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Pía regresa y Lorenzo destroza a Curro
El capítulo 691 de La Promesa, que se emitirá el martes 7 de octubre, promete emociones a flor de piel y giros que nadie esperaba. La velada familiar se convierte en un auténtico terremoto cuando Lorenzo, sin remordimientos, pide la mano de Ángela ante los ojos destrozados de Curro. Mientras el joven lucha por mantener la compostura, Adriano se hunde en la desesperanza por la ausencia de Catalina… hasta que una pequeña noticia le devuelve algo de fe: Leocad ...
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Pía regresa y Lorenzo destroza a Curro
El capítulo 691 de La Promesa, que se emitirá el martes 7 de octubre, promete emociones a flor de piel y giros que nadie esperaba. La velada familiar se convierte en un auténtico terremoto cuando Lorenzo, sin remordimientos, pide la mano de Ángela ante los ojos destrozados de Curro. Mientras el joven lucha por mantener la compostura, Adriano se hunde en la desesperanza por la ausencia de Catalina… hasta que una pequeña noticia le devuelve algo de fe: Leocad ...
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00:00Pia regresa y Lorenzo destroza a Curro. El capítulo 691 de La Promesa, que se emitirá
00:11el martes 7 de octubre, promete emociones a flor de piel y giros que nadie esperaba.
00:19La velada familiar se convierte en un auténtico terremoto cuando Lorenzo, sin remordimientos,
00:24pide la mano de Ángela ante los ojos destrozados de Curro.
00:30Mientras el joven lucha por mantener la compostura, Adriano se hunde en la desesperanza por la
00:35ausencia de Catalina. Hasta que una pequeña noticia le devuelve algo de fe. Leocadia ha
00:40contratado a un detective para encontrarla. Martina, en silencio, escribe a Margarita para
00:48contarle todo. Todo excepto la boda que se avecina. Mientras la enfermedad de Petra golpea el corazón
00:54de todos con un diagnóstico fatal. Y cuando el dolor parece invadir cada rincón del palacio,
01:02una figura del pasado irrumpe como un relámpago. Pia regresa a La Promesa. Su llegada lo cambia
01:08todo, y su primera pregunta resuena como una sentencia. ¿Dónde está Ricardo?
01:13El aire en el gran comedor de La Promesa, aquel martes 7 de octubre, era espeso y pesado,
01:22cargado de una electricidad estática que erizaba el vello y ponía los nervios a flor de piel.
01:30Las cenas en el palacio de los Luján rara vez eran eventos apacibles, pero aquella noche,
01:35un manto de presagios oscuros parecía haberse cernido sobre los comensales, silenciando las
01:40conversaciones triviales y sustituyéndolas por un murmullo de tensión apenas perceptible,
01:45como el zumbido de un insecto atrapado tras una ventana.
01:51Don Alonso, en la cabecera de la mesa, intentaba mantener una apariencia de normalidad,
01:56comentando con Manuel algún aspecto trivial sobre la gestión de las fincas.
02:03Cruz, a su lado, observaba a todos con sus ojos de halcón, afilados y calculadores,
02:08capaces de detectar la más mínima fisura en la fachada de compostura de quienes la rodeaban.
02:16Martina apenas probaba bocado, su mente a kilómetros de distancia, perdida en un laberinto de preocupaciones.
02:25Y Curro, Curro era la encarnación misma de la tormenta que se avecinaba.
02:29Sentado con la rigidez de una estatua, su mandíbula apretada y la mirada perdida en los intrincados dibujos del mantel,
02:36parecía un hombre esperando el momento de su propia ejecución.
02:42Junto a él, como una víbora enjollada, se sentaba Ángela.
02:46Desplegaba un encanto artificial, una sonrisa que no le llegaba a los ojos,
02:51mientras conversaba animadamente con el capitán de la mata.
02:53Lorenzo, por su parte, estaba exultante.
03:00Disfrutaba de la incomodidad palpable de la familia, paladeaba el poder que sentía emanar de su presencia.
