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Curro golpeado por Lorenzo, Manuel descubre traición
El 7 de agosto no es un día cualquiera en La Promesa… Es el día en que la violencia rompe el silencio, la traición se revela entre informes falsificados, y los cimientos de una familia tiemblan como nunca antes. Curro sufre una brutal agresión a manos del capitán Lorenzo, pero en lugar de quebrarse, se forja con una decisión letal. Mientras tanto, Manuel descubre que Leocadia, su asistente más leal, podría estar trabajando para su enemigo más ...
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Curro golpeado por Lorenzo, Manuel descubre traición
El 7 de agosto no es un día cualquiera en La Promesa… Es el día en que la violencia rompe el silencio, la traición se revela entre informes falsificados, y los cimientos de una familia tiemblan como nunca antes. Curro sufre una brutal agresión a manos del capitán Lorenzo, pero en lugar de quebrarse, se forja con una decisión letal. Mientras tanto, Manuel descubre que Leocadia, su asistente más leal, podría estar trabajando para su enemigo más ...
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CortometrajesTranscripción
00:00Curro golpeado por Lorenzo, Manuel descubre traición. El 7 de agosto no es un día cualquiera
00:11en la promesa. Es el día en que la violencia rompe el silencio, la traición se revela entre
00:16informes falsificados y los cimientos de una familia tiemblan como nunca antes.
00:23Curro sufre una brutal agresión a manos del capitán Lorenzo, pero en lugar de quebrarse,
00:28se forja con una decisión letal. Mientras tanto, Manuel descubre que Leocadia,
00:35su asistente más leal, podría estar trabajando para su enemigo más temido, Pedro Farré.
00:42Catalina, por su parte, recibe por fin el reconocimiento de su padre, el marqués Alonso,
00:48y un futuro nuevo empieza a perfilarse, pero no sin condiciones. En los pasillos del servicio,
00:54el miedo se instala con la llegada del tiránico Cristóbal, prohibiendo incluso hablar del querido
01:00Rómulo. María llora de emoción al saber que Samuel está vivo. Pero una pregunta amarga lo cambia todo.
01:07¿Por qué no le ha escrito?
01:11Cada rincón de la promesa hierve de secretos, alianzas rotas, esperanzas nacientes y guerras silenciosas.
01:17Este capítulo lo cambia todo. ¿Y tú, estás listo para enfrentarte a la verdad? El aire en la promesa
01:26se había vuelto denso, casi irrespirable. No era sólo el calor persistente de un verano que
01:32se negaba a morir, sino una pesadez intangible que se adhería a los muros de piedra, a los brocados
01:38de los sofás y, sobre todo, a las almas que habitaban la finca. Cada día parecía traer consigo
01:46una nueva grieta en los cimientos de sus vidas, una nueva prueba que erosionaba la ya frágil paz.
01:53Y aquel jueves, 7 de agosto, las grietas amenazaban con convertirse en abismos insondables.
02:00La tensión entre el capitán Lorenzo de la Mata y su sobrino, Curro, había dejado de ser un murmullo
02:07sordo para convertirse en un gruñido constante, una bestia agazapada en los pasillos esperando el
02:12momento de saltar. Se medían con la mirada, se lanzaban dardos envenenados disfrazados de
02:19comentarios casuales y tejían a su alrededor una telaraña de resentimiento tan palpable que
02:24incluso los más despistados comenzaban a notarla. Pero nadie, ni siquiera el propio Curro, podía
02:32prever la brutalidad con la que esa bestia finalmente atacaría. Sucedió en la biblioteca,
02:38un santuario de silencio y conocimiento que estaba a punto de ser profanado. El sol de la tarde se
02:45filtraba a través de los altos ventanales, dibujando rectángulos dorados sobre las alfombras y haciendo
02:50brillar el polvo que danzaba en el aire. Curro estaba de pie junto a una de las estanterías,
02:58pasando distraídamente los dedos por los lomos de cuero de los libros, buscando una excusa para no
03:03estar donde su tío pudiera encontrarlo. Pero la suerte, o el destino, rara vez se alineaba con sus
03:10deseos. La puerta se abrió con un chasquido seco y Lorenzo entró. No caminaba, acechaba,
03:18sus botas de montar resonaron en el parqué con una cadencia deliberada, marcial. Se detuvo a unos
03:25metros de Curro, cruzándose de brazos. Su rostro, habitualmente curtido en una máscara de arrogancia y
03:31cinismo, estaba contraído por una ira que le oscurecía las facciones.
03:37—Se puede saber qué mosca te ha picado —comenzó Lorenzo, su voz un siseo bajo y amenazante.
03:44—Llevas días mirándome como si te debiera la vida. Habla, muchacho, o es que el valor solo te
03:49alcanza para cuchichear a mis espaldas. Curro se giró lentamente, la sangre le hervía,
03:56una mezcla de miedo y un orgullo herido que le impedía retroceder.
