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Avance ‘Valle Salvaje’: Dámaso reaparece ante José Luis y Luisa es acusada de robo (capítulo 285, jueves 30 de octubre)
Avance del capítulo 285 de ‘Valle Salvaje’, del jueves 30 de octubre. Dámaso reaparece ante José Luis y Luisa es acusada del robo de la talla. Con vídeo incluido.
La mañana había despuntado con una luz pálida y enfermiza. Victoria, la duquesa de Valle Salvaje, se había movido por el palacio con una gracilidad felina, una máscara de serenidad impoluta cubriendo el volcán que rug ...
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Transcripción
00:00Avance Valle Salvaje. Damaso reaparece ante José Luis y Luisa es acusada de robo. Capítulo 285,
00:18jueves 30 de octubre. Avance del capítulo 285 de Valle Salvaje,
00:27del jueves 30 de octubre. Damaso reaparece ante José Luis y Luisa es acusada del robo de la talla.
00:37Con vídeo incluido, la mañana había despuntado con una luz pálida y enfermiza. Victoria,
00:44la duquesa de Valle Salvaje, se había movido por el palacio con una gracilidad felina,
00:50una máscara de serenidad impoluta cubriendo el volcán que rugía en su interior.
00:58Nadie, ni siquiera su astuto y desconfiado esposo, José Luis, había notado el temblor en sus manos
01:04o la sombra de pánico en el fondo de sus ojos. Había una única razón para su zozobra,
01:13un hombre que creía sepultado por el tiempo y el océano, Damaso.
01:17Su encuentro había sido lejos de las miradas curiosas del palacio, en un claro del bosque
01:27donde el viento susurraba entre los árboles como un coro de espectros.
01:35Victoria había llegado primero, envuelta en una capa oscura, el rostro tenso. Cuando él apareció,
01:41emergiendo de la bruma matinal como una aparición, el aire se espesó.
01:49No era el joven impetuoso que recordaba, sino un hombre curtido por años de una vida que ella
01:55no podía ni empezar a imaginar. Sus ojos, sin embargo, conservaban el mismo fuego,
02:04la misma capacidad de desnudarla hasta el alma. Así que es cierto. La voz de Victoria fue un
02:14murmullo que el viento casi se lleva.
02:19Has vuelto de entre los muertos. Damaso esbozó una sonrisa que no llegó a sus ojos.
02:25Era una sonrisa cargada de ironía y de un dolor antiguo. ¿Acaso me esperabas, Victoria? ¿O tu
02:35conciencia te había permitido el lujo de olvidarme?
02:40Te creía muerto, nos lo dijeron. Un naufragio en las Américas. El mar es caprichoso. Replicó él,
02:48acercándose con lentitud, estudiando cada una de sus reacciones.
02:55A veces devuelve lo que se traga. Sobre todo cuando hay asuntos pendientes en la orilla.
03:03Has construido un imperio sobre mis cenizas, Victoria. Una duquesa. ¿Quién lo diría?
03:12La muchacha que juraba que preferiría morir antes que doblegarse ante los nobles.
03:17Cada palabra era un dardo envenenado. Victoria sintió la necesidad de defenderse,
03:25de reafirmar la realidad que con tanto esmero había construido.
03:29El pasado está muerto, Damaso. ¿Enterrado? Mi presencia aquí parece contradecir esa afirmación.
03:41Dijo él, deteniéndose a apenas unos pasos de ella.
03:47Has tenido mucho tiempo, Victoria. Mucho tiempo para expiar tus pecados. Pero parece que no ha sido
03:54suficiente. Un escalofrío recorrió la espalda de la duquesa. ¿Qué quieres? ¿Dinero? ¿Es eso lo que
04:03buscas? Puedo dártelo. Lo que sea necesario para que desaparezcas de nuevo. Damaso soltó una carcajada
04:12amarga. Tu arrogancia sigue intacta. ¿Crees que todo se puede comprar? No, Victoria. No he vuelto por
04:22dinero. He vuelto por lo que es mío. He vuelto para que recuerdes cada una de tus promesas rotas,
04:32cada una de tus mentiras. No tienes nada que reclamar. ¿Estás segura? Su voz se tornó gélida.
