💔 Valle Salvaje Capítulo 295 – Victoria enfrenta el precio final de sus crímenes.
Entre lágrimas, humillación y remordimiento, pierde lo que más amaba: el poder, el amor y su nombre.
😢 En este avance exclusivo, veremos la caída definitiva de la mujer que lo tuvo todo… y lo destruyó con sus propias manos.
👑 Personajes principales: Victoria, José Luis, Mercedes, Rafael, Adriana, Dámaso y Úrsula.
🔥 Un episodio desgarrador, donde la justicia del valle finalmente alcanza a su reina caída.
📺 Sigue la historia completa en nuestro canal TVN Revisar
👉 Suscríbete, comenta y activa la campanita para no perderte ningún capítulo.
#ValleSalvaje #Victoria #CaídaDeVictoria #DerrotaFinal #AvanceValleSalvaje #TVNRevisar #Telenovela #Drama #Avance295 #Justicia #FinalDeVictoria
Entre lágrimas, humillación y remordimiento, pierde lo que más amaba: el poder, el amor y su nombre.
😢 En este avance exclusivo, veremos la caída definitiva de la mujer que lo tuvo todo… y lo destruyó con sus propias manos.
👑 Personajes principales: Victoria, José Luis, Mercedes, Rafael, Adriana, Dámaso y Úrsula.
🔥 Un episodio desgarrador, donde la justicia del valle finalmente alcanza a su reina caída.
📺 Sigue la historia completa en nuestro canal TVN Revisar
👉 Suscríbete, comenta y activa la campanita para no perderte ningún capítulo.
#ValleSalvaje #Victoria #CaídaDeVictoria #DerrotaFinal #AvanceValleSalvaje #TVNRevisar #Telenovela #Drama #Avance295 #Justicia #FinalDeVictoria
Categoría
🎥
CortometrajesTranscripción
00:00No vuelvas a mentar a mis hijos, te lo advierto, no vuelvas a mentarlos jamás.
00:04¿Por qué no puedo? Porque no soy su familia de sangre como lo es Mercedes.
00:07Quizá debiste haberte casado con ella en lugar de hacerlo conmigo.
00:09Tal vez debería haberte esposado con ella.
00:12Cumplir con la promesa que le hice a mi hermana,
00:14aunque eso signifique tener que ver todos los días a la persona que le quitó la vida.
00:18Doña Pilara fue asesinada.
00:20El sol se alzó sobre Valle Salvaje con una luz suave casi piadosa,
00:25bañando los campos aún cubiertos de rocío.
00:29Los viñedos, testigos mudos de generaciones,
00:33parecían reverdecer después de la tormenta.
00:36La sangre, la ambición y las mentiras que durante años habían alimentado el poder de los galves de Aguirre
00:43se habían disuelto en el silencio de una nueva mañana.
00:47Mercedes observaba el horizonte desde el balcón de la casa pequeña.
00:52Llevaba días sin dormir, pero por primera vez no sentía rencor.
00:58Solo cansancio y al mismo tiempo una extraña paz.
01:03El valle respira otra vez, murmuró.
01:06¿Pero cuánto costó?
01:08En los campos, Rafael daba órdenes a los jornaleros.
01:13Ya no vestía de noble.
01:15Su camisa estaba manchada de tierra.
01:18Había decidido reconstruir el valle con sus propias manos.
01:21No desde el poder, sino desde la humildad.
01:25Adriana lo observaba desde lejos, con una mezcla de orgullo y ternura.
01:30El amor al fin florecía en tierra firme.
01:34En el convento del norte, una mujer vestida de negro encendía una vela frente a un altar.
01:41Su rostro estaba cubierto por un velo, pero sus manos temblaban.
01:46Perdónalo, señor, susurró.
01:49Era victoria.
01:51Nadie en el convento conocía su pasado.
01:55Solo sabían que rezaba todos los días por las almas perdidas del valle.
01:59En la prisión, Luisa fue finalmente liberada.
02:04Pepa la esperaba a las puertas, llorando de alegría.
02:08Ya está, hermana.
02:10¿Ya terminó?
02:12Luisa la abrazó, mirando el cielo despejado.
02:16No, Pepa.
02:18Apenas comienza.
02:19Ahora aprenderemos a vivir sin miedo.
02:23Esa noche, las campanas de la capilla sonaron por última vez en memoria de José Luis y Pilara.
02:30Y mientras el viento recorría los campos, el valle por fin encontró redención en el eco de su propio silencio.
02:39La noche se extendió sobre valle salvaje como un manto de ceniza.
02:43Las luces de la casa grande permanecían encendidas, pero dentro solo quedaban sombras.
02:51Después de la confesión pública, los invitados se habían retirado en silencio,
02:56dejando tras de sí un eco de escándalo y vergüenza que resonaría durante generaciones.
03:02Victoria seguía de pie en medio del salón, mirando el suelo cubierto de copas rotas y pétalos marchitos.
03:09Su vestido negro, desgarrado por el forcejeo, parecía una metáfora de lo que quedaba de su vida.
03:18José Luis se apoyaba en el respaldo de un sillón, pálido, exhausto,
03:23pero con una serenidad que solo tiene quien ya no teme perder nada.
03:28—¿Estás satisfecha ahora? —preguntó ella con voz quebrada.
03:33—¿Querías destruirme delante de todos?
03:36—Pues ya lo has conseguido.
03:38—José Luis no la miró.
03:41—No lo hice por ti.
03:43—Lo hice por mí.
03:45—Por todos los que murieron en nombre de nuestras mentiras.
03:49—Victoria se acercó lentamente.
03:52—¿Y crees que la verdad te absolverá?
03:55—¿No eres mejor que yo, José Luis?
03:58—Ambos fuimos verdugos.
04:01—Quizá, respondió él sin levantar la voz,
04:05—pero al menos yo ya no tengo nada que ocultar.
04:08—Ella soltó una risa amarga.
04:11—¿Y yo tampoco?
04:13—No tengo nombre, ni casa, ni amor.
04:17—Sólo el desprecio del valle y el tuyo.
04:21—José Luis la miró finalmente, con una tristeza infinita.
04:26—El desprecio fue lo único que no quise darte.
04:30—Pero tú te lo ganaste sola.
