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La Promesa avance del capítulo 660 Pía y Ricardo descubiertos Cristóbal los enfrenta EnglishMovie cdrama drama engsub chinesedramaengsub movieshortfull
Transcript
00:00Pía y Ricardo descubiertos. Cristóbal los enfrenta. El amor de Pía y Ricardo, que parecía
00:17más fuerte que cualquier obstáculo, se convierte en una bomba de relojería cuando un testigo
00:22inesperado lo descubre todo. El beso apasionado que sella su compromiso de estar juntos pese a las
00:30consecuencias no pasa desapercibido, y será precisamente Cristóbal quien lo sorprenda en
00:35el momento más vulnerable. El mayordomo, implacable y resentido, no dudará en tomar medidas drásticas
00:45que pondán en jaque no sólo la estabilidad laboral de Pía, sino también el futuro de la pareja.
00:53Mientras tanto, en La Promesa, los secretos y traiciones continúan tejiendo una red peligrosa.
00:59Martina quiere marcharse, Toño se consume por la culpa, Vera lucha contra la soledad y Enora
01:05busca respuestas. Pero nada sacudirá tanto la casa como el inminente castigo de Cristóbal
01:12contra Pía y Ricardo, ¿podrán resistir la tormenta que se avecina?
01:17El alba del lunes 25 de agosto se cernía sobre la promesa con una falsa promesa de paz.
01:27El sol, tímido al principio, comenzaba a teñir de oro y ámbar los vastos campos que rodeaban la
01:34finca, proyectando largas sombras desde los árboles centenarios que custodiaban sus secretos.
01:39Dentro de los muros de piedra, sin embargo, la luz no traía consigo claridad, sino la cruda
01:48exposición de las fracturas que amenazaban con derribar el delicado equilibrio de sus habitantes.
01:53El aire de la mañana estaba cargado, no con el aroma del rocío y la tierra húmeda, sino con el
02:01peso de las palabras no dichas, las decisiones inminentes y las pasiones que ardían en la
02:06clandestinidad. La noche anterior había dejado una herida abierta, un secreto ponzoñoso revelado en
02:15la penumbra de un pasillo. Leocadia y Cristóbal, la institutriz y el mayordomo, unidos en un abrazo que
02:21era todo menos inocente. La imagen persistía en la mente de la casa como un fantasma, aunque pocos
02:30conocían la verdad. Pero los secretos en la promesa tienen vida propia, reptan por las paredes,
02:40se susurran en las corrientes de aire y esperan el momento oportuno para saltar a la luz.
02:44Y la luz de aquel lunes prometía ser implacable. El espejo roto de Catalina. Catalina Luján,
02:53la hija indómita de Alonso, se había convertido en una isla.
02:59Se movía por la casa con la rigidez de una armadura, su rostro, habitualmente expresivo
03:06y apasionado, era ahora una máscara de severidad. La gestión de la finca, las deudas, las presiones
03:15y la sensación de soledad la habían erosionado por dentro, dejando a la vista sus aristas más
03:21afiladas. Nadie parecía entender la carga que soportaba, o al menos, nadie se atrevía
03:30a acercarse lo suficiente para compartirla. Curro la encontró en la biblioteca, un lugar
03:37que para ella era tanto un refugio como una trinchera.
03:44La luz de la mañana se filtraba por los altos ventanales, iluminando las motas de polvo que
03:49danzaban en el aire, pero no lograba disipar la sombra que envolvía a Catalina.
03:53Estaba de espaldas a la puerta, su figura tensa mientras examinaba un libro de contabilidad
04:02con una concentración feroz, como si intentara doblegar a los números con la pura fuerza de
04:07su voluntad.
04:11Curro carraspeó suavemente, no quería asustarla, pero sabía que interrumpirla era como pisar
04:16un campo de minas. Catalina, ¿puedo hablar contigo un momento? Ella no se giró de inmediato.
04:26Terminó de trazar una línea con el dedo sobre una columna de cifras, y solo entonces
04:31se volvió. Sus ojos, habitualmente llenos de un fuego
04:36vivaz, ahora parecían brasas cubiertas de ceniza.
