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#capítulo270 #matar #Rafael
Avance ‘Valle Salvaje’: ¿Suicidarse o matar a Rafael? ¡Úrsula está fuera de sí! (capítulo 270, lunes 6 de octubre)
Avance del capítulo 270 de ‘Valle Salvaje’ del lunes 6 de octubre, con vídeo incluido. Úrsula se descontrola y podría llevar a cabo un acto extremo mientras Leonardo decide seguir luchando por Bárbara. Descubre aquí todos los detalles del próximo capítulo.
El sol del lunes 6 de octubre se alzaba sobre Valle Salvaje no como una promesa de luz, sino como un testigo impasible del oscur ...
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Transcripción
00:00Avance Valle Salvaje, suicidarse o matar a Rafael. Úrsula está fuera de sí. Capítulo 269. Lunes 6
00:18de octubre. Avance del capítulo 269 de Valle Salvaje del lunes 6 de octubre, con vídeo
00:28incluido. Úrsula se descontrola y podría llevar a cabo un acto extremo mientras Leonardo decide
00:37seguir luchando por Bárbara. Descubre aquí todos los detalles del próximo capítulo. El sol del
00:47lunes 6 de octubre se alzaba sobre Valle Salvaje no como una promesa de luz, sino como un testigo
00:52impasible del oscuro telón que estaba a punto de rasgarse. El aire, habitualmente cargado con el
01:02aroma de la tierra húmeda y el dulce perfume de las flores silvestres, parecía contener la respiración,
01:08denso y pesado con los secretos y las mentiras que supuraban de las paredes de la casa grande
01:13y se enredaban en las almas de quienes la habitaban. La jornada anterior había sido una de revelaciones
01:21y pactos frágiles, un tablero de ajedrez donde cada movimiento dejaba tras de sí el eco de una traición.
01:32Adriana, con la fuerza de una loba defendiendo a su camada, había plantado cara al mismísimo duque
01:37José Luis, y con Rafael a su lado, había dictado sus condiciones. Unas tierras a cambio de su silencio,
01:48un pedazo de futuro para sus hermanos a cambio de enterrar un pasado que amenazaba con devorarlos a
01:53todos. José Luis, con la astucia de un viejo zorro, había aceptado estudiar la propuesta, pero la mirada
02:04de Victoria, afilada como un estilete, advertía de que en valle salvaje, cada pacto se firma con sangre
02:11y se sella con dolor. Mientras tanto, en las estancias nobles, la joven Irene había visto
02:20cómo los barrotes de una jaula dorada se cerraban a su alrededor. Sus súplicas, sus lágrimas, se habían
02:31estrellado contra la pétrea voluntad de su padre, quien veía en su matrimonio con Leonardo no la
02:36felicidad de su hija, sino la consolidación de su propio poder.
02:43Y en el corazón de la tormenta, Rafael había acorralado a Úrsula, arrancándole la máscara
02:49de fragilidad para revelar el rostro retorcido de una asesina.
02:53La confrontación había sido breve, un cruce de palabras envenenadas, pero sus ondas expansivas
03:03prometían desatar un tsunami de consecuencias funestas.
03:10Ahora, con el alba de un nuevo día, esas consecuencias comenzaban a tomar una forma
03:15monstruosa, a susurrar promesas de muerte y desesperación en los rincones más sombríos
03:20de Valle Salvaje.
03:24El veneno de la desesperación. El último acto de Úrsula. La locura se había instalado
03:30en los ojos de Úrsula.
03:35Ya no era la joven frágil y desvalida que había llegado a Valle Salvaje buscando refugio.
03:44El veneno que había usado para segar la vida de Julio ahora corría por sus propias venas,
03:49no de forma literal, pero sí carcomiendo su alma, retorciendo sus pensamientos hasta
03:55convertirlos en una maraña de odio y desesperación.
04:02Rafael lo sabía. Rafael se lo había dicho. La palabra asesina resonaba en las paredes
04:07de su habitación, rebotando en los muebles caros y en los espejos que le devolvían el
04:12reflejo de un monstruo.
