#LaPromesaFederico #desenmascara #Lorenzo
Federico desenmascara a Lorenzo y salva a Ángela de un matrimonio forzado
El amanecer en La Promesa dejó de ser un símbolo de calma desde la llegada de Lorenzo, cuyo veneno se infiltra en cada rincón del palacio. Sus humillaciones contra Curro alcanzan un punto insoportable, mientras su oscura amenaza obliga a Leocadia a presionar a Ángela para casarse con él en contra de su voluntad. Pero cuando todo parece perdido, un giro inesperado sacude la historia: Federico revela su verdadera identidad ...
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Federico desenmascara a Lorenzo y salva a Ángela de un matrimonio forzado
El amanecer en La Promesa dejó de ser un símbolo de calma desde la llegada de Lorenzo, cuyo veneno se infiltra en cada rincón del palacio. Sus humillaciones contra Curro alcanzan un punto insoportable, mientras su oscura amenaza obliga a Leocadia a presionar a Ángela para casarse con él en contra de su voluntad. Pero cuando todo parece perdido, un giro inesperado sacude la historia: Federico revela su verdadera identidad ...
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00:00Federico desenmascara a Lorenzo y salva a Ángela de un matrimonio forzado. El amanecer en la promesa
00:16dejó de ser un símbolo de calma desde la llegada de Lorenzo, cuyo veneno se infiltra en cada rincón
00:21del palacio. Sus humillaciones contra Curro alcanzan un punto insoportable, mientras su
00:28oscura amenaza obliga a Leocadia a presionar a Ángela para casarse con él en contra de su voluntad.
00:35Pero cuando todo parece perdido, un giro inesperado sacude la historia. Federico revela su verdadera
00:42identidad como agente encubierto y, frente a todos, arresta a Lorenzo, sellando su caída definitiva.
00:50¿Será este realmente el final del villano, o su sombra aún seguirá acechando desde las rejas? Y
00:57lo más importante, ¿podrán Curro y Ángela vivir por fin su amor en libertad, o nuevos secretos del
01:03pasado volverán a interponerse en su camino? El amanecer en la promesa siempre había sido un
01:09espectáculo de belleza silenciosa. Los primeros rayos de sol, de un color melocotón pálido, se
01:17filtraban a través de los altos ventanales del palacio, pintando franjas de luz sobre los suelos
01:22de mármol pulido y despertando el brillo latente de la plata y el cristal. Era un momento de paz,
01:29un lienzo en blanco sobre el que se escribiría el día. Sin embargo, desde la llegada de Lorenzo,
01:35capitán de amargura y maestro de la humillación, esos primeros momentos de calma se habían convertido
01:41en la tensa antesala de una tormenta que, inevitablemente, estallaría antes del mediodía.
01:46El aire mismo parecía contener la respiración, a la espera del primer trueno de su voz.
01:55Y en los próximos capítulos de la serie La Promesa, Federico, el hermano de Vera,
02:01revelará su verdadera identidad y desenmascarará a Lorenzo delante de todos, exponiendo uno de los
02:07mayores crímenes del villano y logrando que vuelva a la cárcel de una vez por todas,
02:11pero ahora de manera definitiva. Lorenzo se dará cuenta de que ya es demasiado tarde y,
02:19en un acto de locura, intentará huir, pero ya será demasiado tarde. Y lo que sucederá a
02:26continuación provocará un giro jamás visto antes en la serie. Déjame tu me gusta en el vídeo si
02:33también quieres saber cómo Federico conseguirá librarse de las maldades de Lorenzo. Esa mañana
02:39no fue la excepción. De regreso al palacio, temprano por la mañana, Lorenzo se mostró más
02:45insoportable que nunca. Su presencia era como una mancha de aceite en el agua cristalina del
02:52servicio. Bajó a la despensa como si fuera el dueño del lugar, con el mentón en alto y una mirada
02:58de desprecio que recorría cada rincón, cada rostro, buscando una falla, una excusa para desatar su veneno.
03:05Pía, cambia todo el mantel. Este color es deprimente, espetó, señalando un lino de un
03:14marfil impecable. Me recuerda a la palidez de los enfermos. ¿Acaso intentáis contagiarme vuestra
03:22mediocridad a través de la vista? Quiero algo con vida, algo rojo, como la sangre de un toro bravo,
03:28no está mortaja. Pía, la gobernanta, apretó la mandíbula, pero su rostro permaneció impasible,
03:38una máscara de profesionalidad forjada en años de servicio.
03:42Como ordene el señor capitán, buscaré otro de inmediato. Lorenzo ni siquiera la miró.
03:50Su atención ya se había desplazado, cual buitre buscando nueva carroña. Se detuvo frente a la mesa
03:56donde Simona cortaba el pan con esmero. Simona, el pan está duro. Declaró, pinchando la corteza con
04:05un dedo. ¿Con qué lo habéis horneado? ¿Con piedras del camino? Un hombre de mi posición no puede arriesgar
04:12su dentadura con este ladrillo. Llévalo de vuelta a la cocina y trae algo que no requiera un martillo
04:19para ser partido. Simona bajó la cabeza, murmurando una disculpa casi inaudible. Candela, a su lado,
04:28sirviendo el café, sintió la mirada de Lorenzo posarse sobre ella y se encogió instintivamente.