03:09Era un depredador que había acorralado a su presa y se deleitaba en su miedo antes de asestar el golpe final.
03:14El servicio se movía con una eficiencia silenciosa, casi fantasmal.
03:22Rómulo supervisaba cada movimiento desde la puerta,
03:25su rostro una máscara de profesionalidad que ocultaba su propia inquietud.
03:32Yana, al servir el vino, cruzó una mirada fugaz con Curro.
03:36Vio en sus ojos un abismo de desesperación tan profundo que sintió un escalofrío.
03:41Quiso decirle algo, ofrecerle una palabra de consuelo,
03:47pero el momento y el lugar eran una jaula de oro que les impedía cualquier gesto de sinceridad.
03:55Fue entonces cuando Lorenzo, con un gesto teatral que geló la sangre de todos los que conocían sus intenciones,
04:01carraspeó y golpeó suavemente su copa de cristal con un cuchillo.
04:04El tintineo agudo y claro resonó en el silencio sepulcral que se instaló de inmediato.
04:16Todas las cabezas se giraron hacia él.
04:18Querida familia, comenzó, su voz untuosa y cargada de una falsa solemnidad que resultaba obscena.
04:24Sé que estos últimos tiempos han sido complicados, llenos de malentendidos y tristezas.
04:36Sin embargo, incluso en la más profunda oscuridad,
04:39la vida tiene la asombrosa capacidad de abrirse paso y ofrecernos un resquicio de luz, una nueva esperanza.
04:45Alonso lo miraba con el ceño fruncido, una mezcla de suspicacia y fastidio.
04:53Cruz, en cambio, parecía intrigada, como si estuviera a punto de presenciar un espectáculo para el que tenía entrada en primera fila.
05:03Lorenzo se levantó, su alta figura proyectando una sombra ominosa sobre la mesa.
05:08Tomó la mano de Ángela, quien lo miró con una devoción perfectamente ensayada.
05:15Desde que regresé a estas tierras, continuó, su mirada recorriendo lentamente los rostros de los presentes,
05:22deteniéndose un instante de más en el decurro.
05:25He sentido un vacío.
05:29Una soledad que ni los negocios ni las distracciones mundanas podían llenar.
05:34Pensé que mi corazón estaba condenado a ser una fortaleza vacía, hasta que la conocí a ella.
05:39Ángela bajó la mirada, un rubor calculado coloreando sus mejillas.
05:46Curro sentía que el aire no le llegaba a los pulmones.
05:51Cada palabra de Lorenzo era un martillazo en su pecho.
05:54Cada gesto una vuelta de tuerca en el potro de tortura de su alma.
05:57La escena se desarrollaba en una especie de cámara lenta y real y monstruosa.
06:06Veía los labios de Lorenzo moverse, pero el sonido le llegaba distorsionado,
06:10como si estuviera sumergido bajo el agua.
06:15Ángela ha traído a mi vida una alegría que creía perdida para siempre.
06:18Su inteligencia, su dulzura, su comprensión, me han devuelto las ganas de vivir, de construir un futuro.
06:30Y es por eso que, aquí, delante de todos ustedes, que son lo más parecido a una familia que ella tiene,
06:39hizo una pausa dramática, asegurándose de tener la atención inquebrantable de todos.
06:43Entonces, con una fluidez que denotaba horas de ensayo frente al espejo,
06:51se arrodilló sobre una rodilla frente a una estupefacta, aunque expectante, Ángela.
06:59El grito ahogado de Martina fue el único sonido que rompió el silencio.
07:03El rostro de Curro había perdido todo color, transformándose en una máscara de cera, pálida y sin vida.
07:09Sus ojos, fijos en la escena, reflejaban un horror puro,
07:16una traición tan visceral que parecía haberle arrancado el alma del cuerpo.
07:23Ángela, susurró Lorenzo, sacando una pequeña caja de terciopelo de su bolsillo
07:28y abriéndola para revelar un anillo con un diamante que centelleó bajo la luz de los candelabros.
07:32Me harías el inconmensurable honor de convertirte en mi esposa.
