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Valle Salvaje Capítulo 272
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Transcript
00:00The chapter 270 and 2 of Valle Salvaje
00:19revela cómo la aparente calma tras el juicio de Úrsula
00:23da paso a nuevas intrigas.
00:26Victoria, incapaz de aceptar su caída,
00:29teje una alianza con Isabel para recuperar el control del valle,
00:33mientras Rafael y el Marqués intentan sostener el orden con prudencia y justicia.
00:39La lealtad de Matilde, puesta a prueba por el miedo,
00:43y la manipulación de Victoria muestran que el poder sigue siendo un juego peligroso,
00:48donde la verdad y la traición conviven.
00:52Sin embargo, la fortaleza moral de Mercedes y la serenidad de Adriana
00:56se erigen como pilares de esperanza frente al renacer del mal.
01:02Este episodio no concluye la historia,
01:05pero deja claro que el destino de los Guzmán aún pende de un hilo.
01:10El Valle Salvaje, una vez más, se debate entre la redención y la oscuridad.
01:15El sol despuntaba sobre las colinas del Valle Salvaje,
01:20cuando el carruaje del Marqués Hernando de Guzmán
01:23atravesó el camino empedrado que conducía a la Casa Grande.
01:27Los aldeanos se detenían para observar su paso,
01:31inclinando la cabeza con respeto.
01:33Hacía meses que el Marqués no pisaba aquellas tierras,
01:37y su regreso anunciaba un nuevo capítulo para la familia Guzmán.
01:42Sin embargo, bajo el brillo solemne de su llegada,
01:46el aire estaba cargado de tensiones no resueltas.
01:50Al llegar al patio principal,
01:52Rafael lo recibió con una reverencia discreta.
01:56—Tío, es un honor tenerlo de nuevo entre nosotros.
02:00El Marqués descendió con un porte majestuoso,
02:04aunque el peso de los años se reflejaba en su andar.
02:07—El honor es mío, muchacho —respondió.
02:10—Vengo a poner orden y a preparar lo que debe hacerse.
02:15La boda de Leonardo con Irene
02:18—Que el valle vea que los Guzmán todavía saben cumplir con su palabra.
02:24Mercedes, que observaba desde la galería,
02:27cruzó una mirada con Rafael.
02:29Ambos sabían que esa boda era más una transacción que una unión de amor.
02:33El rostro de Rafael se mantuvo sereno,
02:37pero en su interior hervía la contradicción entre el deber y la compasión.
02:43Poco después, Hernando fue recibido en el salón por José Luis y Victoria.
02:48El encuentro fue tenso.
02:51La duquesa intentó disimular su incomodidad,
02:54pero el Marqués, con su habitual agudeza,
02:57no tardó en percibir la hipocresía en el aire.
03:01—Veo que el tiempo no ha cambiado mucho las cosas —dijo con una sonrisa contenida.
03:07—Aunque me alegra ver que el nombre Guzmán sigue en pie.
03:11José Luis, con una voz cargada de cansancio, respondió.
03:15—¡Hemos pasado tiempos difíciles, hermano!
03:18—¿Pero todo vuelve a su cauce?
03:21—¿A su cauce? —replicó Hernando, dejando su bastón sobre la mesa.
03:27—He oído hablar del juicio, de la locura de Úrsula
03:30y del desprestigio que ha caído sobre esta casa.
03:34No vengas a decirme que todo está en orden.
03:37Victoria intervino con tono defensivo.
03:41—El valle tiene memoria corta.
03:43—Marqués.
03:43—Lo importante es mirar hacia adelante.
03:47—¿Hacia adelante o hacia tu conveniencia, Victoria? —replicó él con dureza.
03:53—He visto muchas mujeres de noble cuna
03:56destruir familias por querer controlar lo que no les pertenece.
04:01La duquesa palideció.
04:03—No permitiré que me insultes en mi propia casa.
04:07—Entonces, compórtate como una anfitriona digna —respondió él sin alzar la voz.
04:13—No he venido a pelear, sino a restablecer lo que el honor exige.
04:19—La boda de Leonardo con Irene se celebrará.
04:23—Y quiero que esta vez no haya engaños ni manipulaciones.
04:26—José Luis intentó suavizar la situación.
04:30—Hernando, Victoria, ¿ha pasado por mucho?
04:35—Tal vez podamos.
04:37—Basta, José Luis —interrumpió el marqués.
04:40—Tu debilidad es parte del problema.
04:44—Siempre lo fue.
04:45—El silencio cayó como una loza.
04:48—Victoria desvió la mirada, furiosa, pero contuvo su respuesta.
04:54—El marqués, cansado, tomó asiento.
04:58—He venido para quedarme el tiempo necesario.
05:02—No solo para la boda, sino para asegurarme de que el apellido Guzmán
05:06vuelva a significar algo más que escándalo y vergüenza.
05:09—Hora, horas más tarde, mientras el marqués inspeccionaba los terrenos con Rafael,
05:15el valle parecía recobrar algo de su esplendor.
05:18—Eres diferente a tu padre —le dijo con un leve orgullo.
05:22—Tienes algo que él perdió, la capacidad de escuchar.
05:27Rafael sonrió modestamente.
05:30—Intento hacer lo correcto, pero a veces el bien no basta.
05:36—El bien siempre basta —replicó el marqués.
05:39—Lo que falta es el coraje para sostenerlo.
05:43Esa misma tarde, en la casa pequeña, Mercedes comentaba con Ana la llegada del marqués.
