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Avance ‘Valle Salvaje’: Matar a Dámaso, la única salida (capítulo 306, viernes 28 de noviembre)
Avance del capítulo 306 de ‘Valle Salvaje’, que se emite este viernes 28 de noviembre en La 1. El plan de Victoria y José Luis da un giro definitivo. Con vídeo avance incluido al final.
Dámaso dejó la copa de whisky sobre la mesa con un golpe seco. El cristal tintineó, pero el único sonido constante en aquella oficina fue el tic tac del reloj de pared. Mercedes, de pie frente a él, mantenía la barbill ...
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#ValleSalvaje, #capítulo306Matar, #Dámaso, #única, #salida
Avance ‘Valle Salvaje’: Matar a Dámaso, la única salida (capítulo 306, viernes 28 de noviembre)
Avance del capítulo 306 de ‘Valle Salvaje’, que se emite este viernes 28 de noviembre en La 1. El plan de Victoria y José Luis da un giro definitivo. Con vídeo avance incluido al final.
Dámaso dejó la copa de whisky sobre la mesa con un golpe seco. El cristal tintineó, pero el único sonido constante en aquella oficina fue el tic tac del reloj de pared. Mercedes, de pie frente a él, mantenía la barbill ...
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#ValleSalvaje, #capítulo306Matar, #Dámaso, #única, #salida
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CortometrajesTranscripción
00:00Avance Valle Salvaje. Matar a Damaso, la única salida, capítulo 306, viernes 28 de noviembre.
00:21Avance del capítulo 306 de Valle Salvaje, que se emite este viernes 28 de noviembre en la 1.
00:31El plan de victoria y José Luis da un giro definitivo, con vídeo avance incluido al final.
00:39Damaso dejó la copa de whisky sobre la mesa con un golpe seco. El cristal tintineó, pero el único sonido constante en aquella oficina fue el tic-tac del reloj de pared.
00:52Mercedes, de pie frente a él, mantenía la barbilla en alto, aunque por dentro sentía que el suelo se abría bajo sus pies.
01:00Te escucho, dijo ella, sin apartar la mirada. Dijiste que querías una prueba de mi lealtad.
01:08Pues aquí estoy. Damaso se reclinó en el sillón, cruzó las manos sobre el vientre y la observó con una mezcla de satisfacción y desconfianza.
01:19Había aprendido a no fiarse de nadie, y menos aún de una mujer tan inteligente como Mercedes.
01:28No me basta con verte aquí, murmuró. Cualquiera puede venir a decirme que está de mi lado.
01:38Lo que quiero es algo que sólo una persona verdaderamente comprometida sería capaz de hacer.
01:43Mercedes sintió que el corazón le latía en la garganta, pero no parpadeó. Habla claro.
01:56Quiero que rompas con todo lo que te ata a valle salvaje tal y como lo conoces, dijo despacio.
02:01Amigos, familia, lealtades viejas, si estás conmigo, no hay vuelta atrás. Ella dejó escapar una risa breve, amarga.
02:12¿De verdad crees que no lo sé? Replicó, ya lo he hecho, aunque no te hayas dado cuenta.
02:24¿O crees que estaría aquí, en tu oficina, soportando tu sospecha, si tuviera alguien más a quien acudir?
02:33Los ojos de damaso centellearon, pero no se ablandaron. Entonces demuéstralo. Ve a la casa grande.
02:42Preséntate delante de todos, delante de Victoria, delante de Bernardo si hace falta, y diles que tu futuro está conmigo.
02:54Con tu, nuevo socio, saboreó la palabra. Que se enteren de que sus tiempos se acabaron.
03:03Mercedes apretó los dientes. Sabía que aquella jugada era arriesgada, casi suicida.
03:08Pero también sabía que, si mostraba miedo, lo perdería todo. Y en aquel momento, lo único que no podía permitirse era perder poder.
03:19Está bien. Dijo al fin, con frialdad, iré a la casa grande. Y cuando termine, no quedará duda de quién es mi nuevo aliado.
03:34Se dio la vuelta para irse, pero la voz de damaso la detuvo en seco. Y Mercedes, se giró lentamente.
