Saltar al reproductorSaltar al contenido principal
#Libertad #capítulo408Begoña #enfrenta
Avance ‘Sueños de libertad’: Begoña se enfrenta al peor momento de su vida, capítulo 408 (6 de octubre)
Begoña recibe los resultados de su prueba de embarazo en el capítulo 408 del lunes 6 de octubre en 'Sueños de libertad'.
El alba del lunes 6 de octubre se derramaba sobre la colonia De la Reina con la parsimonia de un secreto que se resiste a ser revelado. El sol, aún tímido, teñía de un anaranjado pálido los tejados de las casas y las copas de los árboles, prometiendo un día de otoño sereno q ...
-------------------------------------------------------------------------

#🔴AvanceSueños, #Libertad, #capítulo408Begoña, #enfrenta, #peor, #momento, #vida
Transcripción
00:00Avance sueños de libertad. Begoña se enfrenta al peor momento de su vida, capítulo 408, 6 de
00:12octubre. Begoña recibe los resultados de su prueba de embarazo en el capítulo 408 del lunes 6 de
00:20octubre en Sueños de Libertad. El alba del lunes 6 de octubre se derramaba sobre la colonia de la
00:27reina con la parsimonia de un secreto que se resiste a ser revelado. El sol, aún tímido,
00:35teñía de un anaranjado pálido los tejados de las casas y las copas de los árboles, prometiendo un
00:40día de otoño sereno que contrastaba violentamente con la tormenta que se gestaba en el interior de
00:45sus habitantes. En la casa grande, el silencio era un ente palpable, denso y cargado de ansiedades
00:53no verbalizadas. Damián de la reina estaba despierto desde mucho antes de que el primer
00:59rayo de luz se atreviera a cruzar el umbral de su ventana. Sentado en la penumbra de su despacho,
01:06con una copa de coñac intacta sobre la robusta mesa de caoba, sentía el peso de su apellido,
01:12de su legado y, sobre todo, de las vidas que dependían de sus decisiones. El asunto de José no
01:19era una simple complicación. Era un cáncer que amenazaba con extenderse y devorar los
01:24cimientos mismos de la familia. La petición de Irene, cargada con la desesperación de una madre,
01:32resonaba en sus oídos como un eco incesante. Liberar a José, una tarea que, en apariencia,
01:39debería ser sencilla para un hombre de su influencia, pero que se había convertido en un laberinto de
01:44corrupción y voluntades inquebrantables. Hoy recibiría al sargento Zabalza, un hombre cuya
01:51reputación le precedía. Duro, incorruptible en la superficie, pero con grietas en su armadura que
01:57Damián, un maestro en el arte de la negociación y la persuasión, esperaba explotar. Se había vestido
02:05con esmero, eligiendo un traje oscuro que proyectaba autoridad y sobriedad. Cada gesto, desde el nudo de su
02:13corbata hasta la forma en que alisaba su cabello cano, era una preparación para la batalla que
02:18estaba a punto de librar. No era una reunión de negocios, era una confrontación, un duelo de
02:25voluntades donde el honor y la libertad colgaban de un hilo muy fino. Mientras Damián ensayaba
02:31mentalmente sus argumentos, en el dispensario, otro tipo de batalla, mucho más íntima y silenciosa,
02:37estaba a punto de alcanzar su clímax. Begoña Montes se movía con un automatismo que apenas
02:45lograba enmascarar el pánico que le atenazaba las entrañas. Organizaba frascos, esterilizaba
02:52instrumental, realizaba las tareas matutinas con una precisión mecánica, pero su mente
02:57estaba a kilómetros de distancia, atrapada en un bucle de Isi. El retraso, la náusea matutina
03:05que había atribuido al estrés, los sutiles cambios en su cuerpo. Todo apuntaba a una
03:12posibilidad que se negaba a aceptar. La prueba de embarazo reposaba en un sobre cerrado en
03:17el cajón de su escritorio. Era un sobre pequeño, inofensivo en apariencia, pero para
03:23ella contenía el potencial de dinamitar su vida entera. No se atrevía a abrirlo, no
03:30sola. Necesitaba a Luz, su ancla en medio de la tempestad. La simple presencia de su
03:36amiga le daba un resquicio de fortaleza. Pero Luz aún no había llegado, y cada minuto
03:41de espera era una tortura. Se acercó a la ventana y observó la vida de la colonia despertar.
03:49Vio a los obreros dirigirse a la fábrica, a los niños jugar en la calle, y sintió una
03:54punzada de extrañeza, como si estuviera viendo una película de la que ya no formaba parte.
04:01Su relación con Gabriel, tan nueva, tan frágil, ¿podría soportar algo así? Un hijo.
04:08Un lazo inquebrantable forjado en un momento de incertidumbre y confusión. No, no estaba preparada.
04:17La palabra pesadilla no le hacía justicia al torbellino de terror que sentía. Era un cataclismo.
04:24Puntual, como un verdugo a su cita, el sargento Zabalza llegó a la mansión de la reina.
