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#LaPromesa #avance #capítulo
Ángela regresa desorientada y el barón desata su furia
El esperado regreso de Ángela sacudirá el palacio, pero no como todos imaginaban. La joven aparece desorientada, débil y marcada por los días de secuestro, lo que despierta la ira de su madre Leocadia, que señala directamente a Lorenzo como responsable y lo enfrenta en un choque cada vez más peligroso.

Al mismo tiempo, la revuelta contra el marqués de Aguinaga desencadena represalias inesperadas: el barón de Valladares irrumpe en La Promesa ...
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#LaPromesa, #avance, #capítulo, #672Ángela, #regresa, #desorientada, #barón, #desata, #furia
Transcript
00:00Ángela regresa desorientada y el varón desata su furia.
00:09El esperado regreso de Ángela sacudirá el palacio, pero no como todos imaginaban.
00:16La joven aparece desorientada, débil y marcada por los días de secuestro, lo que despierta
00:21la ira de su madre Leocadia, que señala directamente a Lorenzo como responsable y lo enfrenta en
00:26un choque cada vez más peligroso.
00:30Al mismo tiempo, la revuelta contra el marqués de Aguinaga desencadena represalias inesperadas.
00:37El varón de Valladares irrumpe en la promesa con amenazas que dejan claro que la guerra
00:41con los nobles apenas comienza.
00:45Catalina, convencida de que hicieron lo correcto, se mantiene firme, aunque Adriano teme que
00:50el conflicto traiga consecuencias devastadoras.
00:56Mientras tanto, las emociones también hierven en los salones.
01:00Simona celebra su reconciliación con Toño, aunque Vera no puede dejar de sentirse herida
01:04al comparar su propia situación.
01:09Petra exige a Cristóbal venganza tras su accidente.
01:12Ricardo decide rebelarse contra Santos.
01:15Y Manuel, aunque ilusionado con su nuevo proyecto junto a Enora y Toño, recibe un ultimátum implacable
01:20de Alonso que lo enfrenta otra vez a la disyuntiva entre sus sueños y los deberes de su apellido.
01:28Un capítulo cargado de emociones, amenazas y giros inesperados que pondán a todos los
01:33personajes contra las cuerdas.
01:34El aire en la promesa se había vuelto denso, casi irrespirable, cargado con la electricidad
01:42estática que precede a una gran tormenta.
01:45O, más bien, la que persiste tras el primer y violento relámpago.
01:53La revuelta contra el marqués de Aguinaga, ese audaz y desafiante acto de insumisión
01:57liderado por Catalina y apoyado, con distintos grados de entusiasmo y temor, por otros miembros
02:03de la Casa Luján, había hecho más que agitar las aguas estancadas de la nobleza.
02:07Las había hecho hervir.
02:12En el salón principal, donde el polvo danzaba perezosamente en los haces de luz que se filtraban
02:17por los altos ventanales, Adriano caminaba de un lado a otro.
02:24Sus pasos, normalmente firmes y medidos, eran ahora el eco de una ansiedad galopante.
02:32Cada vuelta sobre la alfombra persa era un argumento silencioso contra la temeridad.
02:36Una oración no pronunciada pidiendo que el cataclismo que él preveía no llegara a
02:41desatarse.
02:45Se detuvo frente al retrato de uno de los antepasados Luján, un hombre de mirada severa y gesto
02:50adusto, como si buscara en él una respuesta que la historia no podía darle.
02:57Lo que hemos hecho, Catalina.
02:59Comenzó, su voz un murmullo grave que apenas rompía el silencio.
03:03No es una simple disputa.
03:08Hemos desafiado a un hombre que considera el orgullo su única posesión verdadera.
03:15Hemos humillado a un marqués en su propio feudo, y eso es una ofensa que no se lava con
03:19disculpas.
03:23Catalina, sentada en uno de los sofás de terciopelo granate, levantó la vista de las cuentas que
03:28pretendía revisar.
03:32Su semblante era la antítesis del de Adriano.
03:35Donde él veía nubarrones, ella veía el cielo despejado tras la lluvia necesaria.
03:42Sus ojos brillaban con la luz de la convicción, una llama que se negaba a vacilar.
