Saltar al reproductorSaltar al contenido principal
#LaPromesa #avance #capítulo
Avance ‘La Promesa’: Lorenzo acorrala a Leocadia (capítulo 675, lunes 15 de septiembre)

La presión de Lorenzo sobre Leocadia llega a un punto límite mientras Catalina recibe una amenaza directa del barón de Valladares, mientras Pía afronta el riesgo de perderlo todo tras la ofensiva de Cristóbal… en el capítulo 675 del lunes 15 de septiembre.

Lorenzo no está dispuesto a esperar más y presiona sin piedad a Leocadia para que anuncie el compromiso entre Ángela y él.

La madre de la joven, atrapa ...
-------------------------------------------------------------------------

#LaPromesa, #avance, #capítulo, #675(lunes15, #septiembre), #Lorenzo, #acorrala, #Leocadia
Transcripción
00:00La presión de Lorenzo sobre Leocadia llega a un punto límite mientras Catalina recibe
00:19una amenaza directa del varón de Valladares, mientras Pia afronta el riesgo de perderlo
00:24todo tras la ofensiva de Cristóbal, en el capítulo 675 del lunes 15 de septiembre.
00:33Lorenzo no está dispuesto a esperar más y presiona sin piedad a Leocadia para que anuncie
00:37el compromiso entre Ángela y él.
00:42La madre de la joven, atrapada entre la amenaza del varón y el futuro de su hija, intenta
00:47ganar tiempo, aunque sabe que tarde o temprano tendrá que dar una respuesta definitiva.
00:55Su angustia crece mientras busca una salida imposible a la presión del varón de Valladares.
01:03En Palacio, Lope continúa luchando por recuperar a Vera, aunque la joven se muestra distante
01:08y rehúye cualquier intento de reconciliación, en la calle uno tira la toalla.
01:12Sin embargo, Teresa le recuerda que la Vera que conocieron ha cambiado, y que quizá ya
01:21no queda rastro de aquella muchacha que escuchaba y se dejaba aconsejar.
01:27Para Leocadia, la mañana comenzó mucho antes de que el primer rayo de sol se atreviera a
01:32tocar los cristales de su ventana.
01:33El sueño se había convertido en un territorio hostil, poblado por la sombra sonriente y depredadora
01:42del capitán Lorenzo de Luján.
01:47Despertó con el corazón martilleándole en el pecho, un tambor de pánico que marcaba
01:51un ritmo fúnebre.
01:52Sabía que aquel era el día, el plazo invisible que Lorenzo le había concedido, con esa cortesía
02:01afilada como una navaja, había expirado.
02:07Se vistió con manos temblorosas, eligiendo un vestido oscuro y austero que reflejaba el
02:12luto de su espíritu.
02:16Cada gesto era mecánico, un autómata movido por el terror, su mente era un torbellino de
02:21imágenes, el rostro de su hija Ángela, tan lleno de una inocencia que ella estaba a
02:26punto de traicionar, y el rostro del varón de Valladares, un hombre cuya crueldad era
02:31una leyenda susurrada en los rincones más oscuros de la aristocracia.
02:37Estaba atrapada, atrapada entre el honor de su hija y la amenaza muy real y física
02:41de un hombre que no conocía la piedad.
02:46Lorenzo la encontró en el pequeño salón de lectura, un lugar que ella solía considerar
02:50un refugio.
02:54Ahora, con su presencia, se había convertido en una celda.
02:58Él estaba de pie junto a la chimenea apagada, examinando una miniatura de marfil con una
03:03displicencia estudiada.
03:07No levantó la vista cuando ella entró, un movimiento deliberado para establecer su dominio
03:12desde el primer segundo.
03:13Leocadia, querida, dijo finalmente, su voz una caricia de seda que ocultaba el acero.
03:25Confiaba en encontrarla aquí, siempre tan puntual, tan dedicada a sus deberes, una cualidad
03:30admirable.
03:31Ella se detuvo en el centro de la habitación, incapaz de acercarse más, incapaz de retroceder.
03:42Sus manos, entrelazadas frente a ella, eran un nudo de nervios.
03:46Capitán, murmuró, su propia voz sonándole extraña, lejana.
03:50Lorenzo depositó la miniatura en su sitio con una delicadeza casi teatral y se giró para
03:59enfrentarla.
04:02Su sonrisa no alcanzó sus ojos.
04:05Estos permanecieron fríos, calculadores, evaluándola como un entomólogo a un insecto
04:10prendido en un alfiler.
04:15Supongo que ha tenido tiempo suficiente para reflexionar sobre nuestra última conversación.
04:19Comenzó, acercándose a ella con pasos lentos y mesurados.
04:27El tiempo, Leocadia, es un bien muy preciado.
04:30Para algunos, es un aliado que permite que las cosas maduren.
04:37Para otros, como yo, es simplemente un recurso que se agota.
04:41Y me temo que mi paciencia, al igual que el buen vino, tiene un límite.
04:45Yo, he pensado mucho en su propuesta.
04:51Balbuceó ella, sintiendo como el aire se enrarecía a su alrededor.