04:39¿Qué ocurre, Curro? Estoy ocupada. Como siempre, la frialdad en su voz era un muro.
04:48Curro tragó saliva, sintiendo el peso de su misión. Había debatido consigo mismo durante
04:57horas si debía ser él quien le diera la noticia. Pero Martina era su prima, y Catalina, a pesar
05:06de su carácter actual, también lo era. La familia, por rota que estuviera, seguía
05:15siendo familia. Es sobre Martina, dijo, yendo directo al grano.
05:23Vio un destello de algo, quizás preocupación, cruzar el rostro de Catalina antes de que la
05:28máscara volviera a su sitio. ¿Qué pasa con Martina? ¿Otra de sus crisis? ¿Otro enfrentamiento
05:36con su madre? Te juro que no tengo energía para...
05:40Quiere marcharse de la promesa. La interrumpió Curro, su voz más firme de lo que esperaba.
05:47El silencio que siguió fue absoluto. Catalina se quedó inmóvil, el libro de contabilidad
05:56olvidado en sus manos. La noticia la golpeó como una bofetada
06:03invisible. Marcharse, la palabra resonó en la quietud de la biblioteca, absurda y dolorosa.
06:09¿Marcharse? Repitió, su voz un susurro incrédulo. ¿A dónde? ¿Por qué? Dice que no puede más.
06:21Que los continuos enfrentamientos. Curro hizo una pausa, eligiendo sus palabras con un cuidado exquisito.
06:31Contigo, sobre todo, siente que no hay lugar para ella aquí. El dolor en el rostro de Catalina
06:37fue genuino, una grieta en su fachada de hierro. Se mezclaba con la sorpresa y, por debajo de todo,
06:46con una profunda y amarga ofensa. ¿Conmigo? Pero, ¿por qué no me ha dicho nada? ¿Por qué tengo que
06:54enterarme por ti? ¿Desde cuándo planea esto? ¿Nadie pensaba decírmelo? La avalancha de preguntas
07:02brotó de ella, cada una más cargada de angustia que la anterior. Curro suspiró, el momento de la
07:11verdad había llegado. Catalina, con todo el respeto.
07:18Hablar contigo últimamente es difícil. La palabra difícil era un eufemismo amable.
07:23Lo que realmente quería decir era imposible. ¿Difícil? Replicó ella, su voz subiendo de
07:32tono, la herida transformándose en ira. ¿Difícil? Claro que es difícil. Intenta tú
07:41llevar esta casa sobre tus hombros. Intenta lidiar con las deudas, con las intrigas, con un padre que
07:47vive en su propio mundo y una madrastra que solo piensa en sí misma. Intenta sentir que eres la única
07:52que se preocupa de que todo esto no se venga abajo. Se acercó a él, sus ojos ahora sí echaban
08:00chispas. ¿Y ahora me dices que Martina se va por mi culpa? ¿Y que nadie se atreve a decírmelo a la
08:06cara? ¿En qué me he convertido para vosotros? ¿En un monstruo? Curro no retrocedió. La miró con una
08:15mezcla de compasión y firmeza. No en un monstruo, Catalina. En alguien que está tan consumida por sus
08:24batallas que no ve las heridas que causa a los demás. Estás intratable, es la verdad. Caminamos
08:32de puntillas a tu alrededor. Martina está sufriendo, y en lugar de encontrar un apoyo en su prima,
08:38encuentra un muro. Un muro que la juzga y la critica constantemente. Las palabras de Curro,
08:48aunque duras, estaban desprovistas de malicia. Eran un reflejo honesto de una realidad que
08:56Catalina se negaba a ver. Se quedó sin respuesta, boqueando como un pez fuera del agua.
09:02La ira se desvaneció tan rápido como había llegado, dejando en su lugar un vacío desolador.
09:13Se dio la vuelta, dándole la espalda a Curro, y miró por la ventana hacia los jardines.
09:21Su reflejo en el cristal le devolvió la imagen de una mujer sola y cansada. No sabía que era tan
09:27grave. Murmuró, su voz rota. Lo es, confirmó Curro en voz baja. Y si no haces algo, la perderás.
