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#Libertad #capítulo37825 #agosto
Pelayo manipula a Marta tras la desaparición de Fina en ‘Sueños de libertad’, avance del capítulo 378 (25 de agosto)
Crisis sanitaria en la empresa y terror por la desaparición de Fina en el capítulo del lunes 25 de agosto de 'Sueños de libertad'.
El alba del lunes se filtraba con una timidez casi insultante a través de los altos pinos que custodiaban la cabaña en los montes. Era una luz pálida, lechosa, que prometía un día de calor estival pero que, de momento, solo servía para acentuar el frío ...
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Transcript
00:00Pelayo manipula a Marta tras la desaparición de Fina en el sueños de libertad, avance del
00:10capítulo 378, 25 de agosto. Crisis sanitaria en la empresa y terror por la desaparición
00:20de Fina en el capítulo del lunes 25 de agosto de sueños de libertad.
00:24El alba del lunes se filtraba con una timidez casi insultante a través de los altos pinos
00:32que custodiaban la cabaña en los montes. Era una luz pálida, lechosa, que prometía un
00:40día de calor estival pero que, de momento, sólo servía para acentuar el frío que se
00:45había instalado en el interior de la pequeña estancia de madera.
00:48Marta de la Reina se removió entre las sábanas, un suspiro perezoso escapando de sus labios
00:56mientras su mano, por pura inercia, buscaba el calor del cuerpo de Fina a su lado.
01:04No encontró nada. Sólo el tacto frío y vacío de la tela. Abrió los ojos de golpe, la somnolencia
01:10disipándose como la niebla al primer rayo de sol. Se incorporó sobre los codos, el
01:18corazón comenzando un tamborileo sordo y ansioso en su pecho.
01:24La cama estaba vacía, la almohada de Fina, intacta, fría, el silencio de la cabaña, que
01:31hasta hace un momento había sido un bálsamo de paz, ahora se sentía denso, ominoso.
01:36Fina, su voz sonó extrañamente frágil en la quietud de la mañana. Amor, ¿estás en
01:44la cocina? No hubo respuesta, sólo el murmullo del viento meciendo las copas de los árboles
01:52en el exterior. Un escalofrío que no tenía nada que ver con la temperatura recorrió la
01:59espalda de Marta. Se levantó de la cama, la fina tela del camisón
02:06pegándose a su piel, y caminó descalza por el suelo de madera. La pequeña cocina
02:13estaba vacía, el fuego de la chimenea, reducido a un lecho de ascuas moribundas.
02:21La cafetera, fría sobre el fogón, miró hacia la puerta, que estaba cerrada pero sin el
02:26cerrojo echado. Una sensación de irrealidad comenzó a apoderarse
02:32de ella. Esto no podía estar pasando. Quizás Fina había salido a respirar el aire
02:40fresco de la mañana, a ver el amanecer. Sí, debía ser eso, era una romántica. Marta
02:50se asomó a la ventana, esperando ver su silueta recortada contra el cielo anaranjado.
02:57Pero el claro frente a la cabaña estaba desierto. El pánico, un animal agazapado,
03:02comenzaba a arañar las paredes de su estómago. Volvió sobre sus pasos, recorriendo la pequeña
03:10estancia con la mirada. Fue entonces cuando lo vio.
03:17Sobre la tosca mesa de comedor, donde la noche anterior habían compartido una cena sencilla
03:22y risas cómplices, había un sobre blanco. Y junto a él, una de las fotografías que Fina
03:30le había hecho en el cuarto de revelado. Sus pies se movieron por voluntad propia,
03:37acercándola a la mesa. Sus manos temblaban mientras cogía primero la fotografía.
03:45Era ella, Marta, capturada en un momento de pura felicidad, con la luz del cuarto oscuro
03:50creando un halo a su alrededor, la sonrisa genuina y desprovista de las máscaras que
03:55llevaba en su día a día. Le dio la vuelta, la caligrafía elegante y familiar de Fina
04:02le asestó el primer golpe.
04:07Siempre te recordaré así, mi amor, un nudo se formó en su garganta, tan apretado que le
04:12costaba respirar. Dejó la foto sobre la mesa con un cuidado reverencial, como si pudiera
04:20romperse, como si su mundo entero no estuviera ya a punto de hacerse añicos.
