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Petra al límite, Adriano sorprende y Curro desafía al destino
El capítulo 688 de La Promesa, que se emite el miércoles 1 de octubre, promete emociones desgarradoras y giros inesperados. Petra se hunde entre el dolor y la dureza de Cristóbal, mientras María intenta tenderle una mano que quizá llegue demasiado tarde. En paralelo, Adriano anuncia una decisión sorprendente que deja al marqués Alonso sin palabras, y la tensión crece entre Lorenzo y Leocadia, cuando él le exige obligar a Ángela a asum ...
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Petra al límite, Adriano sorprende y Curro desafía al destino
El capítulo 688 de La Promesa, que se emite el miércoles 1 de octubre, promete emociones desgarradoras y giros inesperados. Petra se hunde entre el dolor y la dureza de Cristóbal, mientras María intenta tenderle una mano que quizá llegue demasiado tarde. En paralelo, Adriano anuncia una decisión sorprendente que deja al marqués Alonso sin palabras, y la tensión crece entre Lorenzo y Leocadia, cuando él le exige obligar a Ángela a asum ...
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#LaPromesa, #avance, #capítulo, #688Petra, #límite, #Adriano, #sorprende, #Curro, #desafía, #destino
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00:00Petra al límite, Adriano sorprende y Curro desafía al destino. El capítulo 687 de La
00:17Promesa, que se emite el miércoles 1 de octubre, promete emociones desgarradoras y giros inesperados.
00:23Petra se hunde entre el dolor y la dureza de Cristóbal, mientras María intenta tenderle
00:29una mano que quizá llegue demasiado tarde. En paralelo, Adriano anuncia una decisión
00:36sorprendente que deja al marqués Alonso sin palabras, y la tensión crece entre Lorenzo
00:41y Leocadia, cuando él le exige obligar a Ángela a asumir su papel de prometida. Pero la joven
00:48y Curro no piensan rendirse. Unidos en secreto, preparan un plan desesperado para evitar la
00:55boda con el capitán, alentados por Lope a seguir luchando por su amor. Mientras tanto, Toño
01:02se distancia de Enora, Vera y Lope vuelven a chocar por secretos familiares, y la frialdad
01:08de Leocadia hacia su hija amenaza con desencadenar consecuencias imprevisibles.
01:12¿Qué destino aguarda Petra, atrapada entre el dolor y las reprimendas? ¿Cómo reaccionará
01:20Alonso ante la inesperada decisión de Adriano? Y lo más importante, ¿podrán Curro y Ángela
01:26esquivar la trampa del capitán Lorenzo? Un episodio cargado de tensión, emociones
01:32y revelaciones que cambiará el rumbo de todas las historias en la promesa.
01:36El alba del miércoles 1 de octubre se derramaba sobre los tejados de la promesa con la delicadeza
01:44de una acuarela gris y melancólica. El aire, todavía preñado del rocío nocturno, transportaba
01:52un silencio denso, un presagio de las tormentas que se gestaban no en el cielo, sino en los
01:57corazones que habitaban el palacio. Para muchos, era simplemente el comienzo de otro día de
02:04servidumbre y obligaciones, para otros, era el borde de un precipicio del que no sabían
02:09si caerían o serían empujados. En el corazón palpitante y ajetreado del palacio, las cocinas,
02:17el silencio era aún más anómalo.
02:21El fuego en los fogones aún no había sido avivado con su furia habitual, y el familiar
02:26estruendo de ollas y sartenes estaba ausente.
02:29En su lugar, un vacío sonoro envolvía a la figura inmol de Petra Arcos. Estaba sentada
02:36en un pequeño taburete de madera en el rincón más oscuro, un lugar que normalmente evitaba
02:41pero que ahora parecía su único refugio.
02:46No lloraba, las lágrimas se habían secado en sus ojos hacía días, dejando tras de sí
02:51dos cauces yermos en un rostro que parecía haber envejecido una década en una semana.
02:55El dolor que la consumía ya no era una emoción aguda, sino un estado del ser. Era el aire
03:02que respiraba, la sangre que corría por sus venas, un manto de plomo que se había soldado
03:08a sus hombros.
03:11Su mente era un torbellino de imágenes fragmentadas, la sonrisa de su feliciano, el peso de su cuerpo
03:17inerte, la tierra cayendo sobre su ataud, las palabras vacías de consuelo que rebotaban
03:23contra el muro de su aflicción. Cada recuerdo era una brasa que le quemaba el alma. Había
03:30entregado su vida entera a esa casa, a la señora marquesa, a un código de lealtad que
03:35ahora se sentía como una soga al cuello. ¿De qué había servido tanto sacrificio? ¿Para
03:41qué tanta devoción? El destino, en su infinita crueldad, le había arrebatado lo único que
03:47era verdaderamente suyo, la única luz pura en su existencia a menudo sombría.