03:59—Había soportado sus humillaciones, sus desprecios, el peso de su presencia que le
04:06recordaba constantemente su propia fragilidad y el oscuro secreto de sus orígenes. Pero algo
04:12en la mirada de Lorenzo aquel día era diferente. Era la mirada de un depredador que ya no se
04:17conformaba con jugar. —No sé de qué me habla, tío —respondió Curro, esforzándose por mantener
04:25la voz firme, aunque un temblor traicionero le recorría la espalda.
04:30—No me tomes por idiota —bramó Lorenzo, dando un paso adelante. El cambio de volumen fue tan abrupto
04:37que Curro dio un respingo. —Te he visto, con Yana, con tu hermana Catalina, con cualquiera que
04:45quiera escucharte. Sembrando dudas, insinuando, ¿qué buscas, eh?, ¿qué pretendes conseguir con tus
04:53jueguecitos de niño herido? —Yo no estoy jugando a nada —replicó Curro, la adrenalina superando
05:00al miedo. Quizás el que debería preguntarse qué pretende es usted. Su presencia aquí solo ha traído
05:07Discordia. Fue la palabra equivocada. O quizás, la correcta para desatar el infierno. Lorenzo cerró la
05:15distancia que los separaba en dos zancadas furiosas. El aire pareció solidificarse. —Discordia, repitió,
05:23su aliento fétido y cargado de ira golpeando el rostro de Curro. —Tú, un bastardo insignificante
05:30que vive de la caridad de esta familia, ¿te atreves a hablarme a mí de Discordia? Tú no eres nada.
05:37—Eres una mancha, un error que tu madre nunca debió cometer. Cada palabra era un latigazo.
05:44Curro sintió que las lágrimas le quemaban los ojos, pero se negó a derramarlas. Se hirvió, desafiante,
05:50la mandíbula apretada. —Prefiero ser un error a ser un monstruo como usted. Y entonces, todo explotó.
05:59La mano de Lorenzo se movió con la velocidad de una serpiente. No fue una bofetada para humillar.
06:05Fue un puñetazo, un golpe violento, cerrado, que impactó en la mejilla de Curro con un sonido
06:11sordo y repugnante. La fuerza del impacto lanzó al joven hacia atrás. Tropezó, sus manos buscando
06:19un apoyo que no encontró, y se estrelló contra una mesita auxiliar. El jarrón de porcelana que
06:27reposaba sobre ella se hizo añicos contra el suelo con un estruendo que pareció sacudir la finca entera.
06:32Curro quedó tendido entre los fragmentos de porcelana y las flores desparramadas,
06:39el lado izquierdo de su rostro ardiendo con un dolor agudo y punzante.
06:45El sabor metálico de la sangre llenó su boca. Por un instante, el mundo se redujo a un zumbido
06:50ensordecedor y a la figura imponente de Lorenzo, que lo miraba desde arriba, con el pecho subiendo
06:56y bajando agitadamente, los nudillos enrojecidos y los ojos inyectados en sangre.
07:03«Para que aprendas cuál es tu lugar», gruñó el capitán, su voz ronca por la furia desatada.
07:11Se ajustó la chaqueta, recompuso su postura con un esfuerzo visible, como si intentara volver a
07:16meter al genio maligno en la botella. Dio media vuelta y salió de la biblioteca,
07:22dejando a Curro solo en el suelo, rodeado de los restos de la belleza rota y el eco de la violencia.
07:30El dolor físico era intenso, una pulsación que le martilleaba el pómulo y la mandíbula.
07:37Pero era insignificante comparado con la tormenta que se desató en su interior.
07:41La humillación era un ácido que le quemaba las entrañas.
07:46La rabia, una marea hirviente que ahogaba cualquier atisbo de miedo.
07:49Y en medio de ese caos, algo nuevo comenzó a cristalizar.
07:55Una claridad fría y afilada como un trozo del jarrón roto, se incorporó lentamente,
08:01apoyándose en la estantería.
08:04Se miró el reflejo distorsionado en el cristal de una vitrina.
08:08Su mejilla ya comenzaba a hincharse, adquiriendo un tono violáceo.
08:14Vio sus propios ojos, y en ellos ya no había rastro del muchacho asustado.
08:18Había una determinación gélida.
08:21Se acabó.
08:23La palabra resonó en su mente, no como un pensamiento fugaz, sino como un veredicto.
08:30Se acabó el miedo, se acabó el silencio, se acabó permitir que Lorenzo de la Mata lo destruyera poco a poco.
08:36La agresión no había sido un final, sino un catalizador.
08:41Aquel golpe no lo había roto, lo había forjado.
08:46Con la mano temblorosa, pero con una nueva resolución en el corazón,
08:50Curro recogió uno de los fragmentos más grandes de porcelana.
