Se dan dulces en Halloween como una evolución de antiguas tradiciones celtas y europeas. Originalmente, se dejaba comida como ofrenda a los espíritus y se pedían rezos o limosnas a cambio de comida. Con el tiempo, esta costumbre se fusionó con el "truco o trato", donde los niños, disfrazados, van de casa en casa para pedir golosinas a cambio de no hacer travesuras. Orígenes históricos Samhain celta: La festividad tenía raíces en una celebración celta donde se creía que los espíritus de los muertos regresaban a la tierra. Se dejaban ofrendas de comida para apaciguar a estos espíritus y a los vivos les tocaba dejar comida fuera de sus casas. Tradición medieval de pedir oraciones: Durante el Día de Todos los Santos, los pobres iban de casa en casa pidiendo "pasteles del alma" a cambio de rezar por las almas de los difuntos de la familia. Migración a Estados Unidos: Estas costumbres se fusionaron en Estados Unidos, evolucionando hacia el "truco o trato" moderno, donde los niños piden dulces de puerta en puerta. El "truco o trato": La frase se popularizó a principios del siglo XX, cuando las travesuras en Halloween aumentaron. La tradición se consolidó como una forma de "trato" (dar dulces) para evitar el "truco" (una travesura). Evolución moderna Hoy en día, dar dulces simboliza la unión de vecinos y la alegría de compartir en la festividad, adaptando una tradición antigua a un contexto moderno y seguro. La práctica se ha convertido en una parte importante de la economía de Halloween, con miles de millones de dólares gastados anualmente en golosinas comerciales.
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