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  • hace 10 años
Mayo es el mes de las madres. Ya estamos acostumbrados a la publicidad para comprar el "mejor regalo" a la progenitora. Cuando se nos habla de maternidad, la primera imagen que nos viene a la mente es la de una mujer con un bebé o un infante, pero sería interesante si pudiéramos reconocer en los animales no humanos características que consideramos valiosas en las madres humanas.
Las madres de otras especies, especialmente mamíferos y aves, tiene fuertes vínculos emocionales con sus crías. Como habitantes de grandes ciudades probablemente sólo tengamos contacto con cachorros de perro y gato y sus madres, y aun así no negaríamos que hay una actitud protectora y afectiva de ellas hacia sus hijos.
Quisiera hacer mención de una madre -y su cría- que son explotados en la industria alimenticia. Las llamadas "vacas lecheras". De más está decir que ellas no viven como nos quiere hacer creer la industria: sobre verdes prados bajo azules cielos. Los rumiantes están parados sobre sus propias heces al punto en ocasiones de cubrirles hasta la mitad de las patas. Otras en cambio, están estabuladas sobre cemento con un poco de paja y son alimentadas en comederos.
El proceso para obtener leche de una vaca es más o menos así: Se les insemina artificialmente y pocas horas después de nacido, el ternero es separado de su madre para extraerle a ella la leche que por naturaleza le corresponde a la cría. La vaca da la cantidad de leche suficiente para alimentar a su ternero, pero esto es insuficiente para la demanda de la industria, por ello son alimentadas e inyectadas con hormonas para que su producción aumente. Esto les ocasiona mastitis por el crecimiento exagerado de sus ubres, las cuales al ser manipuladas varias veces al día por la ordeña mecánica, generan heridas e infecciones, pasando muchas veces la pus a la leche extraída.
A los terneros se les vende a granjas de engorda donde serán convertidos en carne de ternera antes de cumplir el año de edad. Esta carne tiene ciertas características, como ser pálida y muy blanda; esto se logra manteniendo al animal anémico e inmovilizándolo para que no genere músculo. Se les alimenta con una mezcla de suero de leche en polvo y cal para que alcancen su peso rápidamente. Camino a Querétaro, México, podemos observar las instalaciones donde se mantiene a los terneros: una especie de casas similares a las de los perros, donde a penas pueden darse la vuelta y su única opción de movimiento es echarse y levantarse.
A pesar de que en este video se muestra el ordeño tradicional y no industrial, quienes han trabajado en la industria láctea reconocen que las vacas se pasan días mugiendo en busca de su ternero una vez los han separado. Podríamos catalogar esta reacción como instintiva, pero ¿acaso las madres humanas no tienen también reacciones instintivas de protección y cuidado hacia sus hijos?
Somos la única especie que bebe leche de otra especie y en su etapa adulta. No es natural. Es un hábito creado por la industria láctea. Exce

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