08:55Lo apretó en su puño, sintiendo el filo cortar levemente su piel.
08:59El pequeño dolor lo ancló a la realidad, a su decisión.
09:04No iba a enfrentarse a él con violencia.
09:06No se rebajaría a su nivel.
09:08Iba a destruirlo de otra manera.
09:11Iba a usar la verdad como un arma.
09:13Iba a contarle a Alonso todo lo que sabía sobre Lorenzo,
09:16sobre sus negocios turbios, sobre sus amenazas, sobre su verdadera naturaleza.
09:21Y si el marqués no le creía, buscaría la forma de demostrarlo.
09:27Esta agresión era la prueba que necesitaba.
09:31Era el principio del fin para el capitán Lorenzo de la Mata.
09:34Y él, Curro, el bastardo insignificante, sería su verdugo.
09:41Mientras tanto, en el despacho,
09:43ajeno a la violencia que acababa de estallar bajo su propio techo,
09:47Manuel de Luján se enfrentaba a un tipo de batalla muy diferente.
09:51Una guerra de papel, tinta y sospechas.
09:55Sobre la mesa de caoba pulida reposaba un informe de ventas.
10:00A su lado, Toño, su socio, y en hora, la talentosa diseñadora francesa,
10:05lo miraban con una mezcla de desconcierto y preocupación.
10:10No lo entiendo, Manuel.
10:13Dijo Toño, un hombre práctico y directo, rascándose la cabeza.
10:17Las cifras son espectaculares, demasiado espectaculares.
10:23Superan nuestras proyecciones más optimistas en un 200%.
10:27Esto no es crecimiento, es un milagro.
10:31Y yo no creo en los milagros, al menos no en los negocios.
10:37Manuel asintió, sus ojos fijos en la última página del informe.
10:41No eran las cifras lo que le quitaba el aliento, aunque eran ciertamente asombrosas.
10:46Era la firma, nítida, casi arrogante, trazada con una pluma segura.
10:53Pedro Farré.
10:54El nombre cayó como una piedra en un estanque.
10:59Farré, el empresario sin escrúpulos que había intentado arruinarlos,
11:03que había jugado sucio, que representaba todo lo que ellos no querían ser.
11:07Pedro Farré, murmuró en hora, su acento francés tiñendo las palabras de incredulidad.
11:16Pero no habíamos cortado toda relación con él,
11:19¿cómo es posible que esté firmando nuestros informes de ventas?
11:22Esa es la pregunta del millón, respondió Manuel, recostándose en su sillón.
11:29Sentía una migraña incipiente detrás de los ojos.
11:34Esto no tiene ningún sentido, a menos que, se interrumpió,
11:38una idea desagradable comenzando a tomar forma.
11:43Miró el sobre que había contenido el informe.
11:45Tenía el sello de la empresa, pero había sido entregado en mano.
11:49¿Quién nos ha entregado esto?
11:53Preguntó, mirando a Toño.
11:55Fue Leocadia, la secretaria, respondió Toño encogiéndose de hombros.
12:01Dijo que era correspondencia urgente del departamento de contabilidad.
12:05No le di más importancia.
12:08Leocadia, la eficiente, la discreta,
12:11la mujer que se había convertido en una pieza fundamental de su pequeña empresa de mermeladas.
12:15La mujer en la que Manuel había depositado una confianza casi ciega.
12:22La revelación lo golpeó con la fuerza de un puñetazo.
12:25Un eco fantasmal del golpe que Curro acababa de recibir.
12:30Un momento, dijo Manuel, levantándose.
12:33Su calma aparente era una fina capa de hielo sobre un mar embravecido.
12:37Leocadia, ¿me estáis diciendo que este informe, firmado por nuestro mayor enemigo,
12:44nos llega a través de ella y nadie se pregunta nada?
12:49Manuel, Calmeid.
12:51Intentó mediar en hora.
12:53Quizás ella no sabía lo que había dentro.
12:56Es solo una mensajera.
12:58Pero Manuel ya no escuchaba.
12:59La sorpresa inicial se estaba transformando en una ira fría y calculadora.
13:05Recordó pequeños detalles de las últimas semanas.
13:08Leocadia quedándose hasta tarde.
13:10Conversaciones telefónicas susurradas.
13:12Una actitud ligeramente más nerviosa de lo habitual.
13:17Piezas de un rompecabezas que hasta ahora no había sabido ver.
13:20¿Era posible?
13:21¿Podía Leocadia, su empleada de confianza, estar trabajando para Farré?
13:25¿Le había estado ocultando información, manipulando los informes, sirviendo de espía en su propia casa?
13:33La idea era tan nauseabunda que le revolvió el estómago.
13:37Era una traición personal, más allá de lo profesional.
13:42Se sintió un necio, un heredero jugando a ser empresario.
13:46Demasiado ingenuo para ver la serpiente que anidaba en su propio seno.
