Valle Salvaje Capítulo 286 – El pasado finalmente alcanza a Victoria.
El valle entero se estremece cuando sale a la luz su secreto más oscuro, uno capaz de destruir familias, alianzas y corazones.
😱 En este avance exclusivo, veremos cómo su mundo se derrumba mientras enfrenta la verdad que juró enterrar para siempre.
👑 Personajes principales: Victoria, José Luis, Mercedes, Rafael, Úrsula, Adriana y Julio.
💔 Un episodio cargado de revelaciones, lágrimas y un destino que ya no se puede detener.
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#ValleSalvaje #Victoria #ElSecretoDeVictoria #AvanceValleSalvaje #TVNRevisar #Telenovela #Drama #Avance286 #SecretoMonstruoso
El valle entero se estremece cuando sale a la luz su secreto más oscuro, uno capaz de destruir familias, alianzas y corazones.
😱 En este avance exclusivo, veremos cómo su mundo se derrumba mientras enfrenta la verdad que juró enterrar para siempre.
👑 Personajes principales: Victoria, José Luis, Mercedes, Rafael, Úrsula, Adriana y Julio.
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00:00There was nothing of him since he left, ni a missive, and suddenly he appeared here, like a sound of the nada.
00:14Why have you returned to the valley?
00:15I think it's time to tell you, and you deserve to know the truth.
00:21The evening brought with you a strange calm. Nobody imagined that the valley, so accustomed to the secrets, was at point of stalled.
00:30In the big house, Victoria remained closed, with her eyes lost in front of the mirror.
00:37The reflection was returned to a woman who no longer recognized, ni duquesa, ni esposa, ni madre.
00:46¿Sólo un espectro, sostenido por el miedo?
00:50Damaso, en su estudio, escribía una carta dirigida al tribunal eclesiástico.
00:56Cada palabra era un golpe al linaje Casillas.
01:00Cada firma una sentencia.
01:02El hijo vive, escribió.
01:05¿Y el valle conocerá su nombre?
01:08En la casa pequeña, Mercedes no podía conciliar el sueño.
01:13La sospecha la atormentaba.
01:14¿Alejo, el joven que defendía a Luisa con tanto coraje, podía ser el fruto de aquel pecado oculto?
01:22Si lo confirmaba, todo cambiaría.
01:25Si lo callaba, la historia se repetiría.
01:29A lo lejos, Luisa, desde su celda, rezaba.
01:34Su fe era lo único que aún no le habían arrebatado.
01:37Entre lágrimas, pidió perdón por pecados que no eran suyos, sin saber que su destino estaba entrelazado con el de un hijo perdido y una madre corrompida por la culpa.
01:49El viento del amanecer arrastró consigo los primeros toques de campana.
01:54En ellos se escondía el eco de una promesa.
01:59La verdad, finalmente, iba a salir a la luz, aunque destruyera todo a su paso.
02:04El valle, una vez más, se preparaba para ardero.
02:09La noche envolvía el bosque con un manto de sombras espesas, apenas roto por la luz temblorosa de una linterna.
02:17Victoria caminaba con paso rápido entre los árboles, respirando agitadamente.
02:23Había mandado un mensaje anónimo a Damaso para que se encontraran allí, lejos de ojos curiosos, lejos del palacio y de las habladurías del valle.
02:35El aire olía a tierra mojada y a miedo.
02:38Cuando llegó al claro, él ya la esperaba.
02:40De pie, apoyado en un tronco, con su sombrero echado hacia atrás y los ojos brillando bajo la penumbra.
02:49—Sabía que vendrías —dijo Damaso sin moverse.
02:53—¿No podrías resistir la curiosidad?
02:56Victoria se acercó con cautela, intentando mantener la compostura.
03:01—No vine por curiosidad.
03:04—Vinia advertirte.
03:06—¿Advertirme? —repitió él, sonriendo.
03:11—¿De qué? ¿De que volverás a matarme?
03:14Ella lo miró con rabia contenida.
03:17—¿No digas tonterías?
03:20Lo que pasó hace veinte años fue un accidente.
03:24—Occidente —rió él con amor buró.
03:28—Fingiste mi muerte, porraste mi nombre y dijiste que nuestro hijo había nacido muerto.
03:34—¿Eso no fue un accidente, Victoria?
03:37—¿Fue tu salvación?
03:39—Victoria dio un paso atrás, con el rostro desencajado.
03:44—¿Quién te dijo eso?
03:46Damaso sacó un pequeño medallón del bolsillo, el mismo que había dejado sobre el altar días antes, y lo sostuvo ante la luz.
03:55—Este medallón pertenecía a la nodriza que crió al niño.
04:00Murió hace dos años, pero antes de hacerlo, me contó toda la verdad.
04:05El niño sobrevivió, y tú lo entregaste en secreto, con otro nombre, para deshacerte de él.
04:13—El corazón de Victoria comenzó a latir con fuerza.
04:17—No sabes de lo que hablas.
04:20—Sí, lo sé —replicó él, acercándose.
04:24—Lo busqué por años.
04:26Seguí cada pista, cada rumor, hasta que llegué aquí, y ahora sé que está vivo, y que está más cerca de lo que imaginas.
04:35—Victoria lo miró horrorizada.
04:39—¿Mientes?
04:41—No dijo él con voz baja y firme.
04:44—¿Está aquí, en el valle?
04:47—El silencio fue absoluto.
04:50—Sólo el viento entre los árboles y el lejano canto de un búho rompían la tensión.
04:56—Victoria retrocedió un paso, temblando.
04:59—No, no puede ser.
05:03—¡Oh, sí!
05:04—continuó Damaso.
05:06—El destino tiene un sentido del humor cruel.
05:11—Tu hijo creció lejos de ti, convertido en todo lo que desprecias.