09:39Catalina no respondió. Se quedó allí, mirando su propio reflejo, mientras la dolorosa verdad de
09:47las palabras de su primo se asentaba en su corazón como un bloque de hielo.
09:51Se había esforzado tanto por salvar la promesa que no se había dado cuenta de que, en el proceso,
10:00estaba destruyendo los lazos que hacían de aquel lugar un hogar.
10:06La deuda de Toño y el peso de la conciencia. En las cocinas, el ambiente era un hervidero de
10:12actividad, pero Toño se movía como un autómata.
10:15Sus manos picaban verduras con una precisión mecánica, pero su mente estaba a kilómetros
10:23de distancia, atrapada en un laberinto de culpa y arrepentimiento.
10:30Cada vez que veía a Manuel, cada vez que oía una conversación sobre los apuros económicos
10:35de la empresa familiar, sentía una punzada en el estómago tan aguda que le cortaba la respiración.
10:41El dinero, aquel maldito dinero que Manuel le había confiado. El dinero para la maquinaria
10:49que habría sido la salvación, la modernización, el futuro.
10:56Y él lo había perdido. Lo había apostado, seducido por la promesa de una ganancia fácil,
11:02por la estúpida creencia de que podría multiplicarlo y devolverlo con creces,
11:06convirtiéndose en un héroe anónimo.
11:11En lugar de eso, se había convertido en el arquitecto silencioso de la ruina de su amigo.
11:19Ahora, la empresa dependía del capital de Leocadia, y Toño no podía evitar sentir que
11:24cada moneda de esa mujer estaba manchada con su fracaso.
11:30La presencia de la institutriz en la casa era un recordatorio constante de su traición.
11:34Simona lo observaba desde el otro lado de la mesa. Conocía a Toño desde que era un muchacho,
11:43y sabía leer sus silencios mejor que nadie.
11:45Esa verdura no te ha hecho nada, hijo, dijo con su habitual tono práctico, pero con un fondo de ternura.
11:58Si sigues así, vas a hacer un puré en lugar de un pisto.
12:02Toño detuvo el cuchillo a medio corte.
12:03Levantó la vista, sus ojos cargados de una tormenta de emociones.
12:11Lo siento, Simona.
12:13No tengo la cabeza donde debería. Eso lo ve un ciego.
12:20Replicó ella, secándose las manos en el delantal y sentándose frente a Jim.
12:28¿Es por lo del señorito Manuel?
12:30Toño asintió, incapaz de articular palabra.
12:33La culpa era una mordaza.
12:35Te conozco, Toño.
12:40Llevas el peso del mundo en esos hombros.
12:42Pero la culpa no cocina los guisos ni paga las deudas.
12:48¿Has hablado con él?
12:49¿Y qué le voy a decir?
12:51Exclamó Toño, su voz un susurro ronco y desesperado.
12:57Perdona, Manuel, que todo este infierno es por mi culpa.
13:01Que la razón por la que tienes que aguantar a esa mujer y sus condiciones es porque yo me jugué tu futuro a una carta.
13:10¿Lo destruiría?
13:11Quizás la verdad, por dura que sea, es mejor que este veneno que te está consumiendo por dentro.
13:17Sugirió Simona con sabiduría.
13:22No puedo, no puedo hacerle eso.
13:24Ya tienes suficiente.
13:25Mi castigo es vivir con esto.
13:27Verlo luchar cada día y saber que yo tengo la culpa.
13:33En ese momento, Enora entró en la cocina.
13:39Su presencia siempre añadía una capa de tensión al ambiente.
13:43Era observadora, afilada, y no se le escapaba una.
13:49Clavó sus ojos en Toño, luego en Simona, y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios.
13:58Vaya, vaya, interrumpo alguna confesión, dijo con un tono que pretendía ser juguetón pero que sonaba a desafío.
14:05Antes de que Toño pudiera reaccionar, Enora se centró en Simona y en Teresa, que estaba fregando unos cacharros en el fregadero.
14:19Quería hablar con vosotras, se oyen rumores, cuchicheos en los pasillos, sobre mí y sobre Toño.
14:25Su mirada se endureció.
14:29Quiero saber quién los empezó.
