- 7/8/2025
#LaPromesaCurro #destapa #Lorenzo
Curro destapa a Lorenzo: traición y justicia
Una bofetada lo cambió todo. El golpe que Lorenzo propinó a Curro no solo dejó una marca en su rostro, sino que encendió la mecha de una rebelión silenciosa que llevaba tiempo gestándose en La Promesa. Lo que parecía una simple agresión se transformó en el inicio de una cruzada por la verdad, desenterrando secretos oscuros que conectaban al capitán con el tráfico de armas, la desaparición de Rómulo y una red de corrupción que atravesaba los muros de l ...
#LaPromesaCurro, #destapa, #Lorenzo, #traición, #justicia
Curro destapa a Lorenzo: traición y justicia
Una bofetada lo cambió todo. El golpe que Lorenzo propinó a Curro no solo dejó una marca en su rostro, sino que encendió la mecha de una rebelión silenciosa que llevaba tiempo gestándose en La Promesa. Lo que parecía una simple agresión se transformó en el inicio de una cruzada por la verdad, desenterrando secretos oscuros que conectaban al capitán con el tráfico de armas, la desaparición de Rómulo y una red de corrupción que atravesaba los muros de l ...
#LaPromesaCurro, #destapa, #Lorenzo, #traición, #justicia
Categoría
🎥
CortometrajesTranscripción
00:00Curro destapa a Lorenzo. Traición y justicia. Una bofetada lo cambió todo. El golpe que
00:11Lorenzo propinó a Curro no solo dejó una marca en su rostro, sino que encendió la
00:16mecha de una rebelión silenciosa que llevaba tiempo gestándose en la promesa.
00:22Lo que parecía una simple agresión se transformó en el inicio de una cruzada por la verdad,
00:27desenterrando secretos oscuros que conectaban al capitán con el tráfico de armas, la desaparición
00:32de Rómulo y una red de corrupción que atravesaba los muros de la finca. Mientras Curro, Manuel y
00:40Catalina tejían una alianza improbable pero poderosa, el servicio vivía bajo el yugo de Cristóbal,
00:45el nuevo mayordomo convertido en carcelero. Pero una olla de estofado, un informe cifrado
00:53y unas cartas comprometedoras fueron suficientes para prender fuego a un imperio construido
00:57sobre el miedo. La justicia, tan esquiva en los pasillos de la promesa, encontró finalmente
01:04su camino. Y mientras la familia celebraba la caída del tirano, los corazones rotos
01:11empezaban a recomponerse. María Fernández recibía por fin noticias de Samuel, Vera encontraba
01:17en Lope el ancla que necesitaba. Y Catalina, libre del control de Lorenzo, retomaba las
01:22riendas de su destino.
01:25Un capítulo inolvidable donde todo cambió para siempre. Te lo vas a perder. El eco de
01:30la bofetada resonó en el despacho de Lorenzo con la crueldad de un disparo.
01:34No fue solo el sonido seco de la palma contra la mejilla, sino la onda expansiva de humillación
01:41y rabia que se estrelló contra Curro, lanzándolo al suelo no tanto por la fuerza del golpe como
01:46por el peso de años de desprecio acumulado. El mármol frío bajo su mano fue un ancla
01:52a la realidad, un punto de congelación en el torbellino de furia que le nublaba la vista.
01:57El sabor metálico de la sangre en su boca era el sabor de la derrota, una que se había
02:03negado a aceptar durante demasiado tiempo. Lorenzo se cernía sobre él, con el pecho
02:10henchido y los ojos inyectados en una furia que no era pura, sino teñida de pánico.
02:17El capitán era una bestia acorralada, y Curro, sin saberlo del todo, acababa de tocar
02:22el resorte de la jaula. Que esto te sirva de lección, mocoso
02:28insolente. Sí seó Lorenzo, ajustándose la chaqueta de su uniforme como si con ello pudiera
02:34reajustar su propia compostura. Hay conversaciones que no te incumben y
02:40secretos en los que no debes hurgar. Eres un invitado en esta casa, un accidente de la
02:45historia, no lo olvides jamás. Cada palabra era un nuevo golpe, más profundo y doloroso
02:52que el físico. Curro se incorporó lentamente, apoyándose en el escritorio de Kaoba. El mundo
02:59giraba, pero una idea, nítida y afilada como un cristal roto, se abría paso en su mente. Se acabó.
03:08Ya no más sonrisas forzadas, no más evasivas, no más miedo. El miedo acababa de ser reemplazado
03:14por una gélida determinación. Miró a Lorenzo, no con el pavor de un muchacho, sino con la fría
03:22evaluación de un enemigo. Y en esa mirada, Lorenzo vislumbró por primera vez una amenaza real, algo que
03:30no podía controlar con un grito o un golpe. No, capitán, dijo Curro, y su voz, aunque
03:37temblorosa, portaba un nuevo filo. La lección la ha aprendido usted hoy. Ha aprendido que su
03:45tiempo de impunidad ha terminado. Sin esperar respuesta, Curro salió del despacho, dejando a
03:50Lorenzo con un malestar que el capitán no supo identificar. Una premonición de que el castillo
03:55de naipes que había construido con tanto esmero comenzaba a temblar. Mientras Curro caminaba por los
04:02pasillos, con el corazón martilleándole en el pecho y el rostro ardiéndole, su tío Alonso lo encontró.