13:49Toño, en hora, dejadme solo un momento.
13:54Por favor, pidió, su voz sonando extrañamente hueca.
14:00Una vez que sus socios salieron, cerrando la puerta con delicadeza, Manuel se acercó a la ventana.
14:08Miró los jardines de la promesa, un paraíso de orden y belleza que contrastaba violentamente con el caos que sentía por dentro.
14:15El engaño, la traición, Farré moviendo los hilos desde las sombras, y Leocadia como su marioneta.
14:25¿Cómo iba a reaccionar ahora que lo sabía?
14:27La pregunta flotaba en el aire, cargada de implicaciones.
14:32Podía confrontarla directamente, despedirla, montar un escándalo.
14:36Pero eso alertaría a Farré.
14:38Le daría la ventaja.
14:41No, tenía que ser más inteligente.
14:44Tenía que jugar su misma partida.
14:47Una sonrisa amarga se dibujó en sus labios.
14:50Si querían guerra, la tendrían.
14:52Pero, esta vez, él no sería el soldado ingenuo.
14:56Usaría esta información, este informe falso, esta traición, para tenderles una trampa.
15:01Dejaría que Leocadia siguiera pensando que lo engañaba, mientras él recopilaba pruebas, mientras descubría el alcance real del plan de Farré.
15:14La rabia se convirtió en combustible, la decepción en estrategia.
15:18Acababa de descubrir que el campo de batalla era mucho más grande y traicionero de lo que había imaginado.
15:23Y estaba decidido a ganarla, costara lo que costara.
15:26La inocencia del joven marqués que solo quería volar había muerto un poco más ese día,
15:33reemplazada por la astucia endurecida de un hombre de negocios que había sido traicionado.
15:39Lejos de las intrigas empresariales y la violencia física,
15:42otra batalla, más silenciosa pero igualmente profunda, se libraba en el corazón de Catalina.
15:50Se sentía como una isla, rodeada por un mar de indiferencia y malentendidos.
15:54Sus ideas para modernizar la promesa, para hacerla rentable y asegurar su futuro,
16:00chocaban una y otra vez contra el muro del tradicionalismo de su padre y la apatía de los demás.
16:07La veían como una excéntrica, una soñadora cuyas ambiciones eran más una molestia que una bendición.
16:15El aislamiento era un manto pesado que la cubría día y noche.
16:19Caminaba por los pasillos de su propia casa sintiéndose una extraña.
16:22Veía el potencial en cada rincón abandonado, en cada campo baldío,
16:28pero sus palabras parecían disolverse en el aire antes de llegar a los oídos de quienes podían ayudarla.
16:35Esa tarde, la encontró su padre, el marqués Alonso de Luján, en la galería que daba al jardín trasero.
16:41Catalina estaba de pie, con los brazos cruzados, contemplando el ala oeste de la finca,
16:48una zona que llevaba años en un estado de semiabandono.
16:53Su sueño era convertirla en una hospedería rural, un proyecto que podría salvarlos de la ruina.
17:00Alonso se acercó con sigilo, observando la intensidad con la que su hija miraba el edificio.
17:05En los últimos tiempos, su relación se había tensado.
17:10La amaba, de eso no tenía duda, pero no la comprendía.
17:16Su energía inagotable, su mente siempre bulendo con planes y números,
17:20era tan diferente a su propio carácter, anclado en el pasado y en el deber.
17:24Un ducado por tus pensamientos, hija mía, dijo con voz suave.
17:30Catalina se sobresaltó, sacudida de su ensimismamiento.
17:36Se giró y forzó una sonrisa que no llegó a sus ojos.
17:39Vale mucho menos que eso, padre.
17:43Solo, pensaba, pensabas en lo de siempre, afirmó Alonso, y no era un reproche, sino una constatación.
17:50En tus reformas, en tus negocios.
17:54Catalina suspiró, dejando caer los hombros.
17:57¿Tan malo es?
17:59¿Desear que este lugar, nuestro hogar, no se desmorone a nuestro alrededor?
18:03Siento que lucho sola contra el mundo entero.
18:07La vulnerabilidad en su voz tocó una fibra sensible en el marqués.
18:11Vio más allá de la mujer de negocios obstinada y vio a su niña.
18:15La que había perdido a su madre demasiado pronto.
18:17La que siempre había tenido que ser más fuerte, más inteligente, para hacerse un hueco en un mundo de hombres.
18:25Sintió una punzada de culpa.
18:27Quizás había sido demasiado duro, demasiado ciego a su sufrimiento.
18:33No, Catalina, no estás sola.
18:35Dijo, y esta vez, las palabras sonaron sinceras.
18:39Se acercó y, en un gesto poco habitual en él, le puso una mano en el hombro.
18:43He estado pensando mucho en nuestra última conversación, en tu vehemencia, en mi terquedad, querrá decir.
