#avance #semanal #agosto
Avance semanal de ‘Valle Salvaje’: La huida de Adriana y Rafael (del 4 al 8 de agosto)
Ante la amenaza de Julio y Úrsula, Rafael y Adriana toman una decisión drástica para vivir un futuro juntos.
El aire en Valle Salvaje se había vuelto denso, casi irrespirable, cargado con el peso de secretos inconfesables y treguas tan frágiles como el cristal. La inminente boda entre José Luis de Guevara, duque de Valle Salvaje, y la joven Victoria Márquez, se cernía sobre el horizonte no como una promesa de ...
-------------------------------------------------------------------------
#‘ValleSalvaje’, #avance, #semanal, #4, #8, #agosto, #La, #huida, #Adriana, #Rafael
Avance semanal de ‘Valle Salvaje’: La huida de Adriana y Rafael (del 4 al 8 de agosto)
Ante la amenaza de Julio y Úrsula, Rafael y Adriana toman una decisión drástica para vivir un futuro juntos.
El aire en Valle Salvaje se había vuelto denso, casi irrespirable, cargado con el peso de secretos inconfesables y treguas tan frágiles como el cristal. La inminente boda entre José Luis de Guevara, duque de Valle Salvaje, y la joven Victoria Márquez, se cernía sobre el horizonte no como una promesa de ...
-------------------------------------------------------------------------
#‘ValleSalvaje’, #avance, #semanal, #4, #8, #agosto, #La, #huida, #Adriana, #Rafael
Categoría
🎥
CortometrajesTranscripción
00:00Avance semanal de Valle Salvaje. La huida de Adriana y Rafael, del 4 al 8 de agosto.
00:18Ante la amenaza de Julio y Úrsula, Rafael y Adriana toman una decisión drástica para
00:24vivir un futuro juntos. El aire en Valle Salvaje se había vuelto denso, casi irrespirable,
00:32cargado con el peso de secretos inconfesables y treguas tan frágiles como el cristal.
00:39La inminente boda entre José Luis de Guevara, duque de Valle Salvaje, y la joven Victoria Márquez,
00:46se cernía sobre el horizonte no como una promesa de felicidad, sino como la calma ominosa que
00:51precede a la más violenta de las tormentas. Cada sonrisa era una máscara, cada palabra cortés,
01:00una daga envainada. Y en el corazón de este torbellino de pasiones y odios, dos amantes,
01:07Rafael y Adriana, se aferraban a un amor imposible, sin saber que su destino estaba a punto de
01:12precipitarse hacia un abismo del que quizás nunca podrían escapar.
01:16Capítulo 225. Lunes, 4 de agosto. El precio de la paz y las cartas del destino. La mañana del
01:27lunes se desperezó con una luz pálida y enfermiza que parecía reflejar el ánimo de los habitantes de
01:32la casa grande. Bernardo de Miramar, un hombre cuya paciencia se había erosionado hasta convertirse
01:41en afilado granito, sabía que el tiempo de las sutilezas había terminado. La boda de su sobrina
01:49política, Victoria, con el hombre que despreciaba, José Luis, era el campo de batalla perfecto.
01:59No se lucharía con espadas, sino con algo mucho más hiriente. La apariencia, el honor y la humillación
02:05pública. Dentro del imponente salón de la casa grande, el aire crepitaba con una tensión casi
02:14palpable. José Luis, de pie junto a la chimenea apagada, observaba a Bernardo con los ojos entornados,
02:24una fiera enjaulada en su propia casa. Victoria, a su lado, intentaba proyectar una serenidad que
02:33no sentía, sus manos entrelazadas con fuerza sobre su regazo.
02:40Seamos directos, Guevara. Comenzó Bernardo, su voz resonando con una calma que era más intimidante
02:47que cualquier grito.
02:51¿Quieres que mi esposa, la duquesa de Miramar, y yo, asistamos a tu farsa? ¿Quieres que el mundo
02:57vea una estampa de unidad familiar, de armonía entre nuestras casas?
03:05¿Quieres que legitimemos esta unión ante tus importantes invitados, que olvidemos la
03:09sangre y el dolor que nos separa?
03:14José Luis apretó la mandíbula. No es una farsa, Bernardo. Es mi boda. Y la presencia
03:19de los tíos de mi prometida es. Lo esperado. Lo correcto. Mercedes, sentada con una rigidez
03:28monárquica, soltó una risa corta y carente de alegría.