04:27Luego, con los dedos entumecidos, tomó el sobre. Su nombre, Marta, estaba escrito en el frente.
04:36Abrió el sobre con una lentitud tortuosa, posponiendo el dolor que sabía que contenían
04:40aquellas líneas.
04:45Desplegó el papel. Mi adorada Marta, si estás leyendo esto, es porque ya no estoy a tu lado.
04:54Me he marchado. Por favor, antes de que el dolor o la rabia te consuman, intenta comprender
04:59que cada palabra que escribo nace del amor más profundo y verdadero que he sentido en mi vida.
05:04El amor que siento por ti. La noche que pasamos juntas fue el regalo más hermoso, el sueño más
05:12dulce hecho realidad. Me diste un pedazo de cielo en medio de este infierno, pero la luz de ese cielo,
05:22mi amor, también ilumina la oscuridad que nos rodea. Y en esa oscuridad veo el peligro que te acecha.
05:31Ahora veo a Santiago. Sé que no está muerto. Lo vi, Marta, vi su sombra, sentí su presencia.
05:40Y aunque no lo hubiera visto, su veneno sigue aquí, impregnándolo todo.
05:47Lo que te hizo, lo que intentó hacernos. No puedo permitir que esa amenaza siga pendiendo
05:52sobre tu cabeza.
05:53Mientras yo esté a tu lado, seré un recordatorio constante de esa noche. Seré el eslabón que te
06:02une a él. Un cabo suelto que él o cualquiera podría utilizar para destruirte.
06:09Me voy para protegerte. Me voy para que puedas ser libre de verdad. Para que puedas enterrar este
06:14secreto tan profundo que nadie, nunca, pueda usarlo en tu contra.
06:18No puedo pedirte que huyas conmigo. Que abandones tu vida, tu familia, tu posición.
06:29No sería justo. Tú mereces seguir adelante, construir un futuro sin miedo. Y yo, yo no puedo
06:35ser parte de ese futuro.
06:39Soy un riesgo demasiado grande. No intentes buscarme. Me iré lejos, donde nadie pueda encontrarme.
06:48Donde mi presencia no pueda hacerte más daño. Cada día de mi vida, te llevaré en mi corazón.
06:56Cada amanecer, recordaré tu sonrisa. Cada noche, soñaré con el calor de tus brazos.
07:04Fuiste mi sueño de libertad, Marta. Y ahora te devuelvo la tuya. Sé feliz, por favor.
07:10Vívelo todo, por las dos. Te amo y te amaré siempre, fina. El papel se deslizó de los dedos de Marta.
07:23Cayó sobre la mesa con un susurro casi inaudible que, sin embargo, resonó en sus oídos como un portazo.
07:29El mundo se inclinó sobre su eje. Las paredes de la cabaña parecieron encogerse. El aire se volvió denso, irrespirable.
07:43Se llevó una mano a la boca para ahogar el grito que pugnaba por salir. Un alarido de pura agonía.
07:48Las lágrimas, calientes y amargas, comenzaron a brotar de sus ojos, nublando su visión.
08:00Miró la carta, la foto, la silla vacía frente a ella. No, no, no. Susurró, negando con la cabeza.
08:10Fina, no, se derrumbó sobre la silla, el cuerpo sacudido por sollozos violentos y desgarradores.
08:19Apoyó la cabeza sobre la mesa, entre los restos de su felicidad efímera, y lloró.
08:27Lloró por el abandono, por el sacrificio inútil, por la cobardía que ella creía ver en aquella huida.
08:36Lloró porque, en el fondo de su alma rota, entendía las razones de Fina, y eso lo hacía aún más insoportable.
08:42Fina no la había dejado. La había amputado de su vida para salvarla. Y Marta, por primera vez en mucho tiempo, se sintió completamente sola, mutilada, hundida en un abismo de desesperación del que no veía salida posible.
08:59El silencio de la cabaña ya no era silencio. Era el eco ensordecedor de una despedida.
09:07En la mansión de la reina, el sol que no lograba penetrar la tristeza de la cabaña, inundaba con generosidad el comedor de la casa grande de los de la reina.