04:11La expresión de preocupación genuina en el rostro del marqués fue como un bálsamo y una daga al mismo
04:16tiempo. Curro, ¿qué te ha pasado en la cara? Preguntó Alonso, acercándose y tomando suavemente su
04:24barbilla para examinar la marca roja. Curro no pudo contenerse. La presa de su autocontrol se rompió
04:32y la historia brotó, aunque no toda la historia. Habló del acoso constante, de las preguntas
04:39sobre la gestión de la finca que Lorenzo se negaba a responder, de la tensión que había culminado en
04:44la agresión. Omitió, por supuesto, la verdadera naturaleza de sus sospechas, la que involucraba
04:52negocios turbios y la sombra de la varonesa de Grazalema. En ese momento, Lorenzo apareció en el
04:59pasillo, adoptando una expresión de ofendida dignidad. Alonso, me veo en la obligación de
05:07informarte que tu sobrino me ha faltado al respeto de la manera más grave. Ha estado husmeando en mis
05:14documentos personales y me ha acusado de... Te he acusado de ser un ladrón y un tirano, y por
05:20respuesta me has golpeado. Interrumpió Curro, la rabia volviendo a encenderse. Alonso se encontró
05:27entre dos fuegos. Por un lado, la palabra de un capitán del ejército, un hombre de su rango.
05:35Por otro, la evidencia palpable en el rostro de su sobrino, la angustia en sus ojos.
05:42Pero había algo en la defensa de Lorenzo, una nota demasiado estridente,
05:46un nerviosismo mal disimulado, que inclinó la balanza. Además, el instinto protector hacia el
05:53hijo de su difunto hermano, un muchacho al que sentía la responsabilidad de cuidar, se impuso.
06:01Lorenzo, dijo Alonso, con una voz peligrosamente calmada que todos en la promesa sabían temer.
06:07Has agredido a mi sobrino, bajo mi techo, sea cual sea la provocación, has cruzado una línea
06:14que no toleraré. Retírate a tus aposentos, hablaremos de esto más tarde, cuando ambos se
06:22hayan calmado. La mandíbula de Lorenzo se tensó, pero la mirada de acero de Alonso no admitía réplica.
06:30Con una inclinación de cabeza casi imperceptible y una mirada venenosa hacia Curro, el capitán
06:37se dio la vuelta y se marchó. Alonso puso una mano en el hombro de Curro. Vea que te vea
06:44un médico. Esto no quedará así. Curro asintió, pero en su interior sabía que la intervención
06:51de Alonso no era suficiente. No quería protección, quería justicia. Y para eso, necesitaba pruebas.
07:00Su decisión estaba tomada. No se enfrentaría a Lorenzo con acusaciones, sino con hechos
07:05irrefutables que lo destruirían para siempre. Y sabía exactamente por dónde empezar a buscar.
07:13En otra ala de la promesa, el ambiente no era de violencia física, sino de una tensión
07:18intelectual que crecía por momentos. Manuel, flanqueado por sus socios Toño y Enora, miraba
07:26el documento sobre la mesa con una mezcla de incredulidad y fascinación.
07:32Era un informe de ventas de sus mermeladas, pero no uno cualquiera. Las cifras eran espectaculares,
07:38casi inverosímiles, detallando ventas en mercados del norte de Europa que ellos ni siquiera habían
07:43explorado. Y al final del documento, una firma elegante y segura. ¿Pedro Farré? ¿Pedro Farré?
07:52¿El empresario conservero? Preguntó Toño, rascándose la cabeza.
07:58Pensaba que era nuestro competidor, no un distribuidor secreto. Y lo es, murmuró Manuel,
08:04la mente trabajando a toda velocidad.
08:06Esto no tiene ningún sentido. ¿Cómo ha llegado este informe aquí? Enora, siempre pragmática,
08:14señaló el sobre. Fue entregado por el servicio. Dicen que lo trajo el correo para ti, Manuel. Pero
08:22Manuel frunció el ceño. Había algo más. Se levantó y caminó hasta la puerta, donde Leocadia,
08:29la doncella personal que había pertenecido a Jimena, estaba desempolvando un jarrón con una
08:34dedicación un tanto exagerada. Su presencia allí era extraña. Leocadia, dijo Manuel,
08:42con voz amable pero firme. La mujer se sobresaltó, casi dejando caer el plumero.
08:49Señorito Manuel, este sobre, ¿lo has visto antes? Leocadia tragó saliva. Sus ojos se desviaron por una
08:56fracción de segundo, pero fue suficiente. No, señorito. Acaba de llegar, como he dicho. El cartero.
09:05No mientas. Leocadia, la interrumpió Manuel, su tono endureciéndose.
09:10Conozco la caligrafía del secretario de Farré. He recibido correspondencia suya antes.
