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00:00Avance Halpromess, Lorenzo Acorrala a Leocadia. Capítulo 675, lunes 15 de septiembre.
00:14La pressão de Lorenzo sobre Leocadia chega a um ponto limite
00:18mientras Catalina recebe uma amenaza directa do Barão de Valladares,
00:22mientras Pia afronta o risco de perder o todo tras a ofensiva de Cristóbal.
00:26En el capítulo 675, lunes 15 de septiembre.
00:33Lorenzo no está dispuesto a esperar más y presiona sin piedad a Leocadia
00:37para que anuncie el compromiso entre Ángela y él.
00:42La madre de la joven, atrapada entre la amenaza del Barão y el futuro de su hija,
00:47intenta ganar tiempo, aunque sabe que tarde o temprano tendrá que dar una respuesta definitiva.
00:52Su angustia crece mientras busca una salida imposible a la presión del Barão de Valladares.
01:03En Palacio, Lope continua luchando por recuperar a Vera,
01:06aunque la joven se muestra distante y rehuye cualquier intento de reconciliación,
01:11en la calle uno tira la toalla.
01:12Sin embargo, Teresa le recuerda que la Vera que conocieron ha cambiado,
01:20y que quizá ya no queda rastro de aquella muchacha que escuchaba y se dejaba aconsejar.
01:27Para Leocadia, la mañana comenzó mucho antes de que el primer rayo de sol
01:31se atreviera a tocar los cristales de su ventana.
01:33El sueño se había convertido en un territorio hostil,
01:40poblado por la sombra sonriente y depredadora del capitán Lorenzo de Luján.
01:47Despertó con el corazón martilleándole en el pecho,
01:50un tambor de pánico que marcaba un ritmo fúnebre.
01:56Sabía que aquel era el día,
01:58el plazo invisible que Lorenzo le había concedido,
02:00con esa cortesía afilada como una navaja, había expirado.
02:07Se vistió con manos temblorosas,
02:09eligiendo un vestido oscuro y austero que reflejaba el luto de su espíritu.
02:16Cada gesto era mecánico, un autómata movido por el terror.
02:20Su mente era un torbellino de imágenes.
02:22El rostro de su hija Ángela,
02:24tan lleno de una inocencia que ella estaba a punto de traicionar.
02:27Y el rostro del varón de Valladares,
02:29un hombre cuya crueldad era una leyenda susurrada en los rincones más oscuros de la aristocracia.
02:37Estaba atrapada,
02:38atrapada entre el honor de su hija y la amenaza muy real y física de un hombre que no conocía la piedad.
02:46Lorenzo la encontró en el pequeño salón de lectura,
02:49un lugar que ella solía considerar un refugio.
02:51Ahora, con su presencia, se había convertido en una celda.
02:58Él estaba de pie junto a la chimenea apagada,
03:01examinando una miniatura de marfil con una displicencia estudiada.
03:04No levantó la vista cuando ella entró,
03:09un movimiento deliberado para establecer su dominio desde el primer segundo.
03:13Leocadia, querida.
03:18Dijo finalmente, su voz una caricia de seda que ocultaba el acero.
03:25Confiaba en encontrarla aquí, siempre tan puntual, tan dedicada a sus deberes, una cualidad admirable.
03:31Ella se detuvo en el centro de la habitación, incapaz de acercarse más, incapaz de retroceder.
03:41Sus manos, entrelazadas frente a ella, eran un nudo de nervios.
03:46Capitán, murmuró, su propia voz sonándole extraña, lejana.
03:54Lorenzo depositó la miniatura en su sitio con una delicadeza casi teatral y se giró para enfrentarla.
04:01Su sonrisa no alcanzó sus ojos.
04:05Estos permanecieron fríos, calculadores,
04:08evaluándola como un entomólogo a un insecto prendido en un alfiler.
04:15Supongo que ha tenido tiempo suficiente para reflexionar sobre nuestra última conversación.
04:20Comenzó, acercándose a ella con pasos lentos y mesurados.
04:27El tiempo, Leocadia, es un bien muy preciado.