18:54En tu pasión, corrigió él, mirándola a los ojos.
18:58Y he tomado una decisión, no puedo darte carta blanca.
19:01La promesa tiene unas tradiciones, un equilibrio que debe ser respetado.
19:07Pero tampoco puedo seguir negándome a la evidencia de que los tiempos cambian.
19:13Catalina lo miró, incrédula, sin atreverse a albergar esperanzas.
19:17¿Qué quiere decir, padre?
19:19Alonso respiró hondo, como si las palabras le costaran un gran esfuerzo.
19:25Quiero decir que...
19:28Te permito continuar con las reformas.
19:30Los ojos de Catalina se abrieron de par en par.
19:35Un torrente de alegría y alivio la inundó, tan intenso que casi la hizo tambalearse.
19:39¿De verdad, padre, yo, no sé qué decir, es maravilloso, empezaré mañana mismo, tengo todos los planos, contactaré con los.
19:51Con moderación, la interrumpió Alonso, su mano apretando suavemente su hombro para calmar su entusiasmo desbordado.
20:01Esa es mi condición, con moderación y con consenso, Catalina, no más decisiones unilaterales.
20:07Cada paso que dé, cada cambio que propongas, quiero que lo hablemos.
20:13Juntos, quiero entender tu visión, y quiero que tú entiendas mis reticencias.
20:20La euforia inicial de Catalina se atemperó, pero fue reemplazada por algo más profundo y significativo.
20:28No era sólo el permiso para seguir adelante con su sueño.
20:31Era una invitación, un puente tendido sobre el mar de incomprensión que los había separado.
20:37Era su padre, finalmente, viéndola, reconociéndola.
20:42Las lágrimas asomaron a sus ojos, pero esta vez eran de gratitud.
20:48Con moderación y consenso, repitió, asintiendo lentamente, lo entiendo, y lo acepto.
20:54Gracias, padre, gracias de verdad.
20:59No me dé las gracias todavía, dijo Alonso con una media sonrisa.
21:05Seguramente nos esperan muchas discusiones, pero, al menos discutiremos como un padre y una hija que buscan lo mismo.
21:12El bien de esta casa.
21:13Por primera vez en mucho tiempo, Catalina sintió que el manto del aislamiento se rasgaba.
21:22La mano de su padre en su hombro era un ancla.
21:25Una promesa de que quizás, sólo quizás, un nuevo equilibrio era posible.
21:31Un equilibrio entre el pasado y el futuro, entre la tradición y la innovación.
21:36Entre un padre y una hija.
21:37Y esa pequeña llama de esperanza era más valiosa que cualquier permiso para mover piedras o levantar muros.
21:46Era la promesa de reconstruir algo mucho más importante.
21:50Su familia.
21:51Mientras arriba se tendían puentes, en la zona del servicio, un corazón se rompía y se recomponía en el mismo instante.
22:00María Fernández llevaba semanas viviendo en un limbo de angustia.
22:03La desaparición de Samuel, el hombre que había traído luz a su vida tras la tragedia de Salvador, la había sumido en una oscuridad asfixiante.
22:14Cada día sin noticias era una tortura, una espiral de pensamientos terribles que la llevaban a imaginar los peores desenlaces.
22:23Pero Manuel, movido por la desesperación de la joven doncella, no se había rendido.
22:28Había utilizado sus contactos, movido hilos en Madrid, preguntado a personas influyentes, negándose a aceptar el silencio como respuesta.
22:39Y finalmente, aquel jueves, la gestión dio sus frutos.
22:44Yana y Lope encontraron a María en la cocina, doblando servilletas con un automatismo que revelaba su estado de ausencia.
22:50Tenía ojeras, y una tristeza perenne se había instalado en sus ojos.
22:56María, dijo Yana con una suavidad infinita, acercándose a ella.
23:03Tenemos noticias.
23:04María levantó la vista, su corazón dando un vuelco doloroso.
23:08La palabra noticias podía significar cualquier cosa, y temía lo peor.
23:12¿Qué noticias? Susurró, su voz apenas un hilo.
23:19Fue Lope quien habló, incapaz de contener la sonrisa que le iluminaba el rostro.
23:24El señorito Manuel ha recibido un telegrama.
23:27De uno de sus contactos, han localizado a la familia de Samuel.
23:33María se quedó inmóvil, las manos suspendidas sobre una servilleta a medio doblar.
23:37Su familia, sí, continuó Yana, tomando sus manos frías entre las suyas.
23:45Y les han confirmado.
23:49María, escúchame bien, les han confirmado que Samuel está con ellos.
23:53El mundo de María Fernández se detuvo.
23:57El zumbido constante de la cocina, el murmullo de las otras criadas, todo se desvaneció.
24:03Solo quedaron las palabras de Yana, repitiéndose en su mente como un eco celestial.
