adriana.
04:17Su mente, en un torbellino de dolor y furia, voló hacia la causa de todo aquello.
04:22Victoria, el nombre era veneno en sus pensamientos.
04:28Cerró los ojos y la imagen de la confrontación,
04:31reconstruida a través de los sollozos histéricos de una doncella que lo presenció todo,
04:36le quemó por dentro.
04:39No había sido un simple cruce de palabras.
04:42Había sido una carnicería verbal, un asalto calculado y cruel.
04:46Victoria, sintiendo cómo su pedestal se desmoronaba día a día, había decidido jugar su carta más desesperada.
04:56Había acorralado a Adriana en el salón, con la excusa de hablar sobre los preparativos para el vivero.
05:07Pero la conversación se había envenenado rápidamente.
05:11Disfrútalo mientras dure, querida, había siseado Victoria, su voz goteando un desprecio mal disimulado.
05:18Disfruta de la atención, de los mimos, de cómo José Luis te mira como si fueras la Virgen María reencarnada.
05:31Pero no olvides lo que eres.
05:33Adriana, confundida y tratando de evitar la confrontación, había intentado retirarse.
05:38Victoria, no estoy de humor para tus juegos. El doctor me ha dicho que debo estar tranquila.
05:50¿Tranquila? Se había reído Victoria, una risa sin alegría, afilada como un cristal roto.
05:59La tranquilidad es un lujo que no podrás permitirte cuando todos sepan la verdad.
06:03¿Crees que este bebé te asegura un lugar aquí? ¿Crees que te convierte en la dueña y señora de todo esto?
06:14Se acercó, invadiendo el espacio personal de Adriana, su rostro una máscara de furia y celos.
06:23Ese niño no es más que el fruto de una trepadora. Quizás ni siquiera sea lo que todos piensan.
06:28¿Quién puede asegurarlo? Tu pasado no es precisamente inmaculado.
06:35Las palabras habían golpeado a Adriana con la fuerza de un latigazo.
06:41La insinuación, tan vil y tan infundada, la dejó sin aliento.
06:47No te atrevas. Susurró, sintiendo como un frío helado le recorría la espalda.
06:52Me atrevo a todo. Había gritado victoria, perdiendo el control, su desesperación manifestándose como una rabia pura.
07:04Has venido aquí a robármelo todo. Mi esposo, mi hogar, mi posición.
07:10Y ahora usas a ese bastardo para asegurar tu victoria.
07:13Fue entonces cuando el dolor agudo y punzante atravesó el vientre de Adriana.
07:20Un calambre brutal que la hizo doblarse, ahogando un grito.
07:27Vio el terror reemplazar la furia en los ojos de Victoria por un instante,
07:31antes de que su propia visión se volviera borrosa y el mundo se convirtiera en una espiral de dolor y pánico.
07:37El grito de la doncella fue lo que alertó a toda la casa.
07:43Ahora, en el pasillo, con las palabras del doctor resonando en sus oídos,
07:48la rabia de José Luis se solidificó, convirtiéndose en un hielo cortante.
07:56Ya no había espacio para la duda, ni para la compasión.
07:59Victoria había cruzado una línea de la que no había retorno.
08:02Había atacado no solo a su sobrina, sino a su heredero.
08:09Había puesto en peligro el futuro de su casa.
08:14Con pasos decididos y mortales, se dirigió hacia los aposentos de su esposa.
08:19No se molestó en llamar.
08:23Abrió la puerta con tal fuerza que ésta golpeó contra la pared,
08:26haciendo que Victoria, que estaba de pie junto a la ventana, se sobresaltara violentamente.
08:32Tenía los ojos rojos e hinchados, y su rostro estaba demacrado.
08:39El miedo era palpable en su postura.
08:44José Luis, yo, yo no quería.
08:47Comenzó, su voz temblorosa.
08:49Silencio, ordenó él, y la palabra fue tan fría que pareció congelar el aire de la habitación.
08:55Se acercó a ella lentamente, como un depredador acechando a su presa.
09:02No tienes derecho a hablar.
09:07No tienes derecho a explicar nada.
09:09Has perdido todos tus derechos en esta casa.
09:12Se detuvo a un palmo de ella.
09:14Su mirada era un abismo de desprecio.
09:15Recé, recé a Dios para que mi primera impresión sobre ti fuera equivocada.
