#ValleSalvajeAdriana #rescata #Luisa
Adriana rescata a Luisa y desafía al duque
El Valle se despierta con dos terremotos a la vez: Adriana, embarazada y al límite, entra en la prisión y encuentra a su amiga Luisa destrozada, torturada y obligada a confesar un robo que no cometió; y al mismo tiempo, en la Casa Grande, José Luis cree seguir controlando el tablero… hasta que una jugada inesperada lo deja expuesto. Alejo, consumido por la culpa, se enfrenta al Duque y revela que Luisa es su prometida; Amadeo destapa el secreto más oscu ...
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#ValleSalvajeAdriana, #rescata, #Luisa, #desafía, #duque
Adriana rescata a Luisa y desafía al duque
El Valle se despierta con dos terremotos a la vez: Adriana, embarazada y al límite, entra en la prisión y encuentra a su amiga Luisa destrozada, torturada y obligada a confesar un robo que no cometió; y al mismo tiempo, en la Casa Grande, José Luis cree seguir controlando el tablero… hasta que una jugada inesperada lo deja expuesto. Alejo, consumido por la culpa, se enfrenta al Duque y revela que Luisa es su prometida; Amadeo destapa el secreto más oscu ...
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#ValleSalvajeAdriana, #rescata, #Luisa, #desafía, #duque
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CortometrajesTranscripción
00:00Adriana rescata a Luisa y desafía al duque. El valle se despierta con dos terremotos a la vez,
00:16Adriana, embarazada y al límite, entra en la prisión y encuentra a su amiga Luisa destrozada,
00:22torturada y obligada a confesar un robo que no cometió, y al mismo tiempo, en la casa grande,
00:28José Luis cree seguir controlando el tablero, hasta que una jugada inesperada lo deja expuesto.
00:37Alejo, consumido por la culpa, se enfrenta al duque y revela que Luisa es su prometida,
00:43Amadeo destapa el secreto más oscuro del señor del valle. El accidente de la primera duquesa y
00:49Victoria y Mercedes, hartas del chantaje de Damaso, provocan la llegada de la guardia civil.
00:58El resultado, Luisa es liberada con un informe médico que prueba la tortura,
01:04Damaso es arrestado en plena mansión y el poder del duque se agrieta por primera vez ante todos.
01:11Pero mientras la plaza celebra el abrazo de Luisa y Alejo, José Luis, desde la ventana, jura venganza.
01:18La guerra en Valle Salvaje acaba de empezar. El aire en la prisión del valle no olía a justicia,
01:28apestaba a humedad, a miedo rancio y a la desesperación de aquellos que el mundo había decidido olvidar.
01:37Adriana sintió que el hedor se le pegaba a la piel, una náusea fría que subía por su garganta
01:42mientras seguía al guardia por pasillos de piedra que parecían llorar. Cada paso retumbaba como una
01:50sentencia de muerte. Y entonces, la vio, no era Luisa. No podía ser la Luisa que ella conocía,
02:00la joven de ojos brillantes y risa fácil. Esta criatura acurrucada en el jergón sucio era una
02:09cáscara, un amasijo de dolor envuelto en harapos. Luisa, susurró Adriana, y el sonido de su propia
02:18voz pareció una profanación en aquel silencio de tumba. La figura se movió lentamente. Cuando Luisa
02:26levantó la cabeza, Adriana tuvo que morderse el labio con todas sus fuerzas para no gritar.
02:31Tenía el rostro hinchado, un cardenal oscuro que se extendía desde la siena hasta la mandíbula,
02:40y los labios partidos y secos.
02:45Pero no fue la violencia física lo que geló la sangre de Adriana. Fueron los ojos.
02:53Estaban vacíos, muertos, como dos pozos oscuros que habían visto el infierno y se habían rendido a él.
03:01Adriana, musitó Luisa, y su voz fue el crujido de hojas secas. Vete, no debiste venir.
03:11Dios mío, Luisa, ¿qué te han hecho? Adriana se arrodilló, ignorando la suciedad del suelo,
03:17sus manos temblando mientras rozaban el brazo de su amiga.
