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VALLE SALVAJE CAPÍTULO 305: Luisa SE FINGE DE MUERTA e CAPITÁN ESCOBEDO CAE en la TRAMPA! Adriana...
Transcripción
00:00La celda de la Santa Hermandad está sumida en una penumbra aterradora.
00:03El olor a humedad y desesperación impregna cada rincón de ese lugar maldito.
00:08Adriana acaba de entrar corriendo junto al Capitán Escobedo,
00:11y lo que ve en sus ojos las deja completamente paralizadas.
00:15Ahí, en el suelo de piedra fría, yace Luisa.
00:18Su cuerpo está inmóvil, pálido como la cera,
00:21sus labios agrietados por la deshidratación,
00:23su vestido manchado y roto después de tantos días de encierro injusto.
00:27—¡Luisa! —grita Adriana cayendo de rodillas junto a su amiga.
00:31—Luisa, por Dios, despierta.
00:33Pero Luisa no responde. Sus ojos están cerrados.
00:37Su respiración es tan débil que apenas se percibe el movimiento de su pecho.
00:41Adriana toma el rostro de su amiga entre sus manos,
00:44sintiendo cómo el frío de la muerte ya parece estar apoderándose de ella.
00:48El Capitán Escobedo se arrodilla al otro lado,
00:51colocando sus dedos en el cuello de la prisionera para buscar su pulso.
00:54Su rostro se tensa con preocupación.
00:56—¡Está viva! —anuncia finalmente.
00:59Y Adriana suelta un sollozo de alivio.
01:01Pero apenas. Ha dejado de comer y de beber.
01:04Su cuerpo está cediendo.
01:06—¡Tenemos que sacarla de aquí! —exclama Adriana con desesperación.
01:09—No puede quedarse en este lugar inmundo ni un segundo más.
01:13—¡Doña Adriana! —Entiendo su preocupación —dice el Capitán con tono grave.
01:17—Pero ella sigue siendo una prisionera acusada de sacrilegio.
01:20—¡No puedo liberarla así como así!
01:22—¡Mírela! —grita Adriana señalando el cuerpo inerte de Luisa.
01:26—¿Es esto justicia? ¿Dejar que una mujer inocente muera de hambre y sed en una celda?
01:31¿Dónde está el honor de la Santa Hermandad, si permite que esto suceda?
01:35El Capitán aprieta la mandíbula. Ha visto muchas cosas en su carrera.
01:39Muchos prisioneros que han sucumbido en estas celdas.
01:42Pero hay algo en los ojos de Adriana.
01:44Algo en la desesperación de su voz, que lo hace dudar.
01:47—Necesita atención médica inmediata —insiste Adriana.
01:50—Si muere bajo su custodia, ¿cómo va a explicarlo?
01:53¿Cómo va a justificar que dejó morir a una mujer sin que siquiera hubiera un juicio?
01:58Estas palabras hacen efecto en el Capitán.
02:00La muerte de un prisionero siempre trae complicaciones, investigaciones, preguntas incómodas.
02:05Y si esa prisionera resulta estar conectada con las familias más poderosas del valle,
02:10voy a permitir que un galeno la examine aquí mismo —dice finalmente el Capitán.
02:14Y si su condición es tan grave como usted dice,
02:17consideraré trasladarla a un lugar donde pueda recibir tratamiento.
02:21Pero seguirá bajo arresto. ¿Está claro?
02:23Lo que sea necesario —responde Adriana con voz quebrada.
02:27Solo sálvenla, por favor. Solo sálvenla.
02:30Mientras el Capitán sale a buscar al galeno, Adriana se queda sola con Luisa.
02:34Toma la mano fría de su amiga y la aprieta con fuerza,
02:37como si pudiera transmitirle su propia vida a través del contacto.
02:41—Luisa, escúchame —susurra Adriana con lágrimas rodando por sus mejillas.
02:46—No te atrevas a rendirte. No después de todo lo que has luchado.
02:50Piensa en Evaristo. Piensa en Alejo. Piensa en todos los que te amamos y te necesitamos.
02:56Y entonces, como si las palabras de Adriana tuvieran el poder de atravesar las brumas de la inconsciencia,
03:01los párpados de Luisa se mueven ligeramente. Un gemido débil escapa de sus labios.
03:07—¿Adriana? —susurra con voz apenas audible. Tan débil que parece el aleteo de una mariposa moribunda.
03:13—Sí, soy yo —exclama Adriana acercándose más.
03:17—Estoy aquí contigo. No te voy a dejar.
03:19Los ojos de Luisa se abren lentamente, nublados por el agotamiento y el sufrimiento.
03:24Mira a Adriana como si no pudiera creer que es real.
03:27Como si temiera que fuera solo otra alucinación producida por el hambre.
03:32—No. No debería haber venido —murmura Luisa con esfuerzo.
03:35—Este lugar está maldito.
03:38—¡Calla! ¡Calla! —dice Adriana acariciando su frente.
03:41—No gastes energía. El galeno viene en camino. Te van a curar.
03:45Pero Luisa niega débilmente con la cabeza.
03:47—Ya es tarde para mí, Adriana. Lo sé. Puedo sentirlo.
03:51Mi cuerpo ya no quiere luchar.
03:53—No digas eso —solloza Adriana.
03:55—Tienes que luchar. Luisa, por favor.
03:58Una lágrima solitaria rueda por la mejilla demacrada de Luisa.
04:01—He aceptado mi destino. Voy a morir en esta celda.
04:04Y quizás, quizás es lo que merezco.
04:07—¡No! —grita Adriana con una ferocidad que sorprende incluso a ella misma.
04:11—¡Tú no mereces esto! ¡Eres inocente!
04:14—Todos lo sabemos. Y voy a probarlo.
04:16Te lo juro por mi vida, Luisa.
04:18Voy a sacarte de aquí aunque sea lo último que haga.
04:20Mientras tanto, en la casa grande, la tensión ha alcanzado niveles insoportables.
04:26Victoria Salcedo está de pie junto a la ventana de su habitación,
04:30mirando hacia el horizonte con una expresión que mezcla la preocupación con el cálculo frío.
04:35A su lado, José Luis camina de un lado a otro como un animal enjaulado,
04:39su rostro contorsionado por una ira que apenas puede contener.
04:42—¡Ese maldito Damaso! —gruñe el duque apretando los puños.
04:46—¿Quién se cree que es para venir aquí, a mi casa, y tratar de desestabilizar todo lo que hemos construido?
04:52Victoria se gira lentamente hacia él.
04:54—Porque sí, queridos espectadores.
04:56Recordemos que Damaso es el primer esposo de Victoria, el hombre que todos creían muerto,
05:01pero que ha regresado como un fantasma del pasado para reclamar lo que considera suyo.
05:06Su aparición ha puesto patas arriba todo el equilibrio de poder en Valle Salvaje,
05:11amenazando con invalidar el matrimonio de Victoria y José Luis y destruir la posición de ambos.
05:16—Sólo acabaremos con él si tú y yo nos mantenemos unidos —dice Victoria con voz firme,
05:21acercándose a José Luis y tomando sus manos entre la suya.
05:24Damaso conoce nuestras debilidades, sabe cómo atacarnos,
05:28pero si nos dividimos, si dejamos que nos enfrente el uno contra el otro, habrá ganado.
05:32José Luis la mira con ojos que brillan de frustración.
05:35—Mucho me estoy conteniendo, Victoria.
05:37Cada vez que veo su rostro, cada vez que escucho su voz arrastrándose por los pasillos de mi casa,
05:42lo único que quiero es —lo sé, interrumpe Victoria.
05:45—Créeme, lo sé mejor que nadie, pero no podemos actuar precipitadamente.
05:50Damaso tiene cartas que aún no ha jugado, tiene secretos que podría revelar.
05:54Tenemos que ser más inteligentes que él.
05:56José Luis se suelta de las manos de Victoria y camina hacia la chimenea,
06:00apoyando sus manos en la repisa mientras mira las llamas danzar.
06:04A veces me pregunto cómo llegamos a esto, murmura.
06:07Cómo nuestra vida se convirtió en esta maraña de secretos y amenazas.
06:11Victoria se acerca a él por detrás.
06:13Llegamos aquí porque quisimos más, porque no nos conformamos con lo que el destino nos daba.
06:18Y no me arrepiento de nada, José Luis.
06:20¿Tú sí?
06:21El duque guarda silencio por un largo momento, y es que hay tanto que podría decir.
06:26Tantas cosas de las que debería arrepentirse.
06:28El complot contra Luisa, los intentos de asesinato contra Pedrito, la muerte de Pilara, tantos crímenes acumulados, tanta sangre en sus manos.
06:37No, dice finalmente, aunque hay algo en su voz que suena hueco.
06:41No me arrepiento.
06:42En la casa pequeña, otra escena de tensión se desarrolla.
06:46Matilde está en la cocina, sus manos temblando, mientras intenta concentrarse en el vestido de novia que ha estado confeccionando.
06:53La tela blanca se extiende sobre la mesa, pero sus ojos no pueden enfocarse en las costuras.
06:58Su mente está en otro lugar, consumida por el miedo y la incertidumbre.
07:02Atanasio entra silenciosamente por la puerta trasera.
07:05Su presencia hace que Matilde levante la vista inmediatamente, su rostro iluminándose por un instante, antes de que el miedo vuelva a apoderarse de ella.
07:14No deberías estar aquí, susurra Matilde mirando nerviosamente hacia la puerta.
07:19Victoria tiene ojos en todas partes.
07:21Si nos descubre juntos, tuve cuidado, responde Atanasio acercándose a ella.