09:18La porcelana fina tintineaba y el aroma a café recién hecho flotaba en el aire. Un cuadro de normalidad y opulencia que contrastaba violentamente con la crisis que se gestaba en los cimientos del imperio familiar.
09:36Gabriel de la reina sorbía su café con una calma estudiada, observando a María, que revolvía su propia taza con aire ausente.
09:43Él, sin embargo, sentía una corriente de excitación eléctrica bajo su fachada de serenidad.
09:54El desastre de la saponificación no era una crisis para él. Era una escalera. Es una verdadera tragedia lo que está ocurriendo en la fábrica.
10:02Comentó María, su voz teñida de una preocupación genuina.
10:06Esos pobres trabajadores, espero que se recuperen pronto. Gabriel asintió, colocando la taza en el plato con un delicado clic.
10:20Por supuesto, querida, una tragedia. Pero como bien sabes, toda tragedia abre una puerta a la oportunidad.
10:26María frunció el ceño, levantando la vista hacia él. ¿Oportunidad? Gabriel, la gente está enferma.
10:39La producción está paralizada. ¿Qué clase de oportunidad puede haber en eso? Una sonrisa delgada y afilada se dibujó en los labios de Gabriel.
10:47Se inclinó hacia adelante, bajando la voz a un tono conspirador. La oportunidad de impartir justicia, María.
11:00De poner a los responsables en su sitio. Piensa en ello. ¿Quién tomó las decisiones que llevaron a esto?
11:06¿Quién ha estado al mando mientras todo se pudría por dentro? Damián.
11:09Jesús, Andrés, la vieja guardia. ¿Y qué pretendes hacer? Preguntó ella, la suspicacia tiñendo su voz.
11:22Yo nada, directamente. Replicó él, recostándose de nuevo en su silla con aire de suficiencia.
11:31Pero conozco a las personas adecuadas. He estado hablando discretamente con algunos de los capataces, con las familias de los afectados.
11:39La gente está asustada, pero también está enfadada. Necesitan un culpable, y yo se lo estoy sirviendo en bandeja de plata.
11:51Gabriel, no estarás pensando en... Ya lo he pensado todo.
11:55María, la interrumpió, su mirada brillando con una ambición febril.
11:59Voy a mover mis hilos. Un buen abogado, uno que sepa cómo presionar, cómo hablar de negligencia, de condiciones insalubres, de vidas puestas en riesgo por la avaricia.
12:12Imagina una demanda colectiva. Los trabajadores, unidos, contra perfumerías de la reina.
12:23El escándalo sería mayúsculo. La reputación de la familia, por los suelos. María lo miraba, horrorizada y fascinada a partes iguales.
12:31Pero, ¿eso no nos perjudicaría a todos? ¿A ti también? La empresa podría quebrar.
12:41A corto plazo, quizás. Pero el objetivo es más grande.
12:45Explicó Gabriel, sus dedos tamborileando sobre el mantel de lino.
12:49Damián y Jesús no podrían soportar un golpe así. Sería la estocada final. Se verían obligados a ceder el control.
13:01¿Y entonces, quién estaría allí para recoger los pedazos? ¿Quién se presentaría como el Salvador, el único capaz de limpiar el desastre y restaurar el orden?
13:10La comprensión amaneció en los ojos de María.
13:16Tú, exactamente. Confirmó Gabriel con una sonrisa triunfante.
13:23Los pondré contra las cuerdas. Los ahogaré en sus propias mentiras y su incompetencia.
13:31Y cuando estén suplicando por una salida, yo seré esa salida. Es un juego arriesgado, lo sé.
13:40Pero el premio, María. El premio es el control total de perfumerías de la reina.
13:45María guardó silencio, abrumada por la magnitud y la frialdad del plan de su socio.
13:53Él no veía a los enfermos, no veía la crisis, no veía el legado familiar.
13:58Solo veía un tablero de ajedrez y unas piezas que mover para lograr su jaque mate definitivo.
14:03Y ella, de repente, se sintió como uno de esos peones, atrapada en un juego mucho más peligroso de lo que jamás había imaginado.
14:17El regreso de Irene.
14:19La noticia del regreso de Irene a su puesto en la colonia corrió como la pólvora.
14:22Cuando cruzó las puertas de las oficinas, un murmullo la siguió por los pasillos.