09:18Pero, lo que me extraña es que este sobre no tiene sello postal. Ha sido entregado en mano.
09:25Y sé que llegó hace tres días. Estaba en la bandeja de entrada de mi padre, y luego desapareció.
09:32Ahora aparece aquí, como por arte de magia. El rostro de Leocadia palideció. Se vio atrapada.
09:40Su lealtad a la memoria de Jimena y a los duques de los infantes era una cadena pesada.
09:46Había interceptado la carta, pensando que podría perjudicar a Manuel, a quien culpaba en parte de
09:54la tragedia de su antigua señora. Su intención era entregarla a Lorenzo,
10:00creyendo que él sabría qué hacer. Pero no había tenido la oportunidad, y el miedo a ser descubierta la
10:06había paralizado. Yo, yo no sé nada, señorito, se lo juro. Manuel suspiró, sintiendo más pena
10:15que ira. Leocadia, sé que guardas lealtad a quien ya no está, pero tu lealtad te está cegando.
10:24Este documento es importante, no sé si para bien o para mal, pero ocultarlo solo puede traer problemas.
10:29Ahora, por favor, déjanos solos. La doncella, humillada y asustada, prácticamente huyó de la
10:38habitación. Manuel volvió a la mesa. Algo muy extraño está pasando, dijo a sus socios. Farré
10:47no nos enviaría un informe de ventas a menos que quisiera algo. Y Leocadia no lo habría ocultado si
10:54no pensara que era perjudicial para nosotros. Pero estas cifras son una bendición. Toño y Enora
11:01estaban de acuerdo. El informe abría puertas que ni habían soñado. Pero Manuel no podía quitarse
11:08de encima la sensación de que estaba mirando solo la superficie. ¿Y si no son solo ventas? Pensó en
11:16voz alta, recorriendo las columnas de cifras y nombres de ciudades. Hamburgo, Estocolmo, Copenhague.
11:24¿Y si esto es un código? Enora arqueó una ceja. ¿Un código? Manuel, son solo mermeladas.
11:33Quizás, respondió él, pero su instinto, ese mismo que le permitía sentir el aire y el
11:38comportamiento de su avión, le decía que había una corriente oculta bajo aquella superficie de
11:43números. Miró la firma de nuevo. Pedro Farré, ¿por qué un rival querría ayudarlos de forma tan
11:51descarada y a la vez tan secreta? A menos que no fuera ayuda. A menos que fuera una
11:57advertencia. Una advertencia contra alguien con quien ambos, sin saberlo, compartían un enemigo
12:02común. Y en la promesa, los enemigos con poder y sin escrúpulos no eran tantos. El nombre de
12:10Lorenzo apareció en su mente, brillante y ominoso.
12:13Catalina observaba desde la ventana de su habitación cómo los jornaleros reparaban una
12:20de las cercas del Prado. Cada martillazo era una pequeña victoria, un sonido de progreso en medio
12:28del estancamiento que sentía en su propia vida. Se sentía como una extraña en su hogar, una pieza
12:35de un puzzle antiguo que ya no encajaba en la nueva imagen de la promesa. Su pasión por la
12:42gestión de la finca, su única vía de escape y realización, había sido cercenada una y otra
12:47vez. La conversación con su padre esa mañana había sido un pequeño oasis en su desierto emocional.
12:57Tras días de sentirse invisible, Alonso la había buscado. No con la efusividad de antes,
13:02pero sí con una sinceridad cansada que Catalina apreció.
13:08Catalina, hija mía, le había dicho, sentándose a su lado en el jardín. Sé que no he sido justo
13:14contigo. Esta casa, estos tiempos, todo es complicado. Complicado es un eufemismo,
13:22padre. Me siento como un fantasma que deambula por los pasillos.
13:25Alonso suspiró, el peso del mundo en sus hombros. No quiero que te sientas así. Eres una Luján.
13:36Eres mi hija, y tienes razón. Tu ayuda con la finca ha sido inestimable. Lorenzo.
13:43Bueno, Lorenzo tiene sus métodos, pero quizás son demasiado rígidos. Una chispa de esperanza se
13:49encendió en el pecho de Catalina. Eso significa, significa que puedes continuar con tus proyectos
13:56de mejora. La almazara, la reparación de los graneros. Todo eso, pero te pido una cosa,
14:04moderación, y consenso. Habla conmigo antes de tomar decisiones importantes.
14:09No quiero más enfrentamientos con el capitán. Catalina había aceptado, por supuesto.
14:18Era más de lo que había esperado. Pero ahora, mirando a los hombres trabajar,
14:22una duda la asaltaba. ¿Era una tregua real o solo una maniobra de su padre para mantener la paz?
14:30¿Estaba recuperando su lugar o simplemente le estaban dando un juguete para mantenerla ocupada?