03:54María Fernández entró en la cocina de puntillas, como si temiera romper el frágil equilibrio
03:59de la quietud.
04:02Vio a Petra y su corazón se encogió. La mujer que siempre había sido un pilar de rigidez
04:07y autoridad, la voz áspera que dictaba las normas, era ahora una cáscara vacía, una
04:12sombra encogida sobre sí misma. Con una delicadeza que rara vez empleaba, se acercó y le puso
04:20una mano en el hombro.
04:23Petra, susurró, ¿no ha dormido nada? Déjeme prepararle un té, algo caliente le sentará
04:28bien.
04:31Petra no se movió, ni siquiera pareció registrar el contacto. Sus ojos, fijos en una grieta del
04:37suelo de piedra, veían un abismo. No quiero nada, María. Su voz fue un susurro ronco, el sonido de
04:46hojas secas arrastradas por el viento. Solo quiero que todo esto termine. No diga eso,
04:53insistió María, su voz teñida de una genuina preocupación que trascendía sus antiguas rencillas.
05:01Tiene que ser fuerte, por, por el recuerdo de Feliciano. A él no le gustaría verla así.
05:07La mención de su hijo fue la llave que abrió una compuerta. Un sollozo seco y desgarrador escapó
05:14de la garganta de Petra. Un sonido tan primario y lleno de angustia que hizo que María retrocediera
05:19un paso, sobrecogida.
05:23¿Fuerte? Repitió Petra, levantando por fin la vista. Sus ojos eran dos pozos de desesperación.
05:30¿Qué sabes tú de la fuerza que se necesita para levantarse cada mañana sabiendo que la
05:35persona que más amas en el mundo ya no respira? ¿Qué sabes del silencio que deja su ausencia?
05:40Un silencio que grita, María. Grita hasta volverte loca. María no supo qué responder.
05:48Cualquier palabra parecía una ofensa, una trivialidad frente a un dolor tan monumental.
05:52Se limitó a permanecer a su lado, ofreciendo la silenciosa compañía que era lo único que podía
06:00dar. Pero la paz, por precaria que fuera, estaba a punto de ser destrozada. La puerta de la cocina
06:08se abrió con un golpe seco y la figura imponente de don Cristóbal, el nuevo mayordomo, llenó el
06:13umbral. Su rostro, como de costumbre, era una máscara de impaciencia y desdén. Sus ojos recorrieron
06:22la cocina inactiva, la falta de preparación, y se posaron finalmente en la figura de Petra.
06:28Señora Arcos. Su voz era tan afilada como el hielo. Se puede saber qué significa esto.
06:36Son casi las 7 de la mañana y estas cocinas parecen un mausoleo.
06:42¿Acaso pretende que los señores desayunen aire? Petra se puso en pie lentamente, sus huesos
06:47crujiendo en protesta. El dolor de su alma se traducía en una fatiga física que la aplastaba.
06:54Intentó enderezarse, recuperar un atisbo de su antigua compostura.
07:00Señor mayordomo. Yo. Usted nada. La cortó Cristóbal, avanzando hacia ella con pasos amenazadores.
07:10Desde hace días su trabajo es una vergüenza. La plata no brilla como debería. Las órdenes se
07:16ejecutan con una lentitud exasperante y ahora encuentro esto. Una dejadez absoluta en sus funciones.
07:24¿Cree que su situación personal le da derecho a descuidar sus obligaciones?
07:29La palabra situación personal fue pronunciada con un desprecio tan evidente que golpeó a Petra con
07:35la fuerza de una bofetada. Él hablaba de la muerte de su hijo como si fuera un resfriado,
07:42una molestia pasajera.
07:43Mi hijo ha muerto. Dijo ella, con una voz temblorosa pero cargada de una dignidad herida.
07:53Y lo lamento sinceramente. Mintió Cristóbal con una frialdad pasmosa. Pero el mundo no se
07:59detiene por las tragedias individuales, señora Arcos.