09:24Intenté ver la bondad que decías tener.
09:29Ignoré las advertencias, los susurros, mi propia intuición.
09:33Y todo para esto, hizo un gesto hacia la dirección de la habitación de Adriana.
09:37Para que intentaras destruir lo único bueno que nos ha pasado en años.
09:44No fue mi intención.
09:46Fue un accidente.
09:47Discutimos, eso es todo.
09:49Se defendió ella, las lágrimas corriendo por sus mejillas.
09:55¿Un accidente?
09:56Repitió él con una incredulidad glacial.
09:59¿Ya más accidente a acorralar a una mujer embarazada y escupirle veneno hasta hacerla enfermar?
10:03¿Ya más accidente a poner en riesgo la vida de mi sobrina y la de mi hijo?
10:11La palabra hijo salió de sus labios con una ferocidad que hizo temblar a Victoria.
10:18Sabes perfectamente lo que ese bebé significa para mí.
10:21Lo sabías, y lo usaste.
10:23Apuntaste directamente a él para herirme a mí.
10:28José Luis se inclinó, su rostro a centímetros del de ella.
10:31Escúchame bien, Victoria, porque no lo repetiré.
10:37A partir de este momento, eres una prisionera en esta casa.
10:42No saldrás de esta habitación a menos que yo te dé permiso.
10:48No hablarás con nadie.
10:49Los sirvientes te traerán lo que necesites,
10:52pero para el resto del mundo, has dejado de existir.
10:54Vivirás aquí, sola, con tu veneno y tu conciencia.
11:02No puedes hacerme esto.
11:04Gimió ella, el terror apoderándose de su voz.
11:10¿Soy tu esposa?
11:11Él soltó una risa amarga y hueca.
11:14¿Esposa?
11:14Esa palabra murió en tu boca en el momento en que pusiste en peligro a mi sangre.
11:18Eres un cáncer en esta familia, y voy a extirparte.
11:25Se enderezó, su decisión era inquebrantable.
11:31Y reza, Victoria.
11:33Reza a cualquier dios que creas que pueda escucharte.
11:36Reza para que Adriana y el bebé se salven.
11:38Porque te lo juro por la memoria de mi padre, si algo les pasa.
11:45Si pierdo a ese niño.
11:49Me aseguraré de que tu vida se convierta en un infierno del que ni siquiera la muerte podrá rescatarte.
11:57Se dio la vuelta y salió de la habitación, cerrando la puerta con una finalidad escalofriante.
12:02Victoria escuchó el sonido metálico y definitivo de la llave girando en la cerradura desde el exterior.
12:13Se quedó paralizada, el eco de la amenaza de su esposo resonando en sus oídos.
12:18Sola.
12:21Vulnerable, desesperada, las paredes de su lujosa habitación de repente se sintieron como las de una tumba.
12:27Todo se había acabado.
12:31Había apostado todo a una carta y había perdido de la manera más catastrófica posible.
12:39Se derrumbó en el suelo.
12:41Sus sollozos eran el único sonido en la habitación.
12:44Un lamento por un futuro que ella misma había reducido a cenizas.
12:50Mientras la casa grande se ahogaba en su propia tensión.
12:53En la casa pequeña se libraba una batalla de una naturaleza completamente diferente, pero con una intensidad que no le iba a la zaga.
13:00La noticia del compromiso forzado entre Irene y Leonardo había caído como una bomba, y la metralla de la explosión seguía hiriendo a todos.
13:15Irene vivía en un estado de melancolía silenciosa, sus ojos permanentemente tristes, y Bárbara, su hermana, sentía cada punzada de su dolor como si fuera propio.
13:25La fuente de esta miseria, don Hernando, el marqués, se comportaba como si hubiera otorgado una bendición en lugar de una condena.
13:40Sentado en su sillón favorito, con una copa de coñac en la mano, pontificaba sobre la importancia de las alianzas familiares y la sensatez de su decisión.
13:48Es por el bien de todos, decía, más a sí mismo que a los demás.
13:56Leonardo es un buen partido.
14:01Consolidará nuestra posición.
14:03Bárbara no podía soportarlo más.
14:05Padre, ¿qué posición?
14:07Estamos hablando de la felicidad de Irene.
14:09La estás sacrificando por tus ambiciones.