03:35¿Correcto? ¿Qué sabes tú de lo que es correcto, José Luis? Lo correcto habría sido que mi hermana
03:40Pilara estuviera viva. Que tú no hubieras manchado su memoria casándote con esta. Muchacha,
03:46a los pocos meses de su muerte. Mercedes, por favor, intervino Victoria, su voz un tembloroso
03:55ruego. No, déjala, Victoria, dijo Bernardo, levantando una mano. Mi esposa tiene razón,
04:05pero no estamos aquí para hablar de lo que debería haber sido, sino de lo que será.
04:09Nuestra presencia tiene un precio. José Luis dio un paso al frente, su cuerpo vibrando de furia
04:19contenida.
04:22¿Un precio? ¿Te atreves a ponerme condiciones en mi propia casa? Precisamente porque es tu casa y tu
04:29boda, las condiciones son mías, replicó Bernardo, impasible.
04:33¿Quieres nuestra asistencia? La quieres. ¿Quieres que sonriamos para tus invitados y brindemos por tu
04:41felicidad? Lo haremos. A cambio, nos cederás las tierras del lindero sur, las que lindan con el río.
04:52El silencio que siguió fue atronador. José Luis palideció, luego un rojo intenso le subió por el
04:59cuello. Eran las tierras más fértiles del valle, el corazón de su dominio. Jamás rugió.
05:12Piénsalo bien, duque. Continuó Bernardo, paladeando la palabra. Imagina el día de tu boda.
05:18Los carruajes llegando, los nobles de media España reunidos en tu jardín. Y entonces,
05:28la pregunta en boca de todos, y los duques de Miramar. ¿Dónde está la familia de la novia?
05:36Imagina los susurros, las miradas de lástima, el escándalo, tu poder, que tanto te esfuerzas en
05:42proyectar, se verá como lo que es, una cáscara vacía. Tu boda, en lugar de ser tu coronación,
05:52será tu mayor humillación. Victoria miró a José Luis, sus ojos suplicantes.
06:00Sabía que Bernardo tenía razón. El escándalo sería insoportable. José Luis, por favor, piénsalo.
06:06Es solo tierra. Después de la boda, después de la boda me vengaré. Si se ojo José Luis,
06:15tan bajo que solo Victoria pudo oírlo. Juro por lo más sagrado que Bernardo de Miramar pagará por
06:23esta afrenta con sangre. Pero su furia era inútil. Estaba atrapado, con un gesto brusco,
06:31casi un espasmo de rabia, asintió. Sea, tendrás tus malditas tierras. Pero más te vale que tu
06:40actuación y la de tu esposa sean impecables. Bernardo esbozó una sonrisa helada. No te
06:48preocupes, Guevara. Somos expertos en representar farsas. Al fin y al cabo, hemos vivido en una durante
06:57años. Mientras la paz se compraba con hectáreas de rencor, en otra ala de la mansión, una guerra
07:03más sutil se libraba entre las mujeres. Amanda, la recién llegada y enigmática amiga de la
07:12familia, había desarrollado un talento especial para sembrar la discordia con una sonrisa.
07:17Querida Victoria, qué suerte la tuya, dijo, mientras tomaban el té en el jardín, su voz melosa como la
07:27miel envenenada. José Luis es todo un partido. Ya lo demostró con su primer matrimonio. Casarse
07:35con Pilara, de la familia de Mercedes, fue una jugada maestra. Unió dos grandes casas, aunque claro,
07:45el destino es caprichoso. Cada palabra era un alfilerazo directo al corazón de Victoria,
07:51que sentía como la sangre se le helaba en las venas. La mención de Pilara, la comparación
07:59implícita, la dejaba en el lugar de una usurpadora, una segunda opción. Decidida a no dejarse amilanar,
08:09Victoria contraataco. Hablando de destinos caprichosos, Amanda, he notado que pasas mucho
08:14tiempo con Leonardo. Y que desde que llegaste, parece, otro, más feliz. Bárbara debe estar
08:23encantada con el aire fresco que has traído a su matrimonio. Tocó la fibra sensible. La evidente
08:32e histórica atracción entre Bárbara y Leonardo. Pero Amanda no parpadeó. Al contrario, una leve
08:41sonrisa se dibujó en sus labios, como si disfrutara del golpe. Bárbara es una buena mujer. Pero a veces,
08:51los hombres necesitan un estímulo diferente para recordar quiénes son. Irene, por ejemplo,
09:00tiene una vitalidad que... Dejó la frase en el aire. Una insinuación ponzoñosa que colgaba entre ellas.