04:36Candela, el café está flojo. Esto no es café, es agua sucia. ¿Pretendes que me despierte con esta
04:42infusión de calcetines? Vuelve a hacerlo. Y esta vez, que tenga el color de la noche y la fuerza de
04:50un demonio. Las dos cocineras intercambiaron una mirada de pura desesperación, pero sabían que
04:56cualquier réplica solo empeoraría las cosas. El sadismo de Lorenzo se alimentaba de la confrontación
05:03y, claro, reservaba lo peor para Curro. La mera existencia del joven parecía una afrenta personal
05:12para el capitán. Apenas lo vio pasar por el pasillo, cargando un pesado cesto de leña para
05:17las chimeneas de los salones, Lorenzo Silbo. No fue una llamada, fue un sonido agudo y despectivo,
05:25el mismo que se usaría para llamar a un perro callejero. Tú, bastardo del marqués, ven aquí.
05:34El insulto resonó en el silencio del comedor de servicio. Todos los presentes se congelaron. Curro
05:42se detuvo en seco, sus nudillos blancos por la fuerza con que apretaba el asa del cesto.
05:49Por un instante, el impulso de darse la vuelta y seguir su camino fue casi abrumador.
05:55Pero sabía que la insubordinación le costaría cara, no a él, sino a quienes intentaran defenderlo.
06:05Conteniendo la rabia que le subía por la garganta como una bilis ardiente, se giró lentamente y se
06:11acercó. ¿Qué desea, capitán?, preguntó el joven, su voz un hilo tenso de control. Lorenzo lo recorrió
06:19con la mirada de arriba abajo, deteniéndose en sus manos encallecidas y en el sudor que perlaba su
06:25frente. Deseo que aprendas a trabajar de verdad, no a pasearte como un pavo real con
06:32ínfulas de nobleza. Deja esa leña, ve al establo ahora mismo y cambia toda la paja.
06:40Quiero que brille, ¿entiendes?, que las bestias duerman sobre un lecho más limpio que el tuyo.
06:45Después, lustrarás mis botas hasta que pueda ver mi reflejo en ellas. Y no un reflejo borroso,
06:53quiero ver hasta el último pelo de mi bigote. Luego, organizarás el depósito de plata,
06:59pieza por pieza, por tamaño y por uso. Y volverás aquí antes del almuerzo.
07:04Ah, y un detalle importante, sin sudar, la gente de tu tipo suele oler mal cuando se esfuerza,
07:13y no quiero que tu hedor contamine mi almuerzo. Los criados se miraron entre sí, la incomodidad
07:21mezclada con una furia impotente. María Fernández dio medio paso al frente, con los labios entreabiertos,
07:27dispuesta a decir algo, cualquier cosa, para detener aquella humillación. Pero Curro, sin mirarla,
07:36levantó una mano, un gesto sutil pero firme pidiendo silencio. Sabía que la intervención de María solo
07:44le daría a Lorenzo un nuevo objetivo. Haré lo que hay que hacer, respondió Curro, con la dignidad como
07:50único escudo. Y hazlo bien, insistió Lorenzo, acortando la distancia entre ellos hasta que su
07:58aliento fétido golpeó el rostro del joven. Habló en un susurro venenoso, para que solo él lo escuchara.
08:07Cada segundo que respiras bajo este techo es un favor que el destino te hace, un favor que yo
08:12personalmente te estoy concediendo. Y pienso cobrar la cuenta con intereses, muchacho. Cada gota de tu sudor
08:20es un pago inicial. El resto de la mañana fue una sucesión de pequeñas y crueles humillaciones,
08:27una tortura psicológica diseñada para quebrar el espíritu de Curro.
08:33Lorenzo lo mandó a rehacer tareas ya terminadas, alegando imperfecciones invisibles.
08:39Lo obligó a alinear las copas en el aparador con una regla, solo para declarar que estaban
08:45fuera de alineación por un milímetro y obligarlo a empezar de nuevo.
08:50Lo hizo quitar el polvo de estanterías ya impecables, pasando un pañuelo blanco para
08:55buscar una mota inexistente. Lo envió a medir las cortinas del salón con una cinta métrica,
09:03le ordenó cortarlas un dedo, y cuando el trabajo estuvo hecho, se quejó de que estaban demasiado
09:08cortas y exigió que las alargaran de nuevo, una tarea imposible.
09:12En el pasillo principal, mientras Curro transportaba con sumo cuidado una bandeja,
09:19Lorenzo pasó a su lado y, con un movimiento deliberado y sutil, la golpeó, enviándola
09:25al suelo con un estrépito metálico. La bandeja estaba vacía, pero el ruido fue
09:31escandaloso. Ojos abiertos, la callo. Gritó Lorenzo, con una voz que resonó en todo el ala.