04:58Propuesta, Lorenzo soltó una risa corta y seca, desprovista de humor.
05:03Oh, no, querida.
05:04No se confunda, no fue una propuesta.
05:10Fue la crónica de un suceso anunciado.
05:12Un evento que usted y yo vamos a hacer realidad.
05:17El compromiso entre su encantadora hija, Ángela, y yo, se detuvo a un brazo de distancia de ella.
05:23El olor a su colonia, una mezcla de sándalo y poder, la asfixiaba.
05:31Capitán, por favor, debe entender.
05:36Ángela es joven, es, es una muchacha afortunada.
05:40La interrumpió él, su tono volviéndose más cortante.
05:43Inmensamente afortunada, unirá su vida a un hombre de mi posición, de mi linaje.
05:51Se le abrirán puertas que ni siquiera sabía que existían.
05:57Dejará de ser la hija de la doncilla personal para convertirse en la esposa de un Luján.
06:05¿Acaso no es eso lo que toda madre desea para su hija?
06:08¿Un futuro asegurado, una vida de comodidades y respeto?
06:13Cada palabra era un dardo envenenado, una verdad retorcida que la hacía sentirse aún más culpable.
06:24Sabía que, en la superficie, él tenía razón.
06:27Pero también conocía la oscuridad que se escondía bajo esa superficie.
06:34La crueldad que era capaz de infligir, casar a Ángela con él no era asegurarle un futuro.
06:39Era venderla a la jaula más lujosa del mundo.
06:43Son cosas que no pueden precipitarse.
06:47Intentó argumentar, buscando una grieta en su armadura de certeza.
06:54Se necesita tiempo para preparar a Ángela, para que ella misma se haga a la idea.
06:58Un anuncio de este calibre requiere una preparación, una delicadeza, delicadeza, repitió él, saboreando la palabra como si fuera un manjar exótico y absurdo.
07:12La delicadeza es para los poetas y los moribundos, Leocadia.
07:19Yo soy un hombre de acción.
07:23Y mi acción requiere que este compromiso se anuncie.
07:26Hoy, el ultimátum resonó en el silencio del salón.
07:29Leocadia sintió que el suelo se abría bajo sus pies, hoy.
07:36Susurró, el pánico tiñendo su voz de incredulidad.
07:42Hoy, confirmó Lorenzo, su sonrisa desapareciendo por completo, reemplazada por una máscara de impaciencia fría.
07:49Quiero que hable con su hija.
07:54Quiero que le explique la maravillosa oportunidad que se le presenta.
07:59Y quiero que, antes de la cena, me comunique que todo está listo para que yo haga el anuncio oficial a los marqueses.
08:08Está claro.
08:09Leocadia negó con la cabeza, un gesto casi imperceptible.
08:13No puedo.
08:14Ella no lo aceptará así, sin más.
08:18Es mi hija, la conozco.
08:20Lorenzo dio el último paso que los separaba, invadiendo su espacio personal.
08:28Se inclinó ligeramente, su voz bajando a un susurro conspirador y amenazante.
08:33Entonces, tendrá que encontrar la forma de convencerla.
08:39Apelará a su sentido del deber, a su amor por usted.
08:42Le explicará que el futuro de ambas depende de esta unión.
08:48Le recordará, quizás, las dificultades por las que han pasado y cómo esto las alejará para siempre de la incertidumbre.
08:58Usará su instinto maternal.
09:00Leocadia.
09:01Oh, hizo una pausa deliberada, dejando que la amenaza flotara en el aire.
09:05Podemos considerar la alternativa.
09:11El terror, puro y gélido, se apoderó de ella.
09:15La alternativa.
09:19Sabía a qué se refería.
09:21El varón de Valladares, un hombre que coleccionaba deudas y las cobraba con la carne y la sangre de quienes se atrevían a desafiarlo.
09:27La vida de Ángela, la suya propia, pendían de un hilo que Lorenzo sostenía entre sus dedos.
09:39No se atrevería, dijo ella, aunque la frase sonó más a una súplica que a una afirmación.
09:44Lorenzo se enderezó, una expresión de falsa compasión en su rostro.
09:53Oh, Leocadia, por supuesto que no me atrevería.
09:58Porque sé que usted es una mujer inteligente, una mujer que sabe sopesar las opciones y elegir el mal menor.
10:07La felicidad temporal de su hija a cambio de su seguridad permanente.
10:10Es una ecuación sencilla, ¿no le parece? Piense en ello.
10:17El futuro de Ángela como mi esposa, dueña de una fortuna y un título.
10:21O un futuro incierto, a merced de hombres como Valladares, que no tienen mis.
10:29Escrúpulos.
10:30La palabra escrúpulos en sus labios era una blasfemia.
10:33Leocadia sintió una oleada de náuseas.
10:36Estaba acorralada, sin escapatoria posible.
10:41Cada puerta, cada ventana de aquel salón, se había sellado.
10:48Lorenzo había construido su prisión con palabras y amenazas veladas.
10:52Y ahora le entregaba la llave a cambio del alma de su hija.
10:55Le daré una respuesta antes de la cena.
