La desgracia se ha cebado con una familia muy querida en Taboadela, en Ourense. La falta de luz hizo que a las nueve de la noche el Ayuntamiento les proporcionara un generador de gasóleo para que el padre, de 80 años, pudiera conectar el respirador para dormir. Según el alcalde funcionaba bien y fue instalado por personal municipal. El sitio estaba ventilado dice, pero se investiga si el hijo pudo moverlo sin pensar en los riesgos, porque la causa de la muerte es una intoxicación por monóxido de carbono debido a una mala combustión. En Alzira, Valencia, se investiga la muerte de otra mujer que estaba conectada al oxígeno cuando se fue la luz. Y en Madrid, el incendio de una vela durante la noche provocó otra tragedia: una mujer fallecida y 13 residentes atendidos por el Samur. -Redacción-