04:33—Victoria tembló, conteniendo las lágrimas.
04:37—¿No entiendes lo que hice?
04:39—Todo fue por ti.
04:41—Te amé más de lo que un corazón humano puede soportar.
04:45—¿Y cuando me negaste ese amor, me volví loca?
04:49—Sí, lo admito.
04:52—Lo maté todo por no perderse.
04:55—¿José Luis se acercó, tomándola de los hombros?
04:59—No, Victoria.
05:01—¿Lo mataste porque confundiste el amor con la posesión?
05:05—¿Nunca supiste amar sin destruir?
05:08—¿Por primera vez ella bajó la cabeza?
05:12—Entonces expúlsame, José Luis.
05:14—Hazlo.
05:17—Termina lo que empezaste esta noche.
05:20—Él asintió lentamente.
05:23—Te irás del valle.
05:25—Esta es tu sentencia.
05:28—No quiero verte más en estas tierras.
05:30—¿Y a dónde iré?
05:32—¿A dónde quieras?
05:34—dijo él con voz cansada.
05:36—Pero lejos de aquí.
05:38—El valle no tiene lugar para fantasmas.
05:41—Victoria dio un paso atrás.
05:43—Me expulsas como a una pecadora, pero sin mí este valle no sería lo que es.
05:50—Yo le di forma.
05:52—Yo lo mantuve en pie cuando tú no podías.
05:55—Y también lo condenaste.
05:57—replicó Mercedes, que acababa de entrar en el salón.
06:01—Lo cubriste de muerte y ambición.
06:04—Ya es hora de que se purifique.
06:07—Victoria la miró con odio.
06:10—Tú ganaste, ¿verdad, Mercedes?
06:12—Siempre esperaste este momento.
06:15Mercedes negó con calma.
06:18—Nadie gana cuando todo se pierde.
06:21Rafael apareció tras ella, con Adriana.
06:24—La hermandad ha sido informada, dijo el joven.
06:28—¿Vendrán al amanecer para tomar declaración?
06:32—José Luis cerró los ojos.
06:35—¿No habrá necesidad?
06:38—Mañana me entregaré.
06:40—Victoria soltó un grito ahogado.
06:42—No, no puedes hacer eso.
06:46—Si te condenan, también lo harán conmigo.
06:50—¿Cada uno cargará su cruz?
06:52—respondió él, sin mirarla.
06:55—La mía hace tiempo que pesa demasiado.
06:58El silencio cayó de nuevo.
07:01Afuera, el viento agitaba las cortinas.
07:05Las velas titilaban, proyectando sombras vacilantes sobre los retratos de la familia.
07:11El pasado los observaba, inmóvil.
07:15Victoria se acercó una vez más, su voz reducida a un susurro.
07:20—Te amo, José Luis.
07:23—Aún te amo, aunque me mates.
07:26Él la miró por última vez.
07:27—Entonces, aprende lo que es amar en el silencio.
07:32—Porque el amor que destruye ya no merece llamarse amor.
07:37Victoria retrocedió, tambaleante.
07:40Mercedes y Rafael la siguieron con la mirada mientras salía del salón, sola, cubierta por la penumbra.
07:47Nadie volvió a verla.
07:49Nadie volvió a verla.
07:50Algunos decían que se perdió entre los caminos del norte.
07:54Otros que se arrojó al río donde Pilara fue hallada años atrás.
07:58José Luis se quedó frente al ventanal.
08:01La luna iluminaba los campos del valle, tan quietos que parecían dormir.
08:06Todo termina donde comenzó, murmuró.
08:11Rafael se acercó y apoyó una mano en su hombro.
08:14—No todo, padre.
08:16Algunos todavía creemos en lo que puede renacer.
08:20José Luis asintió débilmente, sin apartar la vista del horizonte.
08:25—Entonces hazlo, hijo.
08:29—Redime lo que yo destruí.
08:31Las campanas del amanecer comenzaron a sonar, anunciando un nuevo día.
08:37El linaje de los Galves de Aguirre había caído, pero el valle, herido y purificado, seguía en pie.
08:44La tarde caía lentamente sobre el valle, cuando Mercedes decidió que ya no podía callar más.
08:51Llevaba años arrastrando un secreto que le quemaba el alma, un peso que la había convertido en la sombra de sí misma.
09:00En el salón principal de la casa grande, el reloj marcaba el paso de los segundos como un martillo que golpeaba su conciencia.
09:09Frente a ella, Damaso la observaba con el ceño fruncido, impaciente.
09:14—Me pediste la verdad —dijo ella finalmente, su voz temblando apenas—, pero cuando la escuches, no habrá vuelta atrás.
09:25Damaso se cruzó de brazos.
09:28Después de todo lo que he perdido, ya nada puede sorprenderme.
09:33Mercedes se acercó lentamente, sus ojos cargados de una tristeza profunda.
09:38Tu hermana Pilara no murió de enfermedad, fue asesinada.
09:44El silencio que siguió fue tan espeso que ni el viento se atrevió a cruzar las ventanas.
09:51Damaso retrocedió un paso, sin poder procesar las palabras.
09:55—¿Qué estás diciendo?
09:57—La verdad —insistió Mercedes.
09:59—Pilara fue envenenada, no por el destino, ni por la fiebre, sino por la mano de Victoria Salcedo.
10:09El rostro de Damaso se desfiguró.
10:12—Mientes.
10:14—No lo hago —respondió ella con calma, aunque su voz temblaba.
10:20—Lo sé porque Pilara me lo confesó antes de morir.
10:23—Me pidió que guardara silencio, y yo, cobarde, lo hice.
10:30Creí que con el tiempo la culpa me abandonaría, pero solo creció.
10:35Damaso se dejó caer en el sillón con la respiración entrecortada.
10:41—Victoria, no puede ser.
10:43Ella la cuidó, la acompañó hasta el final.
10:47Mercedes bajó la mirada.
10:49La acompañó para asegurarse de que no hablara.
10:52Pilara sabía demasiado.
10:55¿Sabía del amor prohibido entre Victoria y José Luis?
11:00¿Sabía de las cartas, de las promesas, de la traición?
11:04¿El hombre se llevó las manos al rostro?
