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💌 Valle Salvaje Capítulo 291 – Después de su sentencia, Isabel deja una carta que cambia todo.
En sus palabras, confiesa verdades que nunca se atrevió a decir, pide perdón y revela el sacrificio que escondió hasta el final.
💔 En este avance exclusivo, el valle entero se estremece al descubrir la última verdad de una mujer que amó demasiado… y pagó un precio imposible.

👑 Personajes principales: Isabel, José Luis, Victoria, Mercedes, Rafael, Adriana, Úrsula y Bernardo.
🕯️ Un episodio cargado de emoción, culpa, perdón y despedidas que nadie olvidará.

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Transcript
00:00El eco de lo ocurrido en Valle Salvaje seguirá resonando mucho tiempo después.
00:06Las cenizas del pasado aún arden bajo la superficie, pero algo distinto se respira en el aire,
00:13un cambio silencioso, casi sagrado. Las viejas estructuras del poder han caído,
00:20las máscaras se han roto y, entre ruinas, la verdad finalmente ha salido a la luz.
00:26José Luis, abatido por la culpa, vive sus días en un retiro voluntario,
00:32intentando expiar las culpas que lo consumen. Sus noches son largas, plagadas de recuerdos,
00:39la mirada de Alejo llena de odio, la voz de Luisa pidiendo justicia, el rostro de Victoria cuando
00:46fue arrestado, sabe que su redención no depende del perdón ajeno, sino del coraje para aceptar
00:53su propia miseria. Victoria, lejos del esplendor que la rodeó, enfrenta el juicio que durante años
01:00logró evitar. En su celda se aferra al espejo roto de su orgullo. El poder la abandonó, pero el
01:08remordimiento no. La mirada de Isabel y el desprecio de Adriana la acompañan como fantasmas. En la casa
01:17pequeña, la vida florece tímidamente. Luisa se recupera con lentitud, Alejo la cuida con ternura,
01:24y el pequeño Evaristo corre por el jardín, riendo, sin comprender del todo las sombras que han marcado
01:31su destino. Rafael y Adriana, ahora responsables del valle, trabajan para restaurar lo destruido,
01:39guiados por la promesa de una nueva generación que no repita los pecados de sus antepasados.
01:45Isabel, en su exilio, reza cada noche por ellos, sin saber si sus palabras serán escuchadas. Pero
01:53quizás, solo quizás, en los vientos que cruzan valle salvaje, su voz llega convertida en susurro,
02:00recordándoles lo que una vez escribió. Rompan el ciclo. Busquen la luz. Y por primera vez,
02:09en mucho tiempo, el valle parece escuchar. La noche cae sobre valle salvaje, como un manto
02:16de sombras y silencios. Adriana permanece sentada en su habitación. El rostro, bañado por la luz
02:24tenue de una vela que parpadea en la mesita de noche, acaba de regresar de visitar a Luisa en
02:31prisión, y la imagen de su amiga, tras los barrotes, la persigue como un eco imposible de acallar,
02:37exhausta, con el alma desgarrada, cree que nada podría doler más hasta que ve el sobre blanco,
02:46perfectamente colocado junto a la lámpara. Su nombre, Adriana, escrito con una caligrafía
02:53inconfundible, le congela la sangre. Con manos temblorosas, toma el sobre y siente un peso extraño,
03:00como si cargara algo más que papel. Culpa, dolor, arrepentimiento. Es la letra de Isabel.
03:09Y en ese instante, todo cobra sentido las miradas evasivas, las palabras entrecortadas,
03:16las despedidas implícitas. Isabel se ha ido. Con el corazón desbocado, Adriana rompe el sello y
03:24despliega las hojas. La tinta, aún fresca en algunos trazos, tiembla bajo la vela. Empieza a leer
03:32y el mundo se detiene. Querida Adriana, he vivido con el peso de secretos que debieron haber salido a
03:40la luz hace años. He protegido a quienes no merecían protección. He callado cuando debía hablar. Ahora sé
03:50que soy parte del problema. No puedo seguir aquí. No puedo fingir que mis manos están limpias. Cuando
03:57están manchadas de sangre, las lágrimas surgen sin permiso. Isabel confiesa todo. Cómo Victoria la
04:06manipuló para envenenar a Pedrito cuando era solo un niño. Cómo fue cómplice del asesinato de Pilara.
04:13Cómo sirvió aquella copa fatal, sin atreverse a preguntar. Describe. Con un detalle que corta la
04:20aliento. Los días en que el miedo gobernaba la casa grande, cuando obedecer era cuestión de
04:25supervivencia. Adriana aprieta las hojas contra el pecho. Isabel, cómo pudiste callar tanto tiempo.
04:34Pero mientras lo dice, comprende. Isabel fue víctima antes que culpable. Victoria tiene un
04:42don venenoso. Transforma el amor y la lealtad en cadenas invisibles. Isabel obedeció por miedo,
04:50por devoción, por sentirse útil en un mundo donde las mujeres servían o morían. En el siguiente
04:57párrafo, la carta se vuelve aún más devastadora. Si lees tú, ya me habré marcha tú. La Santa
05:05Hermandad pronto descubrirá lo que hice. No tengo la fuerza para enfrentar un juicio. Soy una cobarde,
05:14Adriana. Pero antes de irme, necesitaba que supieras la verdad. Protege a Bárbara y a Pedrito. No
05:22permitas que Victoria los toque. Su dulzura es un veneno disfrazado de amor. Tú eres la única esperanza
05:30de esta familia. Adriana no puede contener un sollozo. Esa mujer que fue madre, confidente y guía,
05:39se despide así, entre confesiones y súplicas. La carta termina con una última línea que arde como
05:46fuego. Rompe el ciclo, hija mía. Rompe el ciclo de mentiras que ha podrido nuestro hogar. La vela
05:55titila. Y por un momento, Adriana cree ver la sombra de Isabel en la pared, como si su espíritu aún
06:01permaneciera allí, pidiendo perdón. Se enjuga las lágrimas. Respira hondo. Y en ese mismo instante,
06:10oye pasos en el pasillo. Esconde la carta bajo la almohada, justo antes de que la puerta se abra.