04:41Ni siquiera un matrimonio que, a los ojos de Dios, sigue siendo válido. ¿Qué crees que opinaría tu
04:47flamante duque si supiera que su esposa es una vígama? ¿Que su título, su posición, todo su orgullo,
04:54penden del hilo de mi silencio? El pánico, crudo y paralizante, se apoderó de Victoria. Era su mayor
05:05temor hecho carne. La aniquilación total de su mundo. No te atreverías. No me subestimes. He perdido
05:15mucho más que tú. Ahora, solo quiero justicia. Y voy a obtenerla, de un modo u otro. Esto no ha sido
05:25más que un aviso. Quiero que sepas que estoy aquí. Quiero que me sientas en cada rincón de
05:33ese palacio que nunca debió ser tuyo. Disfruta de tu farsa, Victoria, porque el telón está a punto
05:43de caer. Sin decir más, Damaso se dio la vuelta y se perdió de nuevo en la espesura del bosque,
05:49dejando a Victoria sola, temblando, con el sabor de la ceniza y el miedo en la boca.
05:59Sabía que no era una amenaza vacía. El fantasma de su pasado había regresado para orquestar su caída,
06:05y ella debía moverse con una rapidez y una astucia sin precedentes si quería sobrevivir.
06:14Mientras tanto, en la casa pequeña, el ambiente era diametralmente opuesto.
06:18Una alegría frágil pero intensa flotaba en el aire.
06:26Bárbara había despertado. Después de días de angustiosa incertidumbre, sus ojos se habían abierto,
06:32devolviendo el aliento a sus hermanos, Adriana y Pedrito, y a la fiel Isabel.
06:40Sin embargo, algo no encajaba. La joven, cuya caída desde el acantilado había sido un misterio teñido
06:47de desesperación. Afirmaba no recordar nada.
06:53Es como una niebla, decía con voz débil pero clara, mientras Adriana le arreglaba las almohadas.
07:04Recuerdo estar en el bosque, el olor a tierra mojada. Y después, nada, solo oscuridad hasta que desperté aquí.
07:10Adriana, con el corazón dividido entre el alivio y la sospecha, le acariciaba la frente.
07:23No te fuerces, hermana. Lo importante es que estás con nosotros. Pero era una farsa.
07:28Una mentira piadosa y desesperada. En la soledad de sus pensamientos, Bárbara recordaba cada segundo con
07:39una claridad aterradora. Recordaba la mirada helada de don Hernando, sus palabras manipuladoras,
07:49la forma en que había intentado envenenar su amor por Leonardo, haciéndola sentir sucia, indigna.
08:00Recordaba el pánico, la sensación de estar atrapada, la carrera ciega por el bosque y el
08:05borde del precipicio abriéndose ante ella.
08:07No había saltado. Había resbalado, huyendo del monstruo. Pero la vergüenza y el miedo a que nadie
08:17la creyera, a que la tomaran por loca, la habían empujado a refugiarse en la amnesia.
08:27Fingir era su única defensa en un mundo que ya la había juzgado. La tensión que Bárbara intentaba
08:32ocultar, sin embargo, se manifestaba con virulencia en su hermano pequeño.
08:41Pedrito, un niño obligado a crecer demasiado rápido, sentía la injusticia arderle en el pecho.
08:50Había visto a don Hernando rondar la casa, su presencia era una sombra ponzoñosa que amenazaba
08:56la precaria paz que intentaban reconstruir. Y no pudo más. El encuentro fue en el patio.
09:06Don Hernando había llegado con la excusa de interesarse por la salud de Bárbara, pero sus
09:11ojos buscaban a Leonardo, que también se encontraba allí, velando por la joven que amaba.
09:16Es un alivio saber que la muchacha se recupera, dijo el marqués con una solemnidad impostada.
09:29Pedrito se plantó frente a él, sus pequeños puños apretados a los costados. Su voz,
09:35aunque infantil, resonó con la fuerza de una convicción adulta.
09:38Usted no tiene ningún derecho a estar aquí. Don Hernando arqueó una ceja, entre divertido y
09:48ofendido.