07:40El mundo de Curro se hizo añicos.
07:45El sonido del tenedor de plata al caer de su mano y golpear el plato de porcelana
07:49fue como un disparo en la quietud mortal del comedor.
07:51El sí, acepto de Ángela, un susurro cargado de triunfo, fue el eco que confirmó su condena.
08:04Vio cómo Lorenzo deslizaba el anillo en el dedo de ella, cómo se inclinaba para besar su mano.
08:12Vio la sonrisa victoriosa en los labios de su tío y la mirada de falsa modestia en la de la mujer que había jugado con él, que lo había destrozado.
08:22Y no pudo más. Con un movimiento brusco, violento, Curro apartó su silla y se puso en pie.
08:32Sus puños estaban tan apretados que los nudillos se le habían vuelto blancos.
08:36Su respiración era un jadeo irregular.
08:41Por un instante, pareció que iba a lanzarse sobre Lorenzo, que la violencia contenida en su interior iba a estallar y arrasar con todo.
08:48Curro, murmuró Manuel, levantándose a medias, listo para intervenir. Pero Curro no dijo nada.
09:00No gritó, no acusó, simplemente, lanzó una última mirada a la pareja.
09:05Una mirada que no contenía solo dolor, sino un desprecio tan gélido y absoluto que hizo que incluso Ángela se estremeciera.
09:11Y luego, sin una palabra, se dio la vuelta y salió del comedor a grandes zancadas, dejando tras de sí un silencio aún más denso y terrible que el anterior.
09:23La puerta se cerró a sus espaldas con un golpe seco. Un portazo que resonó como el fin de un mundo, el suyo.
09:36La familia Luján quedó rota, descolocada. Alonso se cubrió el rostro con las manos.
09:41Cruz miraba a Lorenzo con una nueva y peligrosa luz en sus ojos.
09:45Y Martina, con lágrimas silenciosas rodando por sus mejillas, solo podía pensar en el corazón destrozado de su primo.
09:53La cena, que había comenzado con una tensión insidiosa, había culminado en la más temida de las catástrofes.
10:04Y la noche, en La Promesa, apenas acababa de empezar.
10:08Lejos del drama que se desarrollaba en el salón principal, en la soledad de su habitación, Adriano se consumía lentamente.
10:17La ausencia de Catalina era un veneno que se había infiltrado en cada rincón de su existencia.
10:23Los días se habían vuelto una sucesión monótona de horas vacías, marcadas por el sol que entraba por la ventana, indiferente a su dolor.
10:32La tristeza no era ya una emoción pasajera, sino un estado permanente, un pesado abrigo de plomo que le impedía moverse, respirar, pensar con claridad.
10:48Se sentaba durante horas en el borde de la cama, con la mirada fija en un punto inexistente de la pared, repasando una y otra vez su último encuentro, sus últimas palabras.
10:57Y si hubiera dicho algo diferente, y si la hubiera retenido un segundo más, las preguntas eran un enjambre de avispas en su cabeza, picándole con el aguijón de la culpa y el arrepentimiento.
11:11Cada rumor del viento le parecía la voz de ella, cada sombra en el pasillo, su figura.
11:22Pero la realidad siempre lo golpeaba con la misma brutalidad. No había noticias. Ni una palabra, ni una pista, ni un mísero consuelo al que aferrarse.
11:31Había perdido el apetito, el sueño era un refugio esquivo poblado de pesadillas. Se sentía a la deriva en un océano de incertidumbre, y la esperanza era una costa que se alejaba cada vez más en el horizonte.
11:46Esa misma tarde, mientras la luz del crepúsculo teñía el cielo de tonos anaranjados y violetas, alguien llamó a su puerta.
11:59Era Leocadia. Entró sin esperar respuesta, su presencia llenando la habitación de una energía resuelta que contrastaba violentamente con la apatía de Adriano.
12:08—¡Basta ya! —dijo, su voz firme, sin rastro de compasión superficial. Era la voz de alguien que comprende el dolor, pero se niega a dejar que éste lo devore todo.
