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Cristóbal desafía a Lorenzo con un plan arriesgado
El capítulo 677 de La Promesa promete emociones al límite. Cristóbal prepara una estrategia para frenar la obsesión de Lorenzo y evitar que Ángela sea obligada a casarse, mientras Catalina responde con furia a una nueva amenaza del barón de Valladares que apunta directamente contra sus hijos. En medio de estas tensiones, Leocadia continúa manipulando a su conveniencia, Santos castiga sin piedad a Ricardo, y Martina estalla al descubrir la jugada ...
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Cristóbal desafía a Lorenzo con un plan arriesgado
El capítulo 677 de La Promesa promete emociones al límite. Cristóbal prepara una estrategia para frenar la obsesión de Lorenzo y evitar que Ángela sea obligada a casarse, mientras Catalina responde con furia a una nueva amenaza del barón de Valladares que apunta directamente contra sus hijos. En medio de estas tensiones, Leocadia continúa manipulando a su conveniencia, Santos castiga sin piedad a Ricardo, y Martina estalla al descubrir la jugada ...
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#‘LaPromesa’, #avance, #capítulo, #677Cristóbal, #desafía, #Lorenzo, #plan, #arriesgado
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00:00Cristóbal desafía a Lorenzo con un plan arriesgado. El capítulo 677 de la promesa
00:16promete emociones al límite. Cristóbal prepara una estrategia para frenar la obsesión de Lorenzo
00:25y evitar que Ángela sea obligada a casarse, mientras Catalina responde con furia a una
00:30nueva amenaza del varón de Valladares que apunta directamente contra sus hijos.
00:38En medio de estas tensiones, Leocadia continúa manipulando a su conveniencia,
00:44Santos castiga sin piedad a Ricardo, y Martina estalla al descubrir la jugada secreta de Jacobo.
00:50Intrigas, alianzas inesperadas y desafíos abiertos convierten este episodio en una cita imperdible.
01:03El día anterior había dejado un rastro de cenizas emocionales. La negativa rotunda de Catalina a
01:09abandonar la promesa, acceder al chantaje del varón de Valladares, resonaba aún en los salones.
01:15Su espíritu, forjado en la adversidad, se negaba a ser doblegado. Pero el varón,
01:25un hombre acostumbrado a que el mundo se pliegue a sus deseos, no es de los que aceptan un no por
01:30respuesta. La guerra, lejos de terminar, apenas había comenzado. Mientras tanto, en las entrañas
01:40del palacio, en el bullicioso mundo de las cocinas y los aposentos del servicio, las vidas se entrelazaban
01:47en una compleja danza de lealtades y rencores. Ángela, atrapada en la red de Lorenzo, buscaba
01:57una salida médica a un compromiso no deseado, una argucia desesperada ante una amenaza que sentía
02:03cada vez más cerca. La tensión entre Vera y Lope, un amor no correspondido y herido,
02:12crepitaba en el aire, cargando cada mirada de un peso insoportable.
02:19Y Cristóbal, el mayordomo de semblante adusto pero de corazón justo, seguía lidiando con la traición
02:26de Ricardo, una herida que sangraba en silencio pero que no le impedía ver las injusticias que
02:31se cernían sobre otros. Ahora, con el sol despuntando sobre los campos andaluces, el capítulo
02:41677 nos sumerge de nuevo en este torbellino de emociones, donde cada personaje deberá jugar
02:47sus cartas con astucia y valentía. La fortaleza inquebrantable de Catalina y la vil manipulación
02:56de Leocadia. La primera luz del día encuentra a Catalina en sus aposentos.
03:04No ha dormido bien. La conversación con el varón de Valladares se repite en su mente
03:09como un eco funesto.
03:15Sus palabras, untadas de una falsa amabilidad que escondía el más puro de los venenos, buscaban
03:21aislarla, arrancarla de su hogar, de su familia. Pero Catalina no es una damisela en apuros,
03:30es una Luján, y, más importante aún, es una mujer que ha aprendido a luchar por lo suyo.
03:39Se mira al espejo, y la imagen que le devuelve no es la de una joven asustada, sino la de una
03:45guerrera. Su determinación es un muro de granito. No se irá, no sin su familia, no cederá ni un
03:55ápice de terreno al varón. Es una promesa que se hace a sí misma, un juramento sellado con el fuego
04:04de su carácter indómito. Pero la mañana le depara un nuevo asalto, esta vez desde un flanco
04:13inesperado. Leocadia, con su máscara de eficiencia y discreción, solicita una audiencia.
