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VALLE SALVAJE CAPÍTULO 305: Adriana ENFRENTA al Capitán y SALVA a Luisa a ÚLTIMA HORA con una CARTA!
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Transcript
00:00Mil pedazos. Este capítulo viene cargado de momentos tan intensos, tan devastadores,
00:05que les prometo que no van a poder apartar la vista ni un solo segundo.
00:10La vida de Luisa pende de un hilo, y Adriana está dispuesta a enfrentarse al mismísimo infierno para salvarla.
00:17¿Podrá nuestra heroína ganar esta batalla contra el tiempo y contra los poderosos que quieren ver a su amiga muerta?
00:24Descúbranlo ahora mismo. Todo comienza cuando el sol apenas despunta sobre las montañas de Valle Salvaje,
00:30tiñendo el cielo de tonos rojizos, que parecen presagiar la sangre que está a punto de derramarse.
00:36Adriana Salcedo no ha dormido en toda la noche. Sus ojos, enrojecidos por las lágrimas y el insomnio,
00:43miran hacia el horizonte desde la ventana de su habitación, mientras sus manos acarician inconscientemente su vientre abultado,
00:49donde crece el hijo de Rafael, ese bebé que todos creen que es de Julio.
00:55Esa mentira piadosa que mantiene la paz en un valle que nunca ha conocido la verdadera paz.
01:00Pero Adriana no está pensando en su hijo ahora mismo.
01:03No está pensando en Rafael, ni en el pacto que firmaron con José Luis, ni en las tierras que ahora administra Mercedes.
01:10No. Adriana solo puede pensar en una cosa, en una persona, en un nombre que le quema los labios cada vez que lo pronuncia.
01:18Ella, Luisa, su querida Luisa, su amiga más leal, la mujer que la acompañó desde que llegó a este maldito valle,
01:26que guardó sus secretos, que la consoló en las noches más oscuras, que celebró con ella los escasos momentos de felicidad.
01:33Y ahora esa misma mujer se pudre en una celda inmunda, acusada de un crimen que no cometió,
01:38víctima de una conspiración orquestada por el mismísimo José Luis Galvez de Aguirre.
01:43Porque sí, queridos espectadores, todos sabemos ya la horrible verdad.
01:48Fue José Luis quien contrató a Tomás para incriminar a Luisa.
01:52Fue el duque, el patriarca, el supuesto hombre de honor,
01:56quien planeó todo para separar a su hijo alejo de la mujer que ama.
02:00Y ahora Luisa está pagando las consecuencias de ese odio enfermizo,
02:05de ese clasismo repugnante, de esa crueldad sin límites.
02:09Adriana se viste rápidamente, sin despertar a Rafael que duerme a su lado.
02:13No quiere preocuparlo más de lo que ya está.
02:15No quiere que él intente detenerla, porque Adriana ha tomado una decisión.
02:20Y cuando Adriana Salcedo toma una decisión, no hay fuerza en este mundo capaz de hacerla cambiar de opinión.
02:27Va a ir a la cárcel, va a ver a Luisa, y va a encontrar la manera de sacarla de ahí.
02:32Cueste lo que cueste, sale de la casa grande en silencio,
02:36atravesando los pasillos todavía oscuros, donde solo los criados más madrugadores comienzan sus labores.
02:42Nadie se atreve a detenerla.
02:44Nadie se atreve a preguntarle a dónde va.
02:46Hay algo en su mirada, algo feroz y determinado, que hace que todos se aparten de su camino.
02:52El carruaje ya está preparado.
02:54Adriana había dado órdenes la noche anterior, sabiendo que no podría esperar ni un segundo más.
03:00El cochero la mira con preocupación, consciente de su estado de gestación avanzada.
03:05Pero un solo gesto de Adriana basta para que ponga los caballos en marcha.
03:10El camino hacia la sede de la Santa Hermandad se le hace eterno.
03:13Cada bache, cada sacudida del carruaje, le recuerda la fragilidad de la vida,
03:18tanto la de su bebé como la de Luisa.
03:20Y mientras el paisaje del valle pasa ante sus ojos,
03:23Adriana no puede evitar recordar todo lo que ha pasado en los últimos días.
03:27A Tanasio, el secretario, ese hombre misterioso que guarda sus propios secretos vengativos
03:32contra la familia Galvez, le había traído noticias devastadoras apenas ayer.
03:38La talla que supuestamente robó Luisa es de carácter religioso.
03:42Y en este mundo del siglo XVIII, en esta España profundamente católica,
03:46donde la iglesia tiene más poder que la corona,
03:49robar un objeto sagrado no es simplemente un delito,
03:52es sacrilegio, y el sacrilegio se paga con la vida.
03:56Con la vida, queridos espectadores,
03:58Luisa podría ser ejecutada por un crimen que no cometió.
04:02Y todo porque José Luis Galvez de Aguirre
04:04no podía soportar que su hijo amara a una simple criada.
04:08El carruaje finalmente se detiene frente al edificio de la Santa Hermandad.
04:12Adriana baja sin esperar ayuda,
04:14sus faldas arrastrándose por el polvo del camino.
04:17Los guardias la reconocen inmediatamente.
04:19Todos en el valle conocen a la viuda de Julio Galvez de Aguirre,
04:22a la mujer que ahora lleva en su vientre
04:24al supuesto heredero del primogénito del duque.
04:27Vengo a ver a la prisionera Luisa San Juan,
04:29dice Adriana con voz que no admite réplica.
04:32Los guardias intercambian miradas nerviosas.
04:34Doña Adriana, el capitán Escobedo ha dado órdenes de que...
04:38Y me importa muy poco lo que el capitán Escobedo haya ordenado.
04:43Interrumpe Adriana con una frialdad que hace que los hombres retrocedan un paso.
04:46Voy a ver a mi amiga. Ahora.
04:49¿O prefieren explicarle al duque José Luis
04:51por qué la madre de su futuro nieto fue maltratada en la puerta de su establecimiento?
04:56Es un farol, por supuesto.
04:58José Luis es precisamente quien quiere ver a Luisa muerta.
05:01Pero los guardias no lo saben.
05:03Para ellos, la familia Galvez de Aguirre sigue siendo la autoridad suprema del valle.
05:07Y contradecir a una de sus miembros podría significar perder mucho más que el empleo.
05:12Por aquí Doña Adriana, dice finalmente uno de los guardias, abriendo la puerta.
05:16El interior del edificio huele a humedad, a desesperación, a muerte lenta.
05:21Adriana ha estado aquí antes, cuando vino a visitar a Luisa por primera vez después de su arresto.
05:26Pero hoy, el ambiente se siente diferente, más pesado, más ominoso,
05:31como si las paredes mismas supieran que algo terrible está a punto de suceder.
05:36El capitán Escobedo sale a su encuentro.
05:38Es un hombre de mediana edad, con bigote canoso y ojos que han visto demasiado sufrimiento,
05:43como para seguir sintiendo compasión.
05:45Ha servido a la Santa Hermandad durante décadas.
05:48Y en todo ese tiempo, ha aprendido que la justicia y la ley rara vez caminan de la mano.
05:54Doña Adriana dice con una reverencia que pretende ser respetuosa,
05:58pero que apenas oculta su irritación.
06:00No esperaba verla tan temprano.
06:02No esperaba tener que venir tan temprano, responde Adriana.
06:05Pero las circunstancias me obligan.
06:07Quiero ver a Luisa.
06:08Inmediatamente, el capitán suspira.
06:10Doña Adriana, debo advertirle que el estado de la prisionera es...
06:14Preocupante.
06:15El corazón de Adriana se detiene por un instante.
06:18¿Preocupante?
06:19¿Qué quiere decir con preocupante?
06:21Será mejor que lo vea usted misma.
06:23El capitán la guía por un pasillo largo y estrecho,
06:26flanqueado por celdas donde otros prisioneros gimen y suplican.
06:29Adriana mantiene la mirada fija al frente,
06:31negándose a dejarse afectar por el sufrimiento que la rodea.
06:34No puede permitirse el lujo de la compasión generalizada ahora mismo.
06:38Toda su compasión, toda su energía, toda su determinación,
06:43están reservadas para una sola persona.
06:45Finalmente llegan a la última celda del pasillo.
06:48El capitán se detiene y señala hacia el interior.
06:51Ahí está, dice simplemente.
06:53Adriana se acerca a los barrotes y lo que ve hace que un grito ahogado escape de sus labios.
06:58¡Dios mío!
06:59¡Luisa!
07:00Luisa está tirada en el suelo de piedra, inmóvil.
07:03Su cuerpo, que siempre fue delgado pero fuerte,
07:06ahora parece reducido a piel y huesos.
07:08Su piel tiene un color ceniciento, casi gris,
07:10que habla de días sin ver la luz del sol.
07:13Sus labios están agrietados y azulados.
07:15Y lo peor, lo absolutamente peor,
07:17es que no responde, no se mueve, no da señales de vida.
07:21¡Capitán, abra la celda!