06:17Victoria, erguida como siempre, la observa con ojos inquisitivos. ¿Has visto a Isabel? Pregunta
06:25con voz forzadamente tranquila. Adriana la mira y el corazón le ruge en el pecho. Frente a ella está
06:34la causa de tanto dolor. La mujer detrás de las muertes, las manipulaciones y las mentiras. Pero
06:42por ahora debe callar. No, tía, responde con frialdad. No, la he visto. Victoria entrecierra
06:52los ojos, estudiando el rostro de su sobrina como si pudiera leerle el alma. Es extraño,
06:59dice con un hilo de voz gélido. Nadie la ha visto desde esta mañana. Sus cosas han desaparecido. Es como
07:08si se la hubiera tragado la tierra. Adriana baja la mirada apenas un instante para contener el temblor
07:16que la invade. Quizás se cansó de vivir en una casa llena de mentiras. Responde, cada palabra
07:23pronunciada con una calma que contrasta con la tormenta interior. El aire en la habitación se vuelve
07:30denso. Victoria da un paso adelante, su perfume envolviendo la atención como una trampa invisible.
07:37¿Qué insinúas, Adriana? Pregunta en tono amenazante. Yo no insinúo nada, tía. Solo
07:45constato un eco. Adriana se levanta lentamente, enfrentándola. Esta casa está podrida desde los
07:54cimientos. Las personas buenas como Isabel, eventualmente, entienden que no pueden seguir
08:01viviendo rodeadas de oscuridad. Victoria se inmoviliza, el orgullo herido parpadeando en su
08:08mirada. Ten cuidado con lo que dices. Soy la duquesa de Valle Salvaje. Por ahora,
08:15réplica Adriana, avanzando un paso. Pero los títulos no significan nada cuando se construyen sobre
08:23crímenes. Tus secretos saldrán a la luz. Todos. Durante un instante, el silencio entre ambas
08:31mujeres es absoluto. La vela chisporrotea en el fondo, mientras una corriente de odio y miedo se
08:39cruza en el aire. Victoria sabe que su sobrina ha descubierto algo, pero ignora cuánto. Esa
08:47incertidumbre la desarma. Sus dedos tiemblan ligeramente, aunque intenta ocultarlo. De repente,
08:55un estruendo interrumpe la atención. Gritos desde el piso inferior, pasos apresurados,
09:01muebles moviéndose. Ambas se giran instintivamente hacia la puerta. Adriana no necesita preguntar. El
09:10caos es familiar en Valle Salvaje. Siempre anuncia tragedia. ¿Qué está pasando? exclama Victoria saliendo
09:19primero. Adriana la sigue, aún con la carta de Isabel oculta bajo la almohada, como si guardara
09:26un arma cargada de verdad. Mientras bajan las escaleras, el murmullo de voces se convierte en
09:33un rugido. En el gran salón, los criados se apartan ante la furia de Alejo, que acaba de irrumpir como un
09:41huracán. Sus ojos están inyectados de ira, y su voz retumba con un dolor que traspasa los muros.
09:49Padre, sale y da la cara como un hombre. José Luis aparece desde el despacho, con el rostro rígido y
09:57cansado. ¿Qué significa este espectáculo? pregunta intentando mantener su tono autoritario, pero Alejo
10:05no escucha. Todo esto es tu culpa. Tú destruiste la vida de una inocente. Victoria se detiene a medio
10:14escalón, helada. Adriana, desde el fondo, siente que el destino empieza a moverse. La carta de Isabel,
10:23las culpas, las muertes, todo está convergiendo. Alejo se lanza contra su padre con una furia
10:32contenida. Tú pagaste a Tomás. Tú planeaste todo para incriminar a Luisa. La condenaste por ser pobre.
10:42José Luis palidez. Eso es absurdo. ¿Absurdo? lo interrumpe Alejo. Admite lo que hiciste. Luisa está en
10:51prisión por tu orgullo. Victoria antonta a intervenir. Basta, Alejo. No tienes pruebas.
11:00Cállate, Victoria. Ruge Mercedes desde la entrada. Por una vez en tu miserable vida, cállate.
11:08Adriana observa. Paralizada por la magnitud del momento. Lo que Isabel confesó por escrito,
11:16ahora explota en la realidad. José Luis, el patriarca que se creía dueño del honor,
11:22es el arquitecto de una injusticia monstruosa. Su silencio lo delata. La mentira cae como un muro
11:29de piedra. Padre, susurra. Rafael, dime que no es verdad. José Luis baja la cabeza. No hay defensa
11:39posible. Todo vale salvaje. Se derrumba. Alejo se queda frente a su padre, temblando de furia. El
11:48silencio que sigue es espeso, insoportable. Todos los presentes pueden sentir que el destino de la
11:56familia Galvez de Aguirre está cambiando para siempre. José Luis intenta hablar, pero las palabras
12:03se le atascan en la garganta. Yo, yo solo quería protegerte, logra decir finalmente, con la voz
12:11quebrada. Protegerme, grita Alejo con rabia. ¿Llamas protección a destruir a la mujer que amo? Le
12:20arruinaste la vida, padre, todo por tu maldito orgullo. Rafael da un paso adelante, tratando de
12:27poner paz. Esto no solucionará nada. No me digas que me calme, replica Alejo, volviéndose hacia él.