11:00Dijo finalmente, su voz rota, vencida, espléndido.
11:05Respondió Lorenzo, su sonrisa depredadora regresando.
11:11Sabía que podíamos entendernos.
11:13Ahora, si me disculpa, tengo asuntos que atender.
11:16No se demore, Leocadia.
11:21El tic-tac del reloj puede ser un sonido muy enervante.
11:24Con una última mirada que era una mezcla de triunfo y advertencia,
11:28se dio la vuelta y salió del salón,
11:30dejándola sola con el eco de sus palabras y el peso de una decisión imposible.
11:37Leocadia se derrumbó en el sillón más cercano,
11:39el cuerpo sacudido por sollozos silenciosos y agónicos.
11:46Tenía que sacrificar a su hija para salvarla.
11:49Y esa paradoja monstruosa la estaba destrozando por dentro.
11:55Mientras Leocadia se ahogaba en su dilema,
11:57en las cocinas y los pasillos de servicio de la promesa
12:00se libraban batallas de una naturaleza distinta,
12:03pero no menos dolorosa.
12:07Lope, cuyo corazón parecía haberse quedado anclado
12:10en un perpetuo estado de melancolía desde su ruptura con Vera,
12:14se negaba a rendirse.
12:16Para él, el amor no era un interruptor que se pudiera apagar,
12:22sino una llama tenaz que se resistía al viento más gélido.
12:28Vio a Vera cerca de la entrada de servicio,
12:31doblando unos manteles con una concentración metódica
12:33que parecía diseñada para excluir al resto del mundo.
12:36Su postura era rígida,
12:41su rostro una máscara de eficiencia impasible.
12:44Atrás había quedado la muchacha de ojos curiosos
12:46y sonrisa fácil que había cautivado a todos,
12:49y especialmente a él.
12:53Se acercó a ella con la cautela de quien se aproxima a un animal herido.
12:57Vera, dijo en voz baja.
12:58Ella no levantó la vista de su tarea,
13:04aunque un minúsculo temblor en sus manos delató que lo había oído.
13:07Lope, estoy ocupada.
13:12Solo un minuto, por favor, insistió él,
13:15su voz teñida de una súplica que le avergonzaba y que,
13:18sin embargo, no podía reprimir.
13:23Quería saber cómo estás, estoy bien,
13:26trabajando, como puedes ver.
13:28Respondió ella, su tono cortante,
13:30cada palabra una barrera.
13:31No me refiero a eso, me refiero a ti, de verdad.
13:38Te noto, distante, no solo conmigo, con todos.
13:45Es como si hubieras levantado un muro a tu alrededor,
13:48y me pregunto qué lo sostiene.
13:52Finalmente, ella dejó los manteles a un lado y lo miró.
13:56Sus ojos, antes cálidos y expresivos,
13:58ahora parecían dos pozos oscuros y profundos
14:01en los que era imposible leer nada.
14:06Quizás el muro soy yo, Lope.
14:08Quizás la persona que creíste conocer
14:10no era más que una ilusión.
14:15La gente cambia, las circunstancias nos cambian.
14:18Yo no lo creo, replicó él,
14:20desesperado por encontrar una fisura en esa fortaleza.
14:23La Vera que yo conocí,
14:28la que se preocupaba por los demás,
14:30la que tenía un corazón tan grande
14:31que no le cabía en el pecho.
14:36Esa mujer no puede haber desaparecido,
14:38está ahí dentro, en alguna parte,
14:41solo tienes que dejarla salir.
14:45Una sombra de dolor cruzó el rostro de Vera,
14:48tan fugaz que Lope casi pensó que la había imaginado.
14:50A veces, dejar salir a ciertas personas
14:55es un lujo que no podemos permitirnos,
14:58dijo ella, su voz perdiendo un ápice de su dureza
15:00y ganando un matiz de tristeza infinita.
15:06Lo siento, Lope, de verdad que lo siento,
15:09pero tienes que dejarlo estar,
15:11tienes que seguir adelante.
15:12¿Cómo puedo seguir adelante
15:16cuando una parte de mí se ha quedado contigo?
15:19Preguntó él, el corazón en un puño.
15:24Pues arrancándola,
15:25dijo ella con una crueldad que no parecía la suya.
15:29A veces es la única manera de sanar.
15:33Ahora, si me disculpas,
15:35tengo trabajo que hacer.
15:36Se dio la vuelta y se alejó con paso rápido,
15:38dejando a Lope petrificado en medio del pasillo,
15:42con el alma hecha pedazos.
15:46Cada intento de acercarse a ella
15:48era como chocar contra un acantilado.
15:50Y lo peor no era el rechazo,
15:52sino la sensación de que la mujer
15:54a la que amaba estaba sufriendo sola,
15:56atrapada en una prisión invisible
15:57de la que él no tenía la llave.
16:02Poco después,
16:03Teresa lo encontró apoyado contra la pared,
16:05con la mirada perdida.
16:06Ella, que había visto nacer
16:09y morir tantas historias entre aquellos muros,
16:11reconoció el dolor en su rostro al instante.
16:16¿Es por ella, verdad?
