👻 El Fantasma de Canterville – Segunda Parte | Audiolibro Completo en Español | Oscar Wilde
Una mansión antigua, una familia moderna y un fantasma cansado de asustar… 👻
Así comienza “El Fantasma de Canterville”, una de las historias más queridas de Oscar Wilde, llena de humor, misterio y encanto británico.
En esta primera parte del audiolibro completo en español, conocerás al señor Otis y su familia, recién llegados a la mansión de Canterville Chase, donde pronto descubrirán que no están solos...
🎧 Disfruta de este clásico de la literatura universal con una narración envolvente que te hará reír, pensar y sentir empatía por un fantasma que solo busca descanso.
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Una mansión antigua, una familia moderna y un fantasma cansado de asustar… 👻
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Categoría
📚
AprendizajeTranscripción
00:00¡No!
00:30Estrategia educativa presenta
00:36El fantasma de Canterville de Oscar Wilde
00:39Capítulo 4
00:40Al día siguiente, el fantasma se sintió muy débil y cansado.
00:47Las terribles emociones de las cuatro últimas semanas empezaban a producir su efecto.
00:52Tenía el sistema nervioso completamente alterado y temblaba al más ligero ruido.
00:57El fantasma no salió de su habitación en cinco días y concluyó por hacer una concesión en lo relativo a la mancha de sangre del salón de la biblioteca, puesto que la familia Otis no quería verla.
01:07Era indudablemente que no la merecía.
01:10Aquella gente estaba colocada a ojos vistos en un plano inferior de vida material y era incapaz de apreciar el valor simbólico de los fenómenos sensibles.
01:18La cuestión de las apariciones de fantasmas y el desenvolvimiento de los cuerpos astrales eran realmente para él una cosa muy distinta e indiscutiblemente fuera de su gobierno.
01:29Pero, por lo menos, constituía para él un deber ineludible mostrarse en el corredor una vez a la semana y farfullar por la gran ventana ojival el primero y el tercer miércoles de cada mes.
01:42No veía ningún medio digno de sustraerse a aquella obligación.
01:45Verdad es que su vida estuvo llena de crímenes, pero quitado eso, era un hombre muy concienzudo en todo cuanto se relacionaba con lo sobrenatural.
01:54Así pues, los tres sábados siguientes atravesó, como de costumbre, el corredor entre las doce de la noche y las tres de la madrugada,
02:02tomando todas las precauciones posibles para no ser visto ni oído.
02:06Se quitaba las botas, pisaba lo más ligeramente que podía sobre las viejas maderas carcomidas,
02:12envolvíase en una gran capa de terciopelo negro y no dejaba de usar el engrasador sol naciente para engrasar sus cadenas.
02:20Me veo precisado a reconocer que solo después de muchas vacilaciones se decidió adoptar esta última forma de protegerse.
02:28Pero, al fin, una noche, mientras cenaba la familia, se deslizó en el dormitorio del señor Otis y se llevó el frasquito.
02:35Al principio se sintió un poco humillado, pero después fue suficientemente razonable para comprender
02:41que aquel invento merecía grandes elogios y que cooperaba, en cierto modo, a la realización de sus proyectos.
02:48A pesar de todo, no se vio cubierto de molestias.
02:52No dejaban nunca de tenderle cuerdas de al lado al lado del corredor para hacerle tropezar en la oscuridad.
02:58Y una vez que se había disfrazado para el papel de Isaac el Negro o el cazador del bosque de Hossley,
03:04cayó de bruces al poner el pie sobre una plancha de maderas enjabonadas
03:08que habían colocado a los gemelos desde el umbral del salón de tapices hasta la parte alta de la escalera de Roble.
03:14Esta última ofrenda le dio tal rabia que decidió hacer un esfuerzo para imponer su dignidad
03:19y consolidar su posición social, y formó el proyecto de visitar a la noche siguiente a los insolentes chicos de Eton
03:26en su célebre papel de Ruperto el Temerario o el Conde Sin Cabeza.
03:30No se había visto mostrado con aquel disfraz desde hacía 70 años, es decir, desde que causó con tal pavor
03:37a la bella Lady Barbara Modish, que ésta retiró su consentimiento al abuelo del actual Lord Canterville
03:43y se fugó a Greta Greene con el arrogante Jack Castledown, jurando que por nada del mundo
03:49consentiría en emparentar con una familia que toleraba los paseos de un fantasma tan horrible
03:55por la terraza al atardecer. El pobre Jack fue al poco tiempo muerto en duelo con Arma Blanca
04:01por Lord Canterville en terrenos de Wandsworth, y Lady Barbara murió de pena en Tomber Ridge Wells
04:06antes de terminar el año. Así es que fue un gran éxito en todos sentidos.
04:11Sin embargo, fue, permitiéndome emplear un término teatral para aplicarle a uno de los mayores misterios
04:16del mundo sobrenatural o, en un lenguaje más científico, del mundo superior a la naturaleza,
04:22una creación de las más difíciles, y necesitó sus tres buenas horas para terminar los preparativos.
04:29Por fin estuvo listo, y él, contentísimo de su disfraz, las grandes botas de montar
04:34que hacían juego con el traje, eran eso sí, un poco holgadas para él.
04:39Y no pudo encontrar más que una de las dos pistolas de arzón, pero, en general, quedó satisfechísimo,
04:47y a la una y cuarto pasó a través del estuco y bajó al corredor.
04:51Cuando estuvo cerca de la habitación ocupada por los gemelos, y a la que se llamaba el
04:55dormitorio azul por el color de sus cortinajes, se encontró con la puerta entreabierta.