12:39Tú no entiendes lo que es ver cómo el amor de tu vida se pudre en una celda por culpa de tu propio
12:45padre. Adriana contiene el aliento. Victoria observa la escena con una mezcla de miedo y desconcierto.
12:53Nunca había visto a Alejo tan fuera de sí, tan dispuesto a desafiarlo todo. Mercedes se acerca
13:01lentamente, la mirada encendida por una mezcla de compasión y desprecio hacia José Luis. Te lo
13:09advertí, le dice. Te advertí que el orgullo acabaría destruyéndolo todo. José Luis se lleva una mano al
13:18rostro, desesperado. No entienden. Luisa no era buena para ti, Alejo. Tiene un pasado. Cállate,
13:28ruge Alejo, acercándose tanto que casi lo empuja. ¿Y tú qué eres? ¿Crees que tus pecados son menores
13:37porque los cometiste desde un escritorio? Tú manipulas, mientes y destruyes, igual que Victoria. No hay
13:46diferencia entre ustedes dos. Victoria alza la barbilla con indignación, pero Adriana se adelanta,
13:53colocándose entre ellos. Basta, dice con voz firme. Basta de mentiras. Basta de fingir que esta familia
14:03representa algo más que dolor. Todos aquí hemos sido víctimas de su poder, de sus secretos. Y ya es
14:12hora de que todo termine. Y qué propones, sobrina, replica Victoria con una sonrisa amarga. Convertirte
14:21en la salvadora del valle? No eres más que una niña ingenua jugando a la justicia. Adriana la encara
14:28con la mirada firme. Tal vez, pero a diferencia de ti, yo no tengo sangre inocente en las manos.
14:36El comentario corta el aire como un cuchillo. José Luis se tambalea. ¿Qué sabes tuye sangre?
14:45Murmura. Adriana se contiene, pensando en la carta de Isabel escondida bajo su almohada.
14:52Más de lo que crees, responde fríamente. Antes de que la atención pueda escalar más,
14:58un sirviente entra corriendo, jadeando. Don José Luis, hay un mensajero de la Santa
15:06Hermandad. Todos se giran. El hombre, cubierto de polvo, irrumpe con una carta en la mano.
15:14Señor, la prisionera Luisa San Juan está grave. El médico dice que no sobrevivirá la noche si no
15:21recibe ayuda inmediata. El color desaparece del rostro de Alejo. ¿Qué has dicho? Está muriendo,
15:30señor. El tiempo se detiene. Alejo retrocede, como si lo hubieran golpeado en el pecho. Mercedes cubre
15:39su boca con las manos. Adriana se lleva una mano al corazón. Rafael intenta sostener a su hermano,
15:47pero Alejo se suelta violentamente. No susurra. No puede morir. No por esto. José Luis lo observa,
15:58paralizado. Hijo, no me llames así, grita Alejo. No tengo padre. Tú lo mataste todo. Sin esperar respuesta,
16:10sale corriendo hacia la puerta. Decidido a cabalgar hasta la Santa Hermandad, voy a traerla de vuelta.
16:17Viva o muerta. Alejo, espera, grita Rafael. Pero ya es tarde. Los pasos retumban en el pasillo como
16:28martillos de condena. Victoria se lleva una mano al pecho, pálida. Si hace algo imprudente,
16:35nos destruirá a todos. Mercedes la fulmina con la mirada. Ya estás destruida, Victoria.
16:43Solo que aún no lo sabes. El galope de Alejo resuena como un trueno en la noche, levantando
16:51polvo y miedo a su paso. Su rostro está desencajado, los ojos enrojecidos por el dolor y la ira. La luna
17:00ilumina su camino hacia la sede de la Santa Hermandad. Mientras Rafael, Adriana y Mercedes cabalgan
17:08detrás intentando alcanzarlo, cada minuto cuenta. En su mente, Alejo solo repite una idea. Luisa no
17:17puede morir. No por culpa de su familia. Cuando finalmente llega, irrumpen el edificio de piedra
17:27como una tormenta. ¿Dónde está, Luisa San Juan? Grita, empujando a los guardias que intentan
17:35detenerlo. Muéstrenme su celda. El capitán de la hermandad aparece, irritado pero también
17:42impresionado por la furia que emana de aquel joven noble. Don Alejo debe calmarse. No me calmaré hasta
17:51verla. Grita, con la voz quebrada. Rafael llega justo a tiempo para poner una mano en su hombro.
17:59Por favor, capitán, di a nos verla. Está muriendo. El capitán duda, pero asiente.
18:08Síganme. Los guía por un pasillo húmedo, oscuro, donde el aire huele a moho y desesperación. Cada paso
18:17que da Alejo parece una eternidad hasta llegar a una celda al final. El capitán abre la puerta y el
18:25alma de Alejo se derrumba. Luisa está tirada en el suelo de piedra, temblando bajo una manta raída.
18:33Su piel está grisácea, sus labios morados, su respiración entrecortada. Alejo cae de rodillas
18:40junto a ella. Luisa, mi amor, soy yo, susurra, tomándola en sus brazos. Sus dedos fríos apenas
18:49responden, pero sus ojos se abren un instante. Alejo, su voz es un hilo de aire viniste.