24:12Está con ellos, está vivo, vivo, preguntó, la palabra saliendo de sus labios como un soplo
24:18de aire anhelado durante mucho tiempo.
24:22Vivo, María, confirmó Lope, sus ojos brillando de emoción.
24:27Está vivo y a salvo con su familia.
24:28La presa de la angustia se rompió, un sollozo desgarrador escapó de su garganta, y las lágrimas
24:36que había contenido durante semanas brotaron sin control.
24:40Pero no eran lágrimas de pena, sino de un alivio tan inmenso que resultaba casi doloroso.
24:48Se derrumbó sobre una silla, escondiendo el rostro entre las manos, su cuerpo sacudido
24:53por la emoción.
24:56Yana se arrodilló a su lado, abrazándola, mientras Lope le ponía una mano reconfortante
25:01en la espalda.
25:04Lo sabía, sabía que no podía haberle pasado nada malo.
25:08Balbuceaba entre sollozos.
25:11Poco a poco, el llanto se fue calmando, dando paso a una alegría radiante que transformó
25:16su rostro.
25:18Se secó las lágrimas con el dorso de la mano y miró a sus amigos con una sonrisa que
25:23parecía haber olvidado cómo dibujar.
25:27Está vivo, Dios mío, está vivo.
25:30Tengo que agradecérselo al señorito Manuel, tengo que.
25:34Pero mientras la euforia inicial la embargaba, una pequeña nube comenzó a formarse en el horizonte
25:39de su felicidad.
25:40Una pregunta insidiosa, fría y afilada, que flotaba en el aire, negándose a ser ignorada.
25:50Yana y Lope intercambiaron una mirada, sabiendo que ella también llegaría a esa misma conclusión.
25:57María frunció el ceño, su sonrisa titubeando.
26:00Un momento, si está bien, si está con su familia.
26:03¿Por qué?
26:05Sus amigos permanecieron en silencio, dándole el espacio para formular la pregunta que lo
26:10cambiaría todo.
26:12¿Por qué no me ha escrito?
26:14Susurró, y la alegría en sus ojos fue reemplazada por una confusión dolorosa.
26:20¿Por qué no se ha puesto en contacto conmigo?
26:23Han pasado semanas, sabía que estaría muerta de preocupación.
26:26¿Por qué este silencio?
26:30La pregunta quedó suspendida en la cocina, pesada y sin respuesta.
26:35El alivio de saberlo vivo se veía ahora empañado por el dolor de una nueva incertidumbre.
26:42¿La había olvidado?
26:44¿Había encontrado a otra persona?
26:46¿Ocultaba algo su familia?
26:47La noticia que debía ser el final de su sufrimiento se había convertido en el principio de un nuevo
26:52misterio.
26:53Uno que apuntaba directamente a su corazón.
26:56María Fernández había encontrado a su amor perdido, pero en el proceso, quizás,
27:02estaba a punto de perder la fe en él.
27:05La incertidumbre también carcomía a Vera.
27:08La joven doncella, cuyo pasado era un libro cerrado con siete llaves, se sentía cada vez
27:13más atrapada en la promesa.
27:17Aunque había encontrado un refugio y la amistad de personas como Lope, la nostalgia y la preocupación
27:22por su familia la consumían por dentro.
27:24La ruptura con ellos había sido traumática, una huida desesperada de circunstancias que
27:31no se atrevía a confesar a nadie.
27:35Pero la distancia y el tiempo no habían hecho más que avivar el anhelo y el remordimiento.
27:41Lope la encontró en el jardín, sentada en un banco de piedra bajo la sombra de un tilo,
27:46arrancando pétalos de una margarita con gesto ausente.
27:49Su rostro reflejaba una profunda melancolía.
27:54Si sigues así, no quedará ni una flor en toda la finca.
27:58Dijo él, sentándose a su lado con cuidado.
28:02Vera esbozó una sonrisa triste.
28:04Lo siento, mi cabeza está en otra parte.
28:07Déjame adivinar.
28:08Dijo Lope.
28:09Está lejos de aquí, ¿verdad?
28:13Con tu familia.
28:14Vera asintió, dejando caer los restos de la flor.
28:19Cada día que pasa me siento peor.
28:21Lope.
28:22Me fui sin decir adiós.
28:23Les di la espalda.
28:26No saben si estoy viva o muerta.
28:28Por mucho que me hicieran sufrir, siguen siendo mi familia.
28:31Estaba pensando, estaba pensando en escribirles, o intentar llamarles, solo para que sepan que estoy bien.
28:41Lope la escuchó con atención, su expresión tornándose seria.
28:45Comprendía su dolor, su necesidad de cerrar heridas.
28:49Pero también conocía el peligro.
28:52Vera le había contado fragmentos de su historia, lo suficiente para saber que su huida no había sido un capricho.
28:58Había hablado de un padre autoritario, de un compromiso no deseado, de un ambiente asfixiante.
