La cumbre del clima que se celebra en la ciudad brasileña de Belém, la COP30, ha entrado en una situación de bloqueo este viernes, el día que debería cerrarse. El bloque se debe al rechazo de muchos países, encabezados por los petroestados, a que la declaración que debe cerrar esta cita abogue por impulsar una hoja de ruta para dejar atrás los combustibles fósiles. Tras presentar un borrador en la mañana de este viernes a los negociadores de los casi 200 países que forman parte de estas conferencias, el presidente de esta cumbre, el diplomático brasileño André Corrêa do Lago, ha convocado a una reunión a los representantes de los Gobiernos, muchos de ellos ministros de medio ambiente y clima.
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