Cuando puedas mirar tu enamorado como un ser prepotente y egoísta, aunque te hable apasionadamente y te colme de atenciones placenteras, no te asombres, amor, esa es la vida.
Recuerda que la gente es cicatera si de ofrecer el corazón se trata, busca tener sin dar, los sentimientos, maltratando, si es preciso, lo sublime de tus luchas, tus ansias y tus sueños.
Ten presente además, tesoro inmenso, que un amor tan sincero como el mío, por mucho que lo busques y te esfuerces, jamás lo encontrarás en parte alguna.
Tendrás que conformarte entonces con amores comunes y corrientes, hechos en serie como tantos otros por una sociedad envilecida, frívola, inconstante y destructora, incapaz de grandeza y de lealtad.
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