05:16—Vive entre los que llamas hirvientes, entre los humildes.
05:20—Y pronto sabrá quién es en realidad.
05:24—Ella apretó los dientes, furiosa.
05:27—Si lo tocas, te juro que te mataré.
05:31Damaso sonrió con amargura.
05:33—No necesito tocarlo.
05:35—Él vendrá a mí cuando sepa la verdad.
05:38—No lo harás —gritó ella, fuera de sí.
05:42—No destruirás lo que construí.
05:45—Damaso avanzó hasta que dar a pocos pasos de ella.
05:49—¿No vine a destruir Victoria?
05:52—¿Vine a revelar?
05:54—A mostrarle al valle que la duquesa Casillas es una impostora, una asesina y una madre que enterró viva su propia sangre.
06:03—Victoria levantó la mano y lo abofeteó con furia.
06:08—Calla, cállate, maldito.
06:11—Él no se movió.
06:14—Sólo la miró, con los ojos llenos de un dolor antiguo.
06:18—No te atrevas a volver a tocarme.
06:22—Yo ya morí una vez por ti.
06:25—Victoria respiraba con dificultad, tratando de contener el llanto y la rabia.
06:31—No vas a ganar, Damaso.
06:34—Narite, creerá.
06:35—Todo el valle piensa que eres un loco que volvió del infierno.
06:41—Todas respondí, Weir.
06:43—Pero cuando la verdad empiece a salir, no necesitarán creerme.
06:48—¿Bastará con que vean tu miedo?
06:50—Victoria dio un paso atrás, derrotada, y su voz se quebró.
06:55—¿Qué quieres de mí?
06:57—Dinero, silencio, ¿qué te detendrá?
07:01—Damaso la observó con un brillo triste.
07:05—Sólo quiero lo que me quitaste.
07:08—¿Oí él?
07:09—La duquesa lo miró, sin palabras.
07:13El rostro se le endureció y su mirada se volvió la de siempre.
07:17—La mujer, que no se rendía, no lo tendrás, susurró.
07:24—Si intentas buscarlo, desaparecerás otra vez, esta vez para siempre.
07:30Él sonrió, y el brillo de la linterna dibujó un destello en sus ojos.
07:36—Entonces, que empiece la guerra, Victoria.
07:39—Se alejó sin mirar atrás, dejando a la duquesa sola entre los árboles.
07:44—Ella se desplomó, con las lágrimas cayendo sobre la tierra húmeda.
07:50—No, Dios mío, murmuró.
07:53—¿Que no sea cierto?
07:55—Pero en el fondo lo sabía.
07:58—El pasado que había enterrado veinte años atrás acababa de despertar.
08:02—El amanecer se filtraba sobre el valle con una calma engañosa.
08:07—El escándalo del bosque aún no había llegado a los oídos del pueblo,
08:12pero Mercedes, inquieta, percibía que algo se movía en la oscuridad.
08:17—No había dormido.
08:19—Llevaba horas sentada junto al altar de la capilla,
08:23con el medallón de damaso entre las manos,
08:26intentando comprender el significado de aquel hallazgo.
08:29—Francisco entró despacio, con la mirada cansada.
08:35—Doña Mercedes, el valle está alborotado.
08:39—Dicen que damaso fue visto anoche con la duquesa.
08:43—Algunos aseguran que discutieron a gritos cerca del río.
08:47—Ella lo miró alarmada.
08:49—¿Y Victoria? ¿Dónde está ahora?
08:53—Encerrada en su habitación.
08:55—No deja que nadie se acerque.
08:56—Isabel dice que no ha probado bocado.
09:01—Mercedes cerró los ojos un instante.
09:04—Entonces, es cierto.
09:07El secreto ya no está solo entre ellos dos.
09:10—Francisco se acercó con cautela.
09:13—¿Qué secreto, señora?
09:16—Ella dudó.
09:17Sabía que hablar significaba desatar algo que no tendría retorno.
09:21—Finalmente, murmuró.
09:23—Victoria y damaso tuvieron un hijo.
09:27—Uno que nunca murió, como nos hicieron creer.
09:31—Francisco dio un paso atrás, incrédulo.
09:34—¿Un hijo? ¿Y dónde está?
09:37—Mercedes apretó el medallón con fuerza.
09:41—Eso es lo que aún no sé.
09:43—Pero damaso volvió al valle para encontrarlo y temo que ya lo haya hecho.
09:50—Mientras tanto, en el palacio, Isabel entraba sigilosamente al despacho de damaso,
09:57donde él se había instalado desde su regreso.
10:01Cerró la puerta detrás de ella, temblando.
10:04—Señor, debemos hablar —susurró.
10:08—¿Qué ocurre, Isabel? —preguntó él, sin levantar la vista.
10:13—Anoche lo vieron con la duquesa.
10:16—Si esto llega al tribunal, ¿usted estará en peligro?
10:20—damaso sonrió sin apartar la pluma del papel.
10:24—No te preocupes por mí.
10:26—Lo importante es que el valle escuche lo que necesita oír.
10:31—¿Y qué es eso, señor? —preguntó ella.
10:34—Con la voz temblorosa, él levantó la mirada, fría, decidida.
10:40—Que el hijo de Victoria Casillas está vivo y que lleva su sangre sin saberlo.
10:47—Isabel se cubrió la boca.
10:50—No puede hacer eso.
10:51—Si lo dice, todo se hundirá.
10:54—Ya está hundido —replicó él.
10:57—Sólo estoy dejando que salga a la superficie.
11:00—Antes de que Isabel pudiera insistir, un golpe de viento abrió la ventana, apagando la lámpara.
11:08En la penumbra, Damaso añadió con voz baja.