05:00A fin de hacer una entrada defectísima, la abrió de par en par con violencia, pero se
05:05le vino encima una jarra de agua que le empapó hasta los huesos, no dándole en el hombro por
05:09unos milímetros.
05:11Al mismo tiempo, oyó unas risas sofocadas que partían de la doble cama con docel.
05:15Su sistema nervioso sufrió tal conmoción que regresó a sus habitaciones a toda prisa,
05:21y al día siguiente tuvo que permanecer en la cama con un fuerte catarro.
05:25El único consuelo que tuvo fue el de no haber llevado su cabeza sobre los hombros, pues de
05:29lo contrario, las consecuencias hubieran podido ser más graves.
05:32Desde entonces, renunció para siempre a espantar a aquella resia familia de americanos, y se
05:38contentó por regla general con vagar por el corredor, en zapatillas de fieltro, envuelto
05:43el cuello, en una gran bufanda, por temor a las corrientes de aire, y provisto de un pequeño
05:48arcabús para el caso en que fuese atacado por los gemelos.
05:52Hacia el 19 de septiembre fue cuando recibió el golpe de gracia.
05:55Había bajado por las escaleras hasta el espacioso hall, seguro de que en aquel sitio por lo menos
06:00nadie le iba a molestar, y se entretenía en hacer observaciones satíricas sobre las
06:05grandes fotografías del ministro de los Estados Unidos y de su mujer, hechas en casas por
06:09Saroni, y que ahora ocupaban el lugar de los retratos de la familia Canterville.
06:14Iba vestido, sencilla pero decentemente, con un largo sudario salpicado de modo de cementerio.
06:20Se había atado a la quijada con una tira de tela amarilla, y llevó una linternita y un
06:24azadón de sepulturero. En una palabra, iba disfrazado de Jonás el Desenterrador, o el ladrón
06:30de cadáveres de Church High, Born. Era una de sus creaciones más notables y de la que
06:35guardaban recuerdo, con más motivo los Canterville, ya que fue la verdadera causa de su rilla con
06:40Lord Rufford, vecino suyo. Serían próximamente las dos y cuarto de la madrugada, y a su juicio,
06:47no se movía nadie en la casa, pero cuando se dirigía tranquilamente hacia la biblioteca
06:52para ver lo que quedaba de la mancha de sangre, se abalanzaron hacia él, desde un rincón
06:57sombrío, dos siluetas, agitando locamente sus brazos sobre sus cabezas, mientras gritaban
07:02a sus oídos.
07:07Lleno de pánico, cosa muy natural en aquellas circunstancias, se precipitó hacia la escalera,
07:12pero entonces se encontró frente a Washington Otis, que le esperaba armado con la gran regadera
07:17en el jardín. De tal modo, que cercado por sus enemigos, casi acorralado, tuvo que evaporarse
07:23en la gran estufa de hierro colado, que felizmente para él no estaba encendida, y abrirse paso
07:29hasta sus habitaciones frente a los cañones de las chimeneas, llegando a su refugio en
07:33él, lamentable estado en el que lo pusieron la agitación, el hollín y la desesperación.
07:40Desde aquella noche no volvió a versele nunca en expediciones nocturnas, los gemelos se
07:44quedaron muchas veces en acecho para sorprenderle, sembrando de cáscaras de nube los corredores
07:49de todas las noches, con gran enojo de sus padres y de los criados. Pero fue inútil, su
07:55amor propio estaba profundamente herido sin duda, y no quería mostrarse. En vista de ello,
08:01Mr. Otis reanudó de nuevo el trabajo en su gran obra sobre la historia del Partido
08:05Demócrata, obra que había empezado tres años antes. La señora Otis organizó un
08:10camp break extraordinario que dejó muy impresionados a todos los de la comarca. Los niños se dedicaron
08:16a jugar la barra, al decarté, al póker y a otros juegos típicos en América.
08:21Virginia dio paseos a caballo por caminos y veredas, en compañía del duque de Cheshire,
08:27que se hallaba en Canterville, pasando su última semana de vacaciones. Todo el mundo
08:31se figuraba que el fantasma había desaparecido, y en consecuencia, Mr. Otis escribió una carta
08:37a Lord Canterville para comunicárselo, y recibió en contestación otra carta en la que
08:42éste le testimoniaba el placer que le producía la noticia y enviaba sus más sinceras felicitaciones
08:48a la digna esposa del ministro. Pero los Otis se equivocaban. El fantasma seguía en la casa,
08:54y aunque se hallaba muy delicado, no estaba dispuesto a retirarse, sobre todo después de
08:58saber que figuraba ante los invitados el duque de Cheshire, cuyo tío, Lord Francis Stilton,
09:04apostó una vez 100 guineas con el coronel Carbury a que jugaría a los dados con el fantasma de
09:09Canterville. A la mañana siguiente se encontraron a Lord Stilton, tendido sobre el suelo del salón
09:15de juego en un estado de parálisis tal, que, a pesar de la edad avanzada que alcanzó, no pudo
09:21ya nunca pronunciar más palabra que ésta.