07:23Grita Adriana agarrando los barrotes con fuerza.
07:26¡Abra la celda ahora mismo!
07:28Doña Adriana, no puedo.
07:30¡Que la abra maldita sea!
07:32El capitán, sorprendido por la vehemencia de esta mujer embarazada,
07:36que parece dispuesta a arrancar los barrotes con sus propias manos,
07:39decide que es mejor obedecer.
07:41Saca las llaves de su cinturón y abre la puerta de la celda.
07:45Adriana entra corriendo, tan rápido como su vientre le permite,
07:48y se arrodilla junto a Luisa.
07:49Toma su rostro entre sus manos, sintiendo el frío antinatural de su piel.
07:53¡Luisa! ¡Luisa! ¡Mírame! ¡Respira!
07:57Por un momento terrible, eterno, no hay respuesta.
08:01Adriana siente cómo las lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas mientras el pánico se apodera de ella.
08:06No puede ser.
08:07No puede haber llegado demasiado tarde.
08:09No puede haber perdido a su amiga así, en este lugar inmundo, sin justicia, sin dignidad, sin amor.
08:15Pero entonces, un milagro. Un pequeño milagro, en medio de tanta oscuridad.
08:21Luisa parpadea. Sus ojos se abren apenas una rendija, y un gemido débil, casi inaudible, escapa de sus labios.
08:28¡Ah! ¡Adriana! ¡Sí! ¡Sí! ¡Soy yo!
08:32Solloza a Adriana, abrazándola con cuidado, como si temiera que fuera a romperse.
08:37Estoy aquí, Luisa. Estoy aquí.
08:40No. No debería haber venido.
08:42Pero... ¡Cállate! No digas tonterías. Por supuesto que tenía que venir.
08:47El capitán observa la escena desde la puerta de la celda.
08:50Incluso su corazón endurecido se conmueve un poco ante la imagen de estas dos mujeres, una noble y una criada.
08:56Unidas por un lazo que trasciende las barreras de clase.
08:59No está muerta, dice el capitán con voz que intenta ser profesional, pero que traiciona cierta preocupación.
09:05Pero está al límite. Ha dejado de comer hace días. Se niega a tomar agua.
09:09Es como si... como si hubiera decidido dejarse morir.
09:13Adriana levanta la vista hacia él con ojos llameantes.
09:16¿Y ustedes lo permitieron? ¿Dejaron que una mujer se muriera de hambre en su celda sin hacer nada?
09:21No es la primera vez que ocurre.
09:23Responde el capitán con un encogimiento de hombros que hace que Adriana quiera golpearlo.
09:27Ni será la última.
09:28Los prisioneros que saben que les espera la horca a menudo prefieren adelantar el proceso.
09:33¡La horca!
09:34Luisa no ha hecho nada para merecer la horca.
09:37Eso lo decidirá el tribunal.
09:39El tribunal está corrupto.
09:41Todos ustedes están corrompidos.
09:43Son marionetas del duque.
09:45Bailando al son que él toca.
09:47El capitán se tensa ante la acusación.
09:49Tenga cuidado con lo que dice, doña Adriana.
09:51Ni siquiera su posición la protege de una acusación de desacato a la autoridad.
09:56Pero Adriana ya no tiene miedo.
09:58Ya no tiene nada que perder excepto a la mujer que tiene entre sus brazos.
10:01Y está dispuesta a luchar contra el mundo entero para salvarla.
10:04Capitán Escobedo.
10:06Dice con voz que ahora es fría como el acero.
10:08Usted y yo vamos a tener una conversación muy seria.
10:12Y le sugiero que escuche con atención.
10:14Porque lo que voy a decirle podría salvar su carrera o destruirla completamente.
10:18El capitán la mira con una mezcla de curiosidad y cautela.
10:21¿De qué está hablando?
10:22Hablo de una ejecución clandestina que se intentó llevar a cabo anoche.
10:26Una ejecución que usted ordenó, siguiendo instrucciones que venían de muy arriba.
10:30El rostro del capitán palidece notablemente.
10:33No sé de qué me habla.
10:34¿Ah, no?
10:35Entonces permítame refrescarle la memoria.
10:38Adriana saca un papel doblado del bolsillo de su vestido.
10:40Es una copia de una carta, obtenida gracias a las habilidades investigativas de Atanasio.
10:45Esto es una copia de las órdenes que recibió.
10:48Órdenes que instruían a eliminar a la prisionera Luisa San Juan.
10:51De manera discreta, sin juicio, sin sentencia oficial, sin dejar rastro.
10:56El capitán mira el papel como si fuera una serpiente venenosa.
10:59¿Dónde consiguió eso?
11:00¿Importa?
11:01Lo que importa es que lo tengo.
11:03Y lo que importa es que usted estaba a punto de convertirse en un asesino
11:06por encargo del duque José Luis Gálvez de Aguirre.
11:09Fue.
11:10Fue un procedimiento de contención.
11:12Tartamudea el capitán.
11:14Las órdenes eran confusas.
11:15Yo solo...
11:16Usted solo iba a matar a una mujer inocente sin juicio.
11:19Grita Adriana.
11:21Su voz resonando por todo el pasillo,
11:23haciendo que los otros prisioneros se agiten en su celda.
11:26Iba a convertirse en un verdugo clandestino.
11:29Un asesino a sueldo del hombre más poderoso del valle.
11:32Baje la voz.
11:34Si sea el capitán mirando nerviosamente hacia los lados.
11:36¿Por qué?
11:37¿Tiene miedo de que alguien escuche?
11:39¿Tiene miedo de que la verdad salga a la luz?
11:41Adriana se pone de pie, sin soltar la mano de Luisa.
11:44Permítame ser muy clara, capitán.
11:46Luisa no será ejecutada.
11:48No mientras yo respire.
11:49Y si algo le pasa, si sufre un accidente, si de repente su salud empeora misteriosamente,
11:55yo personalmente me encargaré de que esta carta llegue a todas las autoridades competentes.
12:00A la corona.
12:01A la iglesia.
12:02A todo aquel que tenga poder para hundirlo a usted y a todos los que participaron en esta conspiración.
12:07El capitán traga saliva.
12:09Puede ver en los ojos de esta mujer que no está fanfarroneando.
12:12Esta no es la típica noble que hace amenazas vacías desde la comodidad de su salón.
12:17Esta es una mujer que ha sobrevivido a más de lo que él puede imaginar.
12:21Una mujer que ha perdido un esposo, que ha enfrentado a villanos, que ha desafiado al mismísimo duque.
12:26Y si dice que va a destruirlo, él no tiene ninguna duda de que lo hará.
12:31¿Qué quiere?
12:31Pregunta finalmente, con voz derrotada.
12:34Quiero que Luisa reciba atención médica inmediata.
12:37Quiero que sea trasladada a una celda más humana.
12:39Con luz, con calor, con comida decente.
12:42Y quiero tiempo.
12:43Tiempo para demostrar su inocencia.
12:45Eso no depende solo de mí.
12:47Entonces haga que dependa de usted.
12:49Use su influencia.
12:50Mueva sus contactos.
12:51Haga lo que tenga que hacer.
12:53Porque si Luisa muere, usted muere con ella.
12:55Metafóricamente hablando, por supuesto.
12:57Una pausa.
12:58O quizás no tan metafóricamente.
13:01El capitán la mira por un largo momento.
13:03Finalmente, asiente.
13:04Haré lo que pueda.
13:05Dice.
13:06Pero usted se está metiendo donde no debe, doña Adriana.
13:08Y cuando el duque se entere.
13:10El duque ya no me da miedo.
13:12Responde Adriana con una sonrisa que no tiene nada de alegre.
13:16Nada en este valle me da miedo ya.
13:18Lo único que me aterra es perder a las personas que amo.
13:20Y eso, capitán, es precisamente lo que me hace tan peligrosa.
13:25Mientras tanto, en la casa pequeña, otra confrontación está teniendo lugar.
13:29Una confrontación que podría cambiar el equilibrio de poder en Valle Salvaje de manera dramática.
13:35Damaso, ese fantasma del pasado que ha regresado para atormentar a Victoria y a José Luis, está sentado en el gabinete de Mercedes.
13:42El hombre que todos creían muerto, el primer marido de Victoria, aquel cuya reaparición invalidó el matrimonio de su esposa con el duque, tiene una expresión que mezcla la sospecha con la determinación.
13:55Mercedes entra en la habitación con su elegancia habitual, esa gracia de duquesa que ha perfeccionado a lo largo de los años.
14:01Pero incluso ella puede sentir la tensión en el aire.
14:04Puede ver en los ojos de Damaso que algo ha cambiado.
14:07Necesito una explicación.
14:09Dice Damaso sin preámbulos, sin saludos, sin las formalidades que la cortesía exige.
14:14Mercedes arquea una ceja.
14:16¿Y ahora qué hice?
14:17Victoria asegura que estás negociando con otro agente.
14:20¡Ah, Victoria!
14:21Siempre victoria, siempre sembrando discordia, siempre tratando de destruir cualquier alianza que pueda amenazar su poder.