08:03Y desde luego, la promesa no lo hace. Esta casa tiene unas exigencias, y si usted no puede
08:11cumplirlas, quizá debería reconsiderar su puesto. Quizá necesite un tiempo, fuera de aquí. La amenaza
08:19velada flotó en el aire, venenosa y letal. Para Petra, ser expulsada de la promesa era como
08:27ser despojada de su propia piel. Era el único hogar que había conocido, el centro de su universo. La
08:35crueldad de Cristóbal, tan ajeno a su sufrimiento, tan brutalmente pragmático, fue la última gota que
08:42colmó el vaso de su resistencia. No, no puede, balbuceó. Oh, créame que puedo. Replicó él, disfrutando
08:52de su poder. Así que le doy una advertencia, la última. Oh, vuelve a ser la doncella eficiente que
08:59se supone que es. Oh, tomaré las medidas oportunas. Ahora, ponga a todo el mundo a trabajar.
09:08Inmediatamente, se dio la vuelta y salió de la cocina con la misma brusquedad con la que había
09:13entrado, dejando tras de sí una estela de humillación y desesperanza. Petra se quedó de pie, en medio de la
09:21cocina, temblando. La amonestación pública, la falta de compasión, la amenaza. Todo se arremolinaba
09:30en su mente. Sintió como el suelo se abría bajo sus pies. El dolor ya no era solo interno, era una
09:36fuerza externa que la aplastaba. Se apoyó en la mesa de trabajo, sus nudillos blancos por la presión,
09:44y finalmente, su cuerpo se rindió. Se deslizó lentamente hasta el suelo, un ovillo de pena y
09:52derrota, mientras María y los otros sirvientes que comenzaban a llegar la miraban con una mezcla
09:57de horror y piedad. El hundimiento de Petra Arcos había comenzado, y era un espectáculo desgarrador.
10:06Mientras la oscuridad se cernía sobre el alma de Petra en las profundidades de la casa,
10:10en los jardines, dos jóvenes amantes luchaban por encontrar una luz que los guiara fuera de su
10:16propia penumbra. Ángela y Curro se habían encontrado en su lugar secreto, una pequeña
10:23glorieta cubierta de hiedra oculta tras los rosales. El aire entre ellos estaba cargado con la tensión de
10:30su fallido intento de fuga. La decisión de Ángela de echarse atrás en el último momento, aunque nacida
10:37del miedo y la incertidumbre, había dejado una herida abierta entre ellos.
10:42—No podemos seguir así, Curro —decía Ángela, sus manos retorciendo un pañuelo con nerviosismo.
10:51—Cada día que paso en esta casa es una tortura. Lorenzo me mira como si ya fuera de su propiedad.
10:57Su sonrisa me hiela la sangre, y mi madre, mi madre me presiona, me vigila. Siento que las
11:04paredes se cierran a mi alrededor. Curro la tomó de las manos, deteniendo su movimiento frenético. Su
11:11mirada era intensa, una mezcla de frustración y amor incondicional. —Lo sé, mi amor, lo sé,
11:19y me mata verte así —dijo con voz grave—, pero huir no era la única solución.
11:26Quizá fue una locura. Nos habrían perseguido, y sin dinero ni contactos. ¿Qué futuro habríamos tenido?
11:32—Debemos encontrar otra manera. —Una forma de detener esta boda desde dentro.
11:38—¿Pero cómo? —replicó Ángela, con la desesperación tiñendo su voz.
11:44—El capitán de la mata es un hombre poderoso. Mi madre está de su lado. El marqués parece haber
11:50dado su bendición. —¿Estamos solos en esto? —No, no lo estamos. La voz de Lope, firme y serena,
11:59lo sobresaltó. El cocinero había salido a por hierbas frescas y los había visto. Se acercó a
12:06ellos con una expresión de profunda simpatía. —Perdonad que me entrometa, pero no he podido
12:13evitar oírlo. Y no tenéis que luchar solos. —Me tenéis a mí, y tenéis el arma más poderosa
12:20de todas. Vuestro amor y la verdad. —Ángela y Curro intercambiaron una mirada. La presencia
12:28de Lope, su calma y su lealtad inquebrantable, era un bálsamo. —Lope tiene razón —dijo
12:37Curro, apretando las manos de Ángela. —No podemos rendirnos. —Lope, ¿qué harías tú en nuestro
12:45lugar? Lope se apoyó en una de las columnas de la glorieta, pensativo. Su rostro, habitualmente
12:53alegre, se tornó serio y estratégico. El capitán es un hombre de apariencias. Le importa más que nada
13:02su honor, su reputación. Si pudiéramos manchar esa reputación de una forma que hiciera imposible la
13:08boda. —¿Un escándalo? —sugirió Curro, sus ojos brillando con una nueva idea. —Exacto. Pero no un
13:16escándalo cualquiera. Debe ser algo que lo deje en evidencia, que lo humil públicamente ante los