07:26Nadie me vio entrar.
07:27Matilde suspira.
07:28Eso es lo que siempre dice, pero cada vez es más peligroso.
07:32Victoria sospecha algo.
07:33Lo puedo ver en cómo me mira, en las preguntas que hace.
07:36Atanasio toma las manos de Matilde entre las suyas.
07:39Entonces quizás ha llegado el momento de dejar de escondernos.
07:42¿Qué quieres decir?
07:43He estado pensando mucho en esto, Matilde.
07:46En nosotros, en nuestro futuro.
07:47Y cada vez estoy más convencido de que no podemos seguir viviendo así.
07:51Siempre con miedo.
07:53Siempre escondiéndonos.
07:54Matilde lo mira con una mezcla de esperanza y terror.
07:57Atanasio.
07:58Creo que deberíamos empezar una nueva vida fuera de los dominios de Valle Salvaje, dice él con determinación.
08:04Lejos de Victoria.
08:05Lejos de José Luis.
08:06Lejos de todos los secretos y las intrigas.
08:09Un lugar donde podamos ser simplemente nosotros, sin máscaras, sin mentiras.
08:13Las lágrimas comienzan a formarse en los ojos de Matilde.
08:16Porque esto es todo lo que ha soñado.
08:19Todo lo que ha anhelado en las noches oscuras, cuando el peso de su pasado amenazaba con aplastarla.
08:24Una vida nueva.
08:25Un comienzo limpio.
08:27Amor verdadero.
08:28Sin las sombras del pasado.
08:29Pero Matilde, creí que me habías dicho que este era tu lugar.
08:33Añade Atanasio con suavidad.
08:35Que nunca podrías dejar Valle Salvaje.
08:38Matilde piensa en todo lo que ha vivido en este valle maldito.
08:41La muerte de Gaspar.
08:42Su esposo.
08:43Un hombre que nunca la amó realmente.
08:45Que la utilizó mientras su corazón pertenecía a otra.
08:49El descubrimiento de los secretos más oscuros de la familia Galvez.
08:52El amor prohibido que encontró en Atanasio.
08:54Un hombre que llegó buscando venganza, pero que terminó sanando su corazón herido.
08:59Las cosas cambian.
09:00Dice finalmente.
09:01Yo he cambiado.
09:03Y ahora me doy cuenta de que mi lugar no es un sitio geográfico.
09:05Mi lugar está donde tú estés.
09:08Atanasio sonríe.
09:09Y en esa sonrisa, hay una promesa de futuro.
09:12De esperanza.
09:13De un amor que ha sobrevivido a las tormentas más terribles.
09:17Pero antes de que puedan decir nada más.
09:19Escuchan pasos acercándose.
09:21Atanasio se aparta rápidamente de Matilde.
09:23Justo cuando la puerta se abre.
09:25Y Victoria entra en la cocina.
09:27La duquesa mira la escena con ojos entrecerrados.
09:29Ve a Matilde junto a la mesa, con su vestido de novia.
09:32Ve a Atanasio parado a una distancia que intenta parecer casual, pero que traiciona una intimidad
09:37reciente.
09:38Atanasio, dice Victoria, con voz que gotea sospecha.
09:42¿Qué hace usted aquí, en la casa pequeña?
09:44Atanasio mantiene la compostura con una habilidad que solo años de disimulo pueden proporcionar.
09:49Doña Victoria, vine a verificar unos documentos que don José Luis necesita para el inventario
09:54que me encargó.
09:55¿Y esos documentos están en la cocina?
09:57Pregunta Victoria arqueando una ceja.
09:59Pregunté por la ubicación de ciertos registros antiguos.
10:02Me dijeron que podrían estar en el almacén que está detrás de esta cocina.
10:06Victoria lo mira fijamente por un largo momento, claramente sin creerle del todo.
10:11Luego su mirada se posa en Matilde, en el vestido de novia sobre la mesa, en las manos que tiemblan
10:16ligeramente.
10:17Matilde, dice Victoria, con una dulzura que no engaña a nadie.
10:21¿No sabes qué día es hoy?
10:23Matilde traga saliva con dificultad.
10:25Algo en el tono de Victoria le dice que esta no es una pregunta inocente.
10:29Deje ya las adivinanzas.
10:31Para mí es un día como otro cualquiera.
10:33La expresión de Victoria se endurece.
10:35Quería comprobar hasta dónde llegaba tu falta de respeto.
10:38¿Mi falta de respeto?
10:39Pregunta Matilde confundida.
10:41Hoy se cumple un año de la muerte de mi hijo.
10:43Dice Victoria con voz que corta como un cuchillo.
10:46De Gaspar.
10:47Tu esposo.
10:48El hombre con el que compartiste tu lecho.
10:50Tu vida.
10:51Tu futuro.
10:52Y dices que para ti es un día como otro cualquiera.
10:55Matilde palidece.
10:57Dios mío, queridos espectadores.
10:59La muerte de Gaspar.
11:00Ese momento trágico en el que el hijo de Victoria murió protegiendo a Pedrito del asesino
11:05enviado por su propio padre, José Luis.
11:08Un acto de redención final para un hombre que había cometido tantos errores.
11:12Y Matilde, consumida por su amor por Atanasio, por sus planes de huida, lo había olvidado
11:17por completo.
11:18Yo, lo siento, balbucea Matilde.
11:21No me di cuenta.
11:22Claramente no te diste cuenta.
11:24Dice Victoria con desprecio.
11:25Estabas demasiado ocupada con otras cosas.
11:28Su mirada se desliza brevemente hacia Atanasio antes de volver a Matilde.
11:32Vas a venir conmigo.
11:34Ahora mismo.
11:35Vamos a visitar la tumba de mi hijo.
11:37Y vas a mostrar el respeto que su memoria merece.
11:39Matilde mira a Atanasio con ojos llenos de pánico, pero él no puede hacer nada.
11:44Victoria tiene razón.
11:46Al menos, en apariencia.
11:48No hay excusa válida para que una viuda olvide el aniversario de la muerte de su esposo.
11:52Sí, doña Victoria.
11:54Dice Matilde con voz derrotada.
11:56Voy con usted.
11:57Mientras las dos mujeres salen de la cocina, Victoria se gira hacia Atanasio una última
12:01vez.
12:02En cuanto a usted, don Atanasio, le sugiero que vuelva a la casa grande y termine con ese
12:07inventario.
12:08Mi esposo no tolera la incompetencia.
12:10Atanasio asiente con una inclinación de cabeza, pero sus ojos siguen a Matilde hasta que desaparece
12:15por la puerta.
12:16Hay algo en la forma en que Victoria mira a su nuera, algo depredador y cruel, que le
12:21eriza la piel.
12:22En el camposanto de Valle Salvaje, una escena desgarradora está a punto de desarrollarse.
12:27Victoria camina con paso firme entre las tumbas, su vestido negro ondeando con el viento frío
12:32que baja de las montañas.
12:34Matilde la sigue unos pasos detrás.
12:35Su corazón la tiendo con fuerza, sintiendo que cada paso la acerca más a una trampa
12:41de la que no podrá escapar.
12:42Finalmente, llegan a una tumba de mármol blanco, decorada con ángeles llorosos y flores
12:47marchitas.
12:48La inscripción reza, Gaspar Salcedo, hijo amado.
12:52Que el Señor lo tenga en su gloria.
12:54Victoria se arrodilla frente a la tumba.
12:56Y por un momento, su máscara de frialdad se resquebraja.
13:00Las lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas, mientras coloca una mano sobre la fría piedra.
13:05Mi hijo.
13:06Susurra con voz quebrada.
13:08Mi pobre hijo.
13:09Matilde observa la escena sin saber qué hacer.
13:12Hay algo profundamente perturbador en ver a Victoria, esa mujer que ha sido capaz de tantas
13:16crueldades, mostrar una vulnerabilidad tan genuina.
13:20Porque sí, Victoria es una villana.
13:22Ha conspirado, ha mentido, probablemente ha matado, pero también es una madre que perdió
13:28a su hijo.
13:29Y ese dolor, ese dolor es real.
13:31¿Sabes por qué te traje aquí, Matilde?
13:33Apregunta a Victoria sin girar la vista de la tumba, para honrar la memoria de Gaspar.
13:38Responde Matilde cautelosamente.
13:40Victoria se pone de pie lentamente y se gira hacia ella.
13:44Las lágrimas aún brillan en sus mejillas, pero sus ojos han recuperado esa dureza de acero
13:49que la caracteriza.
13:50Te traje aquí para recordarte quién eres, dice Victoria.
13:54Eres la viuda de mi hijo.
13:55Lleva su apellido.
13:57Comparte su legado.
13:58Y eso significa que me debes lealtad, respeto y obediencia.
14:03Matilde siente cómo el frío se apodera de sus huesos.
14:05Doña Victoria, yo siempre he sido respetuosa con usted.
14:09¿Respetuosa?
14:10Interrumpe Victoria con una risa amarga.
14:12¿Llamas respetuoso olvidar el aniversario de la muerte de tu esposo?
14:16¿Llamas respetuoso pasar tiempo a solas con otro hombre?
14:19¿Mientras su tumba se cubre de polvo?
14:21Yo no.
14:22Atanasio y yo no.
14:24No me tomes por tonta, Matilde, dice Victoria dando un paso amenazante hacia ella.
14:28Sé exactamente lo que pasa entre ustedes dos.
14:31Lo he sabido desde hace tiempo.
14:33¿Crees que soy ciega?
14:34¿Crees que no veo las miradas que se dedican?