04:30Para algunos, es un aliado que permite que las cosas maduren.
04:37Para otros, como yo, es simplemente un recurso que se agota.
04:41Y me temo que mi paciencia, al igual que el buen vino, tiene un límite.
04:48Yo, he pensado mucho en su propuesta.
04:51Balbuceó ella, sintiendo como el aire se enrarecía a su alrededor.
04:55Propuesta, Lorenzo soltó una risa corta y seca, desprovista de humor.
05:03Oh, no, querida.
05:07No se confunda, no fue una propuesta.
05:09Fue la crónica de un suceso anunciado.
05:12Un evento que usted y yo vamos a hacer realidad.
05:14El compromiso entre su encantadora hija, Ángela, y yo, se detuvo a un brazo de distancia de ella.
05:23El olor a su colonia, una mezcla de sándalo y poder, la asfixiaba.
05:31Capitán, por favor, debe entender.
05:36Ángela es joven, es, es una muchacha afortunada.
05:40La interrumpió él, su tono volviéndose más cortante.
05:43Inmensamente afortunada, unirá su vida a un hombre de mi posición, de mi linaje.
05:51Se le abrirán puertas que ni siquiera sabía que existían.
05:57Dejará de ser la hija de la doncilla personal para convertirse en la esposa de un Luján.
06:05¿Acaso no es eso lo que toda madre desea para su hija?
06:08¿Un futuro asegurado, una vida de comodidades y respeto?
06:13Cada palabra era un dardo envenenado, una verdad retorcida que la hacía sentirse aún más culpable.
06:24Sabía que, en la superficie, él tenía razón.
06:27Pero también conocía la oscuridad que se escondía bajo esa superficie.
06:34La crueldad que era capaz de infligir, casar a Ángela con él no era asegurarle un futuro.
06:39Era venderla a la jaula más lujosa del mundo.
06:43Son cosas que no pueden precipitarse.
06:47Intentó argumentar, buscando una grieta en su armadura de certeza.
06:54Se necesita tiempo para preparar a Ángela, para que ella misma se haga a la idea.
06:58Un anuncio de este calibre requiere una preparación, una delicadeza, delicadeza, repitió él, saboreando la palabra como si fuera un manjar exótico y absurdo.
07:12La delicadeza es para los poetas y los moribundos, Leocadia.
07:19Yo soy un hombre de acción.
07:23Y mi acción requiere que este compromiso se anuncie.
07:26Hoy, el ultimátum resonó en el silencio del salón.
07:29Leocadia sintió que el suelo se abría bajo sus pies.
07:35Hoy, susurró, el pánico tiñendo su voz de incredulidad.
07:42Hoy, confirmó Lorenzo, su sonrisa desapareciendo por completo, reemplazada por una máscara de impaciencia fría.
07:49Quiero que hable con su hija.
07:53Quiero que le explique la maravillosa oportunidad que se le presenta.
07:59Y quiero que, antes de la cena, me comunique que todo está listo para que yo haga el anuncio oficial a los marqueses.
08:08Está claro.
08:09Leocadia negó con la cabeza, un gesto casi imperceptible.
08:13No puedo.
08:16Ella no lo aceptará así, sin más.
08:18Es mi hija, la conozco.
08:20Lorenzo dio el último paso que los separaba, invadiendo su espacio personal.
08:28Se inclinó ligeramente, su voz bajando a un susurro conspirador y amenazante.
08:33Entonces, tendrá que encontrar la forma de convencerla.
08:39Apelará a su sentido del deber, a su amor por usted.
08:42Le explicará que el futuro de ambas depende de esta unión.
08:48Le recordará, quizás, las dificultades por las que han pasado y cómo esto las alejará para siempre de la incertidumbre.
08:58Usará su instinto maternal.
09:00Leocadia.
09:01Oh, hizo una pausa deliberada, dejando que la amenaza flotara en el aire.
09:05Podemos considerar la alternativa.
09:11El terror, puro y gélido, se apoderó de ella.
09:15La alternativa.
09:19Sabía a qué se refería.
09:21El varón de Valladares, un hombre que coleccionaba deudas y las cobraba con la carne y la sangre de quienes se atrevían a desafiarlo.