04:31Era un hombre corpulento, de rostro impenetrable y una mirada que parecía tasar el valor de todo y
04:36de todos los que se cruzaban en su camino. Damián lo recibió en el vestíbulo con una
04:42cordialidad estudiada, una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
04:45Sargento, bienvenido a mi casa. Le agradezco que haya venido. Don Damián. Saludó Zabalza,
04:55su voz grave y desprovista de cualquier emoción. Entenderá que no es una visita de cortesía.
05:01El tiempo es oro, y el mío está dedicado a mantener la ley.
05:05Precisamente de la ley y de la justicia quería hablarle. Pase a mi despacho, por favor.
05:14Estaremos más cómodos. Una vez sentados, con el escritorio de Caoba como una barrera
05:19entre ellos, Damián comenzó su ofensiva, una mezcla de camaradería y poder velado.
05:24Imagino que sabe por qué le he hecho llamar. Se trata de José, el capataz, un buen hombre,
05:31un trabajador leal. Su detención ha sido un duro golpe para la fábrica y para su familia.
05:39Zabalza enarcó una ceja, su expresión inmutable. El buen hombre, como usted lo llama,
05:46está detenido por sospechas fundadas de un delito muy grave.
05:49La desaparición de una persona no es un asunto trivial. Por supuesto que no. Concedió Damián,
05:58inclinándose ligeramente hacia adelante. Pero las sospechas, sargento, a veces son
06:05solo eso, sospechas. No hay pruebas contundentes, no hay cuerpo. Es la palabra de unos contra la de
06:13otros. Y mientras tanto, un hombre inocente, padre de familia, se consume en una celda.
06:20La justicia tiene sus propios tiempos, don Damián, y yo soy un mero instrumento de ella.
06:27Damián forzó una risa cómplice. Vamos, sargento, ambos somos hombres de mundo. Sabemos que la justicia,
06:34a veces, necesita un pequeño empujón en la dirección correcta.
06:40Soy un hombre influyente, y usted es un hombre con una carrera prometedora. Un gesto de buena
06:45voluntad por su parte, una reconsideración de las pruebas, podría ser beneficioso para
06:53todos. Podríamos asegurarnos de que su buen hacer en este caso sea reconocido en las más
06:58altas esferas. Era una oferta velada, una promesa de ascenso y favor. La primera carta
07:05que Damián ponía sobre la mesa. Pero Zabalza no parpadeó, su rostro seguía siendo una máscara
07:12de granito. Mi único interés, don Damián, es la verdad. Y mi única lealtad es a la guardia
07:20civil. Las altas esferas no dictan mi conciencia. El caso sigue su curso. Si no hay nada más
07:27que tratar. Se levantó, imponente y definitivo.
07:33El primer asalto había sido un fracaso estrepitoso. Damián lo observó marcharse, sintiendo una
07:39mezcla de frustración y un respeto a regañadientes por la aparente integridad del hombre. O eso,
07:45o su precio era mucho más alto de lo que había imaginado. La mirada de Damián se ensombreció.
07:53Sabía que tendría que jugar una carta mucho más peligrosa. Lejos de la opresiva tensión de la
07:58mansión de la reina, en la entrada de la colonia, un soplo de aire fresco y glamour hacía su aparición.
08:06Emma Gobantes, la actriz de moda cuya sonrisa adornaba las portadas de las revistas más
08:11importantes del país. Descendió de un coche reluciente. Su presencia no pasó desapercibida.
08:19Era como si un pájaro exótico hubiera aterrizado en medio de un campo de gorriones.
08:25Carmen y Gemma la esperaban con una mezcla de nerviosismo y excitación. El futuro de pasión
08:30oculta, su creación, su sueño, dependía en gran medida de esta reunión. El perfume no había
08:38despegado como esperaban, y la idea de asociarlo a un rostro famoso como el de Emma era su última
08:43y más audaz apuesta.
08:47Señorita Gobantes, es un verdadero honor tenerla aquí. Dijo Carmen, extendiendo la mano con una
08:53sonrisa que esperaba pareciera más segura de lo que se sentía.
08:58El placer es mío, siempre he sentido curiosidad por estos lugares, donde se crean las cosas,
09:03la magia de verdad. Respondió Emma, su voz tan cautivadora como su imagen.
09:10Gemma, habitualmente más directa, se unió a la conversación. Queríamos agradecerle personalmente
09:16que haya considerado nuestra propuesta.
09:20Sabemos que su tiempo es muy valioso, no se preocupen. La idea me pareció, intrigante.
09:25Un perfume llamado Pasión Oculta. Suena a melodrama, y a mí me encantan los melodramas. Dijo con
09:33un guiño cómplice. Las tres mujeres caminaron hacia la tienda, y Carmen y Gemma se lanzaron
09:40a su discurso de venta, no sólo del producto, sino de la filosofía que había detrás.
09:47Pasión Oculta no es sólo una fragancia, señorita Gobantes. Comenzó Carmen, mostrándole
09:53el elegante frasco. Es una declaración. Es para la mujer moderna, la que no teme perseguir
10:00sus deseos, la que vive con intensidad pero mantiene un aura de misterio.