09:06Sus intenciones eran un laberinto, pero la salida parecía apuntar directamente a la joven Irene como
09:14su peón en un juego que nadie más entendía. En la casa pequeña, ajenos a las nuevas maquinaciones,
09:24Bárbara le comentaba a Irene con genuina alegría. ¿No has notado a Leonardo diferente? Desde que Amanda
09:30está aquí, parece que ha vuelto a sonreír. Es como si hubiera recuperado una parte de sí mismo que
09:38creí perdida para siempre. Brindaron con vino, un brindis por un presente que creían seguro,
09:47sin sospechar que el rencor de José Luis era una bestia agazapada, esperando el momento justo
09:52para saltar y devorarlo todo. Pero la agitación del día no había terminado. En su despacho, Julio,
10:01el esposo de Adriana, rebuscaba con manos temblorosas entre sus papeles, en los bolsillos
10:07de su chaqueta, en los cajones de su escritorio. Su rostro, normalmente un lienzo de calculada
10:16amabilidad, era ahora una máscara de pánico. La carta, la maldita carta que Úrsula le había dado,
10:25la prueba definitiva del chantaje, la pieza que lo implicaba directamente. Había desaparecido.
10:33Su mente febril solo podía señalar a una persona, Adriana, su esposa, cuyos ojos lo miraban
10:40últimamente con una suspicacia que lo helaba. La desconfianza era una grieta que se había
10:48convertido en un abismo entre ellos. Presa del pánico, sabiendo que Úrsula no tardaría en reclamar
10:54su parte, se enfrentó a ella y a Rafael, encontrándolos en uno de sus cada vez menos
10:59discretos encuentros en los jardines.
11:01Esto se tiene que acabar. Les espetó, su voz un siseo desesperado. Ahora mismo, Adriana,
11:11estás esperando un hijo.
11:16Mi hijo, ¿no entiendes el escándalo que se nos viene encima? Tienes que dejar de ver a este hombre.
11:24Os lo exijo. Su miedo, sin embargo, no era por el honor, sino por la verdad. Temía que el escándalo
11:31destapara no solo el romance, sino su propia complicidad en el chantaje de su prima.
11:39Y como si el destino se deleitara en tejer una red cada vez más intrincada, otra carta,
11:44igual de devastadora, encontró un nuevo lector. Aquella en la que Leonardo e Irene, en un momento
11:53de debilidad y pasión, habían confesado su traición a Bárbara, yacía abierta sobre una mesilla de noche.
12:01Unas manos, cuya identidad permanecía en la sombra, la sostenían. ¿Eran las manos de Bárbara,
12:08a punto de ver su mundo derrumbarse? O las de Amanda, que acababa de encontrar el arma perfecta
12:14para sus planes. El capítulo se cerraba con esa pregunta suspendida, un eco de la catástrofe por venir.
12:20Capítulo 226. Martes, 5 de agosto. La verdad en un sobre y un nuevo rostro en las sombras.
12:34El instinto de Adriana era como un animal salvaje. Certero, implacable y a menudo,
12:40su única defensa en la jungla de engaños que era su vida.
12:43Desde que la presión de Úrsula sobre Rafael se había vuelto asfixiante,
12:50el comportamiento de Julio la había puesto en alerta.
12:55Su silencio cómplice, su falsa ecuanimidad, su insistencia en que ella estaba imaginando cosas,
13:03todo apestaba a traición.
13:04No era una mujer que se quedara esperando a que la verdad le cayera del cielo. Fiel a su naturaleza
13:12impulsiva y valiente, se había lanzado a una búsqueda sigilosa, esperando encontrar la pieza
13:18que hiciera encajar el rompecabezas de su desconfianza. Y la encontró, aprovechando una
13:26ausencia de Julio, forzó el cajón cerrado de su escritorio, ese que él siempre mantenía bajo llave.
13:35Su corazón latía con fuerza, una mezcla de miedo y expectación. Y allí, bajo un fajo de facturas
13:41sin importancia, estaba. La carta, la misma que ella había tenido en sus manos semanas atrás,
13:51la prueba del chantaje de Úrsula, la misma que había desaparecido misteriosamente justo cuando
13:56más la necesitaba para convencer a Rafael del peligro que corrían. La sostuvo con manos
14:04temblorosas. El mundo a su alrededor pareció detenerse. Durante semanas, Rafael había dudado
14:10de ella. Había llegado a creer que sus advertencias eran fruto de los celos.