04:13La desaparición de Ana, la única testigo que podía hundirla definitivamente, no le
04:22había traído la paz, sino que había avivado las llamas de la paranoia.
04:30Cada sombra le parecía una acusación, cada susurro un veredicto. Y Rafael, Rafael era
04:36el juez, el jurado y el verdugo. Su mirada, antes llena de una compasión que ella había
04:45sabido manipular, ahora la traspasaba con el frío acero del desprecio y la certeza.
04:49La había descubierto. El juego había terminado. No, no ha terminado, se susurró a sí misma,
05:00mientras sus dedos, largos y pálidos, se cerraban sobre el frío metal de un abre cartas
05:06de plata que descansaba sobre su escritorio.
05:12Era una pieza elegante, con el mango labrado con las iniciales de la familia, un objeto pensado
05:17para abrir correspondencia, para desvelar noticias, no para poner fin a una vida.
05:26Pero en la mente febril de Úrsula, todo había adquirido un nuevo propósito. Un recuerdo,
05:33vívido y cruel, la asaltó.
05:38El rostro de Julio, congestionado, sus ojos desorbitados buscando aire, su mano aferrándose
05:45débilmente a la suya mientras el veneno le robaba el aliento.
05:53Ella lo había observado sin pestañear, con una calma aterradora, la misma calma que sentía
05:58ahora al deslizar la punta del abre cartas sobre la yema de su pulgar, sintiendo el pinchazo
06:03agudo y extrañamente placentero.
06:05La idea había germinado en la noche, una semilla oscura plantada en el fértil terreno de su
06:15desesperación.
06:19Si iba a caer, no caería sola. Si su mundo se iba a derrumbar, arrastraría a Rafael con
06:26ella a las profundidades del infierno.
06:28El plan era sencillo, casi poético en su perversidad. Le pediría un último encuentro,
06:37una tregua, una despedida.
06:43Apelaría a la nobleza que ella sabía que él, a pesar de todo, aún poseía. Le pediría un último
06:49abrazo.
06:53Un abrazo para sentir que no la despreciaba del todo, un abrazo para sellar su trágico destino.
07:03Y mientras él la rodeara con sus brazos, pensando quizás en la mujer que una vez creyó conocer,
07:10ella hundiría en su espalda la afilada hoja de plata, previamente untada con un veneno de
07:15acción rápida que había conseguido del mismo herbolario discreto que le proporcionó el que
07:19acabó con Julio.
07:24Sería el último abrazo, el último aliento, la última traición. Pero la locura es un océano
07:30embravecido, y sus olas arrastran al náufrago en direcciones impredecibles.
07:35En medio de su macabra planificación, un pensamiento alternativo, igualmente oscuro,
07:44se abrió paso.
07:49Y si el abrazo fuera para ella misma, si el frío acero no buscara la espalda de Rafael,
07:55sino su propio corazón. La idea del suicidio la seducía con una dulzura morbosa.
08:00Sería la víctima definitiva, la mártir incomprendida. Su muerte sería una acusación
08:09eterna contra Rafael, el hombre que la había acorralado, que la había empujado al abismo.
08:18Dejaría una nota, por supuesto, una carta llena de falsedades y medias verdades, pintando
08:24a Rafael como un monstruo y a ella como un ángel caído. La duda quedaría sembrada para siempre en
08:33el corazón de todos. La indecisión la torturaba. Era una dualidad aterradora que la empujaba de
08:39un extremo a otro del espectro de la violencia. Matar o morir, venganza o martirio, su reflejo en
08:49el espejo le devolvía una mirada febril, los ojos muy abiertos, las pupilas dilatadas.
08:59El rostro de la locura. Pedrito, con la inocencia de sus pocos años, fue el único que percibió la
09:05verdadera profundidad del abismo que se abría en el alma de su prima.
09:09La había visto deambular por los pasillos, hablar sola, sus ojos fijos en un punto invisible.
