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La Promesa - Capítulo 677
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00:00Cristóbal desafía a Lorenzo con un plan arriesgado. El capítulo 677 de la promesa promete emociones
00:17al límite. Cristóbal prepara una estrategia para frenar la obsesión de Lorenzo y evitar
00:26que Ángela sea obligada a casarse, mientras Catalina responde con furia a una nueva amenaza
00:31del varón de Valladares que apunta directamente contra sus hijos. En medio de estas tensiones,
00:41Leocadia continúa manipulando a su conveniencia, Santos castiga sin piedad a Ricardo, y Martina
00:47estalla al descubrir la jugada secreta de Jacobo. Intrigas, alianzas inesperadas y desafíos
00:57abiertos convierten este episodio en una cita imperdible.
01:03El día anterior había dejado un rastro de cenizas emocionales. La negativa rotunda de
01:09Catalina a abandonar la promesa, a ceder al chantaje del varón de Valladares, resonaba
01:14aún en los salones. Su espíritu, forjado en la adversidad, se negaba a ser doblegado.
01:24Pero el varón, un hombre acostumbrado a que el mundo se pliegue a sus deseos, no es de
01:29los que aceptan un no por respuesta.
01:35La guerra, lejos de terminar, apenas había comenzado. Mientras tanto, en las entrañas del
01:41palacio, en el bullicioso mundo de las cocinas y los aposentos del servicio, las vidas se
01:46entrelazaban en una compleja danza de lealtades y rencores.
01:54Ángela, atrapada en la red de Lorenzo, buscaba una salida médica a un compromiso no deseado,
02:00una argucia desesperada ante una amenaza que sentía cada vez más cerca.
02:04La tensión entre Vera y Lope, un amor no correspondido y herido, crepitaba en el aire,
02:14cargando cada mirada de un peso insoportable.
02:20Y Cristóbal, el mayordomo de semblante adusto pero de corazón justo, seguía lidiando con
02:25la traición de Ricardo, una herida que sangraba en silencio pero que no le impedía ver las
02:30injusticias que se cernían sobre otros. Ahora, con el sol despuntando sobre los
02:39campos andaluces, el capítulo 677 nos sumerge de nuevo en este torbellino de emociones, donde
02:46cada personaje deberá jugar sus cartas con astucia y valentía.
02:53La fortaleza inquebrantable de Catalina y la vil manipulación de Leocadia. La primera luz del día
02:59encuentra a Catalina en sus aposentos. No ha dormido bien. La conversación con el varón
03:07de Valladares se repite en su mente como un eco funesto. Sus palabras, untadas de una falsa
03:17amabilidad que escondía el más puro de los venenos, buscaban aislarla, arrancarla de su hogar,
03:23de su familia. Pero Catalina no es una damisela en apuros. Es una Luján. Y, más importante aún,
03:34es una mujer que ha aprendido a luchar por lo suyo.
03:40Se mira al espejo, y la imagen que le devuelve no es la de una joven asustada, sino la de una
03:45guerrera. Su determinación es un muro de granito. No se irá, no sin su familia, no cederá ni un ápice
03:55de terreno al varón. Es una promesa que se hace a sí misma, un juramento sellado con el fuego de su
04:04carácter indómito. Pero la mañana le depara un nuevo asalto, esta vez desde un flanco inesperado.
04:15Leocadia, con su máscara de eficiencia y discreción, solicita una audiencia.
04:24Sus intenciones, sin embargo, están lejos de ser nobles. Se presenta ante Catalina con una
04:30estudiada expresión de falsa preocupación. Sus palabras son un bálsamo engañoso que busca
04:35erosionar la roca de su voluntad. Señorita Catalina, si me permite la intromisión. Comienza
04:45Leocadia, su voz un susurro melifluo. He estado pensando en su situación. Comprendo su apego a esta
04:54casa, a su familia. Es natural, pero debe considerar las consecuencias de su terquedad. Catalina la mira,
05:06sus ojos entrecerrados, intentando desentrañar el verdadero propósito de aquella conversación.
05:15No es terquedad, Leocadia. Es una cuestión de principios. No permitiré que ese hombre me intimide.
05:24Principios. Repite Leocadia, saboreando la palabra como si fuera un manjar exótico.