11:12—Ella me arrebató 20 años de vida.
11:16—¿Ahora yo le arrebataré el futuro?
11:17—Horas después, Mercedes cabalgó hasta el monasterio, donde había citado a un contacto suyo, el notario del valle, un hombre que había servido a la familia Casillas desde hacía décadas.
11:32—Necesito saber —dijo con urgencia— si alguna vez se registró el nacimiento de un hijo de Victoria y Damaso.
11:40El hombre vaciló.
11:42—Ese expediente fue sellado por orden de la duquesa.
11:47Nadie tenía permiso de abrirlo.
11:49—Yo tengo el permiso —respondió Mercedes, mostrando el medallón.
11:55Él me lo dio.
11:55El notario tragó saliva y buscó entre los archivos antiguos.
12:01Finalmente, sacó un libro cubierto de polvo, lo abrió y señaló una línea apenas visible.
12:09—Aquí está.
12:11Varón, nacido el 3 de marzo de 1808.
12:16Nombre asignado.
12:17—Salvador.
12:19Mercedes sintió que el aire le faltaba.
12:22—¿Salvador?
12:23—Así figura —sí—, pero fue marcado como fallecido al nacer.
12:30No hay registro de entierro.
12:33Mercedes cerró el libro lentamente.
12:36—Dios Santo —regresó al valle con el alma en vilo.
12:41En su mente, las piezas empezaban a encajar.
12:45Había un muchacho en el valle, criado por una familia humilde,
12:49que coincidía en edad y semblanza con Damaso.
12:53Un joven que todos consideraban justo y valiente, alejó.
12:59Esa idea la sacudió como un rayo.
13:01—No puede ser —murmuró, llevándose una mano al pecho.
13:06—¿No puede ser él?
13:07Al mismo tiempo, Damaso, desde su estudio, observaba un retrato antiguo de Victoria.
13:15—Tú lo escondiste bien —susurró—, pero el destino siempre devuelve lo que la mentira roba.
13:24En la casa pequeña, Mercedes miró por la ventana, hacia el horizonte donde el sol comenzaba a alzarse.
13:30Comprendía que, si lo que sospechaba era cierto, alejo no solo era la clave para redimir a Luisa.
13:39También era la ruina final de Victoria.
13:42El valle dormía aún, ajeno a la verdad que se cernía sobre él.
13:47Pero el viento soplaba con un nuevo rumor, un presagio.
13:53El hijo perdido había sido encontrado.
13:57La noche del aniversario, en la casa grande, era un espectáculo de luces, música y apariencias.
14:05Los invitados llenaban los salones con sus mejores galas.
14:08El vino corría sin medida, y José Luis Casillas, el duque del valle, brindaba por la prosperidad de su linaje.
14:17A su lado, Victoria sonreía con la elegancia calculada de quien sabe disimular la culpa.
14:23Todo parecía en orden, pero bajo la calma se respiraba un aire denso, premonitorio.
14:29Los músicos se detuvieron un instante.
14:32Cuando el viento abrió de golpe las puertas del salón principal,
14:36un murmullo recorrió a los presentes.
14:39En el umbral, un hombre vestido de negro permanecía inmóvil,
14:44observando la escena con la serenidad de quien ha regresado del infierno.
14:49Su rostro endurecido por los años, su mirada de acero y esa cicatriz en el cuello
14:55que solo un muerto podría llevar.
14:59¿Mercedes fue la primera en reconocerlo?
15:01—¡Dios mío! —susurró, llevándose la mano al pecho.
15:07—¡No puede ser!
15:09Victoria palideció.
15:11La copa se le resbaló de entre los dedos y se rompió contra el suelo.
15:16—¡No! —gritó, retrocediendo.
15:20—¡No es posible!
15:23El hombre avanzó despacio, y su voz resonó por todo el salón.
15:28—¡No me reconoces, Victoria!
15:31Creí que los fantasmas no se olvidan tan fácilmente.
15:35José Luis se levantó, confundido.
15:38—¿Quién es usted?
15:40—el que debió estar enterrado hace veinte años —respondió el recién llegado.
15:46—Dama Somolina, esposo legítimo de la mujer que usted llama su duquesa.
15:50El silencio fue total.
15:53Ni los invitados, ni los criados se atrevieron a respirar.
15:58Victoria intentó acercarse, temblando.
16:02—Mientes.
16:03Te dieron por muerto, yo misma.
16:06Yo misma recibí la noticia.
16:08Damaso sonrió, con un brillo cruel en los ojos.
16:13—¡Ah, sí!
16:14Una carta sin cuerpo, un funeral sin ataúd.
16:18—¡Qué conveniente para ti!
16:21—Pero no morí, Victoria.
16:24Solo me convertiste en un muerto vivo.
16:27José Luis lo observó con el rostro desencajado.
16:31—¿Está diciendo que mi esposa es bigama?
16:34—Estoy diciendo que su matrimonio no existe —respondió Damaso, girando hacia él.
16:40—Cuando usted la llevó al altar, seguía siendo mi mujer, y lo sigue siendo.
16:47Los murmullos crecieron.
16:50Adriana e Irene se miraron sin entender, mientras Hernando, desde el fondo del salón, contenía una sonrisa de placer.
16:59El escándalo había llegado y el poder de los casillas empezaba a resquebrajarse.
17:04Victoria, desesperada, se volvió hacia Mercedes.
17:10—¡Haz algo!
17:12Por el amor de Dios, ayúdame.
17:15—¿Ayudarte a qué?
17:16—replicó su hermana, con voz helada.
17:19—¿A ocultar otra mentira?
17:22El duque dio un paso hacia Victoria.
17:24—¿Es verdad?
17:26—¿Sí o no?
17:27Ella tartamudeó, buscando una salida.