09:236 dobles. Esta historia era muy conocida en su tiempo, aunque en atención a los sentimientos
09:28de las dos nobles familias, se hiciera todo lo posible por ocultarla, y existe un relato detallado
09:34de todo lo referente a ella en torno al tercero de las memorias de Lord Tattles sobre el príncipe
09:38regente y sus amigos. Desde entonces, el fantasma desea vehementemente probar que no había perdido
09:44su influencia sobre los Stilton, con los que además estaba emparentado, pues una prima suya
09:49se había casado en Second Sense con el señor Bull Clay, de que descendían en línea directa,
09:55como todo el mundo sabe, los duques de Cheshire. Por consiguiente, hizo sus preparativos para
09:59mostrarse al joven enamorado de Virginia en su famoso papel de fraile vampiro en El Benedictino
10:04sin sangre. Era un espectáculo tan espantoso que cuando la vieja Lady Startup se le vio
10:10representar, es decir, la víspera de año nuevo de 1764, empezó a lanzar chillidos agudos
10:16que le provocaron un fuerte ataque de apoplejía y su fallecimiento al cabo de tres días, no
10:23sin que desheredara a sus parientes más cercanos y le gase todo su dinero a su farmacéutico
10:29de Londres. Pero, a última hora, el terror que le inspiraban los gemelos le retuvo en
10:34su habitación. Y el joven duque murió, tranquilo en el gran lecho con doce del coronado de plumas
10:40del dormitorio real, soñando con Virginia.
10:54Estrategia educativa presenta El fantasma de Canterville de Oscar Wilde. Capítulo 5
11:01Unos días después, Virginia y su adorador de cabello rizado dieron un paseo a caballo
11:18por los prados de Broccoli, paseo en el que ella desgarró su vestido de amazona al saltar
11:23un seto, y de vuelta a su casa, entró por la escalera de detrás para que no la viesen.
11:27Al pasar corriendo por delante de la puerta del salón de tapices, que estaba abierta de
11:32par en par, le pareció ver a alguien adentro. Pensó que sería la doncella de su madre que
11:36iba con frecuencia a trabajar a esa habitación. Asomó la cabeza para encargarle de que le
11:41cosiese el vestido. Pero, con gran sorpresa suya, quien estaba allí era el fantasma de
11:46Canterville en persona. Estaba sentado junto a la ventana contemplando las hojas doradas
11:50que lanzaban en el aire, desprendidas de los árboles amarillentos, y las hojas vermejas
11:55que bailaban locamente a lo largo de la gran avenida. Tenía la cabeza apoyada en una mano
12:00y toda su actitud revelaba el desaliento más profundo. Realmente presentaba un aspecto
12:05tan desamparado, tan abatido, que la pequeña Virginia, en vez de ceder a su primer impulso,
12:10que fue echar a correr y encerrarse en su cuarto, se sintió llena de compasión y se
12:15decidió ir a consolarle. Tenía a la muchacha un paso tan ligero, y él una melancolía tan
12:20onda que no se dio cuenta de su presencia hasta que le habló. «Lo he sentido mucho
12:24por usted», dijo. «Pero mis hermanos regresan mañana a Ethan, y entonces, si se porta usted
12:29bien, nadie le atormentará». «Es absurdo pedirme que me corte bien», le respondió
12:34contemplando estupefacto a la jovencita que tenía la audacia de dirigirle la palabra. «Perfectamente
12:40inconcebible. Me es necesario arrastrar mis cadenas, gruñir a través de las cerraduras
12:45y deambular en la noche, si es a eso a lo que se refiere. Le diré que todo ello es la
12:50única razón de mi existencia». «Esa no es una razón para vivir molestando a la gente.
12:54En sus tiempos fue usted muy malo, ¿sabe?». La señora Omni nos contó el mismo día en
12:59que llegamos que usted mató a su esposa. «Sí, lo reconozco», respondió petulante
13:04el fantasma. «Pero fue un asunto de familia que a nadie le importa». «Está muy mal eso
13:09de matar a alguien», replicó Virginia, que a veces ha adoptado una dulce actitud puritana,
13:13heredada posiblemente de alguno de sus antepasados de la vieja Nueva Inglaterra.
13:18«Oh, detesto la ramplona severidad de la ética abstracta. Mi esposa era muy poco agraciada
13:23y simplona. Nunca pudo almidonar bien mis puños y no sabía nada de cocina». «Veo
13:28usted, un día caseé un magnífico cervatillo en los bosques de Huggley, un espléndido
13:32gamo. ¿Y sabe usted cómo me lo sirvió en la mesa?». «Bueno, ahora eso no importa,
13:37ya pasó. Pero, sin embargo, no halló nada bien que sus hermanos me dejasen morir de hambre,
13:42aunque yo la hubiese matado. ¿Lo dejaron morir de hambre? ¡Ay, señor fantasma! Quiero
13:48decir, don Simón, ¿tiene usted hambre? Tengo un sándwich de mi costurero. ¿No lo quiere?
13:53No, gracias. Ahora ya no necesito comer, pero de todas maneras es usted muy amable. Es usted
13:59mucho más fina y atenta que el resto de su familia, que es tan ordinaria, horrorosa,
14:04vulgar y se conducen como bandoleros». «Basta», exclamó Virginia, dando con el pie en el
14:11suelo. El brutal, horrible y ordinario es usted. En cuanto a lo de bandolero y ladrón,
14:16usted bien sabe que me ha robado las pinturas de mi caja para restaurar esa ridícula mancha
14:22de sangre en la biblioteca. Primero me robó todos los rojos, incluyendo el vermellón, y
14:27ya no puedo seguir pintando las puestas de sol. Después se llevó el verde esmeralda y el amarillo
14:32cromo, y por último no me ha quedado más que el azul añil y el blanco de china. De manera
14:38que solo puedo pintar escenas de claro de luna, que siempre son tristes y nada fáciles
14:42de pintar. Nunca lo acusé, aunque aquello me hacía sentir furiosa, y todo resultaba
14:47grotesco. ¿Por qué? ¿Quién ha oído decir que exista la sangre de color verde esmeralda?