11:07—Entonces, ¿todo este tiempo he estado sirviendo a la asesina de mi hermana?
11:13Mercedes asintió con dolor.
11:15¿Y al cómplice de su muerte?
11:18José Luis lo supo.
11:20—Da Amaso.
11:21Lo supo y cayó.
11:24No por maldad, sino por cobardía, por miedo a perderlo todo.
11:31Damaso se levantó de golpe.
11:33—¡Maldición! —gritó, golpeando la mesa.
11:36—Ese hombre me arrebató a mi familia, a mi honor, y ahora descubro que permitió la muerte de Pilara.
11:44Juro por mi vida que no quedará impune.
11:48Mercedes intentó detenerlo.
11:51—Escúchame, no puedes enfrentarte a ellos sin pruebas.
11:54—Si lo haces, acabarás muerto.
11:57—Este valle ha enterrado a muchos que desafiaron su poder.
12:01—Entonces, desenterraré a todos.
12:04—replicó él, con los ojos encendidos.
12:07—¿Ella lo tomó del brazo?
12:10—Dá Amaso, no busques venganza.
12:14—Busca justicia.
12:16—Pilara no querría que te perdieras en la misma oscuridad que la mató.
12:20—Dá Amaso respiró hondo, intentando contener la ira.
12:25—¿Y qué propones?
12:27—¿Que espere mientras ellos siguen viviendo en su palacio, rodeados de mentiras?
12:32—Propongo que me escuches, dijo Mercedes con firmeza.
12:37—Yo también he guardado cosas que podrían destruirlos.
12:42—Hay cartas, documentos, testimonios.
12:46—Pero debemos actuar con inteligencia, no con rabia.
12:51—El hombre la miró fijamente.
12:54—¿Y qué esperas de mí?
12:56—Tu palabra, respondió ella.
12:58—¿Prométeme que cuando llegue el momento no dejarás que la sangre de Pilara caiga en vano?
13:05—Dá Amaso la observó largo rato, antes de responder.
13:10—Te doy mi palabra.
13:12—Pero también te juro esto.
13:14—Cuando enfrente a José Luis, no será con miedo.
13:18Mercedes cerró los ojos, sabiendo que había encendido un fuego imposible de apagar.
13:24—Esa noche, mientras Damaso se marchaba bajo la lluvia, ella se arrodilló frente al retrato de Pilara y murmuró.
13:33—Perdóname, hermana.
13:35—He liberado tu verdad, aunque me cueste la mía.
13:38—El viento golpeó las ventanas como un lamento.
13:41—En algún lugar del valle, los secos de ese juramento se perdieron entre los árboles, presagiando el principio del fin para los galves de Aguirre.
13:52—La mañana siguiente amaneció gris, con una bruma espesa cubriendo el valle.
13:58—En el corredor de la casa pequeña, Matilde limpiaba los candelabros.
14:02—Cuando un sobrecayó desde el borde superior del marco de una puerta, lo recogió con curiosidad, el papel estaba viejo, amarillento y tenía el nombre de Gaspar escrito con letra temblorosa.
14:18—Sintió un escalofrío.
14:21—Gaspar había muerto hacía meses, en circunstancias que nunca se aclararon del todo.
14:27—Matilde miró a ambos lados del pasillo, como si temiera ser descubierta, y se apresuró a esconder la carta entre sus ropas antes de retirarse a su habitación.
14:39—Una vez dentro, la abrió con manos temblorosas.
14:43—La tinta estaba algo corrida, pero aún podía leerse.
14:47—Si lees esto, ya no estaré en este mundo.
14:51—Descubrí una verdad que me está consumiendo.
14:55—José Luis Galvez de Aguirre.
14:57—No es solo el duque del valle, es mi padre.
15:00—Y eso significa que Irene y yo hemos cometido un pecado que no tiene perdón.
15:07—Matilde se llevó una mano al pecho.
15:11—Horrorizada, la carta seguía.
15:15—Él lo sabe.
15:16—Lo supe por victoria.
15:19—Ella lo usó para humillarme, para recordarme que mi vida era un error.
15:23—Dijo que mi madre fue una de las criadas de la casa y que él la abandonó sin mirar atrás.
15:30—No puedo soportar esta vergüenza, ni la mirada de Irene, que aún cree en mí.
15:36—Si algo me pasa, dile a Mercedes que la verdad está en las cartas del oratorio,
15:41que mi sangre nunca debió mezclarse con la suya.
15:45—Matilde dejó caer el papel.
15:47—Su respiración era un hilo entrecortado.
15:51—¡Dios santo! —murmuró.
15:54—Esto, esto puede destruirlo todo.
15:59Salió corriendo hacia la sala donde Mercedes revisaba los registros de la finca.
16:04—Señora —dijo, casi sin aliento.
16:08—Encontré algo que debe ver.
16:10Mercedes alzó la mirada.
16:13—¿Qué ocurre?
16:14—Matilde le entregó la carta.
16:16—¿Es de Gaspar?
16:18—¿Y lo que dice?
16:20—No puedo, ni repetirlo.
16:22—La duquesa leyó en silencio.
16:25Cada palabra la golpeaba como un látigo.
16:29Al llegar al final, cerró los ojos.
16:32—Así que José Luis cargaba con otro pecado más.
16:36—¿Cree usted que es verdad?
16:38Mercedes suspiró.
16:41—Sí.
16:42—Siempre lo supe.
16:44—En el fondo, Gaspar era igual que él en carácter,
16:48en mirada, hasta en los gestos.
16:51—Pero ahora, todo tiene sentido.
16:54—Matilde bajó la voz.
16:57—¿Qué haremos con esto?
16:58—Si Victoria llega a enterarse,
17:01lo usará para destruirlo.
17:03Mercedes levantó la vista,
17:05con una expresión helada.
17:08—Victoria ya lo sabe.
17:10—Lo usó para atormentarlo.
17:12—Y probablemente para manipular a José Luis también.
17:15—Esto fue su arma secreta.
17:17—Entonces, ¿por qué cayó?
17:21—Porque prefería tenerlos bajo su control
17:25antes que verlos libres.
17:27—Para ella, el poder siempre valió más que la verdad.
17:32—Matiles estremeció.