03:23Luisa se estremeció ante el contacto, un reflejo de puro terror. Lo confesé,
03:28susurró Luisa, y esta vez, sus ojos vacíos se llenaron de lágrimas lentas y espesas.
03:37Confesé el robo. Fui yo.
03:39No, dijo Adriana con firmeza, aunque su corazón se rompía.
03:45Tú no hiciste eso, te conozco. Lo hice, insistió Luisa, con una urgencia patética.
03:52Me hicieron, me hicieron recordar que lo hice. Noche tras noche, el agua, hacía tanto frío, Adriana.
04:04Y las preguntas no paraban. Y luego, luego el silencio era peor. Te lo juro, lo hice.
04:11Solo quiero que pare. Adriana la miró, y la palabra tortura estalló en su mente como una bomba.
04:22No había sido un interrogatorio, había sido una carnicería. Habían quebrado su cuerpo hasta que su mente aceptó una mentira para sobrevivir.
04:31Escúchame, Luisa, dijo Adriana, agarrando sus hombros con una fuerza que no sabía que poseía.
04:43No lo hiciste, sé que no lo hiciste. Y voy a sacarte de aquí. ¿Me oyes? Voy a sacarte.
04:52Pero Luisa solo negó con la cabeza, las lágrimas trazando surcos sucios en su rostro maltratado.
05:01Es demasiado tarde. Firmé los papeles. El duque, él lo sabe todo.
05:06El nombre de José Luis resonó en la celda como el portazo final.
05:12Adriana se levantó, su dolor transformándose en una furia blanca y helada. Besó la frente de Luisa.
05:21Esto no ha terminado. Esto acaba de empezar. Salió de la prisión sin mirar atrás, cada paso resonando con un propósito oscuro.
05:31Ya no era una visitante asustada. Era un instrumento de venganza.
05:36Mientras Adriana descubría el horror en la cárcel, Alejo se enfrentaba al arquitecto de ese horror.
05:42El despacho del duque José Luis en la casa grande era un monumento al poder. Madera oscura, terciopelo grueso y un silencio opresivo.
05:53No voy a repetírtelo, Alejo, dijo José Luis, sin levantar la vista de unos papeles sobre su escritorio.
06:05Su voz era tranquila, casi aburrida, y eso la hacía más aterradora. La muchacha robó.
06:12Será juzgada. Es inocente. Gritó Alejo, golpeando el escritorio con el puño. El tintero de plata saltó.
06:22Usted lo sabe, esto es por mí, es para castigarme a mí. José Luis levantó la vista lentamente.
06:34Sus ojos eran grises, como el acero. Tus asociaciones son desafortunadas, pero el robo es un asunto serio.
06:41Y las consecuencias deben ser ejemplares. Alejo respiraba con dificultad, la desesperación luchando con su rabia.
06:54Sabía que la lógica no funcionaría. Sabía que la piedad era un idioma que el duque no hablaba.
07:02Solo le quedaba una carta, una carta que había guardado con celo, una verdad que había sido solo suya y de ella.
07:11No puede, dijo Alejo, su voz temblando pero firme. No puede tratarla como a una ratera cualquiera.
07:20No puede retenerla, porque Luisa, Luisa es mi prometida. El silencio que siguió fue absoluto.
07:30Ni siquiera el reloj de la chimenea se atrevió a sonar. José Luis se recostó en su silla, sus dedos tamborileando suavemente sobre el roble.
07:37Una ceja se arqueó, apenas perceptiblemente, prometida, repitió. No era una pregunta, era una degustación.
07:49¿Qué? ¿Descuidado por tu parte? ¿Y crees que esa información cambia algo? ¿Crees que el amor romántico te exime de la ley?
07:58Creo que le da una razón para negociar, espetó Alejo. Libérela, cásese conmigo con quien usted quiera, acepte esa alianza que tanto desea para sus negocios.
08:10Haré lo que me pida, pero suéltela. El duque sonrió. Fue una sonrisa sin alegría, un simple estiramiento de los labios.