04:23Sus intenciones, sin embargo, están lejos de ser nobles. Se presenta ante Catalina con una
04:30estudiada expresión de falsa preocupación, sus palabras son un bálsamo engañoso que busca
04:35erosionar la roca de su voluntad. Señorita Catalina, si me permite la intromisión. Comienza
04:44Leocadia, su voz un susurro melifluo. He estado pensando en su situación. Comprendo su apego a esta
04:54casa, a su familia. Es natural, pero debe considerar las consecuencias de su terquedad. Catalina la mira,
05:06sus ojos entrecerrados, intentando desentrañar el verdadero propósito de aquella conversación.
05:15No es terquedad, Leocadia. Es una cuestión de principios. No permitiré que ese hombre me intimide.
05:22Principios. Repite Leocadia, saboreando la palabra como si fuera un manjar exótico.
05:35Los principios son un lujo que no siempre podemos permitirnos, señorita. El varón de
05:41Valladares es un hombre poderoso.
05:43Muy poderoso. Enfrentarse a él de manera tan directa podría traer consecuencias nefastas.
05:55No solo para usted. Ahí está. El dardo envenenado. La amenaza velada que apunta
06:01directamente al corazón de Catalina, su familia.
06:04¿Está usted insinuando que podría hacerles daño? Pregunta Catalina, su voz un témpano de hielo.
06:16Yo no insinúo nada, señorita. Simplemente le ruego que sea prudente. Piense en sus hermanos,
06:23en su padre.
06:24Merece la pena exponerlos a un peligro innecesario por orgullo. A veces, la retirada a tiempo es la
06:34mayor de las victorias. Marcharse ahora, sola, como él solicita, podría ser la forma de protegerlos a
06:44todos.
06:44Un sacrificio, sí, pero un sacrificio por amor. La manipulación es tan sutil como perversa.
06:59Leocadia intenta retorcer la fortaleza de Catalina, convertir su lealtad en una debilidad,
07:04su amor en una cadena.
07:05Pero subestima a la joven Luján. Catalina ha lidiado con demasiados lobos con piel de cordero
07:15como para no reconocer el hedor de la traición.
07:21Le agradezco su preocupación, Leocadia, dice Catalina, poniéndose en pie, su postura erguida
07:29y desafiante.
07:30Pero se equivoca. Mi familia es mi fuerza, no mi debilidad. Y si el varón de Valladares
07:39cree que puede utilizarlos para doblegarme, ha cometido un grave error de cálculo.
07:48Ahora, si me disculpa, tengo asuntos más importantes que atender. Deja a Leocadia sola,
07:54con la palabra en la boca, la semilla de la duda que intentó sembrar habiendo caído en
07:59tierra estéril.
08:00La determinación de Catalina, lejos de flaquear, se ha solidificado, transformándose en una
08:10rabia fría y afilada.
08:14El dilema de Ricardo y la intervención de Pía. En el área del servicio, el aire es
08:20igualmente denso.
08:21Santos, el nuevo y déspota primer lacayo, disfruta de su recién adquirido poder con
08:30un sadismo apenas disimulado.
08:32Ha decidido hacer de la vida de Ricardo un infierno particular, una forma de castigar su insubordinación
08:42y, quizás, de vengar a alguna afrenta personal que sólo él conoce.
08:46La tarea que le encomienda esa mañana es una de las más arduas y desagradables. La limpieza a fondo de las
08:56caballerizas, un trabajo que normalmente recaería en un mozo de cuadras y no en un lacayo.
09:01Es una humillación pública, un mensaje claro para todos. Desafiar a Santos tiene un precio.
09:10Ricardo aprieta los dientes y obedece en silencio. El olor a estiércol y sudor se mezcla con el amargor de su impotencia.
09:21Mientras palea el heno sucio, su mente es un hervidero. La oferta de Cristóbal de ayudarle,
09:31de ofrecerle una oportunidad para empezar de nuevo, lejos de la sombra opresiva de su padre,
09:37es un faro de esperanza en medio de la oscuridad.
09:43Pero aceptarla significa un enfrentamiento directo, una declaración de guerra contra su propio progenitor.
09:51Es Petra, con su habitual mezcla de pragmatismo y afecto maternal, quien lo encuentra sumido en sus pensamientos.
10:04No deberías estar haciendo esto, Ricardo. Le dice, su voz teñida de preocupación.