05:50—El viejo Hernando ha vuelto a poner los pies sobre la tierra.
05:54—Dijo mientras servía café.
05:56—Si alguien puede mantener a Victoria a raya, es él.
06:00Ana, aún insegura después de todo lo vivido, preguntó.
06:05—¿Y cree que cambiará algo?
06:07—Tal vez no todo —respondió Mercedes.
06:10Pero cada vez que el poder se mira al espejo y ve su propia sombra, el miedo hace su trabajo.
06:18Al caer la noche, en la casa grande, Victoria observaba desde su balcón las luces de la propiedad.
06:25Su rostro estaba marcado por el rencor.
06:28—No permitiré que Hernando me humille —murmuró.
06:32—Si él quiere guerra, la tendrá.
06:36José Luis entró sin ser anunciado.
06:39—Habla sola, Victoria.
06:41—Pienso —respondió ella con frialdad.
06:45—Y cuando una mujer piensa, los hombres tiemblan.
06:50Él la miró con una mezcla de cansancio y tristeza.
06:53—Sólo te pido que no destruyas lo poco que queda en pie.
06:58Victoria sonrió con ironía.
07:00—No te preocupes, querido.
07:03No pienso destruir nada.
07:06—Sólo recuperar lo que me pertenece.
07:08—Mientras tanto, en el estudio del marqués, Hernando escribía una carta.
07:14—El valle todavía respira.
07:17—Anotó.
07:18—Pero el veneno sigue en la sangre de los Guzmán.
07:22—Tendré que actuar rápido.
07:24Antes de que la próxima generación pague por los pecados de los padres, el reloj dio las once.
07:31Afuera, el viento soplaba con la fuerza de un presagio.
07:35—El amanecer llegó con una serenidad engañosa.
07:40Las campanas del convento repicaban a lo lejos mientras Ana se arrodillaba en la capilla,
07:46con las manos entrelazadas y el rostro vuelto hacia la cruz.
07:50Había dormido poco.
07:52La paz del perdón no llegaba tan rápido como esperaba.
07:57Aunque la santa hermandad la había absuelto,
08:00aún sentía el peso del pasado oprimiendo su pecho.
08:03Cuando terminó su oración, Mercedes la esperaba afuera.
08:08—No puedes seguir viviendo con miedo, hija —le dijo con dulzura.
08:13—Y apagase tus cupas.
08:15—El valle ha visto quién eres en realidad.
08:18Ana la miró con gratitud, aunque la inseguridad aún se reflejaba en su mirada.
08:24—Mercedes, no sé si podré volver a esa casa.
08:30Cada rincón me recuerda lo que sufrí.
08:33La voz de Úrsula todavía resuena en mi cabeza.
08:37Mercedes suspiró.
08:38—Te entiendo.
08:40—Pero el valle cambia.
08:42—Ana.
08:43—Rafael quiere que regreses.
08:45—Dice que la casa grande necesita almas limpias para empezar de nuevo.
08:50—¿Ana se sobresaltó?
08:53—¿Volver allí?
08:55—Sí, respondió Mercedes.
08:57—El marqués te ha perdonado oficialmente.
09:02—Rafael también.
09:04—Y Adriana.
09:05—Bueno, ella te considera parte de su familia.
09:09—Ana.
09:09—Ana.
09:09—Ana.
09:10—Ana.
09:11—Ana.
09:11—Ana.
09:11—Ana.
09:12—Ana.
09:12—Ana.
09:13—Ana.
09:13—Ana.
09:13—Ana.
09:13—Ana.
09:14—Ana.
09:15—Ana.
09:16—Ana.
09:17—Ana.
09:18—Ana.
09:19—Ana.
09:19—La tomó del brazo.
09:20—No es cuestión de merecer, es cuestión de sanar.
09:25—Si te quedas en el pasado, nunca podrás hacerlo.
09:29—Mientras hablaban, un carruaje se detuvo frente a la capilla.
09:34Rafael bajó, vestido de forma sencilla, pero con la elegancia natural que lo caracterizaba.
09:41—Ana.
09:42—Dijo con una sonrisa serena.
09:44—He venido a traerte a casa.
09:47—Ella se estremeció.
09:49—¿Y casa?
09:50—Sí, respondió él.
09:53—A la casa grande.
09:55—No como sirvienta, sino como alguien que merece un nuevo comienzo.
10:00—¡O no votzelo!
10:02—Rafael, no puedo.
10:05—No después de todo lo que pasó.
10:08—Precisamente por eso, intervino Adriana, que había bajado del carruaje tras él.
10:14—Porque allí murió tu miedo, y donde muere el miedo, puede nacer la esperanza.
10:21—Las palabras de Adriana la conmovieron profundamente.
10:25—Por primera vez, sintió que el perdón no era una carga, sino una puerta abierta.
10:31—Finalmente, asintió.
10:34—Está bien.
10:35—Volverie.
10:36—Durante el trayecto de regreso, el paisaje se desplegaba ante ellos con una calma nueva.
10:44El valle, que antes le parecía sombrío y hostil, ahora se mostraba más luminoso.
10:50Las colinas estaban cubiertas de trigo, y el murmullo del río parecía cantar una melodía distinta.
10:58Al llegar a la casa grande, Ana se detuvo un instante antes de cruzar la puerta.
11:04Respiró hondo, sintiendo que el pasado quedaba atrás con cada paso.
11:09En el vestíbulo, Mercedes la recibió con una sonrisa maternal.