09:27La vida de Ángela, la suya propia, pendían de un hilo que Lorenzo sostenía entre sus dedos.
09:39No se atrevería, dijo ella, aunque la frase sonó más a una súplica que a una afirmación.
09:44Lorenzo se enderezó.
09:50Una expresión de falsa compasión en su rostro.
09:53Oh, Leocadia, por supuesto que no me atrevería.
09:58Porque sé que usted es una mujer inteligente.
10:00Una mujer que sabe sopesar las opciones y elegir el mal menor.
10:07La felicidad temporal de su hija a cambio de su seguridad permanente.
10:11Es una ecuación sencilla, ¿no le parece?
10:13Piense en ello.
10:16El futuro de Ángela como mi esposa, dueña de una fortuna y un título.
10:21O un futuro incierto, a merced de hombres como Valladares, que no tienen mis.
10:29Escrúpulos.
10:30La palabra escrúpulos en sus labios era una blasfemia.
10:33Leocadia sintió una oleada de náuseas.
10:38Estaba acorralada.
10:39Sin escapatoria posible.
10:40Cada puerta, cada ventana de aquel salón, se había sellado.
10:48Lorenzo había construido su prisión con palabras y amenazas veladas.
10:52Y ahora le entregaba la llave a cambio del alma de su hija.
10:55Le daré una respuesta antes de la cena.
11:00Dijo finalmente, su voz rota, vencida.
11:03Espléndido.
11:04Respondió Lorenzo, su sonrisa depredadora regresando.
11:08Sabía que podíamos entendernos.
11:13Ahora, si me disculpa, tengo asuntos que atender.
11:16No se demore, Leocadia.
11:21El tic-tac del reloj puede ser un sonido muy enervante.
11:24Con una última mirada que era una mezcla de triunfo y advertencia, se dio la vuelta y salió
11:29del salón, dejándola sola con el eco de sus palabras y el peso de una decisión imposible.
11:34Leocadia se derrumbó en el sillón más cercano, el cuerpo sacudido por sollozos silenciosos
11:42y agónicos.
11:46Tenía que sacrificar a su hija para salvarla.
11:48Y esa paradoja monstruosa la estaba destrozando por dentro.
11:55Mientras Leocadia se ahogaba en su dilema, en las cocinas y los pasillos de servicio de
12:00la promesa se libraban batallas de una naturaleza distinta, pero no menos dolorosa.
12:07Lope, cuyo corazón parecía haberse quedado anclado en un perpetuo estado de melancolía
12:12desde su ruptura con Vera, se negaba a rendirse.
12:18Para él, el amor no era un interruptor que se pudiera apagar, sino una llama tenaz que
12:23se resistía al viento más gélido.
12:24Vio a Vera cerca de la entrada de servicio, doblando unos manteles con una concentración
12:33metódica que parecía diseñada para excluir al resto del mundo.
12:39Su postura era rígida, su rostro una máscara de eficiencia impasible.
12:44Atrás había quedado la muchacha de ojos curiosos y sonrisa fácil que había cautivado a todos,
12:49y especialmente a él.
12:50Se acercó a ella con la cautela de quien se aproxima a un animal herido.
12:57Vera, dijo en voz baja.
13:02Ella no levantó la vista de su tarea, aunque un minúsculo temblor en sus manos delató
13:06que lo había oído.
13:10Lope, estoy ocupada.
13:12Solo un minuto, por favor.
13:13Insistió él, su voz teñida de una súplica que le avergonzaba y que, sin embargo, no podía reprimir.
13:23Quería saber cómo estás, estoy bien.
13:26Trabajando, como puedes ver.
13:28Respondió ella, su tono cortante, cada palabra una barrera.
13:31No me refiero a eso, me refiero a ti, de verdad.
13:38Te noto, distante, no solo conmigo, con todos.
13:45Es como si hubieras levantado un muro a tu alrededor, y me pregunto qué lo sostiene.
13:49La gente cambia, las circunstancias nos cambian.