14:33Había sorpresa en los rostros de sus compañeros, pero también un respeto renovado.
14:40Volver al trabajo después de lo que había sufrido requería una fortaleza que pocos poseían.
14:45Don Pedro, al verla entrar en su despacho, se puso en pie de un salto, su rostro una mezcla de pánico y un patético intento de afabilidad.
14:59Irene, no esperaba, es decir, me alegro enormemente de verte.
15:03¿Estás segura de que estás lista para volver?
15:06Después de todo.
15:07Estoy perfectamente, Don Pedro.
15:11Le cortó ella, su voz fría como el acero, desprovista de cualquier emoción.
15:19Vuelvo a retomar mis funciones.
15:21La empresa está en un momento delicado y mi trabajo es necesario.
15:27Sí, por supuesto, tu profesionalidad es intachable, siempre lo he dicho.
15:32Balbuceó él, retorciéndose las manos.
15:37Irene, sobre lo que pasó, quisiera una vez más.
15:42No, dijo ella, mirándolo directamente a los ojos, y por primera vez, fue él quien desvió la mirada.
15:51No malgaste su aliento ni mi tiempo, Don Pedro.
15:54No hay nada que pueda decir.
15:56No creo en sus excusas.
15:57No creo en su arrepentimiento.
15:58Solo creo en lo que hizo.
16:03Nuestra relación, tanto profesional como personal, se limitará a lo estrictamente imprescindible.
16:11¿Ha quedado claro?
16:12Don Pedro asintió, pálido y derrotado, cristalinamente.
16:16Irene le dedicó una última mirada cargada de desprecio antes de darse la vuelta y dirigirse a su escritorio,
16:22dejando al gerente temblando en su despacho.
16:27Su entereza era una coraza, pero bajo ella ardía una nueva determinación.
16:32Más tarde, ese mismo día, solicitó una reunión con Damián de la Reina.
16:36El patriarca la recibió en su imponente despacho, su rostro surcado por la preocupación.
16:47Irene, hija, me sorprende y me alegra verte de vuelta, aunque debo admitir que no lo esperaba tan pronto.
16:56La vida sigue, Don Damián, y el trabajo apremia, respondió ella con la misma formalidad gélida.
17:02Pero no he venido a hablar de mi reincorporación, he venido a hablar de nosotros.
17:12Damián la miró, confundido.
17:14¿De nosotros?
17:15Sí, sé que en el pasado ha habido una cierta cercanía entre nosotros.
17:22Una relación que trascendía lo profesional.
17:25Quiero que sepa que eso también se ha terminado.
17:29El rostro de Damián se ensombreció.
17:31Pero, ¿es por lo de Pedro?
17:32Irene, te juro que yo no sabía.
17:37No es solo por eso.
17:38Aunque eso fue la gota que colmó el vaso.
17:41Le interrumpió Irene.
17:45Es por todo.
17:46Por las mentiras, por los secretos.
17:48Por la forma en que esta familia y esta empresa consumen todo lo que tocan.
17:52Creí que usted era diferente, Damián.
17:58Creí que era un hombre de honor.
17:59Pero he comprendido que mi lugar no está a su lado.
18:04Mi único interés ahora es mi trabajo y otros asuntos personales que debo resolver.
18:12Irene, por favor, no tomes una decisión precipitada.
18:15No lo es, afirmó ella, su decisión inquebrantable.
18:23Es la única decisión posible para poder mirarme al espejo cada mañana.
18:27Se lo agradezco todo, don Damián.
18:29Pero se acabó.
18:33Se levantó y salió del despacho.
18:35Dejando a un Damián de la reina atónito y, por primera vez en mucho tiempo, sintiendo el amargo sabor de la pérdida.
18:45Irene no solo había roto con él.
18:47Había declarado su independencia de todo el clan de la reina.
18:53Y en sus ojos, él había visto algo más que resolución.
18:56Había visto una misión.
18:58Las ondas expansivas.
19:02Mientras los grandes dramas se desarrollaban en la cumbre del poder,
19:06las ondas expansivas de la crisis y la desaparición de Fina llegaban a todos los rincones de la colonia.
19:14En la tienda de perfumes, el ambiente estaba extrañamente apagado.