03:46Hicimos lo que era justo, Adriano.
03:52No podíamos permitir que Aguinaga siguiera estrangulando a los jornaleros y a nosotros
03:56mismos con sus exigencias usureras.
04:02Alguien tenía que plantarle cara.
04:04Si los demás nobles son demasiado cobardes o demasiado cómodos para hacerlo, entonces
04:08nos correspondía a nosotros dar el primer paso.
04:11El primer paso, replicó él, girándose para enfrentarla, la incredulidad tiñendo sus facciones.
04:23Catalina, por Dios, esto no es un juego de ajedrez, no hemos movido un peón, hemos tirado
04:28el tablero por los aires.
04:33Aguinaga no es el único, el varón de Valladares, los de Sandoval, todos ellos forman un círculo
04:39cerrado.
04:41Un ataque contra uno es un ataque contra todos, piensan y actúan como una manada.
04:50Pues que lo hagan, dijo ella, su voz firme, aunque un ápice más baja.
04:55La promesa ha agachado la cabeza durante demasiado tiempo.
05:01Mi padre, por prudencia o por, por lo que fuera, siempre optó por la conciliación.
05:06Pero hay momentos en que la conciliación es sólo un nombre elegante para la rendición.
05:16Hemos demostrado que no tenemos miedo, pero yo sí lo tengo.
05:20Confesó Adriano, su máscara de compostura cayendo por un instante.
05:24Tengo miedo por ti, por Alonso, por Manuel, por todos los que viven bajo este techo.
05:31Temo que la represalia no sea una simple disputa comercial.
05:37Temo que busquen la ruina, Catalina.
05:42La ruina total, y hombres como el varón de Valladares no se detienen ante nada para conseguir lo que quieren.
05:47Este conflicto no ha hecho más que empezar, y me temo que sus consecuencias serán devastadoras.
05:58Sus palabras quedaron flotando en el aire, pesadas y ominosas.
06:03Catalina sintió un escalofrío recorrer su espalda.
06:06Una punzada de duda que se esforzó en reprimir al instante.
06:09No podía permitirse flaquear, no ahora.
06:15Era la arquitecta de aquella rebelión, y debía mostrar una fe inquebrantable en sus cimientos.
06:23Minimizas el peligro porque tu corazón es noble, Catalina.
06:27Pero el de ellos no lo es.
06:31Solo conocen el lenguaje de la fuerza y la humillación.
06:34Y acabamos de darles una lección en su propio idioma.
06:39Como si el destino tuviera un macabro sentido de la oportunidad,
06:43el sonido de un carruaje llegando a toda velocidad por el camino de grava rompió la tensa calma.
06:50No era el trote mesurado de un visitante esperado, sino el galope frenético de una bestia desbocada.
06:59Unos instantes después, las puertas del palacio se abrieron de golpe,
07:03con una violencia que hizo que hasta los retratos de las paredes parecieran estremecerse.
07:10El varón de Valladares irrumpió en el vestíbulo, su rostro congestionado por una furia púrpura.
07:18Su capa de viaje ondeaba tras él como las alas de un ave de presa
07:21y su bastón de empuñadura de plata golpeaba el mármol con una cadencia amenazante.
07:26No se anunció, no esperó a ser recibido.
07:32Avanzó directamente hacia el salón, sus ojos inyectados en sangre buscando a los responsables de su ira.
07:40Luján, bramó, su voz un trueno que retumbó en la estancia.
07:45¿Dónde está el cobarde de tu padre?
07:47¿O acaso envía a su hija a librar sus batallas?
07:49Catalina se puso en pie de un salto, su cuerpo tenso como la cuerda de un arco.
07:57Adriano se interpuso instintivamente entre ella y el varón,
08:01un gesto protector que Valladares ignoró con desdén.
08:03—Varón, le ruego que modere su tono —dijo Adriano, intentando mantener la calma.
08:12No me hable de tonos, insolente.
08:14Escupió el varón, apuntándole con el bastón.
08:20—Ustedes, ustedes, los Luján, han cruzado una línea que no debían.
08:25Lo que le han hecho al marqués de Aguinaga es una declaración de guerra.