11:14—¡Bienvenida de nuevo, hija!
11:18Adriana la abrazó con calidez.
11:21—Esta casa fue testigo de tu dolor, pero también lo será de tu renacer.
11:27Rafael observaba la escena con satisfacción silenciosa.
11:32Sin embargo, al girarse, se encontró con la mirada de Victoria,
11:36que descendía lentamente por la escalera principal.
11:39Su expresión era glacial.
11:42—¡Qué conmovedor! —dijo con una voz cargada de ironía.
11:45—¡El regreso de la santa redimida!
11:48—¡Supongo que ahora hasta los pecadores tienen su lugar en mi casa!
11:52—¡En nuestra casa! —corrigió Rafael con firmeza.
11:56—¡Y te ruego, madrastra, que no vuelvas a humillarla!
12:01—¿Esta familia ha sufrido demasiado para seguir alimentando el rencor?
12:07—Victoria arqueó una ceja.
12:10—¿Desde cuándo decides tú quién puede entrar o salir de esta casa?
12:15—Desde que mi padre me cedió la administración, replicó él.
12:20—Si te incomoda, ¿puedes retirarte al ala este?
12:24—Nadie te lo impedirá.
12:26—El silencio que siguió fue tenso.
12:29—Victoria apretó los labios y se giró con elegancia fingida.
12:34—¡Haz lo que quieras, Rafael!
12:37—Pero recuerda, cuando una mujer se queda sin poder, se vuelve impredecible.
12:43—¿Cuándo se alejó?
12:45—Mercedes murmuró.
12:46—¿Esa mujer no descansará hasta volver a mandar?
12:50—Rafael la sintió.
12:52—Lo sé, pero no pienso cederle más espacio.
12:57Este valle ya ha sangrado bastante.
13:00En los días siguientes, Ana se fue adaptando poco a poco a su nueva vida.
13:05No tardó en hacerse indispensable.
13:08Cuidaba los jardines, ayudaba en la cocina y acompañaba a Adriana en sus paseos.
13:14Los criados la respetaban e incluso algunos aldeanos comenzaron a saludarla con afecto.
13:21Una tarde, mientras regaba las flores, Rafael se acercó.
13:26—¿Ves? —le dijo.
13:29—El tiempo cura lo que creemos imposible.
13:33Ana sonrió con timidez.
13:35—A veces pienso que el perdón duele más que la culpa.
13:39—Eso es porque el perdón exige valor —respondió él.
13:43Adriana los observaba desde la terraza, con una sonrisa discreta.
13:48Sabía que el vínculo entre ellos no era de amor romántico,
13:53sino de almas que habían sufrido lo mismo.
13:56Y ese lazo, silencioso y sincero,
14:00fortalecía el nuevo orden del valle.
14:03Esa noche, mientras el sol se ocultaba tras las montañas,
14:07Ana subió al campanario para encender las lámparas del jardín.
14:11Miró hacia el horizonte y susurró.
14:14—Gracias, Julio, por dejarme vivir para ver esto.
14:19El viento sopló suavemente entre las flores, como una respuesta.
14:24El ambiente en la casa grande comenzaba a estabilizarse,
14:28pero entre José Luis y Victoria el aire se volvía cada día más espeso.
14:33La herida del escándalo de Úrsula aún sangraba en silencio,
14:37y aunque el duque trataba de mantener las apariencias,
14:41su esposa parecía incapaz de aceptar la nueva realidad.
14:45Desde el amanecer hasta el anochecer,
14:48sus pasos resonaban en los pasillos como un eco de resentimiento.
14:53Aquella mañana, mientras José Luis revisaba unos documentos del Consejo Real,
14:58Victoria entró sin llamar.
15:00Su porte era impecable, pero su rostro delataba noches de insomnio.
15:05—He escuchado que Hernando planea intervenir en nuestros asuntos —dijo con voz seca.
15:11—¿Piensas permitirlo?
15:13José Luis dejó la pluma sobre la mesa.
15:16El marqués solo busca asegurar que todo sigue en orden.
15:20Después de lo ocurrido, es lo más sensato.
15:24—¿Sensato? —replicó ella con desprecio.
15:28Dejar que un viejo entrometido nos diga cómo manejar nuestra casa,
15:33no puedo creer que te humilles así.
15:35Él la observó, cansado.
15:38—Victoria, ya no somos los mismos.
15:41Hemos perdido demasiado.
15:44El orgullo no salvará lo que queda.
15:47Ella rió, amarga.
15:49—¿Orgullo? No, José Luis.
15:53Lo que tú llamas orgullo, yo lo llamo dignidad.
15:59Y me niego a ver cómo los Guzmán se convierten en un espectáculo para el pueblo.
16:04José Luis se levantó lentamente.
16:07El espectáculo lo empezó Úrsula.
16:10Y tú lo encubriste.
16:12—¿O ya olvidaste que fuiste tú quien la protegió cuando todos sabíamos lo que había hecho?
16:19¿Las palabras fueron como una bofetada?
16:22Victoria lo miró con incredulidad.
16:25—¿Te atreves a culparme a mí?
16:27—Sí —respondió ella con voz firma.
16:31—¿Fuiste tú quien cerró los ojos cuando mató a Julio?
16:35—¿Quién cayó cuando intentó asesinar a Rafael?
16:38—¿Todo por mantener las apariencias?
16:41—¿Te importaba más la fachada que la familia?
16:44—Victoria retrocedió un paso.
16:47—¿Como si esas palabras la golpearan físicamente?