17:33—Debemos proteger a Irene.
17:37—Si lo sabe, no lo soportará.
17:40—Mercedes asintió.
17:42—No dirás una palabra, entendido.
17:45—Por ahora, solo nosotros debemos conocer este secreto.
17:50—Pero no estaban tan solos como creían.
17:53—Detrás de la puerta, Damaso había escuchado todo.
17:57—Sus manos temblaban de rabia contenida.
18:00—Así que José Luis no solo destruyó a Pilara, pensó.
18:05—También condenó la vida de su propio hijo.
18:09—Esa noche, cuando el reloj marcó las nueve,
18:12Damaso se presentó en la casa de Mercedes.
18:15Llevaba el semblante endurecido y la carta arrugada entre los dedos.
18:21—¿Desde cuándo lo sabes? —le preguntó sin rodeos.
18:25—Mercedes intentó disimular, pero él alzó la carta.
18:31—¿Desde cuándo, Mercedes?
18:33—Desde hoy, respondió ella.
18:36—¿Y lo sé por qué Matilde la encontró?
18:40—Entonces ya no hay más dudas, dijo Damaso con voz grave.
18:44—José Luis destruyó a su propia sangre,
18:47y Victoria fue su cómplice.
18:50—Mercedes lo miró con preocupación.
18:53—Damaso, no cometas una locura.
18:57—Ya es tarde, replicó.
18:59—Esta carta es mi justicia.
19:03—Si el valle debe arder para limpiar sus pecados, ¿qué arda?
19:06—Al salir, la noche lo envolvió.
19:10—El viento soplaba entre los cipreses, arrastrando el eco de su juramento.
19:15En la penumbra del oratorio, Victoria rezaba frente a un crucifijo, sin saber que la verdad que había usado como arma ahora era el puñal que se clavaría en su propio pecho.
19:26—El eco de la tormenta golpeaba los muros de la prisión, y el viento colaba sus gemidos entre los barrotes.
19:34—En una de las celdas más frías, Luisa se mantenía encorvada sobre la cama de piedra.
19:40Su piel estaba pálida, los labios agrietados.
19:44Desde hacía días, se negaba a comer.
19:47Las otras reclusas la miraban con lástima, susurrando que la muchacha ya no tenía salvación.
19:55Cuando el cerrojo se abrió, ella no levantó la vista, solo reconoció la voz que había esperado y temido a la vez.
20:04Luisa era lejos.
20:06Su silueta apareció entre las sombras, empapado por la lluvia.
20:12El guardia lo dejó entrar unos minutos.
20:15Cinco.
20:17—¡No más! —dijo con tono brusco.
20:20Alejo se arrodilló frente a ella, con los ojos llenos de angustia.
20:25—¡Dios mío! ¿Qué te han hecho?
20:28—Luis chashorio de Diamanta.
20:31—¡Nada que no merezca!
20:33—¡No digas eso! —replicó él.
20:36Tomándole las manos.
20:38—¿No puedes rendirte?
20:41—Estoy moviendo todo lo posible para sacarte de aquí.
20:44Hablaré con Rafael, con Mercedes, con quien sea.
20:49Ella lo observó con ternura triste.
20:52—No pierdas el tiempo, Alejo.
20:55No hay salvación para quien ha manchado su alma.
20:59—¿De qué hablas?
21:00—¡De a mí!
21:02—¿De lo que hice?
21:04—No quiero que me veas así.
21:06—¡No quiero que me recuerdes como una ladrona, una mentirosa, una mujer rota!
21:12—¡Él negó con fuerza!
21:14—¡No eres nada de eso!
21:17—¡Eres la razón por la que sigo respirando!
21:20—¡Dime qué ocurrió en realidad, Luisa!
21:23—¡Dímelo todo, por favor!
21:25—Ella lo miró en silencio, y por un momento pareció que iba a confesar, pero luego bajó la vista.
21:32—¡No tienes sentido!
21:34—Aunque te lo dijera, no podrías perdonarme.
21:38—¡Inténtalo!
21:39—¡No!
21:41—¡Es mejor que me odies!
21:43—¡Así será más fácil para ti olvidarme!
21:46—Alejo se levantó, incrédulo.
21:50—¿Qué estás diciendo?
21:52—¡Que nunca te amé!
21:54—susurró ella.
21:55—Las palabras lo atravesaron como un cuchillo.
21:59—¡Mientes!
22:01—¡Dite eso si quieres dormir tranquilo!
22:05—¡Pero es la verdad!
22:08—Sólo te usé para escapar de lo que era.
22:11—¡Nunca fuiste más que un sueño del que ya desperté!
22:16—Alejo retrocedió con los ojos húmedos.
22:20—¡No, tú no puedes!
22:22—¡Vete!
22:23—interrumpió ella, su voz temblando.
22:27—¡Por favor, no me hagas sufrir más!
22:31—El guardia golpeó la puerta.
22:34—Alejo la miró una última vez.
22:38—Te sacaré de aquí, aunque no quieras, porque lo que siento por ti no se borra con mentiras.
22:45Cuando él se fue, Luisa se derrumbó, hundiendo el rostro entre las manos.
22:51Las lágrimas rodaron sin contención.
22:55—¡Perdóname, amor mío!
22:57—murmuró entre sollozos.
22:59—¿Te miento para salvarte?
23:01—Horas después, Adriana llegó a la casa pequeña, donde Mercedes la esperaba con gesto preocupado.
23:08—¿Cómo está?
23:10—¿Destruida?
23:11—respondió la joven.
23:13—Alejo la visitó.
23:14—Ella lo rechazó.
23:17—Mercedes suspiró.
23:19—Luisa está protegiéndolo.
23:22—¿Cree que su sacrificio limpiará su culpa?
23:25—Adriana frunció el ceño.
23:27—¿Y usted lo permitirá?
23:30—Por ahora, sí.
23:32—Pero pronto sabrán la verdad.
23:35—En ese momento, un mensajero entró corriendo.
23:40—Empapado.
23:41—Señora, noticias del valle.
23:44—Dámaso y José Luis tuvieron una discusión violenta en la casa grande.
23:50—Mercedes se tensó.
23:53—¿Violenta?
23:54—Dicen que juró matarlo.