14:35La soledad no se había ido. Simplemente, ahora tenía permiso para estar sola en más lugares de
14:41la finca. Anhelaba un cómplice, alguien que entendiera su visión, su pasión. Alguien como,
14:49como Pelayo. El recuerdo de su antiguo prometido, a pesar de su traición, dejó un regusto amargo de
14:57lo que pudo haber sido. Sacudió la cabeza, tratando de alejar los fantasmas. Tenía trabajo que
15:04hacer. Y por ahora, eso tendría que ser suficiente. En la zona del servicio, la opresión era casi un
15:12ente físico. Cristóbal, el nuevo mayordomo impuesto por Lorenzo, se movía por los pasillos con la
15:18rigidez de un carcelero. Su voz, siempre en un tono bajo y monocorde, impartía órdenes que parecían
15:25diseñadas no para mejorar el servicio, sino para romper el espíritu de quienes lo prestaban.
15:30Los turnos de descanso habían sido alterados, eliminando los pequeños momentos de camaradería
15:38que hacían soportable la dura jornada. Las comidas se hacían en un silencio tenso,
15:45con Cristóbal observando desde la puerta, como un halcón. Pero la orden más cruel, la más extraña,
15:53había sido la prohibición total de mencionar el nombre de Rómulo Baeza. El antiguo mayordomo ya no
15:59forma parte de esta casa. Había decretado, su mirada fría barriendo a los sirvientes reunidos.
16:07Cualquiera que mencione su nombre o cuestione las circunstancias de su partida será despedido de
16:12inmediato. ¿Entendido? El miedo era palpable. Candela y Simona, que habían encontrado en Rómulo
16:19a un protector y un amigo, se sentían perdidas. Yana, con su espíritu rebelde, apretaba los puños
16:27bajo el delantal, buscando en los ojos de Pía una señal de resistencia. Pero Pía, la gobernanta,
16:35era la personificación de la prudencia. Sabía que una revuelta abierta sólo conduciría al desastre.
16:43Su estrategia era la resistencia pasiva, la obediencia externa mientras por dentro su mente,
16:48afilada por años de experiencia y sufrimiento, analizaba cada movimiento de Cristóbal, buscando
16:54una debilidad, una fisura en su armadura de autoridad. Esa tarde, la tensión alcanzó un nuevo pico.
17:02Lope había preparado un guiso excepcional, el favorito de Rómulo, un pequeño acto de homenaje
17:07silencioso. El aroma llenó la cocina, un fantasma de tiempos más felices. Cuando Cristóbal entró y lo
17:15olió, su rostro se contrajo en una máscara de disgusto.
17:19¿Qué es este olor? Preguntó. Es el estofado de ternera, señor Cristóbal. Respondió Lope,
17:27manteniendo la voz neutra. Cristóbal se acercó a la olla y la miró con desdén. Huele a nostalgia.
17:36Y la nostalgia es una forma de insubordinación. Tírenlo. A partir de ahora, los menús serán
17:43funcionales, nutritivos, pero sin adornos sentimentales. Comerán para trabajar, no para
17:50recordar. El silencio que siguió fue atronador. Tirar comida, con el hambre que había fuera de
17:55los muros de la promesa, era un sacrilegio. Era un acto de crueldad pura y sin sentido. Lope miró
18:03a Pía, sus ojos suplicando intervención. Pía dio un paso al frente, su rostro sereno ocultando
18:11la tormenta interior. Señor Cristóbal, con todo el respeto, la comida está hecha.
18:19Desperdiciarla sería un pecado y un mal ejemplo de gestión para la finca que los señores no
18:24aprobarían. Cristóbal se giró lentamente hacia ella. Por un instante, pareció que la
18:31iba a despedir allí mismo. Pero Pía sostuvo su mirada, sin desafío, pero con una firmeza
18:39inquebrantable. Había invocado a los señores, el único poder superior al suyo.
18:46Muy bien, gobernanta. Dijo finalmente, con veneno en la voz. Que se lo coman, pero que sea
18:52la última vez que esta cocina huele a pasado. Cuando se fue, un suspiro colectivo recorrió
19:00la cocina. Habían ganado una pequeña batalla, pero todos sabían que la guerra era cada vez
19:05más cruda. La desconfianza hacia el nuevo mayordomo se había solidificado en certeza.
19:11Cristóbal no estaba allí para dirigir el servicio, estaba allí para destruirlo.
19:18Illana, observando todo, empezó a conectar los puntos. La llegada de Cristóbal coincidía
19:24con el aumento del poder de Lorenzo. La prohibición de hablar de Rómulo. ¿Y si
19:30Rómulo sabía algo? ¿Y si su partida no fue voluntaria? El nuevo mayordomo no era un
19:35simple tirano. Era un guardián de secretos. Los secretos de Lorenzo. La noticia había
19:42llegado a través de una carta que Manuel le entregó a María Fernández con una delicadeza
19:47infinita. Las gestiones de su amigo y la influencia de los Luján habían dado fruto. Un contacto
19:55en el sur de Francia había localizado a la familia con la que se suponía que Samuel
19:59había huido. Y sí, confirmaban que un joven que respondía a su descripción estaba con
20:06ellos. Estaba vivo. La palabra resonó en la cabeza de María Fernández como el tañido
20:13de una campana celestial. Vivo. Se llevó la mano al corazón, las lágrimas brotando
20:21de sus ojos, lágrimas de puro y abrumador alivio. Durante semanas, había vivido en un
20:28limbo de angustia, imaginando los peores escenarios posibles. Ahora, el sol volvía a brillar. Pero
20:37una vez que la euforia inicial comenzó a desvanecerse, una nube oscura la reemplazó.