08:25Ah, Alejo, siempre tan predecible. Tu pasión es tu debilidad. El hecho de que sea tu prometida no la hace inocente.
08:32Al contrario, se inclinó hacia adelante, su voz bajando a un susurro venenoso. La hace culpable de distraerte.
08:44La hace un lastre. Y yo, Alejo, siempre corto los lastres. Usted es un monstruo. Dijo Alejo, retrocediendo, dándose cuenta de la magnitud de la crueldad del hombre.
08:56Soy un superviviente, corrigió el duque. Y te sugiero que aprendas a serlo. Ahora, sal de mi vista.
09:08Tienes trabajo que hacer. Y tú, prometida, tiene una cita con el juez. Alejo salió del despacho sintiendo que el suelo se abría bajo sus pies.
09:20No había piedad. No había negociación. El duque iba a destruirla para controlarlo a él.
09:26Corrió por los pasillos, sin rumbo, hasta que una figura lo detuvo en el gran vestíbulo.
09:36Era Adriana, pálida como un fantasma y con fuego en los ojos. Alejo, dijo ella, su voz rota.
09:46Acabo de verla. Tienes que saber lo que le han hecho. En otra parte del valle, la tensión era de una naturaleza diferente, pero igualmente sofocante.
09:56Leonardo se enfrentaba a su padre, don Hernando, en la biblioteca de su mansión. Los baúles para el viaje a Burgos ya estaban preparados en el vestíbulo.
10:07No iré, dijo Leonardo, con una calma que le costó un esfuerzo sobrehumano. No es una petición, es una orden, replicó don Hernando, sin apartar la vista del libro de contabilidad que estaba revisando.
10:22Partimos mañana al alba. Este viaje es crucial para asegurar nuestro futuro. ¿Nuestro futuro o el tuyo? Preguntó Leonardo, acercándose.
10:35He oído los rumores, padre, Burgos, la familia de la Serna, su hija, Bárbara. Don Hernando cerró el libro de golpe.
10:46Bárbara es una dama de buena familia. Una alianza con ellos. Me encadenaría de por vida, terminó Leonardo.
10:55No voy a casarme con ella. No voy a ser tu moneda de cambio. Insolente, rugió don Hernando.
11:08Mientras vivas bajo mi techo. Quizás ya no quiera vivir bajo tu techo, interrumpió Leonardo.
11:13Quizás este valle me está asfixiando tanto como tus planes. La puerta de la biblioteca se abrió suavemente.
11:25Era Irene, con una bandeja de té que no había pedido. Sus ojos se movieron rápidamente entre padre e hijo.
11:32Señores, ¿interrumpo algo? Su voz era suave como la seda. Leonardo estaba siendo irracional. Dijo don Hernando, recomponiéndose.
11:46Pero ya se le pasará. Irá a Burgos. Irene posó la bandeja y se acercó a Leonardo, tocando su brazo con una familiaridad fingida.
11:55Leonardo, querido, tu padre solo quiere lo mejor. Además, un viaje te vendrá bien.
12:06Este valle, puede ser peligroso si te quedas. Leonardo la miró fijamente. Había algo en su tono, una insinuación casi imperceptible.
12:17¿Peligroso? ¿O conveniente para ella? ¿Peligroso, Irene? Preguntó en voz baja.
12:22O es que quizás si me voy, Bárbara podría descubrir.
12:28Algo, en mi ausencia, la había pillado. El leve ensanchamiento de sus pupilas fue toda la confirmación que necesitaba.
12:38Irene no solo estaba de acuerdo con el viaje, lo estaba promoviendo. Irene y su padre estaban conspirando.
12:44Y Bárbara. Bárbara era parte de ello. De repente, Leonardo se sintió como un animal rodeado de cazadores.
12:56De hecho, padre, dijo Leonardo, cambiando de tono, volviéndose dócil de repente.
13:03Tienes razón. Un viaje a Burgos suena. Esclarecedor. Partiremos mañana. Don Hernando sonrió, satisfecho.
13:16Irene relajó los hombros. Pero mientras Leonardo salía de la biblioteca, su mente trabajaba a una velocidad febril.