08:28—¿Creen que pueden actuar como plebeyos levantados en armas y que el resto de nosotros
08:35nos quedaremos de brazos cruzados?
08:40—Lo que le hemos hecho a Aguinaga es defendernos de su tiranía.
08:44Replicó Catalina, su voz temblando ligeramente, pero no de miedo, sino de indignación.
08:52El varón soltó una carcajada seca, desprovista de humor.
08:55—Defendernos, qué palabra tan grande para una familia en decadencia que pretende mantener
09:00un estatus que ya no le corresponde.
09:03Escúchenme bien, porque no lo repetiré.
09:08—Han humillado a uno de los nuestros.
09:10Y eso es algo que la nobleza no perdona.
09:12—Jamás.
09:16—Esto no va a quedar así.
09:18Les haremos pagar por esta afrenta.
09:20—A ti —dijo, señalando a Catalina con una mirada cargada de veneno.
09:24—A tu hermano el soñador, a tu padre el pusilánime.
09:30Haremos que se arrepientan del día en que decidieron jugar a ser valientes.
09:34Les arrancaremos la promesa de las manos, piedra a piedra si es necesario.
09:41Y cuando no les quede nada, bailaremos sobre sus ruinas.
09:45La amenaza, directa y brutal, cayó como una sentencia de muerte.
09:49El miedo que Adriano había descrito ahora era palpable.
09:55Una niebla fría que se extendía por la sala, helando la sangre de todos los presentes.
10:03La lucha, como él había temido, estaba lejos, muy lejos de terminar.
10:08Acababa de comenzar su capítulo más sangriento.
10:11Mientras el drama de los señores alcanzaba un nuevo punto de ebullición en los salones nobles,
10:18una onda de choque de otra naturaleza recorría los pasillos del servicio.
10:25Había sido un murmullo al principio, una exclamación ahogada,
10:29y luego un nombre que corría de boca en boca como un reguero de pólvora, Ángela.
10:33Había vuelto.
10:37La noticia llegó a las cocinas, donde Simona, por primera vez en mucho tiempo, reía.
10:45Reía con el corazón, una risa limpia y liberadora que contagiaba a quienes la rodeaban.
10:53Enora estaba a su lado, y el propio Toño, el motivo de su alegría,
10:58se apoyaba en el marco de la puerta, con una sonrisa tímida pero genuina.
11:04La reconciliación, tan esperada, tan anhelada, por fin se había materializado.
11:10¡Ey, Toño, si supieras el peso que me has quitado de encima!
11:13Decía Simona, secándose una lágrima de felicidad con el dorso de la mano.
11:21Pensaba que ya nunca volveríamos a hablarnos como antes, que te había perdido para siempre.
11:26Las cosas de familia son complicadas, Simona.
11:31Respondió él, con su parquedad habitual, pero con una calidez en la mirada que lo decía todo.
11:37Pero la sangre es la sangre, y tú eres mi tía.
11:43No podía seguir enfadado.
11:45Enora le dio un codazo cómplice a Simona.
11:47¿Ves?
11:51Te lo dije, solo necesitaba tiempo.
11:53Los hombres son así de cabezotas.
11:55El ambiente era festivo, un pequeño oasis de felicidad en medio de la tensión general.
12:00Vera, que estaba pelando patatas en un rincón, observaba la escena con una mezcla de sincera
12:08alegría por su amiga y una profunda y amarga melancolía.
12:14La felicidad de Simona era un espejo que le devolvía el reflejo de su propia desgracia.
12:22Su situación familiar, un nudo gordiano de secretos, mentiras y peligros, seguía siendo
12:28un muro infranqueable.
12:30¿Lograría ella alguna vez una reconciliación así?
12:35¿O estaba condenada a vivir siempre con el miedo y la congoja?
12:39Bajó la mirada hacia el tubérculo que tenía en la mano, sintiendo como la pena le oprimía
12:43el pecho.
12:47Era injusto, pero no podía evitarlo.
12:50Se sentía como una espectadora en la fiesta de la vida de los demás.
12:53Fue entonces cuando Lope entró corriendo en la cocina, con el rostro pálido y la respiración
13:01agitada.
13:01Ha vuelto, Ángela ha vuelto.