14:30Incluso ahora, cuando su propio matrimonio es una farsa legal, cuando su posición como duquesa es cuestionable en el mejor de los casos, sigue jugando sus juegos de manipulación.
14:40¿Y tú le crees?
14:42Pregunta Mercedes con voz que destila incredulidad.
14:44Quiero escucharlo de tu boca.
14:46Mercedes se acerca a Damaso, sus pasos resonando en el suelo de madera, con una cadencia casi hipnótica.
14:53Se detiene frente a él, tan cerca que puede ver las pequeñas arrugas alrededor de sus ojos, los años de sufrimiento grabados en su rostro.
15:00Pues escúchame bien, dice con voz clara y firme.
15:04No tengo por qué darle cuentas a esa mujer, ni a ti.
15:08Mercedes, si estás celoso, dilo abiertamente.
15:11Si estás dudando de mí, después de todo lo que hemos hablado, después de la alianza que hemos forjado, entonces quizás no deberías buscarme más.
15:19Damaso se pone de pie bruscamente, su silla chirriando contra el suelo.
15:23No estoy dudando.
15:25Estoy advirtiendo.
15:26¿Advirtiendo?
15:28Mercedes suelta una risa que no tiene nada de divertida.
15:31¿Tú me adviertes a mí?
15:32¿Tú, que llegaste a este valle sin nada?
15:35¿Que dependes de mi hospitalidad?
15:36¿De mi información?
15:38¿De mi apoyo?
15:39¿Tú te atreves a advertirme?
15:40Victoria es peligrosa.
15:42Dime algo que no sepa.
15:44Llevo años lidiando con Victoria Salcedo.
15:46Años protegiéndome de sus manipulaciones.
15:48Años sobreviviendo en este valle infestado de serpientes.
15:52¿Crees que no sé lo peligrosa que es?
15:54Entonces, ¿por qué la escuchas?
15:56No la escucho.
15:57Tú eres el que la escucha.
15:58Tú eres el que viene aquí, a mi casa.
16:01Exigiendo explicaciones porque Victoria te metió ideas en la cabeza.
16:04Damaso la mira fijamente.
16:06Y por un momento parece que va a estallar de ira.
16:08Pero entonces, algo cambia en su expresión.
16:11La tensión de sus hombros se relaja un poco.
16:14La dureza de su mirada se suaviza.
16:16Tienes razón.
16:17Admite finalmente.
16:18Permití que me manipulara.
16:19Es lo que ella hace mejor.
16:21Es lo único que hace bien.
16:23Corrige Mercedes.
16:24Bueno, eso y destruir vidas.
16:26En eso también es experta.
16:27Un silencio se instala entre ellos.
16:29Pero no es un silencio incómodo.
16:31Es el silencio de dos aliados que han tenido un desacuerdo.
16:34Y están encontrando el camino de vuelta hacia la confianza mutua.
16:38Victoria me dijo que estás negociando con otro agente para las tierras.
16:41Dice Damaso en un tono más calmado.
16:43Que hay alguien ofreciéndote un mejor trato.
16:46Mercedes suspira.
16:47Es cierto que recibí una oferta.
16:49Una oferta de ella misma, de hecho.
16:51Vino a verme.
16:52Todas sonrisas y promesas.
16:54Ofreciéndome unas tierras rentables a cambio de que rompiera mi alianza contigo.
16:58¿Y qué le dijiste?
17:00Le dije que no.
17:01Mercedes se sienta en una silla frente a Damaso.
17:04Su postura relajándose ligeramente.
17:06Mira, Damaso.
17:07Entiendo que no tengas motivos para confiar en nadie en este valle.
17:11Todos aquí tienen sus propias agendas.
17:13Sus propios secretos.
17:14Sus propias ambiciones.
17:16Pero te voy a decir algo que es la pura verdad.
17:18Mi objetivo es destruir a Victoria.
17:21Y para eso, te necesito.
17:23Necesito tu conocimiento de ella.
17:25Necesito tu historia con ella.
17:26Necesito el hecho de que tu mera existencia invalida todo lo que ella ha construido.
17:31¿Y qué ganas tú con mi venganza?
17:33Justicia.
17:34Justicia para mi hermana Pilara, que fue asesinada por Victoria.
17:37Justicia para todos los que han sufrido bajo su crueldad.
17:41Y sí, también poder.
17:43No voy a mentirte.
17:44Quiero ver a Victoria caer.
17:45Y quiero estar ahí para recoger los pedazos.
17:48Damaso asiente lentamente.
17:49Victoria me habló de ti.
17:51Antes, cuando aún estábamos casados, siempre te tuvo envidia.
17:54Decía que eras demasiado lista para tu propio bien.
17:57Demasiado ambiciosa para una mujer.
17:59Viniendo de ella, lo tomaré como un cumplido.
18:02Por primera vez en la conversación, una sonrisa genuina aparece en el rostro de Damaso.
18:07Creo que vamos a llevarnos bien, duquesa.
18:09Eso espero.
18:11Porque la batalla que tenemos por delante no será fácil.
18:13Victoria está acorralada.
18:15Y los animales acorralados son los más peligrosos.
18:18Entonces, será mejor que estemos preparados.
18:21Siempre lo estoy.
18:22Un silencio cómplice se instala entre ellos.
18:25Mercedes se levanta y camina hacia la ventana.
18:27Mirando hacia la casa grande a lo lejos.
18:29¿Sabes qué es lo que más me sorprende de Victoria?
18:32Dice sin girarse.
18:33¿Qué?
18:33Su capacidad para seguir adelante como si nada hubiera pasado.
18:37Como si no hubiera matado a mi hermana.
18:39Como si no hubiera destruido innumerables vidas.
18:41Camina por los pasillos de esa casa con la cabeza en alto.
18:44Dando órdenes.
18:45Fingiendo que es la dueña de todo.
18:47Cuando en realidad, es la usurpadora más grande que este valle ha conocido.
18:51Era igual cuando estábamos casados.
18:53Dice Damaso con amargura.
18:55Podía hacer las cosas más terribles y al día siguiente actuar como si nada hubiera ocurrido.
19:00Creo que genuinamente no siente culpa.
19:02No tiene la capacidad para ello.
19:04¿Y por eso te fuiste?
19:05¿Por eso fingiste tu muerte?
19:07Damaso guarda silencio por un momento.
19:09Como si estuviera decidiendo cuánto revelar.
19:11Me fui porque descubrí quién era realmente.
19:14Y supe que si me quedaba, terminaría muerto de verdad.
19:17O peor.
19:18Convertido en alguien como ella.
19:20Mercedes se gira para mirarlo.
19:22Pues ahora tienes la oportunidad de hacer justicia.
19:25De exponerla ante el mundo por lo que realmente es.
19:27¿Y qué es lo que realmente es?
19:29Una asesina.
19:30Una manipuladora.
19:31Una mujer sin alma ni conciencia.
19:33Mercedes hace una pausa.
19:35Y lo voy a demostrar.
19:36Tengo pruebas, Damaso.
19:37Pruebas de que ella mató a Pilara.
19:39Pruebas que la hundirán para siempre.
19:41Los ojos de Damaso se abren con sorpresa.
19:43¿Tienes pruebas?
19:44Las tengo.
19:45Y cuando llegue el momento adecuado, las usaré.
19:48Pero necesito que estés de mi lado cuando eso suceda.
19:51Necesito que juntos formemos un frente unido contra ella.
19:54Lo estaré.
19:55Te doy mi palabra.
19:57Tu palabra vale más que todo el oro de este valle.
19:59Damaso.
20:00Porque tú, a diferencia de tantos otros, sabes lo que es sufrir a manos de victoria.
20:05Y ese sufrimiento nos une más que cualquier contrato o alianza formal.
20:10Damaso asiente solemnemente.
20:12Entonces, sellemos este pacto.
20:14Victoria Salcedo caerá.
20:16Y cuando caiga, no habrá fuerza en este mundo que pueda levantarla.
20:19Mientras Mercedes y Damaso sellan su alianza renovada, en otra parte de la casa pequeña,
20:24Atanasio está teniendo una conversación muy diferente.
20:28Matilde, la viuda de Gaspar, la mujer que encontró el amor en los brazos del secretario
20:32Vengador, lo mira con ojos llenos de preocupación.
20:35Están escondidos detrás de unos lienzos blancos tendidos en el cordel, aprovechando
20:40la privacidad que les brinda la ropa recién lavada para hablar sin ser escuchados.
20:44¿Por qué tienes esa cara?
20:45Pregunta Matilde.
20:46Su voz apenas un susurro.
20:48La Salcedo sabe algo.
20:49Responde Atanasio con expresión sombría.
20:52¿Algo de nosotros?
20:53No sé cuánto, pero nos vigila.
20:56He notado cómo me mira cuando paso cerca.
20:58Cómo hace preguntas aparentemente inocentes, sobremicidas y venida.
21:01Y ayer, encontró el ejemplar del buscón de Quevedo que me devolviste en la biblioteca.
