El segundo episodio muestra la devastadora transformación de Halil İbrahim. Consumido por la ira y el dolor por la muerte de su prometida, abandona toda esperanza de paz y abraza el camino de la venganza. En un acto audaz y lleno de rabia, secuestra a Zeynep Leto, la hija de la poderosa familia rival, golpeándolos donde más les duele.
Este movimiento marca el inicio de una guerra total. Las tensiones se disparan a medida que Halil İbrahim desafía abiertamente el poder de las familias, demostrando que no teme las consecuencias. La relación entre el vengador y su cautiva es desde el principio una mezcla volátil de odio y fascinación. La situación se vuelve más peligrosa a medida que la familia Leto jura venganza, prometiendo sangre y destrucción.