09:52¿Y quién eres tú para prohibirme la entrada, mocoso? Soy su hermano. Y la he visto llorar por su culpa.
10:02La he visto temblar solo con oír su nombre. Usted la empujó a la desesperación. Usted es el
10:08culpable de lo que le pasó. La acusación resonó en el aire, cargada y peligrosa. Don Hernando
10:17palideció de ira. ¿Cómo te atreves a dirigirte a mí en ese tono? ¿Insolente? Digo la verdad,
10:27insistió Pedrito, sin amedrentarse. Usted no quiere a mi hermana. La desprecia porque no es
10:36de su alcurnia. No le importa su felicidad, solo su propio orgullo. Don Hernando levantó
10:45la mano, dispuesto a bofetear al niño, a silenciar esa verdad hiriente. Pero antes de que pudiera
10:55hacerlo, una mano firme detuvo su muñeca en el aire. Era Leonardo.
10:59Su rostro era una máscara de decepción y furia contenida. Padre, basta. Dijo con voz grave.
11:13Este miserable me ha faltado al respeto. Bramó Don Hernando, intentando zafarse.
11:18Y usted ha acosado a una joven convaleciente y ha intentado golpear a un niño que solo defiende
11:28a su hermana. La mirada de Leonardo era cortante.
11:34El niño tiene más honor en su dedo meñique del que usted ha demostrado hoy. Márchese, por favor.
11:40Su presencia aquí no es bienvenida. La sorpresa y la humillación dejaron a Don Hernando sin palabras.
11:53Ser desafiado y reprendido por su propio hijo, y en favor de aquella gente, era una afrenta intolerable.
12:00Lanzó una mirada cargada de odio a Pedrito y luego a Leonardo, antes de darse la vuelta y
12:10marcharse con la dignidad hecha jirones.
12:17Leonardo se agachó a la altura de Pedrito, que aún temblaba por la adrenalina del enfrentamiento.
12:22Puso una mano en su hombro. Ha sido muy valiente, Pedrito. Gracias por defenderla.
12:34El niño lo miró, y por primera vez, vio en el hijo del marqués no a un enemigo, sino a un aliado.
12:44Un hombre que, a pesar de la sangre que corría por sus venas, parecía compartir su amor y su
12:50preocupación por Bárbara. Mientras la tensión se disipaba en la casa pequeña, en otro rincón de
13:00valle salvaje, un torbellino emocional de muy distinta naturaleza estaba a punto de desatarse.
13:10Alejo había pasado los últimos días sumido en un mar de dudas. Su amor por Luisa era lo único cierto
13:16en su vida, pero sentía que ella le ocultaba cosas, que había barreras invisibles entre ellos.
13:25Impulsado por el miedo a perderla y la necesidad de anclarla a su vida de una vez por todas, tomó una
13:30decisión trascendental. La encontró al atardecer, cerca del arroyo, donde la luz dorada se filtraba
13:40entre las hojas de los árboles. Luisa estaba pensativa. Su rostro reflejaba la preocupación
13:50por la acusación velada de robo que Victoria había empezado a insinuar y el peso de los
13:54secretos que compartía con Tomás. Luisa la llamó Alejo con voz suave. Ella se sobresaltó al verlo.
14:05—Alejo, ¿qué haces aquí? —Él se acercó, su expresión era una mezcla de nerviosismo y
14:14determinación. Tomó sus manos, que estaban frías. —Necesito hablar contigo, necesito, necesito que
14:25dejes de huir de mí y de lo que sentimos. —Yo no huyo. —Sí, lo haces. —La interrumpió
14:35él con ternura. Pones distancia, guardas secretos. —Y yo no puedo más, Luisa. No puedo vivir con esta
14:45incertidumbre. Te amo, te amo más de lo que jamás he amado a nadie.
14:48—Y sé que tú también sientes algo por mí, por muy asustada que estés. Luisa lo miraba,
14:58con los ojos anegados en lágrimas que no se atrevía a derramar.
15:06Amaba aquel hombre, pero su pasado, la sombra de Victoria, el miedo a arrastrarlo a sus problemas.