10:06Una mujer como usted. Usted encarna todo lo que el perfume representa. Elegancia, fuerza,
10:12talento, y esa chispa de rebeldía que la hace única. Añadió Gemma, mirándola con admiración
10:18genuina. Creemos que no hay nadie mejor en toda España para ser nuestra imagen. Emma
10:25tomó el frasco, lo acercó a su nariz y cerró los ojos al inhalar la fragancia.
10:32Una sonrisa enigmática se dibujó en sus labios. Es, audaz, me gusta, tiene carácter.
10:39Imagínelo. Prosiguió Carmen, su voz vibrando de emoción. Campañas en las mejores revistas,
10:45anuncios en la radio. Emagobantes y pasión oculta. El aroma de la mujer que conquista el mundo. La
10:53actriz se sintió genuinamente halagada. La propuesta era profesional, y la pasión de aquellas
11:00dos mujeres era contagiosa. No era la típica oferta de una gran corporación sin alma. Aquí
11:07había corazón, había un sueño. La oferta es muy tentadora, de verdad, y ustedes dos son
11:14increíblemente persuasivas, admitió Emma. Pero como saben, no tomo estas decisiones sola. Debo
11:22consultarlo con mi representante. Él maneja los detalles contractuales y la estrategia de mi carrera.
11:27Pero les prometo que lo consideraré muy seriamente. Me han dado mucho en qué pensar.
11:36Para Carmen y Gemma, esa respuesta era más que suficiente. Era una puerta abierta,
11:41un rayo de esperanza que iluminaba el incierto futuro de su perfume.
11:47Mientras veían a la actriz despedirse, se permitieron un momento de optimismo compartido,
11:52una pequeña victoria en un mundo que rara vez se lo ponía fácil.
11:57En otra parte de la colonia, Marta de la Reina se miraba en el espejo y apenas reconocía a la
12:03mujer que le devolvía la mirada. Sus ojos estaban hinchados, la piel pálida y una mueca de autodesprecio
12:11deformaba sus labios. La resaca no era solo física. Era un peso moral, una niebla de vergüenza que lo
12:20envolvía todo. La discusión con Pelayo, sus palabras hirientes, el descontrol. Había
12:27tocado fondo. El alcohol, que había sido su refugio, se había convertido en su carcelero.
12:35Una claridad desoladora se abrió paso a través de la bruma. No podía seguir así. Estaba perdiendo
12:42su dignidad, su trabajo, y lo más importante, estaba perdiendo al hombre que, a pesar de todo,
12:48había permanecido a su lado.
12:49Con un nudo en la garganta y las manos temblando, salió de su habitación y fue en busca de su marido.
12:59Lo encontró en el salón, leyendo el periódico con una expresión sombría. La tensión entre ellos
13:05era tan densa que se podía cortar con un cuchillo. Pelayo, su voz fue apenas un susurro. Él levantó la
13:13vista, sus ojos reflejando una mezcla de dolor y agotamiento. No dijo nada, simplemente esperó.
13:21Marta se acercó lentamente, como un animal herido que teme ser rechazado.
13:27Se detuvo frente a él, incapaz de mirarlo directamente a los ojos. Yo quería pedirte perdón.
13:33El silencio de Pelayo fue más elocuente que cualquier reproche. No sólo por lo de anoche.
13:40Continuó ella, las palabras atropellándose en su boca.
13:46Por todo, por cómo te he tratado. Por, por la mujer en la que me he convertido. Tienes razón
13:51en todo lo que dijiste. He sido egoísta, cruel, y he usado la bebida para huir de mis problemas
13:58en lugar de enfrentarlos. Las lágrimas comenzaron a brotar, calientes y amargas. Te he fallado,
14:06Pelayo. Y lo peor de todo es que me he fallado a mí misma. Pero lo que más me duele es haberte
14:14hecho daño a ti. Tú has sido mi apoyo incondicional, mi roca, y yo sólo te he dado desprecio y problemas.
14:22Lo siento, lo siento de verdad. Levantó la vista, y al ver la tristeza en la mirada de su marido,
14:28su corazón se rompió en mil pedazos. Pelayo dejó el periódico a un lado y, tras un largo
14:35momento, suspiró profundamente. Marta, dijo finalmente, su voz teñida de una profunda
14:42melancolía. Tus disculpas. Significan algo, pero las palabras no bastan. Te he visto en este punto
14:50antes. Prometes cambiar, y durante un tiempo lo haces, pero luego... Algo sucede y volvemos al
14:58mismo lugar. Estoy cansado, Marta. Cansado de luchar por un matrimonio que parece que sólo yo quiero
15:04salvar. No, no es verdad. Sollozó ella, negando con la cabeza. Yo también quiero salvarlo.
15:15Es sólo que, estoy perdida, pero quiero encontrar el camino de vuelta. Por favor,
15:20dame una oportunidad más. Esta vez será diferente, lo juro. Necesito retomar las riendas de mi vida,
15:27y no puedo hacerlo sin ti. Vio en sus ojos la duda, la herida profunda que sus acciones habían
15:35causado. En un acto de desesperación y de rendición, tomó una decisión drástica, una que iba en contra
15:41de cada fibra de su ser independiente, pero que sentía era la única manera de demostrar su compromiso.
15:49Sé que tu carrera política es lo más importante para ti ahora. Dijo, su voz ganando una nueva firmeza.