13:22No iría a Burgos para casarse. Iría a Burgos para investigar exactamente qué clase de trampa le estaban tendiendo.
13:36Y desconfiaba de todos, especialmente de la dulce Irene.
13:40Mientras tanto, en la casa grande, la duquesa Victoria sentía como el nudo corredizo se apretaba alrededor de su cuello.
13:47Su encuentro con José Luis la había dejado temblando. La amenaza era clara. Resuelve el problema con Damaso, o yo lo haré.
14:00Y te aseguro que no te gustará mi solución. Sabía lo que eso significaba.
14:06El duque no dudaría en destruirla para proteger el buen nombre de la familia.
14:09Estaba sola. Aterrada, buscó a Damaso. Lo encontró en las caballerizas, bebiendo aguardiente directamente de la botella, comportándose como el dueño del lugar.
14:26Damaso, tenemos que hablar, dijo ella, tratando de mantener la compostura. Él se giró, con una sonrisa lastiva.
14:34Victoria, mi amor, siempre es un placer. Vienes a darme las buenas noches. Vete, dijo ella, su voz un siseo.
14:48Quiero que te vayas del valle. Ahora, Damaso soltó una carcajada. Pero, ¿por qué? Me estoy divirtiendo mucho.
14:55El duque me trata bien. La comida es excelente. Y la compañía. Se acercó a ella. La compañía es divina.
15:07Te daré dinero, dijo ella, desesperada, sacando un fajo de billetes de su bolso.
15:16Toma, más de lo que has visto en tu vida. Compra esa taberna en la costa que siempre quisiste.
15:21Pero, ¿desaparece? Damaso miró el dinero y luego la miró a ella. Su sonrisa desapareció,
15:30reemplazada por una expresión que Victoria no supo descifrar.
15:37Lentamente, estiró la mano, pero no cogió el dinero. Acarició la mejilla de Victoria con el
15:42dorso de sus dedos sucios. Ella se estremeció de asco, pero se quedó quieta. ¿Dinero?
15:51Susurró él. Tú nunca lo entendiste, ¿verdad, Victoria? Nunca se trató del dinero.
16:00Entonces, ¿qué quieres? Gritó ella. ¿Qué más quieres de mí?
16:04Él se inclinó hacia su oído, su aliento apestando alcohol.
16:07Te quiero a ti, pero no escondidas. No como tu juguete sucio. Quiero que le digas al duque
16:16quién soy. Quiero que le digas que su perfecta y fría duquesa era mi mujer antes que la suya.
16:26Quiero que me reconozcas. Quiero cenar en esa mesa grande. O puedes elegir la otra opción.
16:31¿Qué otra opción? Preguntó ella, temblando. La verdad, dijo él, sus ojos brillando con locura.
16:41Podemos contarles a todos la verdad sobre esa noche. Sobre el fuego. Sobre lo que realmente pasó con el primer heredero.
16:53El que nunca nació. Victoria sintió que el suelo desaparecía. El aire fue succionado de sus pulmones.
16:59Este hombre no solo la chantajeaba. La estaba destruyendo, pieza por pieza, desde adentro hacia afuera.
17:12El dinero era un insulto. Lo que él quería era la aniquilación total de ella. Se quedó sin aliento, paralizada por el pánico.
17:23Damaso se rió entre dientes, recogió el dinero que ella había dejado caer al suelo y se lo guardó en el bolsillo.
17:29Piénsalo, querida. Tienes hasta la cena de mañana. O soy un invitado de honor. O soy un testigo.
17:41Victoria corrió de las caballerizas, con el sonido de la risa de damaso persiguiéndola.
17:49Entró en la casa y se topó directamente con Mercedes, la gobernanta, que la miraba con una expresión de fría satisfacción.
17:56Problemas con su antiguo conocido, duquesa? Preguntó Mercedes, saboreando cada sílaba.
18:05No te metas en mis asuntos, criada. Espetó Victoria, pero su voz carecía de fuerza.
18:16Oh, pero es que ya son mis asuntos, dijo Mercedes, dando un paso adelante, acorralando a Victoria contra la pared.