09:22La había observado estallar en un ataque de furia irracional cuando una criada derramó
09:27accidentalmente una copa de agua, su reacción tan desproporcionada que había hecho temblar al
09:32niño de miedo. Corrió a buscar a Adriana, sus pequeños puños apretados, el corazón latiéndole
09:42desbocado en el pecho. Adriana, es Úrsula. Dijo con la voz entrecortada por la angustia. Está, está rara.
09:54Muy rara. Grita y luego llora y... y mira las cosas como si quisiera romperlas. Adriana,
10:04cuya propia vida era un torbellino de emociones y peligros, se arrodilló para quedar a la altura
10:09del niño. Conocía la capacidad de manipulación de Úrsula, pero el miedo genuino en los ojos de
10:18Pedrito la alertó de que esta vez era diferente. ¿Qué te preocupa, Pedrito? Cuéntamelo. El niño
10:28tragó saliva, las palabras apenas lograban salir de su garganta. Tengo miedo, tengo miedo de que se
10:39haga daño a sí misma. Y si, y si intenta quitarse la vida.
10:42La pregunta quedó suspendida en el aire, cargada de una gravedad que geló la sangre de Adriana.
10:54El miedo de Pedrito no era infundado. Conocía la teatralidad de Úrsula, su capacidad para el drama.
11:04Un suicidio sería su gran acto final, la forma más retorcida de culpar a otros de su propia maldad.
11:12Pero Adriana también conocía el veneno que anidaba en el corazón de su prima,
11:19y una sospecha aún más terrible comenzó a formarse en su mente.
11:26El miedo de Pedrito se centraba en que Úrsula se hiciera daño a sí misma,
11:30pero Adriana temía que la desesperación de Úrsula no fuera un arma autodestructiva,
11:34sino un misil dirigido al corazón de la persona que la había desenmascarado. Rafael.
11:42La conversación fue interrumpida por la llegada de un criado con un mensaje.
11:48Una nota de Úrsula para Rafael, entregada en mano, solicitando un encuentro privado en la biblioteca.
11:58Quería, según la misiva escrita con una caligrafía temblorosa pero deliberadamente elegante,
12:04pedirle un último favor, un último momento de paz antes de desaparecer para siempre de su vida.
12:09El cebo estaba lanzado, y Adriana supo, con una certeza que le revolvió el estómago,
12:18que aquella biblioteca no sería un escenario de paz, sino un matadero.
12:26Cadenas de oro, corazones rotos, lejos de la febril conspiración de Úrsula,
12:31otro drama, más silencioso pero igualmente devastador, se desarrollaba entre Leonardo y Bárbara.
12:41El compromiso de Leonardo con Irene Gálvez de Aguirre,
12:45anunciado con toda la pompa y la frialdad de un tratado comercial,
12:49había caído sobre Bárbara como una lápida de mármol.
12:52Se sentía traicionada, humillada, un simple peón en los juegos de poder de los nobles.
13:06Leonardo, sin embargo, se negaba a aceptar la derrota.
13:10Su amor por Bárbara era la única verdad en un mundo de apariencias y obligaciones.
13:14La buscó en los jardines, donde ella solía encontrar consuelo entre las rosas,
13:23pero que ahora le parecían una burla con sus colores vibrantes.
13:30Bárbara, tenemos que hablar.
13:32Le dijo, su voz ronca por la emoción contenida.
13:36Ella se mantuvo de espaldas, sus hombros rígidos.
13:39No hay nada de qué hablar, Leonardo.
13:45O quizás sí, deberíamos hablar de tu prometida, la señorita Irene.
13:52¿Es de tu agrado?
13:54¿Cumple con las expectativas de tu padre?
13:56El sarcasmo en su voz era un escudo frágil para el dolor que la consumía.
14:05Bárbara, por favor.
14:06Leonardo la tomó suavemente por el brazo, obligándola a mirarlo.
14:14Sabes que nada de esto es lo que yo quiero.
14:16Es mi padre, es el duque.