03:40¿Qué? No te confundas. Esto no es un noviazgo ni una amistad. Es un pacto. Y si me traicionas, sonrió. Pero en su sonrisa no había rastro de humor. No seré tan indulgente como Victoria.
03:56Tranquilo, damaso. Susurró ella. Si alguien debe temer la traición, es ella, no tú.
04:08Mientras Mercedes cruzaba el patio de tierra camino a la casa grande, el aire parecía más denso, cargado de una electricidad invisible.
04:15Cada paso resonaba en su cabeza como si caminara hacia un juicio final. Sabía que, apenas traspasara el umbral de aquella casa, nada volvería a ser igual.
04:32En el interior, Victoria, apoyada en la barandilla del piso superior, la vio llegar.
04:37Una sombra de fastidio se dibujó en sus labios. Mira a quién se atreve a venir sin avisar. Murmuró, más para sí misma que para nadie.
04:53En el salón, Bernardo revisaba papeles con gesto cansado. Cuando Mercedes apareció en la puerta, todos los ojos se posaron en ella.
05:01Un silencio incómodo se adueñó de la estancia. ¿A qué debemos tu visita? Preguntó Victoria, con una sonrisa afilada.
05:14Creí que estabas demasiado ocupada. Encontrando socios nuevos. Mercedes alzó la cabeza.
05:19Precisamente por eso he venido. Respondió. Para que no haya malentendidos. Se adelantó hasta el centro del salón, como si estuviera en un escenario.
05:34Bernardo la miraba con curiosidad, Victoria con hostilidad contenida. He tomado una decisión. Anunció, con voz clara.
05:42Y quiero que quede muy claro para todos. A partir de hoy, mi futuro empresarial va ligado al de Damaso.
05:54Un murmullo recorrió la habitación. Una de las criadas dejó caer discretamente una bandeja en la puerta.
06:03Victoria entrecerró los ojos. ¿Estás diciendo que te has unido? ¿A él? Preguntó, sin poder disimular la incredulidad.
06:12Después de todo lo que hemos hablado, después de todas mis advertencias, tus advertencias solo han servido para una cosa.
06:21Replicó Mercedes. Para que entienda que en esta casa nunca volveré a ser más que una invitada incómoda.
06:30Con Damaso soy algo más. Soy su socia. Bernardo intentó intervenir. Mercedes, no es necesario plantearlo así.
06:38Aquí siempre tendrás un lugar. ¿Un lugar? Lo interrumpió ella, mirándolo con dureza.
06:49¿En qué rincón, Bernardo? ¿En qué silla vacía mientras otros deciden por mí? No, gracias.
06:55Ya no estoy para migajas. Victoria la observaba con una mezcla de furia y fascinación.
07:06Algo, sin embargo, le llamó la atención. En la mirada de Mercedes no había la sumisión calculada de quien se vende al mejor postor.
07:14Había una determinación distinta, una sombra de algo más complejo.
07:21Lo que estás haciendo es muy peligroso, murmuró Victoria.
07:24Te estás atando a un hombre que no confía en nadie. Y menos en una mujer que ha estado tan cerca de sus enemigos.
07:37Y sin embargo, me ha dado la oportunidad que tú me negaste. Contestó Mercedes, dando un paso atrás en señal de despedida.
07:44Eso es lo único que importa. Cuando se marchó, Victoria se quedó inmóvil, como si intentara descifrar un enigma que se le escapaba.
07:58No está jugando solo para él, pensó. Está jugando para alguien más. O contra alguien más.
08:04Y si es contra mí, tendré que mover ficha antes de que sea demasiado tarde.
08:12A pocos kilómetros de allí, en la sombra húmeda de los calabozos, el tiempo tenía otra textura.
08:20Luisa estaba recostada contra la pared, los ojos entrecerrados, la respiración lenta y trabajosa.
08:26El frío se le metía en los huesos, pero lo que más la debilitaba no era la humedad, sino la espera.
08:38La espera y la ausencia de noticias de Alejo, de Pepa, de la vida que había quedado suspendida fuera de aquellas rejas.
