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  • hace 21 horas
La historia de Francisca da Silva de Oliveira, una esclava que se convierte en una figura poderosa y rica en el Brasil colonial del siglo XVIII. La trama explora como Xica a traves de su inteligencia, astucia y encanto, desafia las estructuras sociales racistas y sexistas de la epoca, ascendiendo desde la esclavitud hasta una posicion de influencia.

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Transcripción
00:00Chica, Chica da Silva
00:02Chica da Silva
00:03Veamos si esta vez no acabo con los negros
00:08Escribo la carta con la petición
00:13Hágame el favor
00:15Una visita para su merced, señor
00:19Si es la señora Chica, dígale que estoy ocupado
00:23No
00:23Se trata de la señorita Violante
00:25Pues bien, ya regreso, con su permiso
00:32Hágala pasar
00:35Muy buenos días, señor comendador
00:44Buenos días, señorita Violante
00:46A su merced le debe extrañar mi presencia
00:49No digo que no
00:51Pues sepa que a pesar de las duras palabras
00:55Que hace poco me ha dicho
00:56Yo he venido como amiga
00:58¿Amiga?
01:01Sé lo doloroso que es este momento
01:03Pero ninguna desavenencia tiene sentido entre nosotros
01:07Si a partir de ahora
01:08Todos nosotros estamos igualmente amenazados
01:11Yo temo que los negros ataquen el pueblo
01:14No cometerán tal atrevimiento
01:17Espero en Dios que no
01:19Lo que quiero decir, señor comendador
01:23Es que sufro su sufrimiento
01:25Veo que supo relevar las duras palabras que le dije
01:31Demuestra que tiene buen corazón
01:34No me elogie
01:36La vanidad es un pecado
01:38En el cual no pretendo incurrir
01:40Pero si un día necesita de una palabra amiga
01:44Búsqueme
01:46Hasta luego
01:55Hasta luego
01:56¡Alto ahí!
02:22Su merced está arrestado
02:27Y puedo saber por qué
02:28Y aún lo pregunta
02:30Su merced huyó de la cárcel
02:32El señor comendador me perdonó
02:34De lo contrario
02:35Su merced cree que entraría aquí
02:37De pecho abierto en este pueblo
02:38Aquí está el despacho que él me hizo
02:43La cárcel tiene suerte
03:02Es mejor que diga
03:04Que tengo valor
03:06Salvé la vida del comendador
03:09Y ahora quiero ver a mi mujer
03:10Eso no depende de mí
03:12Está siendo cuidada por una monja
03:15Iré a ver
03:17La cárcel tiene suerte
03:22La cárcel
03:23La cárcel está con la cárcel
03:23Eso no depende de mí
03:24No importa
03:27La cárcel te paraná
03:28Es que no importa
03:29Eso no depende
03:30La cárcel tenemos
03:31Compórtese.
04:01A vuestra merced le gusta el pecado.
04:04¿Es necesario que esté así descubierta?
04:08Pero aquí no hay nadie.
04:11Una mujer honesta nunca expone el cuerpo.
04:14A nadie.
04:19Un señor desea hablar con vuestra merced.
04:22¿Un señor?
04:23No puede entrar.
04:31¿Es el señor quien pretende hablar con la prisionera?
04:54Se trata de mi mujer.
04:57Yo soy Martín Caldera Abram.
04:58Soy el esposo de María Dolores.
04:59Ah, aunque es un merced.
05:03Pensé que había huido.
05:05Pues aquí estoy.
05:07Y libre.
05:09María Dolores ya no le pertenece a don Martín.
05:12Sino a la iglesia y al rey.
05:13Que la juzgarán por su crimen de brujería.
05:16Pero no hubo ningún crimen.
05:18Y aunque lo hubiera yo tendría el derecho a verla.
05:21No, no tiene.
05:22Quien decide si ella puede ver o no a alguien soy yo.
05:27Y la última persona en el mundo que ella va a ver es a vuestra merced.
05:30No me ofenda.
05:32No se exalte, don Martín.
05:34No se olvide que está delante de una sierva de Cristo.
05:38Fue su merced y nadie más quien la llevó a los caminos del demonio.