14:18Son ellos los que han decidido mi destino.
14:24Pero yo no lo he aceptado.
14:26Ah, no, replicó ella,
14:28sus ojos brillando con lágrimas que se negaba a derramar.
14:31A mí me pareció que no pusiste mucha resistencia.
14:38Un capataz casándose con la hija de un duque.
14:40Es un gran ascenso, ¿no crees?
14:43Deberías estar celebrándolo.
14:48Lo único que quiero celebrar en mi vida es mi amor por ti.
14:51Exclamó él, su voz resonando con una sinceridad desesperada.
14:55Bárbara, mírame a los ojos y dime que no me crees.
15:03Dime que no sientes lo mismo que yo.
15:04Ella apartó la mirada, incapaz de sostener la suya.
15:11El corazón le decía que él era sincero, que sufría tanto como ella,
15:15pero la razón, envenenada por el orgullo herido, le impedía ceder.
15:23Lo que yo sienta ya no importa.
15:26Estás comprometido.
15:27Tu palabra está dada.
15:28Pues romperé mi palabra.
15:30Romperé el compromiso.
15:31Me enfrentaré a mi padre, al duque, al rey si es necesario.
15:36Pero no te voy a perder, Bárbara.
15:42No me rendiré.
15:43Si tú te rindes, yo lucharé por los dos.
15:46La pasión en sus palabras la conmovió hasta lo más profundo,
15:50pero el miedo era más fuerte.
15:55El miedo a las consecuencias,
15:57el miedo a ser la causa de la ruina de Leonardo,
15:59el miedo a que su amor, por muy fuerte que fuera,
16:03no pudiera resistir el peso de un mundo que parecía conspirar en su contra.
16:07Es demasiado tarde, Leonardo.
16:13Susurró, su voz apenas un hilo.
16:16Vete, por favor, vete con tu prometida.
16:23Se dio la vuelta y se alejó,
16:25cada paso una tortura,
16:26dejando a Leonardo solo en el jardín,
16:29con el corazón roto y un juramento silencioso en los labios.
16:32No se rendiría, lucharía.
16:39Su determinación, sin embargo,
16:42estaba a punto de chocar con la implacable realidad.
16:48José Luis, el duque,
16:50no era un hombre que tolerara la desobediencia.
16:53Lo citó en su despacho,
16:54un lugar que olía a cuero viejo,
16:56tabaco y poder.
16:57La conversación fue breve y brutal.
17:03Leonardo.
17:05Comenzó el duque,
17:06sin siquiera invitarlo a sentarse.
17:08Me han llegado rumores de que sigues frecuentando a la hermana de mi futura nuera.
17:15Y de que sigues desempeñando tus labores como capataz.
17:19Leonardo mantuvo la cabeza alta.
17:21Mi trabajo como capataz no interfiere en mis
17:27silencio.
17:29Lo cortó José Luis,
17:31su voz un látigo.
17:35A partir de hoy,
17:37dejas tu trabajo.
17:39Resultaría escandaloso que mi futuro yerno,
17:41el prometido de mi hija Irene,
17:43trabajara como un simple labriego.
17:45No es propio de tu nueva posición.
17:51Pero ese es mi deseo.
17:53Me gusta mi trabajo,
17:54me.
17:58Lamento contradecirle.
18:00Dijo José Luis con una sonrisa gélida que no llegó a sus ojos.
18:08Su deseo es irrelevante.
18:09A partir de hoy,
18:11dejará usted su trabajo como capataz y ocupará el lugar que le corresponde.
18:15El de un señorito que espera pacientemente su boda.
18:22Se dedicará a acompañar a Irene,
18:24a conocerla,
18:25a prepararse para ser su esposo.
18:31He sido lo suficientemente claro,
18:33cada palabra era un clavo en el ataúd de sus esperanzas.
18:36José Luis no solo le estaba imponiendo una esposa,
18:43le estaba arrebatando su identidad,
18:45su libertad,
18:46su conexión con la tierra y con la vida que amaba.