10:10Órdenes son órdenes, Petra, y más si vienen de santos. Ese hombre es un cretino. Pero no
10:21hablo de él. Hablo de tu padre, y de la oferta de don Cristóbal. Ricardo deja la pala a un lado y se
10:31apoya en la pared del establo, el cansancio grabado en su rostro.
10:35No sé qué hacer, Petra. Si acepto, mi padre. No me lo perdonará jamás. Me acusará de traidor.
10:45¿Y qué importa lo que él piense? Replica Petra con vehemencia. ¿Acaso él ha pensado en ti alguna vez? ¿En lo que tú quieres?
10:55Ricardo, esta es tu oportunidad.
10:58Una oportunidad de ser tu propio hombre, de no vivir bajo el yugo de nadie. Don Cristóbal es un hombre de palabra.
11:08Si te ofrece su ayuda, es porque ve algo en ti. No dejes que el miedo te impida tomarla.
11:17Las palabras de Petra son el empujón que necesitaba. La duda en los ojos de Ricardo comienza a disiparse,
11:27reemplazada por una incipiente resolución.
11:29Tienes razón, Petra. No voy a dejar pasar esta oportunidad. Aunque eso signifique enfrentarme a él.
11:40Ya he tenido suficiente. Mientras tanto, la situación no ha pasado desapercibida para Pia Adarre.
11:50La gobernanta, con su aguda capacidad de observación, percibe la creciente tensión y la injusticia del trato de santos hacia Ricardo.
12:02Pero lo que más le preocupa es la implicación de Cristóbal. Sabe que el mayordomo, a pesar de su exterior severo,
12:12tiene un fuerte sentido de la justicia, pero teme que su intervención en el conflicto entre Ricardo y su padre
12:18pueda traer consecuencias imprevisibles para todos. Decide hablar con él, apelar a su lado más humano,
12:28a ese hombre que sabe que existe bajo la coraza del mayordomo. Lo encuentra en su despacho, revisando las
12:38cuentas del palacio. ¿Don Cristóbal, puedo robarle un minuto? Pregunta Pia, su tono sereno pero firme.
12:48Cristóbal levanta la vista, su expresión impenetrable como siempre. Dígame, señora Adarre.
12:56Es sobre el joven Ricardo, y sobre su intervención en sus asuntos familiares. La mandíbula de Cristóbal se tensa ligeramente.
13:09No le gusta que se cuestionen sus decisiones. Entiendo que mis métodos puedan parecerle poco ortodoxos,
13:19pero ese muchacho está siendo sometido a un trato intolerable por parte de su padre.
13:23Y Santos no hace más que empeorar las cosas. Alguien tiene que hacer algo. No dudo de sus buenas
13:33intenciones. Don Cristóbal, responde Pia, acercándose a su escritorio.
13:43Pero me preocupa, está usted entrando en un terreno muy personal y peligroso. Un conflicto
13:48entre un padre y un hijo es un asunto delicado. Su intervención, por muy bien intencionada
13:57que sea, podría avivar aún más las llamas.
14:05¿Y qué sugiere que haga, quedarme de brazos cruzados mientras un tirano destruye la vida
14:09de su propio hijo? Sugiero que sea cauto, que piense en las repercusiones. Para el muchacho,
14:20para usted, para la armonía del servicio. A veces, al intentar apagar un fuego, lo único
14:29que conseguimos es propagarlo. Conozco su sentido del deber, Cristóbal.
14:34Pero también sé que bajo esa fachada de hombre implacable hay un corazón. Le pido que lo escuche.
14:47Que actúe no solo con justicia, sino también con compasión y prudencia. La conversación
14:52queda suspendida en el aire, cargada de una tensión incómoda pero también de una verdad
14:57reveladora. Pía ha conseguido atravesar, aunque sea por un instante, la armadura de Cristóbal.
15:11Le ha recordado que sus acciones tienen consecuencias que van más allá de la simple
15:15lógica del bien y del mal. El mayordomo no responde, pero la mirada que le dirige a Pía
15:23cuando ésta se retira sugiere que sus palabras han calado hondo. El gélido silencio entre Vera y Lope
15:33y el nuevo rumbo de Manuel. En las cocinas, el corazón palpitante del servicio, un silencio
15:39gélido ha reemplazado a las risas y las confidencias de antaño. La ruptura entre Vera y Lope ha dejado
15:49una herida abierta que se niega a cicatrizar. Apenas se cruzan la mirada, y cuando lo hacen,
15:58es un choque de dolor y reproche. El ambiente es tan tenso que incluso sus compañeros, Simona
16:03y Candela, caminan de puntillas a su alrededor, temerosos de decir algo que pueda hacer estallar
16:09la bomba de relojería emocional en la que se ha convertido su relación.