09:41Esto no es un establo, es un palacio. Tu torpeza es un insulto a estas paredes. En el salón,
09:47más tarde, aprovechó la presencia de Alonso para dar el golpe que más deseaba. La humillación pública.
09:53El marqués leía el periódico, ajeno al tormento del servicio. Marqués, dijo Lorenzo en voz alta,
10:03con un tono de falsa preocupación, ve cómo está todo. El servicio se ha vuelto laxo, perezoso.
10:11El té debería estar sobre la mesa hace diez minutos, y nuestro colaborador. Lanzó una mirada
10:16cargada de desprecio hacia Curro, que entraba en ese momento. Aún pierde el tiempo en menesteres
10:22que claramente le superan. Alonso, cansado de las intrigas y del tono petulante de Lorenzo,
10:30bajó el periódico con un suspiro. Su mirada no se posó en Curro, sino en el capitán. Lorenzo,
10:39deje sus juegos y permita que el servicio haga su trabajo. Tenemos asuntos más importantes que
10:46atender que la puntualidad de una taza de té. Concéntrense todos en sus labores. La orden fue
10:53una bofetada velada. Lorenzo sonrió, una mueca satisfecha por haber clavado la espina a la vista
10:59de todos, pero por dentro, la indiferencia de Alonso lo carcomía. No había conseguido la reacción que
11:08buscaba, la reprimenda pública para el joven. Solo había logrado una leve irritación del marqués
11:15hacia él mismo. Y eso, para Lorenzo, era una ofensa que no perdonaría. Por la tarde, harto de atormentar
11:24al servicio, decidió atacar lo que más le molestaba, la felicidad ajena. Encontró a Ángela en el jardín,
11:33organizando unas flores recién cortadas en un jarrón. La luz del sol se enredaba en su cabello,
11:40y por un momento, parecía una figura de paz en medio del caos. Una imagen que Lorenzo sintió la
11:49necesidad imperiosa de destruir. Se apoyó en el marco de la puerta de cristal, con la misma sonrisa
11:54torcida que precedía a sus peores actos. Buenas tardes, Ángela. He sabido que estás muy ocupada.
12:03Concurro. Ella se mantuvo erguida, sin dejar de colocar una rosa en el jarrón.
12:09El simple tono de su nombre en los labios de Lorenzo era suficiente para ponerla en guardia.
12:16¿Qué quiere, Lorenzo? Preguntó, su voz más nerviosa de lo que pretendía. Oh, nada en particular.
12:24Solo quiero desearte suerte. La vas a necesitar, créeme. Se adentró en el jardín,
12:31rodeando el parterre de rosas como un depredador que estudia a su presa.
12:36El palacio entero comenta el curioso romance. La hija de la ricachona Leocadia, una mujer de
12:42posición y fortuna, con el bastardo renegado del marqués. Es casi poético. Una tragedia griega en
12:50ciernes. Lástima que la poesía no resista a los hechos, a la cruda realidad.
12:57Ángela dejó las flores y se cruzó de brazos, enfrentándolo. ¿A qué realidad se refiere?
13:03A la realidad de que estás atando tu destino a un hombre roto. ¿Sabes qué más dicen? Curro es inestable.
13:10Vive de explosiones de ira que apenas puede contener. Es un barril de pólvora con una
13:16mecha muy corta. Un hombre así no protege a nadie, Ángela. Al contrario, atrae el desastre. Y yo,
13:25que aprecio el orden de las cosas, prometo destruir ese romance.
13:31Te doy mi palabra de honor. Usted no tiene honor. Replicó Ángela, con un valor que la sorprendió a ella
13:37misma. La sonrisa de Lorenzo se desvaneció, reemplazada por una frialdad glacial. Pero
13:45tengo memoria y recursos. Respondió él, seco. Y ya tengo planeada mi venganza. No solo contra él,
13:54sino contra todos los que lo protegen. Ángela entrecerró los ojos, un escalofrío recorriendo
14:01su espalda. ¡Qué venganza! ¿De qué habla? Lo descubrirás pronto. Muy pronto. Respondió Lorenzo,
14:09dándose la vuelta para salir. Y cuando lo descubras, quiero estar cerca. Quiero estar muy cerca para ver
14:16la expresión de tu cara cuando tu mundo de cuento de hadas se derrumbe. El mensaje quedó resonando en
14:22el aire perfumado del jardín, una nota discordante y podrida. Más tarde, cuando el sol comenzaba a
14:30descender, Ángela buscó a Curro en el patio. Lo encontró terminando de cambiar la paja de los
14:37establos, con la camisa pegada a la espalda por el sudor y el rostro marcado por el cansancio.
14:43Me amenazó, dijo ella sin preámbulos, con la voz temblorosa. Dijo que nos va a destruir.