21:06Le saltaron las alarmas.
21:07Matilde siente cómo el pánico comienza a apoderarse de ella.
21:11Atanasio, ya no aguanto vivir así.
21:13Cada día es un tormento.
21:15Cada momento que paso en esa casa, cerca de Victoria, fingiendo que soy solo la viuda
21:19de su hijo, es una tortura.
21:21Lo sé, mi amor.
21:23Créeme que lo sé.
21:24Si Victoria descubre nuestra relación, puede destruirnos.
21:27Puede hacer que te despidan.
21:29Que te acusen de algo.
21:30Que te envíen lejos.
21:31Puede hacer mi vida imposible.
21:33Más imposible de lo que ya es.
21:35Atanasio toma sus manos entre la suya.
21:37Sus ojos buscándolos de ella, con una intensidad que hace que el corazón de Matilde se acelere.
21:42Entonces, tendremos que adelantarnos a ella.
21:45¿Qué quieres decir?
21:46Quiero decir que quizás ha llegado el momento de irnos.
21:49De dejar Valle Salvaje atrás.
21:51De empezar una nueva vida lejos de todo esto.
21:53Matilde lo mira con una mezcla de esperanza y miedo.
21:56Pero, Atanasio, creí que me habías dicho que este era tu lugar.
22:00Que tenías una misión aquí.
22:01Una venganza que completar.
22:03Tenía.
22:04Corrige Atanasio.
22:05Vine a este valle lleno de odio, dispuesto a destruir a José Luis Galvez de Aguirre,
22:09por lo que le hizo a mi padre.
22:11Pero las cosas han cambiado.
22:12Tú las has cambiado.
22:14Antes, mi venganza era lo único que me importaba.
22:17Ahora, ahora me importas tú.
22:19Me importa nuestro futuro.
22:21Y me estoy dando cuenta de que no puedo tener ambas cosas.
22:24¿Estás diciendo que renunciarías a tu venganza por mí?
22:27Estoy diciendo que renunciaría a todo por ti.
22:30Las palabras flotan en el aire entre ellos, cargadas de significado, de promesa, de amor.
22:36Matilde siente cómo las lágrimas comienzan a formarse en sus ojos.
22:39Nunca nadie me había dicho algo así.
22:42Susurra.
22:43Entonces, todos los demás eran unos tontos.
22:45Porque tú, Matilde, mereces que te lo digan todos los días.
22:49Mereces un hombre que esté dispuesto a sacrificarlo todo por ti.
22:53Y quiero ser ese hombre.
22:55Se besan.
22:56Un beso apasionado pero breve.
22:57Conscientes de que en cualquier momento, alguien podría descubrirlo.
23:01Cuando se separan, ambos tienen una nueva determinación en sus ojos.
23:05Creo que deberíamos empezar una nueva vida fuera de los dominios de Valle Salvaje.
23:09Dice Matilde con voz firme.
23:11Atanasio asiente.
23:12Empezaré a hacer los preparativos.
23:14Pero debemos ser cauteloso.
23:15Si Victoria sospecha que planeamos huir, seremos cautelosos.
23:20Hemos sido cautelosos todo este tiempo.
23:22Solo necesitamos serlo un poco más.
23:24Se separan.
23:25Cada uno yendo en una dirección diferente.
23:27Tratando de actuar con normalidad.
23:29De no levantar sospechas.
23:31Pero ninguno de los dos nota la figura que los observa desde la ventana del piso superior.
23:36Victoria Salcedo, con una expresión que mezcla la curiosidad con la malicia,
23:40ha visto todo el intercambio.
23:42No ha podido escuchar las palabras, pero ha visto el beso.
23:45Y eso es suficiente.
23:47Así que el secretario y la viuda de mi hijo.
23:49Murmura para sí misma.
23:51Una sonrisa cruel curvando sus labios.
23:53Qué interesante.
23:54Muy, muy interesante.
23:56Y como si el destino quisiera darle la oportunidad perfecta para actuar,
24:00Victoria decide que ha llegado el momento de recordarle a Matilde cuál es su lugar en este mundo.
24:04Con pasos decididos, baja las escaleras y busca a su nuera.
24:08Encontrándola en el salón, aparentemente ocupada con un bordado, pero con la mente claramente en otro lugar.
24:14Matilde, dice Victoria con esa voz dulce que siempre presagia algo terrible.
24:19Quiero que me acompañes.
24:20Matilde levanta la vista, sorprendida.
24:22¿Acompañarla?
24:23¿A dónde?
24:24A un lugar que ambas conocemos bien.
24:26Un lugar que creo que has olvidado visitar últimamente.
24:29El corazón de Matilde se acelera.
24:31Hay algo en el tono de Victoria.
24:33Algo en esa sonrisa que no llega a sus ojos, que le dice que esto no es una simple invitación.
24:39Doña Victoria, tengo labores que pueden esperar.
24:42Esto es más importante.
24:44No es una petición.
24:45Es una orden.
24:47Y Matilde, que ha aprendido a reconocer cuándo no tiene opción, deja su bordado a un lado y sigue a Victoria hacia el exterior de la casa.
24:55El camino hacia el cementerio familiar es corto, pero se siente eterno.
24:58Victoria camina delante, su vestido negro ondeando con la brisa como las alas de un cuervo.
25:03Matilde la sigue unos pasos atrás, sintiendo cómo el nudo en su estómago se aprieta con cada paso.
25:09Finalmente llegan a la tumba de Gaspar.
25:11La lápida de mármol blanco brilla bajo el sol de la tarde, con el nombre del difunto grabado en letras doradas.
25:18Gaspar Salcedo.
25:19Amado hijo.
25:20Esposo devoto.
25:21Quiero que la veas, dice Victoria señalando la tumba.
25:24Matilde traga saliva.
25:26¿Para qué me trajo aquí, Doña Victoria?
25:27Para recordarte que él sigue siendo tu esposo.
25:30Gaspar está muerto, pero su nombre no.
25:33Victoria se gira hacia Matilde, y en sus ojos hay algo que hace que la joven retroceda un paso.
25:38Y si no cuidas ese nombre, si no honras su memoria como deberías, alguien tendrá que hacerlo por ti.
25:44¿Es una amenaza?
25:45Victoria sonríe, pero no hay calidez en ese gesto.
25:48Solo crueldad calculada.
25:50Es un recordatorio, querida.
25:51Un recordatorio de quién eres, de cuál es tu lugar en esta familia, y de lo que le pasa a las personas que olvidan esas cosas.
25:58Yo no he olvidado nada.
25:59¿No?
26:00Victoria da un paso hacia ella, invadiendo su espacio personal.
26:03Entonces, ¿por qué te veo últimamente tan... distraída?
26:07¿Por qué pasas tanto tiempo en la casa pequeña?
26:09¿Por qué tus ojos brillan de una manera que no veía desde que Gaspar vivía?
26:13Matilde siente cómo el pánico comienza a apoderarse de ella, pero se obliga a mantener la compostura.
26:19No sé de qué me habla.
26:20Oh, creo que lo sabes perfectamente.
26:23Victoria se inclina hacia ella, su voz bajando a un susurro amenazante.
26:27Las paredes tienen ojos, Matilde.
26:30Y yo tengo oídos en cada rincón de este valle.
26:33Nada escapa a mi atención.
26:35Nada.
26:35Doña Victoria, le juro que yo...
26:37No me jures nada.
26:38Los juramentos en este valle valen menos que el polvo bajo nuestros pies.
26:42Victoria señala la tumba de Gaspar.
26:44Mi hijo te amó.
26:46Te dio un hogar, una posición, un futuro.
26:49¿Y así es como le pagas?
26:51¿Olvidándolo antes de que la tierra sobre su tumba se haya asentado?
26:54Yo no lo he olvidado.
26:56Las lágrimas comienzan a formarse en los ojos de Matilde.
26:59Pienso en él todos los días.
27:00Cada noche me pregunto cómo sería mi vida si él siguiera vivo.
27:04Entonces demuéstralo.
27:05Compórtate como la viuda que eres.
27:07Deja de mirar hacia otros hombres como si estuvieras disponible.
27:10Porque no lo estás, Matilde.
27:12Sigue siendo una salcedo.
27:14Y los salcedo no deshonramos la memoria de los nuestro.
27:17Victoria se aleja unos pasos, dejando a Matilde sola frente a la tumba de su esposo.
27:22Las palabras de su suegra resuenan en su cabeza, como campanas funerarias, recordándole que en Valle Salvaje, el pasado nunca muere.
27:30Solo espera.
27:31Agazapado.
27:32Listo para destruir cualquier atisbo de felicidad.
27:35De vuelta en la cárcel, la situación de Luisa no ha mejorado mucho.
27:38Adriana ha conseguido que le traigan mantas adicionales y un poco de caldo caliente.
27:43Pero Luisa apenas puede tragar.
27:45Su cuerpo, debilitado por días de ayuno voluntario, se niega a cooperar.