16:13Vera se ha envuelto en una capa de frialdad. Su sonrisa, antes espontánea y cálida, es ahora
16:23una mueca forzada. Responde a las preguntas con monosílabos y evita cualquier tipo de conversación
16:32que no sea estrictamente laboral. Incluso con sus amigas, su actitud es distante, como si hubiera
16:42construido un muro a su alrededor para proteger un corazón que siente demasiado frágil.
16:51Lope, por su parte, intenta ahogar su pena en el trabajo. Se sumerge en la preparación de los
16:57menús con una concentración febril, como si el ritmo frenético de la cocina pudiera acallar el
17:02ruido de sus pensamientos. Pero en los momentos de calma, su mirada se pierde en el vacío, y en
17:12sus ojos se adivina la tormenta de emociones que lo consume por dentro. Lejos de este drama de
17:21corazones rotos, en el ala noble del palacio, Manuel encuentra un nuevo propósito que lo aleja
17:27de las intrigas y los tormentos de su familia. Junto a su equipo de socios, comienza a dar forma
17:36a su sueño. Una empresa dedicada a la aviación, su verdadera pasión.
17:45La reunión tiene lugar en el hangar, un espacio que para Manuel es un santuario. El olor a aceite
17:51de motor y a madera de las alas es para él más embriagador que el más caro de los perfumes.
17:57Sobre una gran mesa de trabajo, extienden los planos, los bocetos, los cálculos. La conversación
18:06es un torrente de ideas, de entusiasmo, de posibilidades.
18:14Señores, el futuro está en el aire. Declara Manuel, sus ojos brillando con una excitación
18:20que hace tiempo que no sentía. Y nosotros vamos a ser parte de él. Deciden cuál será
18:29su primer proyecto. El diseño y construcción de un prototipo de aeroplano más ligero, más
18:35rápido y más seguro que cualquiera de los existentes.
18:38Es un desafío ambicioso, casi una quimera, pero la energía y la determinación del equipo
18:47son contagiosas. Por primera vez en mucho tiempo, Manuel siente
18:55que tiene el control de su propio destino, que está construyendo algo suyo, algo que
19:00perdurará. Este proyecto se convierte en su refugio, en el horizonte luminoso que le permite
19:09sobrellevar las sombras que se ciernen sobre la promesa.
19:12El cerco de Lorenzo y el plan secreto de Cristóbal. La mañana avanza, y con ella, la red de Lorenzo
19:24se estrecha cada vez más alrededor de sus presas. Con una galantería fingida que resulta repugnante,
19:34se acerca a Ángela para interesarse por su estado de salud.
19:41Mi querida Ángela, he oído que solicitó la visita de un médico. Espero que no sea nada grave.
19:51Me tendría usted con el alma en un puño. Ángela, forzada a mantener las apariencias,
19:57le regala una sonrisa forzada. No es nada, Don Lorenzo, un simple mareo pasajero. Le aseguro
20:07que me encuentro perfectamente. Magnífica noticia, exclama él, frotándose las manos
20:16con satisfacción mal disimulada. No sabe cuánto me alegra oírlo. La respuesta de Ángela
20:24es exactamente lo que Lorenzo necesitaba. Con la confirmación de su perfecto estado
20:33de salud, ya no hay excusas que valgan. Se dirige a buscar a Leocadia, a quien encuentra
20:43supervisando la limpieza de la platería. Leocadia, querida. Dice, su voz untada de una
20:53falsa cordialidad. Acabo de hablar con nuestra encantadora Ángela. Goza de una salud de hierro.
21:02Así que ya no hay impedimento alguno para que fijemos la fecha de nuestro compromiso.
21:07¿No le parece que deberíamos anunciarlo cuanto antes? La sociedad espera ansiosa.
21:15Leocadia siente un escalofrío recorrer su espalda. La presión de Lorenzo es cada vez
21:24más asfixiante. El chantaje que la tiene atrapada le impide negarse. Cada palabra de
21:33Lorenzo es un nuevo eslabón en la cadena que la aprisiona. Mientras tanto, Cristóbal no
21:42ha dejado de pensar en la situación de Ángela y Leocadia. Sabe que hay algo más, algo que
21:51Leocadia no le ha contado. La negativa de esta a acudir a la Guardia Civil por el secuestro
21:56de su hija le resulta sospechosa. Insiste una vez más. Señora, debe denunciar. El secuestro
22:07es un delito muy grave. Si usted declara, podríamos acusar a Lorenzo. Podríamos detenerlo. ¿Y qué
22:17pruebas tenemos, don Cristóbal? Replica Leocadia, su voz cargada de desesperación.