19:18Carmen y Claudia arreglaban los expositores.
19:21Pero sus movimientos eran mecánicos.
19:23Sus mentes en otra parte.
19:27Es muy raro que Fina no haya llegado todavía.
19:30Comentó Claudia, alisando un lazo en una caja de jabones.
19:36No es propio de ella.
19:37Ni siquiera ha llamado para avisar.
19:40A lo mejor se ha encontrado mal.
19:41Sugirió Carmen.
19:43Aunque su tono carecía de convicción.
19:44Con todo lo que está pasando con la enfermedad.
19:51No lo sé, Carmen.
19:52Ayer estaba tan feliz, tan ilusionada con su escapada.
19:58Me cuesta creer que hoy simplemente no aparezca.
20:01Tengo un mal presentimiento.
20:03La campana de la puerta sonó, y Manuela entró en la tienda.
20:06Su rostro reflejaba una profunda melancolía que poco tenía que ver con la ausencia de Fina.
20:14Buenos días, muchachas.
20:19Saludó con voz queda.
20:21Hola, Manuela.
20:22¿Ocurre algo?
20:23Tienes mala cara.
20:24Dijo Carmen, acercándose a ella.
20:29Manuela suspiró, dejándose caer en una de las sillas para clientes.
20:33Es Gaspar.
20:34No es nada.
20:35Es que...
20:36Lo echo de menos.
20:37He hecho de menos a mi amigo.
20:42Desde que, bueno, desde lo de don Agustín, apenas nos hablamos.
20:49Y cuando lo hacemos, es todo tan tenso, tan distante.
20:53Sé que fui injusta con él, pero no sé cómo arreglarlo.
20:59He perdido su amistad, y me duele más de lo que pensaba.
21:02Carmen le puso una mano en el hombro, compasiva.
21:07En ese pequeño universo que era la colonia, cada relación rota, cada amistad perdida,
21:13era una pequeña tragedia que se sumaba al peso general de la incertidumbre.
21:20Mientras tanto, en el dispensario, el propio Gaspar estaba sentado en la camilla,
21:25tosiendo aparatosamente mientras luz le auscultaba la espalda.
21:28Respira hondo, otra vez, indicaba la doctora con paciencia.
21:35¿Es grave, doctora?
21:37Preguntó Gaspar entre toses.
21:41Porque con esta plaga que nos ha caído, una tos ya no es solo una tos.
21:46Puede ser el principio del fin.
21:47He leído sobre epidemias que diezmaron poblaciones enteras.
21:54Luz se retiró el estetoscopio, tratando de contener una sonrisa.
22:00Gaspar, tienes un simple resfriado, un poco de congestión, nada más.
22:05Te daré un jarabe y en un par de días estarás como nuevo.
22:08No es la enfermedad de la saponificación, te lo aseguro.
22:15El alivio en el rostro de Gaspar fue inmenso.
22:20Gracias al cielo, ya me veía yo.
22:23La puerta del dispensario se abrió y entró Luis, con una sonrisa en el rostro.
22:30Amor, he venido a rescatarte.
22:32¿Qué tal si nos escapamos cinco minutos a tomar un café a la cantina?
22:37Necesitas un respiro.
22:38La sonrisa de luz se desvaneció al instante.
22:43La tensión y el agotamiento de los últimos días, sumados al peso de las mentiras que
22:47estaba obligada a mantener, la desbordaron.
22:53¿Un respiro?
22:54Replicó, su voz más afilada de lo que pretendía.
22:57¿De verdad crees que tengo tiempo para un respiro, Luis?
23:00Hay gente enferma, la fábrica está en crisis y yo soy la única doctora aquí.
23:05No puedo simplemente escaparme.
23:08Luis retrocedió, sorprendido por su vehemencia.
23:13Cariño, solo era una sugerencia.
23:16Quería pasar un rato contigo.
23:17Pues no es el momento, espetó ella, ordenando unos frascos con brusquedad.
23:25Estoy hasta arriba de trabajo y de problemas.
23:27Lo último que necesito es fingir que todo está bien mientras tomamos un café.
23:34¿Fingir?
23:35¿A qué te refieres con fingir?
23:37Preguntó Luis, el ceño fruncido.
23:42Luz se dio cuenta de que había hablado de más.