20:44La pregunta que flotaba en el aire, la que Manuel no se había atrevido a formular, se
20:49materializó en su mente con una claridad dolorosa. ¿Por qué? ¿Por qué, si estaba
20:54a salvo y con su familia, no le había enviado ni una sola palabra? ¿Ni una línea para calmar
20:59su agonía? Compartió su inquietud con Jana, su amiga y confidente. No lo entiendo, Jana. Está
21:08vivo, está vivo. Pero es como si yo no existiera para él. ¿Y si ha encontrado a otra? ¿O si
21:15su familia no me aprueba y le ha prohibido escribirme? Jana la abrazó. No saques conclusiones
21:23precipitadas, María. Piensa en lo que ha pasado. Ha estado huyendo, quizás herido, asustado.
21:30Puede que no haya tenido oportunidad, o que no quisiera ponerte en peligro. Dale tiempo.
21:37Pero el tiempo era precisamente lo que a María se le hacía eterno. La duda era un veneno lento.
21:44El alivio se mezclaba con el dolor del abandono, creando una amalgama de emociones que la dejaba
21:49exhausta. La alegría de saberlo vivo luchaba contra el miedo de haberlo perdido para siempre.
21:58Mientras tanto, Vera vivía su propio tormento de la ausencia. La situación en la promesa,
22:03la opresión de Cristóbal, la tristeza general, todo exacerbaba su propia sensación de desarraigo.
22:11Cada día, la tentación de levantar el auricular del teléfono y marcar aquel número que se sabía
22:16de memoria era más fuerte. Anhelaba escuchar la voz de su madre, de su padre, aunque fuera para
22:24discutir. Cualquier cosa era mejor que ese silencio absoluto. Confesó su deseo a Lope una tarde,
22:31mientras recogían hierbas en el jardín. Creo que voy a llamar a mi casa, Lope.
22:35Necesito saber de ellos, necesito, necesito que sepan que estoy bien. Lope dejó de cortar perejil y
22:44la miró con una profunda preocupación. Se había enamorado de Vera, de su misterio,
22:51de su fuerza y de su vulnerabilidad. Y su instinto le decía que el pasado del que ella huía era una
22:56amenaza latente. Vera, piénsalo bien. Le suplicó, tomando sus manos. Me has contado que huiste por una
23:05razón. Que no eras feliz, que te querían obligar a hacer algo que no querías. Si llamas, sabrán
23:12dónde estás. Si tu familia es tan poderosa como insinuaste, podrían venir a buscarte. ¿Y si te
23:20obligan a volver? Pero es mi familia, Lope. A pesar de todo, a veces, la familia es de la que más hay que
23:29protegerse. Dijo él, su voz cargada de una sabiduría que Vera no esperaba. No sabemos quiénes son ni de
23:36lo que son capaces. Solo sé que no quiero perderte. Por favor, espera un poco más. Al menos hasta que
23:44las cosas se calmen aquí. Contactar con ellos ahora, en medio de este caos, podría ser el peor
23:50error. Las palabras de Lope la golpearon con fuerza. Él tenía razón. Su preocupación era
23:57genuina, nacida del afecto. Miró el palacio, que se había convertido a la vez en su refugio y en su
24:05nueva prisión. Decidió hacerle caso. Guardaría el número en el fondo de su mente un poco más. Pero
24:13la nostalgia era una herida abierta, y no estaba segura de cuánto tiempo más podría evitar que se
24:18infectara. La noche cayó sobre la promesa, pero para algunos, el día estaba lejos de terminar.
24:28Impulsado por una mezcla de rabia y adrenalina, Curro se deslizó fuera de su habitación.