17:31—Yo creí que estaba muerto.
17:33—Te lo juro.
17:36Damaso soltó una carcajada amarga.
17:39—No me hagas reír, Victoria.
17:42—¿Me diste por muerto porque necesitaba su apellido?
17:46—Tu ambición.
17:48—No conoce tumba.
17:50Los invitados empezaron a marcharse.
17:53—Horrorizados.
17:55José Luis apretó los puños, incapaz de contener la ira.
17:59—Has manchado mi nombre, mi casa y mi fe.
18:04Victoria trató de tocarlo, pero él la apartó con un gesto violento.
18:09—No me toques.
18:11—Desde hoy, deja de llamarte Casillas.
18:14—No eres más que un fraude.
18:17—La duquesa se desplomó entre los restos del vino derramado.
18:22Damaso la observó desde lo alto, implacable.
18:26—Y pensar que todo esto empezó por un hijo.
18:29—Mercedes-guiru-hozzi-ahil surprendido.
18:32—¿Un hijo?
18:34—¿De qué hablas?
18:36—Dama sola miró con una sonrisa sombría.
18:39—Todo a su tiempo, doña Mercedes.
18:42—Por ahora bastará con que el valle sepa que la duquesa Casillas no es más que una impostora.
18:49—El silencio volvió a llenar la sala.
18:53—La orquesta permanecía muda.
18:55—Los candelabros temblaban.
18:57—Afuera, el viento soplaba con fuerza, arrastrando el nombre de Victoria entre los susurros del valle.
19:06Esa noche, el pasado había regresado, y con él, el principio del fin.
19:12La mañana siguiente, amaneció con un cielo gris pesado,
19:17como si el propio valle lamentara el desastre ocurrido la noche anterior.
19:22En la casa grande, el eco del escándalo seguía resonando en cada rincón,
19:28los criados caminaban en silencio, temerosos de pronunciar siquiera el nombre de su señora.
19:35Nadie se atrevía a mirarla a los ojos.
19:38Victoria permanecía encerrada en su habitación.
19:42Había pasado la noche sin dormir, con los cabellos despeinados y el rostro hundido.
19:48Frente a ella, sobre la mesa, descansaban los periódicos locales que ya hablaban de la humillación.
19:55El duque Casillas engañado.
19:58¿Regresa el esposo perdido de la duquesa?
20:00A cada línea, su respiración se hacía más agitada.
20:05Rompió las hojas y las arrojó al fuego, pero el ardor de las llamas no fue suficiente para apagar su rabia.
20:12—¡Maldito seas! —damaso susurró.
20:15—No solo regresaste para arruinarme, sino para recordarme todo lo que quise olvidar.
20:22El sonido de pasos la interrumpió.
20:24José Luis entró sin tocar la puerta.
20:29Su rostro estaba pálido, sus ojos inyectados de furia contenida.
20:34—¿Por qué lo hiciste? —preguntó con voz baja, casi temblorosa.
20:39—¿Por qué me mentiste durante años?
20:42Victoria se puso de pie lentamente, intentando recuperar su compostura.
20:48—¿No te mentí?
20:50—Me mentí a mí misma.
20:52—Creí que él estaba muerto.
20:55—¿Y nunca pensaste en confirmar esa muerte? —replicó José Luis con dureza.
21:01—¿Nunca te importó la posibilidad de que estuviera vivo?
21:05—Claro que me importó —gritó ella—, pero no podía esperar eternamente.
21:12—La vida continuó, y yo, yo necesitaba seguridad.
21:16—¿Seguridad o poder? —interrumpió él, acercándose.
21:23—Porque si de algo estoy seguro ahora es que nunca me amaste.
21:28—Victoria lo miró con lágrimas en los ojos.
21:31—Te amé, José Luis.
21:34—A mi manera.
21:35—Tu manera, repitió él, con desprecio.
21:38—¿Mentir, manipular, usar a los demás como peones en tus juegos?
21:44—La duquesa se derrumbó en la silla, derrotada.
21:48—¿Qué vas a hacer conmigo?
21:51—Nada, respondió el duque, dándole la espalda.
21:55—¿Tu castigo será vivir entre las ruinas que tú misma construiste?
21:59—Cuando él se marchó, Victoria rompió en llanto.
22:04Mercedes entró poco después, intentando consolarla, pero su rostro mostraba más decepción que compasión.
22:13—No puedo defenderte esta vez —Victoria dijo, con voz serena.
22:19—Lo que has hecho no tiene redención.
22:22—¿Y tú qué sabes del amor? —replicó la duquesa con amargura.
22:27—Siempre tan pura, tan correcta, tan vacía.
22:32Mercedes respiró hondo.
22:35—Sé que el amor no se construye sobre cadáveres ni mentiras.
22:39El silencio la separó.
22:41Afuera, la voz de los jornaleros comenzaba a murmurar.
22:46El escándalo ya había cruzado los límites del valle.
22:50A media tarde, mientras Victoria intentaba recomponerse,
22:54Isabel entró apresurada.
22:57—Señora, la gente del pueblo está hablando.
23:01Dicen que Damaso ha sido visto en la capilla con Mercedes.
23:05—¿Qué?
23:06Victoria se levantó de golpe.
23:08—¿Con Mercedes?
23:10—Sí.
23:12Al parecer, se refugiaron allí después de su regreso.
23:16Victoria apretó los puños.
23:18—Claro, ella siempre encuentra la manera de ponerse de su lado.
23:24Isabel dudó un instante.
23:27También se rumorea que él busca algo más que venganza.
23:32Victoria la miró con desconfianza.
23:35—¿Qué insinúas?
23:36—Que no volvió solo por ti, señora.
23:39Volvió por algo que le pertenece, algo que tú le quitaste.