14:31Quiero saber quién duda de lo que hay entre nosotros.
14:36Simona y Teresa intercambiaron una mirada incómoda.
14:39La vida del servicio era un microcosmos de alianzas y rivalidades, y los rumores eran la moneda de cambio más común.
14:46Enora, la gente siempre habla, dijo Teresa, intentando ser diplomática.
14:55No me vengas con evasivas, Teresa, espetó Enora, acercándose a ellas.
15:00He oído que algunos piensan que lo nuestro es una farsa, que yo lo presiono.
15:08Quiero nombres.
15:11Toño se levantó, su propio tormento eclipsado momentáneamente por la escena.
15:16Enora, déjalo estar.
15:21No importa lo que digan los demás.
15:23A mí sí me importa.
15:25Le replicó ella, girándose para enfrentarlo.
15:30Me importa que piensen que soy una trepadora o que tú estás conmigo por lástima.
15:34Lo que hay entre nosotros es real.
15:39O no, la pregunta quedó flotando en el aire cargado de la cocina.
15:43Para Toño, era una pregunta imposible de responder.
15:49Su relación con Enora era otra complicación en su ya caótica vida interior.
15:53¿Era real, o era una distracción, una forma de castigarse o de intentar sentir algo más allá
16:00de la culpa abrasadora?
16:01Miró a Enora, a Simona, a Teresa, y se sintió más atrapado que nunca.
16:09Su silencio fue la respuesta más elocuente de todas, una respuesta que no satisfizo a nadie
16:14y que solo sirvió para echar más leña al fuego de las dudas y los rumores.
16:18La sombra del capitán y la negativa de un lacayo.
16:24En el ala de servicio, Petra, con su autoridad recién reforzada por la ausencia del capitán
16:30Lorenzo de la Mata, se movía con la determinación de quien reclama un territorio.
16:37La marcha del capitán había dejado un vacío de poder, y ella, como ama de llaves, estaba
16:43decidida a llenarlo.
16:47Su primer objetivo era simbólico pero potente, borrar los vestigios de su presencia.
16:56Encontró a Curro puliendo la plata en la despensa, una tarea metódica que le permitía
17:01mantener la mente ocupada.
17:02Curro, dijo Petra, su voz cortante como el cristal, deja eso, tengo una tarea más importante
17:11para ti.
17:15Curro levantó la vista, sus modales siempre impecables.
17:19Dígame, señora Petra, el capitán se ha marchado y no hay noticias de su regreso.
17:24Es hora de organizar sus cosas.
17:30Ve a su habitación, empaqueta sus pertenencias y deja el cuarto listo para ser utilizado.
17:38La orden era clara y directa, pero Curro sintió una punzada de inquietud.
17:43Lorenzo de la Mata no era un hombre que desapareciera sin más.
17:49Su ausencia se sentía como la calma que precede a la tormenta, no como el final de la misma.
17:54Actuar de forma precipitada podría tener consecuencias imprevisibles.
18:02Con el debido respeto, señora Petra, comenzó Curro, eligiendo sus palabras con sumo cuidado.
18:08Quizás deberíamos esperar.
18:12El señor capitán es un hombre de carácter, impredecible, si volviera y encontrara su habitación
18:17desmantelada.
18:18Si volviera, le interrumpió Petra con desdén, no va a volver, y aunque lo hiciera, las órdenes
18:27las doy yo ahora.
18:31La habitación es necesaria, haz lo que te digo.
18:34Pero Curro, a pesar de su posición de la callo, poseía una integridad y una prudencia
18:39que a menudo faltaban en sus superiores.
18:45¿Sabía que obedecer ciegamente aquella orden era una insensatez?
18:49Señora Petra, entiendo su posición, pero me temo que debo negarme.
18:56Petra se quedó atónita.
18:57La insubordinación directa era algo que no toleraba.
19:00Sus ojos se entrecerraron hasta convertirse en dos finas rendijas.
19:04Como has dicho, cualquier acción en la habitación del capitán podría ser interpretada como
19:12una provocación si él regresara.
19:15Explicó Curro, manteniendo la calma.
19:20Podría generar un conflicto innecesario que nos afectaría a todos.