08:48Los pasos de un guardia resonaron en el pasillo. Luisa apenas reaccionó, acostumbrada al vaivén monótono de las llaves y los gritos.
08:56Pero esta vez, el guardia no pasó de largo.
09:02¿Tienes visita? Gruñó. Ella tardó en procesar las palabras.
09:10¿Visita? Repitió, con la voz gastada. La puerta chirrió. Luisa alzó la vista, esperando ver a Adriana.
09:17Y sí, allí estaba, con el rostro tenso y los ojos llenos de una tristeza que intentaba disfrazar de valentía.
09:30Pero no venía sola. Luisa, susurró Adriana, avanzando hacia ella.
09:35Y detrás de Adriana, aferrando un pañuelo entre los dedos, apareció Pepa.
09:40Por un instante, el mundo se detuvo. El tiempo pareció retroceder varios años, hasta aquellas tardes en que las dos hermanas reían juntas en una cocina pequeña, compartiendo secretos y sueños.
09:54Pero ahora ya no eran las mismas. Había demasiado dolor, demasiadas mentiras entre ellas.
10:06Pepa, la voz de Luisa se quebró.
10:08Yo, las lágrimas brotaron de los ojos de Pepa antes de que pudiera decir palabra.
10:13¿Cómo has podido callar tanto tiempo? Susurró, avanzando con paso inseguro. ¿Cómo has podido cargar con todo? ¿Sin decirme nada?
10:27Luisa quiso incorporarse, pero el cuerpo no le respondió. Adriana se apresuró a sostenerla.
10:32No fue por falta de confianza. Dijo, con un hilo de voz. Fue por miedo. Miedo a arrastrarte conmigo.
10:45Pepa se arrodilló frente a ella, sin preocuparse por la suciedad del suelo.
10:50¿Y qué creías que estaba haciendo mientras tanto? Exclamó, con un sollozo.
10:57Morirme de angustia, pensando que te habías olvidado de mí, que ya no me necesitabas.
11:02¿Qué te habías ido para empezar una vida nueva sin mirar atrás? Luisa negó con la cabeza, desesperada.
11:14Nunca, jade o con acento agudo, nunca me olvidé de ti. Cada noche me dormía repitiendo tu nombre.
11:23Pero, no podía ponerte en peligro. José Luis, Damas o, todos ellos, son capaces de todo.
11:32Adriana las observaba, con los ojos vidriosos. Había sido ella quien, esa misma mañana, había mirado a Pepa a los ojos y le había dicho la verdad.
11:43Que su hermana no estaba desaparecida, ni había huido por vergüenza, ni se había escondido por egoísmo.
11:49Estaba presa, injustamente, y corría el riesgo de no salir nunca. He tardado demasiado en contártelo, admitió Adriana.
12:00Creí que podría resolverlo sin involucrarte. Pero ya no hay tiempo. Luisa se está debilitando.
12:08¿Y si vamos a luchar por ella? Tenemos que hacerlo juntas. Pepa tomó las manos de su hermana, sintiéndolo huesudas y frías que estaban.
12:19Entonces escucha bien, Luisa. Dijo, secándose las lágrimas con rabia. No pienso dejar que mueras en este agujero.
12:33No pienso permitir que pagues por los crímenes de otros. Vamos a sacar la verdad a la luz, aunque tengamos que enfrentar al mismísimo demonio.
12:41Luisa sonrió levemente, agotada. El demonio. Murmuró. Tiene nombre, o varios, José Luis.
12:54Damaso. Victoria. El nombre de José Luis flotó en el aire como una acusación silenciosa.
13:00Adriana lo sintió clavarse en su conciencia. Sabía que, mientras ellas hablaban, él seguía trazando planes a puerta cerrada.
13:14En su despacho, José Luis apoyó ambas manos sobre la mesa, inclinándose hacia adelante.
13:19Frente a él, Alejo parecía mucho más joven de lo que recordaba, como si llevara de golpe el peso de un niño asustado en lugar del de un hombre.
13:33Los ojos enrojecidos, la mandíbula apretada. ¿Qué es eso de... una oferta? Preguntó Alejo, con la voz tensa.