16:50—¿Yo solo intenté mantener a salvo nuestro nombre?
16:54—José Luis suspiró.
16:56—¿Y en ese intento lo destruiste?
16:59—Durante unos segundos, el silencio llenó la habitación.
17:04Victoria apretó los puños, conteniendo las lágrimas.
17:08—¿Tú también tienes culpa, José Luis?
17:11—Criaste a una familia dividida.
17:14—Gobernaste con soberbia.
17:16—¿Y creíste que el poder te haría eterno?
17:19—¿No me mires como si yo fuera la única culpable?
17:23—Él se acercó lentamente.
17:26—Quizás tengo razón.
17:28—Pero yo he aprendido a mirar atrás.
17:31—Tú, en cambio, solo sabes mirar al espejo.
17:35La duquesa lo abofeteó sin pensarlo.
17:39El golpe resonó en el estudio
17:41y durante un segundo ambos quedaron inmóviles.
17:45Luego ella susurró.
17:47—No vuelvas a hablarme así.
17:49José Luis, con la mejilla enrojecida, no respondió.
17:54Solo se alejó, con una calma que la desarmó más que cualquier grito.
18:00—A veces, el silencio pesa más que la furia —dijo antes de salir.
18:07Esa tarde, Mercedes encontró a Victoria llorando en el jardín.
18:11Algo que nunca había visto.
18:14—¿Qué haces aquí sola? —preguntó, acercándose.
18:18Victoria no contestó.
18:20—Tenía la mirada perdida.
18:22—Todo lo que toco se desmorona —murmuró.
18:26—Primero Úrsula, ahora yo sé Luis.
18:30Tal vez la maldición de los Guzmán no era una fábula.
18:35Mercedes la miró sin compasión, pero tampoco con odio.
18:39—Las maldiciones no existen, Victoria.
18:43Lo que existe es el orgullo, y ese sí destruye.
18:48Victoria levantó la vista.
18:51—¿Y tú nunca pecaste de orgullo?
18:54Mercedes sonrió levemente.
18:57—Sí, pero aprendí a pedir perdón antes de perderlo todo.
19:03La duquesa bajó la mirada, vencida.
19:07—No sé si todavía estoy a tiempo.
19:10—Siempre se está a tiempo —respondió Mercedes.
19:14Pero el perdón no se compra.
19:17Se gana con humildad.
19:19Mientras tanto, Rafael visitaba a su padre en el despacho.
19:23José Luis, más tranquilo, miraba por la ventana.
19:28—Tu madrastra no entiende que este valle ya no puede sostener más guerras.
19:33Rafael se acercó.
19:36Ella lucha porque no sabe hacer otra cosa.
19:39¿Su poder era su refugio?
19:42El duque lo miró con una mezcla de respeto y nostalgia.
19:47—¿Eres más sabio de lo que yo fui a tu edad?
19:50Si mi orgullo me hubiera permitido escucharte antes, tal vez Julio seguiría con vida.
19:57Rafael bajó la cabeza.
19:59—No hablemos del pasado, padre.
20:02—Lo que importa es lo que haremos ahora.
20:05José Luis asintió.
20:08—Entonces te diré algo que nunca imaginé decirte.
20:12Estoy cansado, hijo.
20:14No quiero seguir viviendo entre muros que solo guardan fantasmas.
20:19—¿Qué quieres hacer? —preguntó Rafael.
20:23—Renunciar —respondió sin titubear.
20:26—Retirarme al convento de la Orden de San Martín.
20:30—Allí, quizás, encuentre la paz que aquí perdí.
20:35Rafael lo observó con asombro.
20:37—¿Dejarás la casa grande?
20:40—Sí —dijo el duque con una serenidad nueva.
20:44—Esta casa ya tiene dueño.
20:47—Y no soy yo.
20:49Al escuchar esas palabras, Rafael comprendió que su padre, por primera vez,
20:55había dejado de hablar como un señor y comenzado a hacerlo como un hombre.
21:00Esa noche, mientras las sombras se alargaban sobre el valle,
21:05Victoria observó desde su balcón cómo José Luis partía a caballo hacia la Capilla del Norte.
21:11No lo detuvo.
21:13No porque no quisiera, sino porque no se atrevía.
21:17Al cerrar los ojos, el eco de sus propios errores la envolvió.
21:22Por primera vez en mucho tiempo, sintió miedo.
21:26Los días que siguieron al retiro de José Luis
21:29marcaron un antes y un después en la casa grande.
21:33Sin el duque, la figura de autoridad se desvaneció.
21:37Y con ella, el poco equilibrio que aún quedaba entre los muros del palacio,
21:42Victoria, sumida en su orgullo herido, evitaba a todos.
21:47Sus pasos se escuchaban por los corredores a horas extrañas,
21:51como si vagara buscando algo que ya no existía.
21:55Mercedes, consciente de que la ausencia de José Luis podía desatar nuevas intrigas, decidió intervenir.
22:02Una tarde se presentó en el salón principal, donde Victoria leía frente a la chimenea.
22:08Sé que no soy bienvenida, dijo sin preámbulos, pero no pienso quedarme de brazos cruzados,
22:14viendo cómo destruyes lo que aún se puede salvar.
22:18Victoria levantó lentamente la mirada del libro.
22:22No tengo nada que destruir, Mercedes.
22:25Ya lo perdiste todo tú también.
22:28Yo perdí muchas cosas, replicó Mercedes, acercándose.
22:33Pero al menos, conservo la dignidad.