13:06La risa de Simona se cortó en seco.
13:09Todos se giraron hacia Lope, demandando más información con la mirada.
13:12¿Cómo que ha vuelto?
13:17¿Dónde está?
13:18¿Está bien?
13:19Preguntó Simona, atropellando las palabras.
13:21La han encontrado en el camino.
13:26Unos jornaleros.
13:27Estaba, estaba vagando.
13:29La han traído a la entrada de servicio.
13:33Pero no está bien, Simona.
13:35No está nada bien.
13:37Corrieron todos hacia el patio de servicio.
13:42Y allí la vieron.
13:43Ángela estaba de pie, o más bien se sostenía en pie, apoyada en el brazo de uno de los mozos
13:48de cuadra.
13:52Su vestido estaba sucio y rasgado en el bajo.
13:55Su cabello, normalmente recogido en un moño pulcro, caía en mechones desordenados sobre
14:00sus hombros.
14:04Pero lo peor era su mirada.
14:06Sus ojos, grandes y hermosos, estaban vacíos, desenfocados, como si miraran a través de las
14:12personas y los muros hacia un lugar lejano y terrible.
14:15Estaba delgadísima, y un temblor incontrolable sacudía su cuerpo.
14:22Leocadia, su madre, que había llegado al mismo tiempo alertada por los gritos, se abrió
14:27paso entre el pequeño grupo y se arrojó sobre su hija.
14:30Ángela, hija mía, Dios santo, estás viva.
14:37Abrazó a la muchacha, pero Ángela no reaccionó.
14:43Su cuerpo permaneció lánguido, sin devolver el abrazo.
14:46No habló, no pareció reconocer a su propia madre.
14:52Solo miraba al frente, con esa expresión de ausencia que helaba el alma.
14:56¿Qué te han hecho, mi vida?
14:58¿Qué te han hecho estos monstruos?
15:00Sollozaba Leocadia, acunando el rostro de su hija, buscando desesperadamente una chispa
15:06de reconocimiento en sus ojos.
15:10El regreso no era la celebración que todos habían imaginado.
15:13No había alivio, solo un nuevo y más profundo tipo de horror.
15:20La alegría por tenerla de vuelta se vio inmediatamente ahogada por la angustia de verla en aquel estado.
15:28Estaba físicamente presente, pero su mente, su espíritu, parecían haberse quedado atrapados
15:34en el lugar donde la habían tenido secuestrada.
15:36Leocadia levantó la cabeza, y sus ojos, arrasados por las lágrimas, se encontraron con la figura
15:45de Lorenzo, el capitán de la guardia, que había acudido alertado por el alboroto y ahora
15:50observaba la escena desde la distancia con una expresión indescifrable.
15:53En ese instante, todo el dolor, toda la rabia y toda la impotencia de Leocadia encontraron
16:01un objetivo.
16:05La sospecha que había estado anidando en su corazón durante días se convirtió en una
16:09certeza de fuego.
16:13Se despegó de su hija, la dejó al cuidado de Simona a Ibera, y caminó con una determinación
16:19temible hacia Lorenzo.
16:23Usted, siseó, su voz rota pero cargada de una furia que hizo retroceder a la gente.
16:31Usted es el responsable de esto.
16:33Lorenzo arqueó una ceja, manteniendo una compostura gélida.
16:40¿De qué está hablando, mujer?
16:42Contrólese, no me pida que me controle, gritó ella, plantándose frente a él sin importarle
16:49uniforme.
16:52Esto ha sido cosa suya, este falso secuestro.
16:55Usted la apartó de mí, usted la manipuló.
16:58Y ahora mírela.
17:00Mire cómo me la ha devuelto, casi muerta en vida.
17:05Leocadia, está usted diciendo disparates a causa del dolor.
17:09Dijo Lorenzo, su tono bajo y amenazante.
17:12Le recomiendo que mida sus palabras.
17:17Las acusaciones falsas tienen consecuencias.
17:22Mis únicas palabras son para maldecir el día en que nació, replicó Leocadia, temblando
17:27de rabia.
17:28Usted quería a mi hija para sus sucios propósitos y como no pudo tenerla por las buenas, ha
17:36urdido esta patraña.