18:58Siempre vendré por ti, responde él, solo zando. Nunca te dejaré. Adriana y Mercedes entran
19:07corriendo detrás. Al ver a Luisa, ambas quedan paralizadas. Dios mío, murmura Adriana, horrorizada.
19:17Esto es inhumano. El médico del penal se acerca, con rostro grave, tiene neumonía avanzada. Su cuerpo
19:26no resistirá mucho más en estas condiciones. Alejo aprieta la mandíbula. Entonces la sacaremos de aquí
19:34ahora. No puedo autorizarlo sin una orden, dice el capitán. Malditas órdenes, ruge Alejo, poniéndose
19:43de pie. Mi padre pagó para traerla aquí. Él puede pagar para sacarla. Justo en ese momento, José Luis
19:52llega. Su rostro está demacrado. La culpa reflejada en cada línea. Capitán, necesito hablar con usted a
20:01solas. El capitán lo observa con recelo, pero lo sigue hasta una oficina cercana. Adriana aprovecha
20:10para ayudar a cubrir a Luisa con mantas, mientras Mercedes trae agua y trapos húmedos. Alejo se sienta
20:17junto a ella, acariciando su frente ardiente. Resiste, amor mío. Escúchame, ¿me oyes? Vamos a salir
20:27de aquí. Vamos a casarnos, a tener una vida nueva. Luisa sonríe débilmente. No, no digas eso. Ya no
20:38importa. Sí importa, insiste él. Con voz temblora yo. Porque te amo y el amor no muere. En la oficina contigua,
20:50José Luis habla con el capitán. Su voz tiembla, pero su determinación es real. Esa mujer es inocente.
21:00Tengo pruebas de que Tomás fue el verdadero ladrón. Libérela, bayomí palabra. El capitán lo observa
21:08con cautela. ¿Por qué ahora, don José Luis? Porque me equivoqué y no puedo seguir viviendo con este
21:16pecado. Tras un largo silencio, el capitán asiente. La liberaré bajo su custodia. ¿Pero quedará en valle
21:26salvaje hasta que capturemos a Tomás? José Luis respira aliviado por primera vez en semanas. Gracias.
21:36Solo, por favor, hágalo de inmediato. Cuando regresa a la celda, Alejo lo recibe con la mirada
21:43endurecida. ¿Qué hiciste? La he liberado, responde José Luis con voz débil. Un poco tarde, ¿no crees?
21:53replica su hijo, acariciando la mejilla de Luisa. Mírala, padre. ¿Está muriendo? José Luis cierra los ojos.
22:04Lo sé, y ojalá pudiera cambiarlo todo. Entonces ayúdame a salvarla, dice Alejo.
22:11Ayúdame a llevarla a casa. Entre ambos, con la ayuda de Rafael y Mercedes, levantan el frágil cuerpo
22:20de Luisa. En el pasillo, un susurro venenoso corta el aire. Qué conmovedor, dice una voz femenina
22:28desde otra celda. Es Úrsula Salcedo. A él la la salvan. A mí me dejan pudrirme, pero ya verán,
22:38victoria pagará por todo. Adriana se detiene. ¿Qué sabes tú sobre victoria? Úrsula sonríe con
22:47malicia. Pregúntale por Pilara. Pregúntale por tu padre. Adriana se queda helada. La carta de Isabel
22:58vuelve a pesar como plomo en su mente. El aire en el pasillo de la santa hermandad se vuelve
23:04irrespirable. Las palabras de Úrsula resuenan como un eco maldito en la cabeza de Adriana.
23:11Pregúntale por Pilara. Pregúntale por tu padre. Aquella frase, unida a la carta que aún lleva
23:19escondida en el bolsillo interior de su abrigo, la estremece hasta los huesos. Sabe que Úrsula puede
23:26estar mintiendo, manipulando, pero también sabe que en Valle Salvaje toda mentira esconde un trozo
23:33de verdad. Vamos, ordena Rafael, rompiendo el silencio. No hay tiempo para esto. Luisa necesita
23:43atención médica urgente. Alejo sostiene el cuerpo de su amada, envuelto en mantas, y apenas asiente.
23:50Su rostro está empapado en lágrimas, pero sus ojos brillan con una determinación feroz.
23:58No después de todo lo que ha soportado. Afuera, el carruaje espera bajo la lluvia ligera.
24:07Mercedes ya lo ha preparado con mantas calientes y botellas de agua tibia.
24:13He enviado un mensajero adelante. Informa.
24:16El mejor médico del Valle nos espera. En la casa pequeña.
24:21Gracias, Mercedes, murmura Alejo, colocando a Luisa en el interior.
24:27No sé qué haríamos sin ti.
24:30Somos familia, Alejo, responde ella con serenidad.
24:35Y las familias verdaderas se protegen.
24:38El carruaje parte entre truenos distantes, con Adriana, Mercedes y Luisa adentro.
24:44Mientras Alejo y Rafael cabalgan a los costados, José Luis lo sigue a distancia,
24:51con el alma encadenada por la culpa.
24:54En cada golpe de herradura sobre el suelo mojado, oye el eco de su pecado.
24:59Yo la destruí.
25:02Yo la condené.
25:03Durante el trayecto, Adriana sostiene la mano de Luisa, que arde de fiebre.
25:10Resiste, amiga mía.
25:11No te rindas, susurra con voz temblorosa.
25:15Luisa apenas responde.
25:18Sus labios se mueven sin fuerza, murmurando algo que Adriana apenas alcanza a oír.
25:24Evaristo.
25:24Está bien, cariño, le dice.