05:41Y ella ya lo ha traicionado.
05:44¿Cómo dice?
05:46Poseo evidencias en las cuales María Dolores se acostó con el demonio.
05:50El hijo que ella espera no es de su merced.
05:53Sino de Satanás.
05:54¿Qué dice, mujer?
05:55Está loca.
05:59Lo perdonaré esta vez, pues sé que está fuera de sí, don Martín.
06:03Pero nunca más me toque.
06:05El hábito debe ser respetado.
06:08Pero sepa.
06:10Si todavía poseía alguna duda sobre la naturaleza malsana de su merced, ahora estoy segura.
06:17No permitiré por mi propia voluntad que vea a María Dolores.
06:21Nunca más.
06:25No permitiré por mi propia voluntad.
06:55¿Y haber oído la voz de Martín?
07:01Sí, era el mismo.
07:03Lo perdonaron, según entendí.
07:09Martín.
07:12¿Dónde está? Yo quiero verlo.
07:14Su...
07:15¿Dónde está? Yo quiero verlo.
07:17Como le digo, fue la mala influencia de don Martín la que la hizo pecar.
07:25Su madre me lo contó todo.
07:30Vuestra merced no puede hacerme esto.
07:32Solo quiero su bien, muchacha.
07:39Vamos.
07:41Arrodíllese.
07:42No.
07:43No.
07:44No.
07:45Cristo llevó una corona de espinas.
07:57Siente el dolor de una espina entrando en su carne.
07:59Sienta.
08:00No.
08:00No.
08:01Ay, María.
08:14Qué bueno que vuestra merced rey, María.
08:16Qué bueno.
08:17Ocurrió algo malo mientras que yo estaba afuera.
08:32Más que malo, María.
08:35Quiloa y los otros negros del quilombo asaltaron la casa y le dispararon a Tomás.
08:40Y le dispararon a Tomás.
08:48¿Asa murió?
08:50Mataron a Tomás.
08:51Y robaron las armas que el comendador guardaba aquí.
08:55Y lo peor, María, es que...
09:02Mamá, chica.
09:08Chica.
09:09¿Cuánta falta me hizo su merced?
09:12Pues a C también me hizo falta.
09:15El comendador me abandonó.
09:17¿La abandonó?
09:18Para siempre.
09:20Piensa que fui yo quien avisó a los negros que las armas estaban aquí.
09:25Nada me podía hacer más feliz, chica.
09:28¿Feliz?
09:31Era hora de que ese bendito blanco la dejara.
09:35Mucho más ahora que estaba hablando de tener un hijo.
09:39Pues a C está preñán, chica.
09:41No.
09:42Yo no lo logré.
09:46Pues entonces...
09:48Agarramos los diamantes.
09:49Sabemos que podemos conseguirlos del arca que robaron vuestra arce y quiloa.
09:53Y no vamos, chica.
09:55Vamos a buscar un lugar bien lejos para que los negros puedan vivir mejor.
09:58¿Cuántas y cuántas veces tengo que decirle a su merced que yo no quiero?
10:02Pero, chica, las cosas cambiaron.
10:06La madre de santo cambió mi vida.
10:09Aprendí a leer los caracoles.
10:11Habla con los orishá.
10:13Ahora yo también soy madre de santo.
10:16Habla con los orishá.
10:17Yo hablo de amor.
10:19Su merced habla de libertad.
10:20Y yo hablo de amor.
10:23¿Acaso su merced no ve que para mí el amor es primero?
10:27Parece que no habláramos la misma lengua, mamá.
10:29Pues hágame un favor.
10:33Envíe un recado a Quilobo.
10:36Dígale que necesito hablar con él.
10:38Que es un caso de vida o muerte.
10:45Su merced se asemeja a un barril de pólvora.
10:48Basto ponerle una chispa y explotó.
10:51Su merced pudo haber encendido esa chispa, amigo mío.
10:55No quiso.
10:57Entonces ahora no me critique.
10:58Por lo que veo, había pólvora para un batallón.
11:01Mucho más para mí.
11:04Elvira, yo continúo siendo amigo de su merced.
11:09Pero aunque haya colocado a esa tonta cabecita la idea de casarse conmigo,
11:13no he dejado de quererla como antes.
