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Avance ‘Valle Salvaje’: La traición de Julio y la venganza de Alejo, capítulo 223 (31 de julio)
'Valle Salvaje' emite mañana 31 de julio su capítulo 223 en el que Alejo está dispuesto a matar a su padre y Adriana descubre la traición de Julio.
La primera señal de que el día nacería roto llegó con los gritos. No eran los gritos habituales de los jornaleros llamándose de un campo a otro, ni el alboroto de los niños jugando cerca del arroyo. Eran gritos agudos, desgarrados por el pánico y el horror ...
'Valle Salvaje' capítulo 224: La traición de Julio y la venganza de Alejo
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Avance ‘Valle Salvaje’: La traición de Julio y la venganza de Alejo, capítulo 223 (31 de julio)
'Valle Salvaje' emite mañana 31 de julio su capítulo 223 en el que Alejo está dispuesto a matar a su padre y Adriana descubre la traición de Julio.
La primera señal de que el día nacería roto llegó con los gritos. No eran los gritos habituales de los jornaleros llamándose de un campo a otro, ni el alboroto de los niños jugando cerca del arroyo. Eran gritos agudos, desgarrados por el pánico y el horror ...
'Valle Salvaje' capítulo 224: La traición de Julio y la venganza de Alejo
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00:00Avance Valle Salvaje, la traición de Julio y la venganza de Alejo, capítulo 223, 31 de julio.
00:21Valle Salvaje emite mañana 31 de julio su capítulo 223 en el que Alejo está dispuesto a matar a su
00:28padre y Adriana descubre la traición de Julio. La primera señal de que el día nacería roto llegó
00:37con los gritos. No eran los gritos habituales de los jornaleros llamándose de un campo a otro,
00:43ni el alboroto de los niños jugando cerca del arroyo. Eran gritos agudos, desgarrados por el
00:52pánico y el horror. Un par de mozos que se dirigían a los campos de Alejo se detuvieron en seco al
00:58encontrar el cuerpo. Al principio, desde la distancia, parecía un fardo de ropa abandonado
01:07junto a un bosquecillo de álamos. Pero al acercarse, la mancha oscura que empapaba la
01:16tierra a su alrededor y el desorden antinatural de sus miembros revelaron la terrible verdad.
01:21Era Luisa, o lo que quedaba de ella. Estaba tendida boca abajo, con el vestido desgarrado
01:30y el cabello, normalmente recogido en una trenza pulcra, esparcido como un abanico de paja sucia
01:36sobre un charco de sangre ya casi seca. Había sido una paliza brutal, desmedida, un acto de violencia
01:47que no buscaba solo herir, sino aniquilar, dejar una marca imborrable de poder y crueldad.
01:57Uno de los jornaleros se llevó las manos a la boca para reprimir una arcada, mientras el otro,
02:02más joven, se quedó paralizado, con los ojos desorbitados, incapaz de procesar la carnicería.
02:09El silencio que siguió a sus gritos iniciales fue casi peor, un vacío denso y pesado que pareció
02:18absorber todo el sonido del valle. La noticia, como el veneno, no tardaría en extenderse. Mientras
02:28el horror comenzaba a serpentear por las tierras bajas, en la opulenta frialdad de la casa grande
02:33de los Galvez de Aguirre, la vida transcurría con una calma artificial. Matilde, sin embargo,
02:44sentía el desasosiego como un nudo en el estómago. Llevaba días observando a Victoria y a su propio
02:50hijo, José Luis, con una creciente aprensión. Su repentina cordialidad, las sonrisas forzadas y los
03:00gestos de apaciguamiento hacia la casa pequeña, eran tan antinaturales como una flor de invierno en
03:06pleno verano. Encontró a Mercedes en la cocina, supervisando la preparación del desayuno. El
03:16aroma del café recién hecho y el pan horneado contrastaba violentamente con la amargura que
03:20sentía. Mercedes, comenzó Matilde, su voz apenas un susurro. No me fío, no me fío de ellos.
03:35Mercedes se volvió, su rostro marcado por años de lealtad y preocupación. ¿Qué ocurre, señora?