14:11Silencio, niña, bramó el marqués.
14:17Tú no entiendes de estas cosas.
14:19Eres impulsiva y sentimental.
14:23El deber está por encima de la felicidad personal.
14:26La discusión podría haber escalado, como tantas otras veces, hacia un punto muerto de gritos y frustración.
14:33Pero entonces, ocurrió algo que nadie esperaba.
14:35Una pequeña figura se interpuso entre Bárbara y su padre.
14:42Era Pedrito, el más joven de la casa, un niño que normalmente pasaba desapercibido, de naturaleza tímida y observadora.
14:52Pero en ese momento, no había timidez en sus ojos.
14:56Había una determinación que lo hacía parecer mucho más grande.
14:59Se plantó frente al imponente marqués, sus pequeños puños apretados a los costados.
15:09No le grites a mi hermana, dijo.
15:12Su vocecita infantil clara y firme.
15:15Don Hernando parpadeó, desconcertado.
15:20¿Qué has dicho, muchacho?
15:23Que no le grites, repitió Pedrito, levantando la barbilla.
15:30Bárbara solo dice la verdad.
15:32Irene está triste, y tú eres el que la ha puesto triste.
15:38No es justo, no puedes obligarla a casarse con alguien a quien no quiere.
15:42Eso es de ser un matón.
15:46El silencio que siguió fue atronador.
15:48Bárbara se llevó una mano a la boca, asombrada.
15:51Los sirvientes que estaban cerca se quedaron helados.
15:57Nadie, jamás, se había atrevido a hablarle así a don Hernando.
16:04El marqués miró al niño, su rostro enrojeciendo de ira.
16:08Por un momento, pareció que su temperamento legendario iba a estallar.
16:11Pero al mirar los ojos del pequeño, vio algo que lo desarmó.
16:19No era insolencia, era coraje puro.
16:24Era la defensa instintiva y valiente de su familia, de sus hermanas.
16:29Era un eco de sí mismo, de un yo más joven y principista que creía haber perdido hacía mucho tiempo.
16:34La ira en el rostro de don Hernando se desvaneció, reemplazada por una expresión de asombro.
16:45Una lenta sonrisa, genuina y llena de una emoción que no había sentido en años, se dibujó en sus labios.
16:54Miró a Pedrito, no como a un niño impertinente, sino como a un igual.
16:59Un matón, eh, dijo, su voz ahora suave.
17:04Se inclinó hacia adelante, apoyando los codos en las rodillas.
17:10Tienes más agallas que todos los hombres que he conocido, pequeño.
17:17Defender a tu hermana.
17:18Así, sacudió la cabeza, una chispa de admiración brillando en sus ojos.
17:26Quizás, quizás tengas razón, quizás este viejo marqués se ha olvidado de lo que realmente importa.
17:34El gesto de Pedrito, tan pequeño y tan inmenso, había perforado la armadura de orgullo y ambición de don Hernando, plantando una semilla de duda que comenzaría a germinar de la manera más inesperada.
17:46Lejos de allí, en los límites de la propiedad, otro drama se estaba gestando en la oscuridad.
17:59Alejo había estado inquieto toda la tarde.
18:01El ambiente en la casa pequeña era irrespirable y necesitaba aire.
18:05Paseaba sin rumbo por los campos, la luna llena proyectando largas y fantasmales sombras a su alrededor.
18:18Sus pensamientos estaban enredados.
18:20La tristeza de Irene, el autoritarismo de don Hernando.
18:23Y un sentimiento confuso sobre Luisa, la doncella de ojos vivaces y sonrisa fácil.
18:34Había algo en ella que lo atraía, pero también una distancia, una reserva que no lograba comprender.
18:43Sus pasos lo llevaron cerca de un viejo granero abandonado, un lugar que a menudo usaban los jornaleros para resguardarse o compartir un trago al final del día.
18:53Un murmullo de voces llegó a sus oídos.
18:57Curioso, se acercó sigilosamente, ocultándose detrás de una pila de heno.
19:06Y entonces, su corazón se detuvo.
19:09A la luz de un farolillo solitario, vio dos figuras.
19:15Tomás, el capataz, un hombre leal y trabajador a quien Alejo consideraba un amigo, y Luisa.
19:23No estaban simplemente hablando, estaban de pie, muy juntos, la tensión emocional entre ellos era tan palpable como la humedad de la noche.