15:12Todo la paralizaba. Alejo pareció leer sus pensamientos. Apretó sus manos con más fuerza y,
15:22mirándola directamente a los ojos, se arrodilló sobre una rodilla.
15:29Sacó de su bolsillo un pequeño anillo, sencillo, de plata, que había pertenecido a su madre.
15:36Luisa, cásate conmigo. Sé mi esposa. Déjame protegerte. Déjame construir una vida contigo,
15:46lejos de las sombras de este valle.
15:52Juntos podemos enfrentarlo todo. Di que sí, por favor. Dime que me darás el honor de ser tu marido.
15:58La propuesta, tan inesperada y sincera, la dejó sin aliento. El anillo brillaba en la penumbra,
16:09una promesa de un futuro que nunca se había atrevido a soñar.
16:15Era todo lo que deseaba y todo lo que temía. Casarse con Alejo significaba atarlo a su destino,
16:22un destino que en ese momento parecía más incierto y peligroso que nunca.
16:28Su corazón gritaba un sí desesperado, pero su mente, fría y aterrorizada,
16:35le susurraba todas las razones por las que debía decir no.
16:42La indecisión la torturaba, dejando la pregunta de Alejo suspendida en el aire,
16:48cargada de un peso insoportable.
16:49De vuelta en el palacio, la maquinaria del drama se ponía de nuevo en marcha. Victoria,
17:00tras su aterrador encuentro con Damaso, había decidido que la mejor defensa era un ataque.
17:09Necesitaba desviar la atención de José Luis, mantenerlo ocupado,
17:13lejos de cualquier sospecha sobre su nerviosismo.
17:19Y qué mejor distracción que el robo de la talla de la Virgen y el inminente compromiso de Irene y Leonardo.
17:25Debemos presionar a la Santa Hermandad, José Luis, dijo con una estudiada preocupación durante el almuerzo.
17:35Es intolerable que un objeto de tanto valor, una reliquia de tu familia, haya desaparecido de nuestras propias habitaciones.
17:51Demuestra una falta de seguridad que no podemos permitir.
17:54Y además, añadió, cambiando de tema con habilidad,
17:58deberíamos celebrar una pequeña fiesta para anunciar oficialmente el compromiso de Irene y Leonardo.
18:05Unirá a las familias, calmará las tensiones.
18:11José Luis, absorto en sus propias ambiciones, asintió.
18:19Tiene razón, me encargaré personalmente de que la Santa Hermandad redoble sus esfuerzos.
18:27Y la idea de la fiesta es excelente.
18:30Reuniremos a todos, un brindis por el futuro.
18:35Pero antes del brindis, José Luis tenía su propio anuncio que hacer.
18:41Reunió a sus dos hijos, Rafael y Adriana, en la biblioteca.
18:45La tensión entre ambos era palpable.
18:52Su amor prohibido era una herida que no dejaba de supurar.
18:55Hijos míos, os he llamado porque he tomado una decisión importante.
19:03Comenzó el duque con tono solemne.
19:09Como sabéis, mi posición en la corte se está consolidando.
19:13Se me ha concedido un nuevo título, el de Marqués de las Altas Cumbres,
19:16y con él, nuevas tierras y responsabilidades.
19:24Rafael sintió una punzada de indiferencia.
19:27Los títulos y las tierras de su padre significaban poco para él.
19:30Pero fue la siguiente frase en la que lo cambió todo.
19:37Por ello, he decidido nombrar a mi heredero principal.
19:43Y ese serás tú, Rafael.
19:46El shock en la habitación fue absoluto.
19:49Rafael no podía creerlo.
19:50Él, el segundo hijo, el rebelde,
19:57el que siempre había vivido a la sombra de Julio,
19:59nombrado heredero,
20:01miró a su padre, buscando algún signo de engaño.
20:08Adriana sintió que el suelo se abría bajo sus pies.
20:11Esta noticia, que en otras circunstancias
20:13la habría alegrado por el hombre que amaba,
20:16ahora era una catástrofe.
20:20El ducado, las responsabilidades,
20:24la constante vigilancia de José Luis,
20:27todo ello haría su amor aún más imposible.
20:33Y lo peor estaba por llegar.