15:55Y sé que no he sido la esposa que un hombre en tu posición necesita. Eso va a cambiar. Seré la
16:03esposa que se espera de ti, abnegada, comprensiva, tu apoyo incondicional. Dejaré de lado mis,
16:11mis ambiciones por un tiempo. Me centraré en ti, en nosotros. Pelayo la miró, sorprendido por la
16:19magnitud de su ofrecimiento. ¿Hablas en serio? Completamente. De hecho, tengo una idea. Sé que
16:27tienes esas reuniones importantes en Madrid con gente influyente del partido y del mundo empresarial.
16:34Quiero ir contigo. Quiero estar a tu lado. Sonreír a quien haya que sonreír. Hablar de lo que haya que
16:39hablar. Quiero que vean que Pelayo Crespo tiene a su lado a una mujer fuerte y dedicada. Será mi primera
16:47misión. Demostrarte a ti, y a todos los demás, que puedo ser la esposa que mereces. La propuesta
16:55dejó a Pelayo sin palabras. Era un sacrificio enorme por parte de Marta, la mujer que siempre
17:02había luchado por su independencia con uñas y dientes. Vio en sus ojos una determinación que
17:09no había visto en mucho tiempo. Era una chispa de la antigua Marta, la mujer de la que se había
17:14enamorado. Con cautela, pero con un atisbo de esperanza renovada, asintió. Está bien,
17:22Marta.
17:25Iremos a Madrid, juntos. Ella se arrodilló frente a él y tomó sus manos, apoyando la cabeza
17:31en sus rodillas, llorando en silencio. No eran solo lágrimas de arrepentimiento, sino
17:37también de alivio. Era un nuevo comienzo, doloroso y humillante en cierto modo, pero
17:43era un comienzo al fin.
17:46Y en ese momento, se aferró a él como a un salvavidas. Mientras tanto, en la fábrica,
17:52el nuevo orden jerárquico estaba creando sus propias tensiones y oportunidades.
17:58Gabriel, con su sonrisa afable y su mente calculadora, se acercó a Tassio, quien todavía
18:04se sentía un poco abrumado por su nuevo cargo de director.
18:09Tassio, amigo mío, ¿cómo llevas el peso de la corona? Dijo Gabriel, dándole una palmada
18:15amistosa en la espalda.
18:18Tassio se ajustó la corbata, un gesto que delataba su inseguridad. Bueno, Gabriel, es...
18:26Es mucha responsabilidad. Hay tantas cosas que no sé, tantos papeles. A veces siento
18:31que todos me miran esperando que cometa un error.
18:35¡Tonterías! Replicó Gabriel con una confianza arrolladora. Eres el hombre perfecto para este
18:40puesto.
18:43Tienes el respeto de los trabajadores, conoces esta fábrica como la palma de tu mano.
18:50Lo único que te falta es un poco de experiencia en los despachos, y para eso estoy yo.
18:54Se apoyó en el escritorio de Tassio, adoptando un aire de confidencia. Quiero que sepas que
19:02puedes contar conmigo para lo que sea.
19:06Soy tu principal apoyo en esta nueva etapa. Cualquier duda que tengas, cualquier decisión
19:11difícil que debas tomar, ven a hablar conmigo.
19:16Juntos, podemos llevar esta empresa a lo más alto. Piensa en mí no como el abogado de la
19:21empresa, sino como tu mano derecha, tu consejero. Las palabras de Gabriel eran un bálsamo para
19:28el ansioso espíritu de Tassio. Se sintió validado, apoyado. No se dio cuenta del brillo
19:35calculador en los ojos del abogado, ni de la sutil red de manipulación que estaba tejiendo
19:40a su alrededor. Para Gabriel, Tassio no era un director. Era un peón, una marioneta a la
19:48que podía manejar a su antojo para consolidar su propio poder dentro de la empresa. Un poder
19:53que esperaba usar para impresionar a Begoña y, eventualmente, controlar el imperio de la
19:58reina.
20:00Gracias, Gabriel, de verdad, no sabes lo que significa para mí oír eso. Dijo Tassio con
20:06sincera gratitud.
20:09No hay de qué, amigo. Estamos en el mismo barco. Concluyó Gabriel, sellando su falsa
20:14alianza con otra sonrisa encantadora. Poco después, Gabriel intentó aplicar esa misma
20:22estrategia de encanto con Begoña. La vio pasar por uno de los pasillos de la fábrica, su rostro
20:27pálido y su mirada perdida. La frialdad con la que ella lo había tratado últimamente lo
20:34desconcertaba. El consejo de María, reconquístala, no la dé por sentada, resonaba en su cabeza.
20:40Begoña, mi amor, te estaba buscando. Dijo, acercándose a ella con la intención de abrazarla.
20:51Ella retrocedió instintivamente un paso, un gesto casi imperceptible pero que para
20:56Gabriel fue como una bofetada. Ahora no, Gabriel, tengo mucho trabajo, solo un minuto. Te noto
21:03distante. ¿He hecho algo mal? Si es por la discusión del otro día.
21:07No es nada, de verdad, solo estoy cansada. Respondió ella, su voz plana, sin emoción.