18:23Era la primera vez que Mercedes abandonaba su papel de sirvienta. Verá, he observado a ese hombre, damaso.
18:32Y he recordado dónde lo había visto antes. En los carteles de Se Busca en la ciudad.
18:42Es un estafador, sí, pero también es buscado por incendio provocado y asesinato.
18:47Victoria palideció. Usted cree que tiene poder sobre mí, continuó Mercedes, su voz baja y peligrosa.
19:01Pero yo tengo información que puede destruirle a él. Y si él cae, ¿cuánto tardará en arrastrarla a usted?
19:06Victoria la miró, dándose cuenta de la verdad. Estaba atrapada entre la amenaza de José Luis, la locura de Damaso y ahora.
19:19El chantaje de Mercedes. ¿Qué quieres? Susurró Victoria, derrotada. Quiero mi parte, dijo Mercedes.
19:30Quiero que me ayude a derribarla. Y usaré esta información sobre Damaso para hacerlo.
19:36O podemos usarla juntas. Podemos dirigirla. Podemos usarla para destruir al duque.
19:45Victoria levantó la vista, sorprendida. ¿Destruir a José Luis? Piénselo, dijo Mercedes, alejándose.
19:56Ambas estamos hartas del poder de los hombres en esta casa. Tal vez sea hora de que las sirvientas y las duquesas cambien las reglas.
20:03Mercedes se fue, dejando a Victoria en el pasillo, con el corazón latiéndole con una nueva y peligrosa posibilidad.
20:12En la casa grande, la melancolía se había apoderado de Isabel, la Haya. Llevaba días empacando sus pocas pertenencias en secreto.
20:24El valle se había vuelto demasiado oscuro. Había visto demasiado, sabía demasiado.
20:35El pago de José Luis a Tomás, y la orden de que éste desapareciera, había sido la gota que colmaba el vaso.
20:41¿Sabía lo que eso significaba? Un cabo suelto había sido atado, o mejor dicho, cortado.
20:54Amadeo la encontró en el ala de servicio, con su pequeño baúl a los pies.
20:58Isabel. ¿Qué haces? Preguntó él, su voz llena de una preocupación genuina.
21:04Me marcho, Amadeo. Dijo ella, sin mirarlo. Ya no hay lugar para mí aquí. ¿Marcharte? ¿A dónde? ¿Por qué?
21:14Él la tomó suavemente por los hombros.
21:19Isabel, mírame. Algo no va bien. Lo he sentido durante semanas. Estás asustada.
21:24Isabel levantó la vista, y Amadeo vio la profundidad de su terror. No es miedo, Amadeo.
21:36Es certeza. Este lugar, está maldito. El duque, él, lo que le está haciendo a esa pobre muchacha, Luisa.
21:46Lo de Luisa es una injusticia, pero, oh, es más que eso, lo interrumpió ella. Es un patrón.
21:55Vi cómo pagaba a Tomás hoy. Lo vi darle una bolsa de dinero y decirle que desapareciera para siempre.
22:04Tomás era el único que sabía. Isabel se detuvo, mordiéndose el labio. ¿Sabía qué, Isabel? Preguntó a Amadeo, su agarre firme.
22:15¿Qué sabía Tomás? Isabel dudó, mirando por encima del hombro, como si las paredes tuvieran oídos.
22:24Tomás fue quien preparó el carruaje la noche del accidente, el accidente que mató a la primera esposa del duque.
22:35Amadeo se quedó helado, pero eso fue hace años. Fue un accidente, los frenos fallaron.
22:40Los frenos no fallaron, susurró Isabel, las lágrimas corriendo por sus mejillas.
22:51Tomás los manipuló, por orden del duque. Y ahora, ahora que Luisa está en la cárcel por un robo que no cometió, ahora que el duque está limpiando sus viejos problemas.
23:00Temo que yo sea la siguiente. Yo también sé lo de Tomás. Amadeo la soltó, horrorizado.
23:09No era solo un hombre cruel, era un asesino. No te irás, dijo Amadeo, su voz ahora de acero.