23:43El color se le fue del rostro.
23:47—No, —susurró.
23:49—No, ni puedes saberlo.
23:51Isabel bajó la cabeza, pero no pudo ocultar el temblor en sus manos.
23:56—Entonces, deténlo.
23:58—En tu lo que hablo.
24:00Victoria caminó hasta la ventana.
24:02Desde allí, vio el valle extendido ante ella,
24:06el mismo que había dominado durante años.
24:08—¿Pero ahora ese paisaje le parecía un enemigo?
24:13Lojarae murmuró.
24:15—Si Damaso vino a destruirme, primero tendrá que morir de verdad.
24:20En algún lugar cercano, en la vieja capilla del convento,
24:24Damaso hablaba con Mercedes en voz baja.
24:27—Ella sabe que volví, dijo él.
24:30—¿Pero no sabe por qué?
24:32Mercedes lo miró con desconfianza.
24:35—¿Qué buscas realmente, Damaso?
24:37—Él sonrió con una calma inquietante.
24:41—No busco venganza, Mercedes.
24:44—Busco a mi hijo.
24:46La noticia del regreso de Damaso se mezcló con otra igual de devastadora.
24:52La detención de Luisa.
24:54El valle amaneció, dividido entre dos escándalos,
24:58el del matrimonio inválido de los duques
25:00y el supuesto robo cometido por la criada de Mercedes.
25:05Nadie sabía qué creer.
25:07Pero todos hablaban.
25:09Los rumores viajaban más rápido que el viento.
25:13Y en ellos, la verdad se perdía entre las bocas del pueblo.
25:17En la casa pequeña, el caos reinaba.
25:20Pepa lloraba sin consuelo.
25:22Adriana intentaba calmarla.
25:24Y Alejo, con el rostro desencajado, daba vueltas sin parar.
25:28—No puede ser —exclamó.
25:32Luisa jamás haría algo así.
25:35Mercedes permanecía junto a la ventana,
25:38observando el camino que llevaba al convento,
25:41donde la santa hermandad se había llevado a la muchacha.
25:44—Fue victoria —dijo con voz a la hada.
25:47—No le bastó con hundirse ella.
25:49Ahora quiere arrastrar a los inocentes con su culpa.
25:53Pepa levantó la cabeza, enrojecida de tanto llorar.
25:57—¿Y qué podemos hacer?
26:00Nadie nos escuchará.
26:02—Entonces haremos ruido hasta que nos escuchen —respondió Mercedes con determinación.
26:08—¿No pienso dejar que esa pobre niña cargue con un pecado que no cometió?
26:14Francisco entró corriendo en ese momento.
26:17—Doña Mercedes, han encontrado la talla en el baúl de Luisa.
26:21Dicen que fue prueba suficiente para su arresto.
26:25Alejo golpeó la mesa con rabia,
26:27—¡Mentiras!
26:29Alguien la plantó allí.
26:32—Claro que sí —replicó Mercedes.
26:35—¿Isabeu Hernando?
26:37—No me cabe duda de que todo fue orquestado.
26:41Rafael, que acababa de llegar, se unió a la discusión.
26:46—El duque no moverá un dedo.
26:48—Está demasiado ocupado lidiando con el desastre de su matrimonio.
26:53—Entonces lo haremos nosotros —dijo Mercedes.
26:57—Reuniremos pruebas, testigos, lo que haga falta.
27:01—Mientras tanto, en la casa grande, Victoria daba instrucciones precisas a Isabel.
27:07—Quiero que el pueblo sepa que la ladrona fue castigada, ordenó.
27:11—Que no quede duda de que en esta casa aún hay justicia.
27:16—Isabel, temerosa, bajó la cabeza.
27:20—Sí, señora.
27:21—Pero la gente murmura que fue usted quien dio la orden de registrar la casa.
27:27Victoria la miró con frialdad.
27:30—La gente murmura porque no tiene poder.
27:33—Y cuando lo tengan, aprenderán a callar.
27:37—Hernando entró sin ser anunciado, con su sonrisa habitual.
27:41—Admiro tu sangre fría —duquesa dijo con sarcasmo.
27:46—¿Perderlo todo y, aún así, seguir moviendo las piezas?
27:51Victoria lo observó con desdén.
27:54—No he perdido nada.
27:56—Marqués.
27:58—Sólo me estoy reinventando.
28:00—Él se acercó, bajando la voz.
28:03—No subestimes a Mercedes.
28:06—Estás reuniendo, Jane.
28:08—El valle empieza a dudar de ti.
28:11—Que duden —replicó Victoria.
28:14—El miedo los mantendrá en su sitio, como siempre.
28:18En el convento, Luisa pasaba su primera noche encerrada.
28:23Las paredes húmedas y el aire frío la hacían temblar.
28:28Rezaba en silencio, sin entender cómo había terminado allí.
28:33De pronto, una figura apareció frente a la reja.
28:36—Era Damaso.
28:39—¿Tú quién eres? —preguntó ella, asustada.
28:44—Alguien que también fue víctima de la duquesa —respondió él con voz grave.
28:49—Pero a diferencia de ti, yo he vuelto para cobrar cuentas.
28:54—Luisa lo miró sin comprender.
28:57—¿Por qué me dice eso?
28:58—Porque, muchacha, tus lágrimas servirán para lo que ella teme más que a la muerte.
29:04—¿La verdad?
29:05—Dámaso deslizó algo entre los barrotes.
29:09—¿Una carta sellada con cera?
29:12—Cuando logre salir de aquí, entrégasela a Mercedes.
29:16—¿No a nadie más?
29:18—Dile que el pasado de Victoria está a punto de explotar.
29:22Antes de que Luisa pudiera responder, una monja apareció en el pasillo.