05:36Los principios son un lujo que no siempre podemos permitirnos, señorita. El varón de
05:41Valladares es un hombre poderoso. Muy poderoso. Enfrentarse a él de manera tan directa podría
05:50traer consecuencias nefastas. No solo para usted. Ahí está. El dardo envenenado. La amenaza
06:00velada que apunta directamente al corazón de Catalina, su familia.
06:08¿Está usted insinuando que podría hacerles daño? Pregunta Catalina, su voz un témpano de hielo.
06:13Yo no insinúo nada, señorita. Simplemente le ruego que sea prudente. Piense en sus hermanos,
06:23en su padre.
06:28¿Merece la pena exponerlos a un peligro innecesario por orgullo? A veces, la retirada a tiempo es la
06:34mayor de las victorias.
06:35Marcharse ahora, sola, como él solicita, podría ser la forma de protegerlos a todos.
06:49Un sacrificio, sí, pero un sacrificio por amor. La manipulación es tan sutil como perversa.
06:55Leocadia intenta retorcer la fortaleza de Catalina, convertir su lealtad en una debilidad, su amor en
07:05una cadena. Pero subestima a la joven Luján. Catalina ha lidiado con demasiados lobos con piel
07:14de cordero como para no reconocer el hedor de la traición. Le agradezco su preocupación,
07:24Leocadia, dice Catalina, poniéndose en pie, su postura erguida y desafiante.
07:34Pero se equivoca. Mi familia es mi fuerza, no mi debilidad. Y si el varón de Valladares cree que puede
07:40utilizarlos para doblegarme, ha cometido un grave error de cálculo. Ahora, si me disculpa,
07:50tengo asuntos más importantes que atender. Deja a Leocadia sola, con la palabra en la boca,
07:56la semilla de la duda que intentó sembrar habiendo caído en tierra estéril.
08:04La determinación de Catalina, lejos de flaquear, se ha solidificado, transformándose en
08:10una rabia fría y afilada. El dilema de Ricardo y la intervención de Pía. En el área del servicio,
08:19el aire es igualmente denso. Santos, el nuevo y déspota primer lacayo, disfruta de su recién
08:29adquirido poder con un sadismo apenas disimulado. Ha decidido hacer de la vida de Ricardo un infierno
08:38particular, una forma de castigar su insubordinación y, quizás, de vengar alguna afrenta personal que
08:45sólo él conoce.
08:50La tarea que le encomienda esa mañana es una de las más arduas y desagradables. La limpieza a fondo
08:55de las caballerizas, un trabajo que normalmente recaería en un mozo de cuadras y no en un lacayo.
09:01Es una humillación pública, un mensaje claro para todos. Desafiar a Santos tiene un precio.
09:15Ricardo aprieta los dientes y obedece en silencio. El olor a estiércol y sudor se mezcla con el amargor
09:21de su impotencia. Mientras palea el heno sucio, su mente es un hervidero. La oferta de Cristóbal
09:31de ayudarle, de ofrecerle una oportunidad para empezar de nuevo, lejos de la sombra opresiva
09:36de su padre, es un faro de esperanza en medio de la oscuridad. Pero aceptarla significa un
09:46enfrentamiento directo, una declaración de guerra contra su propio progenitor. Es Petra,
09:55con su habitual mezcla de pragmatismo y afecto maternal, quien lo encuentra sumido en sus pensamientos.
10:04No deberías estar haciendo esto, Ricardo. Le dice, su voz teñida de preocupación.
10:10Órdenes son órdenes, Petra, y más si vienen de santos. Ese hombre es un cretino. Pero no hablo de él.
10:26Hablo de tu padre, y de la oferta de don Cristóbal. Ricardo deja la pala a un lado y se apoya en la
10:32pared del establo, el cansancio grabado en su rostro. No sé qué hacer, Petra. Si acepto,
10:42mi padre. No me lo perdonará jamás. Me acusará de traidor.
10:49¿Y qué importa lo que él piense? Replica Petra con vehemencia. ¿Acaso él ha pensado en ti alguna
10:54vez? En lo que tú quieres, Ricardo, esta es tu oportunidad. Una oportunidad de ser tu propio
11:03hombre, de no vivir bajo el yugo de nadie. Don Cristóbal es un hombre de palabra.