19:24Le ruego que me asigne otra tarea.
19:25Cualquiera, limpiaré las letrinas si es preciso, pero no tocaré las pertenencias del capitán
19:33hasta que no haya una orden directa de los marqueses o la certeza absoluta de que no volverá.
19:41La negativa de Curro no era un acto de rebeldía, sino de autopreservación y de lealtad a la
19:46estabilidad de la casa.
19:47Era una jugada de ajedrez en un tablero donde él era un simple peón, pero un peón que
19:56se negaba a ser sacrificado tontamente.
20:01Petra lo fulminó con la mirada.
20:03La audacia del lacayo la enfurecía, pero en el fondo, una pequeña parte de ella sabía
20:08que tenía razón.
20:09Lorenzo era vengativo y peligroso.
20:14Aún así, su autoridad había sido desafiada, y eso era algo que no podía permitir.
20:22Muy bien, Curro, dijo con una voz gélida que prometía futuras represalias.
20:28Ya que eres tan
20:28prudente, te asignaré tareas que no requieran tanta iniciativa.
20:35Ve a limpiar los establos.
20:39Y quiero que el estiércol brille.
20:41Se dio la vuelta y se marchó con paso firme, dejando a Curro solo con la plata a medio
20:46pulir.
20:50Él suspiró, aliviado por haber evitado un desastre inmediato, pero consciente de que
20:55se había ganado una enemiga poderosa.
21:00En la promesa, cada decisión, por pequeña que fuera, tenía el potencial de desencadenar
21:05una guerra.
21:09El alto precio de la libertad de Vera.
21:11Mientras las intrigas se tejían en los salones y las cocinas, en el pequeño cuarto que compartían
21:17las doncellas, se desarrollaba una conversación mucho más íntima y dolorosa.
21:24Vera estaba sentada en el borde de su catre, la mirada perdida en un punto invisible de la
21:29pared.
21:29Sostenía entre sus manos una pequeña fotografía arrugada.
21:36La imagen de un niño sonriente, su hermano.
21:42Desde que había huido de su casa, denunciando los abusos de su padre, esa fotografía era
21:47su único vínculo con la vida que había dejado atrás.
21:50Teresa se sentó a su lado, colocando una mano reconfortante en su hombro.
21:58La amistad entre ellas se había forjado en la adversidad, un lazo de solidaridad en
22:02un mundo a menudo cruel.
22:04¿Sigues pensando en él, verdad?, preguntó Teresa con suavidad.
22:11Vera sintió, una lágrima solitaria rodando por su mejilla.
22:18No hay un solo día que no lo haga.
22:20Me pregunto si está bien, si me echa de menos.
22:25Si me odia por haberlo dejado allí.
22:27No te odia, Vera.
22:29Eres su hermana.
22:30Seguro que entiende por qué tuviste que hacerlo.
22:35¿Lo entiende?
22:36Vera la miró, sus ojos llenos de una angustia profunda.
22:39Es solo un niño, Teresa.
22:44Yo era su protectora, y lo abandoné.
22:46Güí para salvarme a mí misma y lo dejé solo con ese monstruo.
22:53La culpa, como la que sentía Toño, era una compañera constante para Vera.
22:58Pero la suya era diferente, nacida no de un error, sino de una elección imposible.
23:04A veces, continuó, su voz quebrada.
23:10Me pregunto si hice lo correcto.
23:13Si no habría sido mejor aguantar, soportarlo todo, solo para estar a su lado.
23:20Teresa apretó su hombro con más fuerza.
23:23Vera, escúchame.
23:24Si te hubieras quedado, ¿qué habría sido de ti?
23:27Ese hombre te habría destruido.
23:28No habrías podido proteger a tu hermano estando rota.
23:34Saliste de allí para poder vivir, para poder ser fuerte.
23:37Y algún día, cuando seas lo suficientemente fuerte, podrás volver a por él.
23:45Y si para entonces es demasiado tarde.
23:48Sollozó Vera.
23:51Nunca es demasiado tarde para el amor de una hermana.
23:54Teresa esperó un momento, dejando que sus palabras calaran, antes de hacer la pregunta más difícil.