13:23marqueses y ante toda la sociedad. —Algo que demuestre que no es el hombre honorable que pretende
13:29ser, sino un... un canalla. Ángela escuchaba, su mente trabajando a toda velocidad. El miedo comenzaba
13:38a ser reemplazado por una chispa de determinación. La idea de exponer a Lorenzo, de verlo caer de su
13:46pedestal, era un pensamiento embriagador. —Pero, ¿cómo hacemos eso? No tenemos pruebas de nada. Solo
13:55sabemos que es un hombre cruel y calculador. Entonces, tendremos que crearlas. Intervino Curro,
14:03con la audacia de la juventud. O mejor dicho, provocarlo para que él mismo se delate. Tendremos
14:11que tenderle una trampa. Durante la siguiente hora, los tres conspiradores, ocultos entre las rosas,
14:18tejieron un plan. Era arriesgado, peligroso y dependía de muchos factores inciertos. Implicaba
14:27que Ángela jugara un papel, que se acercara a Lorenzo, que fingiera una sumisión que no sentía
14:32para ganarse una falsa confianza. El objetivo era llevarlo a una situación comprometida, una
14:40conversación o una acción, y asegurarse de que hubiera un testigo clave. Un testigo cuya palabra
14:48fuera irrefutable. —El marqués —dijo finalmente Lope. —Alonso. Él es el único que puede detener
14:56esto con una sola palabra. Si él viera al capitán tal y como es, si escuchara de sus labios su verdadera
15:03naturaleza. Retiraría su consentimiento de inmediato. El plan estaba trazado. Era una red
15:11delicada y peligrosa, y Ángela sería el cebo. Pero al mirar a Curro, al ver el amor y la confianza
15:19en sus ojos, y al sentir el apoyo incondicional de Lope, supo que tenía que intentarlo. La decisión
15:26estaba tomada. Ya no era la joven asustada que se echó atrás en el camino. Ahora era una luchadora,
15:34dispuesta a arriesgarlo todo por su libertad y su amor. La Ángela que regresó a la casa ya no
15:40caminaba con la cabeza gacha, sino con la frente en alto, ocultando bajo una máscara de docilidad
15:46el fuego de la rebelión. En los salones nobles, las tensiones eran menos viscerales pero igualmente
15:53afiladas. El marqués, Alonso Luján, sentía un creciente malestar que no lograba identificar
16:01del todo. La prolongada ausencia de su hija Catalina era una herida abierta, un recordatorio
16:09constante de su fracaso como padre. Y la presencia cada vez más dominante de Lorenzo de la Mata en
16:16su casa era como una piedra en el zapato. Se encontraron en la biblioteca después del
16:22desayuno. Alonso intentaba concentrarse en los libros de cuentas, pero la voz untuosa de Lorenzo
16:27lo distraía.
16:31Querido Alonso, te veo preocupado. Dijo el capitán, sirviéndose una copa de coñac sin pedir permiso.
16:37¿Son los negocios, o es la melancolía por la hija pródiga? Alonso levantó la vista,
16:46sus ojos fríos y distantes.
16:49Ya no se esforzaba por ocultar su recelo. Mis preocupaciones son mías, Lorenzo. Y te
16:56agradecería que no te sirvieras de mi licor como si estuvieras en tu casa.
16:59Lorenzo soltó una carcajada que no llegó a sus ojos. ¿Qué carácter? Pronto seremos familia,
17:08Alonso. Lo tuyo será mío, y lo mío. Bueno, lo mío seguirá siendo mío, por supuesto. Es una broma,
17:17hombre, relájate. Alonso no sonrió. Cada palabra de Lorenzo, cada gesto,
17:24rezumaba una arrogancia y un oportunismo que le revolvía en el estómago.
17:29¿Cómo había permitido que ese hombre se infiltrara de tal manera en su familia,
17:34en su hogar? La promesa de matrimonio con Ángela, una joven bajo su protección,
17:40le pesaba cada vez más en la conciencia. Su tormento fue interrumpido por la llegada
17:46de Leocadia. La madre de Ángela entró con su habitual porte digno, pero había una tensión
17:51en sus hombros que no pasó desapercibida para el marqués. Marqués, capitán, saludó con una
17:59inclinación de cabeza. Lorenzo se volvió hacia ella, su sonrisa falsa reemplazada por una mueca
18:04de impaciencia. Leocadia, precisamente quería hablar contigo. Tu hija sigue mostrándose esquiva,
18:14melancólica. Un prometido espera un mínimo de entusiasmo, o al menos, de cortesía. Quiero que hables
18:21con ella. Que le dejes claro cuál es su deber. Debe empezar a comportarse como mi prometida,
18:28en público y en privado. Leocadia apretó los labios. La exigencia de Lorenzo era una humillación,
18:37un recordatorio de que había vendido el futuro de su hija por una seguridad que ahora le parecía
18:41precaria. Hablaré con ella, capitán. Ángela es joven, necesita tiempo para hacerse a la idea.