23:45Se pasó una mano por el pelo, frustrada.
23:47A nada, Luis, olvídalo, estoy cansada, eso es todo.
23:54Ahora, si me disculpas, tengo pacientes que atender.
24:00Se giró, dándole la espalda y poniendo fin a la conversación.
24:04Luis se quedó allí plantado un momento, dolido y confundido.
24:07La brecha entre ellos, abierta por secretos que él no comprendía, parecía hacerse cada vez más ancha.
24:19El único lugar donde reinaba un aparente remanso de paz era el despacho de dirección.
24:24Aunque era la calma que precede a la tormenta.
24:29Damián, Jesús y Andrés estaban reunidos.
24:32Los rostros sombríos.
24:34La situación es catastrófica.
24:35Decía Jesús, revisando unos papeles.
24:41A los gastos de la reforma de la sección de saponificación, que serán astronómicos,
24:46tenemos que sumar las pérdidas por cada día que la producción de jabones está paralizada.
24:53No sé cómo vamos a hacer frente a esto, Damián.
24:56Y a eso hay que añadir la crisis de confianza.
24:59Añadió Andrés.
25:03Los trabajadores tienen miedo.
25:05La prensa podría enterarse en cualquier momento.
25:08Fue en medio de esa reunión cuando Begoña irrumpió en el despacho, sin llamar.
25:12Su rostro estaba encendido por la indignación.
25:18¿Se puede saber qué pensáis hacer?
25:20Preguntó, dirigiéndose directamente a su marido, Andrés.
25:23He estado hablando con las mujeres de los obreros.
25:28Están desesperadas.
25:30Nadie les da respuestas claras.
25:34Vais a seguir aquí sentados, mirando papeles, mientras la gente sufre.
25:38Begoña, por favor, este es un asunto de la empresa, respondió Andrés, levantándose.
25:44Estamos haciendo todo lo que podemos, pues no es suficiente, replicó ella, su voz subiendo de volumen.
25:54Tu padre y tu tío solo piensan en los números, en las pérdidas.
26:01Pero hay vidas en juego.
26:03¿Es que nadie se da cuenta?
26:04Hay que ser transparentes, apoyar a las familias, garantizar su seguridad.
26:09No es tan sencillo, saltó Andrés, perdiendo la paciencia.
26:16Tú no entiendes la complejidad de la situación.
26:18Un movimiento en falso y todo se viene abajo.
26:24El encontronazo entre ellos era un reflejo de la fractura que recorría a toda la familia,
26:29atrapada entre la responsabilidad humana y la fría lógica empresarial.
26:32La crisis de la saponificación no solo estaba enfermando a los trabajadores,
26:40estaba envenenando las relaciones y sacando a la luz las verdaderas prioridades de cada uno.
26:48El consuelo del verdugo.
26:50Marta regresó a la casa grande como un fantasma.
26:53El viaje desde la cabaña había sido una tortura.
26:56Cada kilómetro un paso más lejos de Fina, cada curva de la carretera una confirmación de su soledad.
27:02Entró en la mansión sin ver a nadie, subió a su habitación y se encerró.
27:08El dolor era una presencia física, una bestia que le desgarraba el pecho.
27:15Horas más tarde, fue Pelayo quien la encontró.
27:18Llamó a la puerta suavemente.
27:20Marta, cariño, ¿estás ahí?
27:24No hubo respuesta.
27:25Abrió la puerta con cuidado.
27:27La encontró sentada en el suelo, junto a la ventana, con la mirada perdida en el jardín.
27:32Tenía la carta de Fina arrugada en un puño y la fotografía sobre su regazo.
27:40Sus ojos estaban hinchados y enrojecidos, pero ya no lloraba.
27:46Estaba vacía.
27:47Pelayo se acercó lentamente, arrodillándose frente a ella.
27:51Su rostro era la máscara perfecta de la preocupación y el amor.
27:55Marta, mi amor, ¿qué ha pasado?
28:01Preguntó con una voz suave y aterciopelada.
28:03He estado tan preocupado.
28:07Ella levantó la vista, y sus ojos vacíos se encontraron con los de él.
28:11Se ha ido, susurró, su voz rota.
28:14Fina se ha ido, me ha abandonado.