23:59¿Te arrepientes, de verdad?
24:05Si pudieras volver atrás, ¿te quedarías?
24:08Vera se secó las lágrimas con el dorso de la mano.
24:14Miró la fotografía de su hermano, luego a los ojos comprensivos de Teresa, y finalmente a sus propias manos, las manos que habían firmado la denuncia, las manos que la habían llevado a la libertad.
24:25No, respondió con una firmeza que sorprendió incluso a ella misma.
24:33La voz le salió clara, sin titubeos.
24:38No me arrepiento, lo volvería a hacer mil veces.
24:41Sabía que denunciarlo significaría perderlo todo.
24:46Y lo he perdido.
24:47He perdido mi hogar, mi familia, a mi hermano.
24:50El precio de mi libertad ha sido muy alto.
24:52A veces siento que es un precio que no puedo pagar, pero ser libre, respirar sin miedo.
25:02Eso no tiene precio.
25:04Se aferró a esa verdad como a un salvavidas en medio de un océano de dolor.
25:11Había elegido la libertad, y aunque el camino era solitario y estaba lleno de espinas, era su camino.
25:17Teresa la abrazó, un abrazo silencioso que decía más que mil palabras.
25:25En aquel pequeño cuarto, dos mujeres jóvenes, unidas por el servicio y la amistad, compartían la carga de un mundo que exigía sacrificios demasiado grandes.
25:34Santos, Petra y el fantasma de Gregorio.
25:41La maquinaria de Cristóbal, el nuevo mayordomo, operaba con una eficiencia fría y calculadora.
25:47No se le escapaba nada.
25:52Sus ojos grises lo veían todo, sus oídos lo oían todo.
25:56Y últimamente, su interés se había centrado en un asunto del pasado que muchos preferirían dejar enterrado.
26:02La extraña y tensa relación entre el antiguo mayordomo, Gregorio, y la primera doncella, Pía Adarre.
26:09Santos, el lacayo oportunista y lenguaraz, fue uno de los primeros en ser interrogado.
26:18Cristóbal lo había acorralado en un pasillo, su interrogatorio fue sutil pero incisivo.
26:26Quería saberlo todo, los rumores, las tensiones, la naturaleza de la obsesión de Gregorio con Pía.
26:39Tan pronto como pudo zafarse, Santos buscó a Petra.
26:43La encontró supervisando la limpieza del gran salón, su rostro una máscara de implacable eficiencia.
26:52Señora Petra, necesito hablar con usted.
26:55Dijo Santos en voz baja, asegurándose de que nadie más pudiera oírlos.
27:03Petra lo miró con fastidio.
27:05Estoy ocupada, Santos.
27:07Lo que sea, puede esperar.
27:10No, no puede esperar.
27:11Insistió él, su habitual arrogancia reemplazada por una genuina urgencia.
27:19Es sobre el señor Cristóbal.
27:21El nombre del mayordomo captó la atención de Petra.
27:24Se apartó con él a un rincón más discreto.
27:29¿Qué pasa con él?
27:30Está haciendo preguntas.
27:32Preguntas muy específicas.
27:34Sobre su padre y la señora Pía.
27:35El color desapareció del rostro de Petra.
27:41Gregorio era su padre, un hecho que llevaba como una cruz y un secreto a partes iguales.
27:46Su relación con él había sido complicada, y su final en la promesa, una pesadilla.
27:54Que Cristóbal estuviera desenterrando ese pasado era una amenaza directa.
28:02¿Qué clase de preguntas?
28:03Sí, Seo.
28:04Quiere saber por qué la odiaba tanto.
28:09Si había algo más que una simple animadversión laboral.
28:15Me preguntó sobre el envenenamiento, sobre el niño, sobre todo.
28:20Petra sintió un escalofrío.
28:21Cristóbal no era un simple curioso.
28:27Estaba investigando, buscando debilidades, palancas que poder usar.
28:34Y la historia de Gregorio y Pía era una palanca muy poderosa.
28:38¿Y qué le has dicho?
28:39Preguntó, su voz temblando ligeramente.
28:42Santos la miró directamente a los ojos.