18:51Se le acaba el tiempo, replicó Lorenzo con frialdad. Y a ti también. Antes de que la tensión pudiera
18:57escalar, Leocadia se dirigió a Alonso, cambiando hábilmente de tema para protegerse.
19:03Señor Marqués, he oído que está usted considerando intervenir personalmente en el asunto de la señora
19:10Pía. Alonso frunció el ceño. La situación de Pía, la antigua ama de llaves, y su hijo desaparecido
19:19era otro de los fuegos que no sabía cómo apagar. Así es, es mi responsabilidad. Desapareció mientras
19:27estaba al servicio de esta casa. Con el debido respeto, Marqués. Dijo Leocadia, su voz suave
19:35pero firme como el acero. Creo que sería un error. Involucrarse directamente podría ser interpretado
19:43como una admisión de culpa por parte de la familia. Daría pábulo a rumores. Ya tenemos suficientes
19:50problemas con la prensa. Permítame a mí gestionarlo. Utilizaré canales más discretos, a través de
19:57nuestros abogados. Es la forma más prudente de proceder, para proteger el buen nombre de los Luján.
20:06Alonso la miró, sopesando sus palabras. Leocadia era inteligente, y su argumento tenía lógica.
20:14Sin embargo, no pudo evitar sentir que, una vez más, estaba siendo apartado, manipulado.
20:21Ella, al igual que Lorenzo, parecía estar tejiendo una red de control a su alrededor,
20:27aislándolo de las decisiones importantes, gestionando los asuntos de la promesa como si
20:32fueran suyos. Primero la gestión de las tierras que le había arrebatado a Cruz, y ahora esto. Su
20:40justificación sobre las tierras, días atrás, no lo había convencido en absoluto. Sentía que Leocadia
20:48ocultaba sus propias ambiciones tras una máscara de lealtad. Está bien, Leocadia, concedió a
20:55regañadientes. Ocúpese usted, pero mantén Game informado de cada paso. De cada uno, Leocadia asintió,
21:05una victoria silenciosa brillando en sus ojos. Había logrado, una vez más, mantener al marqués a raya,
21:12asegurándose de que el asunto de Pía no desviara la atención ni los recursos de lo que a ella le
21:18importaba. Consolidar su posición y asegurar la boda de su hija con el capitán. Mientras se retiraba,
21:26Lorenzo la siguió con la mirada, una sonrisa de satisfacción curvando sus labios.
21:33Eran dos depredadores cazando en el mismo territorio, aliados por conveniencia,
21:37pero Alonso empezaba a darse cuenta de que él y su familia eran la presa. La mañana avanzaba,
21:45y con ella, los hilos de otras intrigas se tensaban. En el hangar, Manuel trabajaba en
21:51uno de sus aeroplanos, pero su mente estaba en otra parte. La noche anterior, movido por una
21:59extraña intuición, había decidido investigar los orígenes de Enora. La institutriz francesa de
22:06los niños de Pía había llegado a la promesa con unas referencias impecables, pero siempre había
22:11habido algo en ella, una cierta opacidad, que lo inquietaba. Usando sus contactos en Francia,
22:19había enviado un telegrama. La respuesta había llegado de madrugada, y su contenido lo había
22:24dejado atónito. Toño, su amigo y mecánico, se acercó a él, limpiándose la grasa de las manos con un
22:32trapo. ¿En qué piensas, Manuel? Llevas media hora apretando la misma tuerca. A este paso,
22:40la vas a pasar de rosca. Manuel dejó la herramienta y se apoyó en el ala del avión. Su rostro estaba
22:48sombrío. Estaba pensando en Enora. Toño, anoche descubrí algo. Las referencias que trajo. El orfanato
22:57de León del que afirmaba proceder. ¿Qué pasa con él? Preguntó Toño, intrigado. No existe. Al menos,
23:06no desde hace 20 años. Se quemó en un incendio. Y no hay registros de ninguna Enora Alemoine en
23:14ninguna institución similar de la región. Toño silbó por lo bajo. ¿Quieres decir que es un fraude?