25:28Tu hijo está bien.
25:30Te espera.
25:32El camino hasta la casa pequeña parece interminable.
25:37Alejo no deja de mirar al carruaje, con el corazón latiendo a un ritmo salvaje.
25:44Rafael, a su lado, intenta mantener la calma.
25:49Llegaremos a tiempo, dice sin convicción.
25:52Si ella muere, Rafael, juro que.
25:56Alejo aprieta los dientes.
25:58Nunca me lo perdonaré.
26:01Cuando por fin llegan, los criados ya están preparados.
26:05Matilde abre la puerta y el calor de la chimenea los envuelve.
26:10Tráiganla aquí, grita, apartando las mantas del sofá más cercano.
26:16Entre todos, colocan a Luisa con sumo cuidado.
26:20Su respiración es débil, irregular, como una vela que amenaza con extinguirse.
26:27El médico, un hombre mayor de barba blanca, se inclina sobre ella de inmediato.
26:33Neumonía avanzada diagnostica.
26:35Hay líquido en los pulmones.
26:38Necesitará calor constante, líquidos y silencio absoluto.
26:43¿Va a sobrevivir?
26:45Pregunta Alejo con voz rota.
26:48El médico lo mira con piedad.
26:51¿Dependerá de su voluntad de vivir?
26:54Alejo se sienta junto a ella, sosteniéndole la mano.
26:58¿Tienes que quedarte, Luisa?
27:00Adriana, ¿me oyes?
27:02¿Tienes que quedarte conmigo?
27:05Mercedes de Pitazel reprima solozo.
27:09¿Dios la proteja?
27:11No merece morir así.
27:13Afuera, la lluvia arrecia.
27:17Rafael y Adriana observan desde la ventana el reflejo de los relámpagos sobre el valle.
27:22Todo esto susurra.
27:25Adriana, ¿es un castigo?
27:27¿Por los pecados de nuestros padres?
27:30¿Por las mentiras que hemos permitido?
27:33Quizás, responde Rafael, pero también puede ser una prueba.
27:38Si ella vive, si el amor de Alejo logra vencer la muerte, tal vez todavía quede esperanza para Valle Salvaje.
27:45José Luis aparece en la puerta, empapado, los hombros hundidos.
27:52Nadie lo saluda.
27:53Se acerca lentamente hasta la cama.
27:56Luisa, lo siento, murmura, con la voz quebrada.
28:02Alejo levanta la mirada, su rostro una mezcla de furia y desprecio.
28:07Tus disculpas no curan su fiebre, ni borran su dolor.
28:10Solo la fe puede hacerlo.
28:14Y la fe no se compra con dinero, padre.
28:18José Luis baja la cabeza.
28:21¿Sabe que su tiempo de redención está acabando?
28:24La noche cae con un silencio espeso sobre la casa pequeña.
28:28El fuego de la chimenea crepita, lanzando sombras que se mueven como espectros en las paredes.
28:36Alejo no ha soltado la mano de Luisa ni un solo instante.
28:40Su rostro, desgastado por las lágrimas y la falta de sueño, se ilumina apenas por la luz temblorosa de las brasas.
28:49Aguanta, amor mío.
28:51Por favor, susurra una y otra vez, como si esas palabras fueran un hechizo.
28:57El médico entra de nuevo con una jarra de agua caliente y varias hierbas.
29:02La fiebre sigue alta, dice con voz grave.
29:07Si logra pasar la noche, habrá esperanza.
29:10Pero si no, no termina la frase.
29:14Nadie tiene el valor de pedirle que lo haga.
29:17Adriana se sienta junto a su hermano, cubriendo a Luisa con una manta nueva.
29:22Recuerda lo que dijiste una vez, Alejo, que el amor podía vencer cualquier oscuridad.
29:30No dejes que tu fe muera ahora.
29:33Él la mira, los ojos enrojecidos, y asiente débilmente.
29:38No moriré antes que ella lo haga.
29:41Mercedes y Matilde preparan infusiones en la cocina.
29:46Cada tanto, se escucha el tintineo de cucharas y el murmullo de oraciones.
29:52En la sala, José Luis permanece de pie, apoyado en el marco de la puerta,
29:58observando la escena con un remordimiento insoportable.
30:02Por primera vez, el patriarca de Valle Salvaje parece un hombre vencido, roto.
30:07Todo lo que toqué, se convirtió en desgracia, murmura.
30:13Perdí a mis hijos, perdí mi honor.
30:16Y si ella muere, también perderé el alma.
30:20Rafael se acerca a él.
30:22Todavía puedes hacer algo.
30:24José Luis levanta la mirada, desconcertado.
30:29¿Qué podría hacer que borre esto?
30:31Decir la verdad, responde su hijo mayor con firmeza.
30:35A la santa hermandad, al pueblo, a todos.
30:41El duque aparta la vista, la verdad me destruiría.
30:46Ya estás destruido, padre, replica Rafael.
30:50Lo único que puedes recuperar es un poco de dignidad.
30:55Mientras tanto, Alejo continúa hablando a Luisa,
30:58en un monólogo entrecortado lleno de recuerdos y promesas.
31:02Cuando te recuperes, construiremos una casa junto al río.
31:07Plantaremos flores, las que tanto te gustan.
31:11Y Evaristo jugará descalzo en el jardín.
31:15¿Me escuchas, amor?
31:16Vamos a tener esa vida, te lo juro.
31:19Luisa abre los ojos un segundo.
31:22Los labios temblorosos.
31:25No, me irás.
31:27Jamás, responde él, con la voz quebrada.