22:37Tú, en cambio, te alimentas del rencor.
22:40Eso es lo que te está consumiendo.
22:43La duquesa dejó el libro a un lado y se levantó.
22:46No necesito tus lecciones de moral.
22:49Tú solo sabes sermonear, pero nunca entendiste lo que significa ser mujer en un mundo que solo escucha a los hombres.
22:58Sí lo entiendo, respondió Mercedes con calma.
23:02¿Pero hay maneras de luchar sin convertirte en lo que odias?
23:07Por un instante, Victoria pareció dudar.
23:11Su voz se quebró cuando habló de nuevo.
23:14Todo lo que hice, lo hice por mantener el nombre Guzmán, por asegurarle un futuro a mi hijo.
23:21Mercedes la miró con compasión.
23:24Y ese futuro lo estás destruyendo tú misma.
23:29Rafael no necesita poder, necesita ejemplo.
23:33Victoria apretó los labios y dio la espalda.
23:37¿Y qué sabes tú del sacrificio, Mercedes?
23:40¿Has vivido a la sombra de los demás toda tu vida?
23:44Yo tuve que ganarme mi lugar.
23:47Y en esa lucha perdiste tu alma, dijo Mercedes antes de retirarse.
23:53Piénsalo, Victoria.
23:56Todavía no es tarde.
23:58Cuando quedó sola, la duquesa rompió en llanto.
24:02No por lo que Mercedes había dicho, sino porque por primera vez sintió
24:07que todo lo que había defendido se desmoronaba dentro de ella.
24:11Mientras tanto, Rafael trabajaba junto al marqués Hernando en los preparativos de la boda de Leonardo e Irene.
24:18El marqués revisaba listas, invitaciones y acuerdos con una precisión casi militar.
24:26Quiero que esta unión sea el símbolo del renacer del valle, decía con convicción.
24:32Después de tanta muerte, necesitamos un motivo para celebrar.
24:37Rafael sonrió.
24:39Si dependiera de mí, todas las celebraciones serían así, nacidas del perdón.
24:45Hernando asintió.
24:47Y esa es la diferencia entre tú y tu padre.
24:50Él creía que el perdón era debilidad.
24:53Tú lo entiendes como fortaleza.
24:55En ese momento, un criado se acercó con un mensaje.
25:00Señor marqués, la duquesa pide hablar con usted en privado.
25:05El marqués frunció el seño.
25:07¿Y qué querrá ahora esa mujer? murmuró, levantándose.
25:12Cuando entró en el salón, Victoria lo esperaba de pie, elegante como siempre,
25:18aunque con los ojos enrojecidos.
25:21Hernando comenzó.
25:23He cometido errores.
25:25¿Pero no permitiré que me apartes de mi lugar?
25:28El marqués la observó con dureza.
25:31Tu lugar te lo ganaste tú misma, Victoria, y también tú misma lo perdiste.
25:39Nadie te está apartando.
25:41Entonces, déjame demostrar que aún puedo servir a esta familia, insistió ella.
25:48¿Sé organizar, negociar, tratar con el pueblo?
25:53Rafael no puede hacerlo todo solo.
25:57Hernando suspiró.
25:59Lo que Rafael necesita es paz.
26:02No más intrigas.
26:03No usarás la boda de mi hijo para limpiar tu nombre.
26:07Victoria lo miró con una mezcla de ira y humillación.
26:11¿Crees que no tengo orgullo?
26:13No necesito tus migajas, Hernando.
26:16Pero te advierto, si me dejas fuera, buscaré mi propio camino.
26:21Y en ese camino te perderás, replicó él.
26:25¿Por qué nadie sobrevive mucho tiempo luchando contra la verdad?
26:30Victoria no contestó.
26:32Solo se marchó con paso firme, aunque por dentro ardía de furia.
26:38Esa misma noche, en su habitación, escribió una carta a Matilde.
26:43Necesito verte.
26:45Tengo una propuesta que podría beneficiarnos a ambas.
26:49No se la menciones a Mercedes.
26:52Confía en mí.
26:54Envió el mensaje con una criada y se quedó observando por la ventana.
26:59Si Hernando cree que puede humillarme, se equivoca.
27:03Murmuró.
27:04Yo también sé mover mis piezas.
27:07A la mañana siguiente, Matilde llegó discretamente a la casa grande.
27:13Había crecido mucho desde los días de servicio.
27:16Y ahora, bajo la protección de Mercedes, vivía en la casa pequeña junto a su hermano Martín.
27:22Pero la curiosidad y la necesidad la impulsaron a aceptar la cita.
27:28Victoria la recibió con una sonrisa suave.
27:32Matilde, querida, ¿cuánto has cambiado?
27:36¿Pareces otra mujer?
27:38Gracias, señora, respondió Matilde, algo tensa.
27:43¿Por qué me mandó llamar?
27:45Porque confío en ti, dijo Victoria, sirviendo dos tazas de té.
27:50Y porque sé que tu hermano sigue trabajando para los Guzmán,
27:55quiero ayudarte y ayudarte a ayudarlo.
27:59Matilde la miró con cautela.
28:02¿A qué se refiere?
28:04Sé que Mercedes te protege, dijo Victoria, pero también sé que no confía en mí.
28:10Si me ayudas a saber lo que ocurre en la casa pequeña,
28:14te prometo que Martín nunca perderá su trabajo ni sufrirá represalias.
28:19Matilde palideció.
28:21¿Quiere que la espíe?