23:21¿Que todo es mentira? Eso parece. Pero hay más. El nombre Lemoine está asociado a una familia de
23:29industriales del norte de Francia. Competidores directos de una de las empresas con las que mi
23:36padre intentó hacer negocios hace años. Un acuerdo que se fue al traste de forma desastrosa. La
23:43implicación de sus palabras flotó entre ellos. Enora no era una simple institutriz. Era una
23:50impostora. Y su presencia en la promesa no podía ser una coincidencia.
23:56Y está el asunto de los planos. Añadió Toño, conectando las piezas. El otro día juraría que
24:03faltaba uno de los diseños del nuevo motor. Pensé que lo había traspapelado. Pero ahora,
24:10ahora cobra sentido, concluyó Manuel. Está espiando, Toño, robando mis diseños. Y no
24:19sabemos para quién ni por qué. Poco después, Enora apareció en el hangar con la excusa de
24:25traerles una jarra de limonada. Su sonrisa era encantadora, pero a la luz de la nueva información,
24:33a Manuel le pareció la máscara de una serpiente.
24:36Toño, siguiendo el plan que habían trazado rápidamente, adoptó una actitud esquiva y fría.
24:46Buenos días, Mademoiselle Enora. Dijo Manuel, forzando una amabilidad que no sentía.
24:54Messier Manuel, Messier Toño, he pensado que con este calor agradecerían algo fresco. Dijo ella,
25:00dejando la bandeja sobre una mesa. Toño apenas la miró. Gracias, estamos ocupados. Enora notó el
25:09cambio de inmediato. La habitual camaradería de Toño había desaparecido, reemplazada por una
25:16cortina de hielo. Intentó iniciar una conversación, pero las respuestas de él eran monosílabos
25:23cortantes. Se sintió observada, analizada. La conversación que había tenido con Manuel el día
25:31anterior, donde él le había hecho preguntas aparentemente inocentes sobre su pasado,
25:36ahora le parecía un interrogatorio. El pánico comenzó a burbujear bajo su superficie calmada.
25:43¿Sospechaban algo? El plano que había robado la noche anterior, un diseño detallado del sistema
25:48de estabilización, pesaba en el bolsillo oculto de su delantal como una piedra incandescente.
25:56Tenía que tener más cuidado, pero la frialdad de Toño y la mirada penetrante de Manuel le decían
26:01que quizá ya era demasiado tarde. No muy lejos de allí, en el patio de servicio,
26:08otra conversación tensa tenía lugar. López se encontró con Vera, que estaba tendiendo la
26:15ropa con una energía casi furiosa. La discusión que habían tenido el día anterior seguía resonando
26:22entre ellos. Vera, ¿podemos hablar? Empezó Lope con suavidad. No tengo nada que decir,
26:29Lope. Respondió ella sin mirarlo. Sí que lo tienes. Y yo también.
26:36No entiendo por qué no le contaste a don Federico toda la verdad. Tu padre es un criminal, Vera.
26:45Sus negocios son sucios, y él te estaba utilizando. Deberías haberlo expuesto. Vera se giró
26:51bruscamente, sus ojos llenos de una mezcla de ira y miedo.
26:56¿Y qué crees que habría pasado, Lope? ¿Crees que me habrían dado una medalla? Mi padre es un
27:02hombre vengativo y poderoso. Si yo lo hubiera delatado, habría encontrado la forma de hacérmelo
27:08pagar. A mí, o a cualquiera que me importara. ¿No lo entiendes? Lo hice para protegeros. Para
27:16protegerte a ti, protegernos mintiendo no es la solución. La verdad siempre acaba saliendo a la
27:23luz, y normalmente de la peor manera. La confianza, Vera. Se basa en la honestidad. Y siento que no está
27:31siendo del todo honesta conmigo. El dolor en la voz de Lope la hirió profundamente. Él no podía
27:39comprender la telaraña de miedo y obligación en la que había vivido toda su vida. El amor que
27:45sentía por él era lo más real que había tenido nunca, pero su pasado era una sombra de la que no
27:50podía escapar. En ese momento, Teresa se acercó a ellos. Había notado la creciente distancia entre
27:58Vera y el resto del servicio y quería ayudar. Vera, ¿estás bien? Te noto muy alterada últimamente.