28:48En su mirada no había lealtad, solo un pragmatismo brutal.
28:54Le he dicho lo que sé, que no es mucho.
28:57Pero le he dejado claro una cosa, y quiero que usted también la sepa.
29:03Se inclinó un poco más hacia ella.
29:05Yo no voy a mentir por usted, ni por la memoria de mi abuelo.
29:08Cristóbal es el mayordomo.
29:13Tiene el poder.
29:14Si me pregunta algo, diré la verdad.
29:16No pienso ocultarle nada.
29:20No me voy a jugar el pellejo por los secretos de su familia.
29:23La advertencia fue como una daga de hielo.
29:29Petra comprendió en ese instante que estaba sola.
29:32Santos no sería su aliado.
29:34Su lealtad era hacia sí mismo y hacia quien ostentara el poder.
29:38Se quedó allí, en el rincón del gran salón,
29:43mientras Santos se alejaba,
29:45sintiendo como los fantasmas del pasado,
29:47que tanto se había esforzado por mantener a raya,
29:50comenzaban a arañar las paredes de su presente,
29:53atraídos por la curiosidad de un nuevo y peligroso mayordomo.
29:56El beso clandestino y los ojos que observan,
30:02en medio de todas estas tensiones,
30:04existía un pequeño oasis de pura y desafiante felicidad.
30:11Un amor que había florecido contra todo pronóstico,
30:14en el terreno más hostil imaginable,
30:17el de Pia Adarre y Ricardo Pellicer.
30:19La doncella y el ex mayordomo,
30:24ahora reconvertido en ayuda de cámara,
30:27habían encontrado el uno en el otro un refugio,
30:30un ancla en la tormenta constante que era la promesa.
30:35Su amor era un secreto a voces para algunos,
30:38pero para los que importaban,
30:40para los que tenían el poder de destruirlo,
30:42seguía siendo un misterio.
30:43Se encontraban en momentos robados,
30:48en rincones ocultos de la finca,
30:50donde podían ser simplemente Pia y Ricardo,
30:53no la señora Adarre y Pellicer.
30:58Aquel mediodía,
30:59se encontraron en el antiguo invernadero,
31:02un lugar abandonado en el extremo de los jardines,
31:05donde la naturaleza había comenzado a reclamar lo que era suyo.
31:08Las enredaderas se colaban por los cristales rotos
31:14y el aire olía a tierra húmeda y a flores silvestres.
31:20Era su santuario.
31:22Pia estaba nerviosa.
31:23Las preguntas de Cristóbal,
31:25aunque no se las habían dirigido a ella directamente,
31:28habían llegado a sus oídos.
31:32El nuevo mayordomo lo escrutaba todo,
31:34y ella sentía su mirada sobre ella constantemente.
31:38Ricardo, tengo miedo.
31:42Confesó,
31:43mientras él le tomaba las manos.
31:46Las manos de él eran cálidas y fuertes,
31:48un contraste con el temblor de las suyas.
31:53Este hombre, Cristóbal,
31:55no es como los demás.
31:56Siento que nos vigila,
31:58y si nos descubre,
31:59y si me despide.
32:02La idea de perder su trabajo,
32:04su hogar,
32:05la única estabilidad que había conocido,
32:07era aterradora.
32:11Ricardo la miró con una ternura infinita.
32:14Ahuecó su rostro con sus manos,
32:16obligándola a mirarlo a los ojos.
32:21Mírame,
32:22Pia,
32:23escúchame bien.
32:24Su voz era profunda y serena,
32:26un bálsamo para su ansiedad.
32:27Hemos pasado por cosas peores.
32:32Has pasado por cosas peores.
32:34Has sobrevivido a Gregorio,
32:36a la maldad,
32:37a la desesperación.
32:41Eres la mujer más fuerte que conozco.
32:43No vamos a dejar que el miedo nos gobierne ahora.
32:45Pero es diferente,
32:50insistió ella.
32:51Antes luchaba sola.
32:52Ahora,
32:53ahora te tengo a ti.
32:56Y la idea de perderte,
32:58o de que tú pierdas tu puesto por mi culpa.
33:00No podría soportarlo.
33:04Una sonrisa suave iluminó el rostro de Ricardo.