14:16La habían llamado histérica, paranoica. Y ahora, la prueba definitiva no sólo confirmaba la maldad
14:23de Úrsula, sino algo infinitamente más doloroso. La traición de su propio esposo.
14:28Julio no era una víctima. Era un conspirador. Él se la había robado. Él la había silenciado
14:37para proteger a su prima y a sí mismo.
14:39Una oleada de náuseas y dolor la recorrió. No era la extorsión lo que la destrozaba,
14:48sino la certeza de haberse casado con un monstruo de rostro amable.
14:55El hombre que debía protegerla, el padre del hijo que crecía en su vientre, la había
15:00estado manipulando desde el principio, jugando a dos bandas, sacrificándola sin piedad en el
15:05altar de sus propios intereses. La confianza, ya herida de muerte, se hizo añicos, convirtiéndose
15:14en polvo y ceniza. Mientras Adriana se enfrentaba a su nueva y terrible realidad, José Luis seguía
15:24hundiéndose en el fango de sus propias concesiones. Citó a Bernardo en el despacho de un notario en
15:31el pueblo para firmar los documentos de la cesión de tierras. Cada trazo de su pluma sobre el papel
15:40era una gota de veneno que se acumulaba en su alma.
15:46Espero que esto garantice un espectáculo de armonía digno de un rey. Dijo con sarcasmo a Bernardo,
15:52mientras el notario sellaba los papeles.
15:54La armonía está garantizada, Guevara. La sinceridad es otro asunto, respondió Bernardo,
16:04guardando su copia del acuerdo con una satisfacción que a José Luis le provocó arcadas.
16:12Frustrado y humillado, José Luis regresó a la casa grande y descargó su ira sobre su secretario,
16:18el leal y meticuloso Atanasio. Quiero todos los libros de cuentas. Todo, le ordenó, golpeando el
16:27escritorio. Las finanzas personales, las propiedades, las inversiones. Quiero saber hasta el último céntimo
16:37que poseo antes de que esos buitres de Miramar intenten arrancarme más.
16:40Atanasio, acostumbrado a los arrebatos de su señor, se puso a trabajar de inmediato.
16:52Pasó horas encerrado en el archivo, rodeado del olor a papel viejo y tinta. Era un hombre de números,
16:58de orden. Pero entre las columnas de cifras y los registros de propiedades, algo llamó su atención.
17:07Un traspaso antiguo, una firma que no cuadraba, una serie de transacciones que parecían, ilógicas.
17:19Al principio, fue sólo una corazonada, una anomalía en un sistema perfecto. Pero a medida
17:25que tiraba del hilo, una verdad monstruosa comenzó a tomar forma en su mente.
17:29Una verdad que implicaba directamente a su señor y que, de salir a la luz, no sólo destruiría a José
17:39Luis, sino que podría salpicarlo a él de forma fatal. El sudor frío le perló la frente. Lo que
17:48había encontrado era una bomba de relojería. Incapaz de soportar el peso de su descubrimiento
17:55sola, Adriana buscó refugio en la única persona en quien podía confiar ciegamente, su doncella y
18:02amiga, Luisa.
18:06En la intimidad de su alcoba, con la puerta cerrada, le mostró la carta. No es Úrsula, Luisa. O no sólo
18:14ella. Le confesó, las lágrimas corriendo por sus mejillas.
18:18Es Julio. Él siempre lo supo. Me ha mentido. Nos ha mentido a todos. Estoy casada con un extraño. Con
18:28un traidor. Luisa la abrazó, tratando de infundirle una calma que ella misma no sentía. Mi señora,
18:37¿qué va a hacer? No lo sé. Sollozó Adriana. Lo único que sé es que ya no puedo vivir bajo este techo.
18:48Ya no puedo mirarlo a la cara. Siento como si estuviera durmiendo con el enemigo.
18:55Y para añadir una nueva pieza al ya enrevesado tablero, esa misma tarde,
19:00la acción se trasladó a las bulliciosas cocinas de la casa grande.
19:06En medio del vapor de las ollas y el trajín de los sirvientes que preparaban los festines
19:10previos a la boda, hizo su aparición un hombre joven, de mirada penetrante y manos fuertes.