14:36¿Los roces que intentan disimular?
14:39¿Las excusas patéticas que inventan para verse?
14:42Matilde retrocede, su espalda chocando contra una lápida cercana.
14:45Por favor, doña Victoria, pero escúchame bien.
14:49Continúa Victoria acercándose más, su rostro a centímetros del de Matilde.
14:53No voy a permitir que arrastres el nombre de mi hijo por el fango.
14:57No voy a permitir que te revuelques con ese secretario advenedizo mientras todavía llevas
15:01el luto de Gaspar.
15:03Gaspar nunca me amó, susurra Matilde con un valor que no sabía que tenía.
15:07Usted lo sabe mejor que nadie.
15:09Su corazón pertenecía a Irene.
15:11Nuestro matrimonio fue una farsa desde el principio.
15:14La bofetada llega tan rápido que Matilde no tiene tiempo de esquivarla.
15:18El impacto la hace tambalear, dejando una marca roja ardiente en su mejilla.
15:22Nunca más vuelvas a hablar así de mi hijo, grita Victoria.
15:26Gaspar era un buen hombre.
15:28Un hombre noble que murió protegiendo a un niño inocente.
15:31Y tú, tú eres una traidora que no merece ni siquiera pronunciar su nombre.
15:35Matilde se lleva una mano a la mejilla golpeada, las lágrimas brotando de sus ojos.
15:39Pero junto con el dolor, hay algo más.
15:42Hay ira.
15:43Una ira que ha estado acumulándose durante meses, quizás años.
15:46Tiene razón en una cosa, doña Victoria.
15:48Dice Matilde con voz temblorosa pero firme.
15:51Gaspar murió como un héroe, pero no murió por la causa que usted defiende.
15:55Murió protegiendo a Pedrito del asesino que su propio padre, José Luis, contrató para matarlo.
16:01Murió intentando enmendar los pecados de una familia podrida desde sus raíces.
16:05Victoria abre la boca para responder.
16:07Pero Matilde no ha terminado.
16:09Y si me pregunta si me arrepiento de haber encontrado amor después de que Gaspar muriera, la respuesta es no.
16:16No me arrepiento.
16:17Porque después de todo el sufrimiento que he vivido en esta familia maldita, merezco algo de felicidad.
16:23Merezco ser amada de verdad.
16:25El silencio que sigue es ensordecedor.
16:27Victoria y Matilde se miran fijamente.
16:29Dos mujeres al borde de un abismo, cada una sosteniendo secretos que podrían destruir a la otra.
16:34Finalmente, Victoria sonríe.
16:36Es una sonrisa fría, calculadora, que no alcanza sus ojos.
16:40Muy bien, Matilde.
16:42Dice con suavidad engañosa.
16:44Has mostrado tus cartas.
16:46Ahora déjame mostrarte las mías.
16:48Si alguna vez, alguna vez, intentas dejar Valle Salvaje con ese hombre, te destruiré.
16:53Revelaré cada secreto sucio que has guardado.
16:56Contaré a todo el mundo cómo ayudaste a encubrir crímenes.
16:59Cómo mentiste.
17:00Cómo traicionaste la memoria de tu esposo antes de que su cuerpo estuviera frío.
17:05Eso no es verdad, protesta Matilde.
17:08La verdad, dice Victoria inclinándose hacia ella.
17:11Es lo que yo diga que es.
17:12Tengo poder.
17:13Tengo influencia.
17:14Tengo aliados en lugares que ni siquiera imaginas.
17:16¿Quién van a creer?
17:17¿A la respetable viuda del heredero Salcedo?
17:20¿O a una mujerzuela que se revuelca con el secretario mientras finge llorar a su marido?
17:25Matilde siente cómo el suelo se abre bajo sus pies.
17:28Victoria tiene razón.
17:29En este mundo, en esta época, una mujer sola no tiene defensa contra el poder de los nobles.
17:35Su palabra no vale nada contra la de una duquesa.
17:38¿Qué quiere de mí?
17:39Pregunta Matilde con voz derrotada.
17:41Victoria sonríe triunfante.
17:43Quiero que te comportes.
17:45Quiero que termines lo que sea que tienes con Atanasio.
17:47Quiero que seas la viuda abnegada y respetuosa que deberías ser.
17:51¿Está claro?
17:52Está claro, susurra Matilde.
17:54Bien, dice Victoria girándose para marcharse.
17:57Ahora volvamos a la casa.
17:58Y recuerda, Matilde, te estaré vigilando.
18:01Cada paso que des, cada palabra que digas, cada mirada que dirijas a ese hombre, lo sabré todo.
18:06Mientras caminan de regreso a Valle Salvaje, Matilde siente cómo algo se rompe en su interior.
18:12Pero también siente algo más.
18:14Una determinación feroz, nacida del miedo y la desesperación.
18:18Victoria puede amenazarla, puede vigilarla, puede intentar controlar su vida.
18:22Pero no puede controlar su corazón.
18:24Y ese corazón, ese corazón, le pertenece a Atanasio.
18:28En la casa grande, en ese mismo momento, otra conversación crucial está teniendo lugar.
18:33Leonardo está sentado en uno de los sillones del salón principal.
18:37Su rostro sombrío y pensativo.
18:39Frente a él, Irene lo observa con una mezcla de preocupación y algo más.
18:43Algo que ha estado creciendo en su pecho desde aquel viaje a Burgos.
18:47Algo que ya no puede ignorar.
18:49Por encima de todo está el hecho incuestionable de que ninguno vamos a aceptar esa boda.
18:53Dice Leonardo con firmeza.
18:55Mi padre puede amenazar, puede manipular, puede hacer todo lo que quiera.
19:00Pero no voy a casarme con alguien que no amo.
19:02Irene traga saliva.
19:03¿Y cuál es su idea?
19:04¿Negarnos?
19:05¿Sin más?
19:06Ya se lo dije a mi padre, responde Leonardo.
19:08Que no me iba a casar.
19:10Ni con usted ni con nadie que él eligiera.
19:12Mi corazón pertenece a Bárbara.
19:14Y ninguna imposición paterna va a cambiar eso.
19:16Irene siente cómo esas palabras la atraviesan como dagas.
19:19Porque sí, ella lo sabe.
19:21Sabe que Leonardo ama a Bárbara.
19:23Sabe que ese amor ha sobrevivido a mentiras, a traiciones, a la cruel intervención de don
19:28Hernando.
19:29Pero eso no hace que sus propios sentimientos sean menos reales.
19:32Leonardo, dice Irene con voz temblorosa.
19:35Hay algo que necesito decirle.
19:37¿Qué es?
19:38Irene baja la mirada.
19:39¿Cómo decirlo?
19:40¿Cómo confesar lo que siente sin destruir la amistad que tanto valora?
19:43Pero ya no puede seguir guardando este secreto.
19:46El viaje a Burgos, esos días solos juntos, huyendo de la tiranía de don Hernando, le
19:51mostraron algo que no puede ignorar.
19:53No he tenido el valor, susurra Irene.
19:56¿El valor para qué?
19:57Para hablarle de mis sentimientos.
19:59El silencio que sigue es tan denso que podría cortarse con un cuchillo.
20:03Leonardo la mira con una expresión de sorpresa, como si no pudiera creer lo que está escuchando.
20:08¿Sus sentimientos?
20:09Repite lentamente, Irene levanta la mirada, y hay lágrimas en sus ojos.
20:15Sé que usted ama a Bárbara.
20:16Lo sé y lo acepto.
20:18Pero eso no cambia lo que yo siento.
20:20Después del viaje, después de todo lo que pasamos juntos, me di cuenta de que mis sentimientos
20:25por usted han cambiado.
20:27Irene, déjeme terminar, dice ella levantando una mano.
20:31No le estoy pidiendo nada.
20:32No espero que corresponda a mis sentimientos.
20:34Solo necesitaba que lo supiera.
20:36Necesitaba ser honesta con usted.
20:38Aunque esa honestidad me destruya.
20:40Leonardo se pone de pie y camina hacia la ventana, dándole la espalda a Irene.
20:44Su mente es un torbellino de emociones.
20:46Irene es una buena mujer.
20:48Una mujer noble, gentil, que ha demostrado ser una amiga leal.
20:52Pero su corazón pertenece a Bárbara.
20:54Siempre ha pertenecido a Bárbara.
20:56¿Irene?
20:57Dice finalmente sin girarse.
20:58Me siento honrado por sus sentimientos.
21:00De verdad lo hago.
21:02Pero no puedo corresponderlos.
21:03Mi corazón ya tiene dueña.
21:05Lo sé, susurra Irene.
21:07Y no pretendo que eso cambie.
21:09Solo necesitaba que supiera que si las cosas fueran diferentes, si Bárbara no existiera.
21:13Pero existe, dice Leonardo girándose para mirarla.
21:17Y la amo.
21:17Con todo lo que soy.
21:18Con todo lo que tengo.
21:20Y voy a luchar por ella, Irene.
21:22Voy a encontrar la manera de estar con ella.
21:24Aunque tenga que enfrentarme a mi padre, a su familia, al mundo entero.
21:29Irene asiente.
21:30Las lágrimas rodando libremente por sus mejillas.
21:33Entonces luche.
21:34Luche por ella.
21:36Con la misma intensidad con la que yo habría luchado por usted, si me hubiera dado la oportunidad.
21:41Es un momento desgarrador.
21:43Queridos espectadores.
21:44Dos corazones rotos.
21:46Dos caminos que se bifurcan.
21:47Irene ha confesado su amor sabiendo que no será correspondido.