03:41Es esta paz, esta tregua repentina. Matilde se acercó a la ventana, mirando hacia las tierras que
03:51se extendían más allá, como si pudiera ver la maldad que se estaba gestando.
03:59José Luis odia a Alejo con cada fibra de su ser. Y Victoria, esa mujer es más peligrosa que
04:04una serpiente de cascabel. Y ahora, de repente, son todos sonrisas y buenas intenciones. ¿Justo antes
04:15de la boda? Quizás la boda los ha ablandado, señora. Quieren empezar su nueva vida sin conflictos.
04:25Matilde negó con la cabeza, una sonrisa triste y escéptica en sus labios. No, Mercedes.
04:38A la gente como ellos no se le ablanda el corazón, solo se les afilan las garras.
04:48Esto es una trampa, siento en mis huesos que están planeando algo terrible, algo para aplastar
04:53a Alejo y a todos los que lo apoyan de una vez por todas. Y temo que cuando el golpe llegue,
05:03será devastador. Su instinto, afilado por décadas de conocer la naturaleza de su hijo,
05:09era dolorosamente certero. No sabía cuán hondo había llegado la depravación del duque, pero su alma
05:19de madre le advertía que lo peor no solo estaba por llegar, sino que ya había sucedido.
05:27El ataque a Luisa no era un acto de violencia aleatorio. Era el primer movimiento en el tablero
05:33de ajedrez de José Luis, una pieza sacrificada para provocar al rey enemigo.
05:37En el despacho principal, ajenos a la premonición de Matilde, José Luis y Victoria perfeccionaban su
05:48estrategia.
05:52Él caminaba de un lado a otro, impaciente, como una bestia enjaulada. No entiendo por qué
05:59debemos seguir fingiendo, Victoria. La boda es en unas pocas semanas. Podríamos acabar con ellos
06:08ahora. Deberíamos haber aumentado la presión. No ofrecer una tregua falsa.
06:17Victoria estaba sentada en un sillón de terciopelo, tan tranquila y serena como una
06:22estatua de mármol. Levantó la vista de sus uñas perfectamente cuidadas y le dedicó una sonrisa que
06:31no llegó a sus ojos. Paciencia, José Luis. La paciencia es el arma de los inteligentes. La
06:42fuerza bruta es para los peones. Soy el duque de Galvez de Aguirre. No necesito ser paciente con
06:50un bastardo y su séquito de muertos de hambre. Precisamente porque eres el duque. Replicó ella,
07:00su voz suave pero firme como el acero. Debes cuidar tu imagen.
07:08¿Qué crees que pensaría la nobleza si se enteran de que estás en una guerra abierta y vulgar con tu
07:13propio hijo ilegítimo justo antes de nuestra boda? Sería un escándalo mayúsculo.
07:20Nos convertiría en el hazmerreír de la corte. Se levantó y se acercó a él, colocando una mano en
07:28su pecho. Su toque era frío, calculador. Piénsalo. Ahora mismo, les hacemos creer que buscamos la paz.
07:43Bajarán la guardia, se volverán confiados. Y entonces, después de la boda, cuando seamos el
07:48matrimonio más poderoso y respetado, cuando nadie se atreva a cuestionarnos, caeremos sobre ellos con
07:55todo nuestro peso. No como una riña familiar, sino como la justicia del duque. Les arrebataremos todo.
08:05Las tierras, la lealtad de la gente. Todo, pero primero, el espectáculo. Debemos ser magnánimos, conciliadores.
08:21Debemos mantener las apariencias. José Luis la miró, la furia en sus ojos siendo reemplazada
08:27lentamente por una admiración reticente. La astucia de Victoria era una de las pocas cosas
08:35que respetaba. Era tan despiadada como él, pero con una finura que a él a veces le faltaba.