13:42Adriana dijo que querías hablar conmigo sobre Luisa. Si has venido a burlarte, te juro que...
13:52No he venido a burlarme. Lo interrumpió José Luis, con una calma escalofriante. He venido a darte lo que dices querer tanto.
14:03Alejo frunció el ceño. ¿De qué hablas? De su libertad. El silencio que siguió fue casi físico.
14:12Alejo tardó unos segundos en reaccionar. ¿Libertad? Repitió. ¿Estás... estás diciendo que puedes sacar a Luisa de la cárcel?
14:24Puedo hacerlo. Confirmó José Luis. Tengo los contactos, los documentos, las influencias.
14:31Puedo lograr que el juez reconsidere el caso, que se reabran las pruebas, que los informes, desaparezcan, y otros nuevos aparezcan en su lugar.
14:42En pocos días, la orden de detención quedaría sin efecto. El corazón de Alejo empezó a latir con fuerza descontrolada.
14:52Entonces hazlo. Exigió. Si de verdad puedes, hazlo ya. ¿Qué estás esperando? José Luis se enderezó y lo miró con frialdad quirúrgica.
15:04Estoy esperando tu respuesta. ¿Mi respuesta a qué? A la única condición lógica. Alejo sintió un escalofrío.
15:18¿Qué condición? José Luis se tomó su tiempo para decirlo, saboreando cada palabra.
15:23Luisa quedará libre, si desaparece para siempre. No solo de las acusaciones, no solo de este pueblo.
15:35De tu vida, Alejo. De tu historia, de Valle Salvaje. Alejo lo miró, incapaz de entender.
15:44No, no tiene sentido. ¿Qué estás diciendo? Estoy diciendo que ella vivirá.
15:50Explicó José Luis, con la paciencia cruel de un profesor que corrige a un alumno. Pero lejos de aquí.
15:59Lejos de ti, con una identidad nueva, un destino nuevo, un lugar donde ni tú puedas encontrarla.
16:08Nunca, a cambio, todos sus cargos se esfuman. Pero tú renuncias a ella. Definitivamente.
16:14Alejo sintió que el mundo se hundía bajo sus pies. El hombre al que odiaba le estaba ofreciendo exactamente lo que más deseaba. Pero envenenado.
16:25No puedes pedirme eso. Susurró. No puedes pedirle a un hombre que elija entre el amor y la vida de la mujer a la que ama.
16:38Es. Cruel. Terminó José Luis. Lo sé, pero aquí no estamos jugando a la felicidad, muchacho.
16:45Estamos hablando de supervivencia. O la recuperas viva y la pierdes para siempre. O te aferras a ella aquí, encarcelada, hasta su muerte.
16:57Tú decides. Alejo apretó los puños hasta clavarse las uñas en la palma. ¿Por qué? Preguntó entre dientes.
17:10¿Por qué te molesta tanto que yo esté con ella? ¿Qué ganas con separarnos? José Luis lo miró con una dureza que ocultaba algo más. Miedo.
17:18Gano tranquilidad. Respondió. Gano silencio. Gano que nadie remueva el pasado que me conviene enterrar.
17:30Y tú también ganarías algo. La seguridad de saber que está viva. En algún lugar. Alejo sintió que las lágrimas le quemaban los ojos, pero no las dejó salir.
17:40Eres un monstruo. Puede ser. Admitió José Luis. Pero incluso los monstruos saben hacer ofertas.
17:52Piénsalo. No tengo prisa. Pero tu corazón sí. Victoria, ajena a la tormenta exacta que se estaba desatando entre Alejo y José Luis, caminaba de un lado a otro en su habitación.
18:04Sus pasos creaban un ritmo inquieto, como un metrónomo de angustia. Las palabras de Mercedes en la casa grande la perseguían.
18:17Mi futuro empresarial va ligado al de Damaso. Algo no encajaba. Victoria había sembrado la duda en Damaso. Había susurrado al oído justo lo suficiente para que desconfiara.
18:28Pero, en lugar de separarlos, su jugada había hecho que se acercaran más. Eso no era un error, era una amenaza.