27:50Tienes que comer, insiste Adriana, sosteniendo una cuchara frente a los labios de su amiga.
27:56Tienes que luchar.
27:57Pero Luisa niega con la cabeza.
27:59Un movimiento tan débil que apenas se percibe.
28:02No tiene sentido luchar más.
28:03Susurra con voz apenas audible.
28:05No digas eso.
28:06Van a matarme igual, Adriana.
28:08Ya lo escuchaste.
28:09Me acusan de sacrilegio.
28:11Robé una talla religiosa.
28:12Aunque demostraran que soy inocente del robo, la evidencia está ahí.
28:16Mis huellas están en esa talla.
28:18Mi pasado como ladrona está documentado.
28:21Nadie va a creerme.
28:22Yo te creo.
28:23Alejo te cree.
28:25Todos los que te conocen saben que eres inocente.
28:28Pero los que deciden mi destino no me conocen.
28:31Para ello soy solo una criada con un pasado turbio que tuvo la audacia de enamorarse de un noble.
28:36Soy un ejemplo perfecto.
28:38Un recordatorio para todos los sirvientes de lo que les pasa cuando se atreven a soñar por encima de su condición.
28:44Las palabras de Luisa están cargadas de una amargura que Adriana nunca había escuchado en ella.
28:49Esta mujer, que siempre fue la voz de la esperanza, la que siempre encontraba un lado positivo,
28:54incluso en las situaciones más oscuras, ahora parece haber perdido toda fe en el futuro.
28:59Mientras yo respire, dice Adriana tomando las manos frías de Luisa entre las suyas, no dejaré que eso ocurra.
29:05Te lo prometo.
29:06Luisa la mira con ojos que han visto demasiado sufrimiento.
29:09Entonces morirá usted conmigo.
29:10Porque no hay manera de salir de esto.
29:13No hay manera de ganar.
29:14Siempre hay una manera.
29:16Siempre.
29:16Pero incluso mientras lo dice, Adriana no está segura de creerlo ella misma.
29:21En la casa grande, la atención ha alcanzado niveles insoportables.
29:24Rafael Galvez de Aguirre, el heredero reconocido del duque, el hombre que ama a Adriana con todo su corazón,
29:31está buscando desesperadamente a su hermano menor.
29:35Encuentra a Alejo en el jardín trasero, sentado en un banco de piedra, con la mirada perdida en el horizonte.
29:41El joven tiene ojeras profundas, el cabello despeinado, la ropa arrugada.
29:46Es evidente que no ha dormido, que no ha comido, que está consumiéndose por dentro.
29:51Alejo, dice Rafael, acercándose con cautela, como quien se acerca a un animal herido.
29:56Tenemos que hablar.
29:57Alejo no responde.
29:59No se mueve.
29:59Es como si estuviera en otro mundo.
30:01Un mundo donde solo existe su dolor y su impotencia.
30:05Alejo, mírame.
30:06Rafael se sienta a su lado y le pone una mano en el hombro.
30:09Sé que estás sufriendo.
30:11Sé que esto es lo más difícil que has tenido que enfrentar.
30:14Pero no puedes rendirte.
30:15¿Por qué no?
30:16La voz de Alejo es hueca, vacía.
30:18¿De qué sirve luchar?
30:20El duque tiene todo el poder.
30:21La santa hermandad está en su bolsillo.
30:23Incluso aunque demostráramos la inocencia de Luisa, encontraría otra manera de destruirla.
30:28Encontraría otro crimen que inventar.
30:30Otra acusación que fabricar.
30:32No si lo detenemos primero.
30:34Alejo finalmente gira la cabeza para mirar a su hermano.
30:37¿Detenerlo?
30:37¿Cómo?
30:38Es nuestro padre, Rafael, el duque de Valle Salvaje.
30:42El hombre más poderoso de toda la región.
30:44¿Cómo se supone que vamos a detenerlo?
30:46Rafael vacila un momento antes de responder.
30:48Sabe que lo que está a punto de decir va a destrozar a su hermano aún más.
30:52Pero también sabe que Alejo necesita escucharlo.
30:55Necesita la verdad completa para poder luchar.
30:57Alejo, hay algo que debes saber.
31:00Algo que descubrimos ayer.
31:01¿Qué?
31:02La talla que supuestamente robó Luisa es de carácter religioso.
31:06Y en el juicio, van a acusarla de sacrilegio.
31:09Alejo palidece.
31:10Sacrilegio.
31:11¿Eso significa?
31:12Sí.
31:13Eso significa que Luisa podría ser ejecutada.
31:16Un sonido escapa de la garganta de Alejo.
31:18Algo entre un gemido y un grito ahogado.
31:20Se dobla sobre sí mismo, como si Rafael le hubiera dado un golpe físico.
31:24No, no puede ser.
31:26Créeme que he dudado largo y tendido si venir a decírtelo.
31:29Continúa Rafael, su propia voz quebrándose.
31:32No quería hacerte más daño.
31:34Pero pensé que tenías derecho a saberlo.
31:36Que necesitabas saberlo.
31:37Para entender la urgencia de la situación.
31:40¿Qué ha pasado, Rafael?
31:41Pregunta Alejo levantando la vista.
31:43Sus ojos rojos de lágrimas no derramadas.
31:46Por Dios, ¿qué ha pasado?
31:47Ha pasado que nuestro padre es un monstruo.
31:50Un monstruo que está dispuesto a matar a una mujer inocente.
31:53Solo porque su hijo tuvo la audacia de amarla.
31:56Voy a matarlo.
31:57La voz de Alejo ahora tiene un tono diferente.
31:59Ya no es desesperación.
32:01Es furia.
32:02Furia pura y concentrada.
32:03Voy a matar a ese maldito con mis propias manos.
32:06Alejo, no.
32:07Suéltame.
32:08Alejo se pone de pie de un salto.
32:10Apartando la mano de Rafael de su hombro.
32:12Ese hombre ha destruido todo lo que amo.
32:14Ha destruido mi vida.
32:15Ha destruido a Luisa.
32:17Y ahora quiere matarla.
32:19No voy a quedarme aquí sentado mientras él.
32:21Si lo matas, te ejecutarán a ti.
32:24Grita Rafael, poniéndose también de pie y agarrando a su hermano por los hombros.
32:28¿Es eso lo que quieres?
32:30¿Morir en la horca junto a Luisa?
32:31¿Dejar huérfano a Evaristo?
32:33La mención del pequeño Evaristo, el hijo de Luisa al que Alejo ama como propio, hace
32:38que el joven se detenga.
32:39Por un momento, la furia en sus ojos da paso a algo más.
32:42Dolor.
32:43Miedo.
32:44Amor.
32:45Entonces, ¿qué hago?
32:46Pregunta con voz rota.
32:47¿Qué puedo hacer, Rafael?
32:48Rafael, dime, ¿por qué me estoy volviendo loco?
32:51Cada minuto que pasa, cada segundo, es un minuto y un segundo más de sufrimiento para
32:55ella.
32:56Y yo estoy aquí, impotente, inútil, mientras la mujer que amo se muere en una celda.
33:02Rafael abraza a su hermano, sosteniéndolo mientras Alejo finalmente se derrumba y llora.
33:07Las lágrimas que ha estado conteniendo durante días fluyen libremente, empapando la camisa
33:12de Rafael.
33:12Rafael, vas a luchar, dice Rafael en voz baja, firme.
33:16Vas a pelear por ella con todo lo que tienes, pero vas a hacerlo de manera inteligente.
33:21Vas a usar la cabeza, no solo el corazón.
33:24Porque Luisa te necesita vivo, te necesita libre.
33:27Y si te dejas llevar por la rabia, si haces algo estúpido, la habrás perdido para siempre.
33:32¿Cómo se supone que luche contra nuestro padre?
33:35Encontraremos la manera.
33:36Juntos.
33:37Adriana está en la cárcel ahora mismo, hablando con el capitán.
33:41Está tratando de ganar tiempo.
33:42Y yo voy a ir a hablar con nuestro padre, a presionarlo para que retire las acusaciones.
33:46No lo hará.
33:47Ya lo conoces.
33:48Es más terco que una mula.
33:50Y más cruel que el diablo.
33:51Quizás.
33:52Pero tengo que intentarlo.
33:53Por ti.
33:54Por Luisa.
33:55Por todos nosotros.
33:56Los hermanos se separan finalmente.
33:58Alejo se limpia las lágrimas con el dorso de la mano, tratando de recomponerse.
34:02Gracias, Rafael.
34:03Dice con voz todavía temblorosa, por decirme la verdad, por estar aquí.
34:08Siempre estaré aquí, hermano.
34:10Pase lo que pase.
34:11Los dos hermanos se quedan en silencio por un momento, mirando hacia el horizonte donde
34:16el sol comienza su lento descenso.
34:18La luz dorada baña el jardín, creando sombras largas que parecen querer abrazar todo lo que
34:23tocan.
34:23¿Sabes qué es lo que más me atormenta?
34:25Dice Alejo de repente.
