Ya desde joven le indignaba que los niños de familias estadounidenses de bajo poder adquisitivo apenas tuvieran oportunidades para acceder a una buena educación escolar y sin hablar ya de un título universitario. Desde hace nueve años Richard Barth es presidente de la Fundación KIPP. Bajo su cargo la cifra de escuelas del programa KIPP se triplicó.
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