28:23Victoria sonrió sin disimular su veneno.
28:27No me gusta esa palabra.
28:29Prefiero pensar que somos aliadas.
28:34La joven dudó.
28:36En su interior, la lealtad hacia Mercedes luchaba contra el miedo a perderlo todo.
28:43Victoria lo notó y añadió.
28:46Piénsalo, Matilde.
28:48En este valle, quien no se adelanta, termina siendo aplastado.
28:53Cuando Matilde se marchó, Victoria se quedó sola, satisfecha.
28:57El juego vuelve a empezar, murmuró.
29:01Y esta vez no pienso perder.
29:04Matilde caminó con paso rápido por el sendero que unía la casa grande con la casa pequeña.
29:12Llevaba las manos frías y el corazón le latía con fuerza.
29:17Las palabras de Victoria resonaban en su cabeza como un eco venenoso, aliadas, aliadas.
29:25Sabía que aceptar aquel trato era traicionar la confianza de Mercedes, pero también temía por su hermano Martín, cuya frágil situación laboral dependía de los caprichos de los Guzmán.
29:37Al llegar, Mercedes la esperaba en el patio, organizando los sacos de grano con Pepa.
29:44Matilde, ¿dónde estabas?, preguntó con tono amable.
29:49Matilde se sobresaltó, intentando ocultar su agitación.
29:54Solo fui a entregar unas telas a la señora Victoria.
29:57Dijo que quería agradecerme el trabajo de costura.
30:01Mercedes la observó unos segundos, percibiendo algo extraño en su mirada.
30:07¿Agradecerte? Qué raro en ella.
30:10No suele dar las gracias a nadie.
30:13Matilde forzó una sonrisa.
30:16Tal vez esté cambiando.
30:18Las víboras mudan de piel, pero no cambian su veneno, replicó Mercedes con calma.
30:24Ten cuidado con lo que promete.
30:27Siempre cobra más de lo que ofrece.
30:30La joven bajó la cabeza.
30:33Lo sé.
30:35Mientras tanto, en el despacho del marqués, Rafael y Hernando analizaban la situación del valle.
30:42El pueblo comienza a confiar otra vez, dijo Rafael, repasando los informes de producción.
30:49Pero todavía hay miedo.
30:51Muchos recuerdan las injusticias de los tiempos de mi padre.
30:55Eso cambiará con el tiempo, respondió el marqués.
30:59La justicia no se impone con decretos, sino con constancia.
31:04Rafael asintió.
31:07Intentaré ganármelo, día a día.
31:10Pero me preocupa, Victoria.
31:13Su silencio no es natural.
31:15Sequi trema aug.
31:17Hernando soltó un suspiro.
31:20La conozco mejor que tú.
31:21La conozco mejor que tú.
31:23Esa mujer no soporta perder poder.
31:27Si no la vigilas, lo recuperará a costa de cualquiera.
31:32En ese momento, Adriana entró con una sonrisa leve.
31:36¿Habláis de Victoria, verdad?
31:39Sí, respondió Rafael.
31:41Me temo que no ha renunciado a sus intrigas.
31:45Adriana se acercó a la ventana y miró hacia los jardines.
31:49Ayer la vi hablando con una de las criadas, una joven, de cabello trenzado.
31:55Creo que era Matilde.
31:58Rafael frunció el ceño.
32:00Matilde, pero ella trabaja con Mercedes.
32:04Precisamente, intervino Hernando.
32:07Eso podría ser peligroso.
32:10Si Victoria logra manipularla, tendrá ojos dentro de la casa pequeña.
32:16Rafael se levantó de golpe.
32:19Hablaré con Mercedes.
32:21No pienso permitir que mi madrastra vuelva a sembrar discordia.
32:26Esa misma tarde, Mercedes recibió la visita de Rafael.
32:31¿Lo notó preocupado, más de lo habitual?
32:35¿Qué ocurre?
32:36Preguntó.
32:37Necesito saber si Victoria ha tenido contacto con alguno de tus criados, dijo él.
32:44Mercedes dudó un instante.
32:47No que yo sepa.
32:49¿Por qué lo preguntas?
32:51Adriana la vio con Matilde, explicó Rafael.
32:55Y si eso es cierto, puede que esté intentando usarla.
33:00El rostro de Mercedes se tensó.
33:03Matilde no es mala chica, pero es ingenua.
33:07Si Victoria la ha enredado, debemos actuar antes de que sea demasiado tarde.
33:13Esa noche, cuando el silencio cayó sobre la casa pequeña, Mercedes fue hasta la habitación de Matilde.
33:20¿Tocó la puerta suavemente?
33:23¿Puedo pasar?
33:24Sí, señora, respondió la joven, sobresaltada.
33:29Mercedes entró con una lámpara encendida.
33:33Su mirada era firme, pero no agresiva.
33:36Matilde, necesito que me digas la verdad.
33:40¿Te ha buscado Victoria?
33:43La muchacha palideció.
33:46Yo solo fui a entregar unas telas, como dije.
33:50¿Y no hablo contigo?
33:52Matilde bajó la cabeza.
33:55Sí, me ofreció ayudar a Martín.
33:58Dijo que podría conseguirle un mejor puesto, si yo le contaba lo que pasa aquí.
34:05Mercedes respiró hondo.
34:07¿Y aceptaste?
34:09No, respondió rápidamente.
34:12¿Pero tengo miedo?
34:14Si ella cumple su amenaza, Martín perderá su trabajo.
34:18Mercedes se acercó y le tomó las manos.