22:27Mi palabra contra la de un hombre como él, nadie me creería. Solo conseguiría que su
22:31ira se volviera contra nosotras con más fuerza.
22:34Pero no podemos quedarnos de brazos cruzados mientras ese hombre sigue adelante con sus
22:42planes.
22:46No lo entiende. Estalla Leocadia, incapaz de contener más su angustia. Hay cosas que usted
22:52no sabe.
22:53Cosas que no puedo contarle. Cristóbal la observa en silencio. Ve el terror en sus ojos,
23:03la desesperación de un animal acorralado.
23:09Y comprende, comprende que Leocadia está siendo chantajeada. No necesita que se lo diga.
23:14Lo ve en cada uno de sus gestos, en el temblor de su voz. Y es en ese momento cuando una idea
23:23comienza a tomar forma en su mente.
23:29Un plan audaz, arriesgado, pero que podría ser la única salida. No puede confiar en la
23:35ley, porque Lorenzo sabe cómo retorcerla a su favor.
23:38No puede confiar en la confesión de Leocadia, porque el miedo la paraliza. Así que tendrá
23:47que luchar contra Lorenzo en su propio terreno.
23:53Con sus mismas armas, el engaño, la manipulación, el secreto, no le revela los detalles a Leocadia.
24:00Aún no, el plan es demasiado incipiente, demasiado peligroso. Pero una nueva luz de
24:10determinación se enciende en su mirada.
24:16Si Lorenzo cree que puede jugar con las vidas de los habitantes de la promesa a su antojo,
24:21está muy equivocado.
24:22Se ha encontrado con un adversario que no está dispuesto a ceder. El mayordomo tiene un plan,
24:31un as en la manga que podría hacer saltar por los aires el castillo de Neipes del Capitán
24:36de la Mata.
24:41La amenaza final del varón y la furia de una madre. El día alcanza su punto álgido de tensión
24:46cuando el varón de Valladares, frustrado por la inquebrantable resistencia de Catalina,
24:52decide cruzar una línea que nunca debería haber sido traspasada.
24:59La encuentra en los jardines, paseando con sus hijos, los pequeños Curro y Eugenia,
25:04que ríen ajenos a la tormenta que se cierne sobre su familia.
25:07El varón se acerca con paso lento, su sonrisa más depredadora que nunca. Una bonita estampa
25:18familiar, Catalina.
25:24Unos niños preciosos, sanos, fuertes, sería una verdadera lástima que algo malo les sucediera,
25:30¿no crees?
25:31Las palabras caen como un bloque de hielo sobre el cálido sol de la tarde. Catalina se congela.
25:44Se gira para encararlo, sus ojos despidiendo llamas. Coloca a sus hijos detrás de ella,
25:50en un gesto instintivo de protección.
25:51¿Me está usted amenazando? Pregunta. Su voz un siseo peligroso. Yo no amenazo, querida.
26:06Simplemente señalo lo obvio. El mundo es un lugar peligroso. Sobre todo para los niños indefensos.
26:12Un accidente puede ocurrir en cualquier momento. Una caída tonta. Una enfermedad repentina. Sería
26:22terrible que su madre no estuviera aquí para cuidarlos. O peor aún, que su madre fuera la
26:31causa de su desgracia por una estúpida muestra de orgullo.
26:34La crueldad del varón no conoce límites. Ha encontrado la grieta en la armadura de Catalina
26:43y está dispuesto a clavar su puñal en ella sin piedad.
26:50Pero lo que no espera es la reacción que provoca. No ve miedo en los ojos de Catalina.
26:58Ve furia. Una furia primigenia. La furia de una leona a la que amenazan a sus cachorros.
27:04Escuchem bien, varón de Valladares. Dice Catalina, avanzando un paso hacia él,
27:14su voz baja y cargada de una amenaza que hiela la sangre.
27:21Puede que usted sea un hombre poderoso. Puede que crea que puede comprar y destruir todo lo que se le
27:26antoje. Pero se ha equivocado de mujer. Toque un solo pelo de la cabeza de mis hijos,
27:34insinúe siquiera que va a hacerles daño. Y le juro por lo más sagrado que descubrirá una faceta de mí
27:40que no sabía que existía.