14:53Habló de una venganza y que ya tiene algo preparado. Curro, tenía una mirada. Nunca lo
14:58había visto así. Curro se secó el sudor de la frente con el dorso del brazo, su cuerpo agotado
15:05pero su mirada firme. Dejó la horca a un lado y se acercó a ella, tomándole las manos. Déjalo hablar,
15:14Ángela. Lorenzo vive de palabras, de veneno. Es un cobarde que se crece humillando a los demás
15:22porque es la única forma que tiene de sentirse poderoso. Cuando necesita actuar, tropieza. Si
15:30viene a por nosotros, lo enfrentaremos. Juntos. Prométeme que no lo vas a provocar. Pidió ella,
15:38con los ojos llenos de angustia. Es lo que busca. Quiere que pierdas el control. Prometo que no
15:46caeré en sus provocaciones. Respondió él, acariciándole la mejilla. Pero también te prometo
15:53que no voy a retroceder ni un solo paso. No voy a dejar que nos intimide. Al día siguiente,
16:00las cosas empeoraron. La amenaza de Lorenzo no tardó en materializarse. Temprano, apareció en el
16:07depósito de plata con un cuaderno y un lápiz en la mano, justo cuando Curro terminaba de organizar
16:13las piezas como le había ordenado. Inventario. Vamos, a ver si esta vez el bastardo logra contar
16:21hasta diez sin equivocarse con los dedos. Curro respiró hondo, ignorando el insulto. Abrió los
16:28cajones forrados de terciopelo. Verificó pieza por pieza, con una paciencia infinita. Cuberterías,
16:37candelabros, soperas, bandejas. Anotó cada artículo en el libro de registro. Al final,
16:44con el trabajo meticulosamente completado, llamó a Pía para que lo certificara con su firma.
16:51Está completo, señor capitán. Dijo Pía, tras una rápida revisión. No falta nada.
17:00Lorenzo volvió media hora después, cuando Curro ya estaba en otra tarea. Entró en el depósito,
17:06golpeó los cajones con fuerza y frunció el ceño, fingiendo una inspección minuciosa.
17:11Curioso, muy curioso. Dijo en voz alta, para que varios criados que pasaban por allí lo oyeran.
17:21Faltan dos cucharas de plata grandes. De las buenas, las del escudo de armas de la familia.
17:29Simplemente, han desaparecido. ¿Quién fue el último en tocar esto? Los criados,
17:35intimidados, señalaron vacilantes a Curro.
17:37Ah, claro. Dijo Lorenzo, con una teatralidad insultante. ¿Quién más podría ser, el lobo
17:46cuidando de las ovejas? Pía intervino de inmediato, con la autoridad que su cargo le
17:52confería. Nadie lo vio revisar el inventario antes de que yo lo firmara, Lorenzo.
17:57Puede haber sido un error de conteo suyo. ¿Me estás llamando ciego, pía? O quizás mentiroso,
18:06respondió él con una sonrisa sin humor.
18:10No, no, aquí hay gato encerrado, y yo sé de qué raza es. Mejor vamos a buscar habitación por habitación.
18:16Registraremos todo, baúles, cajones, cofres, hasta que esas cucharas aparezcan. En la ronda
18:25sorpresa, orquestada para la máxima humillación, Lorenzo irrumpió en la habitación de Curro,
18:31un pequeño y austero cuarto en el ala de servicio. Lo acompañaban dos criados como testigos forzosos y
18:39una autoridad menor de la casa, convocada por él para dar oficialidad al acto. Sin pedir permiso,
18:46abrió de golpe el baúl de madera del joven. Allí dentro, envueltas cuidadosamente en un paño de
18:52lino, brillaban las dos cucharas de plata. Un choque de incredulidad recorrió al grupo. Pía se tapó la
19:00boca con la mano, sus ojos desorbitados. María Fernández, que observaba desde el pasillo, se puso
19:09pálida como el papel. Curro dio un paso atrás, completamente atónito, sin poder articular palabra.
19:18Era una trampa tan obvia, tan burda, y sin embargo, tan efectiva. Esto no es posible. Yo no.
19:27Lorenzo sonrió, un rictus de triunfo puro y maligno en su rostro. ¿Lo veis? Ladrón y bastardo. A veces la
19:35vida simplifica las cosas y combina las deshonras en una sola persona. En ese preciso instante,
19:43la voz de Alonso retumbó desde el pasillo. Alertado por el alboroto, el marqués había acudido a ver qué
19:49sucedía. Vio la escena, Lorenzo exultante, curro devastado, y las cucharas en el baúl. Lorenzo,
19:59¿qué significa esta farsa? Preguntó Alonso, con un tono gélido que no admitía réplica.