08:45Está bien, gruñó, jugaremos tu juego, mantendremos las apariencias, pero que sepan que la tregua tiene
08:51fecha de caducidad. Lo que no le dijo a Victoria, el único secreto que guardaba incluso para su
09:00futura esposa, era que la tregua ya estaba rota. Había dado la orden de atacar a la mujer de confianza
09:09de Alejo, a esa tal Luisa. Un mensaje claro. Un aviso de que, aunque su rostro sonriera,
09:20su puño ya había golpeado. Mientras tanto, Julio, el sobrino de José Luis, intentaba desempeñar su
09:27propio papel en la farsa familiar, aunque con motivos mucho más enrevesados y personales.
09:32Se acercó a Bernardo, el capataz y hombre de confianza de Alejo, en uno de los caminos que
09:41separaban las tierras de ambos bandos. Bernardo lo observó llegar con la misma
09:50desconfianza que le dedicaría a una plaga. Bernardo, buen hombre. Comenzó Julio con una
09:59sonrisa que pretendía ser amable, pero que resultaba untuosa.
10:06He estado pensando. Sé que los tiempos son difíciles. Sé que Alejo está luchando para sacar sus tierras
10:12adelante. Bernardo entrecerró los ojos. El sol le daba en la cara, pero su mirada era más dura que la
10:22piedra. ¿A qué viene esto, señorito Gálvez? Julio carraspeó, sintiéndose incómodo bajo aquella
10:33mirada inflexible. Sacó un sobre abultado de su chaqueta. Quería ofrecer mi ayuda. Esto es para pagar
10:42a los jornaleros. Sé que a veces los pagos se retrasan. Tómelo, y me comprometo a darle una
10:51cantidad similar cada 15 días, hasta que Alejo pueda estabilizar su situación. Considérelo un
11:01préstamo sin intereses, una muestra de buena voluntad. Bernardo soltó una risa seca, un sonido
11:07áspero y lleno de desprecio. Ni siquiera miró el sobre. Buena voluntad. ¿Ustedes? Escupió en el
11:17suelo polvoriento. Métase su dinero y su buena voluntad por donde le quepan. Nosotros no queremos
11:26la caridad de los Gálvez de Aguirre. La gente que trabaja para Alejo lo hace por lealtad, no por un
11:35sueldo puntual pagado con dinero manchado. Preferimos pasar hambre a deberles un solo
11:44céntimo. Pero, Bernardo, esto no es limosna. Es un insulto. Lo interrumpió Bernardo, dando un paso al
11:55frente. Su presencia era imponente, la de un hombre forjado por el trabajo y la tierra.
12:00Es un intento de comprar nuestra dignidad, de hacernos sentir pequeños. Vuelva con su tío y
12:11su futura duquesa y dígales que la gente de la casa pequeña no tiene precio.
12:18Ahora, si me disculpa, tengo trabajo que hacer. Trabajo de verdad. Se dio la vuelta y se marchó,
12:25dejando a Julio solo en el camino, con el sobre de dinero en la mano como un símbolo de su fracaso.
12:35Se sentía humillado, pero sobre todo, asustado. Su plan para ganarse la gratitud de la gente de
12:42Alejo, y quizás la de Adriana, se había desmoronado.
12:45Y los problemas no habían hecho más que empezar. Al regresar a la casa, se encontró con una Úrsula
12:55furiosa. Su prima lo esperaba en la biblioteca, sus ojos encendidos de rabia tras su último y
13:05humillante enfrentamiento con Rafael.
13:06No puedo más, Julio. No puedo seguir soportando sus desprecios. Siseo ella,
13:16caminando como una leona enjaulada.
13:21Me trata como si fuera basura, mientras se pasea por el valle con esa mosquita muerta de Adriana.
13:27Calmeid, Úrsula. Perder los nervios no nos ayudará. Que me calme. He terminado de calmarme.
13:37Exclamó, enfrentándose a él.
13:42Voy a contárselo todo a Adriana. Le diré que tú y yo hemos estado trabajando juntos.
13:47Le contaré cada mentira, cada manipulación. Le diré que la única razón por la que Rafael
13:56sigue en el valle es por las amenazas veladas que tú le hiciste, presionándolo en mi nombre.
14:04El rostro de Julio palideció. El pánico le atenazó la garganta. ¿Estás loca? Eso nos
14:10destruiría a los dos. Adriana no me lo perdonaría jamás.