20:36Y para ti, Adriana,
20:38continuó el duque,
20:39dirigiéndose a ella,
20:41esta noticia también te concierne.
20:46El hijo que esperas,
20:48mi nieto,
20:49será el segundo en la línea de sucesión.
20:52Su futuro está asegurado.
20:56Pero eso conlleva una condición.
20:59Su educación será supervisada directamente por mí.
21:06Crecerá aquí, en el palacio,
21:08y será instruido en los deberes que le esperan.
21:11No permitiré que las ideas liberales
21:13y soñadoras de los Alcedo
21:14contaminen su crianza.
21:15La amenaza velada era clara.
21:22José Luis pretendía apoderarse de su hijo,
21:24moldearlo a su imagen y semejanza,
21:27alejarlo de la influencia de su madre.
21:33Adriana sintió una oleada de pánico y furia.
21:36Miró a Rafael,
21:37buscando apoyo,
21:38pero él estaba tan aturdido por su propio nombramiento
21:41que apenas pareció comprender la gravedad de las palabras de su padre.
21:48El hijo que llevaba en sus entrañas,
21:51el fruto de su amor prohibido con Rafael,
21:53estaba a punto de convertirse en un peón en el juego de poder de José Luis.
21:57Era una jaula de oro,
22:03y se estaba cerrando inexorablemente sobre ella y su bebé.
22:07En la cocina,
22:08la atmósfera era de despedida.
22:14Isabel,
22:15con el corazón encogido,
22:16observaba a Amadeo y Eva
22:18empaquetar sus pocas pertenencias.
22:19Martín,
22:25el joven al que Victoria había intentado desterrar,
22:28esperaba junto a la puerta,
22:30ansioso por dejar atrás aquel lugar de servidumbre y amenazas.
22:37¿Estáis seguros de esto?
22:38preguntó Isabel por última vez,
22:40su voz temblaba ligeramente.
22:46Marcharos así,
22:47el mundo es un lugar difícil.
22:48Amadeo se detuvo y la miró con una determinación
22:52que Isabel rara vez había visto en él.
22:57Más difícil que este,
22:59no lo creo,
23:00señora Isabel.
23:02Aquí no hay futuro para nosotros.
23:07Solo humillaciones y miedo.
23:08Victoria casi consigue que destierren a Martín
23:11por un crimen que no cometió.
23:12Mañana podría ser cualquiera de nosotros.
23:19Martín nos ha ofrecido un lugar con su familia,
23:22en el norte.
23:26Un trabajo honesto,
23:28una vida.
23:29Eva asintió.
23:31Sus ojos brillaban con una mezcla de tristeza
23:33por lo que dejaba
23:34y esperanza por lo que vendría.
23:35No podemos seguir viviendo bajo su yugo.
23:42Es la mejor decisión.
23:44Isabel comprendió que sus palabras eran inútiles.
23:50La decisión era firme.
23:52La pareja,
23:53que durante tanto tiempo había sido parte del paisaje del palacio,
23:57había elegido la libertad por encima de la seguridad.
23:59Su partida era una pequeña rebelión,
24:06una grieta más en los muros de aquel dominio tiránico.
24:12Vio cómo se abrazaban a sus compañeros,
24:15las lágrimas silenciosas,
24:17las promesas de no olvidar.
24:22Su marcha dejaba un vacío,
24:25pero también sembraba una semilla de duda en los que se quedaban.
24:28¿Valía la pena soportar tanto por tan poco?
24:34El dolor,
24:36sin embargo,
24:37viajaba por el palacio en distintas formas.
24:40En una de las habitaciones de invitados,
24:42Irene y Leonardo se enfrentaban a una terrible conclusión.
24:49Habían estado hablando de Bárbara,
24:51reconstruyendo los momentos previos a su caída.
24:58El lugar donde la encontramos,
25:00leo,
25:00murmuró Irene,
25:01con la voz quebrada,
25:03el pañuelo en la rama,
25:04como una despedida.
25:08La forma en que me habló la última vez.
25:11Leonardo la miró,
25:12el miedo creciendo en su interior.
25:14¿Qué quieres decir?
25:19Creo,
25:20creo que Bárbara no se cayó.