16:17Preguntó con suavidad,
16:19acercándose a él.
16:20Lope asintió, incapaz de hablar.
16:26Lope, escúchame,
16:28dijo Teresa,
16:29su tono práctico pero no exento de compasión.
16:32Sé que la quieres.
16:33Lo hemos visto todos,
16:37pero tienes que abrir los ojos.
16:39La vera que llegó aquí,
16:41esa muchacha asustada pero dulce
16:42que se dejaba aconsejar,
16:44que escuchaba.
16:48Ya no está.
16:49No digas eso, Teresa.
16:51Sigue siendo ella,
16:52¿lo es?
16:53Insistió la doncella.
16:54Piensa en sus actos,
16:58no en tus deseos.
17:00Se ha vuelto uraña,
17:01reservada.
17:02Contesta con monosílabos.
17:06Rehuye cualquier conversación
17:07que no sea estrictamente sobre el trabajo.
17:10Hay algo que la ha cambiado desde dentro,
17:12Lope.
17:15Y me temo que es algo
17:16contra lo que tu amor no puede luchar.
17:18A veces,
17:19lo más valiente no es insistir,
17:21sino aceptar que la batalla está perdida
17:23y retirarse para no sufrir más heridas.
17:28Las palabras de Teresa
17:29eran como sal en la herida abierta de Lope,
17:32pero en el fondo de su corazón,
17:33sabía que tenían el amargo sabor de la verdad.
17:39Quizás estaba luchando por un fantasma,
17:41por un recuerdo,
17:42y mientras él se aferraba a ese pasado,
17:45la vera del presente se alejaba cada vez más,
17:47convirtiéndose en una extraña.
17:52Pero lo que ni Lope ni Teresa
17:53podían saber era que el cambio de Vera
17:55no era un capricho,
17:57sino el resultado de una tormenta interna
17:59que estaba a punto de alcanzar su clímax.
18:04Lejos de las miradas indiscretas del servicio,
18:07Vera buscó a la única persona
18:08en la promesa en la que aún sentía
18:10que podía confiar,
18:11al menos en parte,
18:13su hermano Federico.
18:17Lo encontró en los jardines,
18:19podando unos rosales
18:20con una precisión casi quirúrgica.
18:25Federico,
18:26al verla acercarse
18:27con esa expresión grave y decidida,
18:29supo que algo importante
18:30estaba a punto de suceder.
18:35Dejó las tijeras de podar
18:36y se limpió las manos en su delantal.
18:38Vera,
18:39¿ocurre algo?
18:40Tengo que hablar contigo,
18:45dijo ella,
18:45su voz firme,
18:47aunque por dentro temblaba
18:48como una hoja.
18:52He tomado una decisión.
18:54Federico la estudió,
18:55preocupado.
18:56¿Qué decisión?
18:57Voy a volver a casa.
19:01La frase quedó suspendida entre ellos,
19:03cargada de implicaciones.
19:05Para cualquiera,
19:06volver a casa sería una noticia normal,
19:08incluso alegre.
19:10Para ellos,
19:13era el equivalente a anunciar
19:14un viaje al corazón de un volcán.
19:16¿Estás segura?
19:17Preguntó Federico en voz baja,
19:20mirando a su alrededor
19:21para asegurarse
19:21de que nadie los escuchaba.
19:26Después de todo lo que pasó,
19:28después de cómo te fuiste,
19:29padre,
19:30lo sé,
19:31lo interrumpió Vera.
19:35Sé perfectamente
19:36cómo es nuestro padre,
19:37pero no puedo seguir así,
19:39Federico,
19:39no puedo seguir viviendo
19:41en esta mentira,
19:42escondiéndome,
19:43fingiendo ser alguien que no soy.
19:48Huir no solucionó nada,
19:50solo aplazó lo inevitable.
19:51Pero,
19:52¿qué ha cambiado?
19:53¿Por qué ahora?
19:54¿Por qué me estoy convirtiendo en alguien que no reconozco?
19:59Confesó Vera,
20:00y por primera vez en semanas,
20:02su coraza se resquebrajó,
20:03dejando ver la vulnerabilidad que había debajo.
20:06Estoy hiriendo a gente que no lo merece,
20:11como Lope,
20:12me estoy aislando de todos
20:13porque tengo miedo de que descubran la verdad.
20:18Y estoy cansada,
20:19estoy tan cansada de tener miedo.
20:21Miró a su hermano,
20:23sus ojos suplicando comprensión.
20:24Necesito enfrentarme a él,
20:29necesito escuchar su versión de los hechos,
20:31sin intermediarios,
20:32sin suposiciones.
20:36Necesito saber qué ocurrió realmente,
20:38por qué hizo lo que hizo.
20:40Y necesito que él me escuche a mí.
20:42Aunque sea la última vez que nos veamos.
20:47Federico suspiró,
20:49el peso del mundo en sus hombros.
20:54Conocía a su padre,
20:55sabía que la confrontación que Vera buscaba
20:57no sería un diálogo civilizado,
21:00sino una colisión de fuerzas titánicas
21:02que podría tener consecuencias devastadoras
21:04para toda la familia.