29:30Damaso desapareció entre las sombras, dejando tras de sí solo el eco de sus pasos.
29:35—Horas después, Mercedes, en su casa, sintió una inquietud inexplicable.
29:42Miró hacia las montañas y murmuró para sí.
29:45—Hay fuerzas moviéndose en el valle, y ninguna de ellas trae paz.
29:51En la casa grande, Victoria escribía en su diario con tinta firme.
29:56—Si quieren mi ruina, tendrán que desenterrar algo peor que la muerte.
30:01El viento soplaba fuerte aquella tarde en el valle.
30:05En la capilla vieja, Mercedes aguardaba a Damaso con el corazón encogido.
30:11No entendía por qué había aceptado reunirse con él después de todo lo sucedido,
30:16pero había algo en sus palabras, ese aire de tragedia y de verdad contenida,
30:20que no le permitía ignorarlo. El hombre apareció desde la sombra del altar,
30:26con el sombrero entre las manos. Su rostro parecía más cansado que el día anterior,
30:32como si los años de exilio y el peso del rencor le hubiesen devorado el alma.
30:38—Sabía que vendrías —dijo, con una voz áspera que parecía salida del pasado.
30:45Mercedes se mantuvo firme.
30:47—No lo hice por ti, Damaso.
30:51—Lo hice porque quiero entender qué demonios pretendes con tu regreso.
30:57Él suspiró.
30:58—Pretendo justicia.
31:01—Y algo más.
31:02Mercedes lo observó con recelo.
31:06—Justicia y venganza no son lo mismo.
31:10—¿Y tú nunca supiste diferenciarlas?
31:13Damaso sonrió, aunque sin alegría.
31:16—Quizás tengo sherozún.
31:19—Pero en esta tierra, la justicia siempre ha sido privilegio de los poderosos.
31:24Tú lo sabes mejor que nadie.
31:27—No vengas a darme lecciones —replicó ella con dureza.
31:31—Has venido a destruir lo poco que queda de mi familia.
31:36Ella miró con una tristeza que no esperaba.
31:39—Tu familia se destruyó sola.
31:41—Yo solo vine a desenterrar los huesos que dejaron atrás.
31:46Mercedes cruzó los brazos, conteniendo la rabia.
31:50—¿Hablas de huesos?
31:52¿A quién te refieres?
31:54Damaso dio un paso hacia ella.
31:57Su voz bajó hasta volverse un susurro.
32:01—A mi hijo.
32:02La sangre se le heló en las venas.
32:05—¿Tu hijo?
32:07—Pero todos creyeron que murió siendo un bebé.
32:11—¿Eso fue lo que Victoria hizo creer?
32:14—respondió él con amargura.
32:17—Me mintió.
32:18—Igual que a todos.
32:21Dijo que el niño había nacido muerto.
32:24—Pero no fue así.
32:26—Lo escondió.
32:28—Lo entregó a otra familia para borrar mi linaje,
32:31para que nunca pudiera reclamarlo.
32:35Mercedes lo miró horrorizada.
32:38—¿Y cómo sabes que eso es cierto?
32:40Damaso sacó del bolsillo un medallón antiguo
32:44y se lo mostró, dentro, un mechón de cabello infantil.
32:49—¿Por qué esto me lo dio una mujer que trabajó para ella?
32:53—¿Me confesó la verdad antes de morir?
32:56Mercedes sostuvo el medallón con manos temblorosas.
33:00—No, no puede ser.
33:04—Si eso es cierto,
33:06Victoria no solo destruyó su matrimonio,
33:09destruyó una vida.
33:11—Por eso, volví, dijo él,
33:13apretando los puños.
33:15—No solo para exponerla,
33:17sino para recuperar lo que es mío.
33:20Mercedes lo miró con incredulidad.
33:23—¿Y cómo planeas hacerlo?
33:25—Arrastrando a todo el valle contigo?
33:27—Dama Solá observó fijamente.
33:31—¿Tú me ayudarás?
33:33—Yo —replicó ella, dando un paso atrás.
33:37—No, Dama Oshó.
33:39—No me mezcles en tu odio.
33:42Él se acercó lentamente, con una expresión grave.
33:46—¿No es odio, Mercedes?
33:49—¿Es verdad?
33:50—Tú también la has sufrido.
33:52—¿Te robó tu nombre, tu lugar, tu paz?
33:56—No me digas que no sientes lo mismo.
33:59Mercedes lo miró con los ojos llenos de lágrimas.
34:03—Lo que siento no me autoriza a destruir a mi hermana.
34:07—Dama Solá bajó la voz.
34:10—Ya no hay nada que destruir.
34:12—Ella misma se está matando con sus mentiras.
34:16Mercedes se alejó unos pasos,
34:18respirando agitadamente.
34:20—Esto no puede salir del templo.
34:23—¿Me oyes?
34:24—Si hablas, hundirás a todos.
34:27—No puedo callar —respondió él con firmeza.
34:31—El valle merece saber quién es realmente su duquesa.
34:36Ella se giró bruscamente.
34:39—Si lo haces, habrá guerra.
34:42—José Luis no lo soportará.
34:44—Y Victoria, ella es capaz de cualquier cosa.
34:48—Dama Solá sonrió de lado.
34:50—Lo sé.
34:51—Y por eso necesito a alguien que pueda controlarla.
34:56—¿Alguien como tú?
34:58Mercedes lo miró en silencio,
35:00dividida entre la compasión y el miedo.
35:04En ese momento comprendió que Damason no buscaba redención,
35:08sino equilibrio entre dos infiernos.
35:11Antes de marcharse,
35:12él dejó el medallón sobre el altar.
35:14—Cuando llegue el momento, sabrás qué hacer con esto.
