El rey Felipe VI ha reivindicado este viernes el espíritu de la Transición española, subrayando que, aunque aquel proceso no fue perfecto, tuvo como eje fundamental la reconciliación nacional. Durante su discurso en el Palacio Real, el monarca ha apelado a recuperar el método de aquella etapa histórica en un momento que ha definido como de “desacuerdo y crispación”. Según destacó, la Transición se construyó sobre principios que hoy considera esenciales: “la palabra frente al grito, el respeto frente al desprecio y la búsqueda del acuerdo frente a la imposición”.
Felipe VI pronunció estas palabras en el acto de concesión del Toisón de Oro a la reina Sofía, al expresidente del Gobierno Felipe González y a dos de los padres de la Constitución, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Miquel Roca. El jefe del Estado recordó que el proceso que condujo a la democracia no estuvo exento de errores, pero consideró que juzgarlo únicamente por sus carencias sería “injusto”.
El rey defendió que, dadas las circunstancias de la época, "se hizo lo correcto": se priorizó la estabilidad, el entendimiento entre diferentes sensibilidades políticas y la creación de un marco común que permitiera asentar las bases de la convivencia democrática. Para Felipe VI, ese legado continúa siendo un referente para afrontar los desafíos actuales y fortalecer la cohesión social en España.
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