21:51Y Leonardo, aunque conmovido, no puede desviar su corazón de la mujer que realmente ama.
21:56Pero ninguno de los dos sabe que alguien ha estado escuchando desde el pasillo.
22:01En la sala contigua, Pedrito Salcedo ha escuchado toda la conversación.
22:06El pequeño heredero de Valle Salvaje.
22:08Ese niño que ha sobrevivido a tantos intentos de asesinato.
22:11Que ha visto más horror en sus pocos años de vida del que ningún niño debería ver.
22:16Está ahí.
22:17Con los ojos muy abiertos.
22:19Procesando lo que acaba de escuchar.
22:21Pedrito camina silenciosamente hacia otra parte de la casa.
22:24Donde encuentra a su hermana Bárbara, sentada sola.
22:27Mirando por la ventana con expresión ausente.
22:29Bárbara.
22:30Dice Pedrito acercándose a ella.
22:32Su hermana se gira.
22:33Y fuerza una sonrisa.
22:35Pedrito.
22:36¿Qué haces aquí?
22:37Deberías estar con tu preceptor.
22:39Necesitaba hablar contigo.
22:40Dice el niño sentándose junto a ella.
22:43Sobre don Leonardo.
22:44El rostro de Bárbara se ensombrece inmediatamente.
22:46No quiero hablar de él.
22:48Lo sé.
22:48Dice Pedrito con una sabiduría que parece impropia de su edad.
22:52Pero tienes que escucharme.
22:53Don Hernando quiere casar a la señorita Irene con don Leonardo.
22:56Ese es el problema.
22:58Y, si don Leonardo se niega, se acabó.
23:01Bárbara mira a su hermano pequeño con asombro.
23:03¿Cómo sabes todo eso?
23:04Escucho.
23:05Observo.
23:06Todos creen que soy solo un niño, pero veo más de lo que piensan.
23:10Bárbara siente cómo las lágrimas amenazan con desbordarse.
23:13No es tan simple, Pedrito.
23:15Leonardo me traicionó.
23:16Él y Irene.
23:18¿El beso?
23:19Pregunta Pedrito directamente.
23:21Bárbara se sobresalta.
23:22¿Cómo sabes sobre eso?
23:23Como te dije, escucho.
23:25Responde el niño, encogiéndose de hombros.
23:28Y sé que ese beso fue un error.
23:29Un error del que ambos se arrepintieron inmediatamente.
23:32Leonardo no ama a Irene.
23:34Bárbara.
23:35Te ama a ti.
23:36Solo a ti.
23:37Pero la carta...
23:38Esa carta fue una confesión, no una declaración de amor.
23:41Insiste Pedrito.
23:43Leonardo te escribió esa carta porque quería ser honesto contigo.
23:46Porque no quería que hubiera secretos entre ustedes.
23:49¿Eso no te dice algo sobre su carácter?
23:51Bárbara se queda en silencio.
23:52Las palabras de su hermano pequeño resonando en su cabeza.
23:55¿Será posible?
23:57¿Será posible que haya estado tan ciega por el dolor que no pudo ver la verdad?
24:01Tienes que hablar con él.
24:03Dice Pedrito tomando la mano de su hermana.
24:05Tienes que darle la oportunidad de explicarse.
24:07Porque si no lo haces, vas a arrepentirte el resto de tu vida.
24:11¿Desde cuándo eres tan sabio?
24:12Pregunta Bárbara con una sonrisa temblorosa.
24:15Desde que vi a Adriana casi perder a Rafael por un malentendido.
24:18Responde Pedrito.
24:19Desde que entendí que el amor verdadero es demasiado valioso para dejarlo morir por orgullo o miedo.
24:25Mientras tanto, en la cocina de la casa grande, una escena más ligera está desarrollándose.
24:31Eva, la cocinera, está de pie con los brazos cruzados.
24:35Su expresión de desafío total mientras mira a Pepa.
24:38A su lado, Amadeo parece querer desaparecer.
24:41Y Francisco está sentado entre ambas mujeres, claramente incómodo con la situación.
24:47Tú lo que tienes que ir haciendo es buscarme un juez imparcial.
24:50Dice Eva con tono exigente.
24:52Francisco suspira.
24:53¿Por qué no podría ser yo?
24:54Ay, sí, tú.
24:56Se burla Eva.
24:57Antes de acabar, ya le habrías dado el concurso a Pepa.
25:01Eso no es verdad.
25:02Protesta Francisco.
25:03Aunque sus mejillas enrojecen ligeramente.
25:05Pepa, que ha estado observando el intercambio con una mezcla de diversión y cansancio, interviene.
25:10Eva, el torneo de postres fue solo para pasar el rato.
25:14No tiene que convertirse en una guerra.
25:16No es solo un torneo, exclama Eva.
25:19Es una cuestión de honor profesional.
25:21Y no voy a permitir que una chiquilla recién llegada me humille en mi propia cocina.
25:25Amadeo pone una mano en el hombro de su esposa.
25:27Eva, cariño, quizás deberías...
25:29Tú cállate, le espeta a Eva.
25:32Tengo que ser yo siempre la que paga el pato de tus obsesiones.
25:34Por una vez, déjame ganar algo.
25:36Yo lo único que quiero es destrozar a esa muchacha, aunque sea lo último que haga en el mundo.
25:41Añade Eva, con una determinación que sería cómica si no fuera tan intensa.
25:46Pepa y Francisco intercambian una mirada.
25:48Hay algo en los ojos de Pepa.
25:50Algo triste que el torneo de postres no ha logrado disipar del todo.
25:53Porque sí, estos días de competición culinaria la han ayudado a distraerse del dolor por su hermana Luisa.
26:00Pero la preocupación sigue ahí, latente, amenazando con ahogarla en cualquier momento.
26:06Estos días, la verdad, me han resultado más distraídos gracias al torneo de postres, dice Pepa, con una sonrisa que no alcanza sus ojos.
26:14Bueno, de eso se trataba, ¿no?
26:16Dice Amadeo, tocando el hombro de Francisco.
26:19Pepa frunce el seño.
26:20¿Cómo que de eso se trataba?
26:21Un silencio incómodo cae sobre la cocina.
26:24Francisco se ruboriza más intensamente.
26:26Amadeo mira hacia el techo.
26:28Eva de repente encuentra muy interesante estudiar sus propias uñas.
26:32¿Francisco?
26:32Insiste Pepa con voz más seria.
26:34¿De qué está hablando Amadeo?
26:36Francisco suspira profundamente.
26:38Está bien.
26:39La verdad es que el torneo de postres no fue solo por diversión.
26:43Lo organizamos...
26:44Bueno, lo organicé yo principalmente.
26:47Para distraerte.
26:48¿Distraerme?
26:49De la situación de Luisa.
26:51Admite Francisco.
26:52Sabía cuánto estabas sufriendo.
26:53Te veía cada día más apagada, más triste.
26:57Y pensé que si te daba algo en qué concentrarte, algo que te hiciera olvidar aunque fuera por
27:01unas horas, Pepa siente cómo las lágrimas comienzan a formarse en sus ojos.
27:05Pero no son lágrimas de dolor.
27:07Son lágrimas de gratitud, de asombro.
27:10Porque este hombre, este mayordomo torpe y dulce, que apenas conoce desde hace unos
27:14meses, se preocupó tanto por ella que inventó toda una competición solo para hacerla sonreír.
27:20Francisco, susurra Pepa, sé que fue tonto, continúa él rápidamente, y sé que un torneo
27:26de postres no puede solucionar los problemas reales, pero no sabía qué más hacer.
27:31No soportaba verte sufrir así.
27:33Eva, que ha estado observando el intercambio, suelta un bufido.
27:36¿Y yo qué?
27:37¿Fui solo un peón en tu pequeño plan romántico?
27:40No fue un plan romántico, protesta Francisco, aunque su cara dice otra cosa.
27:44Por supuesto que lo fue, dice Eva, pero hay un brillo en sus ojos que sugiere que no está
27:49tan molesta como pretende.
27:51Pero supongo que puedo perdonarte.
27:53Después de todo, la competición me ha dado la oportunidad de demostrar mi superioridad
27:57culinaria.
27:58¿Tu superioridad?
28:00Pepa arquea una ceja.
28:01¿No fue mi flan el que ganó la primera ronda?
28:04Eso fue pura suerte.
28:06Diz y así.
28:07Entre risas y protestas, la tensión en la cocina se disipa.
28:10Francisco mira a Pepa con una sonrisa tímida, y ella le devuelve la mirada con algo que podría
28:15ser el comienzo de algo más profundo.
28:17Pero en la sede de la Santa Hermandad, la situación es mucho más grave.
28:22El galeno ha terminado de examinar a Luisa, y su expresión es sombría cuando sale de
28:27la celda para hablar con Adriana y el capitán.
28:29Su condición es crítica, dice sin rodeos, deshidratación severa, desnutrición, principios
28:36de neumonía por las condiciones húmedas de la celda.
28:38Si no recibe tratamiento inmediato en un lugar adecuado, no creo que sobreviva más
28:43de unos días.
28:44Adriana siente cómo el mundo se derrumba a su alrededor.
28:47Tiene que hacer algo.
28:48No puede dejarla morir.
28:49Yo puedo estabilizarla temporalmente, dice el galeno, pero necesita estar en un lugar
28:54cálido, seco, con alimentación adecuada y cuidados constantes.
28:59Esta celda la matará antes que cualquier sentencia.
29:02Adriana se gira hacia el capitán con ojos suplicantes.
29:05Por favor, por favor, déjeme llevarla.