24:35Sabía que Lorenzo guardaba sus documentos importantes no en el despacho, sino en un baúl
24:40cerrado con llave en sus aposentos. Era un riesgo enorme, pero la imagen de la sonrisa burlona de
24:47Lorenzo mientras lo golpeaba borraba cualquier atisbo de miedo. Forzar la cerradura fue más
24:55fácil de lo que esperaba. Años de travesuras juveniles le habían proporcionado habilidades
24:59inesperadas. Dentro del baúl, bajo una capa de ropa y objetos personales, encontró una cartera de
25:07cuero. Y dentro de la cartera, lo que buscaba, no eran libros de contabilidad detallados, sino algo
25:15mucho más incriminatorio, cartas. Cartas de la fallecida varonesa de Grazalema y, más
25:23recientemente, de un socio en Huelva. Hablaban en un lenguaje velado de mercancía, transporte
25:31de naranjas y pagos por servicios especiales. Curro no era un experto, pero el tono clandestino
25:39era inconfundible. Esto no era sobre la gestión de la finca. Esto era contrabando, o algo peor. Y lo
25:47más impactante, una de las cartas mencionaba explícitamente la necesidad de neutralizar a
25:52cualquiera que hiciera demasiadas preguntas, mencionando a Rómulo Baeza como un problema
25:57reciente afortunadamente resuelto. El corazón de Curro se detuvo. Rómulo no se había ido. Lo habían
26:05echado, o algo peor. Lo habían silenciado porque había descubierto esto. Y Cristóbal estaba aquí
26:12para asegurarse de que nadie más siguiera ese camino. De repente, todo encajó. La violencia de
26:20Lorenzo no era sólo la de un hombre cruel, era la de un criminal acorralado. Con las cartas en su
26:27poder, Curro sintió un vértigo de poder y peligro. Tenía la dinamita. Ahora sólo necesitaba elegir el
26:35momento y el lugar para detonarla. Al mismo tiempo, en el despacho de Manuel, la luz de una lámpara de
26:41aceite iluminaba su rostro concentrado. Había pasado horas con el informe de Pedro Farré. Toño y Enora se
26:49habían retirado, escépticos pero confiando en su instinto. Manuel había empezado a cruzar los datos.
26:56Las fechas de envío, las cantidades, las ciudades.
27:02Parecía aleatorio, pero entonces, tuvo una idea. ¿Y si no eran los números, sino las letras? Tomó las
27:09iniciales de las ciudades de destino. Hamburgo, Estocolmo, Copenhague, Oslo, Lisboa.
27:15H-E-C-O-L. No significaba nada. Frustrado, se levantó y caminó por la habitación. Su mirada
27:24se posó en un libro de aviación en su estantería. Lo abrió por una página al azar que hablaba de
27:31códigos de navegación. Y entonces, lo vio. Los pilotos a veces usaban sistemas de sustitución
27:39simples. Volvió al informe. Miró los nombres de los barcos que supuestamente transportaban las
27:44mermeladas. El intrépido, la gaviota, el lucero. Parecían nombres normales, pero junto a cada nombre
27:52había un número de registro. Y si tomaba la primera letra del nombre del barco y la asociaba
27:58con el primer dígito del número de registro. Empezó a trabajar febrilmente, su pluma volando
28:05sobre el papel. Era un cifrado simple, un cifrado César modificado. La clave era el nombre del propio
28:13Pedro Farre. Cada letra del mensaje estaba desplazada un número de posiciones en el alfabeto
28:18igual a la posición de la letra correspondiente en Pedro Farre. Poco a poco, las palabras comenzaron
28:25a emerger del galimatías de letras y números. Y lo que leyó le geló la sangre. Lorenzo usa
28:33rutas de la promesa. Contrabando de armas. Cómplice huelva. Mayordomo Cristóbal es su
28:40vigilante. Extreme precaución. Rómulo descubrió demasiado. Soy su rival pero no su asesino.
28:47Justicia. Manuel se reclinó en su silla. El papel temblando en su mano.
28:51No eran mermeladas. Eran armas. Lorenzo estaba usando la tapadera de su negocio. De las rutas
29:00comerciales de la finca que Catalina había ayudado a establecer. Para traficar con armamento.
29:07Pedro Farre, su competidor, lo había descubierto y, temiendo ser implicado o simplemente por un
29:13retorcido código de honor empresarial, había decidido advertirle.
29:17La agresión a Curro, el despotismo de Cristóbal, la desaparición de Rómulo. Todo estaba conectado
29:25por un hilo de pólvora y traición. Miró el reloj. Era casi medianoche. Tenía que actuar. Y
29:33sabía que Curro, con su propia guerra contra Lorenzo, era el aliado que necesitaba. Encontró a su primo en
29:40el pasillo, saliendo sigilosamente de la zona de los aposentos de Lorenzo. Los dos se miraron,
29:47y en los ojos del otro vieron el mismo brillo de urgencia y revelación.
29:53No necesitaron muchas palabras. Tengo pruebas, dijo Curro, mostrando el borde de las cartas.
30:01Y yo también, respondió Manuel, sosteniendo el papel descifrado. Se dirigieron juntos, sin dudarlo,
30:08a la única persona que podía impartir justicia en esa casa. El marqués de Luján.
30:15Alonso estaba en su estudio, incapaz de dormir, un vaso de brandy en la mano. La confrontación
30:21entre Lorenzo y Curro le había dejado un profundo desasosiego. Amaba a su sobrino,
30:27pero la idea de que un militar de la talla de Lorenzo pudiera actuar de una manera tan baja
30:32le costaba creerla. Estaba sumido en estas reflexiones cuando llamaron a su puerta. Adelante.
30:39La entrada de Manuel y Curro, juntos a esas horas y con una expresión tan grave, lo alertó de inmediato.
30:47¿Qué ocurre? ¿Ha pasado algo más? Mucho más, padre, dijo Manuel, cerrando la puerta tras de sí.