11:12Si te ofrece su ayuda, es porque ve algo en ti. No dejes que el miedo te impida tomarla.
11:17Las palabras de Petra son el empujón que necesitaba. La duda en los ojos de Ricardo comienza a disiparse,
11:27reemplazada por una incipiente resolución.
11:34Tienes razón, Petra. No voy a dejar pasar esta oportunidad. Aunque eso signifique enfrentarme
11:40a él. Ya he tenido suficiente. Mientras tanto, la situación no ha pasado desapercibida para Pía
11:49Adarre. La gobernanta, con su aguda capacidad de observación, percibe la creciente tensión y la
11:59injusticia del trato de Santos hacia Ricardo. Pero lo que más le preocupa es la implicación de
12:08Cristóbal. Sabe que el mayordomo, a pesar de su exterior severo, tiene un fuerte sentido de la
12:14justicia, pero teme que su intervención en el conflicto entre Ricardo y su padre pueda traer
12:19consecuencias imprevisibles para todos. Decide hablar con él, apelar a su lado más humano,
12:28a ese hombre que sabe que existe bajo la coraza del mayordomo.
12:31Lo encuentra en su despacho, revisando las cuentas del palacio. Don Cristóbal, ¿puedo robarle un
12:42minuto? Pregunta Pía, su tono sereno pero firme. Cristóbal levanta la vista, su expresión impenetrable
12:53como siempre. Dígame, señora Adarre. Es sobre el joven Ricardo, y sobre su intervención en sus
13:05asuntos familiares. La mandíbula de Cristóbal se tensa ligeramente.
13:13No le gusta que se cuestionen sus decisiones. Entiendo que mis métodos puedan parecerle poco
13:18ortodoxos, pero ese muchacho está siendo sometido a un trato intolerable por parte de su padre.
13:28Y Santos no hace más que empeorar las cosas. Alguien tiene que hacer algo. No dudo de sus
13:33buenas intenciones. Don Cristóbal, responde Pía, acercándose a su escritorio.
13:39Pero me preocupa, está usted entrando en un terreno muy personal y peligroso. Un conflicto
13:48entre un padre y un hijo es un asunto delicado. Su intervención, por muy bien intencionada que sea,
13:58podría avivar aún más las llamas.
14:00¿Y qué sugiere que haga? ¿Quedarme de brazos cruzados mientras un tirano destruye la vida de
14:10su propio hijo? Sugiero que sea cauto, que piense en las repercusiones. Para el muchacho,
14:20para usted, para la armonía del servicio.
14:22A veces, al intentar apagar un fuego, lo único que conseguimos es propagarlo. Conozco su sentido
14:32del deber, Cristóbal.
14:38Pero también sé que bajo esa fachada de hombre implacable hay un corazón. Le pido que lo escuche.
14:43Que actúe no solo con justicia, sino también con compasión y prudencia. La conversación queda
14:53suspendida en el aire, cargada de una tensión incómoda pero también de una verdad reveladora.
15:02Pía ha conseguido atravesar, aunque sea por un instante, la armadura de Cristóbal.
15:07Le ha recordado que sus acciones tienen consecuencias que van más allá de la simple lógica del bien y
15:16del mal. El mayordomo no responde, pero la mirada que le dirige a Pía cuando ésta se retira sugiere
15:25que sus palabras han calado hondo. El gélido silencio entre Vera y Lope y el nuevo rumbo de
15:34Manuel. En las cocinas, el corazón palpitante del servicio, un silencio gélido ha reemplazado
15:41a las risas y las confidencias de antaño.
15:47La ruptura entre Vera y Lope ha dejado una herida abierta que se niega a cicatrizar.
15:55Apenas se cruzan la mirada, y cuando lo hacen, es un choque de dolor y reproche. El ambiente es
16:01tan tenso que incluso sus compañeros, Simona y Candela, caminan de puntillas a su alrededor,
16:07temerosos de decir algo que pueda hacer estallar la bomba de relojería emocional en la que se ha
16:12convertido su relación.
16:17Vera se ha envuelto en una capa de frialdad. Su sonrisa, antes espontánea y cálida, es ahora
16:23una mueca forzada. Responde a las preguntas con monosílabos y evita cualquier tipo de
16:31conversación que no sea estrictamente laboral.