14:13¿Y qué? Replicó Úrsula, con una crueldad nacida de la desesperación. Al menos conseguiría lo que
14:23quiero. Si Adriana descubre que Rafael se ha quedado a su lado cediendo a un chantaje,
14:27su relación se hará añicos.
14:33Él se irá del valle para siempre, humillado. Y tú, se acercó, su voz volviéndose un susurro
14:39venenoso. Tú te quedarás sin ella, es cierto.
14:43Pero al menos yo no tendré que verlo nunca más. Y si eres inteligente, podrás jugar el papel del
14:51primo arrepentido, consolarla y, con el tiempo, quién sabe.
14:59Es la única salida, Julio. Es hora de hacer estallar la bomba. Julio la agarró por los brazos,
15:06su pánico convirtiéndose en una frágil autoridad.
15:13No. No harás nada. Déjame hablar con Rafael una vez más. Lo presionaré. Le haré ver que tiene que
15:19hacerte algunas concesiones, por el bien de todos.
15:25Por el bien de Adriana. Dame un poco de tiempo. Solo un poco más. Úrsula lo miró fijamente,
15:32evaluando su desesperación. Finalmente, asintió con lentitud. Tienes un día, Julio. Un día. Si
15:43mañana Rafael no ha venido a mí de rodillas, dispuesto a darme el lugar que merezco, le contaré
15:49todo a Adriana. Y que Dios se apiade de todos nosotros. Fiel a su palabra, y movido por un
15:58terror abyecto, Julio buscó a Rafael. Lo encontró cerca del río, donde solía reunirse con Adriana.
16:09La conversación fue tensa, cargada de una hostilidad apenas contenida.
16:13Rafael, tenemos que hablar. Dijo Julio, intentando mantener un tono razonable. Rafael se volvió.
16:28Su expresión era de puro fastidio. ¿Qué quieres ahora, Julio? ¿No tienes suficientes
16:33intrigas en tu propia casa?
16:34Se trata de Úrsula. Está al límite. Está dispuesta a todo. El estado de tu prima me
16:43tiene sin cuidado.
16:47Es su problema, no el mío. Te equivocas, es nuestro problema. Insistió Julio, su voz subiendo de tono.
16:55Está amenazando con contárselo todo a Adriana. Imagina cómo reaccionará ella si descubre que te
17:05has quedado aquí cediendo a mis
17:07sugerencias. Pensará que vuestra relación está basada en una mentira, en un chantaje.
17:16Rafael se puso rígido. La palabra chantaje flotó entre ellos, fea y real. Tienes que
17:26hacer algo. Continuó Julio, viendo que había tocado un nervio.
17:34Ve a verla. Dile algo que la calme. Haz alguna concesión, la que sea. Dale un poco de lo que
17:40quiere para que nos deje en paz. Hazlo por Adriana, para protegerla de todo esto. Para
17:48que vuestra felicidad no se vea empañada por este lío.
17:55Rafael lo miró con un profundo desprecio, pero la lógica retorcida de Julio tenía un peso innegable.
18:04La idea de que Adriana sufriera por su culpa, de que su amor se viera manchado por las
18:09maquinaciones de Julio y Úrsula, era insoportable.
18:17Está bien. Dijo finalmente, con los dientes apretados. Hablaré con ella. Pero que te quede claro, Julio.
18:28Esto es lo último. Y cuando todo esto termine, tú y yo tendremos una conversación definitiva.
18:33Más tarde, cuando Rafael se encontró con Adriana, intentó abordar el tema con la mayor delicadeza
18:42posible. Sentados bajo la sombra de un viejo roble, con el sonido del agua corriendo cerca,
18:52el ambiente debería haber sido idílico, pero la tensión era palpable.
18:56Adriana, amor mío, comenzó él, tomando sus manos. He tenido una conversación con Julio.
19:10Adriana se tensó al instante. ¿Sobre qué? Sobre Úrsula. Está, muy inestable. Julio me ha pedido que...
19:17que sea más considerado con ella, para evitar un escándalo mayor. Adriana retiró sus manos lentamente.