12:24—No puedes seguir así, Adriano, hundiéndote en este pozo. Catalina no querría esto.
12:32Adriano levantó la vista, sus ojos vacíos y enrojecidos. —¿Y qué quieres que haga, Leocadia?
12:38Su voz era un susurro ronco.
12:43—¿Qué puedo hacer? No sé dónde está, no sé si está bien. Esta impotencia me está matando.
12:51Leocadia se acercó y se sentó a su lado. Su gesto fue sorprendentemente gentil. Sentir impotencia es natural.
13:01Regodearse en ella es una elección. Y yo he elegido no hacerlo. He elegido actuar.
13:08Adriano la miró, una chispa de curiosidad parpadeando en el fondo de sus pupilas. ¿Actuar? ¿Cómo?
13:15—He contratado a un detective privado. Anunció Leocadia, con una simplicidad que desmentía la importancia de sus palabras.
13:25Se llama Ernesto de la Serna. Es el mejor, caro como un demonio, pero dicen que encuentra una aguja en un pajar, incluso si el pajar ha ardido.
13:36Ya está trabajando en el caso. Le he dado toda la información que teníamos, todos los detalles.
13:47Está rastreando sus pasos desde que salió de aquí. Por primera vez en semanas, algo cambió en el rostro de Adriano.
13:53La niebla de desesperación pareció disiparse mínimamente, permitiendo que un tenue rayo de luz se filtrara.
14:05No era alegría, ni siquiera optimismo. Era algo mucho más primario y fundamental. La sensación de que la parálisis había terminado.
14:12Un detective, repitió, como si necesitara saborear las palabras para creerlas, sí.
14:24Un profesional, alguien que no se dejará llevar por el pánico ni por las suposiciones.
14:32Alguien que seguirá un rastro, por débil que sea. Alguien que está haciendo algo real para encontrarla.
14:37Algo real, esas dos palabras resonaron en la mente de Adriano con la fuerza de una revelación.
14:48Él se había limitado a esperar, a sufrir, a desesperarse.
14:52Leocadia, en cambio, había movido ficha en el tablero.
14:58La noticia no borraba el dolor, ni la angustia, ni el miedo. Pero le ofrecía un ancla.
15:03Un punto de apoyo en medio del torbellino. Leocadia, yo. No sé qué decir. Logró articular, la voz quebrada por una emoción que no era puramente tristeza.
15:19Gracias. No me dé las gracias todavía. Replicó ella, poniéndose en pie.
15:24Guárdalas para cuando ese tal de la serna nos traiga noticias.
15:27Y ahora, levántate, lávate la cara y come algo. La lucha por encontrar a Catalina ha comenzado. Y te necesitamos entero. No echo un fantasma.
15:39Cuando Leocadia se fue, Adriano se quedó solo de nuevo. Pero la habitación ya no parecía tan opresiva.
15:51Se acercó a la ventana y miró hacia el exterior. La noche estaba cayendo. Pero por primera vez, no la veía como un presagio de más horas de insomnio y angustia.
16:00Sino como un simple interludio antes de un nuevo día.
16:03Una chispa de esperanza, pequeña, frágil, pero increíblemente cálida, había prendido en su interior.
16:15Y esa chispa, aunque fuera mínima, le daba fuerzas para seguir. Mientras tanto, en otra ala del palacio, Martina se enfrentaba a su propio dilema.
16:24Sentada ante su escritorio, con una hoja de papel de carta de alta calidad frente a ella y una pluma en la mano, intentaba dar forma a sus pensamientos.
16:39La destinataria de su misiva era Margarita, su madre, su confidente, la única persona en el mundo a la que sentía que podía contarle la verdad.
16:47O, al menos, una parte de ella. La pluma se deslizaba sobre el papel, narrando la atmósfera cada vez más irrespirable de la promesa.
17:02Le habló del regreso de Lorenzo y de la ponzoña que su sola presencia inoculaba en el ambiente.