19:19Nadie lo conocía. Se presentó como un ayudante temporal, contratado para el exceso de trabajo
19:24de esos días. Su nombre, dijo, era Ismael. El actor Marco Sorengo daba vida a este nuevo
19:33y enigmático personaje, cuya presencia silenciosa y observadora parecía indicar que no era un simple
19:39cocinero. ¿Quién era en realidad? ¿Y qué secretos traía consigo a los fogones de valle salvaje? ¿El
19:48corazón donde todos los secretos de la casa se cocían a fuego lento?
19:55Capítulo 227. Miércoles, 6 de agosto. Un juramento ante los muertos y un amor que se niega
20:02morir. A sólo tres días de la boda, el nombre de Pilara flotaba en el aire de la casa pequeña como
20:11un fantasma persistente. Para Mercedes, la ceremonia no era una celebración, sino la profanación
20:19definitiva de la memoria de su hermana. Era la aceptación pública de que José Luis se saldría con
20:28la suya, de que la muerte de Pilara quedaría impune, enterrada bajo capas de hipocresía social
20:33y sonrisas forzadas. Durante la firma del acuerdo con José Luis, había interpretado su papel a la
20:42perfección, mostrando una fachada de duquesa fría y pragmática. Pero por dentro, su alma ardía. Esa
20:52tarde, sintiendo que se ahogaba entre las paredes de su hogar, caminó hasta el pequeño cementerio
20:57familiar, hasta la tumba de mármol blanco que guardaba los restos de su hermana. El sol de la
21:05tarde se filtraba entre los cipreses, proyectando largas sombras sobre la lápida. Mercedes se arrodilló,
21:14apartando unas hojas secas de la inscripción, Pilara de Miramar y Guevara.
21:18Amada esposa y hermana. Te fallé, hermana. Susurró, su voz rota por un dolor que no disminuía con el
21:28tiempo. Dejé que ese monstruo te arrebatara de nuestro lado y ahora, ahora pretende celebrar
21:36su nueva vida sobre tu recuerdo. Creen que me han comprado con un trozo de tierra. Creen que mi silencio
21:45tiene precio. Acarició la fría piedra, sus nudillos blancos por la presión. Una lágrima solitaria se
21:53deslizó por su mejilla, un diamante de puro dolor. Pero se equivocan, Pilara. Se equivocan tanto,
22:03les daré su paz, les daré su tregua. Dejaré que se confíen, que crean que han ganado. Y cuando
22:11estén en la cima de su arrogancia, cuando se sientan intocables el día de su boda,
22:16les arrancaré la alfombra bajo los pies. Haré que su humillación sea tan pública y tan dolorosa
22:24que desearán no haber nacido. Te lo juro, hermana. Ante tu tumba, juro que tendrás tu venganza. Su
22:33juramento no fue un grito, sino un murmullo helado, una promesa sellada con el viento que agitaba las
22:39hojas de los árboles. La duquesa de Miramar había firmado la paz, pero había declarado la guerra.
22:48Mientras tanto, Julio, ajeno a que su máscara había caído para Adriana, continuaba su deleznable juego.
22:57Se reunió con Úrsula en una posada del pueblo, un lugar lo suficientemente sórdido para sus
23:02maquinaciones. La carta ha desaparecido. Le informó él, nervioso. ¿Qué? Exclamó Úrsula, furiosa.
23:16Inútil, te dije que la guardarás bien. Sospecho de Adriana. Pero no importa, tenemos que separarlos ya.
23:25La presión debe aumentar. Haz que la vida de Rafael sea un infierno. Que no pueda dar un paso sin sentir
23:30tu aliento en la nuca. Adriana está embarazada, es vulnerable. Si la aislamos de él, si la convencemos
23:40de que esa relación sólo traerá la ruina a todos, cederá. Más te vale que funcione, primo. Le advirtió
23:50Úrsula, sus ojos brillando con codicia. Porque mi paciencia y mis finanzas tienen un límite. En la
24:00casa grande, Atanasio no podía dormir. El descubrimiento en los libros de cuentas lo atormentaba. Daba
24:09vueltas y vueltas en su pequeña habitación, la imagen de aquellos documentos grabada en sus párpados.
24:18Sabía que tenía en sus manos el poder para destruir a José Luis, pero ese poder era una espada de doble
24:23filo. Si el duque descubría su traición, no dudaría en silenciarlo para siempre. Matilde,
24:33la veterana ama de llaves, cuya sabiduría era tan vasta como los pasillos de la mansión,
24:38notó la angustia en el rostro del secretario a la mañana siguiente.