30:53Y me temo que lo que tenemos que decirte va a ser difícil de escuchar. Durante la siguiente media hora,
31:01los dos jóvenes expusieron sus hallazgos. Curro presentó las cartas, explicando el
31:07lenguaje cifrado del contrabando y la escalofriante mención a Rómulo. Luego, Manuel extendió el
31:15mensaje descifrado de Pedro Farré, explicando cómo el negocio de las mermeladas era una tapadera
31:20para el tráfico de armas. Cada palabra era un martillazo contra la imagen que Alonso tenía
31:26de Lorenzo, contra la confianza que, a regañadientes, había depositado en él. Alonso leyó los documentos
31:34una y otra vez. Su rostro, normalmente impasible, pasó por todas las fases del duelo. Negación,
31:41ira, negociación y, finalmente, una devastadora aceptación. El hombre al que había acogido en su
31:50casa, el cuñado con el que compartía un pasado, era un criminal que estaba usando el nombre y los
31:55recursos de su familia para cometer delitos de una gravedad extrema. La agresión a Curro ya no era
32:02un simple arrebato de mal genio. Era el acto de pánico de un hombre con mucho que ocultar.
32:08Dios mío, susurró Alonso, dejándose caer en su sillón. ¿En qué he estado pensando? ¿Cómo he podido
32:15estar tan ciego? No te culpes, padre, dijo Manuel, es un maestro del engaño. Nos ha engañado a todos.
32:25Contrató a Cristóbal para vigilar al servicio, para asegurarse de que nadie más descubriera lo
32:30que Rómulo vio, añadió Curro. Su tiranía no es casual, es una estrategia. Alonso se levantó,
32:38su tristeza transformándose en una furia fría y controlada. La del Marqués de Luján en su máxima
32:46expresión. Esto se acaba esta misma noche. Dio una orden a Manuel. Reúne a la Guardia Civil,
32:54discretamente, que esperen en el camino de acceso a la finca. No quiero que entren hasta que yo de la
33:01señal. Y a Curro, tú te quedas conmigo. Has sido muy valiente. Es hora de que esto termine.
33:09Lorenzo estaba en su habitación, bebiendo también, pero lo suyo no era meditación, sino nerviosismo.
33:17La mirada de Curro lo perseguía. La intervención de Alonso lo había humillado. Sentía que el control
33:23se le escapaba de las manos. Fue entonces cuando un lacayo llamó a su puerta. El señor Marqués solicita
33:30su presencia inmediata en el estudio. Y también la del señor Cristóbal. Lorenzo sintió un escalofrío.
33:38Ambos, a estas horas, mal asunto. Cristóbal ya estaba en el pasillo. Su rostro inexpresivo
33:45como siempre, pero sus ojos delataban una mínima inquietud. Entraron juntos en el estudio de Alonso.
33:54La escena que los recibió fue impactante. Alonso estaba de pie detrás de su escritorio.
34:01Concurro a su lado, no como un muchacho asustado, sino como un testigo silencioso.
34:08Sobre la mesa, a la vista de todos, estaban las cartas de la varonesa y el mensaje descifrado
34:13de Farré. El color abandonó el rostro de Lorenzo. Miró a Cristóbal, quien dio un paso
34:20atrás casi imperceptiblemente, como un animal buscando una ruta de escape.
34:24Lorenzo, Cristóbal, dijo Alonso, su voz resonando con una autoridad absoluta. Se os acusa de
34:34crímenes muy graves contra esta casa y contra la corona de España. Tráfico de armas, contrabando,
34:41y la más que probable coacción y desaparición forzada de Rómulo Baeza.
34:45Eso es absurdo, replicó Lorenzo, intentando recuperar la compostura. Es la palabra de
34:52un niñato resentido contra la mía.
34:54Son calumnias. No es su palabra, Lorenzo. Es la tuya. Dijo Alonso, levantando una de
35:02las cartas. Escrita de tu puño y letra. Y es la palabra de tu socio, el señor Farré,
35:10que ha tenido a bien advertirnos de tus actividades. Supongo que su rivalidad comercial tiene un
35:16límite, y ese límite es el tráfico de armas que podría salpicarle.
35:20Lorenzo se quedó sin palabras. Vio el mensaje descifrado y comprendió que estaba perdido.
35:29Su mundo se desmoronaba. Su única salida era la agresión. Tú no eres nadie para juzgarme,
35:34Alonso. Siempre has sido un blando, un idealista atrapado en un mundo que ya no existe. Yo hago
35:42lo que hay que hacer para sobrevivir, para prosperar. Has deshonrado el uniforme que vistes y el nombre
35:49de esta familia. Sentenció Alonso. Tu prosperidad se ha construido sobre la mentira y el peligro.
35:57Has puesto en riesgo a todos los que viven bajo este techo. En ese momento, Manuel entró de nuevo
36:04en la habitación. Padre, la Guardia Civil está esperando su señal. Esa fue la última estocada.