17:07Le describió la angustia por la desaparición de Catalina, el dolor visible de Adriano, y cómo toda la casa parecía contener la respiración, esperando una noticia que no llegaba.
17:23Pero a medida que se acercaba al nudo gordiano del problema, al epicentro del terremoto emocional que acababa de presenciar, las palabras se le atascaban.
17:31¿Cómo le cuento esto? Pensaba, mordisqueando el extremo de la pluma.
17:39¿Cómo le explico que el hombre que la despreció, que la humilló, ahora va a casarse con la mujer que ha estado manipulando a Curro, destrozándole el corazón?
17:50La idea de escribir esas palabras, de darles forma y enviarlas a kilómetros de distancia para que explotaran como una bomba en las manos de su madre, le resultaba insoportable.
18:01Margarita ya había sufrido demasiado por culpa de Lorenzo. Añadir esta nueva afrenta, esta burla del destino, le parecía una crueldad innecesaria.
18:12Sabía que su madre se sentiría furiosa, humillada y, sobre todo, terriblemente preocupada por Curro, a quien amaba como a un hijo.
18:23Así que tomó una decisión, una decisión nacida del amor y la protección, pero que no dejaba de ser un engaño.
18:35Decidió ocultar la verdad, y en medio de todo este caos, escribió, eligiendo sus palabras con un cuidado exquisito.
18:42El capitán de la mata parece empeñado en hacerse notar, buscando cualquier excusa para afirmar su posición en esta casa.
18:55Su alianza con Ángela es cada día más evidente, y su comportamiento hacia Curro es de una hostilidad apenas disimulada que me parte el alma.
19:02Mi primo sufre en silencio, madre, y me siento tan impotente. Releyó el párrafo.
19:14Era la verdad, pero una verdad mutilada. Describía la herida sin nombrar el arma.
19:22Hablaba del sufrimiento de Curro sin revelar la traición definitiva que lo había causado.
19:26Era una mentira por omisión, y le pesaba en la conciencia. Pero el deseo de proteger a su madre era más fuerte.
19:39Dobló la carta, la metió en un sobre y la selló, sintiendo que con ese gesto no solo ocultaba una noticia,
19:46sino que también añadía una nueva capa de secretos y medias verdades al ya asfixiante ambiente de la promesa.
19:51El mazazo del diagnóstico de Petra había caído sobre la promesa con la fuerza de un rayo en un día despejado.
20:03Lo que al principio eran susurros, conjeturas y preocupaciones veladas, se había convertido en una certeza brutal y descarnada.
20:10El médico, con un semblante grave y palabras cuidadosamente elegidas,
20:17había confirmado a los marqueses que la dolencia de la doncella personal de la marquesa era letal e incurable.
20:26Le quedaba poco tiempo. La noticia se extendió como la pólvora, primero entre los señores y luego, inevitablemente, hacia la zona del servicio.
20:34Fue Rómulo quien, con el corazón encogido, reunió a todo el personal en la cocina.
20:45El mayordomo, siempre un pilar de fortaleza y disciplina, parecía haber envejecido diez años en una sola tarde.
20:55Tengo algo que comunicarles. Comenzó, su voz grave resonando en el silencio tenso de la cocina.
21:01Se trata de Petra. Las miradas de todos se clavaron en él.
21:08Simona y Candela se cogieron de la mano instintivamente.
21:14Lope dejó de pulir una bandeja de plata, sus hombros caídos.
21:18Diana, de pie junto a la puerta, sintió una opresión en el pecho.
21:22A pesar de sus innumerables enfrentamientos, a pesar de la animadversión que Petra le había profesado siempre, la idea de la muerte lo cambiaba todo.
21:36El médico ha confirmado, que su enfermedad es muy grave. Continuó Rómulo, tragando saliva.
21:42No hay, no hay tratamiento posible, es una dolencia letal. Un jadeo colectivo recorrió la estancia.
21:54El impacto fue total. Aquella mujer, que para muchos había sido una fuente constante de conflictos y amargura,
22:01que había sembrado cizaña y disfrutado del poder que le otorgaba su cercanía a la marquesa,
22:05era ahora una figura trágica, una mujer sentenciada.
