Hija de Fiorgyn y hermana de Jörd según sostienen algunos estudiosos, Wotán fue mi consorte y quizás mi padre, y Jörd mi madre pero no mi hermana.
Como reina de los dioses me sentaba a la diestra de mi augusto esposo, para observar el porvenir lejano, aunque nadie pudo persuadirme de revelar las cosas que miraba.
Señora de las nubes inconstantes con mis livianos y móviles vestidos, me honraron en todo el panteón como diosa patrona de las bodas en las tribus guerreras de Germania que después emigraron hacia el frío.
Augusta y amante de los lujos, alta y bella, conquisté la corona hecha con plumas de la garza real, símbolo del silencio y del olvido.
Con finas y eficientes manos hilé para mi casa hebras doradas en el reino de las nieblas y del mar; tejí mantas de colores relucientes, e invité a Fensalir muchas mujeres cuyas vidas habían sido ejemplares, para dejarlas deleitar sus cónyuges con los divinos placeres del amor, allende las fronteras de la muerte, sobre el lecho real del infinito.
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