14:18Yo no lo creo, replicó él, desesperado por encontrar una fisura en esa fortaleza.
14:26La Vera que yo conocí, la que se preocupaba por los demás, la que tenía un corazón tan
14:31grande que no le cabía en el pecho.
14:36Esa mujer no puede haber desaparecido, está ahí dentro, en alguna parte, solo tienes que
14:41dejarla salir.
14:42Una sombra de dolor cruzó el rostro de Vera, tan fugaz que Lope casi pensó que la había
14:49imaginado.
14:53A veces, dejar salir a ciertas personas es un lujo que no podemos permitirnos, dijo ella,
14:59su voz perdiendo un ápice de su dureza y ganando un matiz de tristeza infinita.
15:02Lo siento, Lope, de verdad que lo siento, pero tienes que dejarlo estar, tienes que seguir
15:11adelante.
15:15¿Cómo puedo seguir adelante cuando una parte de mí se ha quedado contigo?
15:19Preguntó él, el corazón en un puño.
15:21Pues arrancándola, dijo ella con una crueldad que no parecía la suya.
15:29A veces es la única manera de sanar.
15:33Ahora, si me disculpas, tengo trabajo que hacer.
15:36Se dio la vuelta y se alejó con paso rápido, dejando a Lope petrificado en medio del pasillo,
15:42con el alma hecha pedazos.
15:43Cada intento de acercarse a ella era como chocar contra un acantilado.
15:50Y lo peor no era el rechazo, sino la sensación de que la mujer a la que amaba estaba sufriendo
15:55sola, atrapada en una prisión invisible de la que él no tenía la llave.
16:02Poco después, Teresa lo encontró apoyado contra la pared, con la mirada perdida.
16:07Ella, que había visto nacer y morir tantas historias entre aquellos muros, reconoció el
16:12dolor en su rostro al instante.
16:16Es por ella, ¿verdad?
16:17Preguntó con suavidad, acercándose a él.
16:20Lope asintió, incapaz de hablar.
16:26Lope, escúchame.
16:28Dijo Teresa, su tono práctico pero no exento de compasión.
16:32Sé que la quieres.
16:36Lo hemos visto todos, pero tienes que abrir los ojos.
16:39La vera que llegó aquí, esa muchacha asustada pero dulce que se dejaba aconsejar, que escuchaba.
16:48Ya no está.
16:49No digas eso, Teresa.
16:51Sigue siendo ella, ¿lo es?
16:53Insistió la doncella.
16:57Piensa en sus actos, no en tus deseos.
16:59Se ha vuelto uraña, reservada.
17:02Contesta con monosílabos.
17:03Rehuye cualquier conversación que no sea estrictamente sobre el trabajo.
17:10Hay algo que la ha cambiado desde dentro, Lope.
17:15Y me temo que es algo contra lo que tu amor no puede luchar.
17:18A veces, lo más valiente no es insistir, sino aceptar que la batalla está perdida y retirarse para no sufrir más heridas.
17:25Las palabras de Teresa eran como sal en la herida abierta de Lope, pero en el fondo de su corazón, sabía que tenían el amargo sabor de la verdad.
17:39Quizás estaba luchando por un fantasma, por un recuerdo, y mientras él se aferraba a ese pasado, la vera del presente se alejaba cada vez más, convirtiéndose en una extraña.
17:49Pero lo que ni Lope ni Teresa podían saber era que el cambio de Vera no era un capricho, sino el resultado de una tormenta interna que estaba a punto de alcanzar su clímax.
18:04Lejos de las miradas indiscretas del servicio, Vera buscó a la única persona en la promesa en la que aún sentía que podía confiar, al menos en parte, su hermano Federico.
18:14Lo encontró en los jardines, podando unos rosales con una precisión casi quirúrgica.
18:25Federico, al verla acercarse con esa expresión grave y decidida, supo que algo importante estaba a punto de suceder.
18:35Dejó las tijeras de podar y se limpió las manos en su delantal.
18:38Vera, ¿ocurre algo?
18:40Tengo que hablar contigo, dijo ella, su voz firme, aunque por dentro temblaba como una hoja.