28:06Si necesitas hablar, estoy perfectamente. Espetó Vera, su frustración desbordándose sobre la persona
28:13equivocada. ¿Por qué no os ocupáis todos de vuestros propios asuntos y me dejáis en paz? Teresa
28:21retrocedió, sorprendida y dolida por la dureza de su respuesta. Se dio la vuelta y se marchó sin decir
28:29una palabra más. Vera observó su espalda encorvada y sintió una punzada de culpa. Estaba alejando a las
28:37únicas personas que se preocupaban por ella, pero el miedo era un veneno que la aislaba, construyendo
28:42muros a su alrededor más altos y gruesos que los de la promesa. Se quedó sola en el patio, rodeada de
28:50sábanas blancas que ondeaban al viento como fantasmas, sintiéndose más sola que nunca. La tarde trajo
28:58consigo una visita que nadie esperaba. Adriano, el joven y enigmático heredero que había aparecido en
29:03sus vidas reclamando parte de la fortuna de los Luján, solicitó una audiencia privada con el marqués.
29:09Alonso lo recibió en su despacho, con una mezcla de curiosidad y aprensión. La relación con Adriano
29:17había sido tensa, marcada por la desconfianza mutua. Adriano entró en el despacho. Su habitual aire
29:26bohemio y despreocupado había sido reemplazado por una seriedad inusual. Se sentó frente a Alonso y fue
29:33directo al grano. Señor Marqués, le he pedido esta reunión porque he tomado una decisión importante.
29:42Una decisión que le afecta a usted y al futuro de la promesa. Alonso lo observó en silencio, invitándolo a
29:48continuar.
29:51Desde que llegué aquí, prosiguió Adriano, he sido testigo de muchas cosas. He visto las luchas de poder, las deudas que
29:59ahogan esta finca, la infelicidad que parece impregnar sus muros. Y aunque mi reclamación es legítima y
30:07justa, he llegado a comprender que mi presencia aquí, en este momento, sólo añade más leña al fuego.
30:15Hizo una pausa, y el silencio en la habitación se hizo denso. Por lo tanto, he decidido retirar mi
30:21reclamación sobre la herencia. Alonso se quedó sin aliento. La sorpresa fue tan abrumadora que por
30:29un momento pensó que había oído mal. Parpadeó, buscando algún signo de engaño en el rostro del
30:36joven, pero sólo encontró una calma sincera. ¿Retirar tu reclamación? ¿Por qué? Logró preguntar.
30:45Digamos que he encontrado algo más valioso que el dinero. Dijo Adriano, y una leve sonrisa se dibujó
30:51en sus labios, una sonrisa que hablaba de un afecto incipiente, quizá por Catalina, quizá por el
30:57propio legado que ahora veía con otros ojos. Pero mi decisión no es incondicional. Renuncio a mi parte,
31:06pero a cambio quiero algo. No dinero, quiero que utilice los recursos que liberará mi renuncia para
31:12modernizar la finca. Para invertir en los viñedos, en nueva maquinaria, para asegurar el futuro de la
31:20gente que trabaja aquí. Y quiero que prometa que traerá de vuelta a su hija, a Catalina. Ella es el
31:28verdadero futuro de la promesa, no yo. Su visión, su inteligencia. Eso es lo que salvará este lugar.
31:37La propuesta de Adriano era tan inesperada, tan generosa y, al mismo tiempo, tan astuta,
31:44que dejó a Alonso completamente desarmado. Era una tabla de salvación que le llegaba en el momento
31:51más oscuro. Pero también era una reprimenda, un recordatorio de que un extraño había visto el
31:57valor de su hija de una forma que él mismo, a veces, no había sabido apreciar.
32:02Yo, no sé qué decir, Adriano. Murmuró Alonso, su voz cargada de una emoción que lo sorprendió.
32:13Acepto, acepto tus condiciones. Adriano se levantó y le tendió la mano. Cuando Alonso la estrechó,
32:20sintió que no era la mano de un enemigo, sino la de un aliado inesperado.
32:24La marcha de Catalina seguía pesando como una losa, pero por primera vez en mucho tiempo,
32:31Alonso sintió un rayo de esperanza. Una esperanza que, sin embargo, se veía empañada por la certeza
32:39de que las demás tormentas que se cernían sobre su casa estaban lejos de amainar. Nadie
32:45sabía cómo reaccionaría el resto de la familia, especialmente Lorenzo, ante esta nueva y sorprendente
32:51alianza. El día llegaba a su fin. En la penumbra de su habitación, Ángela se armaba de valor.
33:01Había llegado el momento de ejecutar la parte más difícil de su plan, enfrentarse a su madre.
33:08Sabía que Leocadia estaría en sus aposentos revisando las cuentas antes de la cena.
33:13Con el corazón martilleándole en el pecho, llamó a la puerta. Adelante. Leocadia estaba sentada
33:20en su escritorio, la luz de una lámpara de aceite proyectando largas sombras en la habitación.