23:19No sola, y no así. No puedes detenerme, dijo ella. No voy a detenerte. Voy a ayudarte, dijo él.
23:30Pero antes, vas a contarme todo lo que sabes. Cada detalle. Porque si vamos a luchar contra un demonio, necesitamos conocer su verdadero nombre.
23:45La noche cayó sobre el valle como un sudario. Pero esta noche, la oscuridad no traería descanso.
23:51Traería acción. Alejo y Adriana se reunieron en la plaza del pueblo, bajo la sombra de la iglesia.
24:04La historia de Adriana sobre la tortura de Luisa había solidificado la desesperación de Alejo en una resolución de granito.
24:13No podemos esperar a los jueces, dijo Alejo. No podemos esperar a la ley. El duque es la ley aquí.
24:21Si la torturaron para que confesara, la colgarán antes del amanecer para cerrar el caso.
24:29¿Qué hacemos, Alejo, a saltar la prisión? Preguntó Adriana, temblando de frío y de rabia.
24:39Casi, dijo Alejo, sus ojos oscuros fijos en la pequeña y sucia oficina del alguacil.
24:44Necesitamos pruebas. Necesitamos sacarla de allí. En ese momento, una tercera figura salió de las sombras.
24:58Era Amadeo. No lo harán solos, dijo Amadeo. Amadeo, esto no te concierne, dijo Alejo, sorprendido.
25:05Me concierne si el hombre al que sirvo es un asesino, replicó Amadeo con dureza.
25:16Me concierne si ha torturado a una mujer inocente para cubrir sus crímenes. Isabel me lo ha contado todo.
25:23Sobre Tomás, sobre la primera duquesa, Alejo y Adriana intercambiaron una mirada de horror.
25:35Esto era más grande y más sucio de lo que jamás habían imaginado.
25:39El duque no solo está protegiendo su nombre, dijo Amadeo.
25:42Está protegiendo su cuello de la soga. Y usará a Luisa para hacerlo. Entonces, ¿cuál es el plan? Preguntó Adriana.
25:55Un rescate, dijo Alejo. Pero no con armas. Con algo más poderoso. La verdad, Amadeo asintió.
26:05Conozco al guardia de esta noche. Es un hombre débil que le debe dinero a media ciudad.
26:09Podremos distraerlo, pero necesitamos un médico. Alguien que certifique su estado.
26:20Alguien que no pueda ser comprado por el duque. El doctor Morales, dijo Adriana al instante.
26:29Es viejo, cascarrabias, pero odia al duque más que nadie desde que le quitó las tierras de su familia.
26:34Bien, dijo Alejo. Adriana, tú ve a por el doctor. Tráelo a la parte trasera de la prisión.
26:47Amadeo, tú y yo nos encargaremos del guardia. Vamos a sacar a Luisa, y vamos a conseguir la prueba de que fue torturada.
26:54El plan se puso en marcha con la precisión desesperada de los condenados.
27:01Amadeo usó su posición en la Casa Grande para crear una distracción.
27:05Un falso mensaje urgente del duque, llamando al guardia a la Casa Grande por un supuesto intruso.
27:14El guardia, aterrorizado de enfadar a José Luis, dejó su puesto, dejando la llave de la celda en el escritorio.
27:21Alejo se deslizó dentro. El olor a miedo y enfermedad lo golpeó. Luisa, susurró.
27:32Ella estaba en el mismo estado catatónico en que Adriana la había encontrado. Soy Alejo.
27:40Mi amor, soy Alejo. He venido a sacarte. La levantó en brazos. Pesaba tan poco. Era todo huesos y dolor.
27:47La llevó por el pasillo trasero, hacia la pequeña puerta de salida donde Adriana esperaba con el doctor.
27:59Morales. El doctor, un hombre de cabello blanco y ojos penetrantes, no perdió el tiempo.
28:05Con una linterna, examinó las muñecas de Luisa, sus tobillos, la herida en su cabeza.
28:17Su rostro se ensombreció con cada nuevo descubrimiento.
28:20Esto, esto es barbarie, murmuró.