18:53Lo estaba encerrando en la misma jaula de oro que había preparado para Irene.
18:56Y en cuanto a Bárbara,
18:59continuó el duque,
19:00como si leyera sus pensamientos,
19:02le prohíbo terminantemente que vuelva a acercarse a ella.
19:09Su relación,
19:10sea cual sea,
19:11ha terminado.
19:12Ahora su deber es para con mi hija.
19:14Si me desobedece,
19:16Leonardo,
19:17le juro que las consecuencias no solo las pagará usted.
19:19Su familia,
19:25los Guzmán,
19:26descubrirán hasta dónde puede llegar mi descontento.
19:29Y créame,
19:30no querrá que eso ocurra.
19:36Leonardo salió del despacho sintiéndose asfixiado.
19:39Las paredes de la casa grande parecían encogerse a su alrededor,
19:43las cadenas de su nuevo estatus social apretándole el cuello.
19:49La lucha que le había prometido a Bárbara acababa de volverse infinitamente más peligrosa.
19:59Sombras del pasado en la casa pequeña.
20:01Mientras la tragedia de altos vuelos se gestaba en la casa grande,
20:06en la humildad de la casa pequeña,
20:08otras sombras,
20:09más antiguas y arraigadas,
20:11se cernían sobre sus habitantes.
20:12La llegada de Tomás,
20:18un fantasma del pasado de Luisa,
20:21había traído consigo un frío que nada tenía que ver con el clima.
20:28Alejo,
20:29cuyo amor por Luisa era tan puro y sólido como los robles del valle,
20:33sentía esa frialdad en cada gesto evasivo,
20:36en cada mirada asustada de la mujer que amaba.
20:38Se desahogó con Pepa,
20:43la hermana de Luisa,
20:45mientras reparaban una cerca al borde de los pastos.
20:52No la reconozco,
20:53Pepa.
20:54Confesó,
20:55su voz cargada de una preocupación que no podía disimular.
20:58Desde que ese hombre,
21:04Tomás,
21:05está aquí,
21:06ella es otra.
21:07Está distante,
21:09nerviosa,
21:09como si ocultara algo terrible.
21:15Y no confía en mí.
21:16Le pregunto qué le ocurre y me responde con silencios o con mentiras.
21:20Y eso,
21:25Pepa,
21:26eso me está matando.
21:27Pepa suspiró,
21:29su propio corazón encogido por el temor.
21:35Compartía las sospechas de Alejo.
21:37Conocía el pasado turbulento de su hermana,
21:40aunque no en todos sus detalles.
21:45Sabía que Tomás no era una buena influencia,
21:47que su presencia era como una ponzoña.
21:54Tienes razón,
21:55Alejo.
21:56Yo también estoy preocupada.
21:57Luisa es fuerte,
21:59pero ese hombre,
22:00tiene algo sobre ella.
22:05Algún poder que la anula.
22:07Debemos tener paciencia con ella.
22:08Y estar alerta.
22:10Pero la paciencia se estaba agotando.
22:16Luisa,
22:16por su parte,
22:18vivía en un estado de pánico constante.
22:21Tomás,
22:21con su sonrisa cínica y sus ojos depredadores,
22:24la había arrinconado.
22:30Su plan era audaz y demencial.
22:32Robar en la casa grande.
22:34Quería que ella fuera su cómplice,
22:36su llave de entrada.
22:37Ni en tus sueños más locos,
22:43Tomás,
22:44le había espetado ella en un encuentro secreto en el granero.
22:47No voy a ayudarte a robar a la gente que me ha dado un hogar.
22:54No voy a traicionar su confianza.
23:00Tomás se había reído,
23:02una risa seca y desagradable.
23:03¿Crees que esta gente confiaría en ti si supieran quién eres en realidad?
23:09Si supieran que la dulce y trabajadora Luisa era mi mejor alumna en el arte de abrir cerraduras y vaciar bolsillos.
23:14He dejado esa vida atrás.