21:17No podía mirarlo a los ojos. Cada vez que lo hacía, el pánico amenazaba con ahogarla.
21:24¿Cómo podía decirle lo que sospechaba? ¿Cómo podía siquiera pensar en ello sin que el mundo se
21:29derrumbara? ¿Cansada o harta de mí? Dijo él, un atisbo de frustración en su voz. Begoña,
21:38pensé que lo nuestro era especial. No me apartes así, hablemos. Te he dicho que ahora no puedo,
21:46espetó ella, con una dureza que lo sorprendió. Al ver la expresión herida de Gabriel, se arrepintió
21:53al instante. Lo siento, yo. No me encuentro bien, necesito estar sola, hablaremos más tarde. Y sin
22:01decir más, se alejó a paso rápido, dejándolo solo en el pasillo, más confundido y preocupado que
22:08nunca. No entendía que su frialdad no era un arma contra él, sino un escudo para protegerse del terror
22:15que la consumía por dentro. En un rincón tranquilo de los jardines de la colonia,
22:22Digna se encontró con Andrés. Hacía tiempo que no hablaban a solas, y al verlo, un afecto profundo
22:29y maternal la invadió. Andrés siempre había sido su debilidad, el sobrino que, en muchos sentidos,
22:36le recordaba a su propio hijo perdido. Andrés, querido, qué alegría verte, tía Digna. ¿Cómo
22:45estás? Bien, hijo, dentro de lo que cabe. Preocupada por todo este asunto de don Pedro,
22:53me siento tan tonta, tan ciega. Tú nos lo advertiste, nos dijiste qué clase de hombre era,
22:58y no te creímos. Ni yo, ni nadie. La culpa pesaba en su voz. Recordaba la frustración
23:06ni la impotencia de Andrés cuando intentaba convencerlos, y cómo lo habían tachado de
23:11celoso y precipitado. Te pido perdón, Andrés. De todo corazón, debería haber confiado en ti.
23:19Andrés le dedicó una sonrisa triste. No te preocupes, tía. Lo importante es que al final
23:26todo salió a la luz. Lo único que lamento es el daño que le ha hecho a Begoña. Hablaron un rato más,
23:33de trivialidades, del día a día. Pero entonces, Digna, llevada por la familiaridad del momento,
23:40hizo un comentario que lo cambiaría todo. A veces pienso, que esta familia está maldita.
23:47Tantas desgracias, tantos secretos. Lo de Jesús, y ahora esto, es como si una sombra nos persiguiera.
23:56Al mencionar a Jesús, vio cómo la expresión de Andrés se ensombrecía,
23:59pero de una manera que no esperaba. Era la tristeza de un hermano que ha perdido a otro. Sí,
24:07pero carecía de la oscuridad, del peso del conocimiento culpable que ella había visto
24:12en los ojos de Damián y de Jesús mismo antes de la tragedia. Fue una desgracia terrible. Dijo Andrés
24:19en voz baja. Un accidente estúpido. Aún me cuesta creer que Jesús, tan lleno de vida,
24:25se fuera de esa manera. Un resbalón. Una mala caída. La vida es así de frágil. Digna se quedó
24:33helada. Un resbalón. Una mala caída. Esa era la historia oficial, la mentira piadosa que Damián
24:40había construido para proteger a la familia, para proteger, sobre todo, a Jesús de sí mismo.
24:46En ese instante, Digna comprendió con una claridad aterradora que Andrés no sabía la verdad.
24:55No sabía que la muerte de su hermano no fue un accidente. No sabía el papel que Jesús había
25:00jugado en la tragedia, la verdadera naturaleza del tormento que lo consumió hasta el final.
25:07La revelación la golpeó con la fuerza de un rayo. Habían mantenido a Andrés en la ignorancia,
25:12protegiéndolo de una verdad que, según Damián, lo destruiría. ¿Pero era protección o era una
25:20traición? ¿Tenía derecho a vivir su duelo sobre una mentira? Tía, ¿estás bien? Te has quedado muy
25:27pálida. Dijo Andrés, preocupado. Sí. Sí, querido. Es solo, el sol, me ha dado un pequeño mareo.
25:37Mintió ella, luchando por mantener la compostura. Tengo que irme, cuídate mucho, Andrés. Se despidió
25:46apresuradamente, dejando a su sobrino confundido. Pero Digna no se iba a casa. Caminó con una
25:53determinación feroz hacia el único lugar donde podía exigir respuestas, hacia el único hombre
25:59que tenía el poder de deshacer aquella mentira. Se dirigió, con el corazón latiendo con furia justa,
26:06al despacho de Damián de la reina. Mientras Digna se preparaba para su confrontación,
26:13en el invernadero, un lugar de crecimiento y vida, Luz y Luis intentaban reparar su propio
26:18y marchito matrimonio. El consejo de Begoña. Háblale con franqueza, dile lo que sientes,
26:26lo bueno y lo malo. Había calado hondo en Luz. El silencio y las suposiciones los estaban
26:32matando lentamente. Encontró a Luis cuidando de sus orquídeas, sus manos moviéndose con la
26:37delicadeza de un cirujano. Luis, comenzó ella, su voz temblorosa. Él se giró, sorprendido de verla
26:46allí. Últimamente, sus interacciones se habían limitado a monosílabos y miradas evasivas.