11:16Déjese de rodeos y vaya directo al asunto.
11:20Bien.
11:21Todo el pueblo está comentando que hay filas de hombres de todos los puntos de la región
11:25que vienen para acá a acostarse con su merced.
11:29Un escándalo.
11:32¿No se siente mal?
11:34¿Sabe su merced?
11:35Que hasta dejé de tener escalofríos en mi lunar.
11:37Me siento muy bien, José María.
11:41Muy bien.
11:46¿No tiene miedo de agarrar?
11:47O nada.
11:48Son secretos africanos.
11:51Y la verdad es que funcionan cuando se aplican...
11:54...en el lugar correcto.
11:57Antes su merced hacía la señal de la cruz cuando veía a María Morena.
12:00Ahora...
12:01...se hizo su amiga.
12:03Si hay algo de lo que me arrepiento...
12:06...es de haber vivido años y años pinchándome los dedos con la costura.
12:11Ay, qué cansancio.
12:13Aguantando a los clientes peleando por una pinza, un ruedo...
12:16...una cinta no colocada en su sitio.
12:19Ahora sí.
12:23Seré rica.
12:25Bien.
12:26Veo que es inútil convencerla.
12:32¿Quiere casarse conmigo?
12:34Vamos.
12:35Bien sabe que yo no...
12:36...que yo no pienso casarme con su merced.
12:39Entonces...
12:41...desista de tratar de hacer que cambie de idea.
12:45Señor Itervira.
12:47Hoy yo soy el primero.
12:49El primero paga más.
12:52¿Trajo suficiente?
12:57No es mucho.
12:59Pero si su merced es rápido...
13:01Bien.
13:02Es conveniente que me retire.
13:05Sí, señor.
13:07Ahora debo...
13:08...debo ocuparme de los negocios.
13:10¿Y entonces?
13:30¿Quién lo va a salir solo?
13:33Yo recibí un recao de boi.
13:35Un rey debe cuidarse para la lucha.
13:38Y un rey también ha de tener corazón.
13:41Y es de él que debo cuidar.
13:43Chica...
13:44...cuando miro a vuestra merced...
13:49...es como...
13:50...si mirase al viento...
14:05...la belleza de la flor.
14:09Déjese de tonterías, Quiloa.
14:11Su merced me hizo mucho daño y lo sabe.
14:15Yo...
14:15...no lo entiendo.
14:17Yo solo le echo bien a vuestra merced.
14:23Yo le robé los diamantes al otro comendador...
14:25...porque vuestra merced quiso.
14:27Hasta podría morir.
14:28Los diamantes al otro comendador...
14:29...porque vuestra merced quiso.
14:30Hasta podría morir.
14:32Y sería poco.
14:34Nada.
14:34Tan solo me dio su desprecio.
14:36Su merced y sus negros...
14:38...robaron mi casa...
14:39...mis esclavas...
14:40...y las armas de mi comendador.
14:47Las robé y la haría de nuevo, Chica.
14:49A las esclavas porque hacen falta mujer en el quilombo.
14:52Y no me gustó verlas como gallinas cacareando...
14:54...con aquellos vestidos de blanca.
14:56Y a las armas...
14:58...porque si no estaríamos muertos...
14:59...y vuestra merced lo sabe bien.
15:02Mi comendador me dejó...
15:04...porque piensa que yo robé sus armas.
15:07Yo estoy contento.
15:08¿Contento?
15:13Sí.
15:15Ahora vuestra merced puede ser mía.
15:27Déjeme en paz que no.
15:28Vuestra merced vive despreciando mi amor.
15:31Pero ahora tuvo la p...
15:32...blanco no confía por completo en mi negro.
15:35Y su comendador, Chica...
15:38...abandonó a vuestra merced la primera desconfianza.
15:41Entonces vaya.
15:42Quédese con él.
15:45Y ese día de recordar que me despreció.
15:52Solo quiero las esclavas y las armas.
16:02La esclava.
16:02Pero las armas, vuestra merced no las tendrán nunca.
16:29Habló con Chica.
16:30Su hija se volvió blanca, señora María.