14:53«Bueno, en verdad», dijo el fantasma con cierta dulzura. «¿Qué iba yo a hacer?»
14:58«Es dificilísimo en los tiempos actuales agenciarse sangre de verdad. Ya que su hermano
15:02empezó todo esto con su detergente paragón, no veo por qué no iba yo a usar colores para
15:07defenderme. En cuanto al tono, es cuestión de gusto. Así, por ejemplo, los Canterville
15:12tienen sangre azul, la sangre más azul que existe en Inglaterra, aunque ya sé que ustedes,
15:17los americanos, no hacen el menor caso de esas cosas. No sabe usted nada, y lo mejor que
15:23puede hacer es emigrar, y así se desarrollará su mentalidad. Mi padre tendrá un verdadero
15:28gusto en proporcionarle un pasaje gratuito, y aunque haya derechos arancelarios elevadísimos
15:33sobre toda clase de cosas espirituosas, a usted no le podrán drabas en la aduana. De una vez
15:39en Nueva York puede usted contar con gran éxito. Conozco infinidad de personas que darían
15:44100 mil dólares por tener antepasados, y que sacrificarían mayor cantidad aún por
15:49tener un fantasma en la familia. Creo que no me gustaría América.
15:53«Quizás se deba que allí no tenemos ni ruinas ni curiosidades», dijo burlaramente
15:57Virginia. «¡Qué curiosidades ni qué ruinas», contestó el fantasma. «Tienen ustedes su
16:03marina y sus modales». «Buenas noches. Voy a pedir a papá que conceda a los gemelos
16:08una semana más de vacaciones». «No se vayan, mis Virginia, se los suplico», exclamó
16:13el fantasma. «Estoy tan solo y soy tan desgraciado que no sé qué hacer. Quisiera irme a dormir
16:19y no puedo». «Es inconcebible. No tiene usted más que meterse en la cama y apagar
16:24la vela. Algunas veces es dificilísimo permanecer despierto, sobre todo en una iglesia. Pero,
16:30en cambio, dormir es muy sencillo. Hasta los niños saben dormir admirablemente y no son
16:35nada ilustrados». «Hace 300 años que no duermo», dijo el anciano tristemente, haciendo que
16:41Virginia abriese mucho más sus hermosos ojos azules llenos de asombro. «Hace ya 300 años
16:46que no duermo y me siento tan cansado». Virginia adoptó un grave continente y sus finos labios
16:52temblaron como pétalos de rosa. Se acercó y arrodillándose al lado del fantasma contempló
16:57su viejo rostro marchito. «Pobre, pobre fantasma», murmuró. «¿Y no hay ningún lugar donde puede
17:03usted dormir?». «Allá lejos», «pasado el pinar», respondió él en voz baja y soñadora. «Hay un jardincito.
17:11La hierba crece en el alta y espesa. Allí pueden verse las grandes estrellas blancas de la
17:15cicuta. Allí el risueñor canta toda la noche, canta toda la noche, y la luna de cristal
17:22gélido deja caer su mirada, y el tejo extiende sus brazos de gigantes o de los durmientes».
17:27Los ojos de Virginia se empañaron de lágrimas y ocultó la cara entre sus manos. «¿Se
17:32refiere usted al jardín de la muerte?», murmuró. «Sí, de la muerte. La muerte debe ser hermosa.
17:38Descansar en la blanda tierra oscura, mientras las hierbas se balancean encima de nuestra cabeza,
17:44y escuchar el silencio. No tener ni ayer ni mañana. Olvidarse del tiempo y los males de
17:50la vida. Quedar en paz. Usted puede ayudarme. Usted puede abrirme el portal de la morada
17:55de la muerte, porque el amor le acompaña a usted siempre, y el amor es más fuerte que
17:59la muerte». Virginia tembló. Un estremecimiento helado recorrió todo su ser, y durante unos
18:06instantes hubo un gran silencio. Parecíale vivir en un sueño terrible. Entonces el fantasma
18:12habló de nuevo con una voz que resonaba con los suspiros del viento. «¿Ha leído alguna
18:16vez usted la antigua profecía que hay sobre las vidrieras de la biblioteca?» «Oh, muchas
18:21veces», exclamó la muchacha levantando los ojos. «La conozco muy bien. Está pintada
18:26con unas curiosas letras negras y se lee con dificultad. No tiene más que estos seis
18:31versos». Cuando una joven rubia logre hacer brotar una oración de los labios del pecador,
18:36«Cuando el almendro es téril de fruto y un pequeño deje de correr su llanto, entonces
18:42toda la casa quedará tranquila y volverá la paz a Canterville». Significa que usted
18:48tiene que llorar conmigo mis pecados, porque no tengo lágrimas, y que tiene usted que rezar
18:53conmigo por mi alma, porque no tengo fe. Y entonces, si ha sido usted siempre dulce,
18:58buena y cariñosa, el ángel de la muerte se compadecerá de mí. Verá usted seres terribles
19:03en las tinieblas y voces malignas susurrarán en sus oídos, pero no podrán hacerle ningún
19:08daño, porque contra la pureza de una niña no pueden nada las potencias infernales.
19:13Virginia no contestó, y el fantasma retorcióse las manos en la violencia de la desesperación,
19:18sin dejar de mirar la rubia cabeza inclinada. De pronto, se hirió la joven, muy pálida,
19:24con un fulgor extraño en los ojos. «No tengo miedo», dijo con voz firme, «y rogaré
19:29al ángel que se apiada de usted». El fantasma, levantándose de su asiento y lanzando un
19:34débil grito de alegría, tomó su mano, e inclinándose sobre ella, con la gracia de
19:39los viejos tiempos, la besó. Sus dedos estaban fríos como el hielo, y sus labios abrazaron
19:44como el fuego, pero Virginia no flaqueó. Después la hizo atravesar la estancia sombría.