29:07La mantendré bajo vigilancia.
29:09Responderé con mi propia vida si es necesario, pero no la deje morir aquí.
29:13El capitán guarda silencio por un largo momento.
29:16Finalmente, suspira.
29:18Voy a necesitar garantías, dice.
29:20Y no de usted, doña Adriana.
29:22Necesito que alguien con autoridad real se responsabilice por esta prisionera.
29:26¿Qué tipo de autoridad?
29:27El duque de Valle Salvaje, responde el capitán.
29:30Si don José Luis Galvez de Aguirre está dispuesto a garantizar personalmente la custodia de esta mujer, consideraré su traslado.
29:37Adriana siente como la ironía de la situación la golpea como un puñetazo.
29:42José Luis, el hombre que orquestó todo este horror.
29:46El hombre que contrató a Tomás para incriminar a Luisa.
29:49El hombre cuyo orgullo y crueldad la trajeron a este punto.
29:52Ahora es él quien tiene el poder de salvarla.
29:54Iré a hablar con él, dice Adriana con determinación.
29:58Y le aseguro, capitán, que regresaré con su garantía.
30:02En la casa grande, la confrontación está a punto de estallar.
30:06Rafael está de pie frente a su padre en el despacho.
30:08Su rostro tenso con una mezcla de frustración y súplica.
30:12Nadie duda de su palabra, padre, dice Rafael.
30:15Pero seguro que hay algo más que puede hacer por Luisa.
30:17José Luis lo mira con ojos que intentan parecer compasivos, pero que traicionan su verdadera naturaleza.
30:23Esa mujer está condenada, Rafael.
30:25La evidencia contra ella es abrumadora.
30:28¿Evidencia?
30:29Rafael casi se ríe.
30:31¿Qué evidencia?
30:32El testimonio de un ladrón que ya huyó del valle.
30:35Una talla supuestamente robada que nadie vio a Luisa tomar.
30:38¿Es eso suficiente para condenar a una mujer inocente?
30:41José Luis se levanta de su silla y camina hacia la ventana.
30:44La culpa lo carcome por dentro, aunque nunca lo admitiría.
30:48Él sabe la verdad.
30:49Él sabe que Luisa es inocente porque él mismo orquestó todo el complot.
30:54Pero admitirlo significaría destruirse a sí mismo.
30:57Hijo, entiendo que Alejo está sufriendo, dice José Luis sin girarse.
31:01Y créeme, eso me duele.
31:03Pero hay límites a lo que puedo hacer.
31:05La Santa Hermandad tiene sus procedimientos, sus leyes.
31:08¡Al diablo con las leyes!
31:10exclama Rafael.
31:11¡Usted es el duque de Valle Salvaje!
31:13Su palabra tiene más peso que cualquier ley.
31:16Si usted dice que Luisa es inocente, la liberarán.
31:20José Luis se gira lentamente.
31:22¿Y qué base tendría yo para hacer tal afirmación?
31:25Es en ese momento cuando Alejo entra precipitadamente en el despacho.
31:28Su rostro está pálido, sus ojos enrojecidos por noches sin dormir.
31:32Su apariencia general, la de un hombre al borde del colapso.
31:36¡Padre! exclama Alejo.
31:38Adriana acaba de llegar.
31:39Dice que Luisa está muriendo.
31:41Que no sobrevivirá si no la sacan de esa celda.
31:43José Luis siente como algo se retuerce en su pecho.
31:47¿Remordimiento?
31:48¿Culpa?
31:48Sea lo que sea, es una sensación incómoda que no le gusta.
31:52¿Qué va a hacer?
31:53Pregunta Alejo con voz desesperada.
31:55José Luis mira a su hijo menor.
31:57Este hijo que siempre consideró débil, sensible, indigno del apellido Galvez.
32:01Este hijo que se atrevió a enamorarse de una criada,
32:04que renunció a su familia por amor,
32:06que eligió la verdad sobre la conveniencia.
32:09Y de repente, José Luis se da cuenta de algo que nunca había visto antes.
32:12Alejo es más fuerte que cualquiera de ellos.
32:15Su fuerza no está en el poder o la manipulación.
32:18Está en su capacidad de amar sin condiciones.
32:21Ayudar a Luisa, dice José Luis finalmente.
32:24La sorpresa en el rostro de Alejo es evidente.
32:27¿De verdad?
32:27Pero escúchame bien, continúa José Luis, su voz endureciéndose.
32:31Si voy a hacer esto,
32:32es a riesgo de poner en entredicho mi buen nombre y el de mi casa.
32:36Y eso tiene un precio.
32:37Un precio que solo tú puedes pagar.
32:40Alejo siente como el aire se enfría a su alrededor.
32:42Por supuesto, su padre nunca hace nada sin esperar algo a cambio.
32:45¿Qué precio?
32:47Pregunta con voz tensa.
32:48José Luis se acerca a su hijo hasta quedar frente a frente.
32:51Quiero que vuelvas.
32:52Quiero que regreses a la casa grande.
32:54Que retomes tu lugar como mi hijo.
32:56Que actúes como el heredero que deberías ser.
32:58Pero yo ya no...
33:00No he terminado.
33:01Interrumpe José Luis.
33:02También quiero que abandones cualquier idea de casarte con esa mujer.
33:05Puedes mantenerla como...
33:07Como una conocida, si quieres.
33:08Pero jamás será tu esposa.
33:10Jamás llevará el apellido Galvez de Aguirre.
33:13Alejo siente como la rabia y la desesperación luchan dentro de él.
33:16Su padre le está pidiendo que elija.
33:18¿La vida de Luisa o su amor por ella?
33:21¿Qué clase de elección monstruosa es esa?
33:23Padre, usted no puede pedirme eso.
33:26Puedo y lo estoy haciendo.
33:27Dice José Luis con frialdad.
33:29La decisión es tuya, Alejo.
33:30La vida de Luisa o tus fantasías románticas.
33:33Elige.
33:34Rafael da un paso adelante.
33:36Padre, esto es cruel.
33:37No puede...
33:38Silencio, Rafael.
33:40Ordena José Luis sin apartar la mirada de Alejo.
33:42Esta es una conversación entre tu hermano y yo.
33:45Alejo cierra los ojos.
33:46Piensa en Luisa.
33:47En su sonrisa.
33:48En la forma en que su risa ilumina cualquier habitación.
33:52Piensa en las promesas que le hizo.
33:53En los sueños que compartieron.
33:55En el futuro que planearon juntos.
33:56Y piensa en ella muriendo en una celda fría y oscura.
34:00Abandonada y sola.
34:01No hay elección.
34:03Nunca la hubo realmente.
34:04Está bien, susurra Alejo con voz quebrada.
34:07Acepto sus condiciones.
34:09Y en ese momento, queridos espectadores, algo se rompe dentro de Alejo.
34:13Algo que quizás nunca podrá ser reparado.
34:15Porque aceptar las condiciones de su padre no es solo renunciar a un sueño.
34:20Es renunciar a una parte de sí mismo.
34:22Es traicionar todo lo que creyó.
34:25Todo lo que defendió.
34:26Todo por lo que luchó durante los últimos meses.
34:29¿Recuerdan cuando Alejo renunció públicamente a su familia?
34:32¿Recuerdan cuando se paró frente a José Luis y le dijo que prefería vivir como un paria antes que seguir siendo parte de una casa corrupta?
34:40¿Recuerdan la valentía con la que defendió su amor por Luisa?
34:44¿Una criada?
34:45¿Una mujer sin título ni linaje?
34:47¿Pero con un corazón más noble que todos los galves de Aguirre juntos?
34:50Pues bien, todo eso acaba de morir.
34:54Todo eso acaba de ser sacrificado en el altar de la desesperación.
34:58José Luis observa a su hijo con una satisfacción que apenas puede disimular.
35:02Ha ganado.
35:03Después de meses de humillación, de ver cómo Alejo lo desafiaba, de sentir cómo su autoridad era cuestionada,
35:09finalmente ha recuperado el control.
35:11Y lo ha hecho de la manera más cruel posible, usando el amor de Alejo como arma contra él mismo.
35:17Sabía que tomarías la decisión correcta, hijo, dice el duque con esa voz que gotea falsa amabilidad.
35:23Al final, la sangre siempre llama, el deber siempre prevalece.
35:28Alejo no responde, no puede responder.
35:30Tiene un nudo en la garganta tan apretado que apenas puede respirar.
35:34Las lágrimas amenazan con desbordarse, pero se obliga a contenerlas.
35:38No le dará a su padre la satisfacción de verlo llorar.
35:41Rafael, que ha presenciado toda la escena, siente cómo la rabia hierve en su interior.
35:46Quiere gritar, quiere golpear a su padre, quiere hacer algo, cualquier cosa, para deshacer esta injusticia.
35:53Pero sabe que cualquier intervención solo empeoraría las cosas para Alejo.
35:58Padre, dice Rafael con voz tensa, esto no está bien.
36:02Usted lo sabe.
36:03José Luis se gira hacia su hijo mayor con expresión impasible.
36:06Lo que está bien o mal no es asunto tuyo, Rafael.
36:09Este es un acuerdo entre Alejo y yo.
36:11Un acuerdo que beneficia a todos.
36:13¿Beneficia a todos?
36:15Repite Rafael con incredulidad.
36:17¿Cómo puede decir eso?
36:18Está destruyendo la vida de su propio hijo.
36:20Estoy salvando la vida de una mujer, corrige José Luis.
36:24Y estoy recuperando a mi hijo.
36:25Si eso te parece destrucción, entonces no entiendes nada sobre lo que significa ser padre.