23:56—Y que Victoria fue testigo.
24:00—Adriana palideció.
24:02—Entonces, esto ya no es solo una disputa de palabras.
24:06—No —dijo Mercedes con voz grave.
24:10—Esto es el principio del final.
24:12—Mientras tanto, en la celda, Luisa escuchaba la lluvia golpear los barrotes,
24:19cerró los ojos y recordó la voz de Alejo, sus promesas, sus caricias.
24:26—Quiso gritar su amor, pero el miedo la hizo callar.
24:30—No podía permitir que él se hundiera con ella.
24:34—El sonido de pasos la sacó de sus pensamientos.
24:38—Era la guardiana, dejando una carta en el suelo.
24:41—Te la envían de la casa pequeña —dijo antes de marcharse.
24:46—Luisa la tomó y la abrió con manos temblorosas, reconoció la letra de Mercedes.
24:53—Resiste.
24:54—No todo está perdido.
24:57—La verdad te liberará, aunque duela.
25:00—Una sola lágrima cayó sobre el papel.
25:03—Por primera vez en semanas, Luisa sonrió, débil pero viva.
25:09—Afuera, el trueno se desvaneció entre las montañas, y el viento trajo consigo el eco de una promesa, que la justicia, tarde o temprano, encontraría su camino.
25:22—La noche cayó sobre Valle Salvaje, con un aire eléctrico, casi profético.
25:28—En el gran despacho de la casa grande, el fuego chispeaba en la chimenea, mientras José Luis Calves de Aguirre servía una copa de brandy.
25:38—La tensión se sentía en cada rincón, era como si las paredes, cargadas de secretos, contuvieran la respiración.
25:47—El mayordomo anunció la llegada de Damaso con una voz temblorosa.
25:53—El señor León desea verlo.
25:55—¿Duque?
25:56—José Luis alzó la mirada, sin sorpresa.
26:00—Dígale que pase.
26:02El hombre entró con paso firme, cubierto por un abrigo empapado.
26:07Su rostro reflejaba la furia contenida de quien ya no teme perder nada.
26:13—¡Qué ironía! —dijo con voz grave.
26:16—Regresar a esta casa después de tantos años, y encontrarla igual de podrida.
26:22—José Luis dejó la copa sobre la mesa.
26:25—No esperaba verte tan pronto.
26:28—Pensé que te tomarías más tiempo para reunir valor.
26:32—Damaso sonrió con desprecio.
26:35—No necesito valor para mirar a un cobarde.
26:38—El duque se incorporó lentamente.
26:41—Te cuidarías de tus palabras, León.
26:44—¿Por qué?
26:45—¿Vas a mandarme matar, como hiciste con mi hermana?
26:49—José Luis palideció,
26:52—No te atrevas a repetir esa mentira.
26:55—¿Mentira? —replicó Damaso, avanzando.
26:59—Mercedes me lo contó todo.
27:02Pilara te amó más que a su vida,
27:05y tú la entregaste a la serpiente que dormía en tu cama.
27:08Sabías que Victoria la odiaba, y aún así la dejaste morir.
27:13El duque apretó los puños.
27:16—No entiendes nada.
27:18—No podía impedirlo sin perderlo todo.
27:21—¿Entonces perdiste algo peor? —rugió Damaso.
27:25—To Alma.
27:27Ambos hombres se enfrentaron como dos animales atrapados.
27:31La llama del fuego iluminaba sus rostros tensos, reflejando la mezcla de culpa y venganza que los devoraba.
27:39José Luis intentó mantener la calma.
27:42—¿Vienes con acusaciones viejas impulsadas por el veneno de Mercedes?
27:48—No tienes pruebas.
27:51—Sí las tengo —dijo Damaso, sacando un sobrearrugado de su abrigo.
27:57—La carta de Gaspar.
27:59—Tu hijo.
28:00—Tu sangre maldita.
28:02El duque lo observó con incredulidad.
28:05—¿Qué dijiste?
28:07—Gaspar era tu hijo —repitió Damaso, con voz temblorosa.
28:12—El hijo que negaste, el que mandaste lejos para borrar tu pecado.
28:17—Y ahora descansa bajo tierra, víctima del mismo silencio que destruyó a todos los que te amaron.
28:25José Luis se dejó caer en la silla, como si el peso de esas palabras le hubiese roto el alma.
28:32—¿Quién te dio esa carta?
28:34—Matilde la encontró.
28:36—Mercedes la leyó.
28:38—Y yo vine a devolvértela con la sangre que mereces.
28:42—Gaspar —murmuró el duque.
28:45—No, no puede ser.
28:48—Sí puede —lo interrumpió Damaso.
28:51—Victoria lo sabía.
28:53—Lo usó para humillarlo, para jugar con su mente.
28:57—Le hizo creer que el pecado era suyo, cuando el pecado era tuyo.
29:03José Luis alzó la vista, los ojos inundados de remordimiento.
29:08Nunca quis que él sufriera.
29:11—Pero sufrió —gritó —damasó.
29:14—Y murió por tu silencio, igual que Pilara, igual que todos los que cayeron bajo tu maldita sombra.
29:22El duque se levantó de golpe, con la voz quebrada.
29:26—¡Cállate!
29:28—¿Por qué?
29:29—¿La verdad duele?
29:31—¿Porque no sabes lo que fue vivir con esta carga?
29:35—¿Amar a dos mujeres?
29:37—¿Perderlas a ambas?
29:38—¿Criar hijos entre mentiras?
29:40—¿No hay castigo que no hayas sufrido ya?
29:44—Damaso lo miró con desprecio.
29:47—Si lo hay, el castigo de ver cómo todo lo que construiste se derrumba, y te juro que vivirás para verlo.
29:56—Entonces vete —dijo el duque, con un tono gélido.
30:01—¿No quiero volver a verte?
30:03—Me iré —replicó Damaso.
30:06—Pero no antes de que te mire a los ojos y veas en mí el reflejo de tu culpa.
30:13Se acercó lentamente hasta quedar frente a él.
30:17—Tú me quitaste a Pilara, José Luis, pero yo te quitaré algo que ames aún más.
30:24El duque lo observó con confusión.
30:27—¿De qué hablas?