19:50Sobre el tapiz de un verde apagado estaban bordados unos pequeños cazadores. Soplaban en sus
19:56cuernos adornados con borlas, y con sus lindas manos les hacían señas de que retrocediese.
20:01«Vuelve tus pasos, Virginia, no sigas». «Vete, vete», gritaban. Pero el fantasma le apretaba
20:08en aquel momento la mano con más fuerza, y ella cerró los ojos para no verlos. Horribles
20:13animañas de colas de lagarto y de ojos saltones hacia guiños maliciosos en las esquinas de la
20:18chimenea, mientras le decían en voz baja, «Ten cuidado, Virginia, ten cuidado, podríamos
20:25no volver a verte». Pero el fantasma apresuró entonces el paso y Virginia no oyó nada.
20:30Cuando llegaron al extremo de la estancia, el viejo se detuvo murmurando unas palabras
20:34que ella no pudo comprender. Volvió Virginia a abrir los ojos, y vio disiparse el muro
20:39lentamente como una neblina y abrirse una negra caverna. Un áspero y helado viento les azotó,
20:46sintiendo la muchacha que alguien tiraba de su vestido. «¡Deprisa! ¡Deprisa!», gritó
20:50el fantasma, «¿O será demasiado tarde?». En el mismo momento el muro se cerró de nuevo
20:56detrás de ellos, y el salón de tapices quedó desierto.
21:00Capítulo 6
21:01Diez minutos después sonó la campana para el té, y Virginia no bajó. La señora Otis
21:08envió a uno de los criados a buscarla. No tardó en volver diciendo que no había podido
21:12encontrar a Miss Virginia por ninguna parte. Como la muchacha tenía la costumbre de ir a
21:16todas las tardes al jardín para coger las flores de la cena, la señora Otis no se preocupó
21:20en lo más mínimo. Pero sonaron las seis, y Virginia no aparecía entonces su madre.
21:26Se sintió seriamente intranquila y envió a sus hijos en su busca, mientras ella y su
21:31marido recorrían todas las habitaciones de la casa. A las seis y media volvieron los
21:35muchachos diciendo que no habían encontrado ovejas de su hermana por ninguna parte. Entonces
21:40se inquietaron todos extraordinariamente, y nadie sabía qué hacer. Cuando Mr. Otis recordó
21:46de repente que pocos días antes había permitido acampar en el parque a una tribu de gitanos.
21:51Así pues, salió inmediatamente para Blackfellow Hollow, acompañado a su hijo mayor y de dos
21:56criados de la granja. El joven duque de Cheshire, completamente loco de ansiedad, rogó con
22:01insistencia a Mr. Otis que la dejase acompañarle. Mas este se negó, temiendo que pudiese surgir
22:07algún conflicto. Pero cuando llegó al sitio y en cuestión, vio que los gitanos se habían
22:12marchado, y era evidente que su partida había sido precipitada, pues el fuego ardía aún
22:17y quedaban platos sobre la hierba. Después de mandar a Washington y a los dos hombres en
22:22registrar a sus alrededores, se apresuraron a regresar y envió telegramas a todos los
22:27inspectores de policía del condado, rogándoles que buscasen a una joven raptada por unos vagabundos
22:32o unos gitanos. Luego hizo que les trajeran su caballo, y después de insistir para que
22:38su mujer y sus tres hijos se sentaran a la mesa, partió con una caballera, rumbo por
22:43el camino de Ascot. Había recorrido dos millas, cuando oyó un galope a su espalda.
22:48Se volvió, viendo al joven duque que llegaba en un supón y con una cara sofocada y la cabeza
22:53descubierta. Lo siento muchísimo, le dijo el joven con voz entrecortada, pero me es imposible
22:59comer mientras Virginia no aparezca. Se lo ruego, no se enfade conmigo. Si nos hubiese
23:05permitido casarnos el año pasado, no habría ocurrido esto nunca. No me rechaza usted, ¿verdad?
23:10No puedo, ni quiero irme. El ministro no pudo menos de dirigir una sonrisa a aquel mozo
23:15guapo y atolondrado, conmovidísimo ante la negación que mostraba por Virginia. Inclinándose
23:21sobre su caballo, le golpeó el hombro cariñosamente y le dijo, pues bien, Cecil, ya que insistes
23:26en venir, no me queda más remedio que admitirte en mi compañía, pero, eso sí, tengo que
23:32comprarte un sombrero en Ascot. ¡Al diablo los sombreros! Lo que quiero es encontrar a
23:37Virginia, exclamó el duque riendo, y acto seguido galoparon hasta la estación. Una vez
23:42allí, Mr. Otis preguntó al jefe si no habían visto en el andén a una joven cuyas señas
23:47correspondiesen con las de Virginia, pero no averiguó nada sobre ella. No obstante, lo cual
23:53el jefe de la estación expidió telegramas a las estaciones del trayecto, ascendentes
23:58y descendentes, y le prometió ejercer una vigilancia minuciosa. Enseguida, después de
24:03comprar un sombrero para el duque en una tienda de novedades que se disponía a cerrar, Mr.