24:41Andas como alma en pena, Atanasio. Le dijo, mientras le servía un café. Sea lo que sea
24:50que te preocupa, ten cuidado. El duque tiene los nervios a flor de piel. No es buen momento
24:58para hurgar donde no te llaman. A veces, Matilde, uno no elige dónde hurgar. A veces,
25:07la verdad te encuentra a ti. Respondió él, su voz apenas un susurro.
25:15Y es una verdad peligrosa. En medio de tanta oscuridad, el amor entre Adriana y Rafael se
25:21convertía en su único faro. Ahora que la traición de Julio era una certeza, Rafael se sentía consumido
25:31por la culpa por haber dudado de ella. Se encontraron en las ruinas de la vieja ermita,
25:39su refugio secreto. Perdóname, Adriana, le suplicó él, tomando su rostro entre sus manos.
25:49Fui un ciego, debí creerte desde el principio. No hay nada que perdonar,
25:53Rafael. Respondió ella, apoyando su frente en la de él.
26:01Ya no importa quién tenía razón. Lo que importa es que ahora conocemos a nuestros enemigos.
26:09Sabemos que Julio y Úrsula no se detendrán ante nada. No voy a permitir que te hagan daño.
26:14Ni a ti, ni a nuestro hijo. Dijo él con una ferocidad protectora. No dejaremos que nos separen.
26:26Te lo juro. Se aferraron el uno al otro. Un pacto de amor y resistencia sellado en la
26:32soledad de las ruinas, mientras en la casa grande, Amanda seguía tejiendo su tela de araña.
26:37Su relación con Irene se había vuelto cada vez más íntima. Paseaban juntas, compartían
26:45confidencias. Amanda, con su aire de mujer de mundo, escuchaba las inseguridades de Irene
26:53sobre Leonardo y Bárbara, y las alimentaba sutilmente. Un hombre como Leonardo necesita
27:02a una mujer que lo desafíe, que lo haga sentir vivo, le decía.
27:07Bárbara le da paz, pero tú, Irene, tú podrías darle fuego. A veces, el amor más grande no
27:16es el más cómodo, sino el que te obliga a arriesgarlo todo.
27:22Irene, joven e impresionable, bebía sus palabras, sin darse cuenta de que Amanda la estaba moldeando,
27:29preparándola para un papel en un drama cuyo guión solo ella conocía.
27:32Capítulo 228. Jueves, 7 de agosto. Un beso a la vista de todos. Faltaban apenas 24 horas
27:43para la boda y Valle Salvaje contenía la respiración.
27:49La atmósfera era eléctrica, la calma que precede al estallido de un relámpago. En la casa grande,
27:55José Luis y Victoria se pavoneaban, ebrios de una Victoria que daban por sentada.
28:03Creían haber doblegado a los Miramar, haber comprado la paz y asegurado el éxito de su
28:08enlace.
28:08Mañana, mi amor, le dijo José Luis a Victoria, besándola en el balcón que daba a los jardines.
28:21Mañana todo el mundo verá nuestro poder. Seremos la pareja más envidiada del país.
28:28Y por fin seremos marido y mujer. Añadió ella, anidando en su abrazo. Nada podrá separarnos.
28:35Pero su burbuja de felicidad era tan frágil que el más leve susurro podía hacerla estallar.
28:45La enemistad con la casa pequeña no estaba muerta, solo aletargada, esperando el momento
28:50de morder. La tensión era tan densa que se podía cortar con un cuchillo, no solo en los salones,
28:59sino también en las cocinas, donde el personal trabajaba en un silencio tenso, intercambiando
29:05miradas cargadas de premoniciones.
29:09El nuevo ayudante, Ismael, observaba todo con una atención inusual, sus ojos captando cada
29:16detalle, cada conversación susurrada.
29:21En la casa pequeña, la tormenta ya se estaba gestando. Bernardo encontró a Mercedes en sus
29:27aposentos, guardando sus mejores joyas.
29:33¿Qué haces? Le preguntó él, deberías estar eligiendo el vestido para mañana. Mercedes se
29:39volvió, su rostro una máscara de fría determinación.
29:42No voy a elegir ningún vestido, Bernardo, porque no pienso ir. Bernardo se quedó helado.
29:54¿Qué estás diciendo? Tenemos un pacto, las tierras, ¿has perdido el juicio? Al contrario.