20:07Justicia, marqués, he descubierto al ladrón que teníamos en casa. Respondió Lorenzo, señalando a
20:14curro. Alonso miró las cucharas, luego a curro, y finalmente a Lorenzo, con una expresión de profundo
20:22hastío. Lorenzo, detenga esta payasada de inmediato. Por dos cucharas no hace falta armar
20:30más alboroto. Devuelva eso a su sitio y deje al muchacho en paz. Tengo asuntos más urgentes que
20:37sus cacerías de brujas personales. La orden fue tan tajante, tan despectiva hacia su gran
20:44descubrimiento, que Lorenzo se quedó paralizado, con la sonrisa congelada en la cara. Había sido
20:51humillado públicamente por el marqués. Su plan se había desmoronado, no por la inocencia de curro,
20:57sino por la simple indiferencia de Alonso. El capitán, completamente nervioso y rojo de ira,
21:06sintió que la sangre le hervía en las venas. Alguien tenía que pagar por aquello, y si no podía
21:13destruir a curro directamente, destruiría todo lo que él amaba. Al día siguiente, Lorenzo despertó con
21:21la mente tomada por una sed de venganza insaciable. Apenas puso los pies en el suelo de sus aposentos,
21:29ya estaba trazando el próximo paso de su plan. La humillación de la noche anterior, cuando Alonso
21:36mandó parar la escenificación de las cucharas y despreció su artimaña con un gesto de la mano,
21:41ardía en su memoria como un hierro candente. Decidió que alguien tenía que pagar un precio
21:48mucho más alto, y esa persona sería Leocadia. Sin demora, sin siquiera desayunar, Lorenzo caminó
21:56con paso decidido hasta los aposentos de ella. Golpeó la puerta, un simple formalismo para
22:04anunciar su presencia, y entró sin esperar respuesta. Leocadia estaba de pie frente al
22:11espejo de su tocador, arreglando su cabello. Al ver al intruso en el reflejo, giró el cuerpo con
22:17una expresión de profundo fastidio.
22:19¿Qué haces aquí a esta hora, Lorenzo? ¿No te han enseñado a esperar a que te inviten
22:25a pasar? Preguntó con frialdad.
22:29Vengo a resolver mi futuro. ¿Y el tuyo? Respondió el sin rodeos, cerrando la puerta
22:35tras de sí con un clic ominoso que selló la privacidad de la habitación.
22:38Se acercó a ella, invadiendo su espacio personal con una agresividad calculada.
22:45Me vas a dar la mano de tu hija. En una semana, a más tardar, estaré casado con Ángela.
22:52Leocadia abrió los ojos, una mezcla de sorpresa y furia pintándose en su rostro.
22:59Una risa corta y seca escapó de sus labios. ¿Has enloquecido? ¿De verdad crees que puedes
23:04venir aquí a imponer algo así? Ángela jamás aceptará.
23:09Te desprecia, y con razón. Lorenzo sonrió de lado, con ese tono que rebosaba amenaza
23:15y anticipaba la victoria.
23:19Ella aceptará. Aceptará porque tú, su amada madre, la obligarás. ¿O acaso prefieres que
23:25exponga ese pequeño y oscuro secreto que guardas con tanto celo? Ya sabes a qué me refiero.
23:32Aquel episodio tan desafortunado con Dolores y su hija, Yana. Sé mucho más de lo que imaginas.
23:38Sé detalles que te pondrían en una posición muy, muy comprometida. El color abandonó el rostro de
23:46Leocadia. Se puso pálida como un fantasma, sus manos temblando ligeramente. ¿Cómo, no te atreverías?
23:55Ah, claro que me atrevería. Replicó Lorenzo, acercándose hasta que sus rostros casi se rozaban.
24:03Su voz era un susurro sibilante y cruel. Si no quieres que todo el mundo, empezando por el
24:11marqués, sepa el papel exacto que desempeñaste en el atentado contra Dolores y contra Yana,
24:17entonces empezarás a preparar a tu encantadora hija para que sea mi esposa.
24:21Tengo amigos muy discretos, listos para difundir cada detalle de tu traición por todos los círculos
24:28sociales. Imagina el escándalo, Leocadia. Tu nombre, tu honor, arrastrados por el fango. Te doy una
24:37semana. Siete días. De lo contrario, no solo te destruiré a ti. Destruiré a tu hija, vuestro futuro
24:45y vuestro legado. El silencio que siguió fue pesado, denso, cargado de la ponzoña de su amenaza.
24:53Leocadia respiró hondo, intentando recuperar el control, pero sentía como el suelo se abría bajo
24:59sus pies. Sabía que Lorenzo era peligroso, un escorpión venenoso, pero nunca imaginó que tuviera
25:07en su poder un arma tan devastadora, un secreto que ella creía enterrado para siempre. Más tarde,
25:14ya con Ángela delante de ella, Leocadia dejó claro que no había elección. Encontró a su hija
25:22en su habitación, sentada cerca de la ventana, bordando. Ángela levantó los ojos al ver a su
25:28madre entrar, pero la expresión sombría y dura de Leocadia la alertó de que algo terrible estaba
25:33a punto de suceder. Ángela, te vas a casar con Lorenzo. Dijo Leocadia de forma directa,
25:42sin rodeos, su voz desprovista de toda calidez. Ángela se levantó de un salto, el bastidor
25:50de bordado cayendo al suelo. El impacto de las palabras la golpeó como una ola helada.
25:55¿Qué? No, no, madre, jamás haré eso. No puedes estar hablando en serio. No voy a casarme con un
26:04hombre que solo me desprecia, que nos amenaza a mí y a Curro. Es un monstruo. Leocadia cerró los ojos
26:12un instante, como si necesitara reunir fuerzas para la batalla que se avecinaba. No es una elección
26:20tuya, Ángela. Es una orden. Vas a obedecer. Ese matrimonio debe suceder, y sucederá.