30:28—De victoria —respondió Damaso, con una sonrisa sombría.
30:34—Te la arrebataré, no por amor, sino por justicia.
30:38Sin esperar respuesta, salió del despacho.
30:42José Luis lo siguió con la mirada, sabiendo que esas palabras no eran una amenaza vacía, sino el presagio de una tragedia inminente.
30:51Cuando la puerta se cerró, el duque se desplomó en el sillón, con la carta de Gaspar en la mano.
30:58El fuego consumía lentamente los últimos troncos, y en su rostro se dibujaba la certeza de que la guerra acababa de comenzar.
31:07El amanecer llegó con el sonido de los cascos de los caballos sobre el empedrado.
31:13El valle despertaba con una calma engañosa, mientras en la casa grande los cimientos del poder comenzaban a resquebrajarse.
31:22Victoria paseaba por el salón con una copa de vino en la mano.
31:27Desde hacía horas esperaba noticias de José Luis, pero el silencio de la noche anterior la mantenía en vilo.
31:35Bárbara entró con paso vacilante.
31:38«Señora, el duque no ha dormido».
31:42Lo vi en el despacho, con los ojos perdidos en la ventana.
31:46Victoria frunció el ceño.
31:48«Déjalo, tiene sus propios demonios, y no me interesan sus lamentos».
31:54«Pero algo ocurrió», insistió Bárbara.
31:58«Dámaso estuvo aquí. Todos lo saben. Dicen que discutieron y que…»
32:06«¡Basta!», gritó Victoria, arrojando la copa al suelo.
32:11«No quiero volver a oír ese nombre».
32:14El cristal se hizo trizas, y el vino se mezcló con las lágrimas que ella no dejaba caer.
32:21Bárbara retrocedió, asustada, y salió sin decir más.
32:27Victoria respiró hondo, tratando de recomponerse, cuando escuchó pasos en el pasillo.
32:33«Era Mercedes».
32:35«¡Qué sorpresa verte tan temprano!», dijo Victoria, sin volverse.
32:40«¿Vienes a disfrutar del espectáculo?».
32:43Mercedes avanzó con su habitual serenidad.
32:47«Vine a advertirte, aunque ya sea inútil».
32:52«¿Advertirme?», replicó Victoria con ironía.
32:56«¿De qué? ¿De tu cruzada moral? ¿De tus sermones sobre justicia?».
33:01«De ti misma», respondió Mercedes.
33:04«Has cruzado demasiadas líneas, Victoria.
33:08¿Y ahora el valle empieza a cobrarte cada pecado?».
33:13La duquesa rió con desdén.
33:15«¿Tú no entiendes?».
33:17«Todo lo que tengo, todo lo que soy, lo construí con mis propias manos.
33:22Si eso es pecado, entonces que el infierno me espere».
33:27Mercedes se acercó, mirándola a los ojos.
33:31«Lo juro».
33:32«Lo juro».
33:33«¿Y cuando lo haga, no será por ambición, sino por los inocentes que arrastraste contigo?».
33:40«¿A qué te refieres?».
33:42«¿Sabes perfectamente a qué?».
33:45«A Pilara, a Gaspar, a Luisa, incluso a tu propio esposo?».
33:51«Has jugado con vidas como si fueran piezas de ajedrez.
33:55Pero el tablero se ha volteado, y ahora eres tú quien está acorralada».
34:00Victoria se apartó, respirando con dificultad.
34:04«¿Qué pretendes?
34:06¿Que confiese mis errores?
34:08¿Que me arrodille ante tus santos y pida perdón?».
34:11«No a mí», respondió Mercedes, con voz firme.
34:15«A ti misma».
34:17«A la mujer que fuiste antes de convertirte en esto», Victoria apretó los puños.
34:25«No existe esa mujer».
34:27«Murió el día que José Luis me negó su amor».
34:30«Entonces también él murió contigo», dijo Mercedes, girando hacia la puerta.
34:36«Y lo que queda ahora son solo fantasmas».».
34:40Victoria la observó salir, sus palabras resonando como un eco.
34:46Se acercó al espejo y se miró.
34:49Por primera vez no vio la duquesa altiva que siempre había creído ser,
34:53sino una sombra vacía, devorada por sus propias decisiones.
34:58Mientras tanto, en la casa pequeña, Pepa se encontraba con Adriana en la cocina.
35:04Tenía los ojos hinchados por el llanto.
35:07«Mi hermana sufre», dijo con voz rota.
35:11«Y ustedes lo saben.
35:13Porque nadie hace nada».
35:15«Odriano intentó calmarlo».
35:18«Estamos moviendo todo lo posible, Pepa.
35:21Pero hay fuerzas que no podemos controlar».
35:25«Mentiro», gritó la Joven.
35:28«Si Luisa fuera una noble, ya estaría libre.
35:32Pero como es una sirvienta, nadie la defiende».
35:36Mercedes entró en ese momento.
35:39«Basta, niña».
35:41«Nadie ha olvidado a Luisa».
35:44«Entonces demuéstrelo», respondió Pepa, desafiante.
35:48«Porque las promesas no salvan a nadie».
35:51«La tensión llenó el aire».
35:54Mercedes la miró fijamente.
35:56«Lo haré».
35:58«Pero cuando todo esto termine, quiero que recuerdes que la justicia no llega sin sacrificio».
36:05A lo lejos, un mensajero irrumpió en el umbral, empapado por la lluvia.
36:11«Señora, noticias de la casa grande.
36:14El Duque y Damaso se han enfrentado de nuevo.
36:18Dicen que Victoria intervino y que algo terrible ocurrió.
36:23Mercedes palideció.
36:25¿Qué quieres decir con terrible?»
36:28«El joven tragó saliva».
36:30«Señora», se dice que el Duque encontró a Victoria y Damaso besándose.
36:37El silencio fue absoluto.
36:41Adriana se llevó una mano a la boca.
36:44Pepa dejó caer el jarro que tenía en las manos.
36:47Mercedes cerró los ojos.
36:49«Entonces, el fin ya comenzó».
36:53El oratorio estaba en penumbra, iluminado apenas por las velas que ardían ante el altar.
36:59Victoria había ido allí buscando calma, pero su corazón latía con furia.