29:59Nunca he estado más cuerda, replicó ella. Les he dado lo que querían. Su acuerdo, su falsa
30:08seguridad.
30:12Y mañana, cuando todos los invitados estén esperando, cuando José Luis y Victoria estén
30:17en el altar, nuestra ausencia será un grito más fuerte que cualquier acusación.
30:25Será su ruina social, la venganza de Pilara. Mercedes, esto es una locura. Exclamó él,
30:32desesperado.
30:35Nos pondrá en un peligro terrible. José Luis no nos lo perdonará jamás. Nos destruirá.
30:40Ya estamos destruidos, Bernardo. Desde el día que murió Pilara. Dijo ella, su voz inquebrantable.
30:53Él empezó esto. Yo solo voy a terminarlo. Y no te preocupes, no sabrán nada hasta el último momento.
31:02Dejaré que la humillación machere lentamente. Bernardo se pasó las manos por el pelo, atrapado
31:08entre la promesa hecha a Guevara y el muro infranqueable de la sed de venganza de su esposa.
31:16Temía, con una certeza aterradora, que la jugada de Mercedes los llevaría a todos a la catástrofe.
31:25Mientras los cimientos de las dos casas nobles temblaban, otra batalla, más íntima y desesperada,
31:32se libraba en la oscuridad.
31:33Adriana y Rafael, incapaces de mantenerse separados, buscaron consuelo mutuo en la noche.
31:45El miedo, la incertidumbre y la pasión se mezclaron en un cóctel explosivo.
31:50Se encontraron en los establos, el olor a heno y a caballo impregnando el aire,
31:55un lugar rústico y honesto en medio de tanta falsedad palaciega.
31:58No puedo más, Rafael. Susurró Adriana, su cuerpo temblando contra el de él.
32:08Vivir bajo el mismo techo que Julio, sabiendo lo que sé. Me está matando.
32:13Entonces huyamos. Dijo Rafael, su voz intensa y urgente.
32:21Huyamos de aquí, Adriana.
32:25Ahora, esta noche, vayámonos lejos, a un lugar donde nadie nos conozca, donde podamos ser una familia.
32:31Nuestro hijo no puede nacer en este nido de víboras. La idea, antes un sueño lejano, ahora parecía la única salida lógica, la única esperanza.
32:47La emoción del momento los embargó. Se miraron a los ojos, y en esa mirada estaba toda la desesperación y todo el amor del mundo.
32:54Rafael la atrajo hacia sí y la besó, un beso profundo, hambriento, un beso que sellaba una promesa de futuro en medio de la desolación.
33:09Se entregaron a ese momento de intimidad, creyéndose a salvo en la penumbra del establo, protegidos por la noche.
33:15Pero no estaban solos. Tras una pila de fardos de heno, una figura se mantenía inmóvil en la oscuridad.
33:28Un par de ojos observaba la escena, registrando cada caricia, cada beso, cada palabra susurrada.
33:38La figura no hizo ningún ruido, ninguna exclamación. Solo observó, con una intensidad helada.
33:45¿Era Úrsula, encontrando la prueba definitiva para su golpe final?
33:51¿Julio, confirmando sus peores temores?
33:54¿O quizás alguien completamente inesperado, como el silencioso cocinero Ismael, cuyos motivos seguían siendo un misterio?
34:02Cuando los amantes finalmente se separaron, la figura se retiró con el mismo sigilo con que había llegado,
34:08llevándose consigo un secreto que tenía el poder de prenderle fuego a todo el valle.
34:12Capítulo 229. Viernes, 8 de agosto.
34:19La decisión final. La huida. El día de la boda amaneció con un cielo plomizo y un viento que arrastraba presagios.
34:29En la casa pequeña, los secretos tenían la vida corta, especialmente con Úrsula merodeando como un depredador.
34:37No le costó mucho, con su habilidad para escuchar tras las puertas y sonsacar a los sirvientes más asustadizos, descubrir la verdad.
34:47Mercedes y Bernardo no iban a asistir a la boda. Con el veneno de la noticia listo para ser inoculado, corrió a la casa grande.
35:01La información llegó a oídos de Victoria como un jarro de agua helada, a pocas horas de la ceremonia.
35:06Los preparativos estaban en su apogeo, las flores llenaban los salones, la orquesta afinaba sus instrumentos, pero todo ese montaje de felicidad se desmoronó en un instante.
35:20No van a venir, le gritó Victoria a José Luis, con el rostro descompuesto por el pánico y la rabia.