22:12La preocupación se mezcló con el desconcierto.
22:15¿Cómo debían actuar ahora? ¿Cómo tratar a alguien a quien apenas unas horas antes detestaban y que ahora se enfrentaba al fin de sus días?
22:22El miedo a lo que estaba por venir, al deterioro, al sufrimiento, se apoderó de ellos.
22:30Vieron la mortalidad reflejada en el destino de Petra, y eso les asustaba.
22:34Incluso entre los señores, la noticia causó un profundo impacto.
22:42Alonso sintió una genuina lástima por la mujer que había servido a su familia durante tantos años.
22:50Manuel y Martina compartían una tristeza sincera.
22:53La reacción de Cruz fue, como siempre, la más compleja.
22:57En un primer momento, sintió la punzada de la pérdida de su más leal y devota sirviente,
23:06la única que conocía todos sus secretos y la defendía incondicionalmente.
23:12Pero en un rincón oscuro de su mente, un pensamiento pragmático y cruel se abrió paso.
23:18Una Petra moribunda era una Petra que ya no podría hablar.
23:21Que ya no podría traicionarla.
23:22La enfermedad, en un giro macabro, se convertía en una garantía de su silencio eterno.
23:33Este pensamiento fue tan fugaz como vergonzoso, y lo apartó de inmediato,
23:38cubriéndolo con una exhibición pública de afectada pesadumbre.
23:41La enfermedad de Petra ya no era un secreto.
23:47Se había convertido en una presencia tangible en el palacio,
23:50un recordatorio constante de la fragilidad de la vida que obligaba a todos,
23:54señores y sirvientes, a reexaminar sus propias vidas, sus rencores y sus lealtades.
24:02En medio de la agitación general, las tensiones personales seguían su propio curso,
24:07ajenas a los grandes dramas.
24:08Vera se movía por la casa como una sombra, cumpliendo con sus deberes con una eficiencia
24:16impecable, pero con una distancia emocional que no pasó desapercibida para Lope.
24:23El cocinero, de corazón sensible y observador, notaba cada gesto, cada mirada esquiva, cada
24:29respuesta monosilábica.
24:31La complicidad que habían empezado a construir, esa frágil tela de confianza y afecto, parecía
24:40estar deshaciéndose hilo a hilo.
24:44Vera levantaba un muro invisible cada vez que él intentaba acercarse, cambiar una confidencia
24:50o compartir una sonrisa.
24:54Y Lope, que ya había sufrido lo indecible en asuntos del corazón, no podía evitar que
24:59la alarma se encendiera en su interior.
25:04Una tarde, la encontró en el jardín, recogiendo hierbas para la cocina.
25:09Se acercó a ella con cautela, como quien se acerca a un pájaro asustado.
25:13Vera, ¿estás bien?, le preguntó, su voz suave.
25:20Últimamente te noto, lejana, ¿he hecho algo que te haya molestado?
25:26Vera se sobresaltó al oírle, se giró, y por un instante, Lope creyó ver una fisura
25:32en su armadura, un atisbo de angustia en sus ojos.
25:37Pero se recompuso de inmediato.
25:39No, Lope, no es nada.
25:42Estoy bien.
25:43Respondió, su tono más frío de lo que pretendía.
25:48Es solo que, hay mucho trabajo, y todo lo que está pasando en la casa.
25:52Lo de Petra.
25:55Me tiene afectada.
25:57La excusa era plausible, pero a Lope no le convenció.
26:00La conocía lo suficiente como para saber que había algo más.
26:03Y entonces, una sospecha, venenosa y persistente, comenzó a tomar forma en su mente.
26:15Su hermano, Federico, recordó la tensión del último encuentro, las amenazas veladas,
26:21el miedo palpable en los ojos de Vera.
26:22Y si está preparando otro encuentro con él, se preguntó, mientras la observaba alejarse
26:31con la cesta de hierbas.