28:23Esto no es justicia. Es la obra de un animal. ¿Escribirá un informe? Preguntó Adriana, su voz urgente.
28:33Escribiré una sentencia de muerte para quien hizo esto, dijo el doctor.
28:41Sacó su blog de notas y, a la luz de la linterna, comenzó a escribir furiosamente, documentando cada hematoma,
28:48cada signo de hipotermia por el agua, cada herida de las ataduras.
28:51No tenemos tiempo, dijo Alejo. Tenemos que esconderla. Llévenla a mi consulta, dijo el doctor.
29:05Morales. Nadie se atreverá a buscarla allí. Ni siquiera los hombres del duque.
29:12Alejo y Adriana llevaron a Luisa a través de las calles dormidas.
29:16Amadeo regresó a la casa grande para asegurarse de que su coartada estuviera intacta.
29:21Mientras Alejo rescataba a Luisa, Victoria tomaba su propia decisión.
29:28La amenaza de Damaso y la oferta de Mercedes daban vueltas en su cabeza.
29:36Eligió el caos controlado. Mercedes, dijo, encontrando a la gobernanta en la cocina.
29:45Tú ganas, pero no vamos a destruir al duque. No todavía. Vamos a usar tu información para deshacernos de Damaso.
29:51Mercedes sonrió. Sabia elección, duquesa. Hay una patrulla de la guardia civil de la capital en el pueblo de al lado, investigando unos contrabandistas, dijo Victoria, su mente trabajando rápidamente.
30:07No responden ante el duque. Responden ante el rey. Quiero que vayas allí. Ahora.
30:17Llévales el cartel de se busca de Damaso. Diles que el asesino e incendiario que buscan se esconde aquí, en la casa grande, bajo la protección del duque José Luis.
30:26¿Acusar al duque de proteger a un asesino? Mercedes estaba impresionada. Eso es audaz.
30:35Es desesperado, corrigió Victoria. Hará que la guardia venga aquí. Y cuando arresten a Damaso, el escándalo salpicará al duque, pero destruirá a Damaso.
30:47Y yo, yo fingiré estar horrorizada por haber sido engañada. Mercedes asintió, reconociendo la brillantez de la jugada.
30:57Iré de inmediato. El amanecer trajo el caos al valle salvaje. Justo cuando el duque José Luis se sentaba a desayunar, dos fuerzas chocaron contra su mundo perfectamente controlado.
31:15Primero, el guardia de la prisión, pálido y sudoroso, irrumpió en el comedor. Señor duque, la prisionera, ha desaparecido. Luisa no está.
31:24José Luis se levantó de golpe, su rostro una máscara de furia. Inútil, encuéntrala.
31:36Pero antes de que pudiera dar más órdenes, las puertas principales de la casa grande se abrieron de golpe.
31:44No era su personal. Era la guardia civil de la capital, con sus uniformes verdes y sus rifles preparados.
31:49Duque José Luis, dijo el capitán, un hombre con un rostro curtido. Tenemos una orden para registrar esta propiedad.
32:03Buscamos a un fugitivo llamado Damaso. José Luis se quedó paralizado.
32:08Victoria apareció en lo alto de la escalera, con una bata de seda, fingiendo perfecto desconcierto.
32:14Cielos, ¿qué es este escándalo? Ahí está, gritó Mercedes, señalando desde detrás de los guardias.
32:26Damaso, que bajaba las escaleras para desayunar, se congeló.
32:31Damaso, queda arrestado por el incendio de la fábrica de textiles de Aranjuez y el asesinato de tres guardias, gritó el capitán.
32:38Damaso miró a Victoria, luego al duque. Vio la trampa. Victoria, dile, dile la verdad, estábamos juntos.
32:51Victoria se llevó una mano al pecho. No sé de qué habla este hombre. Duque, este.
32:59Este monstruo me ha estado amenazando. Damaso intentó correr, pero los guardias lo redujeron.
33:05Mientras se lo llevaban, gritaba. El duque lo sabía. Él me protegió. Y Victoria es una.
33:17Le taparon la boca. El duque miró al capitán. Capitán, le aseguro que no sabía nada de la verdadera naturaleza de este hombre.