36:30Rafael abre la boca para responder, pero Alejo lo detiene con un gesto.
36:34Déjalo, hermano, dice Alejo con voz vacía.
36:36Ya está hecho.
36:37No hay vuelta atrás.
36:39Alejo, he dicho que lo dejes.
36:41El silencio que sigue es denso, cargado de emociones no expresadas, de palabras que nunca serán dichas.
36:47José Luis asiente con satisfacción y camina hacia la puerta.
36:51Voy a la Santa Hermandad ahora mismo, anuncia.
36:54Para cuando regrese, espero que tus cosas estén preparadas para el traslado, Alejo.
36:58Tu habitación en la casa grande te está esperando.
37:01Y la con esas palabras, el duque sale del despacho, dejando a sus dos hijos solos, en un océano de dolor y frustración.
37:07Rafael se acerca a Alejo y pone una mano en su hombro.
37:09Hermano, lo siento.
37:11Lo siento muchísimo.
37:12No lo sientas, responde Alejo.
37:15Hice lo que tenía que hacer.
37:16Luisa va a vivir.
37:18Eso es lo único que importa.
37:19Pero el precio...
37:21El precio es mi problema, no el tuyo.
37:24Alejo se levanta de la silla y camina hacia la ventana.
37:27Afuera, el sol de la tarde baña Valle Salvaje con una luz dorada que parece burlarse de su dolor.
37:33¿Cómo puede el mundo seguir siendo hermoso cuando su corazón está hecho pedazos?
37:37¿Sabes qué es lo más irónico?
37:39Dice Alejo sin girarse.
37:41Padre cree que ha ganado.
37:43Cree que al obligarme a volver a la casa grande, al prohibirme casarme con Luisa, me ha derrotado.
37:48Pero no entiende nada.
37:49¿Qué quieres decir?
37:50Alejo se gira lentamente y hay algo en sus ojos.
37:53Algo que no estaba ahí hace un momento.
37:56Una determinación fría, acerada, que Rafael nunca había visto en su hermano menor.
38:00Mi cuerpo estará en la casa grande, dice Alejo.
38:04Cumpliré con las formalidades.
38:05Asistiré a las cenas.
38:07Participaré en las reuniones.
38:08Haré todo lo que padre espera de un hijo obediente.
38:11Pero mi corazón, Rafael, mi corazón nunca dejará de pertenecerle a Luisa.
38:16Alejo, y algún día...
38:18Continúa Alejo con voz que tiembla de emoción contenida.
38:21Algún día, cuando padre ya no esté, cuando su tiranía haya terminado, voy a casarme con ella.
38:27Voy a darle el apellido que merece, el hogar que merece, la vida que merece.
38:32Y ese día, ese día será mi victoria.
38:35Rafael siente cómo las lágrimas brotan de sus propios ojos.
38:38Porque en este momento, viendo a su hermano menor encontrar fuerza en medio de la devastación,
38:43se da cuenta de algo importante.
38:45Alejo es el más fuerte de todos ellos.
38:47Siempre lo ha sido.
38:49Te ayudaré, promete Rafael.
38:51En todo lo que pueda, te ayudaré.
38:53Padre no vivirá para siempre.
38:54Y cuando llegue el momento, cuando llegue el momento, asiente Alejo.
38:58Seremos libres, todos nosotros.
39:01Los dos hermanos se abrazan.
39:02Un abrazo que dice más que mil palabras.
39:05Un abrazo que sella una promesa.
39:06Una alianza.
39:07Una esperanza para el futuro.
39:09Pero mientras tanto, hay una mujer muriendo en una celda que necesita ser salvada.
39:14Y Alejo está dispuesto a pagar cualquier precio por ella.
39:17Cualquier precio.
39:18En ese mismo momento, en la casa pequeña, la noticia de lo que está sucediendo llega como un rayo.
39:26Adriana ha enviado un mensajero adelantándose al carruaje que traerá a Luisa.
39:30Mercedes, Matilde, Pepa y los demás están reunidos en el salón principal, esperando con ansiedad.
39:37¿Estás segura de que la van a liberar?
39:39Pregunta Pepa por décima vez.
39:41Sus manos retorciéndose nerviosamente.
39:43¿El mensajero fue claro?
39:44Responde Mercedes.
39:45José Luis ha garantizado personalmente su traslado.
39:48Luisa vendrá aquí, a la casa pequeña, bajo arresto domiciliario.
39:52¿Pero por qué?
39:53Insiste Pepa.
39:54¿Por qué ese hombre, que siempre odió a mi hermana, de repente decide ayudarla?
39:59Es una pregunta que todos se hacen.
40:01Nadie entiende el cambio repentino de José Luis.
40:04Nadie sabe el precio terrible que Alejo ha pagado para conseguirlo.
40:07Matilde, que ha regresado del cementerio con el rostro aún marcado por la bofetada de Victoria,
40:13guarda silencio.
40:14Su mente está en otro lugar.
40:16Está pensando en Atanasio, en las palabras que compartieron, en el sueño de huir de
40:20valle salvaje que ahora parece más lejano que nunca.
40:23Sea cual sea la razón, dice Mercedes finalmente.
40:27Lo importante es que Luisa va a vivir.
40:29Eso es lo único que debe importarnos ahora.
40:32El sonido de cascos de caballos hace que todos se pongan de pie de un salto.
40:36A través de la ventana, pueden ver el carruaje acercándose por el camino principal.
40:40Y detrás del carruaje, galopando como si su vida dependiera de ello, viene Alejo.
40:45Pepa sale corriendo hacia la puerta, seguida por los demás.
40:49El carruaje se detiene frente a la casa.
40:51Y cuando la puerta se abre, todos contienen el aliento.
40:54Luisa está ahí, envuelta en mantas, su rostro pálido como la cera.
40:58Pero viva, viva, Luisa, grita Pepa lanzándose hacia el carruaje.
41:03¡Hermana!
41:04Alejo desmonta de su caballo y corre hacia el carruaje.
41:07Con una ternura infinita, toma a Luisa en sus brazos, levantándola como si no pesara nada.
41:12Ya estás en casa, mi amor, susurra contra su cabello.
41:15Ya estás a salvo.
41:16Luisa abre los ojos lentamente.
41:19Cuando ve el rostro de Alejo, cuando siente sus brazos fuertes sosteniéndola,
41:23las lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas.
41:25Alejo, murmura con voz débil.
41:27Pensé, pensé que nunca más.
41:30La silencia él con un beso suave en la frente.
41:33No pienses en eso ahora.
41:34Solo piensa en recuperarte.
41:36Solo piensa en vivir.
41:37La llevan adentro, a la habitación que han preparado para ella.
41:40El fuego de la chimenea crepita alegremente.
41:43Las sábanas son suaves y limpias.
41:45Y por primera vez en lo que parecen siglos, Luisa siente algo parecido a la esperanza.
41:50Pero mientras todos se afanan alrededor de ella,
41:53mientras el galeno la examina y Pepa le sostiene la mano,
41:56Alejo permanece en un rincón, observando.
42:00Y en sus ojos hay una mezcla de alivio y dolor que nadie más puede ver.
42:03Porque sí, ha salvado a Luisa.
42:05Pero ¿a qué costo?
42:06¿A qué terrible, devastador costo?
42:09Mercedes se acerca a él discretamente.
42:11¿Qué pasó?
42:12Pregunta en voz baja.
42:13¿Qué tuviste que hacer para conseguir esto?
42:15Alejo la mira con ojos que han envejecido años en cuestión de horas.
42:19Lo que cualquier hombre haría por la mujer que ama.
42:21Responde.
42:22Todo.
42:23Y Mercedes, que ha vivido lo suficiente para reconocer el sacrificio cuando lo ve,
42:27asiente lentamente.
42:28No hace más preguntas.
42:30No necesita hacerlas.
42:31La respuesta está escrita en cada línea del rostro de Alejo.
42:35En cada sombra de sus ojos.
42:37En cada temblor de sus manos.
42:39El amor verdadero siempre tiene un precio.
42:41Y Alejo acaba de pagar el suyo.
42:44La sonrisa que cruza el rostro de José Luis es la sonrisa de un depredador que acaba de atrapar a su presa.
42:50Sabía que tomarías la decisión correcta, hijo.
42:52Dice palmeando el hombro de Alejo.
42:54Ahora mismo iré a la Santa Hermandad a garantizar el traslado de Luisa.
42:58Mientras tanto, puedes ir preparando tus cosas para mudarte de regreso a la casa grande.
43:03Cuando José Luis sale del despacho, Alejo se desploma en una silla.
43:07Rafael se acerca a él con expresión de horror.
43:09Alejo, no puedes hacer esto.
43:11No puedes dejar que padre te manipule así.
43:14No tengo opción.
43:15Responde Alejo con voz vacía.
43:17Si no acepto, Luisa muere.
43:19Y no puedo vivir en un mundo donde ella no existe.
43:22Aunque eso signifique renunciar a todo lo demás.
43:25Pero Luisa no querría esto.
43:27No querría que sacrificaras tu felicidad por ella.
43:30Alejo levanta la mirada hacia su hermano.
43:32Mi felicidad es Luisa, Rafael.
43:34Y si el precio de que ella viva es que nunca pueda llamarla mi esposa,
43:38entonces pagaré ese precio.
43:40Lo pagaré mil veces si es necesario.
43:43En la celda de la Santa Hermandad, Luisa ha recuperado algo de conciencia.
43:48Adriana está a su lado, sosteniendo su mano mientras el galeno le administra líquidos a través de pequeños sorbos de un caldo nutritivo.