18:41Cuando por fin decidió que no podía seguir dándole vueltas sola, llamó a José Luis.
18:49Él llegó al cabo de unos minutos, todavía con el eco de la conversación con Alejo atormentándolo por dentro.
18:58¿Qué pasa ahora? Preguntó, cerrando la puerta tras de sí. No tengo el día más tranquilo del mundo.
19:07Mercedes, dijo Victoria, sin rodeos. En lugar de alejarse de Damaso, está más unida a él que nunca.
19:17Y no solo eso. Se ha colocado abiertamente en su bando. Delante de mí, delante de todos.
19:23Ya no es una posibilidad. Es una declaración de guerra. José Luis se pasó una mano por el rostro.
19:35¿Qué quieres que haga, que la aplaste hoy mismo? Ya tenemos suficientes frentes abiertos.
19:40Precisamente por eso, replicó Victoria. Porque tenemos demasiados frentes, y el más peligroso se llama Damaso.
19:53Él ya no es un simple socio incómodo. Es un enemigo real. Con dinero, con aliados. Con ella.
19:59José Luis la miró, analizándola. Tú fuiste la que alimentó sus sospechas, señaló.
20:11Si ahora han cerrado filas, es porque algo percibió en tu manera de moverte. Victoria no lo negó.
20:17Tal vez, pero eso no cambie el resultado. Si no lo frenamos ahora, no habrá marcha atrás.
20:29Se hará con todo. La fábrica, las tierras, la gente. Y nosotros seremos un capítulo cerrado.
20:35La mirada de José Luis se endureció. ¿Qué estás proponiendo? Victoria se acercó a la ventana.
20:47Desde allí se veía la línea lejana de los campos, el polvo levantado por los carros,
20:52la vida cotidiana de un valle que desconocía las decisiones que se tomaban sobre su futuro.
20:57Cuando el enemigo no entiende de límites, susurró, a veces no queda más remedio que cruzar los tuyos.
21:09Puedo seguir manipulando, empujando, sembrando discordia, pero él es más duro de lo que pensábamos.
21:19Y ahora que tiene a Mercedes, tiene también una mente estratégica a su lado. José Luis sintió un nudo en el estómago.
21:27Victoria, ella se giró, los ojos brillando con una resolución inquietante.
21:35Si no podemos frenarlo con palabras, tendremos que frenarlo con algo más definitivo. Dijo.
21:43Y si eso significa llegar a la sangre, lo dejó en el aire. José Luis completó mentalmente la frase.
21:49Que así sea, terminó, con un susurro casi inaudible.
21:57Entre ellos se instaló un silencio nuevo, más denso que cualquier discusión.
22:01Esa era la línea que ambos sabían que podían llegar a cruzar algún día. Y ahora, por primera vez, estaba justo frente a ellos.
22:12En otra parte de la casa grande, lejos de conspiraciones y acuerdos oscuros, Bárbara sostenía una taza de café entre las manos, sonriendo con una calidez poco habitual.
22:25Frente a ella, Matilde hablaba rápido, nerviosa y emocionada a partes iguales, mientras Atanasio, más callado, la escuchaba con atención fingida, aunque su mente estaba en otra parte.
22:40No puedo creer que ya estemos hablando de fechas, reía Matilde. Parecía que todo se iba a eternizar y ahora de repente todo se acelera.
22:54Así es la vida, comentó Bárbara, casi divertida. Cuando menos te lo esperas, decide que ha llegado el momento de ponerse seria.
23:02Atanasio forzó una sonrisa. Sólo él sabía que, bajo aquella ilusión de boda y promesas de futuro, se escondía una batalla silenciosa.
23:17Estaba convencido de que Victoria conocía sus verdaderas intenciones. Sabía demasiado, miraba demasiado, preguntaba lo justo en el momento preciso.
23:26Y él, que nunca se había considerado un hombre miedoso, empezaba a inquietarse. Si ella sabe lo que estoy preparando, pensó, no se quedará de brazos cruzados.