37:05El eco de sus propios pasos parecía perseguirla, igual que los pensamientos que no podía callar.
37:12Detrás de ella, una puerta se abrió lentamente.
37:16«Sabía que te encontraría aquí», dijo Damaso con voz grave.
37:21«Victoria no se volvió.
37:23¿Vienes a acusarme otra vez, supongo?
37:27¿A recordarme los muertos que arrastro?»
37:30«No», respondió él caminando hacia el altar.
37:35«Vine a mirarte por última vez antes de que todo se derrumbe».
37:40Ella soltó una risa amarga.
37:42«¿Y qué esperas ver, una mujer arrepentida?»
37:46«Eso no existe».
37:48Damaso se detuvo junto a ella.
37:51«¡Existe tú, Victoria!»
37:54«Y aunque intentes negarlo, aún tienes alma.
37:58Por eso me duele verte así, arrastrándote entre tus propias ruinas».
38:03«Victoria» giró lentamente, con los ojos llenos de orgullo y fuego.
38:08«¿Y tú quién eres para hablarme de ruinas?»
38:11«¿Eres el hombre que amó a mi hermana y la perdió por cobardía?»
38:16«¿El que regresó solo para ajustar cuentas con fantasmas?»
38:21«¿Él sonrió con tristeza?»
38:24«Tal vi, pero no vine por venganza.
38:28Vine porque, a pesar de todo, no puedo olvidarte».
38:32«Sus palabras quedaron suspendidas en el aire».
38:36«Victoria» dio un paso atrás, como si esas frases le pesaran más que cualquier insulto.
38:42«¿No llegas de eso?»
38:44«No ahora».
38:45«¿Por qué no?»
38:47preguntó él, acercándose.
38:49«¿Por miedo a sentir?
38:51¿O porque temes que, después de tanto odio, aún me ames?»
38:55Ella lo miró, respirando con dificultad.
38:59«No, no te atrevas».
39:01«Ya es tarde», dijo él, tomándola del rostro con ambas manos.
39:07«He vivido entre mentiras, Victoria, pero tú siempre fuiste mi verdad más cruel».
39:13El silencio se volvió insoportable.
39:16Los labios de ambos temblaron, resistiéndose al abismo que sabían inevitable.
39:22Y entonces ocurrió.
39:25El beso fue breve, desesperado, lleno de rabia y de deseo.
39:31No fue amor lo que se encendió, sino el fuego de todos los pecados reprimidos.
39:37Cuando se separaron, Victoria retrocedió, tocándose los labios con horror.
39:42«¿Qué has hecho?»
39:44«Lo que tú querías», murmuró Damaso.
39:47«No te atrevas a decir eso», gritó ella.
39:52«Fue un error, un maldito error».
39:55La puerta del oratorio se abrió de golpe.
39:58José Luis estaba de pie, con el rostro desencajado.
40:03«Error», dijo con voz rota.
40:06«¿Así llamas a lo que acabo de ver?»
40:09Victoria se giró, helada.
40:12«¿José Luis?»
40:14«¡Cállate», rugió el duque.
40:16«Durante años te perdoné.
40:19Te protegí, te defendí ante todos.
40:22Y así me pagas».
40:25Damaso dio un paso adelante.
40:27«No la culpes solo a ella».
40:30«¿Yo también soy responsable?»
40:33José Luis lo miró con desprecio.
40:35«Tú no eres más que un perro que vuelve a lamer la mano que lo golpea».
40:40«Tal vez», replicó Damaso con voz firme.
40:43«Pero al menos soy un hombre que dice la verdad».
40:46«¿Y tú? ¿Cuántas vidas destruiste escondido detrás de tu título?»
40:52El duque se abalanzó sobre él.
40:55«¡Maldito!»
40:57Ambos forcejearon, derribando uno de los candelabros.
41:02Las llamas se extendieron por el suelo de madera.
41:05Victoria gritó.
41:07«¡Basta, los dos!»
41:09«José Luis logró zafarse y empujó a Damaso contra la pared.
41:14Te atreviste a tocar lo que era mío».
41:18«Nunca fue tuya», replicó Damaso.
41:21«Ni ella ni su amor.
41:23Solo fuiste su verdugo».
41:26El sonido de un golpe seco retumbó en el oratorio.
41:30Damaso cayó al suelo, sangrando por la ceja.
41:34Victoria se lanzó entre ambos, intentando detenerlos.
41:39«¡José Luis, por Dios, detenche!»
41:42El duque la apartó de un empujón.
41:45«¡Sal de mi vista, maldita!»
41:48Victoria se desplomó, sollozando.
41:51«¿Qué hicimos? Dios mío, ¿qué hicimos?»
41:57José Luis miró a Damaso, que seguía en el suelo, jadeante.
42:02«¡Si te atreves a volver a cruzar mi camino, juro que te mato!»
42:07Damaso se limpió la sangre con la manga.
42:11«¿Ya lo hiciste una vez, con Pilara?
42:14¿Por qué no hacerlo conmigo también?»
42:17El duque lo miró, pero no respondió.
42:20¿Salió del oratorio con pasos pesados?
42:23Victoria se quedó mirando a Damaso, temblando.
42:27«¡Todo se acabó!» murmuró.
42:30«¡Esta vez no hay salida!»
42:33Él la miró con tristeza.
42:36«Nunca la hubo, Victoria. Solo engaños.
42:40Afuera, las campanas del valle comenzaron a sonar.
42:45No anunciaban misa.
42:47Anunciaban el comienzo de una guerra que ya nadie podía detener.
42:52Las campanas seguían repicando.
42:54Cuando José Luis regresó a la casa grande.
42:57Su rostro estaba endurecido, los ojos vacíos,
43:01las manos manchadas con el rastro del fuego y la rabia.
43:05Los criados se apartaron al verlo pasar.
43:08Algunos creyeron ver en su mirada el mismo brillo con el que su padre,
43:13años atrás, había caído en la locura.
43:16En el salón principal lo esperaban Mercedes, Rafael y Adriana.
43:20La tensión era insoportable.
43:24Nadie se atrevía a hablar hasta que Mercedes dio un paso adelante.
43:29«¿Qué hiciste, José Luis?»