34:21Hija, las promesas de esa mujer son como el vino agrio, dulce al principio, veneno al final.
34:30Si la ayudas, arrastrarás a tu hermano contigo.
34:34Pero si confías en mí, te protegeré.
34:37Las lágrimas corrieron por las mejillas de Matilde.
34:42No quería hacer daño.
34:44Solo, solo tengo miedo.
34:47Lo sé, dijo Mercedes con ternura.
34:50Pero el miedo no puede gobernar tu vida.
34:54Tú decides de qué lado estás.
34:57Motilde dao shintiu.
34:59Solo zando.
35:00Estoy con usted, señora.
35:03No volveré a verla.
35:05Mercedes sonrió con alivio.
35:08Bien.
35:09Y no temas por Martín.
35:11Hablaré con Rafael para asegurarnos de que conserve su puesto.
35:16No le faltará trabajo mientras yo viva.
35:20Al día siguiente, Rafael cumplió su palabra.
35:24Martín fue ascendido a capataz de los establos.
35:28Y Matilde, agradecida, juró nunca más hablar con Victoria.
35:33Sin embargo, el daño ya estaba hecho.
35:37La duquesa había olido la desconfianza.
35:40Y sabía que su plan se había descubierto.
35:43Desde su habitación, Victoria observaba el movimiento en el patio.
35:48Mercedes me ha ganado esta vez, murmuró, con una sonrisa amarga.
35:53Pero la guerra no termina hasta que el enemigo deja de respirar.
35:58Esa noche escribió una nueva carta, esta vez dirigida a un nombre que nadie había mencionado en meses, Isabel de Guzmán.
36:07En el mensaje decía, el valle vuelve a moverse, necesito tu regreso.
36:14Si actuamos juntas, nada ni nadie podrá detenernos.
36:19Selló la carta con cera roja y llamó a su doncella.
36:23Llévala esta misma noche, que nadie lo sepa.
36:28Cuando la puerta se cerró, Victoria miró el retrato de José Luis colgado sobre la chimenea.
36:34Tu debilidad me quitó todo, susurró.
36:38Pero mi astucia lo recuperará.
36:41El fuego crepitó, proyectando sombras danzantes en la pared.
36:46Era el preludio de una nueva conspiración, más peligrosa y calculada que cualquier otra.
36:52El amanecer iluminó el valle con un resplandor dorado.
36:57Pero en la casa grande, el aire se sentía denso, anticipando el conflicto que crecía en silencio.
37:04Rafael, ignorante de la nueva carta enviada por Victoria,
37:08continuaba trabajando con el marqués en la reorganización de las tierras.
37:13Si logramos que la cosecha de este año llegue sin contratiempos,
37:17«El valle volverá a ser próspero», comentó mientras revisaba los planos.
37:24«El trabajo está bien encaminado», respondió Hernando.
37:28«Pero recuerda, Rafael, los enemigos más peligrosos no están fuera, sino dentro de las paredes de esta casa».
37:36El joven lo miró con inquietud. «¿Habla de Victoria?»
37:41«Y de cualquiera que aún le deba lealtad», replicó el marqués.
37:45«No subestime su capacidad para manipular.
37:49Ella no actúa por impulso, sino por estrategia.
37:53Es como una serpiente, se mueve en silencio, pero su veneno es letal».
37:58Mientras tanto, en una habitación apartada, Victoria escribía nuevas notas con mano rápida,
38:05organizando su siguiente movimiento.
38:08«Había recibido respuesta de Isabel, ¿regresaré pronto?»
38:13«¿He oído que el poder se ha vuelto débil en tus manos?»
38:17«Juntas, quizá podamos enderezarlo».
38:20Victoria sonrió al leerla. «Perfecto. Todo vuelve a su curso».
38:26En la casa pequeña, Mercedes reunía a los trabajadores.
38:30«Este año no quiero que falte nada.
38:33Los niños deben tener ropa nueva.
38:36Y los ancianos, cobijo».
38:39«Rafael ha dispuesto que una parte del grano se entregue a las familias más necesitadas».
38:45Los campesinos aplaudieron, agradecidos.
38:49Matilde observaba la escena con orgullo, y por primera vez en mucho tiempo,
38:55se sintió parte de algo más grande que el miedo.
38:58Mercedes la llamó aparte.
39:01«¿Cómo está Martín?»
39:03«Feliz», respondió la joven.
39:05«Desde que lo ascendieron, no ha dejado de trabajar.
39:09No sabe lo que hizo por nosotros, señora».
39:13Mercedes sonrió. «No me lo agradezcas».
39:17Fue Rafael quien insistió.
39:20Dijo que un hombre trabajador no debe pagar por los pecados de los poderosos.
39:25Esa misma tarde, Adriana caminaba por el jardín con Rafael.
39:31Sus manos se rozaban, pero ninguno hablaba.
39:35El canto de los pájaros llenaba el silencio.
39:38Finalmente, ella se detuvo.
39:41«No sé si alguna vez tendrás un día sin preocupaciones», dijo con ternura.
39:47Rafael la miró, sonriendo.
39:50«Cuando te miro, el valle me parece menos pesado».
39:54«Entonces, mírame más seguido», respondió ella, sonrojada.
39:59Ambos rieron, y por un instante todo pareció en calma.
40:04Pero en el fondo, Rafael sabía que esa paz era frágil.
40:08«Prometí a mi padre que este valle viviría en armonía», murmuró.