26:52¿Podemos hablar? Preguntó ella. Él asintió, dejando sus herramientas a un lado y dándole toda
27:00su atención. Luz respiró hondo, buscando las palabras adecuadas. He sido injusta contigo y
27:09distante. Y lo siento, cuando todo el asunto de la doctora Borrej salió a la luz, cuando supe que
27:16te habían despedido por su culpa. Me sentí traicionada, no por ti, sino por la situación.
27:24Sentí que habías elegido un camino que nos alejaba, que habías puesto en riesgo nuestro futuro por.
27:31Por un impulso. Luis bajó la mirada, el recuerdo de su humillación todavía fresco.
27:38Fue un error, Luz, uno muy grande. Actué por orgullo, y lo perdí todo. No lo perdiste todo. Dijo
27:45ella, acercándose y tomando su mano. La piel de él estaba fría. Me tienes a mí, o me tenías,
27:53porque yo también cometí un error. En lugar de apoyarte, de ayudarte a levantarte, me encerré
28:00en mi propio miedo y mi resentimiento. Dudé de ti, dudé de nosotros, y eso no es justo. Las lágrimas
28:08asomaron a los ojos de luz, lágrimas de honestidad y arrepentimiento. La verdad, Luis, es que te quiero.
28:17Te quiero más que a nada en este mundo. Y tengo miedo. Miedo de perderte. Miedo de que no volvamos
28:23a ser los que éramos. Pero estoy dispuesta a luchar. Quiero dejar a un lado las dudas, los reproches.
28:30Luis, quiero apostar por nuestro matrimonio, por ti. Pero necesito que tú también luches. Necesito
28:38saber que tú también quieres esto. Luis levantó la vista, sus propios ojos empañados. Vio en el
28:45rostro de su esposa una vulnerabilidad y un amor que creía haber perdido para siempre.
28:52Luz, yo nunca he dejado de quererte. Ni un solo día. Eres mi norte, mi todo. Mi estupidez y mi
28:58orgullo nos han hecho mucho daño. Pero si me das la oportunidad, te juro que pasaré el resto de mi
29:03vida compensándotelo. Por supuesto que quiero luchar por nosotros. Es lo único que quiero. Y en el silencio
29:12del invernadero, rodeados por la belleza frágil de las flores, se abrazaron. Fue un abrazo torpe al
29:19principio, cargado de semanas de distancia, pero poco a poco se fue fundiendo en una unión desesperada y
29:25tierna. Era el primer paso en un largo camino hacia la reconciliación. Pero era un paso firme,
29:32dado en la misma dirección. Por primera vez en mucho tiempo, ambos sintieron que, quizás,
29:39su amor era lo suficientemente fuerte como para florecer de nuevo. Digna irrumpió en el despacho
29:45de Damián sin llamar. Su rostro era una máscara de indignación, y sus ojos, normalmente amables,
29:51lanzaban chispas de furia. Damián, que estaba revisando unos papeles, se sobresaltó al verla.
30:01Digna, ¿qué son estos modos? No me hables de modos, Damián. No después de lo que acabo de
30:07descubrir. Su voz, aunque baja, vibraba con una intensidad que lo hizo retroceder. ¿De qué estás
30:15hablando? ¿De Andrés? ¿Y de Jesús? Acabo de hablar con tu hijo, y no sabe nada. Nada. Sigue
30:21creyendo que la muerte de su hermano fue un maldito accidente. Damián palideció, se levantó
30:28lentamente, rodeando el escritorio como si necesitara crear una distancia física.
30:32Baja la voz, alguien podría oírte. Me da igual quien me oiga, replicó ella, aunque
30:40instintivamente bajó el tono. ¿Cómo has podido, cómo has podido mantener una mentira
30:47así durante tanto tiempo? Es su hermano, tenía derecho a saber la verdad, por horrible que
30:52fuera. Tú no lo entiendes, digna, lo hice para protegerlo. Se defendió Damián, su voz
30:59sonando hueca y cansada. ¿Protegerlo? ¿Llamas protección a construir su duelo sobre una farsa?
31:07¿A permitir que viva en la ignorancia mientras tú y yo cargamos con el peso de la verdad?
31:12No es protección, Damián, es una cobardía. La palabra cobardía golpeó a Damián con la
31:19fuerza de un puñetazo. Jesús estaba atormentado. Dijo él, casi para sí mismo.
31:25La culpa lo estaba devorando. Si Andrés hubiera sabido la verdad, los habría odiado a ambos.
31:33A Jesús por lo que hizo, y a mí por ocultarlo. La mentira era, la única forma de preservar
31:40la memoria de un hermano y la unidad de lo que quedaba de la familia.