26:28¿Debe? ¿Por qué? Gritó Ángela, la incredulidad tiñendo cada sílaba. ¿Por qué me obligas a algo
26:34tan absurdo? ¿Qué te ha hecho para que te doblegues así? ¿Qué estás escondiendo, madre?
26:39Leocadia se acercó a su hija y la sujetó con fuerza por los brazos, sus dedos clavándose en la
26:46carne de Ángela. La voz le salió firme, casi cortante, irreconocible. No tienes por qué entenderlo.
26:57Solo tienes que obedecer. Te casarás con Lorenzo. Está decidido. Fin de la discusión.
27:02Ángela intentó soltarse, con los ojos anegados en lágrimas de rabia y desesperación.
27:11Nunca, puedes encerrarme, puedes amenazarme, pero no subiré al altar con él. Prefiero perderlo todo,
27:18perderte a ti, antes que vivir atada a ese monstruo. La mirada de Leocadia se cargó de una mezcla de
27:25desesperación y frialdad. Apretó aún más los brazos de su hija. No entiendes nada,
27:32niña estúpida. Eres una cría que juega al amor sin saber nada de la vida real.
27:39Es la única salida que tenemos. Si no aceptas, perderemos mucho, mucho más de lo que imaginas.
27:47Perderemos el nombre, la posición, el respeto. Lo perderemos todo. Ángela, tomada por el llanto,
27:55gritó con toda la fuerza de sus pulmones. No. Yo amo a Curro y jamás lo traicionaré casándome con
28:01ese miserable. Pero Leocadia, endurecida por el pánico al chantaje de Lorenzo, cerró la discusión
28:09con una crueldad definitiva. Te casarás, Ángela, porque yo lo mando. Y si te atreves a desobedecerme,
28:18si intentas alguna estupidez, te juro que tendrás consecuencias que no estás preparada para soportar.
28:23Ángela quedó inmóvil, los ojos fijos en su madre, viendo no a la mujer que la había criado,
28:31sino a una extraña, a una carcelera. Sintió el peso de la trampa que se cerraba inexorablemente
28:38a su alrededor. Afuera, escondido en un recodo del pasillo, Cristóbal había oído la parte final
28:44de la acalorada conversación y una sonrisa de pura y maliciosa satisfacción se dibujó en su rostro.
28:52El caos era su elemento. Esa misma noche, Ángela no aguantó más el peso de la sentencia dictada por
28:58su propia madre. La angustia era un nudo en su garganta que le impedía respirar. En cuanto el
29:05pasillo quedó vacío y la casa se sumió en un silencio tenso, corrió al patio, buscando el único
29:11refugio que le quedaba. Curro estaba allí, guardando las herramientas usadas en el establo,
29:18su silueta recortada contra la luz de un farol. Jadeante, con los ojos hinchados de tanto llorar,
29:26lo llamó con un hilo de voz. Curro, tengo que contarte algo. El joven soltó las herramientas
29:33al suelo con un ruido sordo, alarmado por el estado en que la encontró.
29:37Ángela, ¿qué ha pasado? Estás temblando. Ella se lanzó a sus brazos, aferrándose a él como si
29:46fuera su único anclaje en el mundo. Mi madre, me está obligando a casarme con Lorenzo. Dijo que
29:54no tengo elección, que ocurrirá en una semana. Curro quedó en shock, paralizado por un instante.
30:01La noticia era tan monstruosa, tan inconcebible, que su mente se negó a procesarla.
30:08¿Qué? Eso es una locura. Ella no puede obligarte a hacer algo así. Lorenzo la ha amenazado, ¿verdad?
30:14Tiene que ser eso. Ángela asintió, sollozando contra su pecho. Dijo que es la única salida,
30:21que si no acepto, cosas peores van a pasar. Yo le juré que no lo haría, que prefería morir,
30:30pero ella fue implacable, Curro. Era como si hablara con una extraña. Me amenazó. Curro la
30:38sujetó con fuerza, apartándola un poco para mirarla a los ojos con una firmeza inquebrantable.
30:43La desesperación inicial se transformó en una determinación de acero. Escúchame bien,
30:50Ángela. Mírame, no te vas a casar con Lorenzo. No mientras yo respire, no lo voy a permitir.
30:58Si no conseguimos impedir ese matrimonio aquí dentro, si tu madre no entra en razón,
31:04entonces los dos huiremos de la promesa. Esta misma noche si es necesario. Lo dejaremos todo
31:11atrás, el palacio, el servicio, nuestras familias, todo. Y seguiremos juntos. Prefiero mil veces ser
31:20un fugitivo a tu lado que verte un solo día atada a ese miserable. Te lo juro por mi vida. Las palabras
31:28de Curro fueron un bálsamo para el alma herida de Ángela. Llorando, pero esta vez de alivio y
31:35gratitud, apoyó de nuevo el rostro en su pecho. Gracias, Curro. Gracias por no dejarme sola en
31:43esto. Tengo tanto miedo. Él acarició su cabello, decidido. Nunca estarás sola. Yo voy a sacarte de
31:51esta situación, Ángela. Cueste lo que cueste. A la mañana siguiente, decidido a actuar antes de
31:59recurrir a la huida, Curro buscó a Vera en los fondos del palacio. Sabía que ella y su hermano
32:06Federico eran discretos, pero también había percibido en ellos una inteligencia y una rectitud
32:12que le daban confianza. Encontró a la joven en la lavandería, acomodando ropa de cama, pero su
32:19expresión mostraba que algo la afligía. Parecía distante, preocupada. Vera, perdona que te moleste.