23:42Y si no se queda quieta, yo tampoco podré hacerlo. Bárbara lo miró con afecto. Atanasio, estás muy callado.
23:50¿Te asusta el matrimonio? Él se aclaró la garganta. No, señora. Sólo estoy, pensando en todo lo que hay que organizar.
24:04Quiero que Matilde tenga lo mejor. Matilde lo miró enternecida. Con tal de casarme contigo, podríamos hacerlo bajo un árbol. Bromeo.
24:13No necesito grandes salones. Bárbara rió. Eso déjaselo a las novelas románticas. Aquí haremos las cosas bien.
24:24Como merece esta casa. Y como merecéis vosotros. Mientras tanto, desde el pasillo, alguien observaba la escena con ojos fríos.
24:36Victoria, que había oído suficientes fragmentos de conversaciones, suficientes susurros nocturnos, para intuir que Atanasio no era del todo transparente.
24:45Otro frente a vigilar. Demasiadas piezas moviéndose a la vez, pensó. Y cuando eso pasa, el tablero suele acabar manchado de sangre.
25:00Irene caminaba por el corredor con paso tembloroso, como si cada baldosa pesara una confesión.
25:06Había pasado noches enteras sin dormir, recordando el roce de los labios de Leonardo, el temblor de sus propias manos, la mirada confundida de él.
25:21Aquello que había empezado como un impulso había crecido hasta convertirse en un muro entre ella y Bárbara.
25:26Cuando por fin entró en el cuarto, encontró a Bárbara ordenando unos papeles. La señora alzó la vista, percibiendo al instante la inquietud de la joven.
25:41Irene, ¿qué ocurre? Pareces haber visto un fantasma. Peor. Murmuró Irene. Lo he creado.
25:48Bárbara frunció el ceño. Habla claro. Irene cerró los ojos un segundo, tomó aire y se lanzó.
26:00Te debo una verdad, y sé que, cuando la escuches, podrías no volver a mirarme igual.
26:08Pero no quiero construir mi vida, ni mi futuro en esta casa, sobre mentiras. Bárbara la observó, intrigada y alerta.
26:18Adelante. He besado a Leonardo. Soltó Irene, al fin. No fue un accidente. No fue un malentendido.
26:30Fue una decisión. Torpe, impulsiva, equivocada, quizá. Pero una decisión. La habitación se llenó de un silencio extraño.
26:40Bárbara apoyó los papeles sobre la cómoda y la miró fijamente. Él te rechazó. Al principio, admitió Irene.
26:54Pero... Trató de recordar la secuencia exacta. No podría decir que fue solo cosa mía.
27:02Él también, correspondió, aunque fuera solo un segundo. Bárbara suspiró, más cansada que enfadada.
27:10Siempre supe que algo así podía pasar. Dijo, al cabo de unos segundos. Leonardo es un hombre con demonios, y tú, tú eres una mujer que ha sufrido demasiado como para no buscar consuelo donde lo encuentra.
27:25Irene parpadeó. Sorprendida. ¿No estás? ¿Furiosa? Claro que lo estoy. Respondió Bárbara.
27:35Pero no por el beso. Estoy furiosa porque todo esto no hace sino confirmarme algo que llevo tiempo temiendo. Que, tarde o temprano, vuestro matrimonio será inevitable.
27:48Que el intento de separaros solo ha servido para acercaros más. Irene intentó procesar aquello.
28:00Entonces, ¿no vas a echarme? ¿No vas a echarle a él? No, dijo Bárbara, con una resignación triste.
28:07No pienso fingir que lo apruebo. Pero tampoco voy a seguir peleando contra una corriente que arrastra a toda la casa.
28:19Lo que quiero es una sola cosa. Que, si vais a estar juntos, lo hagáis sin esconderos, sin arrastrar a nadie más al barro.
28:27La confesión de Irene, que pretendía sanar, terminaba por sellar lo que ella misma temía. Que su historia con Leonardo estaba escrita en tinta indeleble.
28:42Esa misma noche, cuando el silencio empezó a caer sobre Valle Salvaje, como una manta pesada, cada uno de los personajes se quedó a solas con sus peores pensamientos.