17:38Ha puesto su vida en peligro solo por su orgullo herido.
17:41Es un monstruo.
17:44Ya basta, ordenó Lorenzo, su voz adquiriendo un filo de acero.
17:49Su mano se crispó cerca de la empuñadura de su espada.
17:52La multitud contuvo el aliento.
17:56No voy a callarme.
17:57Le desafió Leocadia.
17:59Todo el mundo sabrá la clase de hombre que es.
18:01Juro por mi vida que pagará por lo que le ha hecho a mi Ángela.
18:05Lo juro.
18:08El enfrentamiento quedó suspendido en el aire, vibrando con una violencia a punto de estallar.
18:16Leocadia, una simple doncella, había desafiado públicamente al hombre más poderoso y temido
18:22del servicio.
18:25La brecha entre ellos ya no era una simple desconfianza.
18:29Era un abismo de odio, un campo de batalla donde, todos lo sabían, solo podía quedar
18:34uno en pie.
18:37En otra parte del palacio, lejos de las lágrimas y los gritos, otras intrigas se cocinaban a
18:42fuego lento.
18:46Petra, con un vendaje rodeando su muñeca y una expresión de mártir cuidadosamente ensayada,
18:52buscó a Cristóbal en la biblioteca.
18:57Lo encontró revisando unos documentos, ajeno a los múltiples dramas que se desarrollaban
19:02a su alrededor.
19:02Cristóbal, querido, ¿puedo molestarte un momento?
19:09Su voz era un susurro meloso, pero con un trasfondo de urgencia.
19:16Cristóbal levantó la vista, algo molesto por la interrupción.
19:19¿Qué ocurre, Petra?
19:24Ella se acercó, mostrando ostentosamente su muñeca vendada.
19:28Es sobre él, accidente.
19:32El que sufrí en los jardines, la rama que cayó tan oportunamente.
19:36Ya te dije que fue una desgracia.
19:38El viento, empezó él.
19:43Por favor, Cristóbal, no me tomes por tonta.
19:46Le cortó ella, su tono volviéndose más afilado.
19:52Ambos sabemos que eso no fue el viento.
19:55Fue una advertencia, o algo peor.
19:57Fue un intento de hacerme daño.
19:59Y sabemos perfectamente quién está detrás de todo esto.
20:02Cristóbal suspiró, dejando los papeles sobre la mesa.
20:08¿A dónde quieres llegar, Petra?
20:13Quiero que hagas algo.
20:14Exijo que tomes represalias.
20:16No podemos permitir que esa gentuza se salga con la suya.
20:22Primero los rumores, luego las miradas de odio y ahora esto.
20:26¿Qué será lo siguiente?
20:27¿Un empujón por las escaleras?
20:29¿Veneno en mi comida?
20:31Necesito una reparación.
20:34Inmediata.
20:35Debes demostrarles que nadie toca a Petra Arcos y queda impune.
20:39Debes demostrarles que tocarme a mí es tocarte a ti.
20:44Sus palabras eran una mezcla de victimismo y manipulación, una de sus especialidades.
20:52Estaba utilizando el incidente para avivar el fuego de la desconfianza de Cristóbal,
20:56para empujarlo a actuar contra sus enemigos comunes dentro del servicio.
21:03Quería venganza.
21:05Y sabía que la mejor manera de obtenerla era convencer a Cristóbal de que su propio honor y seguridad estaban en juego.
21:10Investigaré lo que ocurrió, Petra.
21:15Dijo él, con tono evasivo.
21:18No quiero que investigues.
21:20Insistió ella, su voz subiendo de volumen.
21:25Quiero que actúes, quiero que rueden cabezas.
21:27¿O acaso vas a permitir que nos pisoteen de esta manera?
21:34Cristóbal la miró fijamente, su mente evaluando la situación.
21:38La presión de Petra era una pieza más en el complejo y peligroso tablero de la promesa.
21:45Ceder a sus demandas podría ser imprudente, pero ignorarla podría ser aún más peligroso.
21:50Petra, cuando se sentía agraviada, era una enemiga formidable.
21:58La tensión no era exclusiva de los señores ni de las doncellas principales.
