Para Changhun, Mexicali no solo fue una parada en el camino… fue el lugar donde su sueño tomó forma. Desde Corea trajo su calidez, sus recetas y el deseo de abrir un restaurante auténtico, algo que no logró en otros países. Hoy, su cocina une dos culturas que comparten el amor por el picante, las especias y el gesto de compartir en la mesa.
00:00Pues cuando yo estaba en servicio militar, mis papás mudaron desde Corea hasta aquí, a Mexicali.
00:07Entonces cuando terminé mi servicio social de Corea, me vine para acá.
00:11Desde chiquito yo siempre tenía un sueño de tener mi propio negocio.
00:17Pues aunque sea vendiendo café o vendiendo comida o vendiendo productos, algo.
00:23Siempre quise tener mi propio negocio.
00:26Pero pues viviendo en Panamá, viviendo en Eslovaquia, me dio oportunidad.
00:32Y aquí mi mamá, mi hermano, mi papá apoyando.
00:37Tenía un como delivery servicio, servicio de delivery de comida coreana a las empresas coreanas.
00:45Y eso también me ayudó de como decidir, ah, yo también puedo abrir y ellos me pueden ayudar.
00:52Y así fue la idea de abrir este restaurante.
00:56Yo sigo insistiendo que sea más comida coreana casera original, auténtica.
01:03Pero pues veo otros restaurantes que adoptaron sabor de acá y llevan más dinero, más clientes, llegan más mexicanos.
01:14Y cuando hay ventas bajas, sigo pensando, ay, tengo que cambiar la receta, tengo que adoptar sabor de acá, tengo que usar ingredientes de más local.
01:28Sigo, estoy como que en dilema cuando tengo ventas bajas.
01:34Eso es súper dilema, pero pues lo que estoy intentando y quiero es que sea más original.
01:44Que lo que yo comía, lo que yo como, lo que hace mi mamá, eso es mi, el target.
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