26:35Quizás él la está presionando, chantajeándola, y ella me aparta para protegerme, o porque se
26:41siente atrapada y no sabe cómo pedir ayuda.
26:43No tenía pruebas, solo una punzada en el estómago, una intuición afilada por el afecto
26:51y el miedo.
26:55Y Lope sabía, por amarga experiencia, que su intuición rara vez le fallaba.
27:00La distancia de Vera no era un rechazo hacia él, sino una señal de peligro.
27:04Y estaba decidido a descubrir cuál era ese peligro, aunque para ello tuviera que enfrentarse
27:12a los mismos demonios de los que Vera intentaba huir.
27:17Manuel, por su parte, tenía sus propios fantasmas que combatir, y uno de ellos tenía nombre
27:23y apellido, Enora.
27:27La institutriz, con su pasado misterioso y sus respuestas evasivas, se había convertido
27:33en una fuente de creciente desconfianza para él.
27:38Había algo en su forma de observar, en las preguntas que hacía, en su interés por asuntos
27:43que no le concernían, que había activado todas las alarmas del joven Luján.
27:50No podía quitarse de la cabeza la posibilidad de que ella fuera una espía, alguien colocado
27:55en la promesa con un propósito oculto.
27:57Quizás trabajaba para el mismo poder en la sombra que había orquestado la desaparición
28:04de Catalina.
28:08La idea era aterradora, pero encajaba con demasiadas piezas sueltas.
28:13Harto de la incertidumbre, decidió que la única forma de saber la verdad era forzar la situación.
28:18Necesitaba ponerla a prueba, tenderle una trampa para ver si caía en ella.
28:26Pasó la noche en vela, diseñando un plan.
28:31Un plan arriesgado, que requería astucia y sangre fría.
28:35Al día siguiente, buscó a Enora con un pretexto.
28:38La encontró en la biblioteca, organizando unos libros.
28:45Señorita Enora.
28:46La llamó, adoptando un aire de preocupación confidencial.
28:52Necesito pedirle un favor.
28:54Es un asunto delicado.
28:56Ella se volvió, sus ojos claros fijos en él, una máscara de atenta profesionalidad.
29:01Por supuesto, don Manuel, dígame en qué puedo ayudarle.
29:08Manuel se acercó, bajando la voz como si temiera ser escuchado.
29:15He recibido un telegrama muy importante relacionado con la búsqueda de mi prima Catalina.
29:23Contiene información sobre un posible paradero, un lugar en el norte donde podría estar retenida.
29:31Era una mentira completa, una invención de principio a fin.
29:35El telegrama es, comprometedor.
29:39No puedo arriesgarme a que caiga en manos equivocadas.
29:42¿Podría guardármelo usted en un lugar seguro de su habitación hasta que pueda actuar?
29:47Confío en su discreción más que en la de nadie en esta casa.
29:53Los ojos de Enora brillaron con un interés que luchó por disimular.
29:57Por supuesto, señor.
30:01Seré una tumba, puede confiar plenamente en mí.
30:04Manuel le entregó un sobre sellado.
30:09Dentro no había ningún telegrama, sino una simple hoja en blanco.
30:14La prueba no estaba en el contenido, sino en lo que ella hiciera a continuación.
30:17Si la información inventada sobre el paradero en el norte llegaba a oídos de sus enemigos,
30:25si notaba algún movimiento extraño, alguna reacción a esa pista falsa, sabría sin lugar
30:30a dudas que Enora era la traidora.
30:35Era un juego peligroso.
30:37Si se equivocaba, podría ofender gravemente a una mujer inocente.
30:41Pero si acertaba, desenmascararía al enemigo que tenían durmiendo en casa.
30:48Manuel estaba dispuesto a llegar al fondo del asunto, costar a lo que costase.
30:52La seguridad de su familia y la vida de Catalina estaban en juego.
31:00La noche había caído por completo sobre la promesa.
31:03Una noche cargada de secretos, dolor y planes ocultos.
31:06La tensión tras la cena seguía flotando en el aire, densa como el humo.