23:21Siseo ella,
23:22avanzando hacia él con furia.
23:24Soy una persona diferente ahora.
23:29La gente no cambia,
23:30Luisa.
23:31Solo finge.
23:32Y tú eres una ladrona.
23:34Lo llevas en la sangre.
23:39Y si no me ayudas.
23:40Su voz se tornó un susurro amenazante.
23:42Me aseguraré de que todos aquí,
23:45empezando por tu querido Alejo,
23:47conozcan tu verdadero rostro.
23:53Le contaré con todo lujo de detalles nuestras pequeñas hazañas en la ciudad.
23:57¿Crees que después de eso te mirará con los mismos ojos de cordero degollado?
24:05La amenaza la golpeó con la fuerza de un puñetazo.
24:08La idea de que Alejo descubriera su pasado,
24:10de ver la decepción y el asco en su mirada,
24:13era más aterradora que cualquier castigo.
24:19Se sentía atrapada,
24:22su felicidad pendiendo de un hilo que Tomás sostenía con sádico placer.
24:25Haré cualquier cosa para proteger a mi familia.
24:33Dijo ella,
24:34su voz temblando de rabia y miedo.
24:40Cualquier cosa,
24:41y si eso significa detenerte,
24:43lo haré.
24:44No me pongas a prueba,
24:45Tomás.
24:49Estaba dispuesta a todo,
24:50a enfrentarse a él,
24:51a luchar,
24:53incluso a revelar ella misma su secreto si era necesario.
25:00Cualquier cosa antes que permitir que ese hombre la arrastrara de nuevo al fango del que tanto le había costado salir,
25:06y que en el proceso,
25:07destruyera el frágil mundo que había construido en Valle Salvaje.
25:10El secreto y el sacrificio.
25:17En otro rincón de la casa,
25:19Isabel,
25:20la fiel ama de llaves,
25:21cargaba con el peso de otro secreto peligroso.
25:28La relación entre el joven Martín y Matilde,
25:31la doncella,
25:32florecía en la clandestinidad,
25:34un amor tan puro como prohibido.
25:35Isabel,
25:41que les había tomado cariño como si fueran sus propios hijos,
25:44había decidido protegerlos,
25:46mintiendo a Victoria y encubriendo sus encuentros furtivos.
25:54Pero el miedo a las consecuencias la carcomía.
25:57Advirtió a Matilde una mañana,
25:59mientras doblaban sábanas en la lavandería,
26:01su voz apenas un murmullo.
26:05Tenéis que ser más cuidadosos.
26:09Mucho más.
26:10La señora Victoria no es tonta.
26:12Si se entera de que Martín es tu hermano
26:14y que os estáis viendo a sus espaldas.
26:20Lo sé, Isabel, lo sé.
26:23Respondió Matilde,
26:24la angustia dibujada en su rostro joven.
26:26Pero no podemos evitarlo.
26:32Es mi hermano.
26:33Y Martín,
26:34Martín está pensando en marcharse.
26:40La noticia alarmó a Isabel.
26:42¿Marcharse?
26:42¿A dónde?
26:43No lo sabe.
26:44A cualquier sitio donde pueda ser libre.
26:50Donde no tenga que esconderse.
26:52Pepa ha dicho que,
26:53que si Martín se marcha,
26:55ella se irá con él.
27:00Isabel se quedó sin palabras.
27:02La decisión de Pepa
27:03era una prueba de amor innegable,
27:05un salto al vacío por el hombre que amaba.
27:11Pero era un amor sincero,
27:13nacido de la pasión,
27:14o un acto desesperado,
27:16un paso sin retorno
27:17hacia un futuro incierto.
27:19Hija mía,
27:24dijo Isabel,
27:25tomando las manos de Matilde
27:27entre las suyas.
27:28El amor a veces
27:29nos hace cometer locuras.
27:35Pero tenéis que pensar bien las cosas.
27:37Cuando doña Victoria se entere,
27:39y se enterará,
27:40todos estaremos en la calle.
