Entrevista a Rafael Rubio, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense

Diario Libre

hace 8 meses

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00:00El debate de la posverdad se está centrando mucho en los medios de comunicación o en

00:19los políticos, en la fuente originaria de la información, pero hoy en día la información

00:23se transmite de forma conectada, se transmite con personas, se transmite fundamentalmente

00:28a través del boca a boca, consumimos información que nos llega a través de redes sociales

00:32de gente de la que nos fiamos, más que ir a buscarla al kiosco o a la página web. En

00:38ese sentido, es la fuente que nos transmite la información, no la que origina la información,

00:47la que le da credibilidad a esa información. Consumimos información si nos llega a través

00:50de gente de la que nos fiamos. ¿Por qué? Porque la confianza interpersonal es mucho

00:54más potente que la confianza institucional y dentro de las instituciones incluye a los

00:58medios de comunicación. De ahí que cuando alguien recibe información de alguien del

01:02que se fía, normalmente familiares, amigos, compañeros de trabajo, consume esa información

01:10y la transmite sin filtros, por decirlo de alguna manera, sin crítica, mientras que

01:15cuando la recibe de un partido político, de una institución del Estado o de un medio

01:20de comunicación, trata de, por definición, sospecha, duda. De ahí que a la hora de luchar

01:27contra la posverdad, por llamarlo de alguna manera, yo creo que hay que afrontarla desde

01:32una perspectiva mucho más amplia, no centrándose en generar listas negras de medios de comunicación,

01:38sino tratando de ver realmente cuál es el origen de la verdad y que tiene mucho que

01:44ver con el relativismo. Tiene mucho que ver con que hemos pensado durante mucho tiempo

01:49que para vivir en democracia no hacía falta la verdad y de repente nos hemos dado cuenta

01:54que la renuncia a la verdad ha sido, por decirlo de alguna manera, una bomba de profundidad

02:00dentro de la democracia.

02:08Vivimos con la sensación de que la gente ha dicho adiós a la política, pero no es

02:12verdad, la gente ha dicho adiós a una manera de hacer política. El problema es que cuando

02:16llegan otras personas que les ofrecen maneras distintas de hacer política, vuelven a ilusionarse

02:20y lo hemos visto. Hay gente que cuando piensa que puede participar de manera activa en la

02:26democracia o cuando hay grupos que se lo prometen, se vuelven a involucrar con ilusión. El problema

02:31es cuando se dan cuenta de que eso tampoco era verdad, que la política que les ofrecen

02:35es la misma que ellos repudiaban y se alejan otra vez de la política, pero esta vez se

02:41llevan consigo a la democracia. No solo se alejan de la política, sino que acaban rompiendo

02:45con la democracia y después de dos rupturas es mucho más difícil volver. El problema

02:50real es que es verdad que la gente quiere hacer política, la gente quiere involucrarse

02:54y es consciente de que tiene medios para hacerla, pero el Estado y los partidos no están a

03:00día de hoy, en mi opinión, suficientemente adaptados a los requerimientos ciudadanos,

03:09especialmente en esto, en el sentirse parte de una comunidad y colaborar activamente con

03:13ella.

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