34:27Su voz apenas un susurro.
34:28¿Qué?
34:29Que yo la traje a esto.
34:30Yo la convencí de que podíamos tener un futuro juntos.
34:33Yo le prometí que la protegería, que la amaría, que nadie jamás la lastimaría mientras
34:38yo viviera.
34:39Una risa amarga escapa de sus labios, y mira cómo cumplí mis promesas.
34:43Está en una celda, muriendo de hambre, acusada de un crimen que no cometió.
34:48Y yo estoy aquí, en el jardín de la casa de mi padre, el hombre que la puso ahí, incapaz
34:53de hacer nada.
34:54No es tu culpa, Alejo.
34:55Tú no sabías que padre era capaz de algo así.
34:58Debí haberlo sabido.
34:59Debí haber visto las señales.
35:01Toda mi vida he visto cómo trataba a las personas que consideraba inferiores.
35:05Cómo las despreciaba.
35:06Las humillaba.
35:07Las destruía sin el menor remordimiento.
35:09¿Y creí que con Luisa sería diferente?
35:12¿Creí que de alguna manera haría una excepción por mí?
35:15Rafael no tiene respuesta para eso.
35:18Porque la verdad es que él también creyó.
35:19Creyó que su padre podía cambiar, que el amor de Alejo por Luisa podría ablandar ese
35:25corazón de piedra.
35:26Y estaba equivocado.
35:28Todos estaban equivocados.
35:29Lo que importa ahora, dice Rafael finalmente, es lo que vamos a hacer.
35:33No podemos cambiar el pasado, pero podemos luchar por el futuro.
35:37¿Y si no hay futuro, Rafael?
35:38¿Y si Luisa muere en esa celda?
35:40¿Qué hago entonces?
35:41¿Cómo sigo viviendo sabiendo que la perdí por culpa de mi propia sangre?
35:45No vas a perderla.
35:46Me niego a aceptar eso.
35:47Pero Adriana está con ella ahora mismo.
35:50Está luchando por ella, buscando la manera de sacarla de ahí.
35:53Y nosotros vamos a hacer lo mismo.
35:56Vamos a usar cada recurso que tengamos, cada contacto, cada gramo de influencia, para asegurarnos
36:02de que Luisa salga de esa cárcel con vida.
36:05Alejo mira a su hermano con ojos que han visto demasiado sufrimiento en muy poco tiempo.
36:09¿De verdad crees que podemos ganar esta batalla?
36:12Creo que tenemos que intentarlo.
36:13Porque la alternativa, rendirse, aceptar la derrota, eso no es una opción.
36:18No para ti, no para mí, no para nadie que ame a alguien en este maldito valle.
36:23Un atisbo de determinación comienza a brillar en los ojos de Alejo.
36:26Tienes razón.
36:28Tienes toda la razón.
36:29No puedo rendirme.
36:31Luisa no se rendiría si los papeles estuvieran invertidos.
36:34Ella lucharía hasta su último aliento por mí.
36:37Y yo voy a hacer lo mismo por ella.
36:39Así se habla, hermano.
36:40Mientras los hermanos Galvez de Aguirre se preparan para enfrentar la tormenta, en otra
36:45parte de la casa grande, José Luis está teniendo una conversación muy diferente con
36:49su hija Irene.
36:50Están en el despacho del duque, ese santuario de poder masculino donde tantas decisiones
36:55terribles han sido tomadas a lo largo de los años.
36:59José Luis está sentado en su sillón de cuero, mientras Irene permanece de pie frente
37:03a él, con expresión desafiante.
37:05No deberías acercarte tanto a Leonardo, dice José Luis, con ese tono paternalista que
37:10siempre ha usado para controlar a sus hijos.
37:13Irene arquea una ceja.
37:14¿Por qué no?
37:15Porque no te corresponde.
37:16Porque él está comprometido con Bárbara Salcedo.
37:19Aunque esa relación esté en ruinas.
37:21Porque no es apropiado que una señorita de tu posición ande detrás de un hombre que
37:25claramente ama a otra.
37:27Eso no lo decide usted, padre.
37:29José Luis se tensa ante el tono desafiante de su hija.
37:32Lo decido como padre, como cabeza de esta familia, como el hombre responsable de tu
37:36futuro.
37:37Yo ya no soy una niña.
37:39Irene da un paso hacia adelante, sus ojos brillando con una determinación que José Luis rara
37:44vez ha visto en ella.
37:45Y estoy cansada de que usted, y madre, Victoria, se corrige con desdén.
37:50Decidan mi destino como si yo fuera una pieza de ajedrez, que pueden mover a su antojo.
37:54Irene, no, padre, escúcheme por una vez.
37:58He perdido demasiado.
37:59Perdí a Gaspar, el hombre que amaba.
38:01Perdí a mi bebé.
38:03Su voz se quiebra por un momento, pero se recompone rápidamente al bebé que nunca
38:07llegué a conocer.
38:09He perdido mi inocencia, mis ilusiones, mis sueños.
38:12Y ahora, usted quiere quitarme también la posibilidad de encontrar algo de felicidad,
38:17de consuelo, aunque sea en la amistad con Leonardo.
38:20Leonardo de Guzmán no es hombre para ti.
38:22¿Y quién es hombre para mí, padre?
38:24¿Quién cumple con sus estándares imposibles?
38:26Porque hasta ahora, todos los que he elegido han sido rechazados, destruidos, eliminados
38:32de mi vida.
38:33José Luis guarda silencio.
38:34No tiene respuesta para eso porque, en el fondo, sabe que su hija tiene razón.
38:39Ha controlado las vidas de sus hijos con mano de hierro, creyendo siempre que sabía lo que
38:43era mejor para ellos.
38:44Y el resultado ha sido desastroso.
38:46Julio está muerto.
38:48Gaspar está muerto.
38:49Alejo lo odia.
38:50Rafael lo desprecia.
38:53Y ahora Irene, su única hija superviviente, lo mira con una mezcla de frustración y algo
38:58que se parece peligrosamente al desprecio.
39:01Hija, dice finalmente, su voz más suave de lo habitual.
39:05Entiendo que estás sufriendo.
39:07Entiendo que has perdido mucho.
39:08Pero tienes que confiar en que yo solo quiero lo mejor para ti.
39:12No, padre.
39:13Usted quiere lo mejor para el apellido Galvez de Aguirre.
39:16Para su legado, para su orgullo, nosotros, sus hijos, solo somos herramientas para conseguir
39:22eso.
39:22Y con esas palabras devastadoras, Irene sale del despacho, dejando a José Luis solo con
39:27sus pensamientos.
39:29El duque se queda sentado en su sillón, mirando hacia la puerta por donde acaba de salir su
39:33hija.
39:34Por un momento, solo un momento, algo parecido al remordimiento cruza su rostro.
39:39Pero rápidamente lo ahoga.
39:41Lo entierra bajo capas de justificación y racionalización.
39:44Él ha hecho lo que tenía que hacer.
39:47Lo que cualquier hombre en su posición hubiera hecho.
39:49Proteger su linaje.
39:51Preservar su honor.
39:52Asegurar el futuro de su familia.
39:54¿Verdad?
39:55Mientras tanto, en los jardines de la casa pequeña, otro corazón está siendo destrozado.
40:00Leonardo de Guzmán ha pasado días buscando la manera de hablar con Bárbara.
40:04De explicarle.
40:05De suplicar su perdón.
40:07Y finalmente, cuando la ve caminando sola por el sendero de Rosas, decide que es ahora
40:12o nunca.
40:13Bárbara, Bárbara, llama acercándose con pasos apresurados.
40:17Por favor, necesito hablar contigo.
40:19Bárbara se detiene, pero no se gira.
40:21Su espalda permanece rígida.
40:23Sus hombros tensos.
40:24No hay nada de qué hablar.
40:26Por favor, insiste Leonardo colocándose frente a ella.
40:29Solo un minuto.
40:30Dame solo un minuto para explicarte.
40:32¿Explicarme qué, Leonardo?
40:34Bárbara finalmente levanta la vista y en sus ojos hay un dolor tan profundo que hace
40:39que Leonardo retroceda a un paso.
40:41¿Explicarme cómo besaste a Irene?
40:43¿Explicarme cómo me traicionaste con la que creía que era mi amiga?
40:47Fue un error.
40:48Un terrible error.
40:49Estaba borracho, confundido, destrozado por todo lo que estaba pasando.
40:53Y Irene estaba ahí.
40:54Y por un momento de debilidad.
40:57No quiero escucharlo.
40:58Bárbara levanta las manos como para crear una barrera física entre ellos.
41:02No quiero tus excusas.
41:03No quiero tus explicaciones.
41:05No quiero nada de ti.
41:06Bárbara, te amo.
41:08Te he amado desde el momento en que te vi.
41:10Lo que pasó con Irene no significó nada.
41:12Fue un momento de locura que he lamentado cada segundo desde entonces.
41:16Si me amaras de verdad, nunca hubiera pasado.