19:31Una frialdad se instaló en sus ojos. ¿Julio te ha pedido eso? ¿Mi primo,
19:35preocupado de repente por el bienestar de Úrsula y por evitar escándalos?
19:39Dice que es lo mejor para nosotros. Para protegerte a ti. Adriana lo miró fijamente,
19:50y en su mente, las piezas del rompecabezas comenzaron a encajar con un chasquido doloroso
19:55y revelador. La insistencia de Julio en que Rafael era una mala influencia. La extraña
20:04alianza de su primo con Úrsula, a quien siempre había despreciado.
20:11Las repentinas preocupaciones de Julio. Todo olía a podrido. Rafael. Dijo, su voz temblando
20:18ligeramente, no de debilidad, sino de una ira creciente. ¿Por qué te quedaste en el valle? Me
20:28dijiste que era por mí, porque me amabas. Hubo. ¿Alguna otra razón? ¿Alguna presión? Rafael desvió
20:38la mirada por un instante, y ese simple gesto fue toda la confesión que Adriana necesitó.
20:47El aire se escapó de sus pulmones. La traición no venía de Rafael, no del todo. Venía de su propia
20:54sangre. Es él, ¿verdad? Susurró, el horror y la comprensión tiñendo su voz. Es Julio, él y Úrsula.
21:08Han estado conspirando juntos todo este tiempo. Te ha estado presionando, ¿no es así? Usándome a mí,
21:15usando nuestro amor como un arma.
21:17Rafael no pudo negarlo. El silencio fue su respuesta. Adriana se levantó, sintiendo cómo
21:27el suelo se abría bajo sus pies. No era solo una traición, era una profanación. Julio,
21:37su primo, la persona en la que había confiado, había estado manipulándola de la forma más cruel,
21:42aliándose con la mujer que más odiaba para destruir su felicidad.
21:50El dolor fue agudo, pero fue rápidamente superado por una oleada de furia fría y cristalina.
22:00Ya no era la víctima de sus juegos. Ahora era consciente, y la guerra acababa de declararse en
22:06un nuevo frente. En otra parte del valle, se libraba una batalla más silenciosa, pero igualmente
22:16cargada de dolor y secretos. Bárbara seguía orbitando alrededor de Leonardo, intentando
22:25desesperadamente romper el muro de hielo que él había construido a su alrededor desde que
22:30renunció a su herencia y a su apellido. Lo encontró cerca de los establos, trabajando
22:38como un jornalero más, con las manos sucias y el rostro surcado por el sudor y el cansancio.
22:47La visión le rompió el corazón y, al mismo tiempo, reforzó su determinación. Leonardo,
22:54dijo suavemente. Él se detuvo, pero no se volvió para mirarla. Bárbara, deberías estar en la casa.
23:09Este no es lugar para ti. Mi lugar está donde estés tú, replicó ella, acercándose.
23:15¿No lo entiendes? No me importa el dinero, ni el apellido, ni la posición. No me importa que ahora
23:25seas un don nadie, como dicen algunos. De hecho, una pequeña sonrisa temblorosa apareció en sus
23:34labios. Que lo hayas dejado todo por mí, por defenderme. Eso solo suma puntos. ¿Te hace más
23:44hombre? Más valioso a mis ojos que cualquier duque o terrateniente. Finalmente, él se giró. Sus ojos
23:54estaban llenos de una angustia tan profunda que a Bárbara se le geló la sangre. No era solo tristeza
24:03por su nueva situación. Era algo más. Un peso más oscuro, más antiguo. No lo entiendes, Bárbara.
24:14Dijo él, su voz ronca. No puedes entenderlo. Pues explícamelo. Suplicó ella, las lágrimas
24:21asomando a sus ojos.
24:27Háblame, Leonardo. Dime qué es lo que te atormenta. ¿Por qué me rechazas? ¿Qué carga
24:32llevas que es tan pesada que no puedes compartirla conmigo? Creía que nos amábamos.
24:36Leonardo dio un paso atrás, como si su cercanía le quemara. Es precisamente porque te amo que
24:45debo mantenerte lejos.