31:45¿Y qué hay de Marta? Presionó digna, implacable, ella tampoco lo sabe, ¿verdad? Ambos viven
31:51engañados, tratando a la memoria de su hermano con una veneración que no se corresponde con
31:56la realidad de su final. Esto es cruel, Damián. Es una bomba de relojería. Este secreto amenaza
32:04con salir a la luz en cualquier momento. Y cuando lo haga, la explosión será mil veces
32:08peor. Los perderás a ambos. Damián se pasó una mano por el rostro, la imagen de la perfecta
32:16compostura resquebrajándose por completo. Se sentía viejo, derrotado. La red de mentiras
32:23que había tejido para proteger a su familia se estaba convirtiendo en una jaula.
32:29Andrés y Marta necesitan saber la verdad. Insistió digna, su voz ahora más suave, pero no menos firme.
32:38Necesitan entender lo que pasó realmente con Jesús, el tormento que sufrió. Es la única
32:43manera de que puedan llorarlo de verdad. Y es la única manera de que esta familia pueda,
32:50algún día, empezar a sanar. Damián la miró, sus ojos reflejando una profunda agonía.
32:58No sé si tengo la fuerza para hacerlo, digna. No sé si puedo ser yo quien destruya la imagen
33:03que tienen de su hermano. Pues tendrás que encontrarla, o lo haré yo. Sentenció ella.
33:10Pero no puedes seguir así. La decisión es tuya, Damián. Pero el tiempo se acaba. Digna se dio la
33:18vuelta y salió del despacho, dejando a Damián solo con sus demonios y con una decisión imposible.
33:25La verdad o la mentira. Ambas opciones conducían a un abismo de dolor. La tarde caía y con ella,
33:31la paciencia de Damián se agotaba. Sabía que su primer enfoque con Zabalza había sido un error.
33:38A un hombre como él no se le compraba con promesas vagas de influencia. Se le compraba con algo mucho
33:45más tangible y arriesgado. Cuando el sargento regresó a la casa, tal y como Damián había solicitado
33:51con urgencia, el patriarca de los de la reina decidió cambiar de estrategia. Lo recibió de nuevo
33:58en su despacho, pero esta vez el ambiente era diferente. Más crudo, más directo.
34:05Gracias por volver, sargento. Dijo Damián, sin molestarse en ofrecerle asiento. Vayamos al grano.
34:13Mi anterior propuesta fue, sutil, equivocadamente sutil, hablemos con franqueza. Zabalza lo observó,
34:21impasible. Le escucho. Sé que el caso contra José es débil, pero también sé que usted tiene el poder
34:28de hacerlo fuerte. De encontrar testigos, de fabricar pruebas. Y sé que la desaparición de
34:35ese hombre, Valero, no es un asunto que le quite el sueño. Lo que sí sé es que hay gente poderosa
34:43detrás de todo esto, gente que quiere a José fuera de circulación. Y sé que usted, sargento,
34:51está implicado, probablemente no en la desaparición en sí, pero sí en el encubrimiento, en dirigir la
34:57investigación en la dirección que a otros les conviene. Cada palabra de Damián era una acusación
35:04directa, un disparo a quemarropa. Estaba apostando fuerte, revelando que conocía el juego sucio.
35:12Zabalza, por primera vez, dejó traslucir una emoción, un ligero endurecimiento de su mandíbula.
35:20Está usted haciendo acusaciones muy graves, don Damián. Podrían costarle muy caro.
35:27Y a usted podría costarle su carrera y su libertad. Replicó Damián, manteniendo la mirada.
35:35No estoy aquí para amenazarle, sargento. Estoy aquí para proponerle un acuerdo. Un acuerdo de
35:40hombre a hombre. Olvídese de la influencia y los favores. Hablemos de dinero. El silencio se
35:47instaló en la habitación. Damián había puesto la última carta sobre la mesa, la más sucia de todas.
35:54Zabalza caminó lentamente por el despacho, examinando los libros, los cuadros, como si
36:00estuviera calculando el valor de todo lo que veía. Finalmente, se detuvo y se giró para mirar a Damián.
36:07Su rostro era una máscara de fría avaricia. Medio millón de pesetas. La cifra cayó en la
36:14habitación como una piedra en un estanque. Damián sintió que el aire le faltaba. Era una
36:20cantidad astronómica. Una fortuna que mermaría considerablemente sus finanzas.
36:27Eso es, una barbaridad. Logro decir. Es el precio de la libertad de su hombre y de mi silencio.
36:33Dijo Zabalza, tajante, sin un ápice de negociación en su voz. Es el precio por hacer que todas las
36:41pruebas contra José desaparezcan. Por cerrar el caso por falta de evidencias y por asegurarme de
36:46que nadie vuelva a molestarle. Y es el precio por olvidar esta conversación. Tómelo o déjelo.
36:54Pero si lo deja, le aseguro que José se pudrirá en la cárcel y yo me encargaré personalmente de
36:59que su nombre, don Damián, aparezca vinculado a un intento de soborno a un oficial de la ley.
37:06Era un chantaje, puro y duro. Damián se vio atrapado. La libertad de José, la promesa hecha
37:12a Irene, el honor de su familia. Todo pendía de su respuesta. Miró los ojos fríos y codiciosos
37:20del sargento y comprendió que no había otra salida. Había entrado en el barro, y ahora
37:26tenía que pagar el peaje. Con un sabor a hiel en la boca, asintió lentamente.
37:30Acepto. Sabia decisión. Dijo Zabalza, con la primera sombra de una sonrisa triunfante.