33:28Mi esposa, le dio cobijo por caridad. El capitán miró al duque con desconfianza, pero asintió.
33:35Eso lo decidirá el juez. Con su permiso, duque. Se llevaron a Damaso. El problema inmediato de Victoria estaba resuelto.
33:45Pero el duque José Luis se giró lentamente hacia Victoria. Él sabía, sabía que ella lo había orquestado.
33:57La guerra entre ellos acababa de declararse abiertamente. El desenlace feliz, el siguiente capítulo.
34:03La noticia del arresto de Damaso en la Casa Grande corrió por el pueblo como un reguero de pólvora, eclipsando momentáneamente la desaparión de Luisa.
34:17Pero en la consulta del doctor Morales, la verdad se estaba abriendo paso. El informe del doctor era demoledor.
34:23Detallaba múltiples contusiones, signos de ahogamiento simulado y coerción física extrema.
34:33El informe no solo absolvía a Luisa, sino que acusaba directamente a los guardias del duque.
34:44Alejo tomó el informe. Es hora. Juntos, Alejo, Adriana y el doctor Morales marcharon a la oficina del magistrado local, un hombrecillo cobarde que siempre había obedecido al duque.
34:55Magistrado, dijo Alejo, poniendo el informe sobre su mesa. Ha habido un grave error.
35:07Luisa es inocente. El magistrado leyó el informe, su rostro volviéndose más pálido con cada línea.
35:17Esto, esto es imposible. Es la verdad, dijo el doctor Morales, y estoy dispuesto a testificarlo bajo juramento.
35:25La chica fue torturada. En ese preciso momento, el escándalo de la Casa Grande llegó a los oídos del magistrado.
35:38Un ayudante entró corriendo. Señor, la Guardia Civil ha arrestado a un hombre en la Casa Grande. Dicen que el duque lo estaba escondiendo.
35:48El magistrado miró el informe del doctor y luego la noticia del arresto. El duque estaba siendo investigado.
35:55El duque estaba perdiendo el control. El miedo al duque fue reemplazado instantáneamente por el miedo a la Guardia Civil y al escándalo.
36:04Dios mío, tartamudeó el magistrado. Liberen a la chica. Quiero decir, retiren todos los cargos. Obviamente fue un error. Ese ladrón.
36:16Seguramente fue ese tal Damaso. Sí. Eso es. Culpen a Damaso. Alejo y Adriana intercambiaron una mirada triunfante.
36:27El episodio siguiente terminó no en la oscuridad de la celda, sino bajo el sol brillante de la plaza del pueblo.
36:39Luisa, limpia y vendada, salió de la consulta del doctor, apoyada en Adriana. Todavía estaba débil, pero sus ojos ya no estaban vacíos.
36:48Estaban llenos de lágrimas, pero esta vez, eran lágrimas de alivio. Alejo la esperaba en la plaza.
36:57Cuando sus miradas se encontraron, el mundo se detuvo. Él corrió hacia ella, y ella dio un paso para encontrarse con él.
37:10Él la levantó del suelo en un abrazo que era a la vez ferozmente protector y abrumadoramente tierno.
37:15Estás a salvo, susurró él en su cabello. Te lo prometí. Estás a salvo. Alejo, sollozó ella, aferrándose a él como si fuera la única cosa sólida en el mundo.
37:32Creí que moriría allí. Nunca, dijo él, apartándola para mirarla. Nunca te dejaré ir de nuevo.
37:39Era un final feliz. Luisa estaba libre. Damaso estaba arrestado. Victoria se había salvado momentáneamente.
37:51Pero mientras Alejo y Luisa se abrazaban en la plaza, en la casa grande, el duque José Luis observaba desde la ventana de su despacho.
38:02Había perdido una batalla. Había sido humillado en su propia casa. Sus enemigos se habían multiplicado.
38:09La tortura de Luisa no había sido un final. Había sido el comienzo. El duque cerró lentamente el puño.
38:20El valle salvaje aún no había visto su verdadera furia. El juego acababa de empezar.
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