32:29Necesito tu ayuda, o tu consejo. No sé a quién más recurrir. Dijo Curro, su voz cargada de
32:37desesperación. Vera dejó las sábanas sobre la mesa, su rostro lleno de preocupación al ver el
32:43estado de Curro. ¿Qué ocurre, Curro? Pareces desesperado. Lo estoy. Lorenzo está tramando algo
32:51terrible. Está chantajeando a Leocadia, y ella está obligando a Ángela a casarse con él en una
32:59semana. No sé cómo luchar solo contra esto. Es un monstruo con demasiado poder. Vera se quedó
33:06helada. La noticia del matrimonio forzado era la confirmación de que Lorenzo estaba acorralado y se
33:13había vuelto más peligroso que nunca. Soltó las sábanas, respirando hondo, nerviosa. Miró a su
33:21alrededor, a través de las puertas abiertas de la lavandería, asegurándose de que nadie pudiera
33:26escucharlos. Entonces, se acercó a él y habló en voz baja, con una urgencia que Curro nunca le había
33:34visto. Curro, hay algo que debes saber. No puedo esconderlo más tiempo. La situación es demasiado
33:42grave. Mi hermano, Federico. Él no está aquí solo como criado. Curro la miró, confundido.
33:51¿Qué quieres decir? Mi hermano es un policía. Es un agente encubierto del sargento Burdina,
33:59susurró Vera, y las palabras parecieron llenar el pequeño cuarto con un peso inmenso.
34:06Está infiltrado en la promesa investigando a Lorenzo desde hace semanas. Está aquí para reunir pruebas
34:11de sus crímenes, de todos ellos, y esperar el momento justo para actuar y detenerlo de una vez
34:17por todas. Curro se quedó sin reacción, pasmado. La revelación era tan inesperada que le costó
34:25asimilarla. ¿Qué, Federico? Pero... Llegó hace tan poco. Nadie sospecha nada. Es tan callado,
34:33tan eficiente. Exactamente. Confirmó Vera, con una mezcla de miedo y orgullo en la voz. Esa era la idea.
34:42Nadie podía imaginarlo. Ni siquiera yo lo supe al principio. Me lo confesó hace poco,
34:49cuando la situación con Lorenzo empezó a empeorar. Pero ahora tienes que entenderlo. Lorenzo está
34:56vigilado. Cada paso que da, cada amenaza que profiere, ya está siendo registrado. La orden
35:04del sargento Burdina es clara. Reunir pruebas irrefutables y derribarlo de una vez por todas,
35:10para que no vuelva a salir de la cárcel nunca más. Lo que le ha hecho a Ángela y a su madre. Esto
35:17podría ser el detonante que mi hermano estaba esperando. Las palabras de Vera se esparcieron
35:24con la velocidad del fuego en un campo seco. Curro, con el permiso de Vera, compartió la noticia con
35:30Pía y Rómulo, y de ahí, los murmullos llenaron la promesa en cuestión de horas. Los criados, que antes
35:38bajaban la mirada ante Lorenzo, ahora lo observaban con una mezcla de desconfianza y una nueva y audaz
35:44curiosidad. Algo había cambiado en el aire. La balanza del poder estaba a punto de inclinarse.
35:52En el salón principal, el destino llegó. Lorenzo, ajeno a la red que se cerraba a su alrededor,
35:59hablaba en tono arrogante con un criado, reprendiéndolo por alguna nimiedad.
36:03En ese momento, las grandes puertas del salón se abrieron de par en par. Federico entró. Pero no
36:13era el Federico de siempre. Su postura era firme, erguida, su mirada directa y fría. Ya no caminaba
36:22como el joven discreto y servicial, sino con la autoridad de quien carga un secreto a punto de
36:27ser revelado. A su lado, flanqueándolo, entraron dos guardias civiles, convocados en silencio por
36:35el sargento Burdina. Lorenzo, interrumpido en su diatriba, se giró con fastidio. Al ver la escena,
36:44su arrogancia se transformó en confusión. ¿Qué significa esto? ¿Quién ha autorizado la entrada
36:51de la guardia a esta casa? Federico avanzó hacia él, sus pasos resonando en el tenso silencio del
36:57salón. Significa que tu hora se acabó, Lorenzo. Tu reinado de terror termina aquí. En nombre de la
37:05ley, estás arrestado por los crímenes de extorsión, chantaje y conspiración. Lorenzo soltó una carcajada
37:14burlona, aunque un atisbo de nerviosismo apareció en sus ojos. ¿Y quién eres tú para arrestarme,
37:22eh? ¿Un criado insolente que ha perdido la cabeza? ¿Te has creído tus fantasías de grandeza?