24:08Otis cabalgo hasta Bexley, pueblo citado cuatro millas más allá, y que, según le dijeron,
24:14era muy frecuentado por los gitanos, ya que cerca de allí había una numerosa comunidad
24:18rural. Hicieron levantarse el guarda del lugar, pero no pudieron conseguir ningún dato
24:23de él. Así es que, después de atravesar y explorar los contornos, los dos jinetes
24:28tomaron un través el camino de casa, llegando a Canterville a eso de las once, rendidos de
24:33cansancio y con el corazón desgarrado por la inquietud. Se encontraban allí con Washington
24:37y los gemelos, esperándoles a la puerta con linternas, porque la avenida estaba muy
24:42oscura. No se había descubierto la menor señal de Virginia. Los gitanos fueron alcanzados
24:47en el prado de Brockley, pero no estaba la joven entre ellos. Explicaron la prisa de
24:51su marcha, diciendo que habían equivocado el día que debía celebrarse la feria de
24:55Chorton, y que el temor de llegar demasiado tarde les obligó a darse prisa. Además,
25:00parecieron desconsolados por la desaparición de Virginia, pues estaban agradecidísimos
25:05a Mr. Otis por haberles permitido acampar en su parque. Cuatro de ellos se quedaron detrás
25:10para tomar parte en las pesquisas. Se hizo vaciar el estanque y las carpas. Registraron las
25:14fincas en todos los sentidos, pero no consiguieron nada. Era evidente que Virginia estaba perdida,
25:19al menos por aquella noche, y fue con un aire de profundo abatimiento, como entraron en la
25:24casa de Mr. Otis y los jóvenes seguidos del caballerango que llevaba las bridas por los
25:28dos caballos y al pony. En el vestíbulo se encontraron con el grupo de los criados llenos
25:33de terror. La pobre señora Otis estaba acostada sobre un sofá de la biblioteca, casi loca de terror
25:39y de ansiedad. Y es la vieja ama del gobierno Leume, decía la frente con agua de colonia.
25:45Enseguida, Mr. Otis instó a su esposa para que comiese algo y dio órdenes para que se sirviese
25:50la cena. Fue una comida triste, pues casi nadie hablaba. Y hasta los gemelos se veían espantados
25:55y sumisos, pues querían extrañarle mente a su hermana. Cuando terminaron, Mr. Otis, a pesar de los
26:01ruegos del joven duque, mandó a que todo el mundo fuese a la cama diciendo que ya no podía
26:05hacerse nada más aquella noche y que al día siguiente telegafearía a Scotland Yard para
26:10que pusieran inmediatamente varios detectives a su disposición. Pero en el preciso momento
26:15en que salían del comedor sonaron las 12 en el reloj de la torre. Apenas acababan de extinguirse
26:19las vibraciones de la última campanada cuando oyóse un crujido acompañado de un grito penetrante.
26:25Un trueno estentorio bamboleó la casa. Una melodía ultraterrenal flotó en el aire. Un lienzo
26:31de pared se desprendió bruscamente en lo alto de la escalera y sobre el rellano, muy pálida,
26:36casi blanca, apareció Virginia llevando en la mano un cofrecillo. Inmediatamente todos
26:40la rodearon. La señora Otis la estrechó apasionadamente entre sus brazos. El duque casi
26:45la ahogó en sus besos apasionados y los gemelos ejecutaron una danza de guerra salvaje alrededor
26:50del grupo.
26:51Por Dios, hija, ¿dónde estabas? dijo Mr. Otis, bastante enfadado, creyendo que les había
26:57querido dar una broma pesada. Cecil y yo hemos recorrido toda la comarca en busca tuya,
27:02y tu madre ha estado a punto de morirse de espanto. No vuelvas a darnos bromas de este
27:07género. Menos al fantasma, menos al fantasma, gritaron los gemelos continuando sus brincos.
27:13Hija mía, querida, gracias a Dios que te hemos encontrado. Ya no nos volveremos a separar,
27:18murmuraba la señora Otis besando a la muchacha, toda trémula y acariciando sus cabellos de oro
27:23que se veían despeinados. Papá, dijo dulcemente Virginia, estaba con el fantasma. Ha muerto
27:29ya. Es preciso que vayan a verle. Fue muy malo, pero se ha arrepentido sinceramente de
27:35todo lo que había hecho, y antes de morir me ha dado esta caja de joyas. Toda la familia
27:40la contempló muda y asombrada, pero ella tenía un aire muy circunspecto y muy serio. Enseguida,
27:47dando media vuelta, les precedió a través del hueco de la pared y bajaron por un corredor
27:51secreto y angosto. Washington les seguía llevando por una vela encendida que cogió
27:55de la mesa. Por fin, llegaron a una gran puerta de roble con clavos recios y oxidados. Virginia
28:01la tocó, y entonces la puerta giró sobre sus gosnes enormes y se hallaron en una habitación
28:06estrecha y con bajo techo aboveado, que tenía una ventanita enredada. Junto a una gran argolla
28:11de hierro empotrada en muro, a la cual estaba encadenado, se veía un esqueleto extendido
28:16cuán largo era sobre las losas. Parecía ser a sus dedos desencarnados como intentando
28:21llegar a un plato y a un cántaro de forma antigua, colocados de tal forma que no pudiese
28:25alcanzarlos. El cántaro había estado lleno de agua indudablemente, pues tenía su interior
28:31tapizado de moho verde. Sobre el plato no quedaba más que polvo. Virginia, arrodillada
28:37junto al esqueleto y, uniendo sus finas manos, comenzó a rezar en silencio mientras la familia
28:42contemplaba con asombro la horrible tragedia, cuyo secreto se les acababa de revelar.