41:19Las lágrimas comienzan a rodar por las mejillas de Bárbara.
41:22Pero su voz permanece firme.
41:23Si me amaras de verdad, habrías pensado en mí antes de acercarte a ella.
41:28Habrías recordado todo lo que teníamos.
41:30Todo lo que podríamos haber tenido.
41:32Sí pensé en ti.
41:33Pienso en ti todo el tiempo.
41:35Eres lo primero que cruza mi mente cuando despierto.
41:37Y lo último cuando me duermo.
41:38Entonces, ¿por qué, Leonardo?
41:40¿Por qué?
41:41Leonardo no tiene respuesta.
41:43O más bien, tiene una respuesta.
41:45Pero sabe que no es suficiente.
41:47Porque ninguna explicación puede justificar la traición.
41:50Ninguna excusa.
41:51Puede borrar el dolor que ha causado.
41:52¿Puedo hablar contigo?
41:54Intenta una vez más, su voz quebrándose.
41:56No.
41:57Solo un minuto.
41:58Ni un segundo.
41:59Bárbara.
42:00No vuelvas a dirigirme la palabra.
42:02La voz de Bárbara es fría como el acero.
42:04Pero sus ojos brillan con lágrimas contenidas.
42:06No vuelvas a buscarme.
42:08No vuelvas a intentar explicarte.
42:10Lo que teníamos, sea lo que fuera, está muerto.
42:13Y yo necesito enterrarlo para poder seguir adelante.
42:15Y con esas palabras, Bárbara se aleja caminando rápidamente, dejando a Leonardo solo en el jardín.
42:21Con el corazón destrozado y la certeza de que ha perdido lo más valioso que jamás tuvo.
42:26Mientras tanto, en la cocina de la casa grande, otro drama se está desarrollando.
42:31Eva, la criada que llegó junto con su marido Amadeo y su hijo Francisco hace apenas unas semanas, está hablando con Amadeo en susurros furiosos.
42:39Tengo que ser yo siempre el que paga el pato de tus obsesiones, se queja Amadeo, mirando nerviosamente hacia la puerta, para asegurarse de que nadie los escucha.
42:48Yo lo único que quiero es destrozar a esa muchacha, aunque sea lo último que haga en el mundo, responde Eva, con una vehemencia que hace que su marido retroceda un paso.
42:57¿De qué muchacha hablas?
42:59¿De Luisa?
43:00Luisa ya está en la cárcel, Eva.
43:02Ya estás siendo destrozada.
43:03¿Qué más quieres?
43:04Quiero que sufra.
43:05Quiero que sienta todo el dolor que me ha causado.
43:07Amadeo la mira como si la viera por primera vez.
43:10¡Qué dolor, Eva!
43:11Apenas conoces a esa mujer.
43:13Llegamos a este valle hace menos de un mes.
43:16¿Qué podría haberte hecho Luisa en tan poco tiempo?
43:18Eva aprieta los puños, su rostro contorsionándose de rabia.
43:22Me miró por encima del hombro.
43:24Me trató como si yo fuera menos que ella.
43:26Ella, una simple criada compasado de ladrona.
43:30¿Y se atrevió a mirarme a mí con superioridad?
43:32Eva, estás exagerando.
43:34Luisa, nunca.
43:35No estoy exagerando.
43:36Cuando alguien me mira por encima del hombro, se gana mi odio.
43:40Y ese odio no desaparece hasta que la persona que lo provocó paga el precio.
43:45Amadeo niega con la cabeza, visiblemente perturbado.
43:48Ese odio nos va a costar muy caro.
43:50Si alguien descubre lo que has estado haciendo,
43:52si descubren que has estado colaborando con Victoria para hundir a Luisa,
43:56no van a descubrir nada.
43:58Victoria me protege.
43:59Soy útil para ella.
44:01Por ahora.
44:02Pero gente como Victoria no tiene leales, Eva.
44:05Tiene herramientas.
44:06Y cuando las herramientas dejan de ser útiles, las desecha.
44:10¿Es eso lo que quieres?
44:11¿Ser desechada cuando ya no sirvas?
44:13Eva guarda silencio.
44:15Pero su expresión dice claramente que no piensa dar marcha atrás.
44:18Hay algo enfermizo en su odio hacia Luisa.
44:20Algo que va más allá de una simple ofensa percibida.
44:24Y Amadeo, que conoce a su esposa mejor que nadie,
44:26sabe que no hay manera de hacerla entrar en razón cuando se pone así.
44:30Solo te pido que tengas cuidado.
44:32Dice finalmente con un suspiro de derrota.
44:35Por ti.
44:35Por mí.
44:36Por Francisco.
44:37No arriesgues todo lo que hemos construido por una venganza absurda.
44:41No es absurda para mí.
44:42Pues debería serlo.
44:44Amadeo la toma por los hombros, obligándola a mirarlo.
44:47Escúchame bien, Eva.
44:48He visto cómo termina la gente que se deja consumir por el odio.
44:51Los he visto en las calles, en las prisiones, en las tumbas.
44:55El odio es un veneno que destruye primero a quien lo lleva dentro.
44:58No me importa.
44:59¿No te importa?
45:00¿No te importa lo que pueda pasarnos?
45:02¿No te importa, Francisco?
45:04La voz de Amadeo se eleva con frustración.
45:06Nuestro hijo está aquí, tratando de construirse un futuro.
45:10Tratando de ser alguien.
45:11¿Y tú quieres arriesgar todo eso por una mujer que ni siquiera te ha hecho nada?
45:15Sí me hizo.
45:16Me miró como si yo fuera basura.
45:18Como si ella, una ladrona reformada, fuera mejor que yo.
45:22Eso está en tu cabeza, Eva.
45:23Luisa apenas te conoce.
45:25Apenas ha cruzado dos palabras contigo.
45:27Y en esas dos palabras, vi todo lo que necesitaba ver.
45:31Vi desprecio.
45:32Vi superioridad.
45:33Vi a alguien que se cree mejor que yo solo porque se acuesta con un noble.
45:37Amadeo la suelta y retrocede, mirándola como si la viera por primera vez.
45:41A veces no te reconozco.
45:42La mujer de la que me enamoré no era así.
45:44No estaba llena de este... este veneno.
45:47La mujer de la que te enamoraste no había sido humillada como yo lo he sido.
45:51Humillada.
45:52Nadie te ha humillado.
45:54Todo está en tu cabeza.
45:56Eva aprieta los puños, su rostro contorsionándose de rabia.
45:59Piensa lo que quieras, Amadeo.
46:00Pero yo sé lo que vi y sé lo que voy a hacer al respecto.
46:03Eva.
46:03Esta conversación ha terminado.
46:06Y con esas palabras, Eva vuelve a sus labores, dejando a Amadeo solo con un presentimiento terrible de que todo está a punto de salir muy, muy mal.
46:15En otra parte de la casa, Pepa, la hermana de Luisa, está en la cocina intentando concentrarse en sus tareas.
46:21Pero es imposible.
46:22Cada vez que cierra los ojos, ve el rostro de su hermana.
46:25Cada vez que respira, siente la culpa aplastándola.
46:28Francisco, el joven mayordomo que ha estado intentando animarla desde que llegó a Valle Salvaje, entra en la cocina con expresión preocupada.
46:36Pepa, dice suavemente, acercándose a ella.
46:39¿Cómo estás?
46:40Pepa no responde.
46:42No puede responder.
46:43Las palabras se le atascan en la garganta, mezcladas con las lágrimas que ha estado conteniendo.
46:48Pepa, háblame, insiste Francisco.
46:50¿Qué sucede?
46:52¿Qué sucede?
46:52Repite Pepa finalmente, su voz quebrándose.
46:55Mi hermana está muriendo en una celda y tú me preguntas qué sucede.
46:59Lo sé y lo siento más de lo que puedo expresar.
47:02Pero quedarte aquí, torturándote, no la va a ayudar.
47:06¿Y qué la va a ayudar, Francisco?
47:08Dime, ¿qué puedo hacer yo, una simple criada, contra el poder del duque?
47:12¿Qué puedo hacer contra las fuerzas que han decidido destruir a mi hermana?
47:16Francisco no tiene respuesta para eso.
47:18Porque la verdad es que no hay respuesta.
47:20Contra hombres como José Luis Galvez de Aguirre, las personas como ellos no tienen ningún poder.
47:26Solo pueden observar, sufrir y esperar que algún milagro ocurra.
47:30Lo único que puedo hacer, dice Francisco finalmente, es estar aquí contigo, apoyarte, asegurarme de que no estés sola en esto.
47:38Pepa lo mira con ojos llenos de lágrimas.
47:40¿Por qué?
47:41¿Por qué te importa tanto?
47:43Porque Francisco vacila y un rubor tiñe sus mejillas.
47:46¿Por qué me importas tú, Pepa?
47:48Más de lo que debería admitir.
47:50Más de lo que probablemente sea apropiado.
47:52Es una confesión que llega en el peor momento posible.
47:55En medio del peor día posible.