43:56Tienes que beber, insiste Adriana.
43:59Sé que te cuesta, pero cada gota cuenta.
44:01Luisa obedece débilmente, sintiendo como el líquido caliente baja por su garganta reseca.
44:07Es una sensación extraña, casi dolorosa después de tantos días sin alimentarse.
44:12¿Por qué? Susurra Luisa entre sorbos.
44:14¿Por qué estás haciendo todo esto por mí?
44:17Porque eres mi amiga, responde Adriana simplemente.
44:20Porque te debo más de lo que nunca podré pagar.
44:23Porque en los momentos más oscuros de mi vida, tú estuviste ahí para mí.
44:27¿Cómo podría abandonarte ahora?
44:29Las lágrimas comienzan a rodar por las mejillas de Luisa.
44:31Pero yo, yo he traído tanta vergüenza.
44:35Mi pasado, tu pasado no te define, dice Adriana con firmeza.
44:39Lo que hiciste cuando eras joven, lo que tuviste que hacer para sobrevivir, no cambia la mujer en la que te convertiste.
44:46Eres buena, Luisa.
44:47Eres noble y leal y valiente.
44:49Y voy a luchar por ti hasta mi último aliento.
44:53En ese momento, se escucha un alboroto en el pasillo.
44:56Voces gritando, pasos acelerados.
44:58Y entonces, la puerta de la celda se abre y José Luis Galvez de Aguirre entra, seguido por el capitán Escovedo.
45:05Adriana se pone de pie inmediatamente, su cuerpo tenso como un arco.
45:10Don José Luis, dice con voz que no oculta su desconfianza.
45:13¿A qué debemos el honor?
45:15José Luis mira a Luisa tendida en el suelo de la celda, su cuerpo frágil envuelto en mantas que Adriana trajo.
45:20Y por un momento, solo un momento, algo parecido al remordimiento cruza su rostro.
45:25He hablado con el capitán, dice José Luis.
45:28He acordado garantizar personalmente la custodia de esta mujer.
45:32Será trasladada a la casa pequeña, donde podrá recibir atención médica adecuada.
45:36Adriana no puede creer lo que escucha.
45:39De verdad, de verdad, confirma el capitán.
45:42Don José Luis ha asumido toda responsabilidad.
45:44Luisa San Juan será puesta bajo arresto domiciliario hasta que su caso sea resuelto.
45:49Luisa mira a José Luis con ojos llenos de confusión.
45:52Este es el hombre que la odia, el hombre que siempre la consideró indigna de su hijo.
45:56¿Por qué la está salvando?
45:58¿Por qué?
45:58Susurra Luisa.
45:59José Luis la mira fijamente.
46:01Porque mi hijo me lo pide.
46:03Y porque hay límites, incluso para mí, de hasta dónde estoy dispuesto a llegar.
46:07Es una respuesta ambigua.
46:09Pero Adriana no tiene tiempo para analizarla.
46:11Lo importante es que Luisa va a salir de esta celda.
46:14Va a vivir.
46:15Preparen el carruaje.
46:17Ordena José Luis al capitán.
46:18Y asegúrense de que tenga mantas suficientes.
46:21No quiero que muera camino a casa después de todo el esfuerzo que me ha costado sacarla.
46:25Mientras los guardias preparan el traslado, Adriana se acerca a José Luis.
46:29No sé por qué lo ha hecho.
46:31Dice en voz baja.
46:32Pero le agradezco.
46:33De verdad.
46:34José Luis la mira con una expresión indescifrable.
46:37No me agradezca todavía, doña Adriana.
46:39Esta historia está lejos de terminar.
46:41Hicks.
46:42Y mientras Luisa es trasladada hacia la libertad,
46:44En la casa grande, Bárbara ha tomado una decisión.
46:48Las palabras de Pedrito siguen resonando en su cabeza.
46:51Tienes que darle la oportunidad de explicarse.
46:54El amor verdadero es demasiado valioso para dejarlo morir por orgullo o miedo.
46:58Bárbara camina por los pasillos de la casa grande buscando a Leonardo.
47:02Su corazón late con fuerza.
47:04Sus manos tiemblan.
47:05Pero su determinación es firme.
47:07Ya ha pasado demasiado tiempo huyendo del dolor.
47:09Es hora de enfrentarlo.
47:11Lo encuentra en la biblioteca, solo, mirando por la ventana con expresión melancólica.
47:16Cuando escucha sus pasos, se gira.
47:18Y la sorpresa en su rostro es evidente.
47:20Bárbara susurra su nombre como si fuera una oración.
47:24Tenemos que hablar, dice ella, cerrando la puerta detrás de sí.
47:28Sí, asiente Leonardo.
47:30Sí, tenemos que hablar.
47:31Pero antes, déjame decirte...
47:33No, interrumpe Bárbara.
47:35Déjame hablar a mí primero.
47:36He pasado semanas huyendo de ti, de esta conversación, de mis propios sentimientos.
47:41Y estoy cansada.
47:42Estoy tan cansada de tener miedo.
47:44Leonardo guarda silencio, dejándola hablar.
47:47Cuando descubrí lo del beso con Irene, continúa Bárbara, sentí que mi mundo se derrumbaba.
47:52Me sentí traicionada, humillada, destrozada.
47:55Pensé que todo lo que habíamos compartido era una mentira.
47:59No era una mentira, dice Leonardo, dando un paso hacia ella.
48:02Nunca fue una mentira.
48:04Lo sé, dice Bárbara, y hay lágrimas en sus ojos.
48:07Ahora lo sé.
48:08Pero en ese momento, el dolor era tan intenso que no podía ver nada más.
48:12No podía pensar.
48:13No podía razonar.
48:15Solo podía huir.
48:16Bárbara, lo que pasó con Irene, fue un error.
48:19Completa ella.
48:20Un momento de debilidad, de soledad.
48:22Lo entiendo.
48:23No lo apruebo, pero lo entiendo.
48:25Porque todos somos humanos.
48:27Todos cometemos errores.
48:29Leonardo la mira con ojos llenos de esperanza.
48:31Eso significa...
48:32Eso significa que quiero intentarlo de nuevo, dice Bárbara.
48:36Quiero que me cuentes todo, sin mentiras, sin secretos.
48:39Quiero saber exactamente qué pasó durante ese viaje.
48:42Y después, quiero que encontremos la manera de seguir adelante.
48:45Juntos.
48:46Leonardo cruza la distancia que los separa.
48:48Y toma las manos de Bárbara entre las suyas.
48:51Te lo contaré todo.
48:52Promete.
48:53Cada momento.
48:53Cada pensamiento.
48:55Cada sensación.
48:56Y te juro, Bárbara.
48:56Te juro por todo lo que es sagrado, que mi corazón nunca dejó de pertenecerte.
49:01Ni siquiera por un segundo.
49:02Y entonces, por primera vez en semanas, Bárbara sonríe.
49:06Es una sonrisa pequeña.
49:07Frágil, pero real.
49:09Entonces empieza a contar.
49:11Dice.
49:11Tenemos mucho de qué hablar.
49:13Y mientras una pareja comienza a sanar en la casa pequeña, otra está a punto de enfrentar su mayor desafío.
49:20Luisa ha llegado.
49:21El carruaje la ha traído envuelta en mantas.
49:24Débil, pero viva.
49:25Alejo corre a su encuentro.
49:27Su rostro una mezcla de alivio y angustia.
49:29Luisa.
49:30Exclama tomándola en sus brazos con cuidado infinito.
49:33Gracias a Dios.
49:34Gracias a Dios.
49:36Alejo.
49:37Susurra ella contra su pecho.
49:38Pensé.
49:39Pensé que nunca volvería a verte.
49:41Estoy aquí.
49:42Dice él con voz quebrada.
49:43Y no voy a dejarte.
49:45Nunca.
49:46Pase lo que pase.
49:47Pero incluso mientras pronuncia esas palabras,
49:49Alejo sabe que hay algo que no está diciendo.
49:52El precio que pagó por la libertad de Luisa.
49:54La promesa que le hizo a su padre.
49:56El futuro que acaba de sacrificar.
49:58La llevan a una habitación cálida, con una chimenea encendida y una cama con sábanas limpias.
50:03El galeno que la acompaña comienza inmediatamente a atenderla,
50:07administrándole medicinas y asegurándose de que está estable.
50:10Adriana entra en la habitación poco después, con Pepa a su lado.
50:14Cuando Pepa ve a su hermana, las lágrimas brotan inmediatamente.
50:17—¡Luisa! —solloza Pepa corriendo hacia ella.
50:21—Pensé que te había perdido.
50:22—Estoy aquí, hermanita —dice Luisa, con voz débil pero llena de amor.
50:26—Estoy aquí.
50:27Las dos hermanas se abrazan, sus lágrimas mezclandos, su dolor compartido transformándose lentamente en alivio.
50:34Alejo observa la escena desde un rincón de la habitación.
50:37Sabe que debería estar feliz.
50:39Luisa está viva.
50:40Está a salvo.
50:41Pero no puede evitar pensar en lo que le espera.
50:43El regreso a la casa grande.
50:45La vida bajo el yugo de su padre.
50:46La renuncia a sus sueños de una vida con la mujer que ama.
50:50Rafael se acerca a él y pone una mano en su hombro.
50:53—Lo hiciste bien, hermano —dice en voz baja.
50:56—Salvaste su vida, pero perdí nuestro futuro —responde Alejo con amargura.
51:00—No lo has perdido —dice Rafael.
51:02—Lo has pospuesto.
51:04Padre no vivirá para siempre.