19:32No podemos seguir así, Tomás, susurraba Luisa, su voz cargada de angustia.
19:41Esto nos está matando a los dos.
19:43Verlo todos los días, fingir.
19:49Lo sé, mi amor, lo sé, respondió Tomás, su voz ronca de emoción.
19:57Tomó el rostro de Luisa entre sus manos, unas manos grandes y callosas por el trabajo, pero que la tocaban con una ternura infinita.
20:04Pero, ¿qué podemos hacer?
20:10Si alguien se entera, don Hernando me despediría, y a ti.
20:16A ti te echarían sin nada.
20:18No tenemos a dónde ir.
20:19A veces pienso que cualquier lugar sería mejor que este infierno de mentiras, sollozó ella, apoyando su frente en el pecho de él.
20:27Y entonces, Tomás la besó.
20:32No fue un beso robado o apresurado.
20:35Fue un beso profundo, desesperado, lleno de un amor secreto y prohibido que había estado oculto a plena vista.
20:44Alejo sintió como si el suelo se abriera bajo sus pies.
20:47El aire le faltó en los pulmones.
20:52No era sólo la traición de un amigo, o el descubrimiento de un romance clandestino.
20:57Era la dolorosa y repentina comprensión de la distancia que había sentido con Luisa.
21:07Nunca había sido para él.
21:09Su corazón, sin él saberlo, ya pertenecía a otro.
21:13El shock inicial dio paso a una extraña mezcla de dolor, ira y una inesperada claridad.
21:21Se retiró en silencio, sin ser visto, su mente dando vueltas.
21:25¿Qué iba a hacer?
21:27¿Confrontarlos?
21:28¿Contárselo a su padre?
21:29La imagen del beso se repetía en su cabeza, una y otra vez.
21:36¿Era este el secreto que los estaba consumiendo?
21:38¿Era este el motivo de la tristeza en los ojos de Luisa?
21:41¿Una tristeza que él había confundido con otra cosa?
21:45La noche, que había comenzado como un escape, se había convertido en una trampa de revelaciones dolorosas.
21:51Las horas se arrastraron en la casa grande con la lentitud de una procesión fúnebre.
22:01José Luis no se había movido del sillón que había colocado junto a la puerta de la habitación de Adriana.
22:06No comía, no dormía, solo esperaba, escuchando, temiendo el silencio tanto como temía un grito.
22:16Cada suspiro que venía de la habitación era un alivio, cada largo silencio, una tortura.
22:27Dentro, Adriana flotaba en un duermevela febril.
22:30Soñaba con abismos, con caídas interminables.
22:33Veía el rostro de Victoria, distorsionado por el odio, y sentía el dolor en su vientre como una garra helada.
22:42Y luego, en medio de la pesadilla, una pequeña luz.
22:49Una calidez que emanaba de su interior.
22:54Pensaba en su bebé, en la pequeña vida que luchaba con ella.
22:58Resiste, mi amor, susurraba en la oscuridad, su mano nunca abandonando su vientre.
23:04Mamá está aquí, no te dejaré ir.
23:09Era una promesa, un mantra, su única ancla en la tormenta.
23:16A mitad de la noche, la crisis llegó.
23:19Un gemido de dolor escapó de los labios de Adriana,
23:22lo suficientemente fuerte como para atravesar la puerta y apuñalar el corazón de José Luis.
23:29Entró en la habitación como un rayo, encontrándola contorsionada de dolor.
23:34Una nueva mancha de sangre oscura extendiéndose en las sábanas blancas.
23:41Doctor, rugió, su voz resonando por toda la casa.
23:46El pánico se desató.
23:47El doctor Mendoza fue despertado de un salto.
23:53Las doncellas corrían con agua caliente y toallas limpias, sus rostros pálidos de miedo.
23:58La casa, que había estado sumida en un silencio tenso, ahora bulía con una actividad febril y desesperada.
24:10El doctor trabajó febrilmente, su rostro perlado de sudor bajo la luz de las lámparas.
24:15Está perdiendo demasiada sangre, Duque, dijo con voz tensa.
24:22El pulso del bebé se debilita.
24:27Tenemos que detener la hemorragia ahora, o los perderemos a ambos.
24:31José Luis sintió que el mundo se desvanecía.