33:27No levantó la vista de sus papeles. ¿Qué quieres, Ángela? Estoy ocupada. Ángela se acercó,
33:35sus manos entrelazadas a la espalda para ocultar su temblor. Intentó que su voz sonara conciliadora,
33:43sumisa. Madre, solo quería hablar contigo. Sé que he estado difícil últimamente y quería pedirte
33:52perdón. Leocadia dejó la pluma y levantó la cabeza. Sus ojos, fríos y analíticos, la escrutaron. No
34:02había calidez en su mirada, solo sospecha. ¿A qué viene este repentino cambio de actitud? He estado
34:09pensando. Mintió Ángela, recordando las instrucciones de Curro y Lope. Y he comprendido
34:17que tiene razón. El matrimonio con el capitán es una gran oportunidad. Para mí, para ti, para nuestro
34:25futuro, es un hombre importante, y yo, intentaré ser la esposa que él espera. Intentaré hacerte sentir
34:33orgullosa. Trató de acercarse, de buscar un gesto de afecto, un atisbo de la madre que recordaba de su
34:40infancia, antes de que la ambición la consumiera. Madre, por favor, sé que las cosas entre nosotras no
34:48han estado bien, pero soy tu hija. Solo quiero que volvamos a ser como antes. Esperaba una reacción,
34:55por mínima que fuera. Una palabra amable, un gesto de suavidad. Pero Leocadia, más decepcionada y
35:04endurecida que nunca por lo que ella consideraba la traición y la debilidad de su hija en los últimos
35:09días, reaccionó con una frialdad que la congeló por dentro. No seas ingenua, Ángela. Dijo Leocadia,
35:18su voz desprovista de toda emoción. Como antes ya no existe. Has demostrado ser una niña caprichosa
35:27y poco fiable. Tu repentino arrepentimiento es tan convincente como una moneda de madera.
35:33Se levantó y caminó hacia ella, su figura alta y severa proyectando una sombra que la engulló.
35:40No me importan tus sentimientos. Me importa que cumplas con tu deber. Te casarás con el capitán de la
35:46mata. Pondrás fin a tus tonterías con ese lacayo, curro, y te convertirás en la señora que yo he
35:54decidido que seas. Tu intento de acercamiento llega tarde y es patético. No busques mi afecto,
36:01porque no lo encontrarás. Busca mi aprobación a través de tu obediencia. Es lo único que te queda.
36:09Cada palabra era una esquirla de hielo que se clavaba en el corazón de Ángela.
36:13La frialdad de su madre era más aterradora que cualquier grito, que cualquier castigo físico.
36:21Era un rechazo absoluto, la negación de su vínculo más fundamental. Ángela comprendió en ese instante
36:28que su madre no era su aliada, ni siquiera una figura neutral. Era su carcelera, su principal
36:36adversaria. Retrocedió, el rostro pálido por la conmoción. Las lágrimas que había estado conteniendo
36:44pugnaban por salir. No, no puedes hablarme así. Susurró, con la voz rota. Puedo y lo haré.
36:52Sentenció Leocadia, volviéndose hacia su escritorio, dando por zanjada la conversación.
36:57Ahora sal de aquí. Tengo trabajo que hacer. Y tú, tienes que prepararte para la cena.
37:07Asegúrate de estar presentable para tu prometido. No me avergüences. Ángela salió de la habitación
37:13como una autómata. Cerró la puerta tras de sí y se apoyó en la pared del pasillo,
37:19el cuerpo sacudido por sollozos silenciosos. El plan que había trazado con Curro y López seguía
37:26en pie. Pero ahora había un nuevo elemento en la ecuación. Un elemento terrible. La conversación
37:34con su madre no solo había fracasado en su intento de manipulación, sino que había revelado
37:39una verdad monstruosa. Estaba completamente sola en su lucha contra ella. Y una madre despechada,
37:47una mujer de la ambición y la crueldad de Leocadia, era un enemigo más peligroso que el propio Lorenzo.
37:53Las consecuencias de esa gélida conversación, de ese rechazo maternal, eran imprevisibles.
38:03Pero una cosa era segura. Leocadia no dudaría en destruir a su propia hija para conseguir sus
38:09objetivos. Y Ángela, temblando en el pasillo oscuro, supo que la batalla por su vida acababa
38:17de volverse mucho más letal. La noche caía sobre la promesa, y con ella, la certeza de que la traición
38:25más dolorosa, es la que proviene de tu propia sangre.
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