35:32Mercedes y Bernardo no van a venir, nos van a humillar delante de todos, malditos sean.
35:38Bramó José Luis, sintiendo como el suelo se abría bajo sus pies.
35:41Su triunfo se convertía en cenizas.
35:48Haz algo, José Luis.
35:50Arréglalo, ofreceles lo que sea, pero tienen que estar aquí.
35:53Suplicó Victoria, al borde de la histeria.
35:59Movido por la urgencia, ciego de ira, José Luis montó en su caballo y galopó como un loco hacia la casa pequeña, sin importarle ya las apariencias.
36:08Se enfrentó a Bernardo en el patio, su voz resonando en todo el lugar.
36:15Así que este era tu plan, Miramar.
36:18¿Humillarme en el día más importante de mi vida?
36:23El plan es de mi esposa.
36:25Respondió Bernardo, cansado, derrotado.
36:28Y no hay nada que puedas hacer o decir que la haga cambiar de opinión.
36:31Todo tiene un precio, insistió José Luis, desesperado.
36:39Dime qué quiere, más tierras, oro, le daré lo que pida.
36:45Pero cuando Mercedes apareció en el umbral, su mirada era tan dura y fría como el mármol de la tumba de su hermana.
36:51No hay nada en este mundo que puedas ofrecerme, de vara, que valga más que el placer de ver tu rostro cuando te dé cuenta de que todo tu poder no puede comprar el perdón ni el honor.
37:06Disfruta de tu fiesta, será inolvidable.
37:09José Luis la miró y supo que había perdido.
37:11Se topó con un muro infranqueable, no de negociación, sino de un odio puro y una determinación forjada en el dolor.
37:24Regresó a la casa grande, derrotado, para enfrentarse a la inminente catástrofe social.
37:33Mientras tanto, Adriana y Rafael se encontraron al amanecer, tras la noche de pasión y terror.
37:41El miedo de haber sido vistos, la certeza de que el cerco se estrechaba sin piedad a su alrededor, había solidificado su decisión.
37:53Ya no había dudas, ya no había vuelta atrás.
37:56Las amenazas de Julio, la maldad de Úrsula, la imposibilidad de vivir su amor a la luz del día, todo los empujaba hacia una única salida.
38:05Es el momento, Adriana, dijo Rafael, su voz firme, sus ojos fijos en los de ella.
38:17No podemos esperar más, cada minuto que pasamos aquí es un riesgo mayor.
38:21Adriana sintió, una resolución tranquila apoderándose de ella.
38:25El miedo seguía ahí, pero ahora estaba cubierto por una capa de esperanza.
38:33Acarició su vientre, el pequeño secreto que le daba la fuerza para arriesgarlo todo.
38:37Vámonos de Valle Salvaje, dijo, su voz no un ruego, sino una afirmación.
38:47Huyamos lejos de todo esto.
38:52Empecemos de nuevo, solo tú, yo, y nuestro hijo.
38:56Juntos, añadió Rafael, tomando su mano y sellando el pacto.
39:01La decisión estaba tomada.
39:06Mientras en la casa grande se preparaban para una boda que nacía muerta,
39:10condenada a ser el mayor escándalo de la temporada,
39:13y en la casa pequeña a una mujer saboreaba el dulce néctar de una venganza a punto de ser servida,
39:18Adriana y Rafael planeaban su huida.
39:23Su amor, nacido en la adversidad, los impulsaba a dar el paso más peligroso de sus vidas.
39:29Dejarlo todo atrás para correr hacia un futuro incierto,
39:33un futuro que solo podía existir lejos de las sombras y las mentiras de Valle Salvaje.
39:40La semana terminaba con el tablero de ajedrez en su punto más crítico.
39:44Cada pieza estaba en posición para un jaque mate inminente.
39:50La pregunta que flotaba en el aire denso del valle no era si la catástrofe llegaría,
39:54sino quién sería el primero en caer cuando las campanas de la boda comenzaran a doblar,
39:59no por una celebración, sino por el fin de una era.
40:05¿Lograrían Adriana y Rafael escapar antes de que la red se cerrara sobre ellos para siempre?
40:10El tiempo, su mayor enemigo, había comenzado su cuenta atrás.
Recomendada
1:05
|
Próximamente
1:05
1:32
1:31
1:18
1:29
50:43
37:04
32:42
44:02
50:35
50:59
48:20
Sé la primera persona en añadir un comentario