16:32Yo discuto.
16:34Habló con Chica.
16:35Su hija...
16:36Quiloa.
16:37Yo tengo las obligaciones del santo.
16:42Muéstrame, Sebastián, buena madre para todos nosotros.
16:52Tengo que pedirle que haga otra entrega, señora María.
16:54¿Ago vino?
16:55Sí.
16:56Sí.
16:57No fue sobre las armas, ¿no es cierto?
17:09Tenemos que admitirlo.
17:12Así fue.
17:12Chica está sufriendo mucho.
17:17Pero nosotros necesitamos las armas.
17:20Pero ella no tenía por qué perder al comendador.
17:24A mí no me gusta de él.
17:25Pero Chica está sufriendo demasiado.
17:29Señora María.
17:31Vuestra merced nos va a decir que fue Jacobino, ¿verdad?
17:33Yo sé que hay alguien más por detrás de todo eso.
17:42Hay alguien más que sabía las armas.
17:44No es solo Jacobino.
17:47Pero no voy a ser yo quien va a entregar a los negros.
17:51Yo entrego los diamantes.
17:54Y me quedo callado.
17:55Es una buena paga.
18:09¿Quién lo va a mandar a avisar que quiere más alimento?
18:11Y que cuando tenga más armas y municiones, que avise nuevamente.
18:16Es bueno negociar con los negros.
18:18Para ganar bien.
18:22Puede irse.
18:25Su merced aquí, señora María.
18:30Pensé que estaba de viaje.
18:32Yo llegué hoy.
18:33Huesace había salido.
18:35Y justamente le estaba preguntando al señor Jacobino si Huesace no estaba por aquí.
18:39¿Yo?
18:41Acabo de llegar al pueblo.
18:42Ya supe lo de la señorita Elvía.
18:45Cayó en la mala vida, verdad.
18:46Cayó en una mejor vida.
18:47Eso es lo cierto, mujer.
18:49Para algunos es mejor.
18:51Para otros es mucho peor.
18:52También me dijeron que Huesace tal vez había venido aquí a hablar con ella.
18:56¿Pero por qué me buscaba?
18:58Yo necesito que Huesace regrese a casa.
19:01Chica está muy triste.
19:03Lo único que sé es que si vuestras mercedes van a conversar,
19:06háganlo fuera de aquí.
19:07Aquí no es lugar para charlas.
19:10Entonces vamos, señora María.
19:12Yo tampoco quiero conversar en este antro.
19:14Mira lo que encontré.
19:37Señor Pereira, gracias a Dios, ya no soporto mi espíritu.
19:40Ay, señor Pereira, me duele.
19:46Ay, señor esposo.
19:50¿Qué hacéis en la cocina, mi señor esposo?
19:52Me pareció oír gemidos.
19:54Ah, aquí estaba.
19:55Sí, sí, fueron mis gemidos.
19:57Me bajé y me duró la espalda.
20:00¿Qué estáis mirando?
20:02Prepara unas compresas de agua caliente y llévalas al cuarto.
20:06Vaya al cuarto, mi señor esposo.
20:06Sí, señora.
20:07Vamos, vamos.
20:08Ay, Dios mío.
20:37Dios santo, ¿qué ocurre?
20:39La estoy sacudiendo para que despierte.
20:42Pero yo estoy muerto de sueño y es mejor dejarlo para después.
20:47Pero bien podría ser ahora mismo.
21:03No quiere que la vea.
21:19No está bien obligarla.
21:21Pero no es correcto.
21:23María Dolores es mi mujer.
21:25Don Martín, sé que su merced está sufriendo.
21:27Al igual que yo, de cierta manera, aunque su dolor sea diferente al mío.
21:33Pero María Dolores está siendo cuidada por una monja cuya fama de santidad ya llegó hasta el pueblo.
21:40Tenga paciencia hasta que nazca su hijo.
21:41Bueno, para entonces, la acusación hacia ella será mucho menor.
21:46Lograremos salvarla de la hoguera.
21:49No sé si tendré paciencia, señor.
21:52Será preciso aprender.
21:54Vaya.
21:55Regrese a casa.
21:57La casa donde está Sheikah, allá será bien acogido.