28:48—¡Oigan! —exclamó de pronto uno de los gemelos, que había ido a mirar por la ventanita,
28:52queriendo adivinar hacia qué lado del edificio caía aquella habitación. —¡Oiga! El antiguo
28:57almendro, que estaba seco, ha florecido. Se ven admirablemente las flores a la luz de
29:02la luna. —¡Dios le ha perdonado! —dijo gravemente Virginia levantándose, y un magnífico
29:08resplandor parecía iluminar su rostro. —¡Eres un ángel! —exclamó el joven duque,
29:13rodeándole el cuello con el brazo y besándola.
29:25Estrategia educativa presenta El fantasma de Canterville de Oscar Wilde Capítulo 7
29:32Cuatro días después de estos curiosos sucesos, a eso de las once de la noche, salía un fúnebre
29:43cortejo de Canterville House. La carroza iba arrastrada por ocho caballos negros, cada uno
29:48de los cuales llevaba adornada la cabeza con un gran penacho de plumas de avestruz que se
29:53inclinaban como saludando. La caja de plomo iba cubierta con un rico paño púrpura, sobre el cual
29:58estaban bordadas en oro las armas de los Canterville. A cada lado del carro y de los
30:03coches, marchaban los criados llevando antonchas encendidas. Toda aquella comitiva tenía un aspecto
30:09grandioso e imponente. Lord Canterville presidía el duelo, había venido del país de Gales expresamente
30:15para asistir al entierro, y ocupaba el primer coche con la pequeña Virginia. Después iban el ministro de
30:21los Estados Unidos y su esposa, y detrás Washington y los dos muchachos. En el último coche iba la señora
30:27Omni. Todo el mundo convino en que después de haber sido atemorizada por el fantasma por espacio de
30:33más de 50 años, tenía realmente derecho a verle desaparecer para siempre. Cabaron una profunda fosa
30:39en un rincón del cementerio, precisamente bajo el centenario, y dijo las últimas oraciones, del modo
30:45más solemne, el reverendo Augusto Dampier. Una vez terminada la ceremonia, los criados, siguiendo una
30:51antigua costumbre establecida en la familia Canterville, apagaron sus antorchas. Luego, al bajar la caja
30:57de la fosa, Virginia se adelantó, colocando encima de ella una gran cruz hecha con flores de almendro,
31:03blancas y rosadas. En aquel momento salió la luna detrás de una nube e inundó el cementerio con sus
31:08rayos de silenciosa plata, y de un bosquecillo cercano se elevó el canto de un ruiseñor. Virginia
31:14recordó la descripción que le hizo el fantasma del Jardín de la Muerte. Sus ojos se llenaron de lágrimas y
31:20apenas pronunció una palabra durante el regreso a la casa. A la mañana siguiente, antes que Lord
31:25Canterville partiese para la ciudad, la señora Otis conferenció con él respecto de las joyas
31:29entregadas por el fantasma a Virginia. Eran magníficas. Había sobre todo un collar de rubíes en una
31:36antigua montura veneciana que era de un espléndido trabajo del siglo XVI, y el conjunto representaba
31:42tal cantidad que Mr. Otis sentía grandes escrúpulos en permitir a su hija la aceptarlas.
31:47Mi Lord, dijo el ministro, sé que en este país el concepto de vanos muertas se aplica a lo mismo a
31:55los objetos menudos que a las tierras, y es evidente, evidentísimo para mí, que estas joyas
32:00deben quedar en poder de usted como legado de la familia. Le ruego, por lo tanto, que consientan
32:06llevárselas a Londres, considerándolas simplemente como una parte de su herencia que le fuera restituida
32:11en ciertas circunstancias extraordinarias. En cuanto a mi hija, no es más que una chiquilla,
32:16y hasta hoy me complace decirle, o siente poco interés por esas futilezas de lujo superfluo.
32:23He sabido igualmente por la señora Otis, cuya autoridad no es despreciable en cosas de arte.
32:29Dicho sea de paso, pues, ha tenido la suerte de pasar varios inviernos en Boston, cuando era
32:34un jovencita, que esas piedras preciosas tienen un gran valor monetario, y que si se pusieran en venta,
32:40producirían una bonita suma. En estas circunstancias, Lord Canterville reconocerá a usted,
32:45indudablemente, que no puedo permitir que queden en manos de ningún miembro de mi familia. Además
32:50de que todas esas baratijas y chucherías, y todos esos juguetes, por muy apropiados y necesarios que
32:56sean a la dignidad de la aristocracia británica, estarían fuera de lugar entre personas educadas
33:02de acuerdo con los severos principios. Según los inmortales principios, pudiera decidirse
33:07de la sencillez republicana. Quizá me atrevería a decir que Virginia tiene un gran interés en que
33:12le deja a usted la cajita que encierra esas joyas en recuerdo de las locuras y los infortunios de
33:16su antepasado. Y como esa caja ya es muy vieja y, por consiguiente, deterioradísima, quizás encuentre
33:24usted razonable acoger favorablemente su deseo. En cuanto a mí, confieso que me sorprende grandemente
33:31ver a uno de mis hijos demostrar interés por una cosa de la edad media. Y la única explicación que le
33:36encuentro es que Virginia nació en un barrio de Londres, a poco de regresar la señora Otis de
33:41una excursión a Atenas. Lord Canterville escuchó con una gran atención y muy serio el discurso del
33:47digno ministro, atuzándole de vez en cuando su bigote gris para ocultar una sonrisa involuntaria.