36:11Lorenzo miró a su alrededor, buscando una salida que no existía. Cristóbal, por su parte, tomó una
36:20decisión. Yo no sé nada del tráfico de armas. Dijo, su voz por primera vez mostrando una emoción,
36:27el miedo. Yo solo cumplía órdenes del capitán de Luján. Me contrató para mantener el orden en el
36:35servicio. Si él hacía otras cosas. Traidor. Masculló Lorenzo, viendo cómo su último peón se sacrificaba
36:43para salvarse a sí mismo. Se lo explicarán todo al juez. Dijo Alonso con frialdad. Manuel,
36:52hazlos pasar. El arresto fue rápido y sin incidentes. Lorenzo, despojado de su arrogancia,
36:59fue escoltado fuera de la casa que había intentado corromper desde dentro. Cristóbal,
37:06temblando, lo siguió. El reinado de terror había terminado. El amanecer de un nuevo día. Un final
37:12feliz. La mañana siguiente, la promesa respiraba un aire diferente. Era un aire limpio, ligero,
37:21lleno de posibilidades. La noticia del arresto de Lorenzo y Cristóbal se extendió como la pólvora,
37:28primera. Primero entre la familia y luego, con júbilo contenido, entre el servicio.
37:34Para Curro, el final feliz fue inmediato y profundo. Alonso lo abrazó en el desayuno. Un abrazo de padre,
37:41no de tío. Estoy orgulloso de ti, Curro. Has demostrado tener más valor y más honor que hombres
37:48que te doblan la edad. A partir de hoy, eres mucho más que un invitado en esta casa. Eres su defensor.
37:56Manuel le guiñó un ojo desde el otro lado de la mesa. Por primera vez en mucho tiempo,
38:03Curro se sintió seguro, valorado y, sobre todo, en casa. La sombra de Lorenzo se había disipado y
38:12en su lugar brillaba el sol del respeto y el afecto de su verdadera familia. Para Catalina,
38:19la caída de Lorenzo significó la liberación. Su padre, en un gesto de total confianza,
38:25le entregó las riendas completas de la gestión de la finca esa misma mañana.
38:30Hazlo a tu manera, hija. Confío en tu juicio. Has demostrado ver las cosas con más claridad que yo.
38:38La reconciliación fue completa. Catalina, llena de energía y nuevas ideas, se sumergió en el trabajo,
38:44no como un escape, sino como la dueña de su destino, construyendo un futuro próspero para
38:50la promesa, en un nuevo equilibrio de respeto mutuo con su padre. Para el servicio, la partida
38:57de Cristóbal fue como el fin de una larga noche. Pía, con su calma habitual, restauró los antiguos
39:03turnos de descanso. Lope cocinó el mejor estofado de su vida en honor a Rómulo, y esta vez,
39:10todos comieron entre risas y conversaciones animadas. Se habló de Rómulo con cariño y
39:17se acordó enviar una expedición para averiguar su paradero exacto y, si era posible, traerlo de
39:23vuelta. La opresión había sido reemplazada por la camaradería y la esperanza. Para Vera,
39:30la resolución del conflicto le dio la paz que necesitaba para seguir el consejo de Lope.
39:34Al ver la justicia actuar y el peligro desvanecerse, comprendió que su pequeño mundo en la promesa
39:41era un lugar por el que valía la pena luchar y esperar. Su vínculo con Lope se fortaleció. En
39:49su preocupación, ella encontró un ancla de afecto verdadero que le dio fuerzas para seguir
39:53manteniendo su pasado a raya, confiando en que, cuando llegara el momento de enfrentarlo,
39:58no lo haría sola. Y para María Fernández, el final más feliz llegó esa misma tarde. Con las
40:07rutas de comunicación ahora seguras y la influencia de Lorenzo eliminada, llegó un telegrama, seguido
40:13de una carta entregada por un mensajero especial. Era de Samuel. La carta, escrita con una caligrafía
40:20temblorosa pero llena de amor, lo explicaba todo. Había sido herido durante la huida y su familia,
40:28temerosa de los contactos de su perseguidor, que, se insinuaba, tenía conexiones con gente como
40:33Lorenzo, le había prohibido cualquier comunicación que pudiera ser rastreada.
40:40No era abandono, era protección. Mi adorada María, concluía la carta, cada día sin ti ha sido una
40:47tortura, pero una tortura necesaria para asegurar el día en que pueda volver a tenerte en mis brazos
40:52para siempre. Ahora que el peligro parece amainar, empezaré a mover los hilos para nuestro reencuentro.
41:02Espérame, tu amor es mi única guía y mi destino final, tuyo por siempre, Samuel.
41:09Las lágrimas de María Fernández volvieron a brotar, pero esta vez eran de pura felicidad,
41:14sin una sombra de duda.
41:18Lo amaba, y él la amaba. Estaba vivo y volvería. Se aferró a la carta como si fuera el propio Samuel,
41:24y por primera vez en meses, su corazón se sintió completo.
41:30La promesa había sobrevivido a una de sus peores tormentas. La verdad, aunque dolorosa,
41:35había actuado como un bisturí, extirpando el cáncer que la consumía.
41:39Y en el silencio que siguió a la tempestad, los lazos de la familia y la lealtad se habían
41:46fortalecido, prometiendo un futuro más brillante, más justo y lleno, por fin, de esperanza.
Recomendada
38:56
|
Próximamente
1:33:12
57:25