25:22Las lágrimas brotaron de los ojos de Irene.
25:29Creo que intentaba quitarse la vida.
25:31Tu padre la atormentó,
25:33la hizo sentir que no valía nada,
25:35que nuestro amor era imposible.
25:36La empujó al límite.
25:42La idea era monstruosa,
25:44casi impensable,
25:45pero a medida que repasaban los acontecimientos,
25:48las piezas encajaban con una lógica espeluznante.
25:54El peso de esa sospecha los aplastó.
25:57Decidieron que debían compartirlo con Adriana.
25:59No podían ocultarle algo tan grave.
26:06Encontraron a Adriana en su habitación,
26:09todavía pálida y alterada por el anuncio de José Luis.
26:15Cuando Irene,
26:17con toda la delicadeza que pudo reunir,
26:19le expuso su terrible teoría,
26:21el rostro de Adriana se descompuso.
26:27La imagen de su hermana,
26:29sola en el borde del acantilado,
26:31consumida por una desesperación tan profunda
26:34como para desear la muerte,
26:36la golpeó con la fuerza de un mazazo.
26:41La amnesia fingida de Bárbara
26:43cobraba un nuevo y trágico sentido.
26:46No era olvido,
26:47era una forma de enterrar un dolor demasiado grande
26:49para ser contado.
26:54La revelación añadió una nueva capa de oscuridad
26:57a la ya de por sí sombría atmósfera de valle salvaje,
27:01uniendo a los tres en un pacto de silencio
27:03y protección hacia la frágil Bárbara.
27:08La noche cayó sobre el palacio,
27:11pero no trajo consigo la paz.
27:12La fiesta para celebrar el compromiso,
27:15idea de victoria para crear una cortina de humo,
27:18estaba en su apogeo.
27:23La nobleza local se había congregado en el gran salón.
27:26La música sonaba,
27:28las copas de vino circulaban,
27:30pero bajo la superficie de sonrisas y cumplidos,
27:33las tensiones seguían latentes.
27:35Fue entonces cuando la Santa Hermandad hizo su aparición.
27:42Dos oficiales,
27:43con sus uniformes severos y sus rostros impasibles,
27:47entraron en el salón,
27:48creando un silencio inmediato.
27:53Se dirigieron directamente al duque.
27:56Duque de Valle Salvaje,
27:58disculpe la interrupción.
27:59Tenemos noticias sobre el robo.
28:06José Luis asintió,
28:08complacido por la rápida respuesta.
28:13¿La han encontrado?
28:15Sí, señor.
28:16Hemos encontrado la talla.
28:18Un murmullo de alivio recorrió la sala.
28:24Pero el oficial no había terminado.
28:27La hemos encontrado en las pertenencias
28:29de una de las criadas.
28:33En la habitación de la señorita Luisa,
28:36el nombre cayó como una bomba.
28:38Alejo,
28:39que acababa de llegar a la fiesta
28:41con la esperanza de obtener una respuesta de Luisa,
28:44se quedó helado.
28:49Todos los ojos se volvieron hacia la joven,
28:51que trabajaba sirviendo a los invitados
28:53y que,
28:54al oír su nombre,
28:56dejó caer una bandeja de plata
28:57con un estruendo
28:58que resonó como un disparo.
29:03Su rostro,
29:05pálido y aterrorizado,
29:07era la imagen misma de la culpa
29:08para aquellos que deseaban verla.
29:10Pero nadie disfrutó más de aquel momento que Victoria.
29:17Vio su oportunidad y no la desaprovechó.
29:22Con la majestuosidad de una reina
29:24pronunciando una sentencia de muerte,
29:27avanzó unos pasos,
29:29su voz resonando en el silencio sepulcral.
29:31«¡Ladrona!»
29:35exclamó,
29:37señalando a Luisa con un dedo acusador.
29:39Sabía que no podíamos confiar en ella.
29:42Ha deshonrado esta casa.
29:43Es un nuevo intento de esta gentuza
29:45por manchar nuestro nombre
29:46y expulsarla definitivamente de Valle Salvaje.
29:49La acusación fue brutal,
29:55pública y definitiva.