27:45Puedo volverme muy peligrosa. Mucho más de lo que usted puede imaginar.
27:49No tiene ni idea de lo que soy capaz de hacer para proteger a mi familia.
27:52Así que le recomiendo que no vuelva a acercarse a ellos. Ni a mí. La intensidad de su respuesta deja al varón
28:02momentáneamente sin palabras.
28:04Ha provocado a la bestia, y ahora ve en sus ojos el reflejo de su propio fin si se atreve a dar un paso más.
28:18Catalina toma a sus hijos de la mano y se aleja, dejándolo solo con su veneno, su cabeza erguida, su paso firme.
28:25La guerra ha sido declarada. Y Catalina acaba de demostrar que no piensa ser una víctima.
28:38Será una combatiente. La traición de Jacobo y el estallido de Martina.
28:43El día se cierra con un nuevo frente de batalla que se abre donde menos se esperaba.
28:47Martina, que ha estado intentando navegar las turbulentas aguas de su matrimonio y las complejidades de su posición en la familia, recibe una noticia que la deja atónita.
29:05Se entera, por una fuente indiscreta, de que ha sido incluida en el Patronato de la Milagrosa, una prestigiosa obra de caridad.
29:12Lo que para cualquiera sería un honor, para Martina es una bofetada.
29:20Sabe que no tiene ni los méritos ni las conexiones para haber recibido tal nombramiento.
29:29Y solo hay una persona que podría haber movido los hilos para conseguirlo. Su primo, Jacobo.
29:34Se enfrenta a él esa misma noche, su rostro una máscara de ira y decepción.
29:43¿Cómo has podido, Jacobo? Le espeta, sin preámbulos.
29:51Jacobo, como siempre, adopta una expresión de inocencia ofendida.
29:56No sé de qué me hablas, prima.
29:58No te hagas el tonto conmigo. El Patronato de la Milagrosa.
30:06¿Creyas que no me iba a enterar? ¿Por qué lo has hecho?
30:12Martina, te juro que yo no he tenido nada que ver.
30:16Seguramente habrán reconocido tus muchas virtudes y por eso te han elegido.
30:19Virtudes. Ríe Martina, una risa amarga y desprovista de alegría.
30:29No me tomes por estúpida. Lo has hecho para controlarme, ¿verdad?
30:33Para tenerme atada, para que te deba favores.
30:40Para que todos vean lo bueno y generoso que eres, moviendo los hilos para tu pobre prima descarriada.
30:49¿Estás siendo paranoica? Se defiende Jacobo, levantando la voz.
30:54No, estoy siendo lúcida. Por primera vez en mucho tiempo.
31:02Me he sentido utilizada, traicionada. Creía que podía confiar en ti, que de verdad te preocupabas por mí.
31:08Pero solo te preocupas por ti mismo, por tus juegos de poder, por tu imagen.
31:17La discusión sube de tono, sus voces resonando en la biblioteca.
31:25Para Martina, este gesto de Jacobo no es un acto de amabilidad,
31:29sino una muestra más de la manipulación a la que se siente sometida.
31:32Es una forma de recordarle su dependencia, de socavar su autonomía.
31:42Se siente como un peón en un tablero de ajedrez que no comprende.
31:49Y el dolor de la traición, viniendo de alguien a quien consideraba un aliado, es profundo y afilado.
31:55Jacobo, por supuesto, lo niega todo. Es su modus operandi.
32:04Negar, desviar, hacerse la víctima.
32:10Pero Martina, esta vez, no le cree. La confianza se ha roto, quizás para siempre.
32:15Y mientras estalla contra él, liberando meses de frustración y sospechas contenidas,
32:24una nueva brecha se abre en el ya fracturado entramado de las relaciones en la promesa.
32:33Así concluye un día más en el Palacio de los Luján.
32:36Un día de voluntades puestas a prueba, de planes secretos que comienzan a tejerse en la oscuridad,
32:41de amenazas que penden como espadas de Damocles y de traiciones que envenenan el alma.
32:50El capítulo 677 nos deja con el corazón en un puño,
32:54con la certeza de que la tormenta que se avecina será devastadora y que,
32:58cuando finalmente a Main, nada volverá a ser igual en la promesa.
33:06La noche cae, pero no trae consigo la paz,
33:09sino la promesa de un nuevo amanecer aún más incierto y peligroso.
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