27:41No solo Martín,
27:47tú,
27:48yo,
27:48y Pepa también pagará
27:50las consecuencias de su lealtad.
27:52El precio de este secreto
27:53es muy alto.
27:58Mientras tanto,
27:59Pepa,
28:00ajena a esta conversación,
28:02reafirmaba su decisión
28:03en una conversación
28:04con el propio Martín.
28:05No me importa
28:10a dónde vayamos,
28:11le dijo,
28:12sus ojos brillando
28:13con una determinación feroz.
28:19Si te echan de valle salvaje,
28:21yo no me quedo.
28:22Mi lugar está contigo.
28:24Martín,
28:25conmovido por su lealtad,
28:26la abrazó con fuerza.
28:27Por primera vez en mucho tiempo,
28:34sintió que no estaba solo.
28:36Pero la pregunta
28:37seguía flotando en el aire,
28:38como una nube de tormenta.
28:40¿Era su amor
28:41lo suficientemente fuerte
28:43para sobrevivir
28:43a la ira
28:44de los señores de valle salvaje?
28:50El último abrazo.
28:52Una cita con la muerte.
28:53La tensión en la casa grande
28:55era casi palpable.
28:57Se podía cortar
29:01con un cuchillo
29:02o con un abrecartas de plata.
29:04Rafael,
29:05ajeno al peligro mortal
29:06que se cernía sobre él,
29:08leyó la nota de Úrsula
29:09con una mezcla
29:09de recelo y cansancio.
29:15Un último abrazo.
29:16La petición era
29:17tan melodramática,
29:18tan propia de ella,
29:20que casi le provocó
29:21una sonrisa amarga.
29:22Sin embargo,
29:27una parte de él,
29:28la parte que aún recordaba
29:29a la mujer vulnerable
29:30que había creído conocer,
29:32sintió una punzada
29:33de compasión.
29:38Quizás,
29:39solo quizás,
29:40realmente quería
29:41una despedida pacífica.
29:43Adriana,
29:44sin embargo,
29:45no compartía su ingenuidad.
29:46Cuando Rafael le comunicó
29:52su intención
29:53de acudir al encuentro,
29:55ella se interpuso
29:55en su camino,
29:57sus ojos llameando
29:57de alarma.
29:58No puedes ir,
30:03le dijo,
30:04su voz urgente.
30:05Es una trampa,
30:06Rafael.
30:07¿No lo ves?
30:08Adriana,
30:09calme.
30:13Solo quiere hablar,
30:14despedirse.
30:15¿Qué mal puede hacer?
30:17Esa mujer es el mal encarnado.
30:19Exclamó ella,
30:20agarrándolo
30:20por las solapas
30:21de su chaqueta.
30:26Mató a Julio
30:27a sangre fría.
30:28¿Crees que le temblará
30:29el pulso
30:29para hacerte daño a ti,
30:31que eres quien
30:31la ha descubierto?
30:33Pedrito está aterrorizado.
30:35Cree que va a suicidarse,
30:36pero yo creo
30:37que sus intenciones
30:38son mucho peores.
30:43La vehemencia
30:44de Adriana
30:44lo hizo dudar.
30:45Vio el miedo real
30:46en sus ojos,
30:47un miedo
30:48que no era producto
30:48de la histeria,
30:50sino de un instinto certero.
30:55Recordó la mirada
30:56de Úrsula
30:56durante su última
30:57confrontación.
30:59No había miedo
30:59en sus ojos,
31:00ni arrepentimiento.
31:06Solo un odio
31:07puro y helado.
31:08No iré solo,
31:09dijo finalmente,
31:11más para tranquilizarla
31:12a ella que a sí mismo.
31:17Le pediré a Alejo
31:18que me espere cerca,
31:19por si acaso,
31:20pero el destino
31:21o la perversa voluntad
31:23de Úrsula
31:23tenía otros planes.