40:14«Y lo cumpliré, aunque me cueste todo».
40:17«Lo lograrás», dijo Adriana con firmeza.
40:21«Porque no luchas por ambición, sino por justicia».
40:25Mientras tanto, Victoria recibía a Matilde en secreto por segunda vez.
40:30La joven había tratado de evitarla, pero la duquesa había encontrado una excusa convincente.
40:37«La salud de Martín».
40:38«Tu hermano no está en peligro», dijo con aparente dulzura.
40:44«Pero hay rumores de que Rafael planea reemplazarlo por alguien de confianza del marqués.
40:50¿Qué harás si eso sucede?»
40:53Matilde frunció el ceño.
40:55«No puede ser.
40:57Él mismo nos prometió seguridad».
41:00«Promesas», respondió Victoria, sonriendo.
41:04«Los Guzmán siempre prometen».
41:07«Hasta que algo mejor aparece».
41:10La joven se quedó en silencio.
41:13Victoria aprovechó la duda y colocó una bolsa sobre la mesa.
41:17«¿Toma esto?»
41:19«No es soborno, sino compensación».
41:22«Sólo quiero que me informes.
41:25Si Mercedes o Rafael hablan de mí».
41:28Matilde dio un paso atrás.
41:30«No puedo».
41:32«Sí puedes», insistió la duquesa.
41:35«Y debes hacerlo.
41:37No por mí, sino por Martín.
41:40Si no me ayudas, su futuro se desvanecerá.
41:44Tú, Jessie Jess».
41:46El miedo volvió a apoderarse de la muchacha.
41:49Tomó la bolsa, temblando.
41:52«¿No va a ir a nada?»
41:55«¿A Mercedes?»
41:56«Lo prometo».
41:58Victoria sonrió con satisfacción.
42:01«¿Sabía que podía confiar en ti?»
42:03«¿Eres más lista de lo que pareces?»
42:06Al salir, Matilde sintió una mezcla de culpa y angustia.
42:11Caminó sin rumbo por los jardines, intentando calmar la voz de su conciencia.
42:17«¿Sólo es información?»
42:19Se repetía «No estoy haciendo daño».
42:23Pero en su corazón, sabía que estaba traicionando a la única persona que había creído en ella.
42:29Esa noche, Rafael cenaba con Adriana y Mercedes cuando una criada entró apresurada.
42:36«Señor, hay rumores en el pueblo.
42:39Dicen que alguien está filtrando información sobre los planes de cosecha a los comerciantes del norte».
42:46Rafael frunció el seño.
42:49«¿Quién podría hacerlo?»
42:51«Sólo la familia y los capataces conocen esos detalles».
42:55Mercedes lo miró, inquieta.
42:58«Si, Victoria, quieres socavar tu autoridad, ese sería el modo perfecto».
43:03«Entonces actuaré antes de que lo logre», dijo Rafael.
43:08«Mañana revisaré los registros y hablaré con todos los supervisores».
43:14Adriana lo tomó de la mano.
43:17«Ten cuidado».
43:18«Victoria no actúa sola».
43:21Y tenía razón.
43:24A la mañana siguiente, Victoria recibió una visita inesperada.
43:29Una mujer de porte refinado, vestida con tonos oscuros,
43:33bajó del carruaje que se detuvo frente a la entrada.
43:36Al verla, la duquesa sonrió ampliamente.
43:40«Isabel», exclamó, extendiendo los brazos.
43:45«¿Cuánto tiempo ha pasado?»
43:48«Demasiado», respondió su sobrina, abrazándola.
43:52«Pero me alegra ver que aún tienes fuego en la mirada».
43:56«Victoria le ofreció una copa de vino».
43:59«El valle nos necesita, Isabel».
44:03«Rafael y el marqués pretenden gobernar con piedad,
44:07pero la piedad no alimenta el poder.
44:10Juntas devolveremos a esta casa su grandeza».
44:14«Isabel arqueó una ceja».
44:16«¿Y cuál es tu plan?»
44:18«Paciencia», respondió Victoria, con una sonrisa calculadora.
44:23«Primero observaremos.
44:26Luego, actuaremos».
44:28«Rafael cree que la justicia los salvará,
44:31pero pronto entenderá que la justicia sin astucia
44:35no es más que una ilusión».
44:37Mientras el viento agitaba las cortinas del salón,
44:41las dos mujeres se miraron con complicidad.
44:44En ese instante, el destino del valle volvió a girar hacia la sombra.
44:50Y lejos de allí, en la casa pequeña,
44:53Matilde despertó en mitad de la noche, ahogada por la culpa.
44:57Se arrodilló junto a su cama y rezó en silencio.
45:01«Dios mío, no permitas que haga daño, Mercedes.
45:05Dame fuerza para decir la verdad».
45:08Sus lágrimas cayeron sobre el suelo como un presagio.
45:12Provención de exigir «Marina»
45:13Bueno, ya lejos de aquí,
45:15según el vuestro...
45:16Esa es una buena idea,
45:17la palabra tiene que van a dejarles endos para ver si
45:20y se le ha valorado,
45:21el abrigo genuino de este polar.
45:23Las dos eh valori,
45:25las dos eh valori,
45:26las dos eh valori,
45:28las dos eh valori.
45:29Las dos eh valori,
45:30las dos eh valori.
45:31Cuando les doces,
45:32las dos eh valori,
45:34las dos eh valori,
45:35las dos eh valori.
45:36Los eh valori,
45:38las dos eh valori,
45:39las dos eh valori.
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