43:32Él se dejó caer en su sillón, respirando con dificultad lo que debía.
43:38«Desenmascaré al demonio que dormía a mi lado».
43:42Rafael se acercó lentamente.
43:45«¿Hablas de Victoria?»
43:48«¿De quién más?»
43:50Respondió su padre con una carcajada amarga.
43:53«Durante años la defendí, la protegí, la amé como una esposa.
43:59Pero todo fue mentira.
44:01Hoy la vi en el oratorio con Dama Soleón, besándose como tus traidores».
44:08Mercedes cerró los ojos.
44:11«¡Dios mío!»
44:13«¡Sí!»
44:14Continuó con voz ronza.
44:16«¡Esa mujer destruyó mi vida!»
44:19Primero mató a Pilara.
44:21Luego envenenó mi casa, mi nombre.
44:24Y yo fui demasiado ciego para verlo.
44:27Adriana, temblorosa, se acercó.
44:31«Padre, lo que haga ahora puede decidir el destino de todos».
44:36«¿Destino?»
44:38replicó él con los ojos desorbitados.
44:41«¿El destino ya está escrito?»
44:44«¿Y está manchado con nuestra sangre?»
44:47Mercedes se acercó lentamente.
44:50«José Luis, te lo ruego».
44:53«¡No cometas otro error!»
44:56«¡No más muertes!»
44:58Él la miró con una calma extraña.
45:01«¡No te preocupes, Mercedes!»
45:04«¡No pienso matarla!»
45:06«¡Ya está muerta!»
45:08Sólo que aún no lo sabe.
45:10El silencio se quebró cuando un criado entró apresurado.
45:14«¡Señor, la señora Victoria ha abandonado el oratorio!»
45:19«¡Nadie sabe a dónde fue!»
45:22José Luis se levantó de golpe.
45:25«¡No puede huir!»
45:27«¡No después de todo!»
45:29Mercedes intentó detenerlo.
45:32«¡Escújame!»
45:33«Si la enfrentas en este estado, ¿sólo conseguirás destruirte?»
45:38«¡Destruirme!»
45:40dijo él, mirándola con una mueca amarga.
45:43«¡Ya estoy destruido!
45:45Ahora quiero que el valle vea lo que los galves de Aguirre han sido en realidad!»
45:51Una farsa.
45:52Se giró hacia su hijo.
45:54«¡Rafael, convoca a todos!»
45:57«¡Esta noche, aquí, en este salón, se sabrá la verdad!»
46:02Rafael vaciló.
46:05«¿Estás seguro?»
46:07«¡Más que nunca!»
46:08respondió el duque.
46:10Horas después, la casa grande se llenó de murmullos y pasos.
46:15El gran reloj marcó las ocho cuando José Luis apareció en la escalinata principal, con el rostro sereno y la voz firme.
46:24«¡Escúchenme todos!»
46:27dijo, alzando una copa vacía.
46:30«Durante generaciones, los galves de Aguirre hemos gobernado este valle con la máscara de la nobleza,
46:37pero bajo esa máscara se escondían el crimen, la mentira y el dolor.
46:43Un murmullo recorrió la sala.
46:46Adriana apretó la mano de Rafael, temiendo lo que estaba por venir.
46:51José Luis continuó.
46:53«¡Pilara León no murió de enfermedad, sino envenenada por mi esposa, Victoria Salcedo!»
47:00«¡Y yo, por cobardía, callé!»
47:03Un grito de asombro resonó entre los presentes.
47:07Mercedes bajó la mirada, sabiendo que la verdad, aunque necesaria, sería un golpe devastador.
47:14El duque prosiguió, su voz cada vez más temblorosa.
47:19«Gaspar León, el joven que todos creyeron hijo bastardo de Damaso, era en realidad mi hijo.
47:26Mi sangre.
47:28El silencio fue absoluto.
47:30Los rostros se tornaron pálidos.
47:34Lo supe demasiado tarde», confesó José Luis.
47:37«Y esa culpa me perseguirá hasta la tumba.
47:41Hoy confieso mis pecados, no para salvar mi nombre, sino para que el valle conozca la verdad.
47:48Nadie en esta casa es inocente.
47:51Ni siquiera yo».
47:53Rafael dio un paso adelante.
47:56«¡Patre, posta!»
47:59«¿No hay necesidad de arrastrarnos más?»
48:02«Sí la hay», respondió él, con una mirada febril.
48:07«Porque sólo así el valle podrá sanar.
48:10El poder se hereda hijo, pero la culpa también.
48:14Que al menos tú tengas la oportunidad de redimir nuestro nombre».
48:18Adriana rompió en llanto.
48:21«Esto los destruirá a todos».
48:24«Ya estamos destruidos», murmuró Mercedes.
48:28En ese instante, las puertas del salón se abrieron de golpe.
48:34Victoria apareció, vestida de negro, con el rostro enrojecido por el llanto.
48:40«Mientes», gritó.
48:42«Eres tú quien me hizo esto.
48:44Tú me convertiste en el monstruo que soy».
48:47José Luis la miró sin moverse.
48:50«No te hice así, Victoria.
48:53Sólo te quité la máscara».
48:55Ella avanzó unos pasos, los ojos desorbitados.
49:00«¿Y qué ganarás con esto?
49:02¿Vergüenza?
49:03¿Ruina?
49:04¿O el aplauso de los hipócritas que nos han envidiado siempre?»
49:08«Ganaré silencio», respondió el duque.
49:12«Por fin».
49:13Victoria tembló, incapaz de responder.
49:18Los murmullos crecieron.
49:20La duquesa comprendió que no había escapatoria.
49:24Por primera vez, la poderosa Victoria Salcedo estaba verdaderamente sola.
49:30José Luis dejó caer la copa, que se rompió al tocar el suelo.
49:35«El linaje termina aquí», dijo con voz grave.
49:39«¿Que el valle se lleve nuestros pecados?»
49:42La gente empezó a salir en silencio, dejando a la familia en medio del salón vacío.
49:50Afuera, las campanas sonaban otra vez, como si el valle celebrara la caída de sus amos.
Recomendada
47:49
|
Próximamente
2:06
50:57
46:03
1:55
56:35
47:49
0:18
Sé la primera persona en añadir un comentario