Aunque para muchos la pensión es un sueño esperado, para Jesús Ibarra no significa tranquilidad. Después de 34 años como chofer, una enfermedad del corazón lo obligó a dejar su trabajo, y hoy, a sus 59 años, apenas puede sostenerse con lo que recibe.
Viviendo en una casa sobre el canal Reforma, Jesús busca trabajos de limpieza, pintura o cualquier labor que le permita ganar un poco extra. Aun así, gran parte de lo que obtiene se va en controlar su enfermedad, lo que le dificulta cubrir otras necesidades básicas, incluso ropa para abrigarse en invierno.
Jesús cuenta que no tiene mucha ropa para el frío y que en Navidad no suele hacer algo especial; solo cuando alguien le regala un tamal o una comida.
Hoy tú puedes hacer la diferencia. El Cobertón Navideño de LA CRÓNICA está ayudando a personas como Jesús, que realmente lo necesitan.
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