22:04En las entrañas del palacio, en la jerarquía del servicio masculino, también se libraban batallas silenciosas.
22:10Ricardo, uno de los lacayos más jóvenes, llevaba semanas soportando el trato despótico y humillante del mayordomo.
22:20Un hombre de modos agrios y mirada abinagrada que disfrutaba ejerciendo su pequeño reducto de poder.
22:28Ese día, una nimiedad, un comentario despectivo sobre cómo había pulido la plata, fue la gota que colmó el vaso.
22:35Ricardo, normalmente dócil y callado, se detuvo, se enderezó y miró al mayordomo a los ojos.
22:47Señor, dijo, su voz sorprendentemente firme, con el debido respeto, no creo haber merecido ese comentario.
22:57Hago mi trabajo lo mejor que sé.
22:59El mayordomo se quedó paralizado por un instante, estupefacto ante tal acto de insubordinación.
23:05Luego, una sonrisa cínica se dibujó en sus finos labios, con el debido respeto, repitió, saboreando las palabras.
23:18El debido respeto, muchacho, sería callar y obedecer. ¿O es que acaso te crees con derecho a opinar?
23:24Me creo con derecho a ser tratado con un mínimo de dignidad. Replicó Ricardo, el corazón martilleándole en el pecho pero sin bajar la mirada.
23:35El valor era una planta extraña. A veces, brotaba en el terreno más inesperado. El mayordomo se acercó a él, invadiendo su espacio personal.
23:47Su aliento olía a tabaco rancio. Escúchame bien, pequeño gallito. Aquí la única dignidad que importa es la de esta casa.
23:58Y yo soy quien vela por ella. Si no te gusta cómo se hacen las cosas, si el abuso de poder, como seguramente lo llamas en tus lloriqueos, te resulta tan insoportable.
24:10La puerta es muy ancha.
24:14Hizo un gesto hacia la salida de servicio. Siempre puedes marcharte. Hay una docena de muchachos muertos de hambre esperando ocupar tu lugar.
24:21Así que ahora, coge ese paño y vuelve a pulir esa bandeja hasta que pueda ver mi reflejo en ella sin muecas de disgusto.
24:34¿Entendido? La rebelión de Ricardo había durado apenas un minuto, sofocada con la fría y cruel lógica del poder.
24:44Con la mandíbula apretada y la humillación quemándole en las mejillas, Ricardo recogió el paño y obedeció.
24:51Pero algo en su interior había cambiado. Había probado el sabor de la resistencia, y aunque había sido aplastado, la semilla de la rebeldía había quedado plantada.
25:05En medio de tanta oscuridad, un rayo de luz y esperanza intentaba abrirse paso. Manuel, junto a Enora y Toño, se había reunido en el hangar, su santuario personal.
25:16Lejos de las obligaciones y las tensiones del palacio, entre el olor a aceite y a madera, se sentían libres.
25:28Sobre una gran mesa de trabajo habían desplegado los planos y bocetos de su nuevo proyecto, un pequeño taller aeronáutico.
25:35Era un sueño modesto, pero era suyo. Si conseguimos esa pieza de la casa hispano-suiza, podremos mejorar la eficiencia del motor en un 10%, decía Manuel, su rostro iluminado por una pasión que rara vez mostraba en los salones de la promesa.
25:53Y con la madera de allá que encontré, podremos construir un fuselaje más ligero pero igual de resistente, añadió Toño, pasando un dedo por uno de los dibujos.
26:08Enora los observaba, contagiada por su entusiasmo. Será maravilloso, Manuel, un lugar vuestro, donde podáis crear, lejos de las órdenes de nadie.
26:17Una nueva vida. Para Manuel, era exactamente eso. Era la oportunidad de dejar atrás los fantasmas del pasado.
26:27La muerte de Jimena, la presión de su familia, la sensación de vivir una vida que no le pertenecía.
26:36Era una forma de construir un camino propio, un legado que no estuviera basado en títulos nobiliarios, sino en el ingenio, el trabajo y la pasión por volar.
26:47Lo será, afirmó Manuel, con una sonrisa amplia y sincera. Lo construiremos desde cero.