37:41Quiero el dinero en efectivo mañana mismo. Le daré instrucciones sobre la entrega.
37:47Y don Damián, si intenta alguna jugarreta, si algo de esto sale a la luz. No habrá lugar en el
37:53mundo donde pueda esconderse. Salió del despacho, dejando a Damián solo, temblando de rabia y de
38:00impotencia. Había ganado, sí, pero a un coste terrible. Se sirvió finalmente la copa de coñac
38:08que había ignorado durante todo el día y la bebió de un solo trago. El líquido ardiente quemándole la
38:13garganta. Pero sin lograr apagar el fuego de la humillación que sentía por dentro. Había hecho un
38:21pacto con el diablo. Ahora solo quedaba rezar para que el diablo cumpliera su parte del trato.
38:28Y finalmente, en el dispensario, la hora de la verdad había llegado. Luz entró y encontró a
38:34Begoña sentada frente a su escritorio, con la mirada fija en el sobre cerrado, como si fuera
38:39una serpiente a punto de morder. Begoña, dijo Luz suavemente, es. Begoña simplemente asintió,
38:48incapaz de hablar. Luz se acercó, cerró la puerta del dispensario y se sentó a su lado. Puso una mano
38:56sobre el hombro de su amiga. No tienes que pasar por esto sola. Estoy aquí contigo, ábrelo cuando
39:03estés lista. Los minutos se hicieron eternos. El único sonido era el tic-tac del reloj en la
39:09pared. Cada segundo un martillazo en el cráneo de Begoña. Sus manos temblaban tanto que apenas
39:17podía sujetar el sobre. Con los ojos cerrados, como si se lanzara a un precipicio, rasgó el papel.
39:25Extrajo el pequeño informe del laboratorio. Sus ojos recorrieron las palabras técnicas que no
39:30entendía hasta que encontraron la única que importaba. La que estaba escrita con una claridad
39:35brutal e inequívoca. Positivo. El mundo no se vino abajo. Se desintegró. El aire abandonó sus
39:43pulmones en un silbido ahogado. El papel se deslizó de sus dedos y cayó sobre la mesa. No lloró. No
39:50gritó. Simplemente se quedó inmol. Con los ojos desorbitados, mirando a un punto fijo en la pared.
39:57Su rostro una máscara de puro terror.
39:58Begoña, ¿qué dice? Preguntó Luz. Aunque ella conocía la respuesta por la expresión de su amiga.
40:09Begoña negó con la cabeza. Un movimiento lento, robótico. No. No puede ser. No. Y entonces,
40:16el dique se rompió. Un sollozo desgarrador brotó de lo más profundo de su ser. Un sonido animal de
40:23dolor y desesperación. Se dobló sobre sí misma, abrazándose el vientre como si quisiera arrancarse
40:31aquello que crecía en su interior. No estoy preparada, Luz. No puedo. Gritó entre sollozos,
40:39las palabras ahogadas por el pánico. Llevo tan poco con Gabriel. Esto lo arruinará todo. Mi vida.
40:46Se acabó. Luz la rodeó con sus brazos, sujetándola con fuerza mientras las convulsiones del llanto la
40:53sacudían. Respira, Begoña. Respira hondo. Escúchame. No se ha acabado nada. Es... Es una
41:01noticia impactante. Lo sé. Pero no estás sola. ¿Qué voy a hacer? Gimió ella, su rostro oculto en el
41:10hombro de luz. Decírselo a Gabriel. ¿Cómo se lo digo? Un hijo. Dios mío. Un hijo. Me siento atrapada.
41:18Asfixiada. Esto es una pesadilla. Mi peor pesadilla hecha realidad. El miedo, la vergüenza,
41:26la incertidumbre. Todo se arremolinaba en su mente en un tornado caótico. Pensó en el juicio de la
41:33gente, en su propia incapacidad para ser madre en esas circunstancias, en la frágil relación con
41:39Gabriel que ahora se vería sometida a una presión insoportable. Sintió que se ahogaba, que las paredes
41:46del dispensario se cerraban sobre ella. Luz la sostuvo, meciéndola suavemente, dejando que la
41:52primera ola de pánico pasara. No ofrecía soluciones fáciles ni con suelos vacíos. Simplemente estaba
42:00ahí, absorbiendo su dolor, siendo su ancla en la más violenta de las tormentas.
42:04Tranquila, amiga mía, tranquila, susurraba una y otra vez. No tienes que decidir nada ahora.
42:15Solo respira, llora todo lo que necesites. Ya pensaremos, juntas, pero ahora mismo, solo déjalo
42:22salir. Pero para Begoña, no había consuelo posible. El resultado de esa prueba no era solo un
42:29diagnóstico médico, era una sentencia. En ese pequeño dispensario, mientras la tarde del 6 de
42:37octubre moría en el exterior, Begoña Montes se enfrentaba al momento más oscuro y aterrador de
42:42su vida, con el alma rota y un futuro que, de repente, se había convertido en un abismo negro e
42:48insondable. La pesadilla no había hecho más que empezar.
Sé la primera persona en añadir un comentario
Añade tu comentario

Recomendada