16:38Incluso con sus amigas, su actitud es distante, como si hubiera construido un muro a su alrededor
16:44para proteger un corazón que siente demasiado frágil. Lope, por su parte, intenta ahogar
16:54su pena en el trabajo. Se sumerge en la preparación de los menús con una concentración febril,
16:59como si el ritmo frenético de la cocina pudiera acallar el ruido de sus pensamientos.
17:03Pero en los momentos de calma, su mirada se pierde en el vacío, y en sus ojos se adivina
17:13la tormenta de emociones que lo consume por dentro.
17:20Lejos de este drama de corazones rotos, en el ala noble del palacio, Manuel encuentra un
17:26nuevo propósito que lo aleja de las intrigas y los tormentos de su familia.
17:29Junto a su equipo de socios, comienza a dar forma a su sueño. Una empresa dedicada a la
17:38aviación, su verdadera pasión. La reunión tiene lugar en el hangar,
17:47un espacio que para Manuel es un santuario. El olor a aceite de motor y a madera de las
17:52alas es para él más embriagador que el más caro de los perfumes.
17:55Sobre una gran mesa de trabajo, extienden los planos, los bocetos, los cálculos. La
18:05conversación es un torrente de ideas, de entusiasmo, de posibilidades.
18:09—Señores, el futuro está en el aire —declara Manuel, sus ojos brillando con una excitación que
18:20hace tiempo que no sentía. Y nosotros vamos a ser parte de él. Deciden cuál será su primer
18:30proyecto. El diseño y construcción de un prototipo de aeroplano más ligero, más rápido y más seguro
18:36que cualquiera de los existentes. Es un desafío ambicioso, casi una quimera,
18:45pero la energía y la determinación del equipo son contagiosas. Por primera vez en mucho tiempo,
18:54Manuel siente que tiene el control de su propio destino, que está construyendo algo suyo, algo
19:00que perdurará. Este proyecto se convierte en su refugio, en el horizonte luminoso que le permite
19:10sobrellevar las sombras que se ciernen sobre la promesa. El cerco de Lorenzo y el plan secreto
19:19de Cristóbal. La mañana avanza, y con ella, la red de Lorenzo se estrecha cada vez más alrededor
19:26de sus presas. Con una galantería fingida que resulta repugnante, se acerca Ángela para interesarse
19:36por su estado de salud. Mi querida Ángela, he oído que solicitó la visita de un médico. Espero
19:46que no sea nada grave. Me tendría usted con el alma en un puño. Ángela, forzada a mantener las
19:56apariencias, le regala una sonrisa forzada. No es nada, don Lorenzo, un simple mareo pasajero. Le
20:07aseguro que me encuentro perfectamente. Magnífica noticia, exclama él, frotándose las manos con
20:16satisfacción mal disimulada. No sabe cuánto me alegra oírlo. La respuesta de Ángela es exactamente
20:25lo que Lorenzo necesitaba. Con la confirmación de su perfecto estado de salud, ya no hay excusas que
20:35valgan. Se dirige a buscar a Leocadia, a quien encuentra supervisando la limpieza de la platería.
20:45Leocadia, querida. Dice, su voz untada de una falsa cordialidad. Acabo de hablar con nuestra
20:56encantadora Ángela.
21:01Goza de una salud de hierro. Así que ya no hay impedimento alguno para que fijemos la fecha de
21:06nuestro compromiso. ¿No le parece que deberíamos anunciarlo cuanto antes? La sociedad espera ansiosa.
21:19Leocadia siente un escalofrío recorrer su espalda. La presión de Lorenzo es cada vez más asfixiante.
21:29El chantaje que la tiene atrapada le impide negarse. Cada palabra de Lorenzo es un nuevo
21:34eslabón en la cadena que la aprisiona. Mientras tanto, Cristóbal no ha dejado de pensar en la
21:43situación de Ángela y Leocadia. Sabe que hay algo más, algo que Leocadia no le ha contado. La
21:53negativa de esta acudir a la Guardia Civil por el secuestro de su hija le resulta sospechosa.
21:58Insiste una vez más. Señora, debe denunciar. El secuestro es un delito muy grave.
22:11Si usted declara, podríamos acusar a Lorenzo. Podríamos detenerlo. ¿Y qué pruebas tenemos,
22:18don Cristóbal? Replica Leocadia, su voz cargada de desesperación.