18:51He tomado una decisión. Federico la estudió, preocupado.
18:56¿Qué decisión? Voy a volver a casa.
19:01La frase quedó suspendida entre ellos, cargada de implicaciones.
19:05Para cualquiera, volver a casa sería una noticia normal, incluso alegre.
19:10Para ellos, era el equivalente a anunciar un viaje al corazón de un volcán. ¿Estás segura?
19:17Preguntó Federico en voz baja, mirando a su alrededor para asegurarse de que nadie los escuchaba.
19:23Después de todo lo que pasó, después de cómo te fuiste, padre, lo sé, lo interrumpió Vera.
19:35Sé perfectamente cómo es nuestro padre. Pero no puedo seguir así, Federico. No puedo seguir viviendo en esta mentira, escondiéndome, fingiendo ser alguien que no soy.
19:45Huir no solucionó nada, solo aplazó lo inevitable. Pero, ¿qué ha cambiado? ¿Por qué ahora?
19:53Porque me estoy convirtiendo en alguien que no reconozco, confesó Vera, y por primera vez en semanas, su coraza se resquebrajó, dejando ver la vulnerabilidad que había debajo.
20:05Estoy hiriendo a gente que no lo merece, como Lope. Me estoy aislando de todos porque tengo miedo de que descubran la verdad.
20:15Y estoy cansada, estoy tan cansada de tener miedo. Miró a su hermano, sus ojos suplicando comprensión.
20:27Necesito enfrentarme a él, necesito escuchar su versión de los hechos, sin intermediarios, sin suposiciones.
20:36Necesito saber qué ocurrió realmente, por qué hizo lo que hizo. Y necesito que él me escuche a mí.
20:42Aunque sea la última vez que nos veamos. Federico suspiró, el peso del mundo en sus hombros.
20:54Conocía a su padre, sabía que la confrontación que Vera buscaba no sería un diálogo civilizado, sino una colisión de fuerzas titánicas que podría tener consecuencias devastadoras para toda la familia.
21:05Será un infierno, Vera. Lo sabes, ¿verdad? Sí. Respondió ella, una determinación sombría endureciendo sus facciones.
21:19Pero a veces hay que atravesar el infierno para encontrar un poco de paz. Ya no puedo vivir en este limbo.
21:24Necesito un final, sea cual sea. Comprendiendo que su decisión era inamovible, Federico asintió lentamente.
21:37Estaré contigo, no te dejaré sola en esto. Una lágrima solitaria rodó por la mejilla de Vera. Una lágrima de gratitud y de pánico.
21:45Estaba a punto de reabrir la herida más profunda de su vida, sabiendo que podía desangrarse en el intento.
21:57Pero la alternativa, seguir viviendo como una sombra, era una muerte en vida que ya no estaba dispuesta a soportar.
22:06En los pisos superiores del palacio, la tensión adoptaba formas más sofisticadas, pero no menos letales.
22:15Catalina de Luján, que se había erigido como un pilar de pragmatismo y fortaleza en medio del caos financiero de su familia, creía estar preparada para cualquier desafío.
22:28Había negociado con acreedores, había modernizado la gestión de la finca y se había enfrentado a la desaprobación de su propio padre.
22:35Se sentía fuerte, invulnerable en su pequeño despacho, el único lugar de la promesa donde sus reglas y su lógica prevalecían.
22:49Esa mañana, sin embargo, su fortaleza estaba a punto de ser asediada por una fuerza que no entendía de lógica ni de negociación.
22:56Estaba revisando unos libros de cuentas cuando un lacayo anunció una visita inesperada.
23:07Antes de que pudiera preguntar de quién se trataba, la puerta se abrió de par en par y la figura imponente del varón de Valladares llenó el umbral.
23:14Catalina sintió un escalofrío recorrerle la espalda.
23:20La presencia de aquel hombre era como un cambio brusco en la presión atmosférica.
23:24El aire se volvía pesado, cargado de una amenaza silenciosa.
23:31Varón, dijo ella, levantándose de su silla, su voz más firme de lo que se sentía por dentro.
23:37No esperaba su visita.
