Ángel Víctor Torres compareció este martes para defender su actuación tras conocerse el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Dicho documento señala que el entonces presidente del Gobierno de Canarias habría intercedido para agilizar el pago de mascarillas a una de las empresas vinculadas a Víctor de Aldama, considerado el principal implicado en la presunta trama de corrupción del caso Koldo. Torres insistió en que su intervención fue totalmente legal y que el informe no le atribuye "ninguna actividad ilícita". "No hay comisiones, no hay mordidas, no hay pisos en Atocha, no hay mujeres explotadas sexualmente", subrayó el actual ministro de Política Territorial, rechazando cualquier insinuación de corrupción. Durante una comparecencia marcada por problemas de sonido, Torres explicó los mensajes que mantuvo con un asesor del entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, en los que pedía agilizar el pago del material sanitario adquirido por Soluciones de Gestión. Argumentó que su intención era hacer cumplir un contrato que ya estaba firmado. Asimismo, aclaró que su expresión de "levantar para el aire" a la responsable económica del Ejecutivo autonómico no implicaba cesarla, sino expresar su frustración ante el incumplimiento de un compromiso administrativo. Torres ha insistido en que no tuvo "ninguna relación" con Aldama a pesar de que el informe de la UCO lo situaría en una cena en la capital el 15 de julio de 2020. Según ha explicado, esa cita en un restaurante de Madrid fue con Ábalos y sólo vio al empresario "un momento por la tarde", sin especificar en qué consistió dicho contacto. Además, ha anunciado que lo demandará al empresario por "intromisión" a su honor, su intimidad y su propia imagen.
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