31:31Afuera, el sonido de cascos rompe el silencio.
31:35Un carruaje de la Santa Hermandad se detiene frente a la Casa Grande.
31:39En su interior, el capitán sostiene una orden firmada por José Luis,
31:44la liberación oficial de Luisa San Juan
31:47y la detención de Doña Victoria Salcedo por conspiración.
31:50Su mirada es dura, decidida.
31:55Esta vez, piensa,
31:56la justicia no se comprará con dinero.
32:00Minutos después, el capitán entra en la Casa Grande,
32:03acompañado por Mercedes,
32:05que lo ha guiado hasta el despacho.
32:08Victoria, al verlo, intenta mantenerla con postura.
32:13¿Qué significa esto?
32:15Significa, responde el capitán,
32:18que ha llegado el momento de rendir cuentas.
32:21José Luis aparece detrás de él,
32:24con los hombros hundidos.
32:26Victoria, terminé de cubrir tus mentiras por demasiado tiempo.
32:31Ya no puedo seguir.
32:33¿Qué has hecho?
32:34exclama ella, pálida.
32:37¿Te atreves a traicionarme?
32:39Traicionarte sería seguir callando,
32:42responde él.
32:43Sí, tú sabías todo.
32:45Tú orquestaste junto a mí la condena de Luisa.
32:49Tú protegiste a Tomás,
32:50ocultaste testigos,
32:52moviste dinero,
32:53y ya no pienso seguir callando.
32:56Victoria da un paso atrás,
32:58temblando.
33:00¿Estás delirando, José Luis?
33:02¿No tienes pruebas?
33:04Mercedes se adelanta,
33:06una sonrisa amarga en los labios.
33:08Sí,
33:10las tiene.
33:12¿Y yo también?
33:14Tengo tus cartas,
33:15tus pagos,
33:17tus mentiras.
33:18¿Todo?
33:20El capitán despliega el documento.
33:23Doña Victoria Salcedo
33:25queda arrestada por conspiración criminal,
33:28obstrucción a la justicia
33:29y complicidad en los delitos investigados.
33:33No,
33:34no pueden hacerme esto.
33:36Soy la duquesa de Valle Salvaje.
33:39Erás,
33:40dice José Luis,
33:41sin mirarla.
33:43Ahora,
33:44solo eres una mujer
33:45que ha perdido hasta su sombra.
33:48Mientras la escoltan fuera,
33:50su grito desesperado
33:51resuena por toda la casa.
33:53Me las pagarás,
33:54José Luis.
33:55Todos caerán conmigo.
33:57Y por primera vez en muchos años,
34:00el eco de Valle Salvaje
34:01responde con silencio.
34:04El amanecer llega cargado de murmullos
34:06y pasos nerviosos en la casa grande.
34:10Nadie recuerda haber visto algo semejante.
34:13Los soldados de la Santa Hermandad
34:15apostados en la entrada,
34:17los criados reunidos en los pasillos
34:19y en el centro de todo.
34:21La duquesa,
34:22Victoria Salcedo,
34:24siendo escoltada con las muñecas encadenadas.
34:27La mujer que durante años
34:29gobernó con puño de hierro,
34:31temida y venerada por igual,
34:33camina ahora entre los suyos,
34:35sin corona,
34:36sin poder,
34:37solo con el rostro endurecido por la rabia.
34:40Esto es una farsa,
34:42grita con la voz ronca de la desesperación.
34:45Soy la duquesa de Valle Salvaje,
34:47la esposa de José Luis Galvez de Aguirre.
34:50Exijo respeto.
34:51El capitán de la hermandad
34:53ni siquiera se detiene.
34:55Exija lo que quiera.
34:58Señora responde con tono implacable.
35:01¿Pero hoy responderá por sus crímenes?
35:04José Luis la observa
35:06desde el umbral del despacho.
35:08Su figura parece envejecida
35:10en cuestión de horas.
35:13Victoria,
35:14dice con voz baja pero firme,
35:16esto debía pasar.
35:19Ella se gira bruscamente,
35:21los ojos encendidos de furia.
35:23¿Tú hiciste esto?
35:24¿Tú me traicionaste?
35:26¿No fue traición?
35:28Responde él.
35:30Fue justicia.
35:32Y debía serlo hace mucho tiempo.
35:35Mercedes se adelanta unos pasos,
35:38cruzando los brazos.
35:40Nadie te traicionó,
35:42Victoria.
35:42¿Te destruiste tú sola?
35:44¿A base de mentiras,
35:47de veneno,
35:48de manipular
35:49a todos los que te amaban?
35:51Victoria sonríe con amargura.
35:54¿Y tú qué sabes de amor,
35:56Mercedes?
35:57Siempre envidiando
35:58lo que no pudiste tener,
36:00Mercedes la mira
36:01con serenidad helada.
36:04Sí,
36:05te envidía alguna vez,
36:06pero ya no,
36:08porque ahora veo
36:09lo que eres realmente.
36:12¿Una mujer vacía,
36:14devorada por su propio poder?
36:16El capitán
36:17se acerca
36:18y lee la orden
36:19con voz solemne.
36:21Doña Victoria Salcedo
36:22queda arrestada
36:23por conspiración criminal,
36:25obstrucción a la justicia
36:27y participación
36:28en actos
36:28que resultaron
36:29en la muerte
36:30de Pilara Salcedo
36:31y el intento
36:32de asesinato
36:33de Pedrito Salcedo.
36:34La investigación continúa,
36:37Mentiras,
36:38todos son mentiras,
36:40vocifera a ella,
36:42forcejeando.