47:57Pero quizás, precisamente por eso, es exactamente lo que Pepa necesitaba escuchar.
48:02Francisco, no tienes que decir nada, se apresura a añadir él.
48:06No espero nada.
48:07Solo quería que supieras que no estás sola.
48:10Que yo estoy aquí.
48:11Y que haré todo lo que esté en mi poder para ayudar a tu hermana.
48:14Pepa asiente lentamente.
48:16Las lágrimas rodando libremente por sus mejillas ahora.
48:19Pero entre esas lágrimas, hay también algo más.
48:22Una chispa de esperanza, quizás.
48:23O al menos, la certeza de que en medio de tanta oscuridad, todavía hay personas capaces de bondad.
48:30La tarde avanza inexorablemente hacia la noche.
48:32Y en la cárcel, Adriana sigue junto a Luisa.
48:35Ha conseguido que le traigan una silla.
48:37Y está sentada junto al catre donde su amiga yace, sosteniéndole la mano.
48:41¿Sabes qué es lo que más me duele de todo esto?
48:44Dice Luisa en un momento de lucidez.
48:46Su voz apenas un susurro.
48:47¿Qué?
48:48Que Evaristo va a crecer sin mí.
48:50Mi pequeño.
48:51Mi bebé.
48:51Va a crecer sin saber cuánto lo amé.
48:54¿Cuánto luché por darle una vida mejor?
48:56No digas eso.
48:57Vas a estar ahí para verlo crecer.
48:59Vas a estar ahí para todo.
49:01Luisa niega débilmente con la cabeza.
49:03Usted siempre ha sido optimista, Doña Adriana.
49:06Incluso cuando las cosas estaban en su peor momento, siempre encontraba una manera de ver el lado positivo.
49:12Admiro eso.
49:13Ojalá pudiera ser como usted.
49:15Puede serlo.
49:16Si luchas.
49:17Si te niegas a rendirte.
49:18Estoy tan cansada de luchar.
49:19Las palabras salen con un suspiro de agotamiento infinito.
49:23Toda mi vida ha sido una lucha.
49:25Luchar por sobrevivir en las calles.
49:27Luchar por salir de la vida de ladrona.
49:29Luchar por ser aceptada en un mundo que me veía como basura.
49:33Y ahora, cuando finalmente pensé que había encontrado algo de paz, algo de felicidad, todo se derrumba.
49:39Adriana siente cómo su propio corazón se rompe al escuchar las palabras de su amiga.
49:43Quiere decirle que todo va a estar bien.
49:46Que van a encontrar la manera de salir de esto.
49:49Pero las palabras suenan vacías incluso en su propia cabeza.
49:52Prométeme algo, dice Luisa de repente, apretando la mano de Adriana con una fuerza sorprendente dado su estado.
49:59Lo que sea.
50:00Prométeme que cuidarás de Evaristo.
50:02Si yo, si yo no lo logro.
50:04Prométeme que te asegurarás de que sea feliz.
50:07De que sepa que su madre lo amaba.
50:09Luisa, prométemelo.
50:10Adriana traga el nudo que tiene en la garganta.
50:13Te lo prometo.
50:14Pero no va a ser necesario.
50:16Porque tú vas a sobrevivir.
50:18Vas a salir de aquí.
50:19Y vas a criar a tu hijo con tus propias manos.
50:22Ojalá tenga usted razón.
50:23La tengo.
50:24Siempre la tengo.
50:25Pero ambas saben que esta vez, las probabilidades están terriblemente en contra.
50:30La noche cae sobre Valle Salvaje como un manto negro.
50:33Ocultando los secretos y las miserias que el día ha revelado.
50:36En la casa grande, Rafael ha intentado hablar con su padre.
50:39Pero José Luis se ha encerrado en su despacho y se niega a recibir a nadie.
50:44En la casa pequeña, Mercedes repasa sus planes con Damaso.
50:47Trasando estrategias para el inevitable enfrentamiento con Victoria.
50:51Y en algún lugar de la casa, Atanasio y Matilde intercambian miradas cargadas de significado.
50:56Soñando con un futuro que quizás nunca llegará.
50:59Pero lo más importante, está sucediendo en la celda donde Luisa yace entre la vida y la muerte.
51:04Adriana sigue a su lado, negándose a moverse, negándose a abandonarla.
51:09Y mientras las horas pasan y la madrugada se acerca, algo cambia.
51:13Luisa abre los ojos de repente, con más claridad de la que ha mostrado en días.
51:17Adriana, dice.
51:19Y su voz, aunque débil, tiene una determinación que no estaba ahí antes.
51:23¿Sí?
51:23¿Qué pasa?
51:24Creo, creo que quiero vivir.
51:26Es una declaración simple, pero cargada de tanto significado que Adriana siente cómo las lágrimas vuelven a rodar por sus mejillas.
51:33¿De verdad?
51:33De verdad.
51:34No por mí.
51:35Por Evaristo.
51:36Por Alejo.
51:37Por...
51:37Por la vida que aún podría tener.
51:39Si logro salir de aquí.
51:41Vas a lograr salir.
51:42Te lo juro por mi vida que vas a lograr salir.
51:45Entonces, ayúdame.
51:46Luisa aprieta la mano de Adriana con toda la fuerza que le queda.
51:50Ayúdame a comer.
51:51Ayúdame a recuperar fuerzas.
51:53Ayúdame a luchar.
51:53Y en ese momento, en esa celda oscura y húmeda, nace una nueva esperanza.
51:59Pequeña, frágil, tambaleante, pero esperanza al fin.
52:03Victoria observa todo desde las sombras de la casa grande.
52:06Sus planes retorciéndose en su mente como serpientes venenosas.
52:10Ha decidido que mañana llevará a Matilde a la tumba de Gaspar.
52:13Le recordará sus obligaciones como viuda.
52:16Le hará sentir toda la culpa que pueda por estar pensando en otro hombre.
52:20Es una táctica cruel.
52:21Pero Victoria no conoce otra manera de operar.
52:24Y mientras todos duermen, mientras todos sueñan con un futuro mejor, la rueda del destino sigue girando en valle salvaje.
52:31Porque aquí, en este valle maldito, nada es nunca lo que parece.
52:35Y la paz, cuando llega, siempre es efímera.
52:39Y ahí lo tienen, queridos espectadores.
52:41¿Qué capítulo tan devastador, tan lleno de emociones, tan cargado de momentos que nos dejaron sin aliento?
52:48¿Vieron cómo Adriana encontró a Luisa inconsciente en esa celda?
52:51¿Vieron la desesperación en sus ojos cuando pensó que había llegado demasiado tarde?
52:56Esas escenas fueron absolutamente desgarradoras.
52:59¿Y qué me dicen del enfrentamiento entre Adriana y el Capitán Escobedo?
53:02Nuestra heroína demostró una vez más que es una mujer de armas tomar, amenazando al capitán con esa carta, exigiendo justicia, negándose a dar un paso atrás, aunque el mundo entero estuviera en su contra.
53:15Pero lo que más me impactó fue ese momento final, cuando Luisa abrió los ojos y dijo que quería vivir.
53:22Después de días de rendición, de aceptar la muerte como inevitable, algo cambió en ella.
53:28¿Fue el amor de Adriana lo que la hizo recapacitar?
53:30¿Fue el recuerdo de su pequeño Evaristo?
53:33¿O simplemente fue la voluntad de luchar que nunca la ha abandonado por completo?
53:37Y no olvidemos a Victoria, siempre Victoria, tramando en la sombra.
53:42¿Qué planea hacer con Matilde?
53:43¿Cómo va a usar la información que tiene sobre ella y Atanasio?
53:46Porque créanme, cuando les digo que Victoria Salcedo no descansa hasta que ha destruido todo lo bueno que encuentra a su paso.
53:53Ahora díganme, ¿creen que Luisa va a sobrevivir?
53:56Del 0 al 10, ¿qué nota le darían a la valentía de Adriana en este capítulo?
54:01¿Y qué piensan del amor de Alejo?
54:03¿Es suficiente para salvar a Luisa?
54:05¿O el poder del duque es demasiado grande?
54:07¿Creen que Atanasio y Matilde lograrán escapar de Valle Salvaje antes de que Victoria los descubra?
54:13¿O están condenados a ser otra víctima más de la crueldad de la Salcedo?
54:18Déjenme todos sus comentarios.
54:20Quiero saber qué piensan, qué sintieron, qué los hizo llorar y qué los hizo gritar de frustración.
54:26Y si les gustó este resumen, no olviden darle like y suscribirse al canal, porque la batalla por la vida de Luisa apenas comienza.
54:34Y créanme cuando les digo que lo mejor está por venir.
54:38Nos vemos en el próximo capítulo de Valle Salvaje, donde descubriremos si la esperanza de Luisa puede convertirse en realidad,
54:45o si las fuerzas oscuras del valle finalmente la aplastarán.
54:49Hasta la próxima, queridos espectadores.
54:52Y recuerden, en Valle Salvaje, mientras hay vida, hay esperanza.
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