29:08Vera, piénsalo bien.
29:10Le advirtió, su voz cargada de una preocupación genuina.
29:14Entiendo tus motivos, de verdad que sí.
29:17Pero tienes que recordar por qué te fuiste.
29:20Lo recuerdo cada día.
29:22Replicó ella, con un nudo en la garganta.
29:24Pero la culpa es un veneno que te consume lentamente.
29:29Y volver a ponerte a su alcance podría ser un veneno que actúe mucho más rápido.
29:33Insistió Lope.
29:37Si contactas con ellos, sabrán dónde estás.
29:40¿Qué te hace pensar que no vendrán a buscarte?
29:42¿Qué te hace pensar que te dejaran vivir la vida que has elegido aquí?
29:45Sus palabras eran duras, pero necesarias.
29:51Vera bajó la mirada, consciente de que Lope tenía razón.
29:56El miedo, aquel que la había impulsado a huir, volvió a atenazarla.
30:00Pero no puedo vivir así, Lope.
30:02Con esta angustia, lo sé, dijo él, y su voz se suavizó.
30:09Acercó su mano y rozó la de ella, un contacto breve pero lleno de significado.
30:15Y no te digo que los olvides para siempre.
30:17Solo te pido que seas prudente, que esperes.
30:22Que te hagas más fuerte aquí, que eches raíces,
30:25para que si un día decides enfrentarte a tu pasado,
30:28lo hagas desde una posición de fuerza, no de debilidad.
30:33Vera levantó la vista y lo miró.
30:35En los ojos del cocinero no había juicio,
30:37solo un afecto profundo y protector.
30:41Se dio cuenta de que, aunque había perdido una familia,
30:44quizás estaba empezando a encontrar otra en aquel lugar inesperado.
30:50La advertencia de Lope no era una orden, sino un acto de amor.
30:54Tienes razón, admitió en un susurro.
30:58Es demasiado pronto, demasiado arriesgado.
31:00Cuando llegue el momento, yo estaré a tu lado, prometió Lope.
31:06Y en esa promesa, Vera encontró un pequeño bálsamo para su corazón atormentado.
31:12La decisión de contactar con su familia quedó aplazada,
31:15pero la conversación con Lope había sembrado una semilla de paciencia y fortaleza.
31:22Aún no era el momento de mirar atrás.
31:24Aún tenía que aprender a vivir en el presente que tanto le había costado conseguir.
31:28Y ese presente, para todo el servicio de la promesa, se estaba volviendo cada vez más sombrío.
31:37La llegada del nuevo mayordomo, don Cristóbal, había supuesto un terremoto.
31:42Si Ricardo Pellicer había sido estricto, Cristóbal era un tirano.
31:46Su autoridad no se basaba en el respeto, sino en el miedo.
31:52Y estaba decidido a borrar cualquier vestigio del pasado, cualquier lealtad que no fuera hacia él.
31:59Nada era como antes.
32:00El ambiente en las cocinas y los pasillos de servicio, antes bullicioso y lleno de camaradería,
32:06se había vuelto opresivo, silencioso.
32:08Las risas se habían apagado, reemplazadas por miradas furtivas y susurros cautelosos.
32:17Cristóbal había aplicado su propio orden con mano de hierro.
32:20Lo primero que hizo fue cambiar los turnos de descanso.
32:25Los alteró de forma arbitraria, sin lógica aparente, rompiendo las rutinas establecidas durante años.
32:31Lo hizo, decían algunos, simplemente para demostrar que podía, para desestabilizar al personal y reafirmar su poder.
32:42Pero su edicto más cruel, el que cayó como una losa sobre el ánimo del servicio,
32:47fue la prohibición absoluta de hablar de Rómulo Baeza.
32:49A partir de este momento, anunció en una reunión improvisada en el comedor del servicio, su voz cortante como el hielo.
32:59El nombre del anterior mayordomo no volverá a ser pronunciado entre estas paredes.
33:05No quiero oír menciones, ni anécdotas, ni lamentos.
33:08El señor Baeza ya no forma parte de esta casa.
33:13Cualquiera que desobedezca esta orden será despedido de inmediato.
33:17¿Ha quedado claro?
33:17Un silencio sepulcral fue su respuesta.
33:22Nadie se atrevió a mirarlo a los ojos.
33:24Prohibirles hablar de Rómulo era como arrancarles una parte de su historia, de su identidad.
33:31Rómulo no había sido solo un jefe.
33:33Había sido un mentor, un padre para muchos de ellos,
33:36el pilar que había sostenido al servicio en los momentos más difíciles.
33:42La amenaza del despido pendía sobre sus cabezas como la espada de Damocles.
33:46Con los tiempos que corrían, perder el trabajo en la promesa era una condena a la miseria.
33:53Y Cristóbal lo sabía, disfrutaba de su poder, de la forma en que los criados bajaban la cabeza a su paso.