21:08Será un infierno,
21:09Vera.
21:10¿Lo sabes, verdad?
21:11Sí,
21:12respondió ella,
21:14una determinación sombría
21:15endureciendo sus facciones.
21:19Pero a veces hay que atravesar el infierno
21:21para encontrar un poco de paz.
21:23Ya no puedo vivir en este limbo.
21:27Necesito un final,
21:28sea cual sea.
21:30Comprendiendo que su decisión era inamovible,
21:32Federico asintió lentamente.
21:37Estaré contigo,
21:38no te dejaré sola en esto.
21:39Una lágrima solitaria rodó por la mejilla de Vera,
21:43una lágrima de gratitud y de pánico.
21:48Estaba a punto de reabrir la herida más profunda de su vida,
21:51sabiendo que podía desangrarse en el intento.
21:53Pero la alternativa,
21:58seguir viviendo como una sombra,
22:00era una muerte en vida que ya no estaba dispuesta a soportar.
22:06En los pisos superiores del palacio,
22:08la tensión adoptaba formas más sofisticadas,
22:11pero no menos letales.
22:12Catalina de Luján,
22:15que se había erigido como un pilar de pragmatismo y fortaleza en medio del caos financiero de su familia,
22:22creía estar preparada para cualquier desafío.
22:28Había negociado con acreedores,
22:30había modernizado la gestión de la finca
22:32y se había enfrentado a la desaprobación de su propio padre.
22:35Se sentía fuerte,
22:39invulnerable en su pequeño despacho,
22:42el único lugar de la promesa
22:43donde sus reglas y su lógica prevalecían.
22:49Esa mañana, sin embargo,
22:51su fortaleza estaba a punto de ser asediada
22:53por una fuerza que no entendía de lógica
22:55ni de negociación.
22:59Estaba revisando unos libros de cuentas
23:01cuando un lacayo anunció una visita inesperada.
23:05Antes de que pudiera preguntar de quién se trataba,
23:10la puerta se abrió de par en par
23:11y la figura imponente del varón de Valladares llenó el umbral.
23:17Catalina sintió un escalofrío recorrerle la espalda.
23:20La presencia de aquel hombre era como un cambio brusco en la presión atmosférica.
23:25El aire se volvía pesado,
23:26cargado de una amenaza silenciosa.
23:28Varón, dijo ella,
23:33levantándose de su silla,
23:35su voz más firme de lo que se sentía por dentro.
23:40No esperaba su visita.
23:42La espontaneidad es una de las grandes delicias de la vida,
23:45¿no cree, señorita Luján?
23:47Respondió él,
23:48entrando en el despacho sin ser invitado
23:50y cerrando la puerta tras de sí.
23:52El sonido del pestillo al encajar tuvo un eco ominoso.
23:58Paseó la vista por la habitación con una sonrisa condescendiente,
24:02como si estuviera evaluando la jaula de un animal exótico.
24:08Sus ojos se detuvieron en los libros de cuentas esparcidos sobre el escritorio.
24:12Ah, los números.
24:13¿Qué cosa tan tediosa?
24:18Un mal necesario para mantener el orden del mundo, supongo.
24:25Pero un pasatiempo poco adecuado para una dama de su alcurnia.
24:29Encuentro más tediosa la ruina.
24:31Varón, replicó Catalina,
24:33manteniendo su postura erguida.
24:38Y estos números son la única barrera que se interpone entre mi familia y ella.
24:42Admirable.
24:43Dijo él sin una pizca de sinceridad.
24:49Su tenacidad es curiosa,
24:51pero ha llegado el momento de que dedique su tiempo a menesteres más apropiados para su sexo y condición.
24:59El bordado, quizás, o la planificación de bailes benéficos.
25:03Catalina frunció el ceño.
25:07¿A qué ha venido, varón?
25:09Dudo que sea para discutir sobre mis aficiones.
25:11El varón de Valladares dejó de sonreír.
25:17Su rostro se transformó en una máscara de fría autoridad.
25:20Se acercó al escritorio de Catalina,
25:22apoyando los nudillos en la madera pulida,
25:25e inclinándose hacia ella.
25:26He venido a entregarle un mensaje.
25:31Oh, más bien, una orden.
25:33Es muy sencilla, en realidad.
25:38Debe abandonar la promesa.
25:40La frase la golpeó con la fuerza de un puñetazo.
25:43Por un instante, Catalina se quedó sin aire.
25:45Parpadeó, creyendo haber oído mal.
25:50Perdón.
25:51Creo que mi español es bastante claro.
25:54Dijo él, su voz baja y sibilante.
25:59Haga sus maletas.
26:00Váyase a Madrid, a París, al convento más cercano si lo prefiere.
26:04El destino es irrelevante.
26:09Lo único que importa es que se marche de aquí, inmediatamente.
26:15Catalina tardó un segundo en recuperarse del shock.
26:18Pero cuando lo hizo, la indignación reemplazó al miedo.
26:24¿Y quién se cree usted para darme órdenes en mi propia casa?
26:27Esta es mi casa, varón.