22:23¿Mi palabra contra la de un hombre como él? Nadie me creería. Solo conseguiría que su ira se
22:32volviera contra nosotras con más fuerza. Pero no podemos quedarnos de brazos cruzados
22:40mientras ese hombre sigue adelante con sus planes. No lo entiende. Estalla Leocadia,
22:49incapaz de contener más su angustia. Hay cosas que usted no sabe.
22:57Cosas que no puedo contarle. Cristóbal la observa en silencio. Ve el terror en sus ojos,
23:03la desesperación de un animal acorralado.
23:09Y comprende, comprende que Leocadia está siendo chantajeada. No necesita que se lo diga.
23:14Lo ve en cada uno de sus gestos, en el temblor de su voz. Y es en ese momento cuando una idea comienza a
23:24tomar forma en su mente. Un plan audaz, arriesgado, pero que podría ser la única salida. No puede
23:34confiar en la ley, porque Lorenzo sabe cómo retorcerla a su favor. No puede confiar en la
23:43confesión de Leocadia, porque el miedo la paraliza. Así que tendrá que luchar contra Lorenzo en su propio
23:49terreno. Con sus mismas armas, el engaño, la manipulación, el secreto, no le revela los detalles a
24:00Leocadia. Aún no, el plan es demasiado incipiente, demasiado peligroso. Pero una nueva luz de
24:10determinación se enciende en su mirada. Si Lorenzo cree que puede jugar con las vidas de los habitantes
24:19de la promesa a su antojo, está muy equivocado. Se ha encontrado con un adversario que no está
24:28dispuesto a ceder. El mayordomo tiene un plan, un as en la manga que podría hacer saltar por los
24:34aires el castillo de naipes del capitán de la mata.
24:36La amenaza final del varón y la furia de una madre. El día alcanza su punto álgido de tensión
24:47cuando el varón de Valladares, frustrado por la inquebrantable resistencia de Catalina,
24:52decide cruzar una línea que nunca debería haber sido traspasada.
24:59La encuentra en los jardines, paseando con sus hijos, los pequeños Curro y Eugenia,
25:04que ríen ajenos a la tormenta que se cierne sobre su familia.
25:12El varón se acerca con paso lento, su sonrisa más depredadora que nunca. Una bonita estampa
25:18familiar, Catalina.
25:24Unos niños preciosos, sanos, fuertes, sería una verdadera lástima que algo malo les sucediera,
25:30¿no crees?
25:34Las palabras caen como un bloque de hielo sobre el cálido sol de la tarde. Catalina se congela.
25:44Se gira para encararlo, sus ojos despidiendo llamas. Coloca a sus hijos detrás de ella,
25:50en un gesto instintivo de protección.
25:52¿Me está usted amenazando? Pregunta. Su voz un siseo peligroso. Yo no amenazo, querida.
26:06Simplemente señalo lo obvio. El mundo es un lugar peligroso. Sobre todo para los niños indefensos.
26:12Un accidente puede ocurrir en cualquier momento. Una caída tonta. Una enfermedad repentina. Sería
26:22terrible que su madre no estuviera aquí para cuidarlos.
26:25O peor aún, que su madre fuera la causa de su desgracia por una estúpida muestra de orgullo.
26:38La crueldad del varón no conoce límites. Ha encontrado la grieta en la armadura de Catalina,
26:43y está dispuesto a clavar su puñal en ella sin piedad.
26:46Pero lo que no espera es la reacción que provoca. No ve miedo en los ojos de Catalina.
26:58Ve furia. Una furia primigenia. La furia de una leona a la que amenazan a sus cachorros.
27:08Escuchim bien, varón de Valladares. Dice Catalina, avanzando un paso hacia él,
27:14su voz baja y cargada de una amenaza que hiela la sangre.
27:21Puede que usted sea un hombre poderoso. Puede que crea que puede comprar y destruir todo lo que se le antoje.
27:30Pero se ha equivocado de mujer. Toque un solo pelo de la cabeza de mis hijos,
27:34insinúe siquiera que va a hacerles daño. Y le juro por lo más sagrado que descubrirá
27:39una faceta de mí que no sabía que existía.
27:44Puedo volverme muy peligrosa. Mucho más de lo que usted puede imaginar.