33:59La desconfianza hacia el nuevo mayordomo crecía por momentos.
34:04¿Quién era este hombre?
34:06¿De dónde había salido?
34:07Su nombramiento había sido repentino, porque estado por Lorenzo, lo que lo hacía aún más sospechoso.
34:13Se movía por la casa con un aire de superioridad, observando todo, escuchando todo, como una araña en el centro de su tela.
34:24Esa tarde, la tensión era palpable.
34:27Simona y Candela, en la cocina, trabajaban en un silencio casi absoluto, comunicándose con gestos y monosílabos.
34:34Lope, que se unió a ellas tras su conversación con Vera, notó la atmósfera cargada.
34:43¿Qué ocurre?
34:44Preguntó en voz baja, se podría cortar el aire con un cuchillo.
34:48El innombrable ha vuelto a hacer de las suyas.
34:50Masculló Candela, lanzando una mirada nerviosa hacia la puerta.
34:54Le ha cambiado el turno a Teresa, sin motivo alguno, la pobre muchacha tenía planes para ver a su madre enferma.
35:04Y le ha dicho a Mauro que si vuelve a encontrar una mota de polvo en la platería, lo pondrá a limpiar las letrinas durante un mes.
35:11Añadió Simona, su voz temblando de indignación contenida.
35:14Esto no puede seguir así, dijo Lope, apretando los puños.
35:20Alguien debería plantarle cara.
35:24Decirle algo a los marqueses.
35:26¿Y quién se atreve?
35:27Replicó Candela con amargura.
35:30¿Tú, yo, para acabar en la calle?
35:32Este hombre es un demonio, y tiene el respaldo del capitán.
35:38Estamos atados de pies y manos, tenía razón.
35:41Se sentían impotentes, prisioneros en su propio lugar de trabajo.
35:47La prohibición de hablar de Rómulo era lo que más les dolía.
35:50Era un intento de borrar su memoria, de hacer como si nunca hubiera existido.
35:57Pero en sus corazones, la lealtad hacia su antiguo mayordomo seguía intacta,
36:02ardiendo como una brasa oculta bajo las cenizas del miedo.
36:04Y esa lealtad, tarde o temprano, encontraría una forma de manifestarse.
36:12La opresión de Cristóbal no estaba creando siervos dóciles.
36:16Estaba sembrando las semillas de una rebelión silenciosa.
36:21La noche comenzó a caer sobre la promesa,
36:23tiñendo el cielo de tonos anaranjados y violetas.
36:26Pero la oscuridad que se cernía sobre la finca era mucho más profunda que la simple ausencia de luz.
36:35En la biblioteca, alguien ya había limpiado los restos del jarrón,
36:39pero una mancha oscura en la alfombra y el olor a flores marchitas persistían,
36:43testigos mudos de la violencia.
36:47Curro, en su habitación, se miraba al espejo.
36:50El hematoma en su rostro era un mapa morado de la humillación y la furia.
36:56Pero en sus ojos ya no había dolor, sino una fría y brillante determinación.
37:01Sobre su escritorio, una hoja de papel en blanco esperaba.
37:06Iba a escribir su declaración, a ordenar sus pensamientos,
37:10a preparar cada palabra que diría al marqués.
37:14La guerra había comenzado.
37:16En el despacho, Manuel seguía dándole vueltas al informe de Farré.
37:20La traición de Leocadia era una herida abierta.
37:25Tomó una decisión.
37:26Al día siguiente, la trataría con total normalidad.
37:30Observaría cada uno de sus gestos, cada una de sus palabras,
37:33esperando que cometiera un error que la delatara por completo.
37:38La caza había empezado.
37:40En la galería, Catalina permanecía de pie mucho después de que su padre se hubiera marchado.
37:44Miraba el ala oeste de la finca, pero ya no con frustración, sino con una esperanza renovada.
37:54El camino sería difícil, lleno de negociaciones y seguramente de discusiones,
37:59pero por primera vez, no lo recorrería sola.
38:01Y en la zona de servicio, los corazones latían con ritmos dispares.
38:07El de María Fernández, con una mezcla agridulce de alivio y angustia, preguntándose por el silencio de Samuel.
38:16El de Vera, con el eco de la advertencia de Lope, guardando su pasado bajo llave un día más.
38:21Y los de todos los demás, bajo la sombra opresiva de Cristóbal,
38:27uniendo sus miedos y resentimientos en un lazo invisible de resistencia silenciosa.
38:33Aquel jueves de agosto, el sol se había puesto en la promesa,
38:37pero las tormentas más feroces apenas comenzaban a gestarse.
38:42La violencia, la traición, la esperanza y el miedo se habían entrelazado en un nudo gordiano
38:47que amenazaba con estrangularlos a todos.
38:51O con obligarlos, finalmente, a encontrar la espada que pudiera cortar.
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