35:19Mercedes se quedó sola en la capilla,
35:22con el objeto brillando entre las sombras.
35:25Afuera, el viento del valle soplaba como un presagio.
35:29Sabía que lo que Damason había desenterrado no era solo un secreto,
35:34era una maldición.
35:35El sol caía sobre el valle,
35:38tiñendo de naranja los tejados y los campos.
35:41En la casa pequeña,
35:43la tensión era palpable,
35:46pero en medio del caos,
35:47un nuevo fuego empezaba a arder.
35:50El del amor y la rebeldía.
35:53Bárbara se miraba al espejo,
35:55con el rostro sereno y la mirada fija.
35:58Tras los días de incertidumbre,
36:01había tomado una decisión.
36:04Ya no temería más.
36:06Leonardo apareció en la puerta,
36:08aún con el polvo del camino sobre los hombros.
36:12Había desafiado las órdenes de su padre
36:14y regresado al valle solo para verla.
36:17—No debiste venir —dijo Bárbara,
36:20sin apartar la mirada del espejo.
36:23—Y tú no debiste quedarte callada tanto tiempo —replicó él, acercándose.
36:29—No pienso seguir fingiendo.
36:32Ella suspiró, bajando la mirada.
36:35—Tu familia jamás lo aceptará.
36:38—Entonces, dejará de ser mi familia —respondió él con determinación.
36:44—No puedo seguir siendo un Guzmán, si eso significa negarte.
36:49Sus ojos se encontraron,
36:51y por un instante el tiempo pareció detenerse.
36:56Leonardo tomó sus manos con fuerza.
36:58—No me importa el apellido,
37:01ni el dinero,
37:02ni las maldiciones de este valle.
37:04—Te amo, Bárbaro.
37:06—Y si tengo que enfrentar al mundo por ti,
37:10lo haré.
37:11Bárbara intentó resistirse,
37:13pero las lágrimas la traicionaron.
37:16—¿Por qué lo haces más difícil?
37:18—susurró.
37:19—¿Sabes que no hay futuro para nosotros?
37:23—El futuro se construye —respondió él,
37:26acariciándole el rostro.
37:28—¿Y el mío empieza contigo?
37:30—En ese instante, Adriana entró sin anunciarse.
37:36—Leonardo —exclamó, sorprendido.
37:39—Si tu padre te encuentra aquí, te matará.
37:42—El joven sonrió con calma.
37:46—¿Entonces que venga?
37:48—Ya no pienso esconderme.
37:51—Adriana lo miró con una mezcla de ternura y desesperación.
37:56—¿No entiendes, Leonardo?
37:59—¿Este valle devora a quienes aman sin permiso?
38:02—Él la miró fijamente.
38:05—¿Entonces que nos devore?
38:07—Adriana bajó la cabeza, sabiendo que nada podía convencerlos.
38:13—¿Luego se volvió hacia Bárbara?
38:15—Si de verdad vas a seguir este camino, prométeme que lo harás con fuerza.
38:21—No como una víctima, sino como la mujer que eres.
38:25—Bárbara asintió.
38:27—Lo prometo.
38:29—Horas después, en la casa grande, Irene caminaba por el pasillo con el corazón en un puño.
38:35—Había escuchado los rumores, había visto las miradas y ya no soportaba el peso de su propio silencio.
38:43—Entró en la biblioteca, donde José Luis revisaba documentos, y habló con voz temblorosa.
38:49—Padre, quiero anular mi compromiso con Leonardo Guzmán.
38:54—El duque levantó la vista.
38:56—Incrédulo.
38:57—¿Qué estás diciendo?
38:59—Irene, no puedes romper una alianza política por un capricho —dijo Victoria desde la puerta.
39:06Apareciendo, sin ser llamada, Irene se volvió hacia ella.
39:11—No es un capricho, madre.
39:14—Es una mentira.
39:16—¿No puedo casarme con un hombre que ama a otra?
39:19Victoria apretó los labios, furiosa.
39:23—¿Otra? ¿A quién?
39:24—A Bárbara respondió Irene con valentía.
39:29—El silencio se hizo insoportable.
39:32José Luis se levantó, golpeando la mesa.
39:36—Basta de escándalos en esta casa.
39:39Victoria lo miró con una sonrisa amarga.
39:42—¿Ves lo que has hecho, José Luis?
39:45—Tu debilidad ha contagiado a todos.
39:49Él la miró con desprecio.
39:52—Mi debilidad fue creerte.
39:55—¿Y la tuya?
39:56—¿Pensar que puedes controlar al mundo?
39:58Irene se interpuso.
40:00—Por favor, pasta.
40:03—¿Nadie puede controlar lo que siente?
40:06Victoria la observó fijamente, con una mezcla de ira y tristeza.
40:11—No sabes lo que dices.
40:14—Hija, el amor es un lujo que este valle no permite.
40:18—Entonces será mi pecado.
40:20—replicó Irene con voz firme.
40:22—Pero al menos será mío.
40:25—Salió de la habitación.
40:27Sin mirar atrás, José Luis volvió a sentarse, abatido, mientras Victoria quedaba sola junto a la ventana.
40:36—A lo lejos, en los campos, Leonardo y Bárbara cabalgaban bajo el crepúsculo, riendo por primera vez en semanas.
40:45—Por unos minutos, el mundo parecía pertenecerles, pero el valle, con su memoria cruel, nunca perdona la felicidad ajena.
40:55—Y entre los árboles, alguien los observaba.
40:57—Un hombre con capa negra y mirada, sombría, era Hernando Guzmán.
41:04—El amor murmuró, con una sonrisa torcida.
41:08—¿Qué fácil es usarlo para destruirlos a todos?
41:12—La noche había caído sobre el valle como una sombra densa.