26:57Será difícil, pero valdrá la pena. Por fin, haremos algo que de verdad importa. La alegría, sin embargo, es a menudo un visitante fugaz en la promesa.
27:07Cuando Manuel regresó al palacio, con el ánimo por las nubes y la mente llena de diseños y cálculos, se encontró con su padre esperándole en el despacho.
27:18La expresión de Alonso era sombría, la de un juez a punto de dictar sentencia. Manuel, siéntate.
27:30Tenemos que hablar. El tono de su voz borró de inmediato la sonrisa del rostro de Manuel.
27:38Supo que lo que venía no era bueno. Padre, ocurre algo. Alonso no se anduvo con rodeos.
27:44Su mirada era dura, implacable. Me ha llegado la noticia de la escena que Leocadia ha montado en el patio, acusando a Lorenzo.
27:57Y me ha llegado también que tú estabas presente y no hiciste nada.
28:01Peor aún, me dicen que has estado consolando a esa mujer, dando pábulo a sus delirios.
28:06Padre, la mujer está destrozada. Su hija ha aparecido en un estado lamentable.
28:14Su hija es una doncella y Lorenzo es el capitán de la guardia.
28:18Le interrumpió Alonso, golpeando la mesa con la palma de la mano.
28:25En esta casa hay una jerarquía, un orden.
28:28Y tú, como futuro marqués de Luján, tienes la obligación de mantenerlo.
28:32No puedes ponerte del lado del servicio contra uno de los nuestros, y menos basándote en las histerias de una madre afligida.
28:45Pero, ¿y si tiene razón? ¿Y si Lorenzo?
28:48Basta, rugió Alonso. No voy a tolerar que siembres la discordia en mi propia casa.
28:53Mañana a primera hora, buscarás a Leocadia y te retractarás.
29:00Le dejarás claro que su comportamiento ha sido inaceptable y que las consecuencias de sus acusaciones serán severas si persiste.
29:09Le exigirás que se disculpe con el capitán.
29:12Manuel se quedó atónito.
29:14No puedo hacer eso, padre.
29:15Sería una crueldad. Harás lo que yo te ordene.
29:21Dijo Alonso, su voz bajando a un siseo gélido.
29:27Y eso no es todo.
29:29He sido paciente, Manuel.
29:31He tolerado tus aviones, tus distracciones, tus sueños de mecánico.
29:37Pero se acabó.
29:38La promesa está en peligro.
29:40La afrenta a Aguinaga nos ha puesto en el punto de mira de todos nuestros enemigos.
29:45Necesito a mi heredero a mi lado, no a un niño jugando en un hangar.
29:51A partir de mañana, abandonarás ese proyecto ridículo y te incorporarás a la gestión de la finca.
30:00Honrarás tu compromiso con esta familia y con tu apellido.
30:03Era un ultimátum.
30:05Un golpe brutal que lo dejaba sin aire.
30:10Padre, no puedes pedirme eso.
30:12Mi proyecto, es mi vida.
30:14Tu vida es aquí.
30:16Sentenció Alonso, poniéndose en pie, su figura imponente proyectando una larga sombra sobre su hijo.
30:25Tu vida es la promesa.
30:27Tu deber es con nosotros.
30:28O estás con tu familia en el momento más crítico que hemos vivido en años.
30:32O no eres mi hijo.
30:36La elección es tuya.
30:37Alonso salió del despacho, dejando a Manuel solo, completamente devastado.
30:45La encrucijada que se abría ante él era la más cruel de todas.
30:49Por un lado, sus sueños, su libertad, la única brisna de felicidad auténtica que había conocido.
30:55Por el otro, el deber, la familia, el peso de un apellido que era a la vez su herencia y su condena.
31:04El sol se ponía tras las colinas, tiñendo el cielo de tonos sangrientos y morados.
31:15Para Manuel, parecía la metáfora perfecta de su propia existencia.
31:19Cualquier camino que eligiera, sentía que una parte de él moriría.
31:23La tormenta, lejos de amainar, apenas había comenzado a desatar su furia sobre los habitantes de la promesa.
31:35Y él, como tantos otros, estaba atrapado en su mismo ojo, a punto de ser desgarrado.
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