Para la masa: • Sémola - ½ taza (90 gramos) • Harina para todo uso - ½ taza (60 gramos) • Un huevo • Agua - 2 cucharadas (30 mililitros) • Sal - ¼ cucharadita • Aceite de oliva - 1 cucharada
Para el relleno: • Queso ricotta - ⅔ taza (150 gramos) • Puré de calabaza - ⅓ taza (100 gramos) • Queso parmesano - ⅓ taza (35 gramos) • Sal al gusto
Para la salsa: • Mantequilla - 2 cucharadas (30 gramos) • Hojas de salvia.
El resultado es un plato de ravioles tiernos y sabrosos que se deshacen en la boca. El relleno de calabaza y queso ricotta es rico y cremoso, con un toque dulce y a nuez. La salsa de mantequilla y salvia aporta un toque de frescura y aroma. La combinación es irresistible y deliciosa.
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