31:29Cuando Rafael
31:30entró en la biblioteca,
31:31la encontró
31:32de espaldas a él,
31:33mirando por la ventana
31:34el paisaje del valle
31:35que tanto amaba.
31:40La luz del atardecer
31:41tenía la estancia
31:42de tonos anaranjados
31:43y sangrientos.
31:45Úrsula se volvió
31:46lentamente.
31:50Estaba pálida,
31:51pero extrañamente serena.
31:53En sus manos
31:54no sostenía
31:54ningún arma visible.
31:55Gracias por venir,
32:00Rafael,
32:01dijo,
32:02su voz suave
32:03y melancólica.
32:04Úrsula,
32:06¿qué es lo que quieres?
32:10Solo lo que te pedí
32:11en la nota.
32:12Un último abrazo.
32:13Y después,
32:14me marcharé.
32:15Te doy mi palabra
32:16de que no volverás
32:16a verme nunca más.
32:21Avanzó hacia él,
32:22sus movimientos lentos,
32:24casi hipnóticos.
32:25Rafael se mantuvo inmóvil,
32:27debatiéndose internamente.
32:33La advertencia de Adriana
32:34resonaba en sus oídos,
32:36pero la mujer
32:37que tenía delante
32:37parecía inofensiva,
32:39rota.
32:43Necesito sentir
32:44que no me desprecias
32:45del todo.
32:46Susurró,
32:47deteniéndose
32:47a un paso de él.
32:53Sus ojos se llenaron
32:54de lágrimas,
32:55lágrimas que Rafael
32:56ahora sabía
32:57que podía convocar
32:58a voluntad,
32:59pero que aún tenían
33:00un efecto perturbador.
33:05Por favor,
33:06Rafael,
33:07el último.
33:08Y en ese instante
33:09de duda,
33:10en ese resquicio
33:10de compasión
33:11que ella supo explotar,
33:13Úrsula cerró la distancia
33:14y se echó en sus brazos.
33:16Rafael,
33:21casi por instinto,
33:22le devolvió el abrazo.
33:24Fue un gesto torpe,
33:25rígido.
33:26Sintió la fragilidad
33:27de su cuerpo,
33:28el temblor
33:29que la sacudía.
33:30por un segundo,
33:35pensó que quizás
33:36Adriana se había
33:37equivocado.
33:38Fue entonces
33:39cuando sintió
33:39el pinchazo.
33:44Agudo,
33:45helado,
33:46en la parte baja
33:46de su espalda.
33:48No fue un dolor
33:48insoportable,
33:49más bien una sorpresa.
33:50Un insecto que pica,
33:56una espina que se clava,
33:57pero al instante,
33:58un frío antinatural
33:59comenzó a extenderse
34:01desde ese punto,
34:02una ponzoña
34:03que no quemaba,
34:04sino que congelaba,
34:05subiendo por su columna
34:06vertebral,
34:07adormeciendo sus miembros.
34:13Los ojos de Úrsula,
34:14que miraban por encima
34:15de su hombro,
34:17ya no estaban
34:17llenos de lágrimas.
34:20Brillaban con
34:23un triunfo de mente.
34:24Su boca se curvó
34:25en una sonrisa.
34:27Rafael intentó
34:27apartarla,
34:28pero sus brazos
34:29no le respondían.
34:34Sus piernas
34:35se aflojaron.
34:36El mundo comenzó
34:37a girar,
34:37los colores
34:38a desvanecerse.
34:39Lo último que vio
34:40antes de que la oscuridad
34:41lo reclamara
34:42fue el rostro de Úrsula,
34:44victorioso y terrible,
34:45y el brillo
34:46de la plata
34:46del abrecartas
34:47que sostenía
34:48en su mano,
34:49manchado con una gota
34:50de su propia sangre.
34:55El sol se ponía
34:56definitivamente
34:57en valle salvaje,
34:58y la noche más larga
34:59y oscura
35:00no había hecho
35:00más que empezar.
35:01y la noche más larga.
35:12y la noche más larga.
35:13y la noche más larga.
35:13y la noche más larga.
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