26:29Nací aquí, y no pienso irme a ninguna parte por el capricho de un
26:35Cuidado, señorita Luján.
26:38La interrumpió él, su voz adquiriendo un filo de acero.
26:44No está en posición de mostrar esa insolencia.
26:47Usted se ha convertido en un obstáculo.
26:51Un pequeño pero molesto guijarro en mi zapato.
26:54Se entromete en asuntos que no le conciernen.
26:56Hace preguntas que no debe hacer y,
26:58con su ridícula gestión,
27:00interfiere en planes mucho más grandes y beneficiosos de los que usted podría concebir.
27:07¿Beneficiosos para quién?
27:09¿Para usted?
27:09Espetó Catalina.
27:11El progreso de unos pocos siempre es beneficioso para la mayoría.
27:15Aunque la mayoría sea demasiado ignorante para verlo.
27:18Filosofó él con arrogancia.
27:22Pero no estoy aquí para darle una lección de economía.
27:25Estoy aquí para advertirle.
27:28Su presencia en la promesa ya no es bienvenida.
27:32¿Y si se niega a marcharse por las buenas?
27:36¿Qué?
27:36Lo desafió ella.
27:38Aunque su corazón latía con fuerza.
27:40¿Me amenazará?
27:41El varón soltó una carcajada que le geló la sangre.
27:44Mi querida señorita Luján, yo no amenazo.
27:50Las amenazas son para los débiles que necesitan aparentar un poder que no tienen.
27:56Yo simplemente describo las consecuencias inevitables de ciertas acciones.
28:01Si usted decide quedarse, descubrirá que la vida en la promesa se vuelve.
28:05Insostenible, pueden ocurrir accidentes, documentos importantes pueden perderse, inversiones prometedoras pueden evaporarse de la noche a la mañana.
28:16La reputación de su familia, ya de por sí frágil, puede quedar hecha añicos de una forma que ni todos los números del mundo podrán reparar.
28:27La miró fijamente, sus ojos oscuros desprovistos de cualquier emoción que no fuera un desprecio absoluto.
28:39Usted se enorgullece de proteger a su familia.
28:42Piénselo bien, marchándose, les estará haciendo el mayor favor de todos.
28:49Quedándose, los arrastrará a todos al fango junto a usted.
28:53La elección es suya, pero elija sabiamente.
28:57Y rápido, se enderezó, alisándose la chaqueta como si acabara de concluir una transacción comercial sin importancia.
29:08Le concedo 24 horas para tomar la decisión correcta. Confío en su inteligencia.
29:16Sin decir una palabra más, se dirigió a la puerta, la abrió y se marchó, dejando tras de sí un silencio denso y venenoso.
29:23Catalina se quedó de pie, temblando, no de miedo, sino de una rabia impotente.
29:32Aquel hombre había entrado en su santuario y lo había profanado con su sola presencia.
29:39Había puesto un precio a su hogar, a su vida, y por primera vez, Catalina sintió el verdadero significado de la vulnerabilidad.
29:46Su determinación y su carácter, las armas que siempre había esgrimido con orgullo, parecían ridículamente inútiles contra un enemigo que no jugaba con las mismas reglas.
29:58La guerra por la promesa acababa de abrir un nuevo frente, y ella estaba sola en la primera línea de batalla.
30:10En otra ala del palacio, Pía Adarre, la gobernanta, intentaba con todas sus fuerzas mantener un precario equilibrio sobre la cuerda floja de su existencia.
30:19La llegada de su hijo, Dieguito, había sido una bendición que iluminaba sus días, pero también una fuente constante de ansiedad.
30:32Cada risa del bebé era un recordatorio de todo lo que podía perder.
30:36Su relación con Ricardo, el primer atisbo de felicidad personal que había tenido en años,
30:41era otro secreto que debía guardar bajo siete llaves en un lugar donde las paredes tenían huidos y las sombras, ojos.
30:50Creía tenerlo todo bajo un control aparente, una fachada de normalidad construida con rutinas y una autoridad serena.
31:00Pero las fachadas, por muy bien construidas que estén, siempre tienen un punto débil.
31:08Y el suyo estaba a punto de ser atacado.
31:11Cristóbal, el hermano del anterior marqués, se había convertido en una presencia incómoda y escrutadora en la promesa.
31:20Sus modales eran impecables, su sonrisa afable, pero sus ojos observaban todo con una intensidad que inquietaba a Pía.
31:27Aquella mañana, la encontró hablando en voz baja con Ricardo en un rincón discreto del pasillo principal.
31:39Hablaban de Dieguito, de un pequeño resfriado que parecía estar remitiendo.
31:44Era una conversación inocente, doméstica, pero a los ojos de Cristóbal, fue la confirmación que necesitaba.
31:50Se acercó a ellos sin hacer ruido, como una serpiente deslizándose por la hierba.
31:58Señora Adarre.
32:02Señor Pellicer.
32:04Dijo, su tono amable contrastando brutalmente con la dureza de su mirada.
32:08¿Qué estampa tan conmovedora? Casi parecen una familia. Pía y Ricardo se separaron instintivamente, la tensión apoderándose de ellos.