21:59Estará a salvo de sus enemigos, que son muchos.
22:02Entre ellos su suegro, el capitán mayor.
22:04Y deje el tiempo correr.
22:08Voy a intentar actuar de la manera que me pide.
22:12Pero será muy difícil.
22:14Si su merced tiene paciencia, tal vez sea más fácil salvar a María Dolores.
22:23Hasta luego, señor.
22:34Don Martín, ¿puedo hablarle?
22:37¿Qué quiere de mí?
22:38Supe que vuestra merced regresó al pueblo perdonado de su fuga.
22:42Bien a tiempo, don Martín.
22:43Tengo algo importante que decirle.
22:45Es algo que sospechaba y que ahora estoy casi segura.
22:49¿Y qué tiene que decirme?
22:51Conozco bien el convento, don Martín.
22:54Quiero que sepa que mi gran sueño es hacer los votos para ser monja.
22:58Yo lo sé.
22:59Es lo que dicen de su merced.
23:01¿Pero qué tengo que ver yo con sus votos?
23:02Conozco bien la severidad de algunas hermanas en el ejercicio de la santidad, don Martín.
23:07De la penitencia y del ayuno.
23:10En resumen, temo por la vida de María Dolores, don Martín.
23:15¿Estás segura de lo que dice?
23:17No estoy segura de nada, pero lo sospecho.
23:20¿Por qué se interesa por nosotros si nunca nos hablamos como amigos?
23:24Su interés es sospechoso.
23:26Yo vi cuando se casaba.
23:28Escondida detrás de una colina.
23:30El brillo en los ojos de vuestras mercedes me encantó.
23:33El amor que el uno siente por el otro me conmovió, don Martín.
23:38Yo confío en su merced.
23:42Debo salvar a mi mujer.
23:45Tenga cuidado.
23:46Son muchos los que quieren destruirlo, don Martín.
23:48Muchos.
23:49Sí.
23:50Ahora me voy.
23:54No quiero que sospechen de lo que dije.
23:57Se lo agradezco mucho, señorita Ursa.
24:00Yo lo ayudaré siempre que pueda, don Martín.
24:03Con permiso.
24:04Venga, acá.
24:17Su merced me lastima.
24:19¿Por qué estaba hablando sola con don Martín en plena luz del día?
24:23No ve que no está bien para una joven, mucho menos para una santita.
24:26Respete la iglesia.
24:28Responda.
24:29Son cosas mías, señorito Javier.
24:32Además, puedo hablar con quien quiera, pues vuestra merced sabe bien que casi soy una monja.
24:37Casi.
24:38Pero parece que aún le falta mucho.
24:40¿Y qué falta, según su opinión?
24:43Recato.
24:44Hable bajo.
24:46Alguien puede oír.
24:48Muy bien.
24:50O nos vemos nuevamente.
24:52O grito para que escuchen que su merced no tiene recato.
24:55Yo iré a verlo, señorito Javier.
24:59Pero tan solo para probarle que no me interesan los asuntos de la carne.
25:05Señorito Javier, qué bueno verlo.
25:07¿A mí?
25:08Nunca volvió a confesarse.
25:10Sobre todo aquel asunto con cierta señorita.
25:13Quiero que me lo cuente todo y ha de serlo ahora.
25:16Pero, pero padre.
25:17Ah, no, por favor.
25:18Ahora.
25:18Ahora.
25:18Para comer como debe ser, su merced debe ser así.
25:27Tomar un poco aquí.
25:32Poner en la mano.
25:35Poner en la mano.
25:39Y llevar a la boca así.
25:43Como lo ha hecho el padre Ubico otras veces.
25:45¿Qué?
25:48Ah, perdónenme.
25:59Pero la mucama abrió la puerta y yo entré.
26:01¿Algún asunto urgente que decirme, señor marquesa?
26:04Esta vez ha sido definitivo.
26:07Mi ahijado dejó la casa.
26:09El señor comandador se separó de Chica.
26:11¿Qué?
26:11¿Qué?
26:18Ahora ya sé qué hacer.
26:21Le pedí que subiese, señora marquesa, porque no se ve bien hablar ciertos asuntos delante de los demás.