28:19Le tendió la carta con mano temblorosa.
28:22Pelayo la leyó.
28:25Su rostro no traicionó la inmensa oleada de alivio que sintió.
28:29La dependienta se había eliminado a sí misma de la ecuación.
28:34Era perfecto, demasiado perfecto.
28:36Cuando terminó de leer, miró a su esposa con una expresión de profunda compasión.
28:44Oh, Marta, lo siento muchísimo, dijo, rodeándola con sus brazos.
28:50Marta se derrumbó contra él, el contacto físico rompiendo la coraza de apatía que
28:54se había construido.
28:58Los sollozos volvieron, esta vez más silenciosos, más desesperados.
29:03Pelayo la acunó, acariciándole el pelo, susurrándole palabras de consuelo al oído.
29:11Estoy aquí, mi amor.
29:13Estoy aquí para ti.
29:14No estás sola.
29:15Juntos superaremos esto.
29:17Pero mientras su boca pronunciaba las palabras de un esposo ideal, su mente trabajaba a una
29:22velocidad vertiginosa.
29:26Fina se había ido para protegerla.
29:28Eso significaba que temía a Santiago.
29:31Temía que la verdad saliera a la luz.
29:32Y si Fina tenía miedo, Marta también debía tenerlo.
29:38Este era el momento de asegurarse de que el secreto muriera con la huida de la dependienta.
29:46Es terrible que te haya hecho esto.
29:48Continuó él, su tono cambiando sutilmente, volviéndose más grave.
29:55Abandonarte así, después de todo lo que has pasado.
29:58Pero, en cierto modo, quizás sea lo mejor.
30:02Marta se apartó un poco para mirarlo, confundida.
30:07Lo mejor.
30:08Piénsalo, Marta.
30:10Dijo él, sujetándola suavemente por los hombros, forzándola a mirarlo.
30:14Lo que pasó con Santiago fue un acto de defensa.
30:20Lo sé yo y lo sabes tú.
30:22Pero, ¿lo entendería la ley?
30:24¿Lo entendería tu padre?
30:25Si Fina se quedaba, su presencia era un riesgo constante.
30:28Alguien podría hablar, hacer preguntas, su marcha, nos protege a ambos, nos protege a ti.
30:37Las palabras de Pelayo eran como un veneno lento, infiltrándose en la mente vulnerable de Marta.
30:47Mezclaba la verdad con la manipulación de una forma magistral.
30:50Tenemos que ser fuertes, mi amor, insistió.
30:57Tenemos que asegurarnos de que nadie sepa nunca la verdad completa de lo que ocurrió esa noche.
31:05Por tu bien, por nuestro futuro, Damián no puede saberlo.
31:09Nadie puede saberlo.
31:10Es nuestro secreto.
31:11Marta, ahogada en su dolor, solo podía asentir.
31:18Se aferraba a Pelayo como a un salvavidas, sin darse cuenta de que era el quien la estaba hundiendo.
31:23Aislándola, convirtiéndose en el único guardián de un secreto que le daba un poder absoluto sobre ella.
31:32Se estaba postulando como su único apoyo, su único confidente, su salvador.
31:37Y ella, rota y desesperada, le creyó.
31:41Más tarde, Irene, movida por una nueva y fría determinación, se encontró con Cristina.
31:51He vuelto al trabajo, le dijo Irene sin rodeos.
31:54Pero no solo por la empresa.
31:56Necesito estar dentro.
32:00Necesito acceso, necesito escuchar, necesito observar.
32:04Cristina la miró, comprendiendo al instante.
32:07¿Es por José?
32:11Irene asintió, su mandíbula tensa.
32:14La versión oficial de su muerte no tiene sentido.
32:19Sé que hay algo más.
32:20Algo que me ocultaron.
32:22Pedro, Damián, todos ellos saben más de lo que dicen.
32:25Y voy a averiguar qué le pasó realmente a mi hermano.
32:31Estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario para llegar al fondo de este asunto, Cristina.
32:36Lo que sea, la conversación fue un juramento.
32:42La venganza por la humillación sufrida se había transformado en una búsqueda de justicia para su hermano.
32:48Una misión que le daba un nuevo propósito y una peligrosidad que nadie en la colonia sospechaba.