24:50Hay cosas sobre mí, sobre mi pasado. Cosas que, si supieras, te harían huir y no mirar
24:57atrás. Cosas que don Hernando. Se detuvo en seco, habiendo dicho más de lo que pretendía.
25:11El nombre de su padre adoptivo, el hombre que lo había criado y también tiranizado,
25:16quedó suspendido en el aire.
25:17Leonardo apretó los puños, una sombra de puro tormento cruzando su rostro. Olvídame, Bárbara.
25:31Por tu propio bien, es lo mejor que puedes hacer. Se dio la vuelta y se alejó, dejándola sola con
25:38más preguntas que respuestas, con el corazón roto y la certeza de que el rechazo de Leonardo no nacía
25:44de la falta de amor, sino de un secreto tan terrible que prefería la soledad a arriesgarse a revelarlo.
25:54La llegada de Amanda, la madre biológica de Leonardo, añadía otra capa de complejidad a la situación.
26:03La mujer, elegante y observadora, se movía por el valle con un propósito silencioso.
26:14Sabía que para entender el abismo en el que se había hundido su hijo, necesitaba hablar con las
26:19personas clave de su vida.
26:24Su primer objetivo fue Irene, la confidente tanto de Leonardo como de Bárbara. La encontró en la
26:30pequeña tienda del pueblo, y con una excusa trivial, inició una conversación.
26:34Amanda era una maestra de la sutileza. No hizo preguntas directas, pero guió la charla con una
26:44habilidad consumada, mostrando un interés genuino y una empatía que desarmaron a Irene.
26:53Es una mujer admirable, esa Bárbara. Comentó Amanda, como si fuera una reflexión casual.
27:00Quedarse al lado de un hombre que lo ha perdido todo, requiere una fuerza y un amor inmensos.
27:12Irene, que quería defender a sus amigos, asintió, lo ama de verdad, y Leonardo a ella.
27:18Por eso es tan difícil entender por qué la aleja. A veces, dijo Amanda, mirando a Irene con sus ojos
27:28inteligentes y tristes. Los hombres buenos hacen cosas extrañas para proteger a quienes aman.
27:39Especialmente si cargan con heridas del pasado. Heridas infligidas por otros. Don Hernando no era
27:44un hombre fácil, por lo que he oído. Irene se dio cuenta de que Amanda sabía, o al menos intuía,
27:55mucho más de lo que aparentaba. Vio en ella no a una extraña, sino a una posible aliada,
28:05una madre desesperada por ayudar a su hijo.
28:07La conexión se estableció en ese instante. Amanda sabía que Irene sería su puerta de entrada
28:16al círculo íntimo de Leonardo.
28:22Más tarde, buscó a Bárbara. Fue su primer encuentro a solas, un momento cargado de una
28:27tensión extraña.
28:28Se encontraron en el jardín de la casa de Alejo. Bárbara, querida. ¿Puedo hablar contigo un momento?
28:39Dijo Amanda con una voz suave.
28:45Bárbara sintió, nerviosa. Esta mujer era la madre de Leonardo, pero no tenía nada que ver con
28:51la figura aterradora de Don Hernando. Su presencia era calmada, casi maternal, y eso la desconcertaba
29:01aún más. Quería hablar sobre Leonardo, comenzó Amanda.
29:10Sé que estás sufriendo, y sé que él también lo está. Soy su madre, y aunque he estado ausente
29:15durante muchos años, puedo ver el dolor en sus ojos.
29:22No sé qué le pasa. Confesó Bárbara, su propia angustia desbordándose. Me aparta.
29:32Dice que es para protegerme. Habla de su pasado, de Don Hernando. No entiendo nada.
29:37Amanda suspiró, una profunda tristeza en su rostro. Mi hijo ha vivido una vida que no le
29:46correspondía, bajo la sombra de un hombre cruel.
29:53Hay secretos en esa casa, Bárbara. Secretos que Leonardo se ha visto obligado a guardar y que lo
29:58están consumiendo por dentro.
30:00No te rechaza a ti, se rechaza a sí mismo, a la vida que cree que no merece. No le dijo más,
30:10pero había plantado una semilla.