26:26Aunque sea un padre.
26:27Y entonces el comandador se separó de Chica.
26:31Pero no quiere que nadie lo sepa en el pueblo.
26:34Él acusa a Chica de haber informado a los del Quilombo sobre la existencia de las armas.
26:40Nada más cierto.
26:42Por fin el hombre cayó en sí.
26:46Se dio cuenta que el meterse con una esclava solo puede llevarlo a la amargura, a la desgracia, a la decepción.
26:52Es su merced.
26:55Fue a hablar con mi ahijado.
26:58Le dije que podría contar con mi amistad.
27:03¿Crees que eso sea suficiente?
27:06No.
27:08Pero esta vez me acercaré lentamente a él.
27:13Sin dar a entender que aún podría aceptarlo en caso de que él insistiese.
27:17Mientras me encargo de ese acercamiento, destruiré a Chica.
27:24Por eso dígame, marquesa.
27:26Y el esclavo.
27:27El esclavo que denunciará el señor José María.
27:31Pensé que ya no sería importante.
27:33Se volvió más importante que nunca.
27:37Sin el comandador y los amigos que le ayudan, Chica no será nada.
27:40No se da cuenta.
27:42Insista con el esclavo.
27:45Y yo volveré a ser amiga del comandador.
27:47Una amiga gentil, delicada, que él volverá a admirar.
27:58Pero vuestra merced habló y habló y al fin de cuentas no me ha dicho lo más importante.
28:03Y aquella señorita que le mostró las rodillas, ¿le ha mostrado alguna otra cosa?
28:08Sí.
28:08¿Qué?
28:09Los hombros.
28:10Ay, Dios mío.
28:11El ombligo.
28:13Ay, por el amor de Dios.
28:14El barro de sus senos.
28:15Ay, mi santísimo Dios.
28:18Y lo peor, padre.
28:19Me vio desnudo y no sintió ninguna vergüenza.
28:21Ay, piedad.
28:24Dígame con toda seguridad, ¿quién es ella?
28:27Yo no lo puedo revelar.
28:30Le prometí a los cielos que no lo haría.
28:32Ay, pues hace muy mal.
28:33En todo caso, hay que cumplir la promesa.
28:37La próxima vez no, no prometa nada.
28:40¿Cuál es la penitencia, padre?
28:41Yo ya perdí la cuenta de cuántos Padre Nuestro y Ave Marías debería rezar su merced.
28:48Rece ocho.
28:49Ay, ¿cómo tardaste?
29:13Yo esperé que el señor José María se quedase dormido.
29:16Va a venir a hablar con Buesarce.
29:19¿Y entonces?
29:20¿Alguna noticia?
29:22Buesarce habla de una manera que hace que me avergüence.
29:25Vamos, Pablo.
29:26Tú sabes muy bien lo que estoy preguntando.
29:28Yo ya puedo recibir la moneda.
29:31Hice todo como fue acordado.
29:35Pues voy a hablar con la señorita Violante.
29:37Tú contarás todo y recibirás lo prometido.
30:07Cuidado, señora.
30:09Pueden verla.
30:10No podía dejar de hablar con su merced.
30:16Es tan doloroso verlo todo el tiempo y no poder tocarlo.
30:21No poder sentir su olor.
30:26No poder sentir su rostro rozando el mío.
30:32Aquí me siento muy mal, señora.
30:34Me siento culpable delante de mi padre.
30:39Su merced no se da cuenta de lo que está ocurriendo.
30:42Esta casa se está derrumbando.
30:43Su hermana solo piensa en destruir a los demás.
30:47Es incapaz de construir su felicidad.
30:49Y su padre...
30:50Su padre cada día está más perverso.
30:53Y yo me siento tan sola.
30:55Cierta vez me dijo vuestra merced que tenía una propuesta.
30:58Y que yo no me atrevería a oírla.
31:01Sí.
31:04Entonces, diga.
31:07Su merced nunca me lo perdonaría, señor, si se lo dijese yo.
31:14Entonces, béseme.
31:16Béseme para que su beso me arranque las palabras de la boca.
31:26Su padre debe morir.
31:27Vuestra merced me propone un asesinato.