41:17—En la cocina de la casa pequeña, Pepa encendía una vela tras otra, mientras Francisco cerraba las contraventanas.
41:27Afuera, el viento gemía como si trajera mensajes oscuros desde la montaña.
41:33Sobre la mesa, los papeles y objetos que habían encontrado en la capilla estaban extendidos.
41:39Cartas de Tomás, fragmentos de sellos y una tela bordada con el escudo de los Guzmán.
41:44—No cabe duda —dijo Francisco con voz baja.
41:49—Esto lo prepararon Hernando y Victoria juntos.
41:54Pepa asintió, con el ceño fruncido.
41:57—Siempre supe que la duquesa no tenía corazón, pero vender el alma para hundir a una inocente, eso es demasiado, incluso para ella.
42:08Mercedes entró en ese momento con gesto severo.
42:12—¿Han descubierto algo nuevo?
42:14—Pepa le tendió uno de los documentos.
42:18—Sí, mire esto.
42:21Es una carta de Tomás dirigida a Isabel.
42:24Habla de la pieza y de la promesa de protección.
42:27Si guardaba silencio, Mercedes leyó en silencio y su rostro se endureció.
42:33—Entonces no fue solo Hernando.
42:36—Isabel es la clave.
42:39—Francisco la miró preocupado.
42:42—Pero si la enfrentamos, nos denunciará antes de hablar.
42:46—La duquesa la tiene completamente dominada.
42:49—Mercedes suspiró, mirando por la ventana.
42:52—Entonces necesitaremos astucia, no fuerza.
42:57—Si algo aprendí en esta vida, es que el poder no se derriba gritando, se desangra desde dentro.
43:04—Pepa se acercó.
43:06—¿Qué piensa hacer?
43:08—Sembrar la duda, respondió Mercedes.
43:11—Isabel teme a la culpa más que a la muerte.
43:15—Si logramos que crea que alguien la traicionó, hablará.
43:20—En ese momento, Alejo entró apurado, con barro en las botas y los ojos llenos de ira.
43:26—No hay tiempo, dijo.
43:28—Fui al convento.
43:31—Luisa está muy enferma.
43:33—No soportará otra semana allí.
43:36—Mercedes sintió un nudo en el pecho.
43:39—¿La dejaron verte?
43:41—No, pero logré que una de las hermanas me
43:45hablara.
43:46—Dice que llora sin descanso, que pide clemencia cada noche.
43:51—Pepa se tapó la boca, sollozando.
43:55—Tenemos que sacarla de allí, dijo Mercedes.
43:59—Si el juez no la libera, lo haremos nosotros.
44:03—Francisco la miró sorprendido.
44:07—¿Está diciendo que planea un rescate?
44:10—Mercedes lo observó con seriedad.
44:13—He visto demasiadas injusticias en esta tierra.
44:17Si la ley pertenece a los poderosos, entonces romper la ley será nuestro deber.
44:22—Mientras tanto, en la casa grande, Victoria paseaba por el corredor con Isabel detrás.
44:29—¿El valle sigue hablando de mí? —preguntó la duquesa con su tono glacial.
44:34—Sí, señora, respondió la criada.
44:39—Dicen que Damaso prepara una declaración ante el tribunal eclesiástico.
44:44Victoria se detuvo en seco.
44:46—¿Qué dijiste?
44:48—¿Que… que piensa denunciar su matrimonio y reclamar derechos sobre el hijo que tuvo
44:55con usted?
44:56—El rostro de la duquesa se contrajo en un instante.
45:00—Ese hijo no existe —murmuró con voz casi inaudible.
45:06Isabel bajó la cabeza.
45:08—Lo que digan o no, ya no puedo callar más.
45:12—Hay cosas que el cielo no perdona, señora.
45:16Victoria se volvió lentamente hacia ella, con una expresión de hielo.
45:22—No llegas de eso, Isabel.
45:24—El cielo perdona, pero yo no.
45:27La mujer retrocedió, asustada.
45:30—No me mire así, yo solo quiero hacer lo correcto.
45:35Victoria sonrió con crueldad.
45:38—Entonces hazlo.
45:40—Pero recuerda que, cuando los inocentes hablan, los inocentes mueren.
45:45Isabel palideció.
45:48La amenaza quedó suspendida en el aire, y en su mirada apareció un brillo
45:52de terror.
45:54Horas después, en el patio de los sirvientes, Pepa interceptó a Isabel cuando salía con
45:59una cesta.
46:01Isabel le dijo en voz baja, —Si tienes algo que confesar, hazlo ahora.
46:07Dios no te dará otra oportunidad.
46:11Isabel se detuvo, temblando.
46:14—Yo no hice nada.
46:16—No mientas —interrumpió Pepa.
46:19—Tenemos las cartas.
46:21—¿Sabemos que ayudaste a Tomás?
46:24La mujer soltó la cesta, desesperada.
46:27—No saben lo que ella es capaz de hacer, no puedo hablar.
46:32Mercedes apareció entonces, acercándose despacio.
46:37—Entonces déjame protegerte, dijo con tono sereno.
46:41—Pero dime la verdad, ¿quién colocó la talla en la casa de Luisa?
46:46Isabel cerró los ojos, las lágrimas cayendo por su rostro.
46:51—Fuió —susuró—, pero no tuve elección.
46:56Hernando me amenazó.
46:58—¿Y la duquesa?
47:00—Ella…
47:01—¿Ella qué?
47:02—preguntó Mercedes, conteniendo la respiración.
47:06—Isabel la miró, aterrada.
47:10Dijo que si no obedecía, me contaría lo que sabe del niño.
47:15Mercedes sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo.
47:19—¡Qué niño!
47:21—Isabel se persignó, como si temiera que el infierno la escuchara.
47:25—El hijo que —
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