36:43José Luis,
36:45diles que no pueden
36:46hacerme esto.
36:48Pero él ya no responde.
36:50Sus ojos están llenos
36:52de arrepentimiento.
36:54No puedo salvarte,
36:55Victoria.
36:55No después de todo
36:58lo que hicimos,
36:59ya es demasiado tarde.
37:02El capitán ordenó,
37:04lleve en Shalom.
37:05Los soldados
37:06la conducen
37:07entre los criados
37:08que la observan
37:09con una mezcla
37:10de miedo,
37:11alivio
37:12y compasión.
37:14Nadie
37:14dice una palabra.
37:16Cuando el carruaje
37:17se aleja,
37:18el sonido
37:19de los cascos
37:20se mezcla
37:20con el llanto
37:21contenido
37:21de las mujeres
37:22del servicio.
37:24Por primera vez,
37:25la casa grande
37:26parece vacía,
37:28libre,
37:28pero herida.
37:30José Luis
37:30se sienta pesadamente
37:32en su escritorio.
37:34Con la mirada perdida,
37:36he entregado
37:37a mi esposa
37:37a la justicia,
37:39murmura,
37:40y sin embargo,
37:42siento que me he entregado
37:43con ella.
37:43Mercedes le responde
37:46con calma,
37:47quizás,
37:48pero por primera vez
37:49hiciste lo correcto.
37:51Él levanta la vista,
37:53agotado.
37:54¿Lo correcto?
37:56Tal vez,
37:57pero lo hice
37:57demasiado tarde.
37:59En la casa pequeña,
38:00mientras tanto,
38:02la noticia del arresto
38:03llega a oídos
38:04de Adriana y Rafael.
38:06Ambos
38:06se miran
38:07en silencio,
38:09sabiendo que el fin
38:10de victoria
38:10es solo el comienzo
38:12de otra etapa.
38:14Todo ha cambiado,
38:15dice Adriana
38:16con voz grave.
38:18Valle salvaje
38:19ya no será el mismo.
38:20¿Y tal vez
38:21eso sea bueno?
38:22Responde Rafael.
38:24Por fin,
38:25la oscuridad
38:26empieza a disiparse.
38:28Afuera,
38:29el sol comienza
38:30a iluminar
38:30el valle húmedo
38:32y un viento suave
38:33acaricia
38:33las ventanas abiertas.
38:36En la cama,
38:37Luisa duerme
38:37profundamente
38:38con Evaristo
38:39abrazado a su costado.
38:42Su respiración
38:43es tranquila.
38:44Alejo,
38:45sentado
38:46junto a ellos,
38:47cierra los ojos
38:48por primera vez
38:49en paz.
38:51El pasado
38:51aún pesa
38:52sobre todos,
38:53pero en ese
38:54instante fugaz,
38:55Valle salvaje
38:56respira algo
38:57que no había sentido
38:58en años.
38:59Esperanza.
39:01El día siguiente
39:02amanece distinto.
39:04La luz del sol
39:05entra limpia
39:06por las ventanas
39:07de la casa pequeña
39:08sin el peso
39:09de las sombras
39:10que durante años
39:11cubrieron
39:12Valle salvaje.
39:13El aroma de pan
39:14recién hecho
39:15se mezcla
39:16con el de las hierbas
39:17medicinales
39:18que Mercedes
39:19prepara en la cocina.
39:21Afuera,
39:22los criados
39:22caminan en silencio
39:23con una mezcla
39:25de alivio
39:25y temor
39:26ante el nuevo orden
39:27que se avecina.
39:29Adriana se despierta
39:30con el corazón agitado.
39:32No ha dormido
39:33mucho.
39:34La carta
39:35de Isabel
39:35aún descansa
39:37sobre su mesa
39:38doblada
39:38y manchada
39:39por las lágrimas
39:40de la noche anterior.
39:42La toma
39:42entre las manos
39:43y relee
39:44los últimos párrafos.
39:46Rompe
39:47el ciclo
39:47de mentiras
39:48que ha envenenado
39:49a esta tierra.
39:51No repitas
39:52nuestros errores.
39:54Siente
39:54que Isabel
39:55le habla
39:56desde el pasado
39:57dándole
39:58una última misión.
40:00Rafael
40:00entra en ese momento
40:01el rostro
40:03aún marcado
40:04por la fatiga.
40:05¿No has dormido?
40:07No podía
40:08responde Adriana
40:09guardando la carta.
40:11Todo lo que
40:12Isabel reveló
40:13no puedo
40:14quedármelo
40:14para mí.
40:16Rafael
40:16se sienta
40:17a su lado.
40:18Si la haces
40:19pública
40:19destruirás
40:21lo que queda
40:21de esta familia.
40:23No solo
40:24a Victoria
40:24también
40:26a mi padre.
40:28A todos
40:28Adriana
40:30lo mira
40:30con dolor.
40:32¿Y acaso
40:32no merecen
40:33ser destruidos?
40:35¿No es justo
40:35que el pueblo
40:36sepa
40:36quiénes eran
40:37realmente
40:38los galves
40:38de Aguirre?
40:40Todas
40:40she admitirá.
40:42Pero también
40:43piensa
40:44en Alejo,
40:45en Luisa,
40:45en Evaristo,
40:47incluso en nuestro
40:47hijo que está
40:48por nacer.
40:50Ellos cargarían
40:51con la vergüenza
40:52de un apellido
40:52manchado
40:53para siempre.
40:55Ella guarda
40:55silencio.
40:57El conflicto
40:57entre la justicia
40:58y el amor,
40:59la desgarra.