32:53El acto final.
32:58La propuesta del lobo.
32:59Al atardecer, Marta, incapaz de seguir soportando el peso de su pena en soledad, bajó al despacho de su padre.
33:06Damián la vio entrar y su rostro se llenó de preocupación al ver su estado.
33:14Marta, hija, ¿qué ocurre?
33:16Pareces un alma en pena.
33:20Se ha marchado, papá.
33:22Dijo ella, su voz apenas un hilo.
33:25Fina, ha desaparecido.
33:27Me ha dejado una carta y se ha ido sin más.
33:29Le contó una versión editada de la historia, omitiendo cualquier mención a Santiago, hablando solo de una huida inexplicable.
33:41Damián la escuchó con atención, su expresión endureciéndose.
33:45No te preocupes, hija.
33:50Si esa muchacha ha huido, la encontraremos, dijo con la autoridad de un hombre acostumbrado a conseguir lo que quiere.
33:59Conozco a alguien, Ángel Ruiz, es el mejor en su campo.
34:04Discreto, eficiente, se pondrá en contacto con sus fuentes, la encontraremos en cuestión de días.
34:13En ese preciso instante, Pelayo apareció en el umbral de la puerta.
34:17Había estado escuchando.
34:21Con todo el respeto, suegro, creo que no es una buena idea.
34:25Intervino, entrando en el despacho con su habitual aire sereno.
34:29Damián lo miró, arqueando una ceja.
34:35Ah, no, y por qué no, si puede saberse.
34:38Ruiz es el mejor.
34:42Exactamente, es el mejor y todo el mundo lo sabe.
34:45Argumentó Pelayo, acercándose a Marta y poniendo una mano protectora en su hombro.
34:49Si contactamos con él, corremos el riesgo de que se sepa que estamos buscando a una dependienta.
35:00Podría generar rumores, preguntas incómodas, sobre todo en un momento tan delicado para la empresa.
35:06Podrían preguntarse por qué la familia de la reina tiene tanto interés en encontrar a esta chica.
35:17Marta lo miró, su mente nublada por el dolor incapaz de ver la trampa.
35:22La lógica de Pelayo parecía impecable.
35:24¿Y qué propones tú, entonces?, preguntó Damián, con un punto de escepticismo.
35:32Pelayo adoptó su expresión más sincera y servicial.
35:34Yo conozco a alguien en Madrid, un detective privado, no tan conocido como Ruiz, pero increíblemente eficaz y, sobre todo, absolutamente discreto.
35:49Nadie lo relaciona conmigo ni, por supuesto, con la familia.
35:53Sería una investigación silenciosa, sin dejar cabos sueltos.
35:57Podríamos controlar la información en todo momento, miró a Marta, sus ojos transmitiéndole un mensaje de apoyo incondicional.
36:10Lo hago por ti, cariño, para protegerte, para evitarte más dolor y más exposición.
36:18Dejemos que mi contacto se encargue, encontrará a Fina y lo hará sin que nadie se entere.
36:25Damián lo consideró por un momento.
36:27La propuesta de Pelayo sonaba razonable.
36:30En medio de la crisis de la saponificación, lo último que necesitaban era otro escándalo o más habladurías.
36:39Está bien, concedió finalmente.
36:42Encárgate tú, Pelayo, pero quiero resultados.
36:45Y quiero que mantengas a Marta informada de cada paso.
36:50Por supuesto, suegro, no se preocupe, todo está bajo control, dijo Pelayo.
36:55Y en esa frase, todo está bajo control, residía la aterradora verdad.
37:03El lobo se había ofrecido a buscar a la oveja desaparecida, no para encontrarla, sino para asegurarse de que el camino de vuelta al redil quedara cerrado para siempre.
37:12Pelayo no iba a buscar a Fina, iba a controlar la no búsqueda, iba a enterrar el último cabo suelto, protegiéndose a sí mismo y, en el proceso, aprisionando a Marta en una jaula de mentiras y secretos, convirtiendo su dolor en los barrotes perfectos.
37:30La libertad de Marta, el sueño por el que Fina se había sacrificado, nunca había estado tan lejos.
37:39La libertad de Marta, el sueño por el que Fina se había trouver en los barrotes perfectos.
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