29:56Luisa,
29:57atrapada,
29:58humillada,
29:59sin capacidad de reacción,
30:01solo pudo negar con la cabeza
30:02las lágrimas de impotencia
30:04y miedo surcando sus mejillas.
30:06Sabía que era una trampa,
30:12una red perfectamente tejida
30:13por la duquesa para destruirla.
30:19José Luis,
30:20con el ceño fruncido
30:21y la mandíbula apretada,
30:23se preparaba para dar la orden de arresto.
30:29Rafael,
30:30Adriana e Irene
30:30miraban la escena con horror,
30:32incapaces de creer
30:33en la culpabilidad de Luisa.
30:36Don Hernando sonreía con suficiencia.
30:41El drama parecía haber alcanzado su clímax.
30:47Pero el destino,
30:49esa noche,
30:50era un dramaturgo
30:51con un giro final
30:52aún más impactante reservado.
30:57En el momento en que José Luis iba a hablar,
31:00alzó su copa
31:01para proponer el brindis
31:02que marcaría el inicio del fin
31:04para Luisa
31:04y la celebración del compromiso.
31:06El salón estaba en un silencio expectante.
31:13Un brindis.
31:14Comenzó el duque,
31:15su voz resonando con autoridad,
31:17por el futuro de nuestras familias.
31:19Por la unión de los Guzmán y los Galvez de Aguirre.
31:25Y por la justicia,
31:27que siempre
31:27no pudo terminar la frase.
31:34La gran puerta del salón se abrió de par en par,
31:37y en el umbral,
31:38recortada contra la oscuridad de la noche,
31:40apareció una figura.
31:41Un hombre que nadie,
31:47a excepción de una aterrorizada victoria,
31:50reconoció.
31:51Vestía con sencillez,
31:53pero se movía con una confianza
31:54que desafiaba a todos los presentes.
32:01Avanzó hacia el centro del salón,
32:03sus pasos resonando en el mármol.
32:05Sus ojos se clavaron en José Luis,
32:08ignorando a todos los demás.
32:09Y entonces,
32:15con una voz clara y firme
32:16que cortó el aire,
32:17habló.
32:18Perdone que interrumpa su brindis,
32:21duque.
32:24Pero me temo que está usted
32:26celebrando sobre cimientos de arena.
32:28José Luis lo miró con furia.
32:33¿Y quién diablos es usted
32:35para irrumpir de esta manera en mi casa?
32:38El hombre sonrió.
32:39Una sonrisa enigmática y peligrosa.
32:45Se volvió lentamente,
32:47paseando su mirada
32:48por los rostros de Victoria,
32:50Rafael,
32:51Adriana,
32:52Leonardo,
32:53Irene y Don Hernando.
32:59Finalmente,
33:00sus ojos se posaron de nuevo en el duque.
33:02Mi nombre es Damaso.
33:04Y soy el primer marido de su esposa.
33:09El impacto de esas palabras fue cataclísmico.
33:13Las copas cayeron de las manos,
33:15los rostros palidecieron,
33:16el aire pareció volverse irrespirable.
33:18José Luis se quedó petrificado,
33:25la copa a medio camino de sus labios,
33:27su mundo entero derrumbándose en un instante.
33:29El shock en su rostro era absoluto,
33:36una mezcla de incredulidad,
33:38furia y una humillación tan profunda que lo dejó sin voz.
33:44El fantasma había salido del bosque.
33:47Ya no era un secreto susurrado en la penumbra,
33:49sino una verdad atronadora proclamada en el corazón mismo del poder de Valle Salvaje.
33:57La farsa de Victoria había sido expuesta de la manera más brutal y pública posible.
34:02El telón no solo había caído.
34:09Se había desgarrado,
34:10revelando el escenario podrido que había debajo.
34:16Y en medio del caos,
34:18la acusación contra Luisa,
34:20que momentos antes parecía el centro del universo,
34:23se desvaneció como el humo,
34:25eclipsada por un escándalo de proporciones inimaginables
34:28que cambiaría las vidas de todos para siempre.
34:30El valle, finalmente,
34:36se preparaba para hacer honor a su nombre,
34:38Salvaje.
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