37:29Federico no respondió con palabras. Con un movimiento lento y deliberado, metió la mano bajo su librea de
37:35servicio y sacó la gorra de plato de la guardia civil que mantenía escondida. Se la caló en la cabeza,
37:43un gesto que lo transformó por completo. Soy el agente Federico Suárez, a las órdenes del sargento
37:50Burdina. Llevo semanas infiltrado en este palacio para reunir pruebas contra ti. Y gracias a tu
37:57arrogancia y a tu crueldad, ya tengo suficiente para que vuelvas tras las rejas, esta vez sin ninguna
38:02posibilidad de escapar. Ángela y Curro, que observaban la escena desde el umbral de la puerta,
38:09se miraron, un torrente de alivio inundando sus corazones. Leocadia, presente también en el salón,
38:19se llevó una mano al pecho, sintiendo que podía volver a respirar. Lorenzo, al ver la gorra,
38:27comprendió la magnitud de la trampa. Su rostro se descompuso, pasando de la incredulidad a la furia y,
38:33finalmente, al pánico más absoluto. En un acto de locura, intentó resistirse, empujando a uno de
38:43los guardias para intentar huir. Pero ya era demasiado tarde. Los guardias lo sujetaron con
38:50una fuerza implacable, doblegando su resistencia en segundos.
38:54Esto no quedará así, me las pagaréis, todos ustedes lo pagarán, gritaba, mientras era arrastrado
39:02hacia la salida, su voz llena de una rabia impotente. En el salón, una vez que la puerta
39:09se cerró tras él, el silencio fue cortado por un suspiro colectivo, una liberación de la tensión
39:14contenida durante meses. Ángela corrió hasta Curro y lo abrazó con todas sus fuerzas, escondiendo el
39:22rostro en su hombro mientras las lágrimas, esta vez de felicidad, corrían por sus mejillas.
39:29Se acabó, Curro, finalmente se acabó. Él la apretó contra sí, emocionado, besando su cabello.
39:38Te dije que no iba a dejarte, te dije que te sacaría de esto, ahora somos libres.
39:45Leocadia, a lo lejos, respiraba aliviada, pero en sus ojos se vislumbraba también un temor nuevo y
39:51profundo. Si Burdina ya tenía ojos y oídos dentro del palacio, no tardaría mucho en descubrir que sus
39:58propios secretos, los que Lorenzo había usado para chantajearla, también podrían salir a la luz.
40:05Horas más tarde, cuando la noche había caído y el palacio se había sentado en una nueva y extraña
40:10calma, Curro encontró a Ángela en el jardín, sentada en el borde de la fuente. La luz de la luna
40:18bañaba el lugar, creando un escenario de ensueño. Él traía una rosa blanca, que había cortado del
40:24jardín, escondida detrás de la espalda. Se acercó despacio, con el corazón latiéndole con fuerza en
40:32el pecho, pero con la mirada más firme y segura que nunca. Ángela. Ella se giró, y una sonrisa iluminó
40:41su rostro al verlo. Él se sentó a su lado. Ángela, hoy vi cuánto Lorenzo y mi propia familia
40:49pueden intentar separarnos. Vi cómo el mundo puede volverse oscuro en un instante. Y comprendí que no
40:57puedo, que no quiero, perder ni un segundo más. Tomó aire, y sus ojos buscaron los de ella. No tengo
41:05títulos nobiliarios, no tengo riquezas que ofrecerte, y mi nombre no significa nada.
41:13Pero te tengo a ti en mi corazón, y eso lo es todo. Es lo único que necesito para ser el hombre
41:18más rico del mundo. ¿Quieres casarte conmigo? Ángela se quedó sorprendida, sin palabras. Llevó
41:27una mano a su boca mientras sus ojos se llenaban de lágrimas de pura emoción.
41:31Asintió, incapaz de hablar, y luego susurró. Curro, sí, sí, por supuesto que sí.
41:42Es lo que más deseo en este mundo. No necesito nada más que a ti. Curro le extendió la rosa,
41:48y ella la tomó con delicadeza, como si fuera la joya más preciosa.
41:54Él la envolvió en sus brazos, y bajo la suave y cómplice luz de la noche, se besaron.
42:01Un beso que sellaba el final de una pesadilla y el comienzo de una promesa. Que sin importar
42:06lo que el futuro les deparara, lo enfrentarían siempre juntos.
42:12Bueno, amigos, ¿qué les parecieron estas escenas del capítulo de la serie La Promesa?
42:18La caída de un villano siempre es un momento para celebrar, pero las semillas de nuevos conflictos
42:23ya han sido plantadas.
42:24¿Creen que Leocadia le pondrá algún castigo a Curro ahora que está comprometido con su
42:30hija, o su propio miedo la mantendrá a raya?
42:35¿Les gustó la actitud que tuvo Federico al mandar a Lorenzo a la cárcel? Sin duda,
42:40un héroe inesperado que ha cambiado el rumbo de la historia para siempre.
42:43Dejen sus opiniones en los comentarios.
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