31:14Curro se había encerrado en su habitación, negándose a hablar con nadie,
31:18solo en la compañía de su corazón roto.
31:22El servicio terminaba sus tareas en un silencio sombrío,
31:26cada uno perdido en sus pensamientos sobre Petra, sobre Vera, sobre el incierto futuro.
31:30Fue entonces, cuando nadie lo esperaba,
31:36cuando el palacio parecía por fin sumirse en una tregua de quietud,
31:40que el sonido de un carruaje llegando por el camino principal rompió la calma.
31:46El ruido de los cascos de los caballos y el crujido de las ruedas sobre la grava
31:50alertaron al lacayo de guardia, que se asomó con extrañeza.
31:56No esperaban a nadie a esas horas.
31:58Además, un carruaje de alquiler, cubierto de polvo del camino,
32:02se detuvo frente a la entrada principal.
32:06La portezuela se abrió y de ella descendió una figura femenina.
32:10Iba vestida con ropas de viaje, ajadas y oscuras.
32:15Llevaba el pelo recogido de cualquier manera y su rostro,
32:19visible bajo la pálida luz de la luna,
32:21mostraba las marcas del cansancio, la determinación y una angustia feroz.
32:28El lacayo tardó un segundo en reconocerla.
32:31Cuando lo hizo, sus ojos se abrieron como platos.
32:36Corrió adentro, buscando a Rómulo con una urgencia que no admitía demora.
32:41Señor Rómulo.
32:42Señor Rómulo, tiene que venir.
32:44No va a creer quién está aquí.
32:48La noticia se propagó con la velocidad del relámpago.
32:51Las puertas de la cocina se abrieron de golpe.
32:53Los murmullos crecieron hasta convertirse en un clamor de asombro.
33:00Yana, que estaba a punto de retirarse, se detuvo en seco, el corazón latiéndole con fuerza.
33:09La figura entró en el gran vestíbulo del palacio.
33:12Se detuvo bajo el imponente candelabro,
33:14su mirada recorriendo el lugar como si lo viera por primera vez después de una larga ausencia.
33:19Estaba más delgada, con nuevas líneas de preocupación surcando su frente,
33:27pero sus ojos ardían con una intensidad inquebrantable.
33:32Era Pia Adarre.
33:34Su regreso inesperado sacudió por completo la dinámica del palacio.
33:37El servicio, que salía a recibirla, no sabía cómo reaccionar.
33:45Estaban sorprendidos, emocionados, aliviados de verla sana y salva,
33:49pero también abrumados por un millón de preguntas sin respuesta.
33:55¿Dónde había estado? ¿Qué le había ocurrido? ¿Por qué volvía así, de repente y sin previo aviso?
34:01Rómulo fue el primero en acercarse a ella, su rostro una mezcla de estupefacción y profundo alivio.
34:12Señora Adarre, Pia, por el amor de Dios, está usted aquí.
34:17Pero Pia no parecía registrar sus palabras.
34:22Su mirada no se detuvo en él, ni en Yana, ni en ninguno de los rostros familiares que la rodeaban.
34:31Sus ojos, febriles y desesperados, buscaban a alguien más.
34:35Su presencia era la de una tormenta a punto de estallar,
34:39la de una mujer en una misión de la que dependía su vida.
34:44Ignorando los saludos y las exclamaciones de sorpresa,
34:48avanzó con paso firme hacia el centro del vestíbulo.
34:53Su voz, cuando finalmente habló, no fue un saludo ni una explicación.
34:57Fue una demanda, una pregunta que cortó el aire como un cuchillo afilado,
35:02cargada con todo el peso de su ausencia, de su miedo y de su búsqueda.
35:09La primera frase que salió de su boca lo dijo todo,
35:12una pregunta dirigida al vacío, a todos y a nadie,
35:16una pregunta que exigía una respuesta inmediata
35:18y que prometía desatar un nuevo infierno sobre la promesa.
35:21¿Dónde está Ricardo?
35:25¡Gracias!
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