41:01No sé
41:02qué hacer,
41:03Rafael.
41:04No quiero
41:04que todo
41:05siga oculto,
41:06pero tampoco
41:07quiero más dolor.
41:09Entonces,
41:09no decides
41:10aún,
41:11responde
41:11suavemente.
41:13La verdad
41:14no se pudre.
41:16Espera
41:17el momento
41:17correcto.
41:19En ese instante,
41:20Mercedes
41:21entra con
41:21determinación.
41:23Disculpen
41:24que interrumpa,
41:25pero el valle
41:26necesita liderazgo.
41:28José Luis
41:29está acabado,
41:30Victoria
41:30está gestada.
41:32Si nadie
41:33toma las riendas,
41:35la Santa Hermandad
41:36nombrará
41:36a un administrador
41:38externo.
41:39¿Y qué propones?
41:40Pregunta Adriana.
41:41Que sean ustedes,
41:44dice Mercedes
41:44con firmeza.
41:46Tú eres la tutora
41:47legal de Pedrito,
41:49el legítimo heredero
41:50de estas tierras,
41:52y Rafael
41:52es el único
41:54hijo reconocido
41:55de José Luis.
41:56Juntos
41:57pueden devolverle
41:58la honra
41:58a Valle
41:59Salvaje.
42:01Rafael
42:01la mira
42:02sorprendido.
42:04Nosotros
42:04no somos
42:06políticos
42:07ni nobles
42:08de verdad.
42:09Precisamente
42:10por eso
42:10replica
42:11Mercedes.
42:13No están
42:13corrompidos
42:14por el poder.
42:16Valle
42:16Salvaje
42:17no necesita
42:17títulos,
42:19necesita
42:19corazón.
42:21Adriana
42:21suspira,
42:22observando
42:23por la ventana
42:24el paisaje
42:24que una vez
42:25fue símbolo
42:26de orgullo
42:26y ahora
42:27parece una
42:28herida abierta.
42:30Si aceptamos,
42:31¿lo haremos
42:31a nuestra
42:32manera?
42:33Sin mentiras,
42:34sin manipulaciones,
42:36todo con
42:37transparencia.
42:39Eso
42:39será difícil,
42:41advierte
42:41Mercedes.
42:42Entonces
42:43será
42:44necesario,
42:45responde
42:46Adriana
42:46con convicción.
42:48En la
42:48habitación
42:49contigua,
42:50el pequeño
42:50Evaristo
42:51se despierta
42:52y corre
42:53hacia la cama
42:53donde Luisa
42:54descansa.
42:55Mamá
42:56grita
42:57con alegría.
42:58Ella
42:59sonríe,
43:00débil
43:00pero viva
43:01y lo abraza
43:02con lágrimas
43:03en los ojos.
43:05Alejo
43:05los observa
43:06desde la puerta
43:06con el corazón
43:08rebosante
43:08de amor
43:09y alivio.
43:11¿Estás
43:11en casa,
43:12Luisa?
43:13¿Todo
43:13está bien
43:14ahora?
43:15Gracias,
43:16mi amor,
43:16susurra
43:17ella.
43:18Por no
43:19rendirte,
43:20Adriana
43:21entra con
43:21Rafael
43:22detrás.
43:23Al ver
43:24a madre
43:24e hijo
43:25reunidos,
43:26no puede
43:26evitar
43:27llorar.
43:28Tanto
43:28dolor
43:29y aún así
43:30la vida
43:30insiste
43:31en darnos
43:31esperanza.
43:33Luisa
43:33le toma
43:34la mano.
43:35Eso es
43:36lo que
43:36somos,
43:37Adriana,
43:38las que
43:38sobreviven.
43:40Afuera,
43:41el carruaje
43:41de la Santa
43:42Hermandad
43:43parte con
43:43victoria rumbo
43:44a la capital.
43:46En los
43:46establos,
43:47José Luis
43:48permanece
43:48solo,
43:49viendo cómo
43:50el polvo
43:50del camino
43:51se eleva
43:51tras ella.
43:53No sabe
43:53si su destino
43:54será el perdón
43:55o la ruina,
43:56pero,
43:57¿al fin
43:57comprende
43:58lo que
43:58significa
43:59perderlo
43:59todo?
44:01Más
44:01allá del
44:01horizonte,
44:02una figura
44:03oculta
44:04observa
44:04la escena.
44:06Tomás,
44:07cubierto
44:07por una
44:07capa oscura,
44:09sonríe
44:09con rencor.
44:11Aún
44:11no ha
44:12terminado,
44:13murmura,
44:14Valle
44:15salvaje
44:15todavía
44:16me debe
44:16sangre.
44:17El
44:18viento
44:18sopla
44:19con fuerza,
44:20llevando
44:20consigo
44:21un
44:21presentimiento
44:22inquietante.
44:23Isabel,
44:24en algún
44:25lugar lejano,
44:26quizás
44:26siente lo
44:27mismo,
44:28que su
44:28carta
44:29ha cambiado
44:29el curso
44:30del destino,
44:31pero que
44:32las sombras
44:32del valle
44:33aún no se
44:34han disipado
44:34del todo.
44:36Valle
44:36salvaje
44:37respira,
44:38herido,
44:38pero vivo.
44:40Y por
44:40primera vez
44:41en mucho
44:41tiempo,
44:42bajo el
44:43sol
44:43naciente,
44:44una promesa
44:45brilla entre
44:45sus ruinas,
44:47el comienzo
44:48de una
44:48nueva era.
44:53SILENCIA
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