00:00Yo no entiendo a los míos, yo no entiendo a los míos, y aunque por más que suspiro, aún no me cabe en el desvarío, que ni el más angosto de los hilos, del traje refinado y tan fino, bien de don Mengano, un amigo, ni el indio José haya oído.
00:15¿Cómo no entiendo a los míos, el ensanchar de sus ventanas, el currículo de sus almas, esas pupilas dilatadas y el ahito vermellón, esas polcas y caravanas y las rasgadas al pabellón?
00:27Yo no entiendo a mis hermanos, el país tropical y sus hijos templados, el deploro de los pródigos en un dialecto supliciado, la joya que no nos robaron.
00:37Ni en mis delirios más salados nunca entendí a mis hermanos, yo quiero al azar en mi blanco, un rojo sin teñidas de amos y un azul de serenidad, sin nubarrones a la libertad.
00:48Hay mis entelequias de rosado, cosas mías y de errados, humildemente los raros.
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