27:49No tiene ni idea de lo que soy capaz de hacer para proteger a mi familia.
27:56Así que le recomiendo que no vuelva a acercarse a ellos.
27:59Ni a mí. La intensidad de su respuesta deja al varón momentáneamente sin palabras.
28:04Ha provocado a la bestia, y ahora ve en sus ojos el reflejo de su propio fin si se atreve a dar un paso más.
28:18Catalina toma a sus hijos de la mano y se aleja, dejándolo solo con su veneno, su cabeza erguida, su paso firme.
28:25La guerra ha sido declarada. Y Catalina acaba de demostrar que no piensa ser una víctima.
28:38Será una combatiente. La traición de Jacobo y el estallido de Martina.
28:43El día se cierra con un nuevo frente de batalla que se abre donde menos se esperaba.
28:47Martina, que ha estado intentando navegar las turbulentas aguas de su matrimonio y las complejidades de su posición en la familia, recibe una noticia que la deja atónita.
29:05Se entera, por una fuente indiscreta, de que ha sido incluida en el Patronato de la Milagrosa, una prestigiosa obra de caridad.
29:12Lo que para cualquiera sería un honor, para Martina es una bofetada.
29:20Sabe que no tiene ni los méritos ni las conexiones para haber recibido tal nombramiento.
29:29Y solo hay una persona que podría haber movido los hilos para conseguirlo. Su primo, Jacobo.
29:34Se enfrenta a él esa misma noche, su rostro una máscara de ira y decepción.
29:43¿Cómo has podido, Jacobo? Le espeta, sin preámbulos.
29:51Jacobo, como siempre, adopta una expresión de inocencia ofendida.
29:56No sé de qué me hablas, prima.
29:58No te hagas el tonto conmigo. El Patronato de la Milagrosa.
30:06¿Creyas que no me iba a enterar? ¿Por qué lo has hecho?
30:12Martina, te juro que yo no he tenido nada que ver.
30:16Seguramente habrán reconocido tus muchas virtudes y por eso te han elegido.
30:19Virtudes. Ríe Martina, una risa amarga y desprovista de alegría.
30:29No me tomes por estúpida. Lo has hecho para controlarme, ¿verdad?
30:33Para tenerme atada, para que te deba favores.
30:40Para que todos vean lo bueno y generoso que eres, moviendo los hilos para tu pobre prima descarriada.
30:49¿Estás siendo paranoica? Se defiende Jacobo, levantando la voz.
30:54No, estoy siendo lúcida. Por primera vez en mucho tiempo.
31:02Me he sentido utilizada, traicionada. Creía que podía confiar en ti, que de verdad te preocupabas por mí.
31:08Pero solo te preocupas por ti mismo, por tus juegos de poder, por tu imagen.
31:17La discusión sube de tono, sus voces resonando en la biblioteca.
31:25Para Martina, este gesto de Jacobo no es un acto de amabilidad,
31:29sino una muestra más de la manipulación a la que se siente sometida.
31:32Es una forma de recordarle su dependencia, de socavar su autonomía.
31:42Se siente como un peón en un tablero de ajedrez que no comprende.
31:49Y el dolor de la traición, viniendo de alguien a quien consideraba un aliado, es profundo y afilado.
31:55Jacobo, por supuesto, lo niega todo. Es su modus operandi.
32:04Negar, desviar, hacerse la víctima.
32:10Pero Martina, esta vez, no le cree. La confianza se ha roto, quizás para siempre.
32:16Y mientras estalla contra él, liberando meses de frustración y sospechas contenidas,
32:24una nueva brecha se abre en el ya fracturado entramado de las relaciones en la promesa.
32:33Así concluye un día más en el Palacio de los Luján.
32:36Un día de voluntades puestas a prueba, de planes secretos que comienzan a tejerse en la oscuridad,
32:41de amenazas que penden como espadas de Damocles y de traiciones que envenenan el alma.
32:50El capítulo 677 nos deja con el corazón en un puño,
32:55con la certeza de que la tormenta que se avecina será devastadora y que,
32:59cuando finalmente amen, nada volverá a ser igual en la promesa.
33:06La noche cae, pero no trae consigo la paz,
33:09sino la promesa de un nuevo amanecer aún más incierto y peligroso.
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