31:41¿Cómo osa?
31:43Yo perdí toda noción de vergüenza porque lo amo, señor.
31:49Pero nunca podríamos, podríamos ser felices.
31:52Así viviendo de esta mañana escondidos.
31:53Si su padre muere,
31:57su merced tendrá derecho a la herencia de su madre y su padre.
32:01Podremos casarnos.
32:03Salga.
32:04Nunca más me dirija la palabra.
32:06Pero yo...
32:07Salga.
32:09O la sacaré yo afuera.
32:12A punta pies.
32:13Salga.
32:14Gracias.
32:14¡Gracias!
32:44¡Gracias!
33:14¿Vino a visitarme, Chica?
33:25Su merced sabe muy bien que vine a hablar de la injusticia que su merced cometió contra mí.
33:30¿Cómo se atreve a sospechar de mí?
33:33¿Se arrepintió, Chica?
33:35No. No me arrepiento porque no debo.
33:37Su merced no tiene derecho a dejarme de esta manera.
33:44Su merced no siente deseos de besarme, de tenerme como antes.
33:55No insista, Chica. Su merced me hizo daño.
33:59Y el deseo se acabó.
34:04Veo en los ojos de su merced que no.
34:09Salga de aquí, Chica.
34:10Su merced tiene otra mujer.
34:16¿Qué locura es esa?
34:18Cada vez que vuestra merced me rechaza, hay un río de ideas que corren por mi cabeza, comendador.
34:25Y yo pienso, pienso.
34:28Y todavía no encuentro la prueba que necesito para probar mi inocencia.
34:32Es por eso que vine aquí, a decirle a su merced, que si quiere volver porque confía en lo que digo con los ojos cerrados, puede volver.
34:45Pero su merced prefiere dudar.
34:49Pues entonces espere.
34:51Tiene una misión para Buesarcé, que es la más inteligente de las dos.
35:10Buesarcé tiene que ayudar a descubrir quién sabía de las armas, para facilitar el robo, y después nos los cuenta.
35:19¿Y qué es lo que gana?
35:20No debería ganar nada.
35:22Es una misión para ayudar a su ama.
35:25Pero ella dice, que si Buesarcé lo descubre, ella ayuda a Buesarcé a encontrar matrimonio.
35:34En ese caso, puede contar con mi ayuda.
35:37Linerita, vuestra mesa está ahí.
35:41Está tardando mucho.
35:43¡Ya voy!
35:43Tardaste.
36:06Yo tuve que salir sin que me viera.
36:11Buesarcé, hable, entendí.
36:12Tiene la noticia que espero.
36:15Sí, señorita.
36:16Ve.
36:16Diga.
36:23Yo quiero recibir lo que Buesarcé me prometió.
36:27Solo después de oír lo que tiene que decir.
36:29Yo tengo mucha vergüenza de contarlo.
36:31Si no lo cuenta, no le pago.
36:35Pero se lo tengo que decir a Buesarcé.
36:37Una señorita de familia.
36:40Es un asunto que le interesa a todos en el pueblo, esclavo.
36:43Diga.
36:43Yo me acosté con él.
36:50¿Se acostó?
36:51¿Cómo?
36:53¿Cómo se dice?
36:57Como hombre y mujer.
37:01¿Dónde?
37:04Nosotros fuimos a Nadal Río.
37:08Él comenzó todo.
37:11Y yo lo dejé.
37:13Pues muy bien.
37:19Quiere decir que el señor José María en verdad es sodomita como todos sospechaban.
37:25Es como Buesarcé dice.
37:28Ahora pague.
37:31No, diga.
37:34Diga que el señor José María es un sodomita.
37:38Y que él se satisfizo con su merced.
37:41Sí, es como Buesarcé dice.
37:44Pero ¿por qué?
37:47Dígalo.
37:48El señor José María es un sodomita.
37:57Y se satisfizo con mi persona.
37:59Arresten al esclavo.
38:04Arresten al esclavo.
38:15Sus mercedos son testigos de que acaba de confesarme un crimen terrible.
38:19Prohibido por la ley.
38:21Y por la iglesia.
38:22No.
38:32Sí.
38:32No.
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