Cada día que pasa es una nueva oportunidad para reinventarse aprovechando cada pequeña oportunidad. Cada persona, sin importar su edad, pasado o circunstancias, tiene el poder de cambiar el rumbo de su vida. Siempre hay oportunidad a uno mismo o a una relación, sin importar la edad, el tiempo o las circunstancias pasadas. Es un llamado a la renovación personal y emocional, a soltar el pasado y a redescubrirse, como se reflejan ideas similares como "nunca es tarde para volver a empezar", o "nunca es tarde para amar".
Sé la primera persona en añadir un comentario