32:19Señor. Saludó Pía, forzando una calma que no sentía. ¿Deseaba algo? Sí, deseaba tener unas palabras con ustedes dos. Respondió Cristóbal, su sonrisa ampliándose.
32:37A solas, si es posible. Su tono no dejaba lugar a la negativa. Los condujo a una pequeña antesala, asegurándose de que la puerta quedaba cerrada.
32:49Una vez dentro, su máscara de amabilidad se desvaneció. No soy tonto. Comenzó, yendo directo al grano.
32:59He observado, he escuchado, y he atado cabos. El niño, su repentina aparición. La forma en que ambos lo cuidan.
33:09Su cercanía. No hace falta ser un genio para sumar dos y dos. Pía sintió que el corazón se le detenía.
33:15Ricardo dio un paso al frente, interponiéndose ligeramente entre ella y Cristóbal.
33:26No sé a qué se refiere. Dijo Ricardo, su voz grave y firme. Oh, por favor, ahorrense el teatro.
33:33Espetó Cristóbal, perdiendo la paciencia.
33:36Sé perfectamente que ese niño es suyo, señora Adarre. Y sé que ustedes dos tienen un idilio que va mucho más allá de una relación profesional.
33:47Y quiero que sepan que estoy al corriente de sus planes. ¿Nuestros planes? Preguntó Pía, genuinamente confundida y asustada.
33:58Sus planes de formar una pequeña y feliz familia bajo este techo. Sus planes de criar a ese bastardo como si este palacio fuera su hogar.
34:12Déjenme advertirles con toda la dureza de la que soy capaz. Eso no va a ocurrir.
34:17Sus acciones, su mera presencia juntos, son una afrenta a la moral y al buen nombre de esta casa.
34:22Y pueden acarrear consecuencias muy graves. La palabra bastardo golpeó a Pía con una violencia inaudita.
34:35Un fuego protector y maternal se encendió en su interior. No se atreva a hablar así de mi hijo.
34:41Si se o, su miedo transformado en furia.
34:46Puedo hablar de él como me plazca. Replicó Cristóbal con desdén. Y puedo hacer mucho más que hablar.
34:52Piensen en el marqués. ¿Creen que Alonso toleraría una situación así si llegara a conocer todos los detalles?
35:01Un niño de origen desconocido y una relación ilícita entre su personal de más alto rango.
35:09Serían expulsados de aquí antes del anochecer. Y créanme, me aseguraría de que no encontrarán trabajo ni en el rincón más miserable de España.
35:17Ricardo apretó los puños, la ira luchando por salir. Es usted un miserable. Soy un hombre que vela por el decoro de su familia. Corrigió Cristóbal.
35:29Y ustedes son una mancha en ese decoro. Así que les aconsejo que pongan fin a esta farsa.
35:40Ahora mismo, o yo mismo me encargaré de que sus vidas se conviertan en un infierno.
35:44La puerta de la antesala se abrió en ese preciso instante. Manuel de Luján, que pasaba por allí, se detuvo al percibir la atmósfera cargada.
35:58Vio el rostro pálido de Pía, la furia contenida de Ricardo y la expresión de suficiencia cruel de su tío.
36:04¿Interrumpo algo? Preguntó Manuel, su tono ligero ocultando una repentina preocupación.
36:15Nada que le incumba, sobrino. Respondió Cristóbal, recomponiendo su máscara de afabilidad.
36:24Un simple asunto de servicio. Pero Manuel no era fácil de engañar. Conocía a su tío y sentía un profundo afecto y respeto por Pía y Ricardo.
36:34Pía, Ricardo, ¿está todo en orden? Preguntó, dirigiéndose directamente a ellos e ignorando a Cristóbal.
36:46Pía asintió, incapaz de hablar. Fue Ricardo quien respondió, su voz todavía tensa.
36:54Sí, señorito Manuel, no se preocupe. Manuel no quedó convencido. Esperó a que Pía y Ricardo salieran de la habitación, visiblemente afectados.
37:03Y luego se enfrentó a su tío.
37:08¿Qué estaba ocurriendo aquí, tío? Ya te lo he dicho, Manuel. Asuntos que no son de tu competencia.
37:14Pía y Ricardo son de mi competencia. Afirmó Manuel, su tono volviéndose serio. Son dos de las personas más leales y trabajadoras de esta casa.
37:26Y son mis amigos, así que le advierto, no voy a tolerar que los amedrenten y los amenace.
37:37Para mí, son intocables. La declaración de Manuel, tan directa y protectora, pilló a Cristóbal por sorpresa.
37:44Una mueca de desagrado se dibujó en su rostro. Tu lealtad hacia el servicio es conmovedora, pero ingenua, dijo Cristóbal con frialdad.
37:55Hay cosas que no sabes, secretos que harían que tu padre los echara a la calle sin pensarlo dos veces.
38:06Pues mientras yo esté aquí, esos secretos, si es que existen, estarán a salvo.
38:11Y ellos también, replicó Manuel, inamovible.
38:15Cristóbal lo miró con una mezcla de ira y condescendencia, ten mucho cuidado, Manuel.