23:42La espontaneidad es una de las grandes delicias de la vida, ¿no cree, señorita Luján?
23:47Respondió él, entrando en el despacho sin ser invitado y cerrando la puerta tras de sí.
23:55El sonido del pestillo al encajar tuvo un eco ominoso.
23:58Paseó la vista por la habitación con una sonrisa condescendiente, como si estuviera evaluando la jaula de un animal exótico.
24:07Sus ojos se detuvieron en los libros de cuentas esparcidos sobre el escritorio.
24:12Ah, los números.
24:17¿Qué cosa tan tediosa?
24:18Un mal necesario para mantener el orden del mundo, supongo.
24:25Pero un pasatiempo poco adecuado para una dama de su alcurnia.
24:29Encuentro más tediosa la ruina.
24:31Varón, replicó Catalina, manteniendo su postura erguida.
24:37Y estos números son la única barrera que se interpone entre mi familia y ella.
24:42Admirable.
24:43Dijo él sin una pizca de sinceridad.
24:49Su tenacidad es, curiosa, pero ha llegado el momento de que dedique su tiempo a menesteres más apropiados para su sexo y condición.
24:56El bordado, quizás, o la planificación de bailes benéficos.
25:03Catalina frunció el ceño.
25:07¿A qué ha venido, varón?
25:09Dudo que sea para discutir sobre mis aficiones.
25:12El varón de Valladares dejó de sonreír.
25:13Su rostro se transformó en una máscara de fría autoridad.
25:20Se acercó al escritorio de Catalina, apoyando los nudillos en la madera pulida, e inclinándose hacia ella.
25:28He venido a entregarle un mensaje.
25:31Oh, más bien, una orden.
25:33Es muy sencilla, en realidad.
25:35Debe abandonar la promesa.
25:40La frase la golpeó con la fuerza de un puñetazo.
25:43Por un instante, Catalina se quedó sin aire.
25:48Parpadeó, creyendo haber oído mal.
25:50Perdón, creo que mi español es bastante claro.
25:54Dijo él, su voz baja y sibilante.
25:59Haga sus maletas.
26:00Váyase a Madrid, a París, al convento más cercano si lo prefiere.
26:05El destino es irrelevante.
26:09Lo único que importa es que se marche de aquí, inmediatamente.
26:15Catalina tardó un segundo en recuperarse del shock.
26:18Pero cuando lo hizo, la indignación reemplazó al miedo.
26:24¿Y quién se cree usted para darme órdenes en mi propia casa?
26:27Esta es mi casa, varón.
26:29Nací aquí, y no pienso irme a ninguna parte por el capricho de un...
26:36Cuidado, señorita Luján.
26:38La interrumpió él, su voz adquiriendo un filo de acero.
26:41No está en posición de mostrar esa insolencia.
26:47Usted se ha convertido en un obstáculo.
26:51Un pequeño pero molesto guijarro en mi zapato.
26:54Se entromete en asuntos que no le conciernen.
26:56Hace preguntas que no debe hacer y, con su ridícula gestión,
27:00interfiere en planes mucho más grandes y beneficiosos de los que usted podría concebir.
27:04Beneficiosos para quién, para usted, espetó Catalina.
27:11El progreso de unos pocos siempre es beneficioso para la mayoría.
27:14Aunque la mayoría sea demasiado ignorante para verlo.
27:18Filosofo él con arrogancia.
27:22Pero no estoy aquí para darle una lección de economía.
27:25Estoy aquí para advertirle.
27:29Su presencia en la promesa ya no es bienvenida.
27:32¿Y si se niega a marcharse por las buenas?
27:34¿Qué?
27:36Lo desafió ella.
27:38Aunque su corazón latía con fuerza.
27:40¿Me amenazará?
27:41El varón soltó una carcajada que le geló la sangre.
27:47Mi querida señorita Luján, yo no amenazo.
27:50Las amenazas son para los débiles que necesitan aparentar un poder que no tienen.
27:57Yo simplemente describo las consecuencias inevitables de ciertas acciones.
28:01Si usted decide quedarse.
28:02Si usted decide quedarse.
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