51:05Y cuando ya no esté, serás libre de tomar las decisiones que quieras.
51:09Alejo mira a su hermano mayor con una mezcla de esperanza y escepticismo.
51:13Y mientras tanto, mientras tanto, dice Rafael, la amas desde la distancia.
51:18La proteges desde las sombras.
51:20Y nunca, nunca dejas de luchar por lo que crees.
51:23Es un consuelo pequeño, pero es algo.
51:25Y por ahora, mientras mira a Luisa recuperarse lentamente en esa cama cálida, rodeada de las
51:30personas que la aman, Alejo decide que es suficiente.
51:33En la casa grande, la noche ha caído sobre Valle Salvaje.
51:37José Luis está en su despacho, bebiendo brandy y mirando el fuego de la chimenea.
51:42Ha sido un día largo, lleno de decisiones difíciles y manipulaciones calculadas.
51:47Ha conseguido lo que quería.
51:49El regreso de Alejo.
51:50El control sobre su hijo rebelde.
51:52Pero hay algo que no lo deja tranquilo.
51:54Victoria entra sin tocar.
51:56Su vestido negro ondeando detrás de ella como una sombra.
51:59—He oído lo que hiciste —dice sentándose frente a él.
52:02—Liberaste a la criada.
52:04—No la liberé —corrige José Luis.
52:06—La trasladea a resto domiciliario.
52:08Sigue siendo una prisionera.
52:10—¿Y el precio?
52:10Alejo volverá a casa.
52:12Renunciará a sus ideas de casarse con ella.
52:15Victoria sonríe con satisfacción.
52:16—Bien jugado, José Luis.
52:18Muy bien jugado.
52:19Pero el duque no devuelve la sonrisa.
52:21Hay algo en sus ojos.
52:23Algo oscuro y perturbado.
52:25—Victoria —dice después de un largo silencio.
52:27—A veces me pregunto si nos hemos convertido en monstruos.
52:30Victoria lo mira con sorpresa.
52:32—¿De qué hablas?
52:33—De todo.
52:34—De los complots.
52:35—Las manipulaciones.
52:36—Los crímenes.
52:37Hoy vi a esa mujer, Luisa, tendida en el suelo de una celda, muriendo por algo que yo provoqué.
52:43Y me pregunté, ¿cuándo dejé de ser un hombre?
52:46Y me convertí en esto.
52:47Es un momento raro de vulnerabilidad para José Luis.
52:50Y Victoria no sabe cómo manejarlo.
52:52Durante tantos años, él ha sido su roca, su cómplice, su igual en la búsqueda del poder.
52:57Verlo dudar es desconcertante.
53:00—Hicimos lo que teníamos que hacer para proteger a nuestra familia —dice Victoria con firmeza—
53:04para proteger nuestro legado.
53:06—¿Y a qué costo? —pregunta José Luis.
53:08—Julio está muerto.
53:09—Gaspar está muerto.
53:11—Alejo me odia.
53:12—Rafael apenas me tolera.
53:14—¿Qué legado estamos protegiendo si hemos destruido a todos los que deberían heredarlo?
53:18Victoria se levanta y camina hacia él, poniendo una mano en su hombro.
53:22—¿Todavía queda tiempo? —dice.
53:23—Todavía podemos arreglar las cosas.
53:25El bebé que Adriana lleva en su vientre, el heredero de Julio, será un nuevo comienzo para esta familia.
53:31José Luis asiente lentamente, aferrándose a esa esperanza.
53:35No sabe, por supuesto, que ese bebé no es de Julio.
53:38No sabe que la gran mentira de Adriana y Rafael está destinada a explotar eventualmente.
53:43Pero por ahora, la ilusión de un futuro mejor es suficiente para mantenerlo en pie.
53:48Y mientras tanto, en las sombras de Valle Salvaje, Damaso observa.
53:54El primer esposo de Victoria, el hombre que regresó de la muerte para reclamar venganza, está de pie en un balcón de la casa pequeña, mirando hacia la casa grande a lo lejos.
54:03Mercedes se acerca a él con dos copas de vino.
54:06—¿Ha sido un día interesante? —dice ella entregándole una copa.
54:09—Muy interesante. —asiente Damaso.
54:12José Luis liberó a la criada.
54:14Victoria está cada vez más nerviosa.
54:16Y las alianzas en el valle se están reconfigurando.
54:19—¿Y usted? —pregunta Mercedes.
54:21—¿Cuál es su siguiente movimiento?
54:23Damaso sonríe con una expresión que helaría la sangre de cualquiera que la viera.
54:27—Mi siguiente movimiento —dice— es revelar la verdad.
54:30Toda la verdad.
54:32Sobre Victoria.
54:33Sobre José Luis.
54:34Sobre todos los crímenes que han cometido.
54:36Incluyendo el asesinato de Pilara, Damaso asiente.
54:40Incluyendo eso.
54:40Victoria pensó que podía matarme, dejarme por muerto y seguir con su vida como si nada hubiera pasado.
54:46Pero estaba equivocada.
54:48Y ahora va a pagar por todo lo que hizo.
54:51Mercedes lo mira con una mezcla de admiración y cautela.
54:53Damaso es un aliado poderoso, pero también es peligroso.
54:57Un hombre movido por la venganza puede ser impredecible.
55:00—Espero que sepa lo que estás haciendo —dice Mercedes.
55:03—Siempre lo sé —responde Damaso levantando su copa.
55:06—Por la justicia.
55:08—Por la venganza.
55:08Por el fin del reinado de terror de los Galvez de Aguirre, Mercedes levanta su propia copa y brinda con él.
55:15El vino brilla como sangre bajo la luz de la luna.
55:18Y ahí lo tienen, queridos espectadores.
55:20Qué capítulo tan devastador, tan lleno de emociones encontradas, tan cargado de momentos que nos dejaron sin aliento.
55:28Luisa ha sido salvada de las garras de la muerte, pero el precio fue terrible.
55:33Alejo sacrificó su futuro, su amor, su libertad.
55:37Todo para salvar a la mujer que ama.
55:38¿Pueden creer la crueldad de José Luis chantajeando a su propio hijo en el momento de mayor desesperación?
55:45Victoria mostró su lado más despiadado al arrastrar a Matilde a la tumba de Gaspar, amenazándola y golpeándola.
55:51Pero Matilde no se quedó callada.
55:53Por primera vez, se defendió.
55:55Habló con valentía.
55:56¿Será este el comienzo de su rebelión?
55:58E Irene, Dios mío.
56:00La confesión de Irene.
56:02Declarar su amor a Leonardo sabiendo que él ama a Bárbara.
56:05¿Qué les pareció ese momento de vulnerabilidad total?
56:08¿Sienten pena por ella?
56:09¿O creen que debería haber guardado silencio?
56:11Y hablando de Bárbara, finalmente decidió darle una oportunidad a Leonardo.
56:16Las sabias palabras del pequeño Pedrito la hicieron recapacitar.
56:20¿Creen que podrán superar el pasado y encontrar la felicidad juntos?
56:24José Luis tuvo un momento de reflexión, cuestionando si se ha convertido en un monstruo.
56:29¿Será el comienzo de una redención verdadera?
56:31¿O solo una pausa temporal antes de volver a sus viejas costumbres?
56:35Y no olvidemos a Damaso, ese fantasma vengador que acecha en las sombras.
56:40Ha prometido revelar toda la verdad sobre Victoria y José Luis.
56:44¿Cuándo cumplirá esa promesa?
56:46¿Qué secretos saldrán a la luz?
56:48Déjenme saber en los comentarios qué fue lo que más los impactó de este capítulo.
56:52¿Qué escena los hizo llorar?
56:54¿Qué momento los llenó de rabia?
56:56¿Qué revelación no vieron venir?
56:57¿Del 0 al 10?
56:59¿Qué calificación le darían a José Luis después de su chantaje a Alejo?
57:03¿Y a Victoria después de cómo trató a Matilde?
57:05¿Creen que estos villanos algún día recibirán su merecido?
57:09¿Qué pasará con Luisa ahora que está en la casa pequeña?
57:12¿Podrá recuperarse físicamente y emocionalmente después de todo lo que sufrió?
57:17¿Y qué hará Alejo cuando tenga que vivir en la casa grande, separado de la mujer que ama?
57:22Quiero leer todas sus teorías sobre lo que viene.
57:25Porque créanme cuando les digo que este es solo el comienzo.
57:29Con Damaso preparando su venganza, con los secretos de Victoria a punto de salir a la luz,
57:34con Matilde y Atanasio planeando su escape, y con tantas relaciones al borde del precipicio,
57:39lo mejor de Valle Salvaje está por venir.
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57:53¿Creen que el sacrificio de Alejo valió la pena?
57:56¿Creen que Luisa querrá que él renuncie a todo por ella?
57:59¿O será que cuando descubra el precio que pagó, lo rechazará para que pueda ser libre?
58:04Déjenlo todo en los comentarios.
58:06Quiero saber qué piensan de cada momento, cada revelación,
58:09cada lágrima derramada en este capítulo explosivo de Valle Salvaje.
58:13Nos vemos en el próximo episodio,
58:15donde Irene confesará a Bárbara que besó a Leonardo.
58:18¿Cómo reaccionará la Salcedo?
58:20¿Perdonará a su amiga?
58:22¿O la relación entre ellas quedará destruida para siempre?
58:25Hasta la próxima, queridos espectadores.
58:27Y recuerden, en Valle Salvaje, cuando crees que has visto lo peor,
58:31siempre hay algo más oscuro esperando en la sombra.
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