38:25Esa actitud te puede costar cara. Si persistes en proteger a esa pareja y su pequeño secreto, no tendré más remedio que poner en aviso al marqués.
38:36Y entonces tu padre tendrá que elegir entre su sentido del honor y la lealtad de su hijo.
38:40Será una situación muy desagradable para todos. La amenaza flotó entre ellos, envenenando el aire.
38:53Cristóbal había subido la apuesta, implicando directamente al marqués y poniendo a Manuel en una posición imposible.
39:02La convivencia en la promesa, ya de por sí complicada, se había tensado hasta el punto de ruptura.
39:10Manuel se dio cuenta de que la batalla por el alma del palacio se libraba en muchos frentes a la vez,
39:16y que proteger a los que amaba iba a requerir mucho más que buenas intenciones.
39:23Lejos de estas intrigas palaciegas, de las amenazas y los corazones rotos,
39:28un pequeño brote de felicidad intentaba abrirse paso, ajeno a la oscuridad que lo rodeaba.
39:33Enora y Toño, dos almas sencillas y trabajadoras,
39:40estaban descubriendo el amor con la ilusión y la pureza de los primeros días.
39:47Para ellos, el mundo se había reducido a sus miradas,
39:50a sus sonrisas cómplices y a los sueños que empezaban a tejer juntos.
39:54Se encontraron en un rincón tranquilo del jardín,
40:00donde el murmullo de una fuente ahogaba los ruidos del palacio.
40:06Enora hablaba con una animación que le iluminaba el rostro,
40:09sus ojos brillando con la luz de un futuro que imaginaba perfecto.
40:13Y podríamos tener una pequeña casa, Toño, no muy grande, solo lo suficiente para nosotros.
40:24Con un pequeño huerto en la parte de atrás, yo plantaría tomates y lechugas,
40:29y tú podrías construir un pequeño cobertizo para tus herramientas.
40:35¿Te lo imaginas? Toño la escuchaba embelesado, una sonrisa boba pintada en su cara.
40:43Cada palabra que ella decía era para él una promesa,
40:46un ladrillo más en el castillo que estaban construyendo en el aire.
40:52Me lo imagino, en hora.
40:54Claro que sí, respondió él, tomando su mano con una ternura infinita.
41:01Sería la casa más bonita del mundo, porque estarías tú en ella.
41:05Hablo en serio, Toño.
41:09Podríamos ahorrar, poco a poco, y quizás algún día.
41:13Algún día lo haremos.
41:14La interrumpió él con una certeza absoluta.
41:19No me importa cuánto tardemos, mientras esté contigo, la espera será dulce.
41:24Ella se apoyó en su hombro, suspirando de felicidad.
41:27A veces pienso que es demasiado bueno para ser verdad, que algo vendrá a estropearlo.
41:37No pienses eso.
41:39Le susurró él, acariciándole el pelo.
41:41Nada va a estropearlo.
41:43Somos tú y yo.
41:46Y eso es lo único que importa.
41:48Desde la distancia, Manuel, que había salido a tomar el aire para aclarar sus ideas tras su enfrentamiento con Cristóbal,
41:55los observó.
41:59La escena era tan idílica, tan llena de una esperanza casi infantil, que le provocó una punzada de melancolía.
42:08Vio la fe ciega en los ojos de Toño, la ilusión desbordante en los de Enora, y no pudo evitar sentir una oleada de escepticismo.
42:15No era cinismo, sino el producto de haber visto demasiado.
42:22Sabía que la promesa era un terreno fértil para las tragedias, un lugar donde los sueños más puros a menudo se marchitaban antes de poder florecer.
42:32¿Cuánto duraría esa felicidad tan frágil?
42:35¿Cuánto tiempo pasaría antes de que la dura realidad del mundo, con sus jerarquías, sus deudas y sus ambiciones, se inmiscuyera en su pequeño paraíso?
42:43Se aferraban a sus palabras, a sus promesas, como si fueran un salvavidas en medio del océano.
42:55Pero Manuel sabía que el océano que los rodeaba estaba infestado de tiburones.
42:59Y por un momento, sintió una profunda tristeza por ellos, por su inocencia, por la inevitable tormenta que, tarde o temprano, también amenazaría con alcanzar su pequeña isla de felicidad.
43:14Y así, mientras el sol comenzaba su lento descenso hacia el horizonte, el día 15 de septiembre se preparaba para la noche.
43:24Una noche en la que Leocadia tendría que dar su respuesta definitiva, en la que Catalina sopesaría el exilio, en la que Vera se armaría de valor para regresar al origen de su dolor y en la que las tensiones en el corazón de la promesa amenazaban con una explosión que lo cambiaría todo para siempre.
43:39El aire seguía denso, la tormenta seguía sin estallar, pero todos, en sus respectivos infiernos y paraísos, sentían en los huesos que el relámpago era inminente.
43:52El aire seguía denso, la tormenta seguía sin estallar, pero todos, en sus respectivos infiernos.
Sé la primera persona en añadir un comentario
Añade tu comentario

Recomendada

49:01
Próximamente
47:01