28:52Alejo, en un rincón del patio, miraba las estrellas sin verlas, repitiendo mentalmente las palabras de José Luis, vivirá, pero lejos de ti.
29:07Se imaginó a Luisa en alguna ciudad desconocida, cambiando de nombre, de ropa, de historia.
29:16Sonriendo sin él, dolía tanto como la idea de verla morir entre aquellas paredes húmedas.
29:22¿Qué era peor? ¿Amar a un recuerdo vivo pero inalcanzable, o sostener una mano que se enfriaba día a día?
29:34Pepa, sentada en la cama de la pequeña habitación que le habían prestado, se juraba a sí misma que no permitiría tal dilema.
29:41Había visto a su hermana tan pálida, tan frágil, que por un momento había dudado de que llegara al día siguiente.
29:50Pero en sus ojos había algo que no había desaparecido, fuego. Y ella iba a alimentarlo aunque tuviera que enfrentarse al mismísimo José Luis.
30:01Mercedes, en su casa, se miraba al espejo. La mujer del reflejo parecía otra. Más dura, más fría, pero también más decidida.
30:13Se preguntó en qué momento había cruzado el punto de no retorno. ¿Cuando aceptó la primera reunión con Damaso? ¿Cuando ocultó información a Victoria? ¿O cuando se dijo a sí misma que, en Valle Salvaje, solo sobreviven quienes aprenden a jugar sucio?
30:31Si tengo que hundir a Damaso luego, pensó, lo haré desde dentro. Pero primero necesito estarlo bastante cerca como para que no vea venir el golpe.
30:45Victoria, recostada en la butaca junto a la ventana, sostenía una copa sin beberla.
30:53En su mente, la idea empezaba a tomar forma con una nitidez aterradora. Matar a Damaso no era solo una posibilidad.
31:01Era, cada vez más, la única salida. Mientras viviera, representaba una amenaza que crecía cada día, alimentada por la ambición de Mercedes y el silencio de los demás.
31:17José Luis, en cambio, sentía por primera vez en mucho tiempo una especie de vértigo moral.
31:23Había cruzado líneas antes, muchas. Había manipulado vidas, negocios, decisiones.
31:35Pero ofrecer la libertad de una mujer a cambio de que se borrara de la vida de su hijo. Eso era otra cosa.
31:41La pregunta lo perseguía. ¿Qué clase de padre hace algo así? La respuesta, por ahora, seguía oculta en las sombras de su conciencia.
31:56En la cárcel, Luisa, tras la visita de Pepa y Adriana, sintió algo que creía haber perdido, esperanza.
32:03No era una esperanza ingenua. Sabía que el mundo estaba lleno de hombres como José Luis y Damaso, capaces de torcer cualquier justicia.
32:17Pero también sabía que afuera había personas dispuestas a luchar por ella. Y eso, en medio de la oscuridad, era una chispa poderosa.
32:25Adriana, al salir del calabozo, caminó con la espalda más recta. Haber llevado a Pepa hasta allí había sido un riesgo, pero también un acto de amor.
32:40Ahora eran tres, no dos. Tres mujeres unidas por algo más fuerte que el miedo. La decisión de no rendirse.
32:47Y en la casa grande, barbados risas suaves por los pasillos celebraban las futuras bodas de Matilde y Atanasio, los supuestos compromisos de Irene y Leonardo, como si el peligro no acechara en cada esquina.
33:05Pero en el corazón de Atanasio, una certeza crecía. Si quería proteger a Matilde y salvar su propio plan, tendría que adelantarse a Victoria.
33:17Y adelantarse a Victoria, en Valle Salvaje, significaba estar dispuesto a hacer cosas de las que quizá nunca podría arrepentirse.
33:28La noche se cerró sobre todos, envolviendo secretos, pactos y decisiones aún no tomadas.
33:37Pero una idea, silenciosa y letal, se instalaba poco a poco en el centro de la historia. Si Damaso seguía vivo, el valle jamás encontraría paz.
33:47Y alguien tendría que decidir, muy pronto, hasta dónde estaba dispuesto a llegar para detenerlo.
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