24:34Ambos, la palabra era un eco del infierno.
24:40Se arrodilló junto a la cama, tomando la mano fría y sudorosa de Adriana.
24:47Lucha, Adriana, por favor, lucha, le susurró, su propia voz quebrada por un sollozo que no pudo reprimir.
24:55No me dejes, no nos dejes.
25:00En su celda dorada, Victoria escuchó la conmoción.
25:04Los pasos apresurados, la voz de José Luis gritando el nombre del doctor.
25:11Y supo lo que significaba.
25:13El terror, frío y absoluto, la envolvió.
25:16Si el bebé moría.
25:20Si Adriana moría.
25:21La amenaza de José Luis no había sido una hipérbole.
25:24Su vida estaría acabada.
25:28Se pegó a la puerta, arañándola con las uñas, escuchando los fragmentos de frases que llegaban desde el pasillo.
25:38Hemorragia, pulso débil, perderlos.
25:41Cada palabra era un clavo más en su ataúd.
25:46Se deslizó hasta el suelo, abrazándose a sí misma, meciéndose mientras un lamento silencioso y enloquecido se apoderaba de ella.
25:54Mientras tanto, Alejo regresaba a la casa pequeña, el corazón hecho pedazos.
26:02No confrontó a Tomás ni a Luisa.
26:04Don Hernando, sentado solo en la penumbra, la copa de coñac olvidada a su lado.
26:19El marqués parecía haber envejecido diez años en unas pocas horas.
26:23Padre, preguntó Alejo en voz baja.
26:25Don Hernando levantó la vista.
26:30Sus ojos, por una vez, no tenían la dureza habitual.
26:36Estaban llenos de una profunda y reflexiva tristeza.
26:39El niño, Pedrito, me llamó Matón, dijo, como si la palabra todavía le resultara increíble.
26:45Y lo peor de todo, Alejo, es que tiene razón.
26:53He estado tratando a tu hermana Irene, a todos vosotros, como piezas en mi tablero de ajedrez.
27:01Me he convertido en el tipo de hombre que siempre desprecié.
27:05Alejo se sentó frente a él, el propio dolor de su corazón resonando con la inesperada confesión de su padre.
27:10Todos cometemos errores, padre.
27:16Algunos errores son más grandes que otros, suspiró el marqués.
27:23Mañana por la mañana, hablaré con Leonardo.
27:26Romperé el compromiso.
27:27La felicidad de Irene vale más que todas las alianzas del mundo.
27:34Pedrito me lo ha recordado.
27:36Era un momento de catarsis.
27:38Un punto de inflexión nacido del coraje de un niño.
27:44Pero para Alejo, la noche aún guardaba su propio desafío.
27:48Sabía que no podía ignorar lo que había visto.
27:53A la mañana siguiente, buscó a Luisa.
27:56La encontró en el jardín, tendiendo la ropa, sus movimientos mecánicos, sus ojos perdidos en la distancia.
28:02Luisa, dijo él suavemente.
28:09Ella se sobresaltó, y al verlo, la culpa y el miedo se reflejaron en su rostro.
28:17Lo sé todo, continuó Alejo, sin rodeos.
28:20Os vi anoche, a ti y a Tomás.
28:23Luisa palideció, dejando caer una sábana al suelo.
28:26Las lágrimas brotaron de sus ojos.
28:32Señorito Alejo, por favor.
28:34Nosotros.
28:36No voy a decir nada.
28:37La interrumpió él, y vio el asombro reemplazar el miedo en su mirada.
28:44Solo quiero entender, ¿por qué el secreto?
28:47Y entonces, ella le contó todo.
28:49Su amor con Tomás, un amor que había florecido en secreto durante más de un año, temerosos de la ira de Don Hernando y de las rígidas normas sociales que les impedían estar juntos.
29:03Le contó el dolor de vivir una mentira, el miedo constante a ser descubiertos.
29:08Mientras la escuchaba, el dolor de Alejo se transformó en compasión.
29:12Comprendió que su propio interés por ella había sido un espejismo, una proyección de su propia soledad.
29:24Y en ese momento de honestidad, encontró una extraña paz.
29:28No debéis vivir con miedo, dijo finalmente.
29:30Hablaré con mi padre, después de lo de anoche, creo, creo que podría escuchar.