33:53Una vez que hubo terminado, Mr. Otis le estrechó cordialmente la mano y le contestó,
33:58mi querido amigo, su encantadora hija ha prestado un servicio importantísimo a mi desgraciado
34:03antecesor, Sir Simon. Mi familia y yo estamos llenos de gratitud hacia ella por su maravilloso
34:09valor y por la sangre fría que ha demostrado. Las joyas le pertenecen, sin duda alguna, y creo que
34:14si tuviese yo la suficiente insensibilidad para quitárselas, el viejo malvado saldría de su tumba
34:20al cabo de quince días para hacerme la vida infernal. En cuanto a que sean joyas de la familia,
34:25no podrían serlo sino después de estar especificadas como tales en un testamento en forma
34:29legal, y la existencia de estas joyas permaneció siempre ignorada. Le aseguro que son tan mías
34:36como de su mayordomo. Cuando Miss Virginia sea mayor, creo que le encantará tener cosas
34:41tan lindas para lucir. Además, Mr. Otis, olvido usted que adquirió el inmueble y el fantasma
34:46bajo inventario, de modo que todo lo que pertenece al fantasma le pertenece a usted, a pesar de
34:52las pruebas de actividad que ha sido Sir Simon por el corredor. No por eso deja de estar menos
34:56muerto, desde el punto de vista legal, y su compra le hace a usted dueño de lo que le
35:01pertenecía a él. Mr. Otis se quedó muy preocupado ante la negativa de Lord Canterville y le rogó que
35:07reflexionara nuevamente su decisión, pero el excelente par se mantuvo firme y terminó por convencer
35:15al ministro de que aceptase el regalo del fantasma. Cuando en la primavera de 1890 la duquesa de
35:20Church Heart fue presentada por primera vez en la recepción de la reina, con motivo de su casamiento,
35:25sus joyas fueron de tema general comentario y admiración, porque Virginia fue agraciada con
35:30la diadema que se otorga como recompensa a todas las americanitas de buena conducta, y se casó con
35:35su novia en cuanto éste llegó a la mayoría de edad. Eran ambos tan simpáticos y agradables, y además se
35:41amaban de tal manera que no hubo quien no estuviese encantado con aquel matrimonio, menos la anciana
35:46marquesa de Dumbleton, que había hecho todo lo posible por pescar al joven duque, casarle con
35:51alguna de sus siete hijas. Para conseguirlo no dio menos de tres comidas costosísimas, y cosa extraña
35:57de notarse. Mr. Otis en cierto modo la había ayudado. Mr. Otis sentía una viva simpatía personal
36:03por el duque, pero teóricamente era enemigo de los títulos nobiliarios, y según sus propias palabras,
36:09era de temer que, entre las influencias enervantes de una aristocracia ávida de placeres, llegase a olvidar a su
36:15hija los verdaderos principios de la sencillez republicana. Sus observaciones quedaron olvidadas
36:20cuando avanzó por la nave central de la iglesia de San Jorge, en Hanover Square, llevando a su hija,
36:26apoyada en su brazo, hacia el altar. No había en estos momentos un padre más orgulloso en todo el
36:31territorio de Inglaterra. El duque y la duquesa, pasada ya la luna de miel, regresaron a Countryville
36:36Chase, y al día siguiente de su llegada, por la tarde, fueron a dar una vuelta por el cementerio
36:41solitario del atrio de la iglesia próxima al Pinar. Al principio, se había tenido una serie
36:46de dificultades acerca de la inscripción que debería figurar en la lápida de Sir Simon,
36:50pero al fin se decidió grabar solo las iniciales del nombre de aquel caballero, y los versos que
36:55estaban escritos sobre la ventana de la biblioteca. La duquesa trajo consigo un ramo de rosas precioso
37:00y lo dejó sobre la tumba, y después de permanecer unos momentos de pie, caminaron dirigiéndose hacia
37:05el claustro en ruinas de la vieja abadía. La duquesa se encentó sobre el caído pilar de una
37:11columna, mientras que su esposo, descansando a sus pies, fumó un cigarrillo contemplando a su esposa
37:16y mirando sus bellos ojos. De pronto, tiró el cigarrillo, le tomó de la mano y le dijo,
37:22Virginia, una buena esposa nunca debe tener secretos para su esposo.
37:26Querido Ceci, yo no tengo secretos para ti.
37:29Sí que los tienes, contestó él riendo. Nunca me has contado lo que te pasó mientras estuviste
37:34encerrada con el fantasma. Nunca se lo he contado a nadie, Ceci, dijo Virginia con una actitud
37:39reposada y seria. Ya lo sé, pero a mí me podrás decírmelo. Por favor, no me pregunte, Ceci, no puedo
37:46decírtelo. Pobre Sir Simon, le debo mucho. Sí, no te rías, Ceci, de veras, mucho le debo. Me hizo ver
37:54lo que era la vida y lo que significa la muerte, y por qué el amor es más fuerte que ambas. El duque se
38:00levantó inclinándose para besar amorosamente a su esposa. Puedes guardarte tu secreto mientras
38:05pueda ser yo el dueño de tu corazón, murmulló. Ese siempre ha sido tuyo, Ceci, y algún día se lo
38:13contarás a nuestros hijos. ¿No es verdad? Virginia se sonrojó.
38:30Gracias.
38:31Gracias.
38:32Gracias.
38:33Gracias.
38:34Gracias.
38:35Gracias.
38:36Gracias.
38:37Gracias.
38:38Gracias.
38:39Gracias.
38:40Gracias.
38:41Gracias.
38:42Gracias.
38:43Gracias.
38:44Gracias.
38:45Gracias.
38:46Gracias.
38:47Gracias.
38:48Gracias.
38:49Gracias.
38:50Gracias.
38:51Gracias.
38:52Gracias.
38:53Gracias.
38:54Gracias.
38:55Gracias.
38:56Gracias.
38:57Gracias.
38:58Gracias.
38:59Gracias.
39:00Gracias.
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