30:16La idea de que el problema no era ella, sino un trauma profundo que Leonardo no podía verbalizar.
30:21Bárbara se quedó pensativa, mirando a la mujer que podría ser la clave para desentrañar el
30:31misterio que envolvía al hombre que amaba. Pero todas estas tensiones, todas estas intrigas y
30:40dolores personales, estaban a punto de ser eclipsadas por una ola de furia primigenia.
30:45La noticia del ataque a Luisa llegó a Alejo como un rayo. Fue Bernardo quien se lo dijo.
30:58Llegó corriendo, con el rostro pálido y los ojos encendidos de una ira sombría. No necesito muchas
31:04palabras. Alejo, es Luisa, la han encontrado, la han, la han destrozado. El mundo de Alejo se detuvo.
31:15Un silencio ensordecedor llenó sus oídos. Luisa, su amiga leal, la mujer que había gestionado sus
31:24tierras con una dedicación feroz, la que creía en él cuando nadie más lo hacía.
31:33Corrió, sin escuchar los gritos de Bernardo para que se detuviera, para que no fuera.
31:38Corrió como si el diablo le persiguiera, siguiendo el rastro de la gente que se arremolinaba en la
31:47distancia. Y entonces la vio. El cuadro era incluso peor de lo que Bernardo había descrito. El olor a
31:57sangre, la brutalidad del acto. Todo se grabó en su mente con un hierro al rojo vivo. Se arrodilló junto
32:07al cuerpo, incapaz de tocarla, incapaz de hablar. Un sollozo seco y desgarrado escapó de su garganta.
32:18No era solo dolor. Era una rabia que comenzaba a hervir en sus venas. Una rabia volcánica, pura,
32:24absoluta. Y en medio de esa naciente tormenta de furia, lo supo. No necesitaba pruebas, no necesitaba
32:35testigos. Sabía con una certeza visceral, inquebrantable, quién estaba detrás de aquello. La
32:46falsa tregua. Las sonrisas de Victoria, el silencio de su padre. Todo encajaba en un patrón de una
32:55crueldad monstruosa. Esto no era un ataque de bandidos. Esto llevaba la firma de un solo hombre.
33:04Se levantó lentamente, su rostro transformado en una máscara de una furia helada.
33:09Sus ojos, que momentos antes estaban llenos de dolor, ahora ardían con una luz asesina.
33:23Miró hacia la casa grande, que se alzaba en la distancia, imponente y arrogante. Ya no era
33:29solo una lucha por la tierra o por el reconocimiento. Esto era personal. Esto era sangre. Padre, murmuró,
33:40la palabra saliendo de sus labios como una maldición, un veneno.
33:47Los hombres a su alrededor retrocedieron, sintiendo la energía letal que emanaba de él.
33:53Vieron en sus ojos, no al joven idealista que luchaba por su herencia, sino a un hombre empujado
34:02más allá de cualquier límite. Un hombre que había perdido el miedo a todo, incluso a la muerte,
34:08la suya o la de otros.
34:14Lo juro, Luisa. Dijo, su voz resonando con una promesa terrible en el aire inmóvil.
34:23Lo juro por tu sangre derramada en esta tierra. Me las pagará, le haré pagar por esto.
34:33Nadie se atrevió a hablar. Nadie se atrevió a moverse. Vieron cómo Alejo se giraba y comenzaba
34:38a caminar, no hacia su casa, sino hacia su destino. Cada paso era firme, pesado, implacable. No había
34:49duda, no había vacilación. Aunque sea lo último que haga. Resonó su voz en la mente
34:55de todos los presentes, una sentencia final.
35:02Voy a matarlo, voy a matar a mi propio padre. El sol seguía brillando sobre el valle salvaje,
35:08pero una sombra inmensa acababa de caer sobre él.
35:10La sombra de un hijo que iba a la guerra, no por honor ni por justicia, sino por una
35:20venganza tan profunda y oscura como la tumba recién cavada en su corazón.
35:28Nadie podría detenerlo. La sangre llamaba a la sangre, y el valle estaba a punto de ahogarse
35:33en ella.
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