33:07Mi puesto,
33:08Pia,
33:09mi amor,
33:10este puesto no es nada.
33:14Es un uniforme y un techo.
33:16Tú eres mi hogar.
33:17Si te despiden,
33:18si te echan de esta casa,
33:20no habrá muros ni cancelas que me impidan seguirte.
33:25Me iré contigo.
33:26Encontraremos otro lugar,
33:28otra vida.
33:29Juntos,
33:30te seguiré hasta el fin del mundo si es necesario.
33:35¿Me oyes?
33:36Hasta el fin del mundo.
33:38Las palabras de Ricardo no eran una simple promesa romántica.
33:41Eran un juramento inquebrantable.
33:46Pia sintió como el miedo que la atenazaba comenzaba a disolverse,
33:50reemplazado por una oleada de amor tan abrumadora que le llenó los ojos de lágrimas.
33:57¿Lo dices en serio?
33:58Susurró.
33:59Nunca he hablado más en serio en toda mi vida.
34:02Afirmó él.
34:06Y entonces,
34:07en la quietud del invernadero abandonado,
34:10rodeados por el abrazo de la naturaleza salvaje,
34:13se besaron.
34:13No fue un beso apresurado ni furtivo,
34:19sino un beso profundo,
34:20lento y lleno de significado.
34:25Era el sello de su promesa,
34:27la afirmación de su amor contra el mundo.
34:30En aquel beso estaba todo su pasado de sufrimiento,
34:33su presente de felicidad clandestina y su futuro de esperanza compartida.
34:37Se olvidaron de la promesa,
34:42de los marqueses,
34:43de los mayordomos y de las reglas.
34:46Solo existían ellos dos.
34:50Pero no estaban solos.
34:52Al otro lado de los cristales sucios y cubiertos de enredaderas,
34:56una figura había permanecido inmóvil,
34:58observando.
34:59Cristóbal había seguido a Pía,
35:05su instinto le decía que la doncella escondía algo,
35:08y su instinto rara vez le fallaba.
35:12Y allí estaba la prueba.
35:14No era un simple rumor.
35:15Era una relación en toda regla,
35:17una flagrante violación del estricto código que él mismo se esforzaba por imponer.
35:24Observó el beso con una expresión indescifrable.
35:27No había ira en su rostro,
35:29ni sorpresa.
35:32Solo una fría y calculadora quietud,
35:35vio a Pía y Ricardo separarse,
35:37sonreírse,
35:38ajenos por completo a su presencia.
35:43Los vio susurrarse algo más y luego marcharse del invernadero,
35:47cada uno por su lado,
35:48para no levantar sospechas.
35:52Cristóbal se quedó allí unos segundos más,
35:54la escena grabada a fuego en su memoria.
35:59El beso,
36:01la promesa,
36:02la felicidad de ellos era una afrenta directa a su autoridad,
36:06un desorden en el sistema perfecto que pretendía crear.
36:08Y el desorden debía ser erradicado.
36:14Se dio la vuelta y caminó de regreso hacia la casa principal.
36:20Su paso era tranquilo,
36:22deliberado.
36:23No había prisa,
36:24ya los tenía,
36:25la doncella y el ex mayordomo,
36:27tan enamorados,
36:28tan dispuestos a vivir su amor pese a todo.
36:30No sabían que su destino ya no les pertenecía.
36:36Acababa de caer en las manos de un hombre que no creía en el amor,
36:39solo en el orden y el control.
36:44Y en su mente,
36:45fría y metódica,
36:47ya comenzaban a tomar forma las duras medidas que iba a tomar.
36:50Medidas drásticas que no solo separarían a los amantes,
36:57sino que enviarían un mensaje claro a todos los habitantes de la promesa.
37:01Nadie,
37:02absolutamente nadie,
37:03estaba por encima de sus reglas.
37:08La caída de Pía y Ricardo no sería simplemente un castigo,
37:12sería un ejemplo.
37:14Y él se aseguraría de que fuera inolvidable.
37:16El lunes apenas había comenzado,
37:21pero para dos corazones enamorados,
37:23la sentencia ya estaba dictada.
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