29:38La esperanza, frágil pero real, floreció en el rostro de Luisa por primera vez en mucho tiempo.
29:47De vuelta en la casa grande, la noche dio paso a un amanecer gris y agotado.
29:52Y con los primeros rayos de luz, llegó el milagro.
29:55Lo hemos conseguido, susurró el doctor Mendoza, su cuerpo desplomado por el cansancio, pero con una sonrisa de alivio en su rostro.
30:09La hemorragia se ha detenido, el corazón del bebé Leid con fuerza, y ella, ella está estable.
30:17Ha pasado lo peor.
30:18José Luis, que había estado sosteniendo la mano de Adriana durante toda la terrible noche, sintió como si una carga monumental le fuera quitada de los hombros.
30:31Apoyó la frente en la mano de ella, y por primera vez desde que comenzó la pesadilla, lloró.
30:39Lloró de alivio, de gratitud, de un amor tan profundo que dolía.
30:44Adriana abrió los ojos lentamente.
30:49Estaban débiles, pero claros.
30:52Vio a José Luis, y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios.
30:58¿El bebé?
30:59Susurró.
31:00Está bien, respondió él, su voz ahogada por la emoción.
31:05Nuestro bebé está bien.
31:09Eres tan fuerte, mi amor.
31:11Sois tan fuertes.
31:13La noticia se extendió por la casa como un bálsamo.
31:19La bestia del silencio fue reemplazada por susurros de alegría y oraciones de agradecimiento.
31:27La vida había ganado.
31:28La esperanza había triunfado sobre la desesperación.
31:31Cuando la noticia llegó a la puerta cerrada de Victoria, a través de una doncella que se lo comunicó con una formalidad helada, no sintió alivio.
31:40Sintió el frío de su propia perdición.
31:46Estaban a salvo, y eso significaba que su juicio acababa de comenzar.
31:52José Luis no la perdonaría.
31:54Su amenaza seguía en pie.
31:56Había sobrevivido a la noche, pero su futuro seguía siendo un abismo oscuro y aterrador.
32:00Más tarde, ese mismo día, José Luis caminó por los pasillos de su hogar.
32:09El sol se filtraba por las ventanas, y por primera vez, no parecía burlarse de él.
32:14Se detuvo frente a la habitación de Adriana, donde ella dormía un sueño tranquilo y curativo.
32:25Su sobrina y su hijo estaban a salvo.
32:27El futuro, que había estado a punto de ser aniquilado, había sido restaurado.
32:35Luego, su mirada se desvió hacia el final del pasillo, hacia la puerta cerrada donde su esposa permanecía encerrada.
32:45La ira seguía allí, una brasa ardiente en su pecho.
32:48Pero la ferocidad asesina de la noche anterior se había atenuado, reemplazada por una frialdad calculadora.
32:57Su destino ya no estaba ligado a la tragedia, sino a la justicia.
33:01Y él sería su juez.
33:05En la casa pequeña, una paz inusual se había asentado.
33:09Don Hernando cumplió su palabra y rompió el compromiso de Irene,
33:12devolviéndole la luz a los ojos de su hija.
33:18Escuchó la historia de Tomás y Luisa, contada por un alejo que abogaba por ellos con una madurez recién descubierta.
33:24Y para asombro de todos, el marqués no estalló en furia.
33:31Cansado de tanta amargura, y con la valiente imagen de su hijo pequeño todavía fresca en su mente, simplemente asintió.
33:38El amor no debe ser un crimen en esta casa, declaró, otorgando una bendición que nadie creía posible.
33:50El sol comenzó a ponerse sobre el valle salvaje.
33:53En la casa grande, una nueva vida se aferraba tenazmente a la existencia, protegida por un amor feroz.
33:59En la casa pequeña, viejas heridas comenzaban a sanar, gracias al coraje de un niño y a la revelación de la verdad.
34:12Las crisis habían sido devastadoras, llevando a todos al borde del abismo.
34:17Pero al mirar hacia abajo, en lugar de la oscuridad, habían encontrado una inesperada semilla de esperanza.
34:23El camino por delante seguiría siendo difícil, lleno de secretos y rencores por resolver,
34:32pero, por primera vez en mucho tiempo, un final feliz no parecía un sueño imposible,
34:37sino un destino por el que valía la pena luchar.
34:39¡Gracias!
34:40¡Gracias!
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