La Policía detuvo a un hombre de 33 años, tras haber recibido una transacción bancaria no autorizada de G. 200 millones y luego haber transferido a otras cuentas. El mismo formaría parte de una red integrada por estafadores que cuentan con un sistema que fácilmente vulnera la seguridad de las entidades bancarias y usa a personas para hacer efectivas las transacciones.
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